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Friedrich Schiller Cartas sobre la educación estética del hombre Traducción introducción y notas Martín Zubiria Universidad Nacional de Cuyo Facultad de Filosofía y Letras SCHILLER SOBRE LA EDUCACIÓN ESTÉTICA DEL HOMBRE EN UNA SERIE DE CARTAS DE LO SUBLIME SOBRE LO SUBLIME Traducción del alemán introducción y notas por Martín Zubiria Profesor Titular de las Cátedras de Historia de la Filosofía Antigua y de Metafísica Director del Centro de Filosofía Clásica Alemana ISBN 9789875751392 3 ÍNDICE Introducción del traductor Bibliografía Nota preliminar a las Cartas Estéticas Cartas Estéticas Primera parte Cartas 1 a 9 Segunda parte Cartas 10 a 16 Tercera parte Cartas 17 a 27 Sobre lo sublime De lo sublime Cronología Algunos juicios notables sobre la personalidad y la obra de Schiller 4 INTRODUCCIÓN LA VIDA En español existen cuando menos dos biografías de Schiller escritas ambas no sólo con una genuina devoción por la figura del poeta sino además con una pluma tan autorizada como abundante la otrora muy conocida de Tomás Carlyle1 siempre fresca y digna de lectura sin que le hagan mella los dos siglos o poco menos que lleva sobre sus espaldas y la más reciente y más ambiciosa también de Rüdiger Safranski2 quien lejos de ceñirse a los hechos de la vida del poeta para trazar a partir de ellos una semblanza espiritual como hace Carlyle se detiene también en la consideración puntual de los personajes de la época de sus obras ideas e influencias y en el análisis del contenido de cada una de las creaciones mayores de Schiller En lo que sigue nos limitaremos a consignar los hitos más notables de la vida del poeta en la media en que permitan comprender mejor su fisonomía espiritual I Infancia y juventud 17591781 También Schiller podría haber dicho con el autor del Hiperión aquello de Oh dichosa Suabia madre mía porque Suabia fue su patria como lo fue también una década más tarde la de otro poeta Hölderlin y la de un filósofo Hegel Lo mismo que Hölderlin Despertó entre tus valles a la vida mi corazón tus ondas jugando me envolvían también Schiller nació a orillas del Neckar aquel caudaloso río cuyas aguas atraviesan por entre bosques colinas umbrosas frutales y viñedos esa idílica y vasta región del sudoeste alemán para venir a engrosar las del Rin En Marbach del Neckar un pequeño pueblo situado desde muy antiguo en los dominios del ducado de Württenberg Juan Cristóbal Federico Schiller vio la luz el 10 de noviembre de 1759 Toda su vida puesto que jamás pisó tierra extranjera transcurrió bajo el cielo alemán y fue relativamente breve murió a los 45 años en Weimar el 9 de mayo de 1805 Las últimas palabras que pronunció con el cuerpo enteramente minado por la enfermedad y 1 1952 Carlyle se ha ocupado de Schiller y lo ha juzgado con una exactitud como no le sería fácil hacerlo a un alemán Goethe en Eckermann Conversaciones con Goethe 15 de julio de 1827 Es verdaderamente admirable cómo Carlyle al juzgar a nuestros escritores alemanes no pierde nunca de vista el núcleo espiritual y moral considerándolo el elemento verdaderamente eficiente Carlyle es una fuerza moral de gran envergadura op cit IIIª parte 15 de julio de 1827 2 2006 5 ya hundida la conciencia fueron en latín Si las honras póstumas que la nación entera tributó al genio a partir de aquella hora tuvieron el carácter de una apoteosis lo cierto es que ya en vida se alegró de ver su frente coronada para valernos una vez más de la vieja imagen con los laureles de la fama Schiller tuvo la dicha de nacer en un hogar de padres bien avenidos sensibles e inteligentes donde reinaban aquellas virtudes sencillas modestia benevolencia integridad que además de fortalecer la vida hogareña suelen siempre embellecer el carácter de los hijos El niño comienza pronto a los seis años a recorrer el camino de las letras y lo hace del mejor modo aplicándose al aprendizaje de las reinas de las lenguas Cervantes primero el latín y luego el griego Su primer maestro fue un párroco de pueblo el pastor Moser cuya personalidad ejemplar y vigorosa dejó huellas indelebles en el futuro poeta Así lo atestigua la figura del párroco que aparece en el último acto de Los bandidos y que no por azar lleva el nombre de Moser A los ocho años Schiller ingresa a la Escuela de latín Lateinschule la destinada a la educación elemental de los más aptos y donde como su mismo nombre lo declara la mayor parte del tiempo se consagraba al aprendizaje de la lengua del Lacio a la lectura y al comentario en sus fuentes de las obras de los grandes poetas historiadores y oradores clásicos Schiller llegó a poseer una gran seguridad en el conocimiento del latín que en aquel entonces seguía siendo la lingua franca del saber y de la cultura era capaz tal como lo hizo alguna vez ante su mujer de ir trasladando en voz alta al alemán una comedia de Terencio por ejemplo a medida que leía los versos latinos del texto original Al salir de la Escuela de latín con sus trece años cumplidos Schiller está en condiciones de decidir cuál será su carrera universitaria3 quiere ser teólogo pero se ve obligado a renunciar a la carrera eclesiástica por él anhelada porque le ofrecía la posibilidad de poder predicar Por orden expresa del duque de Württenberg su talentoso súbdito miembro de una familia que gozaba del favor paternal de aquél ha de ingresar velis nolis en la Academia Militar fundada recientemente por el propio 3 La suya era la situación normal de los jóvenes de su edad después de siete años de escolaridad al cabo de los cuales el niño aprendió sí aprendió de verdad a emplear con corrección su lengua materna a hablar y escribir con propiedad sin faltas ortográficas ni sintácticas y aprendió además una lengua como el latín con lo que eso significa para el desarrollo de la capacidad de reflexión y logró poseer nociones sólidas de cálculo de historia de geografía ya se podía pensar en un estudio superior Qué escuela secundaria ni qué niño muerto Pero ello era posible porque los jóvenes a diferencia de lo que ocurre en nuestra edad de hierro en que llegan no ya a la escuela secundaria sino a la misma universidad como analfabetos no eran estafados por la escuela ni por esa temible y necia pedagogía que se apoderó de ella para volverla inservible 6 duque Schiller no debía oponerse a esa decisión y la aceptó con ejemplar entereza Hubo de permanecer así por espacio de siete años esto es durante ese lapso crucial en la vida humana tanto más en la de un genio llamado adolescencia internado entre los muros de aquel instituto donde los pupilos llevaban una vida de cuartel sometida a una disciplina férrea y a una vigilancia rigurosa A partir de 1776 Schiller emprende dentro de la misma Academia el estudio de la medicina Por fortuna para él los futuros médicos debían estudiar también filosofía y en el profesor que les tocó en suerte el maestro Abel halló un estímulo poderoso para su desarrollo intelectual como futuro poeta y filósofo Aquellos años fueron también los del primer encuentro con Shakespeare objeto de lecturas y relecturas apasionadas En diciembre de 1780 habiendo cumplido los veintiún años y con el título de médico militar Schiller abandona por fin la vida del internado en la Academia esa plantación de esclavos como la llamó uno de sus compañeros donde con voluntad heroica aprendió a ejercitarse una y otra vez en el dominio de sí mismo Durante el último período vivido en ese instituto concibe y escribe Los bandidos Acerca de las circunstancias en que concibió este drama se expresó algunos años después al anunciar la aparición de su revista Talía renana y lo hizo de este modo Durante ocho años luchó mi entusiasmo con el reglamento militar pero la pasión por el arte poético es ígnea y fuerte como el primer amor Comunicaba su fuego a lo que debía apagarla Para huir de situaciones que eran para mí una tortura mi corazón divagaba en un mundo ideal pero ignorado por el real del que me separaban barrotes de hierro4 La existencia severa y solitaria detrás de esos barrotes fortaleció o produjo en él en un hombre que sentía de manera fuerte y profunda y a la par con la mayor finura y delicadeza un hábito de contención y reserva que quedó adherido para siempre a su carácter Carlyle II Años de peregrinaje desde la huida de Württemberg hasta el establecimiento en Jena 17821789 Por espacio de un lustro entre 1782 año que fue no sólo el del estreno clamoroso de Los bandidos sino también el de la huida del ducado de Württemberg y del príncipe absolutista que le prohibía dedicarse a la poesía y 1787 el poeta al comienzo de incognito por temor al duque vive sin domicilio fijo en distintas ciudades 4 SW V pág 855 7 de Alemania Mannheim Francfort Bauerbach Leipzig Dresden Weimar Jena Rudolstadt intentando abrirse paso en la vida haciendo nuevas amistades una de ellas singularmente honda y vitalicia con Cristian Körner y entregado con ardor a diversos planes literarios y a la creación dramática En este lapso relativamente breve aparecen Cábala y amor Luisa Millerin Fiesco y por último su Don Carlos obra con la que concluye la tetralogía en que se cifra la primera etapa de su producción dramática En enero de 1784 es nombrado miembro de la Sociedad Electoral Alemana de Mannheim y en junio de ese año pronuncia en su seno una conferencia cuyo texto más tarde revisado se titula El teatro considerado como institución moral5 En 1785 inicia Schiller su labor como publicista al editar una revista teatral la Talía Renana cuyo primer número dedicado al duque de Weimar aparece a mediados de marzo En el anuncio redactado a fines del año anterior para invitar al público a suscribirse Schiller condensa en estos términos cuál será el contenido de la futura publicación bimestral Todo pues cuanto es capaz de afinar el sentido moral repárese en el hecho de que precisamente este aspecto sea mencionado en primer lugar todo cuanto pertenece al ámbito de lo bello todo cuanto ennoblece el corazón y el gusto purifica las pasiones y contribuye a la formación general del pueblo tiene cabida en su plan6 Lamentablemente el interés del público resultó ser tan pobre que el proyecto quedó cancelado tras la aparición del primer número7 Como expresión del sentimiento de felicidad que experimenta por la amistad y hospitalidad que le brindan sus amigos Körner quien acababa de contraer matrimonio y Huber tanto en Dresde como en sus alrededores nace la Oda a la alegría que Beethoven en 1818 habría de incluir en su Novena Sinfonía para abrirle de manera definitiva las puertas de la fama El 10 de febrero de 1785 poco antes de viajar desde Mannheim a Leipzig el pequeño París como se la llamaba entonces para encontrarse por primera vez con Körner Schiller le escribe Fama admiración y todo el cortejo restante de los escritores no igualan por un instante en el plato de la balanza el peso de la amistad y del amor sin estos dos el corazón es un indigente Y luego de producido el encuentro y de haber quedado sellada la amistad el 3 de julio del mismo año vuelve a 5 Cf Raposo Fernández Berta 1998 6 SW V pág 857 7 A partir de 1786 el editor Göschen de Leipzig se hizo cargo de la revista que apareció entonces con el simple nombre de Talía y siguió publicándose hasta 1791 pero las contribuciones de Schiller en esos números se redujeron a algunos textos breves y algunos poemas 8 escribirle en estos términos Oh amigo mío Sólo a nuestro encadenamiento íntimo así tengo que expresarme otra vez sólo a nuestra amistad sagrada le ha sido reservada el hacernos grandes buenos y felices La perfección que logremos en el futuro no puede descansar sobre ninguna otra columna más que sobre nuestra amistad El año siguiente el de 1786 lo dedica sobre todo a la composición del Don Carlos y a sus estudios históricos Y en el verano de 1787 año en que aparece la segunda edición de la Crítica de la razón pura Schiller se instala en Weimar por espacio de casi un año y alterna allí con los espíritus más selectos de aquella ciudad con Wieland8 y Herder en particular las primeras partes de cuyas Ideas para la filosofía de la historia de la humanidad que inauguraron la filosofía alemana de la historia y causaron de inmediato una gran admiración ya habían salido a la luz Usted conoce a los hombres de que se enorgullece Alemania escribe por aquel entonces en una de sus cartas un Herder un Wieland con sus afines pues una misma muralla nos circunda a ellos y a mí Cuántas excelencias hay en Weimar En esta ciudad por lo menos en este territorio pienso establecerme y tener por último una patria Pensamiento que no habría de cumplírsele sino más de una década más tarde Después de una visita a Jena en cuya Universidad Reinhold el yerno de Wieland dictaba lecciones de filosofía kantiana Schiller tras haber alternado con aquél toma la decisión de estudiar la obra del filósofo de Königsberg Pero de momento no abandona sus trabajos históricos y en 1788 concluye La historia de la independencia de los países bajos un acontecimiento extraordinario de la gran prosa en lengua alemana Safranksi Sin falsa modestia el propio Schiller enumera a su amigo Huber en una carta del 26 de octubre los que tiene por méritos de su texto el estilo de la narración bello y noble la paciencia de asno en la prospección de las fuentes la claridad en la confrontación de las fuerzas históricas comprometidas en la acción y el sentido filosófico de la exposición En ese mismo año escribe para el Mercurio Alemán el diario literario dirigido por Wieland las Cartas sobre Don Carlos y se entrega con ahínco al estudio de la poesía antigua sobre todo la de los trágicos griegos También publica en el poderoso 8 poeta editor de revistas periodista traductor panfletista y educador de príncipes había traído amplitud de mundo a la literatura alemana había aprendido la elegancia y el espíritu según el modo francés y gozaba de buena formación en las ciencias de la Antigüedad Sus celebérrimas traducciones habían hecho que Shakespeare fuera conocido por primera vez a fondo en Alemania fue el auténtico fundador del Weimar clásico Safranski 2006 pág 261 En Weimar vive también el escritor e hispanista Federico Justino Bertuch 17471822 editor de la Revista de literatura española y portuguesa autor de una versión adaptación alemana del Don Quijote publicada entre 1775 y 1777 que Schiller había leído cuando era alumno de la Academia militar 9 Periódico general literario Allgemeine LiteraturZeitung una reseña del Egmont de Goethe quien después de leerla lamenta el poco interés de Schiller por el aspecto poético de la pieza aun cuando reconoce la clarividencia con que ha sabido analizar la parte moral de la acción Unos meses antes a finales de 1787 Schiller había conocido a la familia de Lengefeld con una de cuyas hijas Carlota mujer de singular belleza y de extraordinarias prendas espirituales se casará dos años más tarde Precisamente en casa de los de Lengefeld se encuentra por primera vez con Goethe gracias a cuyos buenos oficios aunque habrían de pasar todavía algunos años para que naciera la célebre amistad entre ambos Schiller obtiene una Cátedra de Historia en la Universidad de Jena distinción ante todo honorífica porque se trata de un puesto de profesor sin sueldo sic Prosigue entonces con renovado brío sus estudios históricos pero ahora su interés se concentra en la guerra de los Treinta Años aquella feroz e interminable contienda que mantuvo a protestantes y católicos enzarzados durante la primera mitad del siglo XVII III La década en Jena 17891799 En la primavera de 1789 el año de la toma de la Bastilla el mismo en que nace Byron y en que Mozart compone su Don Giovanni Schiller se instala por fin en Jena Y ante un anfiteatro desbordado por los estudiantes que se agolpan también en la calle junto a las ventanas abiertas de aquella cálida tarde de un 26 de mayo para no perderse palabra da comienzo a su tarea como profesor y lo hace con una lección que se volvió famosa Qué significa y con qué fin se estudia Historia Universal Cuando Fichte en 1794 y Schelling en 1799 pronuncien sus lecciones inaugurales en Jena ambos se apoyarán en el discurso de Schiller y como él también ellos defenderán frente a las almas mercenarias y los ganapanes el espíritu de investigación y el amor a la verdad A finales de este mismo año Schiller traba amistad con Guillermo de Humboldt quien había decidido establecerse en Jena con el solo propósito de poder alternar personalmente con el poeta9 En enero de 1790 el duque de Weimar Carlos Augusto le concede el título de Consejero áulico y al mes siguiente Schiller se casa con Carlota de Lengefeld y 9 Cf W v Humboldt Sobre Schiller y el curso de su desarrollo intelectual en Goethe Humboldt Burckhardt 2003 págs 2579 10 conoce por fin la anhelada dicha de la felicidad doméstica Bien que ésta se viese pronto ensombrecida por el quebrantamiento súbito de su salud Precisamente a comienzos de 1791 el 3 de enero para ser más exactos padeció un ataque agudo de esa enfermedad que entonces se llamada neumonía crupal acompañada de pleuresía seca de la que ya nunca habría de restablecerse por completo y a causa de la cual moriría catorce años más tarde después de largos sufrimientos La vida intelectual del poeta durante esta década se presenta dividida en dos períodos de pareja extensión Durante el primero que se extiende hasta 1795 Schiller comienza a publicar la Historia de la guerra de los Treinta Años obra por la que un historiador de fama en aquel entonces Juan Müller llegó a compararlo con Tucídides Y añadía en la reseña que le dedicó que el estilo era admirable y que tardaría en nacer otro historiador que se le igualase en rango literario Müller tenía razón Por lo que se refiere al brillo de la exposición Schiller continúa sin ser igualado Safranski En esos primeros años de la década del noventa en 1792 la Asamblea Nacional de Francia otorga a Schiller el derecho de ciudadanía francesa nuestro poeta se entrega al estudio de la filosofía de Kant cuyo pensamiento había provocado una verdadera conmoción en la vida académica alemana Reinhold yerno de Wieland y a la sazón profesor de filosofía en Jena atrajo la atención de Schiller sobre la obra del filósofo en primer lugar por razones obvias se interesó por los escritos kantianos referidos a la filosofía de la historia pero luego avanza sin demora hacia la última de las obras críticas de Kant la Crítica del Juicio que había aparecido en 1790 y hubo de ser reeditada en 1793 Precisamente a comienzos de este último año el 18 de febrero de 1793 Schiller comunica a su amigo Körner en términos generales lo más importante del fruto de aquellas lecturas Es indudable que ningún mortal ha expresado todavía una palabra mayor que el principio kantiano que es a la vez el contenido de su filosofía entera determínate desde ti mismo y en la filosofía teórica ese principio asume esta forma la naturaleza está bajo las leyes del entendimiento Las investigaciones de Kant acerca del arte y de lo bello expuestas en la Crítica del Juicio operan sobre el genio de Schiller como un muelle que pone en movimiento de manera sistemática sus propias reflexiones en materia estética no menos sólidas que originales Así lo atestigua la serie sorprendente de sus tratados teóricos que se inicia con Sobre la gracia y la dignidad De lo sublime Sobre lo patético escritos en la primavera y el verano de 1793 11 En agosto de 1793 Schiller emprende con su mujer un largo viaje a su país natal Suabia donde habrá de permanecer por espacio de diez meses hasta la primavera del año siguiente Allí en Ludwigsburg en la casa familiar experimenta la dicha del reencuentro con sus padres con hermanos amigos y maestros allí a los pocos días de haber llegado nace Carlos su hijo mayor Pero el solaz de los afectos compartidos en el seno del hogar paterno no interrumpe la vida de sus pensamientos Se sabe que cuando menos siete cartas sobre asuntos estéticos escribió Schiller en Ludwigsburg para su protector el duque Federico Cristian de Augustenburg quien sabedor de la estrechez económica padecida por el poeta a causa de su larga enfermedad le había concedido una pensión por tres años En una primera carta escrita el 9 de febrero de 1793 para agradecer ese gesto de generosidad y remitida desde Jena antes del viaje a Suabia Schiller manifestaba su deseo de ver el arte elevado al rango de una ciencia filosófica También la belleza según mi parecer ha de descansar como la verdad y el derecho sobre fundamentos eternos y las leyes originarias de la razón han de ser también las leyes del gusto De esta relación epistolar con el duque de Augustenburg donde se reflejaban las meditaciones que acerca del arte y la belleza Schiller había expuesto ya a su amigo Körner en una serie de cartas cartas que debían llevar el título común de Calias y que la enfermedad obligó a interrumpir nacerán luego las llamadas Cartas estéticas Sobre la educación estética del hombre en una serie de cartas una obra con la que la época clásica llega a su auténtica conciencia de sí misma Safranski y de la que Goethe dirá que nunca ha encontrado expuesto en ningún lugar lo que en parte vivo y en parte quiero vivir de una forma tan coherente y refinada 26 de octubre de 1794 Schiller aprovecha su estadía en Suabia para visitar Stuttgart y también Tubinga donde visita a su antiguo maestro Abel e inicia relaciones editoriales con Juan Federico Cotta uno de los libreros más importantes de aquella época Desde mediados de mayo de 1794 se encuentra otra vez en Jena ha conocido ya a Fichte a quien juzga después de Kant la mayor cabeza especulativa de este siglo a Hoven 21 de noviembre de 1794 y en el verano de aquel año se produce un nuevo y decisivo encuentro con Goethe quien consagró unas preciosas páginas autobiográficas al recuerdo de aquel suceso10 y al modo en que comenzó una amistad que tuvo para ambos consecuencias incalculables Hacia fines de aquel año Hölderlin está en Jena y 10 Cf Cómo comenzó mi relación con Schiller en Goethe Humboldt Burckhardt 2003 págs 1724 12 visita a menudo a su admiradísimo Schiller quien abriga un sincero interés por el Hiperión Algunos meses más tarde Hölderlin abandona Jena sin que se sepa claramente el motivo y regresa a Suabia desde donde escribe a Schiller palabras de este tenor Lo único que desearía es ir a verle cada mes y así enriquecerme por años Por cierto que intento ahorrar y acrecentar tan bien como puedo lo que recibí de Vd Vivo muy solitario y creo que es bueno para mí11 O bien Muchas veces me siento como un desterrado cuando recuerdo aquellos instantes en que Vd me abría su corazón sin enojarse al contemplar el espejo empañado o tosco donde a menudo Vd no podía reconocer ya la imagen de su propia aserción12 Y también esto otro Mientras estaba ante Vd el corazón se me encogía demasiado y cuando me iba se me ensanchaba hasta no poder contenerlo Ante Vd soy como una planta que acaban de poner en tierra hay que taparla cuando llega el mediodía Se reirá de mí pero digo la verdad13 En 1795 aparecen las Cartas estéticas y el tratado titulado Sobre poesía ingenua y sentimental en la revista Las Horas que Schiller acababa de fundar y que a pesar de su vida relativamente efímera 17951797 ejerció una influencia extraordinaria en la vida intelectual de aquellos años por la personalidad descollante de sus colaboradores comenzando por el propio Goethe además de Fichte Jacobi los hermanos von Humboldt Herder los hermanos Schlegel He aquí el comienzo del anuncio redactado en diciembre de 1794 con que Schiller la dio a conocer En una época en que el rumor cercano de la guerra provoca temores en la patria en que la lucha de las opiniones políticas y de los intereses renueva esta guerra prácticamente en cada círculo del que con excesiva frecuencia las Musas y las Gracias se ven espantadas en que ni en los diálogos ni en los escritos del día hay salvación alguna ante este demonio de la crítica al Estado que nada deja en pie podría resultar no menos osado que meritorio invitar al lector inmerso en tales asuntos a participar de un género de recreo completamente diverso Las circunstancias históricas parecen en efecto poco propicias para una revista que se impondrá el más estricto silencio acerca de lo que en el día se considera el tema favorito y que procurará hacerse famosa por agradar mediante algo diferente de aquello mediante lo cual hoy todo agrada Pero cuanto más tensa los espíritus el interés acotado