·

Cursos Gerais ·

Arquitetura

Envie sua pergunta para a IA e receba a resposta na hora

Fazer Pergunta

Texto de pré-visualização

Proceso formativo ambiental universitario: trascendencia en la carrera de arquitectura\nEnvironmental education in higher education: significance in architecture studies\n\nAymee Alonso-Gatell1\nNivia Tomasa Álvarez-Aguilar2\nJaime Arturo Castillo-Elizondo3\n\n1Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte y Luyonz, carretera Circunvalación km 5.5, Camagüey, Cuba, C.P. 70500.\n2Universidad Autónoma de Nuevo León, Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica, Av. Pedro de Alba S/N, Cd. Universitaria, San Nicolás de los Garza, Nuevo León, México, C.P. 66451.\n*Autor para correspondencia: nivila12@yahoo.es\n\nFecha de recepción: 13 de junio de 2016\nFecha de aceptación: 10 de octubre de 2016\n\nRESUMEN\nEn cualquier esfera de actuación, toda actividad profesional ha de realizar aportes significativos a los problemas del medio ambiente. Para ello, es fundamental una educación universitaria que tribute a una formación socialmente responsable. Generalmente, la educación ambiental en la universidad muestra un carácter asistemático, debido a la falta de proyección. El objetivo del artículo fue determinar la importancia social de promover la formación ambiental del estudiante universitario como un proceso formativo con toda su rigurosidad. Se exponen fundamentos esenciales de dicho proceso en sentido general y en particular, en la carrera de Arquitectura, basados en el método de análisis-síntesis y ar Introducción\n\nLos tiempos actuales se caracterizan por transformaciones aceleradas en la ciencia y la técnica, más no en el desarrollo humano. Se requiere que los futuros profesionales sean capaces de tomar decisiones basadas en la reflexión y el análisis, y que, en pro de la responsabilidad social corporativa, sean sensibles hacia las problemáticas sociales (Ugarte y Naval, 2010).\n\nEl reconocimiento del significado y el sentido, en la educación universitaria, posibilita una formación del estudiantado universitario en todas las direcciones, en correspondencia con una preparación para vivir y transformar la vida. Se traduce en una coherencia vinculada y orientada a la humanización del proceso educativo universitario. Los conceptos de me dido y sostenibilidad adquirieren relevancia en la actualidad y, en consecuencia, mayor repercusión en la esfera educativa, por tener un fuerte impacto en lo profesional (Canet, 2010; Basto, 2012; Chamorro, 2012; González-Anleo, 2012; Núñez y col., 2012; Sierra, 2012).\n\nSin embargo, a pesar del esfuerzo realizado en los últimos años, no se ha logrado los avances esperados en cuanto a la formación ambiental, aunque se han obtenido aportes que enfatizan en la necesidad de construcción de un nuevo paradigma educacional, centrado en el ser humano, como sujeto histórico transformador del contexto en el que se desenvuelve (López, 2005; Calvo y Gutiérrez, 2007; Santos y Villalón, 2009; Núñez y col., 2012; Rivasoro y col., 2012). En relación con lo anterior, Calvo y Gutiérrez (2007), expresan que: \"si hay quien piensa que la educación ambiental hay preocuparse exclusivamente por la sensibilización y la mera interpretación, también hay defensores a ultranza de una educación ambiental más crítica, políticamente comprometida y volcada a la acción, la transformación y el cambio de los conocimientos, actitudes, comportamientos, estilos de vida, las concepciones y hábitos sobre el uso de los recursos\".\n\nEl PFA en la carrera de arquitectura está integrado, a su vez, por procesos más específicos que abarcan los aspectos cognitivos generales y singulares (Alonso y col., 2014b). En este estudio se hace referencia a la formación de la actuación ambiental (Figura 1). Esta se conceptualiza como el proceso transformador hacia una conducta responsable de los estudiantes y las estudiantes hacia el medio ambiente. Implica nuevas formas de convivencia, traducidas en la capacidad de autorregulación y autoadscripción consciente, en una sociedad cada vez más deteriorada humana y ambientalmente.