I y quedarse, y con quedar partirse,
partir sin alma e ir con alma ajena;
oír la dulce voz de una sirena,
y no poder del árbol desasirse;
Andar como la vela consumirse
haciendo torres sobre tierra arena;
creer de un cielo y ser demonio en pena,
y de ser lo jamás arrepentirse;
hablar entre los mundos soledades,
pedir pues resta sobre fe paciencia,
y lo que es temporal llamarlo eterno;
creer sospechas y negar verdades,
es lo que llaman en el mundo ausencia,
fuego en el alma, y en la vida infierno.