por el presente cuanto más los estrecha y esclaviza tanto más urgente se torna la necesidad así de devolverles la 11 Hölderlin Fr 1990 pág 257 A Schiller 2371795 12 Op cit pág 264 A Schiller 491795 13 Op cit pág 344 A Schiller 15 y 2081797 13 libertad mediante un interés general y superior por lo que es puramente humano y sublime a todo influjo de los tiempos como de reunificar el mundo políticamente dividido bajo la bandera de la verdad y la belleza En la medida en que ningún fin más noble se vea menoscabado por ello nos pondremos por meta la diversidad y la novedad pero no cederemos al gusto frívolo que busca lo nuevo sólo por la mera novedad Por lo demás se permitirá todo género de libertad que condiga con normas de conducta buenas y bellas Decencia y orden justicia y paz serán pues el espíritu y la regla de esta revista 14 A partir de 1796 comienza el segundo período de la década de Schiller en Jena y en términos generales el de su retorno a la creación poética después de los años consagrados a la reflexión filosófica Durante aquel año Schiller y Goethe escriben al alimón por centenares sus celebradas y temidas Xenias15 dísticos o epigramas al modo de los antiguos griegos y romanos se sirven de ellos para decir qué los admira qué los divierte qué los enoja o indigna incluso al pasear la mirada por el vasto horizonte de su tiempo y por el mundo de la cultura y de los intereses del espíritu En aquel mismo año de 1796 habían pasado ya dos lustros desde el Don Carlos comienza a trabajar por fin en un nuevo drama Se trata en rigor de una trilogía dramática con la que afianzará su fama como un Shakespeare alemán Wallenstein La obra nace tras largos estudios previos y una ponderación muy cuidadosa de la estructura y el plan general al que debía subordinarse una materia histórica de vastas proporciones Y cuando llega el momento del estreno primero en Weimar y luego en Berlín el éxito es arrollador Wallenstein es lo mismo para el público que para la crítica de manera unánime el acontecimiento teatral más grande de Alemania Publicada a fines del siglo XVIII puede considerarse sin duda como la obra dramática más grande de que puede enorgullecerse ese siglo Carlyle El año de 1797 es llamado el año de las baladas porque Schiller compone entonces tratando de emular a Goethe las más hermosas y célebres de la literatura alemana las que más tarde figurarán en todos los libros escolares y que tanto jóvenes como viejos sabrán luego de memoria El buzo El guante Las grullas de Íbico El anillo de Polícrates La fianza Todo el año siguiente se ve reclamado en lo sustancial por el trabajo en el Wallenstein que sólo habrá de concluir en la primavera del 99 Y de inmediato 14 SW V pág 870 15 Palabra transliterada del griego que significa obsequio de hospitalidad 14 comienza Schiller a trabajar en un nuevo drama María Estuardo Pero ese mismo año tras el nacimiento de su hija Carolina Enriqueta Luisa y después de muchos días de angustia a causa de una rara enfermedad nerviosa que padece su mujer Schiller comprende la necesidad de poner fin a una etapa de su vida Hay que mudarse a la cercana Weimar El 3 de diciembre parte hacia allá con su hijo mayor y dispone lo necesario para la llegada del resto de la familia Al día siguiente escribe a su mujer desde Weimar la ciudad donde él mismo habría de morir al cabo de cuatro años Que se queden en el valle de Jena todos los recuerdos de las ocho últimas semanas queremos iniciar aquí una vida nueva y feliz IV Los años finales en Weimar 17991805 Instalado ya en la ciudad de Goethe y nimbado por el halo de admiración y de la fama Schiller de manera febril y como si presintiera que su cuerpo enfermo no podría secundar el vigor de su espíritu por mucho tiempo más consagra sus últimos años a la creación de una serie tan espléndida como vertiginosa de obras dramáticas imperecederas María Estuardo 1800 La doncella de Orleans 1801 La novia de Mesina 1803 Guillermo Tell 1804 Además de su labor creadora el contacto diario con Goethe ahora no sólo su amigo sino su vecino inmediato y el trabajo que ambos realizaban en común para el teatro de Weimar pruebas de lectura y discusiones con los actores supervisión de las puestas en escena adaptación de obras de otros autores enriqueció del modo más hermoso los años postreros del poeta En 1802 por mediación del duque de Weimar el emperador Francisco eleva a Schiller al rango de noble del imperio con carácter hereditario Cuando el rey de Suecia Gustavo IV visita la corte de Weimar en 1803 se hace presentar al poeta durante una fiesta le tributa su reconocimiento y aplauso por la Historia de la guerra de los Treinta Años y confirma la verdad de sus palabras afables obsequiándole un anillo de brillantes Schiller refiere el hecho a su cuñado diplomático a la sazón en San Petersburgo con los siguientes términos Pocas veces los poetas tenemos la gran dicha de que los reyes nos lean y más raro es que sus diamantes vengan a extraviarse en nuestras manos Vosotros hombres de Estado y de negocios tenéis gran afinidad con estas suntuosidades nuestro reino en cambio no es de este mundo 4 9 1803 15 Se acerca el invierno y con él primero la visita a Weimar de Madame de Staël que acaparó la atención de la ciudad por varias semanas también la de Schiller que lamentó verse distraído así de su trabajo en el Tell Y luego a mediados de diciembre muere Herder A comienzos de enero Körner recibe una carta de Schiller donde éste le dice En este lapso han muerto Herder y diversos conocidos y amigos de tal modo que nos sentimos embargados por pensamientos muy tristes y apenas si podemos sustraernos a la idea de la muerte De todos modos el invierno es un huésped muy sombrío y le encoge a uno el corazón En ese mismo invierno el 18 de febrero Schiller concluye la composición de su Guillermo Tell que se estrena en Weimar con un éxito sin igual un mes más tarde Pero entonces con la llegada de la primavera en abril de 1804 Schiller en virtud de una resolución súbita decide realizar un antiguo propósito y emprende con su mujer y sus hijos el siempre postergado viaje a Berlín ciudad donde permanece por espacio de un mes Sentía la necesidad de moverme en una gran ciudad extraña le escribe a su cuñado a la vuelta del viaje ante todo estoy destinado a escribir para un mundo amplio para un mundo donde han de repercutir mis trabajos dramáticos y aquí me veo en unos círculos tan pequeños que es un milagro cómo puedo llevar a cabo algo válido para un mundo mayor 16 6 1804 En Berlín las recepciones los homenajes y agasajos en su honor en un diario se lo llama el poeta de Alemania el psicólogo de Alemania el trágico de Alemania el historiador de Alemania se multiplican sin cesar y sin cesar se suceden en el teatro las representaciones de sus dramas Los bandidos La novia de Mesina La doncella de Orleans La muerte de Wallenstein seguidas de grandes ovaciones En Berlín visita a Fichte instalado en esa ciudad desde que abandonara Jena por la acusación de ateísmo y apaciguó de ese modo la antigua desavenencia que los había mantenido separados por algún tiempo16 Tan grande era el prestigio intelectual y moral del poeta que el gabinete civil de Prusia llegó a ofrecerle 3000 táleros de retribución anual en lugar de los 400 que recibía en Weimar si Schiller aceptaba trasladarse a Berlín y fijar su residencia en esa ciudad La oferta era tentadora pero algunas vacilaciones por parte de Schiller hicieron que el proyecto acabara por fracasar Ya de regreso en Weimar y después de considerar diferentes planes para una nueva obra la figura del falso zar Demetrio absorbe por entero su interés y comienza a 16 Cf infra nota 151 in fine 16 trabajar de nuevo sin respiro El 24 de julio sufre un nuevo y grave ataque de su enfermedad del que se recupera sólo muy lentamente y al día siguiente nace su hija menor Emilia Enriqueta Luisa En noviembre compone en pocos días su última obra completa una pieza poética de circunstancia El homenaje de las artes para la recepción del príncipe heredero de Weimar y de su mujer con la que acababa de desposarse Maria Paulowna princesa heredera de Rusia Schiller supo servirse del asunto particular el encomio principesco para celebrar una vez más las artes y encarecer la libertad que procuran al alma Por eso le hace decir a la Poesía aquellas palabras que más tarde la propia Maria Paulowna hizo colocar en grandes letras doradas en una de las salas del palacio de Weimar el salón de los poetas debajo del busto de mármol con la efigie de Schiller No me ata lazo ni barrera alguna libre atravieso todos los espacios Mi vasto reino es el pensamiento y mi alado instrumento la palabra Una vez que el homenaje tributado el 12 de noviembre quedó atrás Schiller traduce y adapta para la escena la Fedra de Racine que se estrena en el teatro de la corte de Weimar el 30 de enero de 1805 y retoma su trabajo en el Demetrio El invierno de 18041805 fue singularmente crudo A comienzos de febrero vuelve a tener accesos de fiebre con desmayos que el poeta procura ocultar a su mujer Sus padecimientos se ven agravados por el estado de salud de Goethe quien se hallaba postrado en la cama con algunos síntomas alarmantes Hacia finales de febrero cuando Goethe estaba ya fuera de peligro Schiller si bien parecía a reanimarse por momentos se sentía sin embargo quebrantado hasta los tuétanos Por aquellos días posa ante el pintor Johann Friedrich Tischbein para un retrato que no llegará a ver terminado El primero de mayo Goethe ve a su amigo por última vez Había ido a visitar a Schiller para enterarse de su salud y de la marcha de sus trabajos Schiller estaba por partir en ese momento hacia el teatro con su cuñada Carolina pero Goethe no se sentía de humor para acompañarlos y ambos amigos se separaron delante de la puerta de la casa de Schiller sin sospechar que ya no habrían de verse más La propia Carolina cuenta que hasta el 6 de mayo la cabeza del poeta estuvo completamente lúcida al atardecer de aquel día comenzó a hablar con dificultad pero sin perder el conocimiento Miraba el presente con claridad Todo lo extraño debía ser apartado de su vista Por azar había llegado hasta su habitación una hoja de El cantaclaro el diario de Kotzebue Llevaos eso inmediatamente de aquí dijo para 17 que pueda decir con verdad que jamás lo he visto Dadme leyendas e historias de caballeros andantes allí está la materia para todo lo bello y grande En la tarde del 9 de mayo aquella alma de fuego que fue Schiller así lo había llamado uno de los camaradas de su juventud se desprendió del cuerpo en que vivía Dos días más tarde el poeta fue sepultado de manera provisoria en el antiguo cementerio de la iglesia de Santiago Goethe no asistió al sepelio pues se hallaba nuevamente enfermo y se decidió ocultarle por algunos días la terrible noticia para no agravar su mal Desde 1827 los restos del poeta descansan en el cementerio histórico de la ciudad en la cripta de los príncipes de Weimar LA OBRA Schiller tiene dieciséis años cuando por primera vez uno de sus poemas El atardecer aparece en letras de molde Baltasar Haug uno de sus maestros en la Academia Militar dice de este joven autor que con el tiempo su boca hará resonar cosas de mucha monta os magna sonaturum A partir de aquel entonces durante las tres décadas que median entre la aparición de El atardecer y la muerte del poeta sus escritos habrán de sucederse unos a otros de manera ininterrumpida Schiller fue durante toda su vida un trabajador tenaz e infatigable y abarcarán miles de páginas Considerada a la luz de la división tradicional por géneros literarios la obra de que se trata es la de un polígrafo en el sentido cabal del término y la experiencia del lector al acercarse a ella bien podría compararse con la de quien contempla las distintas facetas de un diamante tallado por la mano de un gran orfebre Porque Schiller descolló por igual como poeta y como prosista en los más diversos ámbitos de la palabra Su labor en efecto suele ser agrupada bajo los rótulos siguientes a Poesía lírica A este género pertenecen algunas de las composiciones más famosas de toda la poesía alemana tales como La canción de la campana o la Oda a la alegría Además de canciones de parábolas y enigmas de aquellos romances y baladas que tanto favor hallaron en el público de su tiempo y de las generaciones venideras figuran aquí las elegías tan graves y sentenciosas como bellas entre las que figura la que más tarde habría de inspirar a Brahms su honda y conmovedora Nenia op 82 y además de una rica serie de composiciones epigramáticas que revelan por igual junto con la altura y la nobleza de sus miras el ingenio y la chispa del poeta la singular poesía filosófica de Schiller o la lírica de pensamiento Gedankenlyrik 18 como él quiso llamarla dentro de la cual su poema Los artistas representa con su casi medio millar de versos tanto por su forma como por su contenido una cumbre lírica sin parangón alguno en otras literaturas b Poesía dramática Además de varios fragmentos de obras que quedaron inconclusas entre ellas Demetrio Warbeck Los Malteses y de algunas traducciones y adaptaciones para la escena17 fragmentos traducciones y adaptaciones que llenan un volumen de más de 900 páginas en 8vo bajo este título de poesía dramática se halla el conjunto de los nueve grandes dramas sobre los que descansa la gloria de Schiller como uno de los mayores dramaturgos de la poesía universal y como el primero de su época Y ello a causa del acierto soberano de su dicción poética de su destreza consumada para concebir los conflictos escénicos y desarrollarlos con una fuerza trágica sostenida hasta resolverlos en un desenlace que admira por su verdad y consecuencia Se los suele distribuir en dos grupos los de la juventud anteriores al período de sus estudios y tratados filosóficos dramas escritos como había hecho Lessing de manera moderna o en prosa Los bandidos La conjuración de Fiesco Cábala y amor y Don Carlos y los de la madurez Wallenstein María Estuardo La doncella de Orleans la Novia de Mesina y Guillermo Tell en los que Schiller emplea con una maestría que jamás ha dejado de asombrar a oyentes y lectores el llamado verso yámbico dúctil y flexible gracias al cual el drama se enriquece desde el punto de vista formal con la seducción arrobadora del ritmo A lo largo de todas estas grandes obras es posible advertir en cuanto al contenido un asunto invariable y constante conviene a saber la relación de la persona con el poder del Estado o con la autoridad política relación que pone siempre en tela de juicio de manera expresa es la realización de la libertad En un sentido más general también cabría ver en la humanidad del hombre el objeto propiamente dicho de esta poesía Así lo dice el prólogo al Wallenstein Pues sólo un magno objeto puede conmover el fondo más profundo de lo humano en un círculo estrecho se apocan los sentidos y el hombre crece con sus vastos designios Y ahora en el grave final de nuestro siglo donde la misma realidad se torna poesía donde vemos luchar ante nosotros naturalezas poderosas por un propósito elevado y donde se combate por los magnos asuntos de la humanidad por el 17 Fuera de algunos pasajes de la Eneida de Virgilio la labor de Schiller como traductor se centró en la poesía dramática en 1788 tradujo la Ifigenia en Áulide y algunas escenas de Las fenicias de Eurípides en versos yámbicos a partir de la versión literal latina de Josua Barnes y ya en los últimos meses de su vida la Fedra de Racine Schiller adaptó además tres obras para la escena Egmont de Goethe Macbeth de Shakespeare y Turandot de Gozzi 19 poder y por la libertad ahora es cuando puede intentar el arte en su escenario de ilusión el vuelo más excelso En cuanto a los méritos del teatro de Schiller la posteridad ha sido unánime a la hora de juzgar sus elementos constitutivos ellos son en cada caso α las condiciones históricas de nuestra existencia β el peso y el alcance de las decisiones personales su necesidad y valor suprahistórico γ la libertad como algo siempre realizable al menos en los momentos decisivos a pesar de las trabas impuestas por las circunstancias y δ la manifestación de la ley moral ley no siempre reductible a reglas concretas como sentido último de la acción dramática c Escritos históricos En lo fundamental los trabajos de Schiller en el campo de la Historia surgen durante un lapso relativamente breve de su vida el comprendido entre 1786 y 1792 Schiller no cultiva esta disciplina en el sentido objetivo y pragmático que la caracterizará a lo largo del siglo XIX sino para decirlo con la expresión de que se sirve él mismo en el prefacio a su drama inacabado Los Malteses como un filósofo de la Humanidad Su mérito en materia histórica reside sobre todo en una formidable capacidad inusitada hasta entonces en la historiografía alemana para plasmar en la exposición lo mismo la figura de personalidades complejas que grandes movimientos de grupos humanos y para hacerlo además con un dominio soberano del lenguaje de sus posibilidades expresivas lo que le ganó muy pronto la admiración de todos sus lectores Es en los escritos históricos sobre todo en la Historia de la independencia de los Países Bajos y en la Historia de la guerra de los Treinta Años donde Schiller se encuentra consigo mismo como poeta épico así lo muestran los grandes cuadros de la conquista de Magdeburgo de la muerte de Gustavo Adolfo o del sitio de Amberes El propio Schiller lo sabía al punto de llegar a decir que con sólo proponérselo podría llegar a ser el historiador más grande de Alemania a Körner 26111790 Si es verdad que sus trabajos históricos tras haber sido aplaudidos con tanto entusiasmo por sus contemporáneos fueron duramente criticados por la historiografía del siglo XIX también lo es que investigadores posteriores supieron revalorarlos objetivamente sobre todo a partir de la comparación con el estado de las investigaciones históricas de su tiempo Richard Fester entre ellos18 ha mostrado cómo Schiller examinó escrupulosamente las fuentes de que disponía con la ecuanimidad y la comprensión propias de un verdadero historiador y cómo frente al material histórico su juicio hace 18 Cf SäkulärAusgabe vols 1315 20 gala de un rigor y de una independencia mayores por lejos de lo que generalmente se suponía Todo lo cual en efecto ha sido posteriormente confirmado19 d Escritos filosóficos Rpresentan los frutos de un lustro que se inicia en febrero de 1791 con el estudio de la Crítica del juicio de Kant y que concluye con la aparición de las Cartas estéticas en 1795 Los escritos filosóficos no son muy extensos salvo estas últimas y están destinados a dilucidar la naturaleza de lo bello de sus aspectos fundamentales y de su relación con el arte con el arte poético en particular y del modo en que opera sobre el alma Sobre el fundamento del placer en los objetos trágicos Sobre la dignidad y la gracia un tratado que impresionó al mismísimo Kant como escrito con mano maestra De lo sublime Sobre lo patético Sobre los límites necesarios en el uso de las formas bellas Sobre la poesía ingenua y la sentimental Estos escritos representan en un doble sentido espiritual y literario un modelo no alcanzado hasta el presente porque en ellos no se revisten de manera puramente exterior ciertos pensamientos abstractos con una forma artística sino que ellos mismos ya desde un comienzo y según su concepción inicial son una forma nueva y autónoma20 En todos estos tratados alienta la misma imagen ideal de lo humano donde sus dos naturalezas la razón y la sensibilidad el espíritu y la materia se reconcilian entre sí de manera armoniosa sin que ninguna prevalezca sobre la otra Quien los lea con atención escribe Carlyle21 se dará cuenta de que se basan en principios de un tipo infinitamente más elevado y complejo que nuestros Ensayos sobre el gusto y nuestras Indagaciones sobre el libre albedrío Las leyes críticas que se proponen establecer derivan de la naturaleza más íntima del hombre el sistema moral que inculcan se remonta a una región más luminosa muy alejada del alcance de nuestras utilidades y sentidos reflejos No nos enseñan a juzgar de la poesía y del arte como lo hacemos acerca de la comida limitándonos a observar las impresiones que ésta nos produce y deducen los deberes y el fin primordial del hombre de unas razones que no son las de la ganancia y de la pérdida El hombre que se vuelve libre y armónico en cuanto es capaz de determinarse por sí mismo ya no puede sentir el mandamiento de la eticidad como una ley que se le impone de manera rigurosa e inexorable porque ella se le ha vuelto naturaleza y porque no hay flaco alguno capaz de estorbar su cumplimiento Este era el punto donde Schiller advirtió la necesidad de apartarse de Kant Contra el rigorismo 19 Cf G Mann en Jahrbuch d Dt SchillerGesellsch 4 1960 Th Schieder Schiller als Historiker en K F Born ed Historische Forschungen und Probleme 1961 20 Cassirer 2001 9 pág 317 21 1952 pág 110 21 kantiano del imperativo categórico según el cual la ley moral sublime a toda inclinación humana vale de manera incondicionada Schiller presenta a un hombre cuya virtud se expresa no sólo en la dignidad sino también en el encanto o en la gracia en la inclinación al deber signo y sello de la humanidad perfecta e Escritos de teoría y crítica literaria Estrechamente vinculados con los filosóficos a causa de su riqueza conceptual se halla la serie de estos escritos entre los que sobresalen a pesar de lo modesto en apariencia de su carácter la reseña de los poemas de Bürger Se la leía en todos los círculos escribe Schiller a Körner el 3 de marzo de 1791 y se consideraba de buen tono hallarla excelente después de la declaración pública de Goethe de que le hubiese gustado ser el autor de la misma y la de los de Matthison 1794 f Narraciones en prosa Aunque se sitúan cronológicamente en la primera fase de su producción literaria entre 1782 y 1789 es decir antes de la instalación del poeta en Jena los relatos schillerianos destinados a indagar la estructura inmutable del alma humana y las condiciones mudables que la determinan desde fuera constituyen dentro del conjunto de la literatura narrativa de su tiempo una verdadera cima del género22 g Correspondencia Como bien se sabe la correspondencia espistolar cobra en el siglo XVIII el significado de un arte autónomo y se la cultiva por doquier con el mayor cuidado como una obra hija que ha de ser hija de la inteligencia antes que del impulso y la pasión De allí que lo dicho en una carta incluso en las de carácter familiar sea por lo general algo cuidadosamente formulado donde la reflexión procura mantener siempre las riendas con firmeza Se prefiere un tono en cierto sentido impersonal y la anulación desvergonzada de la distancia en nombre de una mayor intimidad el abandonarse sin parar en barras al lenguaje del sentimiento es algo que la discreción y el buen tono aconseja evitar Precisamente por ello las cartas eran consideradas con la mayor seriedad como un testimonio que por estar escrito era más valioso que la palabra fugaz y volátil dicha acaso sin pensar Por lo que toca al epistolario schilleriano él atestigua ante todo el empeño del poeta en favor de la claridad de las ideas y de los conceptos Si de entre sus cartas son muy raras aquellas en que hallamos una confesión casi todas ellas están al servicio de la dilucidación de algún problema no resuelto Lo privado le interesaba siempre de manera marginal y 22 Existe una edición recomendable de todos estos textos Schiller Friedrich Narraciones completas Traducción y notas Isabel Hernández Alba Editorial Barcelona 2005 303 págs 22 cuando se trataba de algo muy personal ello quedaba siempre fuera del interés de Schiller Las aflicciones preocupaciones y anhelos de sus semejantes jamás lo atrajeron demasiado y esto viene a subrayar el carácter en el fondo monológico de muchas de sus cartas Pero por otra parte Schiller salvo un par de excepciones apenas si se ha expresado alguna vez acerca de sí mismo apenas si ha comunicado algo acerca de sus estados de ánimo a sus aflicciones interiores las pasa siempre por alto Y hay también otra cosa que cuando aparece lo hace sólo al margen lo cotidiano23 Schiller discute en su epistolario todos los grandes asuntos que agitaron su mente y su imaginación desde la concepción de sus propias obras pasando por la teoría del arte y la filosofía hasta el modo de juzgar la historia de la