\n\nLa formación metodológica para proyectar, se admite como el proceso que permite perfeccionar este tipo de actividad estudiantil en el pro ceso de diseño, y es de vital importancia. Como bien expresa Muñoz (2008): \"el proyecto desde el que se genera la arquitectura tiene una estructura interna compleja, ya que debe reunir muchos tipos distintos de análisis de fuentes, de técnicas, de disciplinas diversas, para llegar a la síntesis creadora del proyecto\". Proyectar es una labor creativa, intelectualmente enriquecedora y personalmente muy satisfactoria. La complejidad de la actividad proyectual, los múltiples factores que en ella intervienen, la diversidad de técnicas y conocimientos necesarios y la necesidad de desarrollar simultáneamente la libertad creativa y el control crítico, hacen de la predicción del proyecto una de las labores más arduas a las que se tiene que enfrentar el estudiantado de esta carrera. Y es que según Muñoz (2008): \"la arquitectura deseada, ideada o intuida, solo puede hoy hacerse a través de un laborioso proceso de creación, mediante el que se obtiene un complejo modelo documental previo\". Desde la concepción misma de la humanidad, la arquitectura siempre ha sido el resultado de la permanente relación del ser humano con su entorno natural. A medida que han evolucionado la sociedad y su cultura, la influencia de ésta ha sido mayor sobre la naturaleza, por la acción misma del hombre (Rada y col., 2012). Pérez (2016), refiere que el desarrollo del proyecto arquitectónico es hoy un instrumento pedagógico esencial del aprendizaje teórico-práctico de la arquitectura. De allí que, la educación para la arquitectura sostenible forme arquitectos con una estrecha relación con el medio ambiente, capaces de desafiar el impacto ambiental que representa la acción de construir, de tal manera que esté presente en los procesos sociales, económicos y ambientales, generados al proyectar, edificar y habitar.\n\nDe acuerdo a lo expuesto, se puede decir que la elaboración del proyecto arquitectónico es una síntesis creativa de todo lo aprendido en la escuela. La enseñanza de proyectos a través de trabajos en taller, con el asesoramiento del profesor y la constante socialización entre el estudiante, propicia la asimilación de conceptos y desarrollará capacidades conforme a las necesidades individuales de cada grupo. En suma, una solución constante de los errores cometidos se adquiere con un sólido aprendizaje, se desarrolla la capacidad y destreza en este complejo proceso de análisis y síntesis, que requiere la elaboración del proyecto de arquitectura.\n\nLa formación especializada para proyectar como emergencia, es un proceso que adquiere desde la Teoría de la Arquitectura y del diseño. Sus principios y la composición arquitectónica han de responder a propuestas de proyectos sustentables. Es un proceso contextualizado que establece las situaciones de aprendizaje, para que los estudiantes y las estudiantes \"aprendan a aprender\" la nueva realidad profesional bajo el paradigma del desarrollo sustentable (Alonso y col., 2014a). Se requiere de una formación especializada para proyectar con enfoque ambiental, que debe concentrarse en clases desarrolladoras e integradoras. Este tipo de clases potencian el aprendizaje desarrollador que según Castellanos y col. (2002, citado por González y col., 2009), es aquel que garantiza en el individuo la apropiación activa y creadora de la cultura, propiciando el desarrollo de su auto-perfeccionamiento constante, de su autonomía y autodeterminación, en\níntima conexión con los necesarios procesos de socialización, compromiso y responsabilidad social. En la carrera de arquitectura es pertinente tomar en cuenta, entre otros, los rasgos característicos de una clase desarrolladora e integradora sobre la educación ambiental que se enuncian a continuación (Easy y col., 2011).\n\n- Transitar de un profesor informático, transmisor del conocimiento, a un profesor director y facilitador del conocimiento del medio ambiente. De un(a) estudiosa posible(a) y receptora del conocimiento, a uno(a) protagonista, participativo(a), reflexivo(a) para contribuir al mejoramiento y solución de los problemas y consecuencias del progreso científico técnico.\n\n- Rebasar la transmisión de conceptos acabados, a conceptos elaborados por los y las estudiantes, de forma práctica y aplicada a la realidad ambiental territorial, pero con un fundamento científico; que además favorezcan formas participativas en la gestión de soluciones.