Antigüedad Sobre todo aquellas cartas en que dialogó con sus corresponsales más distinguidos Goethe Guillermo de Humboldt su amigo Körner las hermanas Lengefeld que después fueron su esposa y su cuñada atestiguan además de qué modo asombroso a lo largo de muchos años fue abriéndose paso el deseo schilleriano de enaltecimiento de perfeccionamiento de aquello que la época llamó también idealización cómo esa voluntad le permitió liberarse de la mezquindad de la mediocridad de la opresión por parte de las circunstancias cómo en ellas se espeja el proceso de ennoblecimiento de una individualidad que jamás se dio por satisfecha con lo ya alcanzado24 EL ROMANTICISMO Y LA REVOLUCIÓN EL CLASICISMO Con frecuencia se ha visto en las creaciones juveniles de Schiller una declaración de guerra sin cuartel contra el ancien régime un modo de liberarse a sí mismo gracias al sortilegio de la palabra poética de una vida opresiva tiesa y dominada por unos usos que el buen sentido tenía por absurdos cuando no por indignos Pero si uno quiere ver en esas creaciones nacidas entre 1782 y 1787 una suerte de preludio a la Revolución francesa no podrá por menos de asombrarse ante la reticencia con que Schiller observa los sucesos extranjeros a partir de 1789 25 No hay 23 Koopmann H 2000 pág 6 24 Op cit pág 12 25 Schiller era republicano tal como lo demuestra el espíritu de sus dramas Pero era republicano en el sentido de Montesquieu lo cual significa dominio de las leyes fundadas en los derechos del hombre en lugar de la arbitrariedad personal Este dominio de las leyes era posible también en una monarquía constitucional sin duda habría tomado partido a favor de ésta en contra de la arbitrariedad del poder de la plebe so capa de democracia La actuación de la Convención Nacional contra el rey que por lo demás no 23 ningún testimonio en efecto que abone una supuesta adhesión incondicional a la causa revolucionaria por parte de Schiller un hombre que el 24 de julio de aquel mismo año le decía en una carta a quien sería su esposa Soy un hombre que ha sido arrojado a una costa extraña y no entiende la lengua del país Y cuando todas las conciencias de la época se alborotan por la cuestión entonces candente la del sistema político lo que más profundamente atrae el interés de Schiller es siempre el comportamiento humano el modo en que los hombres determinan su libertad mediante el obrar concreto Por eso pocos días después de la decapitación de Luis XVI el 21 de enero de 1793 escribe Desde hace 14 días me resulta ya imposible leer cualquier diario francés tanto me repugnan estos miserables sayones Palabras que no son por cierto las de un idealista decepcionado ni las de un intelectual que vive recluido en su torre de marfil sino las de un poeta cuya lucidez no le permitía dorar la infamia y la miseria del obrar real con la pretendida verdad ideal de una doctrina Ya en las Cartas sobre Don Carlos de 1788 había reparado en el peligro de que el hombre se viese conducido en su obrar moral por partos artificiosos de la razón teórica o de que lo determinase el propósito de alcanzar a cualquier precio una cierta una perfección ideal porque en cada una de esas construcciones quiméricas interviene siempre lo parcial de una perspectiva la del individuo que la forja lo cual echa por tierra la pretendida validez universal de aquéllas De allí la necesidad oír la voz de la experiencia según la cual el hombre procede de un modo mucho más seguro confiándose a los dictados de su corazón o a su sentimiento individual de lo justo y de lo injusto antes que a la peligrosa guía de unas ideas universales que se ha forjado por sí mismo de manera artificial De allí lo razonable de la duda a la hora de decidir si ya en los dramas juveniles hay un determinado contenido político porque bien podría ser que su empaque revolucionario sólo responda a la actitud del rebelde frente a las formas simplemente caducas y anquilosadas del orden establecido En nombre de la idea de la justicia del amor de la libertad el hijo se rebela contra el padre el noble contra su posición social el ciudadano contra el príncipe Y en cada caso la oposición concluye con la catástrofe del rebelde quien no simplemente sucumbe ante la resistencia del entorno atacado por él sino que también experimenta en sí mismo de manera característica la ironía trágica despertaba particular simpatía en Schiller era a su juicio un mal ejemplo de tiranía de la mayoría Safranski op cit pág 356 24 del obrar y la imposibilidad de sustraerse al conflicto del ser y el parecer El rebelde se ve doblegado por un destino que no es político sino humano y manifiesta de ese modo lo dudoso de un obrar orientado hacia un ideal absoluto para reconocer al mismo tiempo la propia responsabilidad26 Si la relación de la poesía con la política se vuelve fructífera en Schiller ello sólo ocurre de manera indirecta en la medida en que la poesía antes que comunicar tales o cuales resultados concretos busca por un lado poner en movimiento la espontaneidad humana y por otro desplegar ante la mirada del espectador el juego de fuerzas propio de la vida política en virtud del cual las decisiones y resultados del obrar humano cobran relevancia histórica Precisamente por ello en las creaciones poéticas del segundo período en los llamados dramas clásicos el núcleo no se cifra ya en el rebelde ni tampoco en una víctima de la razón de estado sino en la acción ejemplar de una personalidad histórica descollante Schiller contempló siempre su propia época con una mirada extraordinariamente lúcida y pocos de sus contemporáneos acompañaron de un modo más vivo que él la marcha de los acontecimientos políticos Así lo abona sobre todo el siguiente párrafo de la segunda de sus Cartas estéticas Llenas de expectación las miradas del filósofo y las del hombre de mundo permanecen fijas sobre el escenario político donde ahora según se cree se discute el magno destino de la humanidad No denota una reprobable indiferencia frente al bien de la sociedad no intervenir en este diálogo general Así como este gran litigio por su enjundia y sus consecuencias afecta de manera tan inmediata a quien se llame hombre con no menos viveza ha de interesar en particular a causa del modo en que se lo negocia a quien piense por sí mismo Una cuestión respondida de ordinario sólo por el derecho ciego del más fuerte ha sido ahora llevada según parece ante el tribunal de la razón pura y aquel que sea capaz de instalarse en el centro del todo y hacer que su individuo se eleve a la condición del género está facultado para considerarse como un miembro de aquel tribunal de la razón del mismo modo en que como hombre y como ciudadano del mundo a la vez es una parte interesada y se ve implicado en el éxito de manera más próxima o más lejana Ello no obstante por las mismas fechas en que así se expresaba en sus Cartas estéticas y sin que esto suponga ninguna contradicción porque es sólo un indicio de las enormes tensiones a que se vio sometido en todo cuanto vivió padeció y pensó 26 Paul Böckmann Politik und Dichtung im Werk Friedrich Schillers en Zeller Bernhard ed 1955 pág 200 25 Schiller se dirige a Jacobi en los siguientes términos Queremos por lo que atañe al cuerpo ser ciudadanos de nuestro tiempo y seguir siéndolo porque no cabe que las cosas sean de otro modo pero por lo demás y en cuanto al espíritu es el privilegio y el deber del filósofo no menos que del poeta no pertenecer a ningún pueblo ni a ningún tiempo sino en el sentido cabal de la palabra ser el contemporáneo de todos los tiempos 2511795 No es posible ser más conciso ni más claro para rechazar el permanecer adherido unilateralmente al momento histórico determinado sólo por él sin poder elevar la mirada por sobre la estrechez del propio horizonte en lugar de buscar la norma del obrar dentro de un contexto político e histórico de alcance universal para llegar a ser lo que reclamaba el marqués de Posa un ciudadano de aquellos que vendrán27 No renunciar a la idea pero tampoco a lo real no traicionar la libertad del hombre pero tampoco ignorar de manera utópica sus condiciones y límites naturales tal es la posición fundamental que Schiller el poeta y el pensador adopta y mantiene a lo largo de toda su obra y la que le ha valido su lugar de honor entre los clásicos Su ponderado clasicismo lo clásicamente ejemplar en él consiste en efecto en la sabiduría con que sostiene las tensiones trágicas el eterno antagonismo entre el hombre y la sociedad haciendo valer en cada caso su protesta insobornable contra toda posición que por fija e irreductible pudiese amenazar o anular incluso la totalidad del hombre esto es su humanidad28 LA RELACIÓN CON LA ANTIGÜEDAD CLÁSICA Es verdad que la renovación del interés por la Antigüedad Clásica en Alemania a partir de la segunda mitad del siglo XVIII recibe un impulso formidable con las magníficas traducciones homéricas de Johann Heinrich Voss pero no fueron menos importantes los trabajos de Lessing de Winckelmann de Guillermo de Humboldt y en particular aquella comprensión de la Antigüedad que destacaba en ella la unidad fundamental del arte y de la cultura El mismo Goethe comparte este punto de vista y su entusiasmo por el mundo griego por la renovación del paradigma de la unidad espiritual 27 Cf Joachim Müller Bürgerfreiheit Nationalbewusstsein Menschenwürde en Zeller Bernhard ed opcit págs 214236 28 Cf Emrich Wilhelm Schiller und die Antinomien der menschlichen Gesellschaft en Zeller Bernhard ed 1955 pág 237ss 26 del mundo clásico responde menos a la lectura sostenida de los escritores antiguos que a la contemplación de los testimonios artísticos y a las experiencias vividas en Italia En el caso de Schiller también se advierte algo análogo En efecto la admiración por los modelos de la Antigüedad Clásica que había comenzado a encenderse en él ante los textos de Plutarco y de Virgilio se ve confirmada en él muy tempranamente ante los vaciados en yeso de las esculturas más famosas de la Antigüedad tal como puede contemplarlos en Mannheim en aquella admirable Sala de Antigüedades del palacio un sitio que ejerció un influjo inmenso en la renovación del entusiasmo por el mundo antiguo a finales del siglo XVIII y al que los espíritus más selectos de la época venían en peregrinación Goethe Lessing Heinse los Schlegel Winckelmann Klopstock También Schiller visita aquella Sala y al hacerlo no logra salir de su asombro El presente día ha sido el más dichoso de mi vida Mi corazón entero rebosa de ello Me siento más noble y mejor Con una capacidad no ya de observación sino de meditación ante la plástica antigua que recuerda por momentos la del propio Winckelmann ese amor de Schiller por el genio del mundo griego que más tarde habría de cuajar en su famoso y polémico poema de Los dioses de Grecia se expresa como ensayo estético en su Carta de un viajero danés 1783 carta cuyo final en cierto modo inesperado muestra de manera inequívoca cómo la consecuencia última que obtiene Schiller de la contemplación de cada una de las estatuas se subordina a un modo de comprender el mundo que no es simplemente estético como el de Heinse en su resonante Ardinghello porque se vincula esencialmente con la esfera moral Haber creado algo que no perece que perdura aun cuando todo se gaste a su alrededor oh amigo no puedo llamar la atención de la posteridad con ningún obelisco con la conquista de algún país o el descubrimiento de un mundo no puedo esperar que se me tome en cuenta por alguna obra maestra no puedo crear cabeza alguna digna de este Torso29 pero sí realizar tal vez y sin testigos una bella acción30 El ideal de la noble sencillez y serena grandeza convertido por Winckelmann en clave de bóveda para comprender la totalidad del arte antiguo anima de principio a cabo este escrito de Schiller y lo sitúa ya en la cercanía de Goethe Pero mientras que éste ve en el mundo griego imágenes originarias o prototípicas de la belleza en cuanto 29 El llamado Torso de Hércules conocido también como Torso de Belvedere o Torso de Michelangelo al que Winckelmann consagró una descripción que más tarde se volvió célebre 30 SW V pág 884 27 principio metafísico y como expresión de la perfección y la armonía Schiller descubre en la Antigüedad ante todo modelos dignos de ser seguidos con los que vincula de manera inmediata el doble deber de la imitación estética y de la educación moral31 Los antiguos escribe Schiller a Körner el 20 de agosto de 1788 me brindan ahora verdadero placer Al mismo tiempo me hacen falta en grado sumo para purificar mi propio gusto que por obra de la sutileza del artificio y los alardes de ingenio comenzó a apartarse demasiado de la verdadera sencillez Ya verás que una familiaridad estrecha con los antiguos me será harto beneficiosa que me permitirá alcanzar acaso cierto clasicismo Como no podía ser de otro modo el primero de entre los antiguos es para Schiller Homero Dos años pensaba dedicar sobre todo al estudio de la Ilíada y de la Odisea y luego al de los poetas trágicos La traducción homérica de Voss despertaba en todos los oídos la más viva impresión de una reproducción perfecta del original Y lo que Schiller admiraba en Homero no era por cierto como el joven Goethe la expresión originaria del espíritu de un pueblo no depravado todavía ni el peldaño primero y natural de la verdadera poesía sino la unidad simple del gozo ingenuo por la narración del contenido ético y de la expresión artística La vivencia de un suceso bello por su verdad intrínseca y de una forma libre de toda afectación causó en Schiller un efecto purificador y esclarecedor Todo aquel exceso propio del genio que prevalecía todavía en los Dioses de Grecia desapareció bajo el influjo de Homero El fruto de esta época los sentimientos bellos y dulcísimos el sobreponerse a las pasiones mezquinas la concentración serena en una meta elevada sin dejar de ser por ello asequible remiten a la rara conjunción del mundo homérico nuevamente descubierto con el círculo sereno y equilibrado en que Schiller actuaba por aquel entonces El encuentro con la poesía de Homero condujo así hacia el vínculo reconocido en su necesidad que religa el ideal y la vida32 De entre los trágicos griegos fue Eurípides el más trágico de los poetas según el juicio de Aristóteles De arte poetica 1453 a 30 quien más poderosamente atrajo el interés de Schiller Fue así como éste estimulado por la celebrada Ifigenia de Goethe se entregó con ardor a la traducción de la obra homónima de Eurípides y aun cuando lo hizo a partir de versiones latinas y francesas su trabajo atestigua de manera inequívoca la lucidez con que comprendía lo grandioso de la tragedia griega No había terminado su 31 Cf WentzlaffEggbert FriedrichWilhelm Schiller und die Antike en Zeller Bernhard ed 1955 pág 317ss 32 Ibídem 28 tarea cuando ya había traducido dos actos de las Fenicias y anunciaba su próxima meta el Agamenón de Esquilo una de las piezas más hermosas que han surgido jamás de la cabeza de un poeta como escribe en una de sus cartas a Charlotte von Lengefeld Si las investigaciones históricas y el estudio de la filosofía kantiana no le permitieron llevar a cabo este plan y si hubo que esperar a la época en que concibe La novia de Mesina para que los estudios de la poesía griega revelaran todo su alcance también es verdad que ellos ocuparon un lugar decisivo dentro del denominado intervalo poético de Schiller quien nunca dejó de señalar de manera expresa el efecto purificador que los modelos antiguos ejercieron sobre las creaciones dramáticas de su madurez LA AMISTAD CON GOETHE La amistad entre Goethe y Schiller un suceso casi mítico del espíritu alemán Safranski comenzó dos meses después del retorno de Schiller de Suabia en julio de 1794 El propio Goethe consagró unas páginas preciosas al recuerdo de las circunstancias en que ello se produjo33 Un mes más tarde Goethe celebra su cumpleaños y Schiller le envía una extensa carta donde esboza un retrato intelectual de su nuevo amigo y marca a la vez las diferencias entre ambos Goethe sigue el camino de lo particular a lo universal mientras que Schiller a la inversa intenta captar lo universal de manera especulativa para encontrarlo realizado luego en la intuición En este camino puede suceder que el pensamiento no se ajuste a la experiencia pero también puede ocurrir que quien parte de la intuición y la observación no alcance la necesaria claridad intelectual Si esas diferentes modalidades del espíritu se escuchan recíprocamente pueden conocer instantes dichosos de compenetración mutua Si el primero busca de manera leal y honesta la experiencia y el segundo la ley con una fuerza de pensamiento libre y espontánea será imposible que ambos dejen de encontrarse a mitad de camino El punto de unión es un lugar intermedio pero habrá que buscarlo en la cúspide y para encaminarse recíprocamente hacia ella Schiller ayudará a Goethe a rectificar los sentimientos mediante leyes y Goethe preservará a Schiller de los peligros de la abstracción y aguzará su sentido de lo concreto 33 Cómo comenzó mi relación con Schiller cf supra nota 9 29 Goethe respondió a la carta de Schiller pocos días más tarde el 28 de agosto en estos términos Jamás se me ha hecho mejor aguinaldo de cumpleaños Comienza una nueva época de mi vida Compartiré con usted cuanto hay en mí Pues mientras más me convenzo de que mis ambiciones superan las fuerzas de un hombre y la duración normal de una vida más anhelo depositar en usted mil proyectos no sólo para darles segura guarda sino para que usted les comunique nueva vida y nuevo vigor La corte acababa de trasladarse a Eisenach y como Goethe contaba con unos días de asueto en Weimar convida a Schiller a su casa Así comenzó una de las alianzas más hermosas en la historia del pensamiento humano Esa amistad de los dos genios se prolongó por espacio de una década y sólo llegó a su fin con la muerte de Schiller Veinte años más tarde recordando a ese amigo incomparable Goethe dirá conmovido Schiller era un hombre prodigiosamente grande Cada ocho días le encontraba convertido en un hombre distinto más acabado más perfecto y siempre que volvía a verlo me parecía haber ganado en erudición en lectura y en buen juicio Sus cartas constituyen el más bello recuerdo que de él conservo y pueden figurar entre las más admirables que nunca escribiera La última la conservo entre mis tesoros más preciados como una cosa sagrada34 Precisamente entre los innumerables testimonios de lo que esa amistad significó para ambos figura el epistolario que legaron a la posteridad una colección de más de un millar de cartas y billetes que se enviaron durante aquella década muchos de ellos escritos con un intervalo no ya de pocos días sino de pocas horas35 Hay que pensar lo que esto significa lo que revela acerca de la intensidad de aquel diálogo ininterrumpido y dichosamente fructífero que cultivaron tan celosamente más aún cuando se tiene en cuenta que la casa de Schiller cuando él vivía ya de asiento en Weimar apenas si distaba cinco minutos a pie de la de Goethe Los amigos podían pues visitarse diariamente y se veían además con frecuencia en el teatro no sólo para asistir a las representaciones sino para supervisar el trabajo de los actores y discutir con ellos acerca de las obras y de las puestas en escena se encontraban en las reuniones que 34 El testimonio nos lo ha conservado Eckermann 1956 18 de enero de 1825 in fine en ese precioso libro suyo que todo un Nietzsche tenía por la mejor obra en prosa de nuestra literatura aquélla donde ha sido alcanzado el punto supremo de la humanidad alemana KStA vol 8 pág 603 35 Cf Goethe y Schiller 1946 El 18 de octubre de 1829 sintiendo Goethe que se avecinaba la hora de su muerte legó al rey Luis I de Baviera mediante una página conmovedora las cartas que había conservado como reliquias de una amistad providencial Ellas muestran de la manera más fiel y directa escribe Goethe al rey en rasgos suavemente conmovedores cómo no dejó nunca de esforzarse y de obrar y cómo a despecho de sus sufrimientos corporales permaneció por el corazón y el pensamiento siempre idéntico a sí mismo constantemente extraño y superior a cuanto es vulgar y mediocre 30 organizaban los amigos comunes o en las veladas que se ofrecían en el palacio Y cuando cada uno estaba en su hogar entregado a sus propias tareas entonces iban y veían los criados de una casa a la otra con cartas y mensajes referidos a los asuntos más diversos y con frecuencia acompañados por libros que se prestaban o devolvían No faltan críticos de aquellos que como el zorzal de la Fábula de Rubén Darío cuando ven pavos reales sólo le miran las patas y que han creído descubrir cómo esas cartas esconden tras las formas pulidas del trato cortés una tensión insuperable una antipatía profunda que no es posible ignorar y que se fue incrementando con los años Sea de ello lo que fuere lo cierto es que Schiller cuando se le presentó una oportunidad brillante para mudarse a Berlín y abandonar Weimar no lo hizo y que Goethe a pesar de todas las insinuaciones malignas de los hermanos Schlegel jamás vaciló en la firmeza de su amistad Pues lo que a ambos los unía fue un sentimiento tan profundo tan inconmovible tan afirmado en una libertad completa y en una claridad de espíritu tan soberana que incluso al nombre de amor tendríamos que darle un sentido superior y casi inefable para poder hacerle la debida justicia Reconocer y honrar esto nos resulta difícil a nosotros hombres inclinados a la sospecha y al escepticismo Pero precisamente éste es el sentido de la historia poner ante nuestros ojos posibilidades de la existencia que hemos dejado escapar y edificarnos con el pasado y pensar otra vez como es debido allí donde el presente nos abandona de manera ignominiosa Quien así se expresa arrojando una luz más clara y reposada sobre estas cosas en la Introducción a su edición de La correspondencia entre Schiller y Goethe36 es una autoridad tan competente como la de aquel eminente crítico literario que fue Emil Staiger Y no es sino él mismo quien con una buena dosis de sentido común aconseja a los que encuentran algo apagado el lenguaje habitual entre Goethe y Schiller a los que no comprenden su mutua reserva y ese modo que tuvieron de preservar la delicadeza de los sentimientos que considere por un momento cómo ambos se expresaban uno acerca del otro ante terceras personas He aquí como Schiller por ejemplo responde a la condesa Schimmelmann en relación con ciertas dudas que ella le manifestara acerca del carácter de Goethe Después de apreciar del modo más bello los méritos de Goethe en los campos de la poesía y de la ciencia Schiller añade Pero no son estos elevados méritos de su espíritu 36 Staiger E ed 1966 pág 18 31 los que me unen a él Si él no tuviese para mí en cuanto hombre el máximo valor de entre cuantos he conocido jamás personalmente me habría contentado con admirar su genio desde lejos Bien puedo decir que durante los seis años que he vivido con él en la más estrecha familiaridad ni por un solo instante he podido advertir que me haya equivocado en cuanto a su carácter Su naturaleza posee un sentido muy elevado de la verdad y la lealtad y un celo supremo en lo que toca al bien y la justicia por eso los murmuradores los hipócritas y los sofistas se han sentido siempre a disgusto en su cercanía Lo aborrecen porque le temen y porque él desprecia cordialmente lo falso y lo superficial en la vida y en la ciencia y abomina de la apariencia hueca y así ha de malquistarse necesariamente con muchos en el actual mundo social y literario Sería de desear que yo también pudiese justificar a Goethe en lo que toca a su situación doméstica del mismo modo en que puedo hacerlo con la mayor seguridad en el aspecto social y literario Pero lamentablemente por algunos conceptos falsos acerca de la felicidad hogareña y por un desdichado temor al matrimonio ha caído en una relación que incluso en su propio círculo doméstico lo agobia y lo hace desdichado y de la que no puede deshacerse por ser demasiado débil y poseer un corazón demasiado blando Esto que a nadie ofende sino a él mismo es su único flaco y aun él se halla ligado con una parte muy noble de su carácter Le ruego sepa disculparme mi benigna condesa por este largo discurso atañe a un apreciado amigo a quien quiero entrañablemente y por el que siento la más alta estima y al que no sin pena veo que Vd y su esposo no aprecian en lo justo Si Uds lo conociesen tal como yo he tenido ocasión para conocerlo y examinarlo de cerca hallarían pocos hombres más dignos que él de respeto y de amor 23 de noviembre de 1800 Por lo que se refiere a Goethe hablan en su favor primero el lamento fúnebre de mayor riqueza humana y el más conmovedor que haya sido dedicado jamás a un poeta por otro poeta contemporáneo su Epílogo a la campana de Schiller una de cuyas estrofas reza como sigue Entonces encendía sus mejillas la llama de aquella juventud que jamás nos abandona de aquella valentía que antes o después del mundo obtuso vence la torpe resistencia de aquella fe que siempre más pura y más sublime ora irrumpe resuelta ora paciente aguarda a fin de que lo bueno actúe medre prospere a fin de que su día al hombre noble llegue Y después algunas de las palabras que nos ha conservado Eckermann 32 Por ejemplo acerca de aquellos diálogos que Christiane de Wurmb mantuvo con Schiller en el año 1801 junto a una mesa de té y de los que aquélla dejó unas Memorias Schiller se nos presenta en ellas dice Goethe en pleno dominio de su elevado y noble carácter y muestra ante una mesita de té tanta grandeza como en un Consejo de Estado Nada le limita nada le oprime nada consigue acortar el vuelo de sus pensamientos cuanto hay en él se nutre de ideas grandiosas y surge libremente sin miramientos ni vacilaciones He aquí un hombre de verdad tal como deberíamos ser todos Pero los demás somos por lo general limitados menguados Las personas y los objetos que nos rodean ejercen su influjo sobre nosotros Una cucharita de té por ejemplo nos contraría si es de oro porque debería ser de plata y de esta suerte paralizados por mil diversas consideraciones no alcanzamos a liberar lo que puede haber de grande en nuestra naturaleza Somos en realidad esclavos de los objetos y así aparecemos importantes o pequeños según estos nos arrastren consigo o nos dejen espacio libre donde desenvolvernos 11 de setiembre de 1828 in fine Tres veces resuena aquí la palabra que siempre se impone cuando se trata de Schiller grande Palabra que tampoco está ausente a la hora de comparar las obras del augusto poeta con los nuevos trágicos Eckermann afirma que en Schiller se expresa siempre un espíritu y un carácter grandiosos A lo que Goethe replica Precisamente eso era lo que yo pensaba Schiller podía presentarse como quisiera no podía hacer absolutamente nada que no resultase siempre por lejos más grande que lo mejor de los autores del día hasta cuando Schiller se cortaba las uñas resultaba más grande que todos estos señores 17 de enero de 1827 También ante Sulpicio Boisserée el erudito y coleccionista de obras arte con quien lo unió una hermosa amistad hasta el fin de sus días Goethe encarece al amigo difunto al compararlo con los Schlegel y Tiecks y lo hace en estos términos Schiller era completamente diferente uno estaría tentado de decir que fue el último caballero de entre los escritores alemanes sans tache et sans reproche O bien cuando en cierta ocasión Otilia su nuera comentó que a menudo Schiller la aburría como poeta la respuesta de Goethe tan breve como elocuente fue vosotros sois demasiado fútiles y terrenales para él37 Y por fin para no abundar en más testimonios tenemos aquella página conmovedora con la que Goethe sintiendo que se avecinaba la hora de su muerte legó su epistolario con Schiller todas aquellas cartas que había conservado por casi un cuarto 37 Op cit pág 21 33 de siglo como reliquias de una amistad providencial al rey Luis I de Baviera En la página de marras fechada en Weimar el 18 de octubre de 1829 Goethe encarece porque contienen una porción importante de una vida extraordinariamente intensa Ella muestran de la manera más fiel y directa añade en rasgos suavemente conmovedores cómo no dejó nunca de esforzarse ni de obrar y cómo a despecho de sus sufrimientos corporales permaneció por el corazón y el pensamiento siempre idéntico a sí mismo constantemente extraño y superior a cuanto es vulgar y mediocre LAS IDEAS LIBERTAD Y NATURALEZA POESÍA Y FILOSOFÍA En sus Lecciones de Estética Hegel al discurrir filosóficamente sobre la poesía la llamó nada menos que maestra del género humano Por poco que se piense lo que significa esta expresión se comprenderá que ella resultaría inconcebible si la poesía fuese según la representación vulgar tan difundida un simple parto de los sentimientos y de las emociones del alma Para que la excelsa función de aquel magisterio sea siquiera pensable la poesía ha de ser en medio de su música y de la belleza de sus imágenes portadora de pensamientos de ideas de verdades Es precisamente la naturaleza lógica y sustancial de su contenido lo que permite concebirla junto con las otras formas del arte formas que sin excepción permanecen subordinadas a ella según el concepto como una manifestación del espíritu absoluto del modo en que lo presenta el propio Hegel en el final de su Enciclopedia de las Ciencias Filosóficas Difícilmente podrá encontrarse al menos dentro del horizonte de la Época Moderna un poeta cuya obra sea tan rica en pensamientos como la de este poeta filósofo que fue Schiller Ya Guillermo de Humboldt lo vio en su hora y supo expresarlo con acierto todos sus productos poéticos de Vd escribe al mismo Schiller el 16 de octubre 1795 muestran una participación de la facultad racional mucho más vigorosa que la que uno advierte en cualquier otro poeta y que la que uno podría considerar sin experiencia como compatible con la poesía Pero no me refiero aquí en modo alguno a aquello por lo que su poesía de Vd se vuelve propiamente filosófica sino que también advierto este rasgo característico en el modo peculiar con que Vd trata lo puramente poético vale decir lo propio de la invención del artista Para nombrarlo pues del modo más general tendría que designarlo como una 34 suerte de exceso de actividad autónoma una actividad tal que crea hasta la materia misma que debería limitarse a recibir pero que se vincula luego con ella como con algo simplemente dado Esto le confiere a cuanto de Vd procede una impronta inconfundible de majestad de dignidad y de libertad conduce en rigor hacia un ámbito supraterreno y erige el género supremo de lo sublime que opera por medio de la idea Así lo muestra por de pronto la comparación de su obra con la de Goethe Si en la poesía y principalmente en la poesía lírica de este último es posible descubrir una ley que permite comprender la totalidad de sus trabajos una suerte de bajo continuo que en medio de la diversidad de sus escritos resuena por doquier y pone de manifiesto la unidad fundamental de su propio ser algo análogo ocurre con la obra de Schiller donde una única experiencia fundamental tanto teórica como práctica y un mismo y único postulado también él teórico y práctico a la vez se halla en el principio y en el final de la misma siendo por así decir su alfa y omega Y también esa experiencia se perfila con una luz más clara al contrastarla con el caso de Goethe pues mientras que éste destaca al contemplar la naturaleza sobre todo el momento de su consistencia y el de la firmeza de su articulación mientras que en la realidad del mundo exterior comprende y reconoce la legalidad y la necesidad que la gobierna Schiller se sitúa en un punto de partida completamente contrario pues para él la naturaleza es lo que contraría y se opone al pensamiento de la libertad Y si el mundo exterior es para Goethe lo que completa y confirma el mundo interior a Schiller se le presenta ante todo bajo la forma de la coacción de la violencia Resistir esa violencia y sostenerse ante ella en la pureza de la personalidad moral habrá de ser hasta el final la tarea de su vida A partir de esa experiencia surgieron los dramas de su juventud El epígrafe de Los bandidos aquel In tyrannos que una mano anónima introdujo en la portada de la segunda edición de la obra puede valer con tal de que no se lo reduzca a una dimensión meramente política como un sello que caracteriza de manera general toda aquella poesía juvenil Por doquier resuenan exclamaciones contra la ley Gesetz en lo que ella tiene de arbitrario de meramente puesto gesetzt y contra toda imposición que estreche y coarte de manera exterior la voluntad del individuo que menoscabe o anule la realización de la libertad como autodeterminación Es así como en Schiller reina por doquiera una indignación apasionada frente a todo lo meramente dado y establecido desde afuera Se trata siempre de una misma 35 lucha interior que se expresa en las formas más diversas 38 En rigor el motivo poético particular se halla en todos los casos al servicio de esa lucha que bien puede ser comprendida como un proceso general de liberación espiritual el de la justificación moral e intelectual del propio Schiller ante sí mismo No es posible pues encontrar en sus creaciones poéticas una suerte de reflejo fiel de la existencia objetiva y de la vida humana ya el propio Goethe advertía que lo esencial de ellas por el contrario se orienta hacia lo ideal y de un modo tan extraordinario que en tal sentido según él mismo decía no existe quien pueda comparársele ni en la literatura alemana ni en la de cualquier otro país39 Eckermann por su parte la finura de cuyo discernimiento difícilmente podría ser puesta en duda veía que Schiller movido por sus ideas filosóficas ha pretendido situar la idea por encima de toda naturaleza o mejor dicho ha llegado a destruir la naturaleza porque según él lo que puede pensarse debe suceder tanto si está de acuerdo con la naturaleza como si le es contrario40 Es por la misma orientación ideal de su espíritu que en el plano moral Schiller marcha en pos de Kant al reconocer con él la necesidad de sustituir el principio de la felicidad eudaimonismo por el de la perfección porque la felicidad obliga a tener en cuenta las necesidades de la naturaleza e implica una forma de heteronomía mientras que sólo la idea de perfección moral es compatible con la realización cabal de la libertad como autodeterminación La idea de la libertad circula por todas las obras de Schiller pero ésta fue cambiando a medida que él avanzaba en su cultura es decir a medida que se iba convirtiendo en otro En su juventud fue la idea de la libertad física un sentimiento fundamental de orden subjetivo la que lo movía a escribir y la que se reflejaba en sus obras y en sus últimos tiempos la de la libertad ideal como principio del ser y del conocimiento41 Pero el hombre siendo un ser sensible e inteligible a la vez que no es ni pura receptividad naturaleza ni pura autonomía libertad puede y debe apelar a la belleza su segunda Creadora para que en aquel temple de ánimo que Schiller llama estético la ley moral que en cuanto a su contenido vale de manera inmutable y sin concesiones se le vuelva algo querido por él mismo como la expresión y el fruto más granado de su personalidad Por obra de lo bello en esta sentencia se encierra uno de 38 Cassirer 2001 vol 7 pág 286 39 Eckermann 1956 18 de enero de 1827 40 Op cit 14 de noviembre de 1823 41 Op cit 18 de enero de 1827 36 los pensamientos capitales de Schiller el hombre adquiere el vigor necesario para elevarse por sobre la finitud de los estímulos y de los fines materiales hacia el punto de mira de lo incondicionado el de la autoconciencia pura Por ello y así lo señala Cassirer con su probada autoridad aun cuando se acostumbre a repetir que Schiller suavizó en términos estéticos lo severo de la ética kantiana en rigor ocurre según su naturaleza y su tendencia espiritual fundamental precisamente lo contrario Él no ha vuelto a introducir en la fundamentación de la ética en oposición a Kant un momento de la mera receptividad sino que ha concebido lo bello mismo como un imperativo y por ende como una expresión de la espontaneidad pura del espíritu Y así como en ningún caso la doctrina de la educación estética del género humano pretende hacer del arte un simple medio del progreso social y político así tampoco apunta por otra parte a negar o debilitar el contenido característico de lo ético en cuanto tal42 La relación entre el sujeto y el mundo exterior la vida de la conciencia determinada por la oposición entre el sujeto y el objeto o bien para decirlo en los términos de Fichte como la oposición entre el yo y el noyo es irreductible en la esfera del obrar porque la voluntad racional sólo puede realizarse en lo dado en lo inmediato en lo sensible en la medida en que se le presenta como un límite que debe superar y dejar atrás La obra de arte perfecta ofrece en cambio un término medio donde la contemplación la visión estética puede permanecer en lo dado como en una unidad pura donde aquellos opuestos quedan asumidos porque lo singular se vuelve un todo y lo sensible un símbolo al ser configurado según la ley de la creación artística No bien la intuición procura aferrarse a lo finito en desmedro de las exigencias de la razón como quería hacerlo aquel estrafalario Nicolai sobre el que Goethe y Schiller dispararon más de una flecha envenenada o apunta unilateralmente hacia lo infinito como querían los románticos la belleza en cuanto figura viviente se desvanece porque en un caso se niega el momento de la vida y en el otro el de la forma El arte verdadero escribe Schiller en el prefacio a La novia de Mesina no apunta a un juego pasajero toma en serio el hecho de no limitarse a situar al hombre dentro de un sueño efímero de libertad sino de volverlo real y efectivamente libre Y precisamente por ello porque el arte verdadero quiere algo real y objetivo no puede contentarse con la apariencia de la verdad sobre la verdad misma sobre el fundamento firme y hondo de la naturaleza 42 Cassirer 2001 7 pág 303s 37 levanta su edificio ideal El arte es por ende enteramente ideal y no por ello deja de ser al mismo tiempo real en el sentido más profundo Desde el punto de vista de la historia de la filosofía la posición de Schiller representa el punto de inflexión donde el método trascendental kantiano comienza a transformarse en aquél que sus sucesores reconocerán como dialéctico Cuánto han significado los escritos de Schiller en relación con esa transformación y qué decisivos han sido ellos para la formación íntegra de los sistemas poskantianos y su desarrollo esto es algo que la historia de la filosofía no ha sabido considerar hasta el presente en su justos términos43 Tal es también el juicio de uno de los mejores conocedores de la historia del idealismo poskantiano para quien la importancia de la posición de Schiller dentro de la misma nunca podría ser ponderada con exceso44 SCHILLER PORTAVOZ DE UN SABER ACERCA DEL DESTINO DEL HOMBRE Como bien se sabe no sólo los críticos literarios abren juicio sobre los poetas y sobre su obra También lo hacen también lo han hecho aquellos hombres que la tradición conoce como filósofos y que la Modernidad en sentido singular prefiere llamar pensadores Acerca de la índole del juicio filosófico ante la poesía y acerca también de la necesidad de diferenciarlo en sentido sistemático y no simplemente histórico nos hemos atrevido ya a emborronar algunas páginas que el lector curioso podrá encontrar en otro lugar45 Pero lo que en ellas exponíamos de manera general bien podemos referirlo ahora al caso particular de Schiller un autor a quien el título mondo y lirondo de poeta le hace justicia sólo a medias Y no se piense por esto que ante el tenor los textos reunidos en el presente volumen vamos a hacerle el flaco favor de pretender presentarlo también como un filósofo Es verdad que sus Cartas estéticas que sus tratados acerca de lo sublime que su escrito titulado De la gracia y la dignidad poseen cualidades sobresalientes como para admirar en Schiller su capacidad de abstracción y su talento para la reflexión filosófica Pero en los tiempos que corren estamos en condiciones de apelar a otro modo tan novedoso como ponderado de considerar estas cosas un modo de apreciar y valorar la obra íntegra de 43 Cassirer op cit pág 331 44 Georg Lasson en el Prefacio a su edición de la Fenomenología del Espíritu de Hegel Jubiläumsausgabe Leipzig 1907 45 Zubiria M 2007 38 Schiller sin necesidad de hacer de él aquello que nunca pretendió ser ni un poeta filosófico ni menos aún un filósofo poético Los estudios que desde hace ya tres décadas viene publicando Heriberto Boeder Adenau Alemania 192846 nos permiten comprender una verdad de aquellas que aun cuando nos empeñásemos en adelgazarla y menguarla tanto como fuese posible aún así seguiría imponiéndosenos como algo colosal Nos referimos al hecho de haber podido reconocer en Rousseau en Schiller y en Hölderlin los tres portavoces de un saber primordial acerca del destino del hombre una sabiduría SOFÍA en orden a la cual se determina la filoSOFÍA en sentido estricto de la Época Moderna esa obra diferenciada y unitaria a la vez que Kant Fichte y Hegel y sólo ellos fundan despliegan y consuman de manera progresiva y mancomunada47 En cuanto portavoz de una sabiduría que ilumina la esencia de lo humano la humanidad del hombre y que ha de ser oída por todos los hombres no sólo por los filósofos Schiller posee dentro de la esfera de la Época Moderna una dignidad comparable con la que tuvo Hesíodo en el mundo griego Y es esta la razón por la que afirmamos que Schiller no es comprendido en los términos debidos cuando se hace de él sólo un poeta Ya los mismos griegos no se limitaban a venerar a Homero a Hesíodo a Solón como poetas porque los consideraban ante todo sabios sophoí no podían dejar de advertir en efecto que en sus poemas alentaba algo más que la belleza de unos ritmos de una imágenes de unas palabras armoniosamente entrelazadas Ese algo más era un saber acerca del destino del hombre un saber de origen divino que procedía de las Musas según el cual el hombre sólo es tal en el sentido de toda sabiduría cuando logra diferenciarse respecto de sí mismo cuando supera su determinación simplemente dada o natural cuando depone la hybris o la desmesura y volviéndose dócil al mandato de Dike llega a comprender cuánto más vale la mitad que el todo Los trabajos y los días v 40 Algo análogo hallamos mutatis mutandis en la palabra de Schiller tanto si adopta la forma musical de la poesía sea en sus dramas sea en sus composiciones líricas como la forma sobria del discurso en prosa También la de Schiller hermanada en esto con la de Rousseau y la de Hölderlin es una palabra sapiencial que comunica a los hombres el secreto a voces de la realización de su propia humanidad No es este el lugar para repetir lo que acerca de esto mismo hemos expuesto ya en otro 46 1980 1997 2003 2004 Zubiria M 2006 3 47 Cf Boeder H 1990 1992 39 lugar48 Pero tal vez esta brevísima indicación sirva para prevenir al lector ingenuo que acaso pretende acercarse a las páginas que siguen animado por una curiosidad de orden simplemente estético acerca del peso de la obra que tiene entre sus manos Porque por lo demás la Estética no es entendida por Schiller como una disciplina filosófica autónoma que pueda ser cultivada por sí misma del modo en que lo hace el especialista Él piensa lo bello a partir de los términos en que lo hizo Kant en su Crítica del Juicio 1790 y con sus mismas categorías animado por el propósito de ampliar de enmendar de completar la doctrina pero reconociendo absolutamente la validez del sistema kantiano articulado en los tres momentos fundamentales del saber teoría verum praxis bonum poiesis pulchrum La Época de Kant y de Schiller supo del entendimiento puro de la razón pura del concepto puro Hubo que esperar a nuestro tiempo si entendemos por tal el que se nos abre más acá de la Posmodernidad para que el pensamiento llamado logotectónico49 nos mostrase en qué consiste la memoria pura la de la distinción entre sofía y filosofía aquella memoria cuya pureza consiste en saber contenerse epoché ante lo que ha sido pensado de manera decisiva50 Frente a ello la memoria pura nada reclama para sí porque su presente es el de aquella tranquilidad Gelassenheit que la Modernidad buscaba en vano y que la Posmodernidad fiel a su propia destinación debió ignorar SOBRE LA PRESENTE TRADUCCIÓN La traducción que aquí ofrecemos ha sido realizada a partir del texto de las Obras Completas de Schiller Sämtliche Werke en lo sucesivo SW en la edición en cinco volúmenes de Gerhard Fricke y Herbert G Göpfert publicada en 1959 por la editorial Carl Hanser de Munich y reimpresa luego muchas veces Las Cartas sobre la educación estética del hombre figuran en el volumen V Escritos teóricos págs 570 669 La edición de Fricke y Göpfert descansa sobre la realizada por el propio Schiller en 1801 Escritos menores en prosa y respeta con algunas salvedades las enmiendas propuestas por la Nationalausgabe vol 21 Por la precisión y sobriedad de la información que ofrecen ambos editores hemos traducido también sus Introducciones a cada uno de los escritos que reúne el presente volumen 48 Zubiria M 2006 1 49 Cf Boeder H 1998 50 Cf La memoria de la Sofía en Boeder H 2004 págs 107126 40 De las versiones españolas de las Cartas estéticas como también se las llama hemos tenido a la vista la de Manuel García Morente México EspasaCalpe 31952 acerca de la cual no podemos dejar de formular con la brevedad del caso un par de observaciones Dejemos de lado las erratas incontables de esta edición que desfiguran el texto de un modo escandaloso contrición por constricción templo por temple variedad por vaciedad proporciones por proposiciones et sic cum taedio ad infinitum Dejemos de lado algunos descuidos bastante comunes tales como el uso de la preposición a delante del complemento directo de cosa mantener en sus límites tanto al impulso sensible como al formal carta 16 comienzo e incluso algunos errores sobre los que bien podemos pasar en silencio quandoque bonus dormitat Homerus La virtud principal de la traducción de García Morente consiste en el uso de un lenguaje propio rico y flexible cuyos giros y locuciones castizas hacen que el lector tenga la impresión de hallarse ante un texto que hubiese sido escrito originalmente en español Antes que atenerse con fidelidad rigurosa a la letra del original y a sus figuras sintácticas García Morente capta los pensamientos y el sentido y los traslada no sólo con brío y desenvoltura sino también por lo general con innegable acierto Pero también es verdad que por el afán de dar con una dicción blanda y libre de ripios su texto suele perder la precisión que posee el original Por lo demás hay un aspecto particular en la labor de García Morente que no podemos aprobar su actitud ante las oraciones complejas de empaque ciceroniano muy frecuentes en la prosa de Schiller y en la de su tiempo con muchos elementos subordinados como García Morente prefiere la sencillez del estilo paratáctico tan admirado en su tiempo a la luz de la prosa de Azorín desarma el período y lo vierte en la forma de dos o tres oraciones independientes Pero la consecuencia de ello es que si el estilo es el hombre como decía Buffon el de las cartas vertidas por García Morente no es Schiller Es verdad que la marcha pausada de la prosa que avanza a grandes pasos obligándonos a hacer un alto después de cada punto fatiga pronto al lector impaciente y sólo satisface a un espíritu más reflexivo pero no por ello el autor ha de sentirse autorizado para modificar a su sabor la impronta discursiva del texto original no al menos en unos tiempos como éstos en los que nos ha tocado vivir donde ya hay por doquier abogados dispuestos a defender el llamado derecho de las minorías dentro de las cuales también hay que contar a los hombres capaces de seguir un argumento que descanse sobre más de un silogismo Es por eso que también en el caso de la prosa de Schiller alabada por su claridad y su elegancia como un dechado de la Literatura 41 Alemana nos hemos atenido al principio que hicimos valer en relación con sus versos51 aquello de que a la hora de traducirla preferimos conservar con la mayor fidelidad posible las peculiaridades no sólo de su tono noble grande elevado sino de su estilo que así como responde al espíritu prócer del poeta así también es hijo de una época en que los doctos solían castigar la pluma con un rigor digno de imitación Fuera de la de García Morente contamos en español con una excelente versión mucho más reciente Fr Sch Kallias Cartas sobre la educación estética del hombre ed bilingüe estudio introductorio de Jaime Feijóo trad y notas de Jaime Feijóo y Jorge Seca Barcelona Anthropos