\n\n- Lograr un sistema de actividades orientadas a la búsqueda y exploración del conocimiento acerca de por qué surgen los problemas ambientales, cuáles son sus alternativas de solución, estas posiciones reflexivas, críticas y participativas.\n\n- Propiciar la formación de conceptos y el desarrollo de los procesos lógicos del pensamiento (análisis-síntesis, abstracción-generalización, y otros), sobre el medio ambiente y su papel como sujeto activo de la sociedad, participando en la prevención y solución de estos problemas.\n\n- Trabajar los diferentes niveles de asimilación del conocimiento (conocer, saber, saber hacer y crear), aplicados al medio ambiente y su protección, de acuerdo a la complejidad de las relaciones del medio ambiente y la sociedad.\n\n- Integrar lo instructivo con lo educativo a favor de la protección ecológica, favoreciendo la formación de convicciones para su uso racional, así como promover la utilización de la zona de dé. sarrollo intelectual potencial, como un pensamiento innovador a partir de los problemas ambientales y situacionales.\n\nPara la formación de la actuación ambiental, constituyen un requisito el modo de proyectar creativo ambiental. Este modo es considerado como un proceso dinámico, dirigido a la transformación paulatina del actuar profesional del estudiante hacia el medio ambiente, a través de la actividad proyectual. Su propósito esencial es formar una cultura ambiental, en correspondencia con las exigencias de la sociedad, que contribuya a su futuro modo de actuación profesional responsable.\n\nLa práctica proyectual dirigida al desarrollo de proyectos, donde la toma de decisiones se apoya en metodologías idóneas, favorece el diseño donde todo está muy en cuenta el ambiente. Se orienta a la puesta en práctica de conocimientos, habilidades y competencias en general del diseño, en un determinando contexto.\n\nDe antemano, se desprende que el sentido ambientalista en los procesos de aprendizaje se otorga desde una perspectiva pedagógica, tal y como se aborda en esta escritura, es exponer en pedagogía por el estudiante de conocimientos, habilidades y destrezas relacionadas con su compromiso con la conservación y protección del medio ambiente, desde el proceso profesional del diseño. Este hecho se manifiesta en la carrera, a partir del logro de la unidad entre significados de los objetivos ambientales y sus sentidos, lo que posibilita una formación en todas las direcciones. En este caso, el sentido, como expresa Ruiz (2010): \"posee un carácter más flexible, tiene una relación directa con cada estudiante, sus motivaciones, su manera de ver el mundo, sus sentimientos, sus experiencias, sus expectativas. De aquí su relación con el aspecto axiológico\".\n\nSi el proceso de diseño arquitectónico se concentra solo en el aprendizaje de su aparato conceptual, sin enfatizar su sentido ambientalista, entonces es una formación parcial, incompleta, no trascendente. Por el contrario, cuando en este proceso se toma en cuenta el plano lógico, se logra su trascendencia, es significativo, perdurable y permite la transformación propia, así como la preservación y transformación en sentido positivo y con visión futura del medio ambiente. Su esencia se corresponde con un proceso de creación y transformación en espacios arquitectónicos y urbanos, de manera flexible, que resuelve problemas del hábitat de un modo sustentable, en beneficio de las personas, el medio ambiente y las exigencias armamentales de la sociedad actual y futura.\n\nCONCLUSIONES\n\nLa educación ambiental tiene un análisis focal en frecuencias en los foros académicos y la literatura científica desde una perspectiva general, que involucra a los diferentes sectores de la sociedad, incluyendo a las instituciones de educación superior, pero que en pocas ocasiones se aborda su análisis como un proceso integral, en el que se analice la presencia de rasgos que denotan la presencia de espontaneidad y sistematicidad en la práctica formativa universitaria, o en el desarrollo de modelos específicos, en particular, la formación ambiental en la carrera de arquitectura requiere atender las peculiaridades específicas de esta profesión, adicionada a la formación común que se da a los diferentes profesionistas, para que los egresados presenten una visión de sustentabilidad en los diferentes emprendimientos que realicen, mostrando