reimpr 2005 1ra ed 1990 Además del sustancioso estudio introductorio que supera el centenar de páginas esta edición ofrece una muy valiosa información bibliográfica comentada punto de partida indispensable para quien quiera adentrarse desde estas latitudes en algunos de los muchos asuntos que el texto de Schiller ofrece como materia de investigación Si nos ha sido muy útil consultar la encomiable versión francesa de Robert Leroux Lettres sur léducation esthétique de lhomme Paris Aubier 1943 que ofrece un ajustado sumario analítico de cada carta y la italiana no menos meritoria y profusamente anotada además de Antimo Negri Lettere sulleducazione estetica delluomo Roma Armando Armando 1971 lamentamos no haber podido servirnos de la que pasa por ser la mejor traducción inglesa y desde el punto de vista filológico la más exhaustiva existente hasta la fecha la de E M Wilkinson y L A Willoughby Friedrich Schiller On the Aesthetic Education of Man in a Series of Letters Oxford 1967 Las notas que acompañan nuestra traducción escritas siempre en cursivas para distinguirlas de las redactadas por el propio Schiller son deudoras en su mayor parte de la mentada edición de FrickeGöpfert en lo sucesivo FrG y también de la de Antimo Negri No pocas proceden de una serie de apuntes redactados por nosotros mismos con ocasión de un seminario que sobre las Cartas Estéticas dictamos durante el año académico de 2002 en nuestra Cátedra de Metafísica de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo Me complace por último poder dedicar los largos desvelos que supone la tarea de traducir y anotar los textos de Schiller a la cara memoria de dos profesores de la Facultad de Filosofía y Letras de mi alma mater la Universidad Nacional de Cuyo 51 Zubiria M 2006 2 42 ALFREDO DORNHEIM Hamburgo Altona 1908 Mendoza 1969 Director Fundador del Instituto de Estudios Germánicos y Profesor de Literatura Alemana y su hijo NICOLÁS JORGE DORNHEIM Buenos Aires 1938 Mendoza 2004 Director Fundador del Centro de Literatura Comparada y Profesor de Literatura Alemana y Austríaca Mendoza El Challao 20 de junio de 2016 Este trabajo fue concluido en lo sustancial a comienzos del invierno de 2008 Razones completamente ajenas a mi voluntad han sido la causa de que sólo ahora ocho años más tarde venga a salir a la luz 43 BIBLIOGRAFÍA La información bibliográfica que aquí ofrecemos se reduce a unos pocos títulos indispensables Y ello por dos razones la primera por el hecho de que como es comprensible la gran mayoría de los estudios existentes sobre Schiller sobre su ideario estético sobre su época están escritos en alemán y poco o nada le dirán a quien no conozca esta lengua y la segunda porque el lector que desee conocer un poco más de cerca la selva selvaggia de la bibliografía schilleriana puede servirse con provecho de dos obras publicadas entretanto en español y consignadas más abajo la traducción de las Cartas Estéticas por Jaime Feijóo y Jorge Seca y el Schiller de Rüdiger Safranski A Fuentes Schiller Friedrich 1959 Sämtliche Werke Auf Grund der Originaldrucke Ed de Gerhard Fricke y Herbert G Göpfert Munich Hanser Se trata de una edición manual muy apreciada por su rigor filológico que descansa sobre la base del trabajo de las ediciones anteriores incluida la Nationalausgabe Koopmann H ed 2000 Schillers Leben in Briefen Weimar Staiger E ed 1966 Der Briefwechsel zwischen Schiller und Goethe Francfort del Meno B Otras fuentes citadas Fichte J G 1966 Wissenschaftslehre 1804 Wahrheits und Vernunftlehre IXV Vortrag Einl und Kommentar von W Janke Francfort del Meno 2002 Algunas lecciones sobre el destino del sabio intr trad y notas de Faustino Oncina Coves y Manuel Ramos Valera Madrid Istmo 1998 Filosofía y Estética La polémica con Schiller Introd trad y notas de Manuel Ramos y Faustino Oncina Universidad de Valencia collecció estètica crítica Hölderlin Friedrich 1990 Correspondencia completa introd y trad de Helena Cortés Gabaudan y Arturo Leyte Coello Madrid Hiperión Kant 19221923 Werke ed E Cassirer vols 111 Berlin 2007 Crítica del Juicio ed de Juan José García Norro y Rogelio Rovira trad de Manuel García Morente Madrid Tecnos Rousseau JeanJacques 1959ss Œuvres complètes éd publiée sous la direction de Bernard Gagnebin et Marcel Raymon Paris Gallimard Bibliothèque de la Pléiade Shaftesbury 1987 The Moralists en Sämtliche Werke ed W Benda et al Stuttgart C Traducciones F Schiller 1943 1 Lettres sur léducation esthétique de lhomme ed bilingüe por Robert Leroux Paris 1943 2 Sobre lo sublime trad de Alfredo Dornheim y Juan C Silva Universidad Nacional de Cuyo Instituto de Estudios Germánicos Buenos Aires 44 1947 De lo sublime Sobre lo patético trad de Alfredo Dornheim Universidad Nacional de Cuyo Fac de Filosofía y Letras Instituto de Estudios Germánicos Mendoza 31952 La educación estética del hombre trad de Manuel García Morente México EspasaCalpe 1962 De la gracia y la dignidad Buenos Aires Nova El volumen incluye varios escritos estéticos de Schiller De la gracia y la dignidad trad de J Probst y R Lida De lo sublime Sobre lo patético Ideas acerca de la aplicación de lo vulgar y de lo bajo en el arte trad de A Dornheim Sobre lo sublime trad de A Dornheim y J C Silva 1971 Lettere sulleducazione estetica delluomo Introduzione e note di Antimo Negri Roma Armando Armando 2005 Kallias Cartas sobre la educación estética del hombre ed bilingüe estudio introductorio de Jaime Feijóo trad y notas de Jaime Feijóo y Jorge Seca Barcelona Anthropos reimpr 2005 1ra ed 1990 2009 Lírica de pensamiento Gedankenlyrik Una antología Introd trad y notas de M Zubiria ed bilingüe Madrid Hiperión 2015 Lírica de pensamiento Introd trad y notas de M Zubiria Córdoba Argentina Alción Esta edición argentina difiere de la española en el cuerpo de notas en este caso considerablemente reducido pero ofrece una versión revisada de todos los poemas mejorada en muchos puntos Goethe y Schiller 1946 La amistad entre dos genios Su correspondencia Trad de Fanny Palcos prólogo de Rafael Alberto Arrieta Buenos Aires D Bibliografía secundaria Boeder H 1980 Topologie der Metaphysik FriburgoMunich 1990 Rousseau oder der Aufbruch des Selbstbewußtseins Rousseau o la irrupción de la autoconciencia En H Busche G Heffernan und D Lohmar eds Bewußtsein und Zeitlichkeit Ein Problemschnitt durch die Philosophie der Neuzeit Wurzburgo 121 1992 Die conceptuale Vernunft in der Letzten Epoche der Metaphysik La razón concipiente en la Última Época de la Metafísica Abhandlungen der Braunschweigischen Wissenschaftlichen Gesellschaft 43 345360 1997 Seditions Heidegger and the Limit of Modernity Translated edited and with an introduction by Marcus Brainard New York 1998 Logotektonisch Denken Pensar logotectónicamente en Sapientia Buenos Aires 1524 2003 El límite de la modernidad y el legado de Heidegger Trad y notas de M Z Buenos Aires Quadrata 2004 La memoria de la Sofía en El final de juego de Jacques Derrida Trad y notas de M Z Buenos Aires Quadrata 2da ed 2006 Bolten J ed 1984 Schillers Briefe über die ästhetische Erziehung Francfort Bräutigam B 1987 Rousseaus Kritik ästhetischer Versöhnung Eine Problemvorgabe der Bildungsästhetik Schillers en Jahrbuch der Deutschen SchillerGesellschaft 31 137155 Carlyle T 1952 Vida de Schiller trad A Dorta Buenos Aires col Austral nº 1079 45 Cassirer E 2001 Gesammelte Werke Hamburger Ausgabe ed Birgit Recki Hamburg vol 7 Freiheit und Form Studien zur Deutschen Geistesgeschichte cap 5 Schiller Freiheitsproblem und Formproblem in der klassischen Ästhetik págs 285318 2001 Gesammelte Werke ed cit vol 9 Aufsätze und kleine Schriften 1902 1921 Die Methodik des Idealismus in Schillers philosophischen Schriften págs 316345 Eckermann Johann Peter 1948 Gespräche mit Goethe in den letzten Jahren seines Lebens Einführung und Textüberwachung von Ernst Beutler Zürich 31976 1956 Conversaciones con Goethe trad Jaime Bofill y Ferro Barcelona Iberia vols I y II 1956 Floß V 1989 Kunst und Mensch in den ästhetischen Schriften Friedrich Schillers Colonia Goethe Humboldt Burckhardt 2003 Escritos sobre Schiller seguidos de una Breve Antología Lírica Selección introducción traducción y notas M Zubiria Madrid Hiperión Heidegger M 2005 Übungen für Anfänger Schillers Briefe über die ästhetische Erziehung des Menschen WS 193637 Ed Ulrich von Bülow Deutsche Schillergesellschaft Marbach Hinderer W 1998 Von der Idee des Menschen Über Friedrich Schiller Wurzburgo Koopmann H ed 1998 SchillerHandbuch Stuttgart Liepe W 1963 Beiträge zur Literatur und Geistesgeschichte Neumünster v en particular Kulturpoblem und Totalitätsideal Zur Entwicklung der Problemstellung von Rousseau zu Schiller pp 6578 y RousseauKantSchiller pp 106119 Petersen J 1908 Schillers Persönlichkeit Weimar Pott HG 1980 Die schöne Freiheit Eine Interpretation zu Schillers Schrift Über die ästhetische Erziehung des Menschen in einer Reihe von Briefen Munich Raposo Fernández Berta 1998 Schiller en Mannheim y el teatro como institución moral en Andressen K Bañuls V De Martino F eds El teatre eina política le Rane Collana di Studi e Testi a cura di Francesco De Martino vol 25 Bari pp 277285 Szondi P 1974 Poetik und Geschichtsphilosophie I Francfort del Meno Safranski R 2006 Schiller o la invención del idealismo alemán Trad R Gabás Barcelona Tusquets Reseña Zubiria M en Revista de Filología Alemana vol 15 2007 234237 Wiese B von 1959 Friedrich Schiller Stuttgart Wilkinson EM 1959 Zur Sprache und Struktur der ästhetischen Briefe Betrachtungen beim Abschluss einer mühevoll angefertigten Übersetzung ins Englische en Akzente 6 389418 Wikinson EM y Willoughby LA 1977 Schillers Ästhetische Erziehung des Menschen Eine Einführung Munich 1967 Nachlese zu Schillers Ästhetik en Jahrbuch der Deutschen Schiller Gesellschaft 11 374403 Wittkowski W ed 1982 F Schiller Kunst Humanität und Politik in der späten Aufklärung Ein Symposium Tubinga Zeller Bernhard ed 1955 Deutsche Schillergesellschaft Schiller Reden im Gedenkjahr 1955 Veröffentlichungen der Deutschen Schillergesellschaft Bd 21 Zubiria M 2006 1 Sofía y FiloSofía en la poesía de Schiller en Faustino Oncina Manuel Ramos eds Ilustración y modernidad en Friedrich Schiller en el bicentenario de su muerte PUV Valencia 1934 46 2006 2 El verso en Schiller en Faustino Oncina Manuel Ramos eds Ilustración y modernidad en Friedrich Schiller en el bicentenario de su muerte PUV Valencia 2006 págs 233241 2006 3 Lecciones sobre La distinción de la razón Buenos Aires Quadrata 2007 Poesía y Filosofía 2º ed corregida en Hablar de poesía nº 17 año IX págs 101122 47 Nota preliminar a las Cartas Estéticas En diciembre de 1971 una pensión trianual que Schiller gracias a los buenos oficios del escritor danés Jens Baggesen obtuvo del príncipe heredero de Dinamarca Federico Cristian duque de SchleswigHolsteinAugustenburg y del conde Ernesto Enrique Schimmelmann mitigó las penurias provocadas por una larga enfermedad El 9 de febrero de 1793 es decir al comienzo de un año consagrado principalmente al estudio de problemas estéticos y en una época en la que ya había comenzado a redactar para Körner las cartas tituladas Calias o Sobre la belleza Schiller se ofreció a testimoniar su gratitud al soberano benefactor danés mediante una serie de cartas donde se proponía explicar la naturaleza del arte y de lo bello Los pasajes más importantes de esa primera carta introductoria rezan como sigue La revolución experimentada en el mundo filosófico ha estremecido los cimientos sobre los que se levantaba la Estética y ha derribado el sistema que tuvo hasta el presente si es que quiere dársele ese nombre Kant ha comenzado ya en su crítica del juicio estético a emplear los principios de la filosofía crítica también en el campo del gusto y si no ha proporcionado los fundamentos de una nueva teoría del arte al menos lo ha preparado Pero tal como se ven ahora las cosas en el mundo filosófico parece haber sonado finalmente la hora en que la Estética experimentará una regeneración Creo que merece un mejor destino y he forjado el pensamiento audaz de volverme su caballero Y con Vos mi veneradísimo Príncipe no necesitaré de ninguna apología para justificar mi deseo de elevar el más activo de todos los muelles del espíritu humano el arte educador del alma al rango de una ciencia filosófica Cuando me paro a meditar sobre el vínculo que religa el sentimiento de lo bello y de lo grande con la parte más noble de nuestro ser me resulta imposible tenerlo por un mero juego subjetivo de la sensibilidad que no es capaz de otras reglas fuera de las empíricas También la belleza se me ocurre ha de descansar como la verdad y el derecho sobre fundamentos eternos y las leyes originarias de la razón han de ser también las leyes del gusto La circunstancia se comprende de que percibamos de manera sensible la belleza en lugar de conocer parece derribar toda esperanza de 48 poder hallar una proposición universalmente válida para ella porque todo juicio procedente de esa fuente es un simple juicio de experiencia De ordinario una explicación de la belleza se tiene por fundada sólo porque concuerda con el dictamen del sentimiento en los casos particulares siendo así que si hubiese realmente un conocimiento de lo bello a partir de principios uno debería confiar en el dictamen del sentimiento sólo porque concuerda con la explicación de lo bello En lugar de examinar y legitimar sus sentimientos según principios uno examina los principios estéticos según sus sentimientos Esta es la dificultad que el mismo Kant mal que nos pese tuvo por imposible resolver Primero la enfermedad que lo obligó a interrumpir el Calias y luego los artículos estéticos requeridos por la Nueva Talía Sobre la gracia y la dignidad De lo sublime que vinieron a interponerse y donde al mismo tiempo se advierten trabajos preparatorios para la tarea principal que Schiller tenía por delante retrasaron la prosecución y el comienzo positivo propiamente dicho de las cartas al duque de Augustenburg tras aquélla primera que le enviara el 13 de julio de 1793 Sólo cuando se encontró en su patria suaba donde pasó el otoño de aquel mismo año y el invierno subsiguiente Schiller retomó el trabajo de las cartas trabajo que en cuanto al contenido pronto se apartó del propósito originario de una analítica y una determinación crítica de la esencia de lo bello todavía en la carta a Körner del 20 de junio de 1793 habla Schiller de su disección de lo bello para volverse hacia las cuestiones relativas al efecto de lo bello y del arte y a su mérito como promotor de verdadera humanidad Desde Ludwigsburg solamente Schiller envió al duque siete cartas v la carta del 10 de junio de 1794 Pero entonces un incendio desatado durante el mes de febrero en el palacio real de Copenhague del que fue pasto casi la totalidad de esta obra epistolar truncó repentinamente la empresa Sólo se salvó el contenido de siete cartas por copias que habían sido hechas en Dinamarca Una carta a Körner la del 10 de diciembre de 1793 muestra que Schiller ya antes de la destrucción de las enviadas al de Augustenburg proyectaba por momentos publicar de manera independiente el primer volumen de esa correspondencia Schiller rogaba a Körner que le enviase el original o la copia de las Calias que junto con el poema Los artistas son un antecedente capital de las Cartas sobre la educación estética del hombre El ensayo titulado Sobre la gracia y la dignidad ya había sido 49 designado por Schiller en su carta a Körner del 20 de junio de 1793 como una especie de precursor de la teoría de lo bello El 3 de febrero de 1794 esto es después de la redacción de la última carta Schiller en una extensa misiva a Körner da cuenta de lo realizado hasta ese momento y sobre todo de sus planes para la continuación En vista del bulto de estas declaraciones para comprender la primera etapa de sus trabajos estéticos no menos que para clarificar la mudanza de su interés y de su modo de plantear el problema debido a la influencia de Fichte de Humboldt y sobre todo a partir del vínculo con Goethe tal como esa mudanza se manifiesta en las Cartas sobre la educación estética resulta oportuno reproducir aquí los párrafos principales de aquella carta a Körner En el concepto de belleza no me he detenido todavía en modo alguno e incluso al presente sigo sin haber llegado tan lejos porque primero anticipé una consideración general acerca de la conexión entre los sentimientos bellos y la cultura toda y en suma sobre la educación estética del hombre Para decirlo en pocas palabras en los diez primeros pliegos de mis cartas está desplegada filosóficamente la materia de mis Artistas Me importaba rectificar allí los conceptos vacilantes sobre lo bello de la forma y los límites de su empleo en el pensar y el obrar e indagar y remover a su vez la causa de antiguos prejuicios Pienso haber alcanzado ese propósito y teniendo en cuenta el rigor con que he procedido creo haber afianzado por completo la esfera propia de lo bello contra toda demanda que pudiera hacérsele en lo venidero De la influencia de lo bello sobre el hombre paso a la influencia de la teoría sobre el enjuiciamiento y la producción de lo bello y sólo entonces indago lo que uno debe esperar de una teoría de lo bello y lo que ha de prometerse de ella sobre todo al volver la mirada hacia el arte productivo Esto me lleva como es natural hacia la creación independiente de toda teoría de lo bello en sentido original por parte del genio En este punto me encuentro precisamente ahora y me resulta harto difícil llegar a concordar conmigo mismo acerca del concepto del genio Si el genio establece la regla con sus obras bien puede entonces la ciencia reunir esas reglas compararlas e intentar subordinarlas a una más universal todavía y finalmente a un principio único Pero puesto que parte de la experiencia sólo tiene por ello mismo la autoridad restringida de las ciencias empíricas Puede conducir todo lo más a una imitación razonable de casos dados pero jamás a una ampliación positiva En el arte toda ampliación ha de proceder del genio la crítica se limita a eliminar defectos Aquí hago mía la ocasión para deducir a partir de principios lo que se ha de 50 esperar de las ciencias empíricas y para exponer a partir del modo en que surge la ciencia de lo bello lo que ella es capaz de hacer Así pues determino primero el método según el cual ha de ser instituida y muestro luego su ámbito y sus límites Tras estos preliminares acometo entonces la cosa misma y para ello comienzo por analizar el concepto de lo bello primero en sus dos elementos constitutivos cuya mezcla ha provocado ya tanta confusión a la crítica Esos dos elementos constitutivos son primero el arte y luego el arte bello En cuanto arte el arte bello está sujeto a reglas técnicas que no es lícito confundir con las estéticas Cada producto de las artes bellas en efecto es siempre al mismo tiempo la realización de un fin objetivo y la belleza en aquél es tan sólo una propiedad de esta realización El fin objetivo lo somete a reglas precisas que pueden determinarse tan fácilmente como las de las artes mecánicas La observación de tales reglas empero puede proporcionar a una obra del arte bello sólo el mérito de la verdad si ha de ser una imitación de la Naturaleza o bien si ha de plegarse sólo a una idea y no a un producto natural como ocurre por ejemplo con las obras arquitectónicas el mérito de la conveniencia objetiva de la utilidad Pero ocurre muy a menudo que uno cree formular un juicio de gusto cuando en rigor juzga sólo sobre esa perfección técnica y a ello se debe el haber admitido propiedades en el concepto de belleza que valen simplemente para la verdad y la utilidad Pero si uno separa entonces lo técnico de lo estético y del concepto de la especie la del arte bello lo que atañe sólo al género el arte sin más entonces y sólo entonces se está en el buen camino para descubrir las reglas de la belleza Si por ese camino he descubierto el concepto puro de la belleza que sólo tiene por cierto una autoridad empírica también con él está dado el principio primero de todas las artes bellas en cuanto artes bellas Lo reduzco pues otra vez a la experiencia y lo mantengo frente a los géneros diferentes de toda representación posible de donde surgirán luego los principios particulares de cada una de las artes bellas A las artes mismas las divido generaliter según su fin porque éste determina las reglas generales pero las especifico luego según su materia y su forma porque de allí surgen las reglas particulares La división principal reza pues como sigue artes de 51 la estrechez52 y artes de la libertad Llamo artes de la estrechez a todas aquellas que elaboran objetos para un uso físico y donde ese uso determina la forma del objeto Pero toda forma admite alguna belleza pues ninguna puede estar determinada por su fin de un modo tan riguroso que no pudiese quedar algo además librado a la imaginación Ninguna artesanía queda exceptuada de esto En la medida en que en las artes todas de la estrechez hay algo al menos que queda librado al gusto merecen ser mencionadas en una sinopsis del ámbito íntegro de las artes libres Llamo artes de la libertad a aquéllas que tienen por fin propio y específico deleitar en la contemplación libre artes bellas en sentido amplio Cuando el 10 de junio de 1794 Schiller prometió al duque de Augustenburg rehacer lo perdido a partir de sus borradores aún tenía la vista puesta por cierto en el propósito desplegado epistolarmente a Körner de alcanzar por un camino empírico inductivo una determinación conceptual y sistemática de las artes en relación con la cual la parte de las cartas al duque que nos ha sido conservada parece ser sólo la introducción Pero cuando Schiller comenzó con el trabajo en el otoño de aquel mismo año surgió en verdad una obra nueva pues ya en la primera sección de esta otra redacción Schiller se muestra decidido a marchar por el camino deductivo como el único capaz de alcanzar la meta de un vínculo satisfactorio entre los dos momentos de lo bello el de la validez objetiva y el del sentimiento subjetivo Las cartas al duque de Augustenburg se transforman en las Cartas sobre la educación estética la contribución más significativa de Schiller para la revista Las Horas que acababa de volver a fundar Las interrupciones que retrasaron una y otra vez el trabajo se debieron a que Schiller tenía entre manos el plan para el Wallenstein la correspondencia con Goethe que se refería en su mayor parte a objetos estéticos véase al respecto el escrito de Goethe descubierto por Günther Schulz en 1953 titulado En qué medida la idea de que la belleza es perfección con libertad puede emplearse en relación con seres orgánicos y la composición de una monografía histórica El sitio de Amberes A finales de diciembre el trabajo había avanzado hasta la carta decimasexta en enero hasta la decimanovena y por fin el 8 de junio Schiller remitió al editor Cotta la última parte de su tratado Durante la fase final de su trabajo escribió a Goethe Con cada paso que avanzo descubro qué firme y seguro es el fundamento sobre el que 52 Bedürfnis esta palabra significa necesidad pero no en cuanto fatalidad ni en cuanto necesidad lógica sino en el sentido preciso de urgencia estrechez penuria la traduzco siempre por uno de estos términos para evitar equívocos 52 edifico De ahora en más no he de temer objeción alguna que pudiese derribar el todo 16y contra errores aislados en la aplicación de mis principios me defenderá la trabazón rigurosa del todo mismo 272179553 Schiller supo reconocer que la esencia de lo bello no puede obtenerse a partir de la experiencia que ella misma es una idea un imperativo incondicionado cuya realización por siempre sólo aproximada es la tarea eterna del arte Véase lo que escribe a Körner el 25 de octubre de 1794 Mis resultados sobre la belleza alcanzarán pronto un buen acuerdo Estoy finalmente persuadido de que todas las discrepancias que surgen al respecto entre nosotros y nuestros semejantes siendo así que fuera de ello coincidimos tanto en sentimientos y principios se deben simplemente a que ponemos por fundamento un concepto empírico de belleza que en rigor no existe Era forzoso que en lo que a eso atañe hallásemos cada una de nuestras representaciones en conflicto con la experiencia porque ésta jamás puede ofrecer en verdad la idea de lo bello o antes bien porque lo que uno siente de ordinario como bello no es en modo alguno lo bello mismo Lo bello no es un concepto empírico sino antes bien un imperativo Es objetivo por cierto pero se trata simplemente de una tarea necesaria para la naturaleza racional y sensible tarea que en la experiencia real no suele ser satisfecha y por bello que sea un objeto se anticipa o bien el entendimiento para volverlo perfecto por momentos o bien los sentidos para hacer de él algo meramente agradable Es una cosa completamente subjetiva si percibimos sensiblemente lo bello como bello pero objetivamente tendría que ser así División temática del conjunto de las cartas Una división posible y orientadora es la que muestra el todo articulado en tres partes En la primera cartas 1a a 9a Schiller hace ver que el problema político no puede ser resuelto sino por el estético el Estado proyectado por la razón sólo será posible cuando los caracteres de los hombres hayan sido transformados por la belleza En la segunda cartas 10a a 16a Schiller deduce el concepto de belleza a partir de la doble naturaleza sensible e inteligible del hombre 53 Las Cartas contienen un gran instrumental pensado con copiosa riqueza teórica hasta tal punto que muchos contemporáneos las consideraban abrumadoras El autor de la reseña en el Periódico de Literatura General critica sus atornilladuras Herder las aborrece como pecados kantianos y Madame de Staël encuentra en ellas demasiada metafísica Pero no pasará mucho tiempo hasta que se vea en dichas Cartas un documento fundacional de la teoría de la modernidad Ya Hölderlin Hegel y Schelling las entendieron así y Goethe le dice a Humboldt acerca de Schiller Me temo que le opondrán una viva contradicción y dentro de algunos años copiarán de él sin citarlo 3 de diciembre de 1795 La obra como teoría de la modernidad es a la vez una ontología fundamental de lo estético en el sentido más amplio de la palabra Safranski op cit pág 401s 53 En la tercera cartas 17a a 27a Schiller que en un principio había intitulado esta tercera parte De la belleza relajante se propone carta 17a estudiar sus efectos Pero luego retoma la consideración de la belleza en general se pregunta cómo puede situar al hombre en un estado intermedio entre la sensibilidad y la espiritualidad pareciendo infinita la distancia que separa a ambas Resuelve el problema describiendo la génesis del espíritu humano y mostrando cómo bajo la influencia de la belleza el hombre pasa de su estado de indeterminación primitiva a un estado de indeterminación que surge porque sus dos impulsos libertad de concebir la verdad o de hacer el bien son simultáneamente activos cartas 18a a 21a Tras una digresión sobre las artes en cuanto diferentes carta 22a el autor define ese estado de libertad por relación con el estado físico y el moral carta 23a Por último cartas 24a a 27a muestra cómo en el orden de la civilización la especie humana durante el curso de su evolución y por obra del influjo de la belleza ha pasado sin que pueda precisarse si Schiller habla de la belleza en general o de la belleza relajante del estado físico al estético que prepara a su vez el tránsito al estado moral 54 Carta primera54 Vos queréis concederme pues que os exponga los resultados de mis indagaciones sobre lo bello y el arte en una serie de cartas Del modo más vivo siento la gravedad pero también la seducción y la dignidad de esta empresa Hablaré acerca de un objeto vinculado de manera inmediata con la parte mejor de nuestra felicidad y no muy alejado de la nobleza moral de la naturaleza humana Sostendré la causa de la belleza ante un corazón que siente toda su fuerza y sabe satisfacerla y que en una indagación donde uno se ve obligado a apelar con pareja frecuencia tanto a sentimientos como a principios se hará cargo de la porción más ardua de mi cometido Lo que yo pretendía solicitaros como una merced generosamente me lo imponéis como un deber y cobra la apariencia de un mérito mío lo que no es más que ceder a mi inclinación La libertad del camino que me prescribís no es para mí una imposición sino por el contrario una necesidad Poco ejercitado en el uso de formas escolares no me veré en el peligro de pecar contra el buen gusto por atropellarlas Mis ideas nacidas más del comercio uniforme conmigo mismo que de una rica experiencia del mundo o adquiridas mediante la lectura no desmentirán su origen se harán culpables de cualquier otro error antes que de sectarismo y caerán por su propia debilidad antes que intentar sostenerse por la autoridad y por un vigor ajeno55 54 En la primera edición debajo del título de la portada figuraba como epígrafe la siguiente cita de la novela de Rousseau Julie ou la Nouvelle Héloïse III 7 Si cest la raison qui fait lhomme cest le sentiment qui le conduit Y a continuación seguía esta observación Estas cartas han sido escritas realmente A quién no es algo que promueva aquí al asunto y de ello quizás reciba noticia el lector a su debido tiempo Puesto que se tuvo por necesario hacer a un lado cuanto tenía una relación local y no se quiso substituirlo por otra cosa estas cartas no conservan casi nada de un forma epistolar fuera de la división exterior una torpeza que habría sido fácil de evitar si uno hubiese querido proceder de manera menos rigurosa con su autenticidad Con respecto a las nueve primeras cartas cf la de Schiller a Goethe del 20101794 Hasta el presente jamás tomé mi pluma en relación con la miseria política y lo que dije al respecto en estas cartas fue sólo para no volver a hablar más de ello en todos los días de mi vida creo sin embargo que lo allí expuesto no es del todo superfluo 55 El autor no oculta la conciencia de su originalidad hablará por sí mismo y el hacerlo le permitirá pasar por alto una larga lista de autores y de obras acerca de lo bello y del arte que lo precedieron en su propio tiempo tanto en Inglaterra Hutcheson Burke Shaftesbury como en la misma Alemania Baumgarten Meyer Winckelmann Lessing Schiller no intervendrá pues en la discusión estética deja de lado la presentación del status quaestionis requerida por las investigaciones históricas y comienza por una consideración autónoma de validez universal Aquí se advierte de manera inequívoca el legítimo orgullo de quien sabe que la dignidad del hombre reside en la libertad de su conciencia la que Lutero defendió ante la dieta de Worms sin arredrarse ante la autoridad de la Iglesia y del Imperio y la que más tarde hizo valer el propio Schiller en sus dramas contra la autoridad despótica de un Estado y de una nobleza moralmente corrompidos 55 No quiero encubriros por cierto que son por la mayor parte principios kantianos aquellos sobre los cuales descansarán las afirmaciones que siguen56 pero si en el curso de estas indagaciones hubiese de recordaros alguna escuela filosófica particular atribuidlo a mi incapacidad no a aquellos principios No la libertad de vuestro espíritu ha de ser inviolable para mí Es vuestro propio sentimiento quien me proporcionará los hechos sobre los que edificaré es el libre vigor de vuestro propio pensamiento quien me dictará las leyes según las cuales habré de proceder Acerca de aquellas ideas que prevalecen en la parte práctica del sistema kantiano sólo los filósofos están desavenidos pero los hombres como confío poder demostrarlo han concordado desde siempre Despójeselas de su forma técnica y aparecerán como exigencias válidas desde muy antiguo del sentido común y como hechos del instinto moral que la sabia Naturaleza asigna al hombre como un tutor hasta que la claridad de la inteligencia lo vuelva mayor de edad Pero precisamente esa forma técnica que torna la verdad visible para el entendimiento la sustrae a su vez al sentimiento porque por desdicha el entendimiento comienza por destruir el objeto del sentido interno cuando quiere apropiárselo57 Del mismo modo que el químico también el filósofo halla la síntesis sólo mediante el análisis y es sólo sometiéndola al tormento de la técnica como llega a dar con la Naturaleza libre58 Para atrapar la apariencia fugaz debe atarla a los grillos de la regla dilacerar en conceptos su bello cuerpo y conservar en un mezquino esqueleto verbal su espíritu viviente Puede asombrar que el 56 En las cartas al de Augustenburg este pasaje esencial para comprender el pensamiento de Schiller rezaba como sigue Confieso luego por de pronto que en el asunto principal de la doctrina moral pienso de manera completamente kantiana Creo por cierto y estoy persuadido de ello que sólo se llaman morales aquellas acciones nuestras nacidas sólo del respeto por la ley de la razón y no de estímulos sensibles por muy sutiles que estos puedan ser y altisonantes los nombres que puedan llevar Acepto con los más rígidos moralistas que la virtud debe reposar absolutamente sobre sí misma fuera de toda relación con fin alguno diferente de ella Bueno es según los principios kantianos que en este caso suscribo sin el menor retaceo bueno es lo que ocurre sólo porque es bueno Ni que decir tiene que si Schiller suscribe los principios kantianos no es por ser kantianos sino porque se le imponen sin disputa como verdaderos Al igual que Fichte que Hegel que Hölderlin también él se reconoce obligado por la fuerza vinculante de la posición kantiana ante la que Schelling por su parte adopta una actitud algo ambigua 57 La inmediatez del sentimiento en este caso del sentimiento moral ha de quedar cancelada cuando el pensar distanciador y reflexivo convierte el sentimiento mismo en objeto de la conciencia y en concepto En efecto pensar es de manera esencial la negación de algo dado en la inmediatez Hegel Enciclopedia 1830 12 58 La verdad debe manifestarse al intelecto y al sentimiento a la vez tal es la meta que se propone Schiller También él como el químico perfecto del que hablará más tarde Goethe en sus Afinidades electivas 1809 I cap 4 quiere ser un artista de la unión 56 sentimiento natural no se reconozca en semejante imagen y que en el informe del pensador analítico la verdad parezca una paradoja59 Tened pues a bien concederme alguna indulgencia si las indagaciones que siguen en tanto buscan acercar su objeto al entendimiento llegasen a esconderlo a los sentidos Lo que vale aquí con respecto a las experiencias morales ha de valer en un grado todavía mayor con respecto al fenómeno de la belleza La magia íntegra de la misma descansa en su secreto y una vez anulado el vínculo necesario de sus elementos queda anulado también su ser 59 La carta concluye con una advertencia de carácter metódico a pesar de que la reflexión disecciona e inmoviliza sus objetos privándolos de vida esto es de la inmediatez que les es propia sólo así es los puede convertir en conceptos y volverlos inteligibles Hay que estar dispuesto a renunciar al efecto inmediato y seductor de la belleza si lo que se pretende es conocerla Y no es sino esto lo que intentan realizar las cartas siguientes que la belleza se aparte de los sentidos para dejarse iluminar por la inteligencia que divide analiza y descompone No es un placer estético no en primer lugar al menos el que prometen estas cartas bien que escritas con un lenguaje armonioso y elegante sino una cierta doctrina acerca de la belleza y del modo de juzgarla Precisamente porque comunican una doctrina una enseñanza les dio Schiller el título que poseen 57 Carta segunda Pero no podría yo acaso usar la libertad que me concedéis de mejor modo que distrayendo vuestra atención sobre el escenario de las bellas artes No resulta extemporáneo cuando menos tratar de hallar un código para el mundo estético cuando los asuntos del mundo moral ofrecen un interés harto más inmediato y cuando el espíritu inquisitivo de la Filosofía se ve reclamado de manera tan perentoria por las circunstancias actuales para emplearse en la más perfecta de todas las obras de arte en la fundación de una verdadera libertad política60 No me agradaría vivir en otro siglo61 ni haber trabajado para otro Uno es ciudadano de una época así como lo es de un Estado y si se tiene por algo impropio indebido incluso el apartarse de las normas y costumbres del círculo donde uno vive por qué cuando uno se dispone a elegir su propia actividad debería ser menor el deber de prestar oído a las necesidades y al gusto del siglo62 Su voz sin embargo no parece ser favorable en modo alguno para el arte no para aquél al menos al que habrán de orientarse sin excepción mis indagaciones El curso de los acontecimientos ha conferido al espíritu de la época una dirección que amenaza con separarlo cada vez más del arte del ideal Este arte tiene que abandonar la realidad concreta y alzarse con razonable osadía sobre lo apremiante pues el arte es una hija de la libertad y quiere que su reglamento proceda de la necesidad de los espíritus no de la penuria de la materia Pero ahora impera lo apremiante y doblega bajo su tiránico yugo a la humanidad caída Lo útil es el gran ídolo de la época al que deben someterse todas las fuerzas y tributar homenaje todos los talentos63 Sobre esta balanza tosca el mérito espiritual del arte no tiene peso alguno y privado de todo aliento desaparece del ruidoso mercado de la época Hasta el mismo espíritu inquisitivo de la 60 La libertad política es verdadera sólo en un Estado integrado por ciudadanos libres y no por estamentos fijos e inamovibles 61 Schiller no reniega de su tiempo se sabe por el contrario solidario con él con una época cuyo principio ha sido el llamado rousseauniano a la libertad y la alabanza rousseauniana del poder divino de la Naturaleza 62 La necesidad y el gusto del siglo provocan el problema y Schiller posee una conciencia cabal de los supuestos históricos de donde parte su reflexión No sale fuera de Rodas donde debe saltar A Negri 63 La verdad de este juicio será confirmada más tarde por Hegel para quien la utilidad es la norma suprema que preside el despliegue de la Ilustración cf Fenomenología del Espíritu VI El espíritu B II La Ilustración 58 filosofía arrebata a la imaginación una provincia tras otra y se estrechan los límites del arte cuanto más extiende la ciencia sus barreras Llenas de expectación las miradas del filósofo y las del hombre de mundo permanecen fijas sobre el escenario político donde ahora según se cree se discute el magno destino de la humanidad No denota una reprobable indiferencia frente al bien de la sociedad no intervenir en este diálogo general Así como este gran litigio por su enjundia y sus consecuencias afecta de manera tan inmediata a quien se llame hombre con no menos viveza ha de interesar en particular a causa del modo en que se lo negocia a quien piense por sí mismo Una cuestión64 respondida de ordinario sólo por el derecho ciego del más fuerte ha sido ahora llevada según parece ante el tribunal de la razón pura65 y aquel que sea capaz de instalarse en el centro del todo y hacer que su individuo se eleve a la condición del género está facultado para considerarse como un miembro de aquel tribunal de la razón del mismo modo en que como hombre y como ciudadano del mundo a la vez es una parte interesada y se ve implicado en el éxito de manera más próxima o más lejana No es meramente su propia causa pues la que se decide en este gran litigio porque también debe zanjárselo según leyes que él como espíritu racional es capaz de dictar por sí mismo estando además facultado para ello Qué atractivo tendría que ser para mí someter a indagación un objeto semejante junto con quien fuese tanto un pensador sutil como un cosmopolita liberal y dejar la decisión del caso librada a un corazón que con bello entusiasmo se consagre al bien de la humanidad Qué sorprendentemente grato siendo tan considerable la diferencia de las posiciones y tan amplia la distancia exigida por las relaciones en el mundo real venir a coincidir en el mismo resultado con vuestro espíritu imparcial dentro el campo de las ideas El que yo resista a esta seductora tentación y anteponga la belleza a la libertad66 creo poder no meramente disculparlo con mi inclinación sino justificarlo mediante principios Espero persuadiros de que esta materia es mucho menos ajena a la penuria que al gusto de la época más aún de que para resolver aquel problema político en el campo de la experiencia hay que tomar el camino que pasa por lo estético porque 64 La planteada por la Revolución Francesa acerca de la forma recta del Estado y del orden social 65 Se trata también de la razón pura de Kant cuya filosofía pasa por ser significativamente la transcripción en términos especulativos de la Revolución Francesa Los empeños filosóficos y políticos son contemporáneos 66 El espíritu revolucionario de la Ilustración no ha advertido que el problema político está subordinado al estético porque hay un problema crucial que debe ser planteado antes que el del ciudadano conviene a saber el del hombre 59 es por la belleza por donde uno va hacia la libertad67 Pero esto no puede demostrarse sin traeros antes a la memoria los principios por los que se conduce la razón en general cuando se trata de una legislación política68 67 He aquí enunciada con concisión y claridad sin par la idea fundamental de estas cartas La de la Revolución Francesa no es una libertad auténtica porque es sólo política sin haber llegado a ser todavía una libertad estética 68 Las dos primeras cartas hacen las veces de un proemio En ellas el autor a declara el tema en términos generales b justifica su pretensión de decir algo al respecto c reconoce la importancia de la posición kantiana d justifica el tema y al hacerlo pone el arte en relación con lo absoluto al llamarla hija de la libertad por último e formula dos observaciones que sirven para prevenir al lector 1 las cartas no serán una colección azarosa de ocurrencias personales acerca del tema propuesto son por el contrario el fruto de una reflexión sostenida y unitaria que no puede ser expuesta sin apelar al lenguaje del pensamiento analítico no para competir con la filosofía sino para emular su rigor Aunque se presentan como cartas no son un pasatiempo sino el resultado de una consideración metódica cuyo único juez válido sólo puede ser el entendimiento 2 al ocuparse del arte y de la belleza las cartas no desdeñan la cuestión crucial de la época la del mejor Estado posible a ella se subordinan por el contrario como a su verdadero fin Estas cartas sobre la educación estética del hombre han de versar sobre lo bello y el arte sí pero con el lenguaje y el método de la filosofía y animadas por un interés propiamente político Hay con todo un punto que estas dos cartas prologales pasan por alto el plan general de la exposición el orden de los temas o cuestiones que habrán de tratarse 60 Carta tercera69 La Naturaleza no comienza con el hombre mejor que con sus demás obras70 opera por él allí donde él mismo no puede operar todavía como inteligencia libre Pero precisamente esto hace de él un hombre el hecho de no detenerse en lo que la sola Naturaleza hizo de él porque posee la capacidad para desandar mediante la razón los pasos que aquélla anticipó con él para transformar la obra de lo apremiante en una de su libre elección y para elevar la necesidad física a la condición de necesidad moral71 Vuelve sobre sí de su adormecimiento sensible se reconoce como hombre mira en torno a sí y se encuentra en el Estado El apremio de las necesidades lo arrojó allá adentro antes de que hubiese podido escoger libremente esa situación la indigencia organizó ese Estado según leyes meramente naturales antes de que él pudiese hacerlo según las de la razón Pero con este Estado de la necesidad surgido sólo de su destinación natural y orientado sólo hacia ella no podía ni puede estar satisfecho como persona moral y harto malo para él si pudiese Abandona pues con el mismo derecho con que es hombre el dominio de una necesidad ciega así como en tantos otros aspectos se aparta de ella mediante su libertad así como por dar sólo un ejemplo anula mediante la decencia el carácter vulgar impuesto por la necesidad del amor sexual y lo ennoblece mediante la belleza Así de un modo artístico72 recupera en su edad adulta su niñez forma para sí idealmente un estado de naturaleza73 que si no le es dado por experiencia alguna le ha sido impuesto necesariamente por su destinación racional se atribuye en esta situación ideal una finalidad que en su posición natural real ignoraba y una facultad de elección de la que antes no era capaz y procede así no de otro modo que como si comenzase desde el principio y substituyese por obra de la claridad de la 69 Las cartas tercera y cuarta contienen cursos de ideas nuevos no desarrollados en las cartas destinadas originariamente al de Augustenburg 70 La carta comienza por una breve observación acerca de la Naturaleza en su relación con el hombre No se trata de la Naturaleza pensada por Descartes ni por los representantes de la Ilustración esta Naturaleza es un sujeto viviente un yo que puede ser invocado del modo en que lo hace Schiller en su elegía El paseo por ejemplo Es verdad que estoy solo En tus brazos de nuevo en tu corazón ay Natura De tu purísimo altar yo más pura mi vida recibo Siempre la misma preservas en tus manos fieles al hombre No hay poema antiguo ni medieval alguno ni griego ni latino que cante a la Naturaleza en estos términos 71 Lo que hace que el hombre sea tal no es su vida inmediata o natural sino el poder apartarse de ésta el poder diferenciarse respecto de sí mismo el poder servirse de la razón para habitar libremente en un mundo donde en lugar de la ley o de la necesidad física impera la necesidad moral 72 Esto es de manera conciente y a partir de una deliberación racional no por mero instinto natural 73 El estado de naturaleza Naturstand aunque jamás haya existido tal como lo piensa Rousseau en el Prefacio al Discurso sobre la desigualdad 61 inteligencia y de la decisión libre la situación de los pactos por la de la independencia Al margen del modo artificioso al par que firme con que el capricho ciego pudo haber fundado su obra al margen de la manera presuntuosa con que también pretende sustentarla y de la apariencia de dignidad con que puede envolverla el hombre está autorizado en la operación que ha de llevar a cabo a considerar esa obra como no realizada en absoluto pues lo operado por fuerzas ciegas no posee autoridad alguna ante la que debiese doblegarse la libertad y todas las cosas tienen que someterse al fin supremo estatuido por la razón en la personalidad moral del hombre Así nace y se justifica el intento realizado por un pueblo que alcanzó la mayoría de edad de transformar su estado natural en un estado moral74 Este estado natural tal como puede denominarse todo cuerpo político que deduce su organización originariamente de fuerzas no de leyes75 contradice por cierto al hombre moral para quien la mera legalidad debe servir como ley pero resulta suficiente precisamente para el hombre físico que se da leyes sólo para entendérselas con las fuerzas Pero he aquí que el hombre físico es real y el moral sólo problemático76 Si la razón cancela pues el estado natural como es forzoso que lo haga si quiere instaurar el suyo en lugar de aquél entonces arriesga al hombre físico y real por el moral problemático arriesga la existencia de la sociedad por un ideal de sociedad meramente posible aun cuando necesario moralmente Priva al hombre de algo que él posee realmente y sin lo cual nada posee señalándole a cambio de ello un bien que podría y debería poseer y si la razón hubiese confiado en él más de lo debido le habría arrebatado por una humanidad de la que aún carece y de la que también sin comprometer su existencia puede carecer hasta los medios de su vida animal que es después de todo la condición de su humanidad Antes de que hubiese tenido tiempo para aferrarse a la ley con su voluntad la razón le habría retirado la escalera de debajo de los pies La gran dificultad estriba pues en que la sociedad física en el tiempo no puede cesar en ningún momento mientras que la sociedad moral va formándose en la idea consiste en que a causa de su dignidad la existencia del hombre no debe verse amenazada Si el artífice ha de reparar un reloj detiene los volantes pero el reloj 74 El estado moral es el de las fuerzas constrictivas de la razón Kant y la Revolución Francesa continúan obrando juntos en la conciencia de Schiller sólo que aquí cuenta ante todo el autor de la Crítica de la razón pura 75 Éstas son racionales las fuerzas en cambio naturales 76 En el sentido en que este término es usado por la lógica kantiana