responsabilidad social y ambiental. Esto sólo puede lograrse si la formación ambiental del arquitecto se realiza a través de un proceso organizado y sistemático en el que se promueva el cuidado y protección al medio ambiente, conscientes del impacto que su ejercicio causará al hábitat en que trabajen. Algunas de las premisas esenciales expuestas en este trabajo, quedan como insumo para el desarrollo de trabajos futuros con temáticas similares o complementarias. REFERENCIAS\n\nAlonso, A., Álvarez, N. T., and Castillo, J. A. (2016). Environmental professional competence education: a need of university students and present and future challenges. Journal of Education and Human Development. 5(1):124-145.\n\nAlonso, A., Álvarez, N. T., Pérez, Y., Carreón, M. L. (2014b). La formación ambiental del estudiante como una necesidad actual. Multidisciplinarias de la ingeniería. 2(2):215-220.\n\nAlonso, A., Torres, A. y Álvarez, N. (2014a). Formación ambiental del estudiante de arquitectura en el contexto cubano. Contexto. Revista de la Facultad de Arquitectura. 8(6): 68-90.\n\nAmador, L. V. y Esteban, M. (2011). Desde la educación social a la educación ambiental. Hacia una intervención educativa socioambiental. Revista de Humanidades. 18: 147-160.\n\nAveindo, W. C. (2012). La educación ambiental (EA) como herramienta de la responsabilidad social (RS). Revista Luna Azul. 35: 94-115.\n\nBarraza, L. y Castaño, C. (2012). ¿Puede la enseñanza de la ciencia ayudar a construir una sociedad sostenible?. Profesorado. Revista de Curriculum y Formación del Profesorado. 16(2): 45-58.\n\nBasto, S. (2012). Un diseño de educación ambiental desde las perspectivas ecosocial y económica. Educación y Futuro. Revista de investigación aplicada y experiencias educativas. 6(3): 49-74.\n\nCalvo, S. y Gutiérrez, J. (2007). El espejismo de la educación ambiental. Madrid: Morata. 124 pp.\n\nCantiú, I. (2010). Nuevos desafíos en la formación de arquitectos a partir del impacto de la sostenibilidad en la arquitectura. Enletuque. (12): 273-287.\n\nCastellanos, D., Castellanos, B., Llivina, M. J., Silverio, M., Reinoso, C. y García, C. (2002). Aprender y enseñar en la escuela. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación. 190 pp.\n\nChamorro, P. (2012). Educación para la acción desde Green-peace. Educación y Futuro. Revista de investigación aplicada y experiencias educativas. 26: 71-87.\n\nDrews, S. and van-den-Bergh, J. (2016). Public views on economic growth, the environment and prosperity: Results of a questionnaire survey. Global Environmental Change Journal. 39: 1-14.\n\nEasy, A., Easy, Y. y Selpa, Y. (2011). Metodología para el estudio de los problemas ambientales en la\nclase desarrolladora e integradora sobre educación ambiental, en Cuadernos de Educación y Desarrollo. [En línea]. Disponible en: http://www.uem.edu.mx/rev/ ed28/ppm.htm. Fecha de consulta: 11 de diciembre de 2016.\n\nGarcía, E. (2004). Medio ambiente y sociedad. La civilización industrial y los límites del planeta. Madrid, España: Alianza Editorial. 356 pp.\n\nGonzález-Anleo, J. (2012). Juventud, medio ambiente y crecimiento sostenible. Educación y Futuro. Revista de investigación aplicada y experiencias educativas. 26: 87-105.\n\nGonzález, M., Fernández, A. y Valdés, K. (2009). Perfil del profesor y de la clase universitaria en Cuba: resultado de un estudio de caso. Educación en Revista. 25(12): 107-132.\n\nHerrera-Izaguirre, J. A., López, L. H., Salinas, R. A., García, M., Hernández, F., Rodríguez, J. G., ... y Palomo, R. (2011). Una experiencia de la Facultad de Comercio, Administración y Ciencias Económicas de Nuevo Laredo, Tamaulipas en el fenómeno del cambio climático. CienciaUAT. 6(1): 30-37.\n\nLeón, A. (2007). ¿Qué es la educación?, en Revista Edulcen. [En línea]. Disponible en: http://www.saber. uacj.edu.mx/bitstream/123456789/20200/2/articulo.pdf. Fecha de consulta: 25 de febrero de 2016.\n\nLezama, J. (2008). Medio ambiente y educación ambiental en Cuba. [En línea]. Disponible en: http://www.worldcat.org/. Fecha de consulta: 23 de febrero de 2013.\n\nLópez, M. (2005). Formación para la sostenibilidad en arquitectura y urbanismo. 9no Congreso Nacional del Medioambiente. Cumbre de desarrollo sostenible, en Comunicación técnica. [En línea]. Disponible en: http://www.conama99.conama.org/conama9/download/files/CTs/2618_ML%3F3ex.pdf. Fecha de consulta: 15 de mayo de 2015.