para la que significa referido a la modalidad de los juicios contingente o posible 62 viviente del Estado tiene que ser reparado durante la marcha y de lo que aquí se trata es de cambiar la rueda que gira mientras está en movimiento Hay que buscar pues para que la sociedad subsista un apoyo que la vuelva independiente del estado natural que se quiere abolir77 Ese apoyo no se encuentra en el carácter natural del hombre que egoísta y violento apunta más a la destrucción que a la conservación de la sociedad tampoco se encuentra en su carácter moral que en consonancia con nuestras premisas hay que formar primero y sobre el cual por ser libre y porque nunca aparece78 el legislador nunca podría actuar así como tampoco podría contar nunca con él de manera segura La dificultad consistiría pues en separar del carácter físico la arbitrariedad y del moral la libertad en hacer que el primero concordase con leyes y que el segundo dependiese de impresiones en que aquél se aleje algo más de la materia y éste se le aproxime algo más para engendrar un tercer carácter que emparentado con aquellos dos abra un paso desde el imperio de las meras fuerzas hacia el de las leyes y que sin impedir el desarrollo del carácter moral sirva por el contrario como prenda sensible de la moralidad invisible 79 77 La animalidad Tierheit es ella misma sensibilidad Sinnlichkeit Si se la conserva resolviendo sólo el problema moral la sociedad seguirá siendo una sociedad física sin llegar a ser el reino kantiano de los espíritus morales 78 Jamás se vuelve algo que puedan percibir los sentidos o que pueda asirse como un objeto 79 Ese tercer carácter es el estético que ha de ejercer así una función de mediación análoga a la asignada por Kant a la facultad de juzgar Urteilskraft entre el ámbito real de la necesidad la naturaleza y el ámbito ideal de la libertad la moral 63 Carta cuarta Esto cuando menos es cierto sólo la preponderancia de semejante carácter en un pueblo puede volver inofensiva una transformación del Estado según principios morales y sólo un carácter semejante puede garantizar la permanencia de la misma Cuando se construye un Estado moral se cuenta con la ley moral como con una fuerza activa y la voluntad libre queda integrada en el orden de la causalidad donde todas las cosas dependen unas de otras con una necesidad y una constancia rigurosas Pero sabemos que las determinaciones de la voluntad humana siguen siendo siempre contingentes y que sólo en el ser absoluto la necesidad física coincide con la moral De modo que si se ha de contar con el comportamiento moral del hombre como con una consecuencia natural entonces ese comportamiento tiene que haberse vuelto naturaleza de modo que el hombre sea conducido por sus propios impulsos hacia un proceder semejante que sólo un carácter moral puede tener siempre por consecuencia Pero la voluntad del hombre se halla plenamente libre entre el deber y la inclinación y en este derecho soberano de su persona no puede ni debe inmiscuirse ningún constreñimiento físico Si ha de conservar pues esta facultad de elección sin dejar de ser por ello un eslabón firme dentro de la cadena causal de las fuerzas esto sólo puede lograrse si en el mundo de las apariencias los efectos de aquellos dos resortes la inclinación y el deber resultan completamente iguales y la materia de su voluntad sea cual fuere su forma se mantiene igual y si sus impulsos concuerdan tanto con su razón como para servir a una legislación universal Bien puede decirse que todo individuo lleva consigo por su disposición y destino un hombre puro e ideal y que llegar a coincidir a través de todas sus mudanzas con la unidad inmutable de este último constituye la empresa mayor de su existencia80 Este hombre puro81 que con mayor o menor claridad se da a conocer en 80 Me refiero aquí a un escrito aparecido recientemente JenaLeipzig 1794 Lecciones sobre el destino del docto de mi amigo Fichte donde se encuentra una deducción muy esclarecedora de esta proposición y nunca intentada todavía por este camino Hay trad española JG Fichte 2002 En la primera de las lecciones Sobre la destinación del hombre en sí se aboca Fichte a la cuestión primordial de toda indagación filosófica la del destino del hombre concebido como la unidad absoluta la constante identidad la plena concordancia consigo mismo pág 47 81 Rousseau lo llama conciencia en el sentido preciso de la conciencia moral en alemán Gewissen identificada un instinto divino principio innato de justicia y de virtud Emilio IV ed La Pléiade pág 598 Y Kant por su parte se refiere a él como al hombre divino en nosotros Crítica de la razón pura B 597 64 todo individuo está representado por el Estado la forma objetiva y canónica por así decir en que aspira a reunirse la multiplicidad de los sujetos Ello es que cabe pensar dos modos diferentes para que el hombre en el tiempo82 pueda coincidir con el hombre ideal y otros tantos por ende para que el Estado pueda afirmarse en los individuos o bien el hombre puro somete al empírico el Estado anula a los individuos o bien el individuo se vuelve Estado el hombre en el tiempo se ennoblece asimilándose al hombre ideal Cierto es que dentro de una valoración moral estrecha esta distinción está fuera de lugar pues para que la razón quede satisfecha basta con que su ley sea observada de manera irrestricta pero tanto más se la ha de tener en cuenta en una valoración antropológica integral donde junto con la forma vale también el contenido y donde la sensibilidad viva también tiene algo que decir Porque si la Razón exige unidad la Naturaleza por su parte reclama variedad y el hombre se ve solicitado por ambas legislaciones La ley de la primera le ha sido inculcada por una conciencia insobornable la de la segunda por un sentimiento imperecedero83 Por eso será siempre signo de una educación todavía deficiente el hecho de que el carácter moral pueda sustentarse sólo al precio del sacrificio del carácter natural y una constitución será muy imperfecta todavía si es capaz de alcanzar la unidad al solo precio de eliminar la diversidad84 El Estado debe respetar en los individuos no simplemente el carácter objetivo y genérico sino también el subjetivo y específico y al par que extiende el reino invisible de las normas morales no ha de despoblar el reino de la apariencia Cuando el artesano aplica su mano a la masa amorfa para darle la forma que convenga a sus fines no tiene reparos en hacerle violencia pues la naturaleza con que opera no merece por sí misma respeto alguno y no es el todo a causa de las partes lo que le importa sino las partes a causa del todo Cuando es el artista en cambio quien aplica su mano a la misma masa tampoco tiene reparo alguno en hacerle violencia sólo que evita mostrarla Ni en lo más mínimo respeta más que el artesano la materia con que trabaja pero procurará engañar los ojos que amparan la libertad de esa materia haciéndole una concesión La situación cambia por completo con ese otro artista el político y el pedagogo que hace del hombre su material y su tarea a la vez Aquí el fin 82 Cf Acosta E Schiller versus Fichte Fichte Studien Supplementa 27 Rodopi Amsterdam New York 2011 83 Sobre esta verdad descansa la Tabula votiva de Goethe y de Schiller titulada Los educadores SW I 310 Die Erzieher Educáis ciudadanos del mundo moral alabaros querríamos siempre que a un tiempo del mundo sensible no los borréis 84 Véase la Tabula votiva titulada La diversidad SW I 310 Die Mannigfaltigkeit 65 reaparece en la materia y sólo porque el todo sirve a las partes pueden éstas someterse al todo Con un respeto por entero diferente de aquel con que el artista pretende tratar su materia debe el político aproximarse a la suya y proteger su peculiaridad y personalidad de un modo no meramente subjetivo y para un efecto engañoso en los sentidos sino objetivo y en pro de su ser interior Pero precisamente por esto porque el Estado debe ser una organización que se forma por sí misma y para sí misma sólo puede volverse real en la medida en que las partes hayan entrado en consonancia con la idea del todo Puesto que el Estado representa la humanidad pura y objetiva en el pecho de sus ciudadanos tendrá que observar para con éstos la misma relación que ellos guardan consigo mismos y además sólo podrá respetarles su humanidad subjetiva en aquel mismo grado en que ella se hubiese ennoblecido volviéndose objetiva Si el hombre interior está en armonía consigo mismo entonces salvará también su peculiaridad al extremar la universalización de su comportamiento y el Estado será simplemente el intérprete de su instinto bello la fórmula más clara de su legislación interior Si en el carácter de un pueblo subsiste por el contrario entre el hombre subjetivo y el objetivo una oposición y una contradicción tales que sólo sojuzgando al primero puede triunfar el último entonces también el Estado adoptará ante los ciudadanos el rigor severo de la ley y hollará sin consideración una individualidad tan hostil para no ser su víctima Pero el hombre puede hallarse en oposición consigo mismo de dos maneras o bien como salvaje cuando sus sentimientos se imponen a sus principios o bien como bárbaro cuando sus principios destruyen sus sentimientos El salvaje desprecia el arte y reconoce a la Naturaleza como su soberano absoluto el bárbaro se burla de la Naturaleza y la deshonra pero más despreciable que el salvaje va tan lejos que con frecuencia llega a ser el esclavo de su esclavo El hombre cultivado hace de la Naturaleza su amigo y le respeta la libertad contentándose con sujetarle sólo su capricho Si la razón introduce pues su unidad moral en la sociedad física no por ello tiene el derecho de menoscabar la diversidad de la Naturaleza Y si ésta aspira a sustentar su diversidad en el edificio moral de la sociedad no cabe que por ello la unidad moral sufra detrimento alguno apartada por igual de la uniformidad y del desorden reposa la 66 forma triunfante Totalidad tendrá que haber pues en el carácter de aquel pueblo que sea capaz y digno de cambiar el Estado de las necesidades por el Estado de la libertad85 85 Libertad bien entendido en el único sentido que este término posee para la autoconciencia moral el de la libre sujeción a la ley moral 67 Carta quinta Es este el carácter que la época actual que los presentes acontecimientos nos muestran Dirijo de inmediato mi atención hacia el objeto más relevante en este vasto cuadro Es verdad el prestigio de la opinión86 se ha desmoronado la arbitrariedad ha sido desenmascarada y aunque armada todavía con poder ya no se granjea dignidad alguna el hombre ha despertado de su largo estado de indolencia y de engaño y con una abrumadora mayoría de votos exige la restitución de sus derechos inalienables Pero no se limita a exigirlo allende y aquende las fronteras se levanta para apropiarse por la fuerza de aquello que según su parecer le rehúsan con injusticia87 El edificio del Estado natural tambalea sus blandos fundamentos ceden y parece dada una posibilidad física de subir la ley al trono88 de honrar por fin al hombre como un fin en sí89 y de hacer de la verdadera libertad el fundamento del vínculo político Vanas esperanzas90 Falta la posibilidad moral y el momento propicio encuentra una generación apática91 En sus hechos se pinta el hombre y qué figura se ve representada en el escenario de nuestro tiempo Embrutecimiento por acá relajación por allá los dos extremos de la decadencia humana y ambos reunidos en un mismo espacio de tiempo En las clases más bajas y numerosas uno ve manifestarse impulsos bastos y anárquicos que se desatan al deshacerse el lazo del orden civil y con furia ingobernable se apresuran hacia su satisfacción bestial En tales condiciones bien puede ser que hubiese tenido motivos para quejarse del Estado la humanidad objetiva la subjetiva empero ha de honrar sus instituciones Debe censurárselo por no haber reparado en la dignidad de la naturaleza humana mientras se trataba todavía de defenderle la existencia por haber corrido a dividir mediante la fuerza de gravitación y a unir mediante la de cohesión cuando no cabía pensar todavía en la fuerza formativa La 86 Meinung el parecer arbitrario o aceptado de manera irreflexiva en oposición al conocimiento racional concluyente y fundado en sí mismo 87 Como lo muestran las revoluciones en Norteamérica y en Francia 88 En lugar del monarca por derecho hereditario 89 En consonancia con la doctrina kantiana asentada en la Fundamentación para la Metafísica de las costumbres 1785 90 Ya en la época de la redacción de las cartas al de Augustenburg Schiller había dejado de esperar de la Revolución Francesa una promoción efectiva de la Humanidad y del progreso social 91 Así lo dice el epigrama El momento SW I 260 Der Zeitpunkt El siglo dio a luz una época grande el magno momento halla empero una estirpe pequeña 68 disolución del Estado contiene su justificación Una vez desatada la sociedad en lugar de elevarse sin demora hacia la vida orgánica recae en el reino de las fuerzas elementales Por otra parte las clases civilizadas nos ofrecen el aspecto más repugnante aún de la indolencia y de una depravación del carácter que indigna tanto más cuanto que su fuente es la cultura misma92 Ya no recuerdo cuál filósofo antiguo o moderno hizo la observación de que lo más noble al corromperse es lo más abominable93 pero se la encontrará verdadera también en la esfera de la moral El hijo de la Naturaleza cuando se entrega al vicio se vuelve un trastornado el pupilo del arte un ser abyecto La ilustración del entendimiento94 de la que se ufanan no sin algo de razón las clases más cultivadas muestra en términos generales un influjo ennoblecedor tan escaso sobre las mentalidades que afianza por el contrario la corrupción por medio de máximas Renegamos de la Naturaleza en sus legítimos dominios para sufrir su tiranía en el orden moral y así como resistimos sus impresiones aceptamos de ella nuestros principios La decencia afectada de nuestras costumbres niega a la Naturaleza la primera palabra excusable y todo como es para concederle en nuestra moral materialista la última y decisiva En el seno mismo de la vida social más refinada el egoísmo ha fundado su sistema y sin engendrar en nosotros un corazón sociable padecemos todos los morbos de la sociedad y todas sus calamidades95 A su opinión despótica sometemos nuestro juicio libre nuestro sentimiento a sus usos extravagantes nuestra voluntad a sus seducciones y en contra de sus sagrados derechos afirmamos nuestro capricho Un engreimiento arrogante encoge en el hombre de mundo el corazón que todavía a menudo palpita en el hombre natural y basto al conjuro de la simpatía y como en una ciudad en llamas cada cual busca salvar de la devastación sólo sus míseras pertenencias No es sino abjurando por entero de la sensibilidad que se cree hallar un amparo contra sus extravíos y la burla que suele refrenar saludablemente al exaltado 92 Es significativa la notable transformación que desde Los artistas se ha operado en el juicio de Schiller acerca del mundo ilustrado y civilizado Uno difícilmente podría ver en ello un retorno hacia temples de ánimo rousseaunianos pero sí gracias a un renovado afianzamiento interior en la filosofía crítica de Kant y en la filosofía idealista de Fichte la posibilidad de superar el optimismo ilustrado por la cultura y el presente en aras de una libertad que sabe ponderar tratándose también de la propia época las ventajas y desventajas del progreso de la cultura con la imparcialidad crítica de la idea de la Humanidad FrG 93 Platón República VI 491 d de este pasaje nace probablemente la sentencia latina corruptio optimi pessima 94 Esa cuyos errores y extravíos se burla Molière en sus comedias 95 La misma moral materialista que Schiller combate justifica el egoísmo Sabido es que tanto Helvétius como dHolbach hacen del interés el móvil de todas las acciones humanas 69 con su misma falta de miramiento ultraja el sentimiento más noble Bien lejos de ponernos en libertad la cultura con cada fuerza que despliega en nosotros sólo engendra una necesidad nueva los lazos de la vida física oprimen de manera cada vez más alarmante tanto que el temor de perder agosta hasta el ardoroso impulso de perfeccionamiento y la máxima de la obediencia pasiva pasa por ser la suprema sabiduría de la vida Así es como se ve vacilar el espíritu de la época entre la perversión y la barbarie entre lo antinatural y la mera naturaleza entre la superstición y el escepticismo moral y sólo el equilibrio de lo malo le pone a veces límites todavía 70 Carta sexta96 He pecado por exceso contra la época con esta descripción No espero tal reproche pero sí este otro que con ella he probado más de lo necesario Esta pintura me diréis es por cierto un calco de la humanidad presente pero lo es de todos los pueblos en general cuando se hallan entregados al proceso de la cultura porque todos sin distinción tienen que apartarse de la Naturaleza por el abuso del entendimiento antes de poder retornar a ella por la razón Pero por poco que reparemos en el carácter de la época ha de asombrarnos el contraste imperante entre la forma actual de la humanidad y la forma de la de otrora en particular la de la griega97 La fama de la cultura y el refinamiento que con justicia hacemos valer frente a toda naturaleza que sea meramente tal no puede beneficiarnos frente a la griega98 que se desposó con todos los atractivos del arte y con toda la dignidad de la sabiduría sin ser por ello como la nuestra su víctima Los griegos nos avergüenzan no simplemente por una sencillez que es ajena a nuestra época ellos son al mismo tiempo nuestros rivales incluso con frecuencia nuestros modelos cuando se trata de aquellas mismas ventajas con que acostumbramos consolarnos de lo antinatural de nuestras costumbres Rebosando de forma y a la par de contenido cultivando la filosofía y a la par la creación con delicadeza y a la par con energía los vemos aunar la juventud de la fantasía con la virilidad de la razón en una humanidad magnífica Otrora con ocasión de aquel bello despertar de las facultades del alma los sentidos y el espíritu no poseían todavía dominios rigurosamente divididos pues ninguna discrepancia los había incitado aún a distanciarse hostilmente uno del otro y a delimitar sus fronteras La poesía no había rivalizado todavía con el ingenio ni la especulación se había deshonrado todavía con la sofistería Ambas podían llegado el caso trocar sus funciones pues cada cual bien que a su propio modo honraba la verdad Por muy alto que ascendiese la razón siempre atraía amorosamente la materia 96 Con la carta sexta comienza frente a la correspondencia con el de Augustenburg un nuevo curso de ideas Véase las cartas de Schiller a Goethe del 20101794 y a Jacobi del 2511795 97 Henos aquí ante una verdadera querelle des anciens et des modernes conducida en favor de la superioridad de los primeros porque poseyeron una simplicidad que los modernos ignoran Donde la simplicidad está ausente reina o la pura naturaleza o la antinaturaleza esto es el materialismo puro o el puro racionalismo la sensibilidad y la razón permanecen desvinculados y nace entonces el problema de la legislación política francesa por un lado y el del pensamiento filosófico kantiano por otro 98 No es posible ignorar la influencia de Goethe en la interpretación del mundo griego que aquí se ofrece Véase al respecto el artículo de Humboldt Sobre el estudio de la Antigüedad y de la Antigüedad griega en particular así como el poema de Schiller Los dioses de Grecia y más abajo la carta décima quinta 71 en pos de sí y por muy sutil y agudamente que la separase jamás por ello la mutilaba Es verdad que disgregaba la naturaleza humana y la arrojaba dispersa y engrandecida en su soberbio círculo de dioses pero por haberla no desmembrado sino mezclado de modos diferentes pues en ningún dios individual estaba ausente la humanidad íntegra Qué diferente entre nosotros los modernos También entre nosotros la imagen del género ha sido dispersada en los individuos de manera acrecentada pero en fragmentos no en mezclas diferentes de suerte que se ha de ir preguntando de un individuo a otro para recomponer la totalidad de la especie Uno casi estaría tentado de afirmar que entre nosotros las facultades del alma se manifiestan en la experiencia tan divididas como lo están en la representación del psicólogo y vemos no simplemente individuos sino clases íntegras de hombres desplegar tan sólo una parte de sus disposiciones mientras que de las restantes como en las plantas raquíticas apenas si se muestra un pálido rastro No ignoro las ventajas que la presente generación considerada como una unidad y sopesada en la balanza del entendimiento puede sustentar ante lo mejor habido en el mundo del pasado pero a filas cerradas debe iniciarse el certamen y un todo medirse con el otro Cuál de los modernos se adelanta solo hombre contra hombre para disputar a un ateniense solo la palma de la humanidad A qué se debe esta relación desventajosa de los individuos no obstante la magna ventaja de la especie Por qué el griego se califica en cuanto individuo como representante de su tiempo y por qué el moderno también en cuanto tal no puede atreverse a ello Porque el primero recibió su forma de la Naturaleza que todo lo reúne y el segundo la suya del Entendimiento que todo lo separa La cultura misma fue quien provocó esta herida a la humanidad moderna Tan pronto como por un lado la experiencia acrecentada y el pensar más preciso hizo necesaria una separación más neta de las ciencias y por otro el mecanismo cada vez más complejo de los Estados obligó a una separación más rigurosa de los estamentos y de las ocupaciones también el vínculo interior de la naturaleza humana se desgarró y una funesta lucha enemistó sus fuerzas armónicas El entendimiento intuitivo y el especulativo99 se retiraron ya con ánimo hostil hacia sus campos respectivos cuyas fronteras comenzaron ahora a vigilar con desconfianza y con celos y junto con la esfera 99 La fantasía y el pensamiento abstracto o lógico La división entre filosofía y poesía entre intelecto y sensibilidad determina la pérdida en el hombre del intelecto intuitivo der intuitive Verstand en consonancia con la doctrina kantiana cf Crítica del Juicio 77 72 a la que uno restringe su actividad uno también se ha dado a sí mismo dentro de sí un amo que no raras veces suele acabar sofocando las demás disposiciones Mientras que por una parte la imaginación exuberante arrasa los trabajosos plantíos del entendimiento el espíritu de abstracción consume por otra el fuego con que debería haberse caldeado el corazón y encendido la fantasía Este estado de perturbación que el arte y la erudición comenzaron a producir en el interior del hombre se tornó por obra del nuevo espíritu del gobierno perfecto y universal No podía esperarse por cierto que la organización sencilla de las primeras repúblicas sobreviviese a la simplicidad de las costumbres y relaciones sociales primigenias pero en lugar de elevarse hacia una vida orgánica superior descendió a una mecánica vulgar y grosera Aquella naturaleza de pólipo100 de los Estados griegos donde cada individuo disfrutaba de una vida independiente y era capaz si el caso apremiaba de identificarse con el todo cedió ahora su lugar a un artificioso aparato de relojería donde por obra del acoplamiento de piezas incontables pero inertes se engendra en el conjunto una vida mecánica Entre el Estado y la Iglesia las leyes y las normas morales se produjo ahora una ruptura el placer ha quedado apartado del trabajo el medio del fin el esfuerzo de la recompensa Atado eternamente sólo a un único y mezquino fragmento del todo el hombre mismo no se forma más que como un fragmento teniendo eternamente en sus oídos sólo el monótono murmullo de la rueda que hace girar no desenvuelve jamás la armonía de su ser y en lugar de imprimir la marca de la humanidad en su naturaleza se vuelve un mero calco de su profesión de su ciencia Pero incluso la exigua participación fragmentaria por la que los miembros aislados del Estado se vinculan en el todo no depende de formas que ellos se confieran a sí mismos de manera espontánea pues cómo podría uno confiar a su libertad un mecanismo tan artificioso y sensible ella les es prescrita con rigor escrupuloso mediante un reglamento en virtud del cual su inteligencia libre queda paralizada La letra muerta