\n\nMartínez, J. F. (2009). Fundamentos de la Educación. [En línea]. Disponible en: https://www.unescotec.org/ ext/manual/html/fundamentos.html. Fecha de consulta: 13 de diciembre de 2016.\n\nMayor-Zaragoza, F. (2009). La problemática de la sostenibilidad en un mundo globalizado, en Revista de Educación. [En línea]. Disponible en: http://www. ince.mec.es/revistaceducacion/re2009/re2009_02.pdf. Fecha de consulta: 12 de diciembre de 2016. Medina, A. J. (2012). Formación de los tutores y el proceso de investigación en los estudios de posgrado de las universidades venezolanas, en Revista Didáctica: Didáctica y Educación. [En línea]. Disponible en: https://dialnet.unirioja.es/descarga/ar ticulo/4322582.pdf. Fecha de consulta: 7 de octubre de 2016.\n\nMendoza-Cavazos, Y. (2016). Sistemas de evaluación de la sostenibilidad en las instituciones de educación superior. CienciaUAT 11(1): 65-78.\n\nMalono, A. C. y Herrera, J. F. (2014). La formación ambiental en la educación superior: una revisión necesaria. Revista Luna Azul (39): 186-206.\n\nMuñoz, A. (2008). El proyecto de arquitectura. Concepto, proceso y representación. Barcelona: Editorial Reverté, S.A. 271 pp.\n\nNovo, M. y Murga, M. A. (2010). Educación ambiental y planificación planetaria. Revista Eureka Sobre Enseñanza y Divulgación de las Ciencias (7): 179-186.\n\nNúñez, M., Torres, A. y Álvarez, N. (2012). Volviendo a la educación ambiental: su implicación en la educación superior. Revista Educación y Futuro. 26: 155-175.\n\nPérez, E. (2009). La formación socio humanística del estudiante de arquitectura como campo de reflexión pedagógica. Revista Iberoamericana de Educación. (49): 2-12.\n\nPérez, M. (2016). La educación universitaria para la sostenibilidad arquitectónica. Caso Ecuador. European Scientific Journal. 12(10): 287-296.\n\nPNUMA, Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (1982). Proyecto para el establecimiento de la Red de Formación Ambiental para América Latina y el Caribe: Balances y Perspectivas, en XIV Reunión Del Foro de Ministros de Medio Ambiente de América Latina y el Caribe. [En línea]. Disponible en: http://www.pnuma.org/forodeministros/ 14-panama09rteRedFormacionAmbiental-revl.pdf. Fecha de consulta: 22 de abril de 2016.\n\nRada, C. A., Gutiérrez, I. Y, Lozano, A. (2012). Herramienta didáctica, para la utilización de los estudiantes en la valoración de la sostenibilidad de proyectos arquitectónicos, de un programa de arquitec\n\ntura en Barranquilla. Revista Escenarios. 10(1): 89-105.\n\nRivarosa, A., Astudillo, M. y Astudillo, C. (2012). Aportes para la identidad de la educación ambiental: estudios y enfoques para su didáctica. Profesorado. Revista de curriculum y formación del profesorado. 16(2): 213-238.\n\nRojo, M. T. (1991). La sociología al medio ambiente. Revista Española de Investigaciones Sociológicas. (55): 93-110.\n\nRuiz, J. C. (2010). Diseño de una estrategia didáctica para la formación integral en la enseñanza-aprendizaje de la Física en el Nivel Medio Superior. Lat. Am. J. Phys. Educ. 4 (1): 844-848.\n\nRuiz, J. C., Álvarez, N. y Pérez, E. (2008). La orientación socio-humanística, un porte a la formación integral del estudiante. Tendencias Pedagógicas. 15:175-191.\n\nSantos, I. C. y Villalón, G. (2009). La educación ambiental para el desarrollo sostenible desde la gestión, investigación e innovación educativa para la formación y desempeño del profesional de la educación. Revista electrónica de la Agencia de Medio Ambiente. 9(1):1-10.\n\nSierra, L. (2012). La educación ambiental a la educación para el desarrollo sostenible: su interpretación desde el visión sistémica y holística en el contexto de la Biodiversidad. Educación y Futuro. Revista científica. 26: 2-17.\n\nUgarte, C. y Naval, C. (2010). Desarrollo de competencias profesionales en la educación superior. Un caso docente concreto. Revista Electrónica de Investigación Educativa. 12: 1-14.\n\nValera, R. (2014). La responsabilidad social universitaria: un nuevo modelo universitario contra la mercantilización. Revista Iberoamericana de Educación Superior. 5(12): 105-127.\n\nWoodgate, G. y Redclift, M. (1998). De una sociología de la naturaleza a una sociología ambiental: más allá de la construcción social. Revista Internacional de Sociología. (19-20): 15-40.