hace las veces del entendimiento vivo y una memoria ejercitada guía con mayor seguridad que el genio y el sentimiento Cuando la cosa pública hace del servicio la medida del hombre cuando en uno de sus ciudadanos honra sólo la memoria en otro el entendimiento tabulador en un tercero sólo la habilidad mecánica si por acá indiferente ante el carácter sólo insiste en los conocimientos y por acullá en cambio perdona a un espíritu del orden y a una 100 Especie de celentéreo cuyas partes tienen la capacidad una vez separadas de regenerarse para volver a formar un todo 73 conducta obediente a la ley el mayor oscurecimiento de la mente si al mismo tiempo quiere que estas capacidades individuales se cultiven ganando en intensidad cuanto permite al sujeto perder en extensión cómo habría de admirarnos que uno desatienda las demás disposiciones del ánimo para consagrar todo su cuidado a la única que procura honra y recompensa Bien sabemos que el genio vigoroso no identifica los límites de su oficio con los de su actividad pero el talento mediocre consume en la ocupación que le tocó en suerte todo el escaso caudal de su vigor y tendría que ser un espíritu ya nada vulgar para destinar sin menoscabo de su profesión una porción de aquél a sus aficiones Y como si ello fuese poco es raro que sea una buena recomendación ante el Estado el que los talentos superen las obligaciones del empleo o el que la necesidad espiritual superior de un hombre de genio rivalice con su cargo Tan celoso es el Estado tratándose de la posesión irrestricta de sus servidores que más fácilmente se avendría y quién podría decirle que se equivoca a compartir su hombre con una Venus Citerea antes que con una Venus Urania101 Y es así como la vida individual concreta se agosta paulatinamente para que el todo abstracto persevere en su vida mezquina y el Estado nunca deja de ser ajeno a los ciudadanos que lo integran porque el sentimiento no logra dar con él en ninguna parte Obligada a simplificar la multiplicidad de sus ciudadanos mediante la clasificación y a no dejar jamás que la humanidad se le acerque sino por representantes de segunda mano la parte gobernante acaba por perderla completamente de vista al mezclar la humanidad con una mera chapuza del entendimiento y la parte gobernada no puede menos que recibir con frialdad indiferente unas leyes que tan poca relación guardan con ella Hastiada por fin de mantener un vínculo que el Estado no ayuda en modo alguno a sustentar la sociedad positiva tal es el destino desde hace ya largo tiempo de la mayor parte de los Estados europeos se disuelve en un estado moral natural donde el poder público es sólo un partido más aborrecido y burlado por quien lo hace necesario y respetado sólo por quien puede prescindir de él Podía la humanidad ante esta doble violencia que la apuraba por dentro y por fuera haber tomado una dirección diferente de la que en efecto tomó En tanto que en el reino de las ideas el espíritu especulativo se afanaba por conquistar posesiones inamisibles en el mundo de los sentidos debía volverse un extraño y sacrificar la 101 Schiller recuerda la distinción del Banquete platónico 180 D entre Afrodita Pandemo Venus Citerea o Venus Meretrix hija de Zeus y Dione la diosa del amor sensual o terreno y Afrodita Urania Venus Urania mayor que aquélla e hija sólo de Urano el Cielo diosa del amor puro y espiritual 74 materia por la forma El espíritu práctico confinado en un círculo uniforme de objetos y más estrechado todavía en él por ciertas fórmulas no podía sino perder de vista la totalidad libre de lo real y empobrecerse junto con su esfera Así como el primero está tentado de modelar lo real según lo pensable y de elevar las condiciones subjetivas de su facultad de representación para volverlas leyes constitutivas de la existencia de las cosas así el segundo se precipitó hacia el extremo opuesto el de valorar toda la experiencia en general según una porción particular de ella y el de querer adecuar las reglas de su función propia a toda función de manera indiscriminada El primero no podía sino ser presa de una sutileza huera el otro de una estrechez pedante porque aquél estaba situado demasiado alto para percibir lo singular y éste demasiado bajo para ver la totalidad Pero lo perjudicial de esta orientación del espíritu no se limitó tan sólo al saber y al producir se extendió no en menor medida al sentir y al obrar Sabemos que la sensibilidad del ánimo depende en cuanto al grado de la vivacidad de la imaginación y en cuanto a su extensión de la riqueza de esta última Pero entonces es de todo punto necesario que la preponderancia de la facultad discursiva prive a la fantasía de su vigor y de su fuego y que una esfera muy reducida de objetos mengüe su riqueza Es por ello por lo que el pensador abstracto tiene demasiado a menudo un corazón frío porque descompone las impresiones que sólo como un todo conmueven el alma el hombre de negocios tiene demasiado a menudo un corazón estrecho porque su imaginación encerrada en el círculo uniforme de su profesión no puede dilatarse para comprender concepciones que le sean ajenas Mi cometido consistía en alumbrar la orientación perjudicial del carácter de la época y las causas que lo explican no en mostrar por medio de qué ventajas la Naturaleza compensa esta deficiencia De buen grado quiero concederos que a pesar de cuán poco pueda beneficiar a los individuos esta parcelación de su ser la especie no podría haber progresado de ningún otro modo La aparición de la humanidad griega fue sin disputa un maximum que ni podía permanecer en ese peldaño ni tampoco ascender No podía permanecer allí porque el entendimiento a causa de la provisión de conocimientos que ya tenía debía verse inevitablemente urgido a separarse de la sensación y de la intuición y a perseguir la precisión del conocimiento ni podía tampoco ascender porque un determinado grado de claridad sólo rima con una cierta abundancia y un cierto calor Los griegos habían alcanzado este grado y cuando 75 quisieron elevarse hacia una cultura superior tuvieron que renunciar como nosotros a la totalidad de su ser102 y perseguir la verdad por vías separadas No había otro medio para desarrollar las diversas disposiciones del hombre que oponerlas unas a otras Este antagonismo de las fuerzas103 es el gran instrumento de la cultura pero no es más que eso su instrumento pues mientras perdure el antagonismo se está tan sólo en camino hacia ella Basta el mero hecho de que en el hombre ciertas fuerzas singulares se aíslen y pretendan ejercer una legislación excluyente para que entren en conflicto con la verdad de las cosas y apremien al sentido común104 que con una indolente satisfacción de sí mismo descansa por lo demás sobre el fenómeno exterior a penetrar en las profundidades del objeto En tanto que el entendimiento puro usurpa una autoridad en el mundo sensible y el empírico se afana en someterlo a las condiciones de la experiencia ambas disposiciones logran alcanzar la mayor madurez posible y agotan la extensión íntegra de su respectiva esfera Si la imaginación por un lado osa disociar por su capricho el orden del mundo por otro apremia a la razón a trepar hasta las fuentes supremas del conocimiento y a invocar la ley de la necesidad como ayuda contra ella Bien es verdad que el ejercicio unilateral de las fuerzas conduce al individuo de manera inevitable hacia el error pero a la especie en cambio la lleva hacia la verdad Por el solo hecho de reunir la energía íntegra de nuestro espíritu en un foco y de concentrar todo nuestro ser en una fuerza única le damos alas por así decir a esa fuerza aislada y la llevamos artificialmente mucho más allá de los límites que la Naturaleza parece haberle impuesto Así como es de cierto el hecho de que todos los 102 Totalität ihres Wesens es el rasgo distintivo de los hombres griegos mientras que el de los hombres modernos consiste en la fragmentación de su ser 103 Aun cuando la concepción filosófica de la Historia desplegada en esta carta remite al tratado kantiano titulado Idea para una historia universal en sentido cosmopolita 1784 lo cierto es que para Kant el curso de la Historia obedece al principio de la teleología natural mientras que Schiller lo piensa como un proceso dialéctico cuya meta consiste en recuperar de manera consciente el principio armónico en un plano superior Y de este modo la escisión del hombre provocada por la cultura conduce a una nueva totalidad 104 El contenido de este concepto se ilumina a partir del siguiente pasaje de las cartas al príncipe de Augustenburg 21111793 En muy contadas ocasiones el entendimiento opera de manera lógica esto es con una conciencia clara de las reglas y principios que lo guían ni que decir tiene que en la inmensa mayoría de los casos opera de manera estética y como una especie de tacto tal como Vuestra Alteza lo advierte ya por el uso del lenguaje que en todos los idiomas introduce para este género de entendimiento la expresión de sentido común Gemeinsinn No como si el sentido pudiese pensar alguna vez en este caso el entendimiento opera con no menos eficacia que en el del pensador metódico sólo que las reglas según las cuales procede no se mantienen en la conciencia además de que en un caso semejante no tenemos la experiencia de la operación del entendimiento sino tan sólo la de su efecto sobre nuestro estado mediante un sentimiento de agrado o de desagrado Cf también Kant Crítica del Juicio 21 Si se puede suponer con fundamento un sentido común y además los 20 22 40 76 individuos humanos tomados en conjunto con la vista que la Naturaleza les concedió jamás llegarían al punto de divisar un satélite de Júpiter que sólo el telescopio descubre para el astrónomo así también está fuera de discusión que el pensamiento humano jamás habría planteado un análisis de lo infinito o una crítica de la razón pura si en individuos con vocación para ello la razón no se hubiese aislado si no se hubiese vuelto de algún modo independiente de toda materia ni hubiese armado su mirada mediante la abstracción más fatigosa de la fuerza necesaria para escudriñar lo incondicionado Pero semejante espíritu reducido por así decir a entendimiento puro e intuición pura será capaz de cambiar las cadenas rigurosas de la Lógica por el curso libre de la Poesía y de captar con un sentido fiel y casto el carácter individual de las cosas También al genio universal la Naturaleza impone aquí una barrera que él no puede traspasar y la verdad continuará haciendo surgir mártires mientras la Filosofía se imponga como tarea esencial la de precaverse contra el error105 Sin importar pues cuánto pueda ganarse para el mundo en su totalidad mediante esta formación por separado de las capacidades humanas no es posible negar que los individuos sometidos a ella padezcan la maldición de esa finalidad universal Los cuerpos atléticos se forman por cierto mediante ejercicios gimnásticos pero la belleza sólo mediante el juego libre y regular de los miembros De igual modo la tensión de fuerzas espirituales aisladas puede engendrar desde luego hombres extraordinarios pero sólo la proporción equilibrada de aquellas puede hacerlos dichosos y perfectos Y en qué relación nos hallaríamos con respecto a las edades pasadas y venideras si la formación de la naturaleza humana exigiese una víctima semejante Habríamos sido los siervos de la humanidad habríamos realizado para ella durante algunos milenios el trabajo de los esclavos y en nuestra naturaleza mutilada habríamos dejado impresas las huellas bochornosas de esa servidumbre para que las generaciones posteriores en una dichosa holganza pudiesen aguardar su salud moral y desarrollar el libre crecimiento de su humanidad Pero es que el hombre puede estar destinado a descuidarse a sí mismo por consideración a un fin cualquiera Podría la Naturaleza para alcanzar sus fines robarnos una perfección que la razón nos prescribe en nombre de los suyos Ha de ser falso pues que la formación de tales o cuales fuerzas exija el sacrificio de la totalidad 105 Es obedeciendo precisamente al propósito de precaverse contra el error o de tomar las disposiciones necesarias contra él Anstalten gegen den Irrtum treffen como se presenta en su tiempo la obra crítica kantiana considerada en su conjunto 77 de las mismas o bien en caso de que la ley de la Naturaleza apriete con insistencia en esa dirección ha de estar en nuestras manos el restaurar en nuestra naturaleza por obra de un arte superior esa totalidad que el arte106 ha destruido 106 La palabra arte designa aquí en oposición a la naturaleza de los griegos la cultura consciente del entendimiento que orientada hacia una especialización unilateral reclama ser superada por el arte superior de la educación estética 78 Carta séptima Acaso habría que esperar del Estado ese efecto Ello no es posible porque el Estado tal como se halla actualmente organizado ha provocado el mal y en cuanto al Estado tal como lo concibe idealmente la razón en lugar de poder fundar esa humanidad mejor él mismo tendría que ser primero fundado sobre ella Es así como el curso de mi indagación me habría traído otra vez al punto del que me apartó durante un tiempo La edad presente lejos de manifestarnos aquella forma de humanidad que ha sido reconocida como condición necesaria de un mejoramiento moral del Estado nos muestra antes bien precisamente lo contrario Si los principios por mí asentados son pues rectos y si la experiencia confirma mi pintura del presente entonces todo intento de una transformación semejante del Estado107 se ha de tener por intempestivo y toda esperanza fundada sobre él se ha de considerar quimérica en tanto no quede superada la división en el interior del hombre y su naturaleza esté lo suficientemente desarrollada para ser ella la artista y garantizar su realidad a la creación política concebida por la razón La Naturaleza nos traza en su creación física la ruta que ha de seguirse en el mundo moral No antes de haber apaciguado la lucha de las fuerzas elementales en las organizaciones inferiores se eleva hacia la noble conformación del hombre físico Así también debe sosegarse primero la contienda de los elementos en el hombre ético el conflicto de los impulsos ciegos y las oposiciones rudas tiene que haber cesado en él antes de que le sea permitido atreverse a favorecer la diversidad Por otro lado la autonomía de su carácter tiene que estar asegurada y la sujeción a formas despóticas y ajenas debe haber hecho lugar a una libertad conveniente antes de que sea lícito someter en él la diversidad a la unidad del ideal Allí donde el hombre natural abusa todavía de su arbitrio de manera anárquica apenas si cabe mostrarle su libertad donde el hombre del artificio usa tan poco todavía de su libertad no cabe quitarle su arbitrio El obsequio de principios liberales se vuelve traición al todo cuando se une a una fuerza todavía efervescente y añade vigor a una naturaleza poderosa ya en demasía la ley de la unanimidad tórnase tiranía para con el individuo si se vincula con una debilidad y una 107 También por ende el intento de la Revolución Francesa 79 limitación física ya generalizada y apaga de ese modo el último destello mortecino de espontaneidad y de individualidad Así pues el carácter de la época ha de comenzar por levantarse desde su profunda degradación substrayéndose por un lado al poder ciego de la Naturaleza y recobrando por otro su sencillez verdad y plenitud he aquí una tarea para más de un siglo Concedo de buen grado que entretanto algunos ensayos puedan tener éxito en lo particular pero ninguna mejoría se logrará con ello en el todo y la contradicción de la conducta será siempre un argumento contra la unidad de las máximas108 En otras partes del mundo se honrará a la humanidad en la persona de un negro y en Europa se la mancillará en la de un pensador Los antiguos principios subsistirán pero llevarán los vestidos del siglo y la filosofía prestará su nombre para una opresión autorizada antaño por la Iglesia Aterrado por la libertad que en sus primeros ensayos se manifiesta siempre como enemiga uno se entregará en los brazos de una cómoda servidumbre mientras que otro llevado a la desesperación por una tutela pedante109 se precipitará en la licencia desenfrenada del estado natural La usurpación apelará a la debilidad de la naturaleza humana la insurrección a su dignidad hasta que por fin se entrometa la gran leona de todas las cosas humanas la fuerza ciega y zanje el pretendido conflicto de los principios como un vulgar pugilato110 108 La contradicción de la conducta el comportamiento práctico estará en contradicción con las máximas unitarias del obrar humano y refutará con ello su reconocimiento y validez universal 109 Tutela pedante una regulación legalista y prolija de la conducta que desciende hasta lo más nimio 110 En las ediciones de Petsch y Witkowski se remite a una noticia de F v Hoven según la cual Schiller durante su estadía en Suabia en 1793 habría dicho que estaba convencido de que la Revolución Francesa cesaría tan rápidamente como se encendió que la constitución republicana llevaría más temprano o más tarde a la anarquía y que la única salvación de la nación sería que apareciese un hombre fuerte viniera de donde viniese que conjurara la tormenta implantase otra vez el orden y sujetase en sus manos con firmeza las riendas del gobierno Cf J Petersen 1908 vol II pág 284 80 Carta octava111 Ha de retirarse pues la Filosofía acobardada y sin esperanza de este territorio Mientras que el imperio de las formas112 se extiende hacia todas las otras direcciones éste el más importante de todos los bienes113 ha de ser abandonado a la ventura amorfa Ha de durar eternamente el conflicto de las fuerzas ciegas en el mundo político y nunca ha de triunfar la ley social sobre el egoísmo hostil Ni por asomo Es cierto que la razón misma no tentará la lucha de manera inmediata contra esa fuerza cerril que resiste a sus armas ni tampoco como el hijo de Saturno en la Ilíada114 descenderá a la arena sombría para batirse en persona Pero de entre medio de los combatientes escogerá para sí al más digno lo investirá como Zeus a su vástago115 con armas divinas y con su fuerza victoriosa provocará la magna victoria La razón ha hecho lo que puede hacer cuando descubre y proclama la ley quien debe cumplirla es la voluntad denodada y el sentimiento vivo116 Si en su pugna con las fuerzas naturales la verdad ha de obtener el triunfo entonces debe comenzar por volverse ella misma una fuerza y crear un impulso que la represente en el reino de los fenómenos117 pues los impulsos son las únicas fuerzas motrices en el mundo sensible Si hasta el presente la razón ha dado tan contadas muestras de su fuerza victoriosa no es porque el entendimiento no haya sabido descorrer su velo sino porque el corazón la desoyó y el impulso no obró en favor de ella De dónde procede pues este predominio tan universal de los prejuicios y este oscurecimiento de las mentes no obstante todas las luces encendidas por la filosofía y la experiencia La época está esclarecida esto es han sido hallados y ofrecidos públicamente los conocimientos suficientes para rectificar cuando menos nuestros principios prácticos El espíritu de la investigación libre ha aventado los conceptos 111 El tema de la carta octava ya aparece tratado en la enviada al de Augustenburg el 1111 1795 112 La configuración de la realidad según leyes racionales estéticas éticas sociales válidas por sí mismas 113 Un elogio de la filosofía sólo comparable con el que le tributa Platón en el Timeo 47 B 114 Zeus hijo de Crono de Saturno según los romanos contempla desde el monte Ida la guerra de griegos y troyanos sin intervenir en ella cf Ilíada VIII 41ss 115 Aquiles 116 Esta idea y lo que sigue de la carta representa un punto de partida crucial para comprender la tarea propia y específica del arte en sentido humano 117 El reino propio de la ley no es el de los fenómenos sino el de las ideas Pero ambos reinos no pueden guardar entre sí una relación de indiferencia Si para Platón la idea es la causa ation que explica la presencia de los entes visibles para Schiller ella es la ley nÒmoj que hace otro tanto con la realidad de las acciones propiamente humanas 81 absurdos que durante largo tiempo impidieron el acceso a la verdad y ha socavado el terreno sobre el cual erigieron su trono el fanatismo y la impostura La razón se ha purificado de los engaños de los sentidos y de una sofística embustera y la filosofía misma que primero nos había hecho apostatar de la Naturaleza nos llama ahora con voces apremiantes para que regresemos a su seno A qué se debe que sigamos siendo siempre bárbaros Ha de haber algo pues ya que no en las cosas en los espíritus de los hombres que les impide acoger la verdad por muy claramente que brille y adoptarla por muy vivamente que persuada Un antiguo sabio lo supo y se está oculto en esta expresión suya henchida de sentido sapere aude118 Ten la osadía de ser sabio Es menester vigor de ánimo para combatir los obstáculos que a la instrucción oponen tanto la indolencia de la naturaleza como la cobardía del corazón119 No carece de importancia el que el antiguo mito haga surgir la diosa de la sabiduría completamente armada de la cabeza de Júpiter pues ya su primera empresa es guerrera Desde el nacimiento ha de sostener una ardua lucha contra los sentidos que no quieren verse arrancados de su blando sosiego La porción más numerosa de los hombres queda demasiado extenuada y rendida por su lucha contra las privaciones como para tener que afrontar otra nueva y más dura contra el error Satisfechos cuando se libran del penoso trabajo de pensar de buen grado abandonan en manos de otros la tutela de sus conceptos y dado que se despierten en ellos necesidades más elevadas adoptan con ávida fe las fórmulas que el Estado y el clero tienen prontas para tales casos Si estos hombres desdichados merecen nuestra compasión nuestro justo desprecio cae sobre aquellos otros a quienes un mejor destino libera del yugo de las miserias pero que se doblegan bajo ellas por propia elección Éstos prefieren la penumbra de conceptos nebulosos donde el sentimiento es más vivo y la fantasía forja a su sabor figuras agradables en lugar de los rayos de la verdad que ahuyentan el placentero embeleco de sus sueños Sobre estos mismos engaños que la luz hostil del conocimiento debe disipar han levantado el edificio íntegro de su felicidad y habrían de comprar tan caro una verdad que comienza por arrebatarles cuanto tienen por 118 Horacio Epístolas I 2 40 Ya en 1784 al explicar Qué es la Ilustración Kant hizo del Sapere aude horaciano el lema de la misma 119 Cf Fichte Ética 1798 16 82 valioso Tendrían que ser ya sabios para amar la sabiduría verdad ésta tocada ya por aquél que dio su nombre a la filosofía120 No basta pues con que las luces todas del entendimiento sean dignas de respeto sólo en la medida en que refluyan sobre el carácter ellas parten también en cierto modo del carácter porque es el corazón quien debe abrir el camino que lleva al intelecto La educación del sentimiento es pues la necesidad más apremiante de nuestro tiempo no sólo porque se vuelve un medio para que sea efectiva en la vida una comprensión mejor de la verdad sino también porque promueve el mejoramiento de la inteligencia misma 120 Pitágoras cf Cicerón Disputas Tusculanas V 3 Sobre la paradoja de que para amar la sabiduría ya antes hay que ser sabio véase el dictum de Jenófanes en Diógenes Laercio Vidas y opiniones de los filósofos ilustres IX 2 20 83 Carta novena No habrá aquí empero un círculo vicioso Debe la cultura teórica hacer surgir la práctica y debe ser ésta a su vez la condición de aquélla Toda mejora en la esfera de lo político debe partir del ennoblecimiento del carácter121 pero cómo puede éste ennoblecerse bajo los influjos de una constitución política bárbara Habría que buscar pues para tal fin un instrumento que el Estado no proporciona y alumbrar para ello manantiales que se conserven límpidos y puros por grande que fuere la corrupción política Heme ahora llegado al punto hacia donde tendían todas mis consideraciones anteriores Aquel instrumento es el arte bello y estos manantiales brotan en sus modelos inmortales El arte como la ciencia está libre de todo lo que es positivo122 de cuantas convenciones introdujeron los hombres y ambos gozan de una inmunidad absoluta ante la arbitrariedad humana El legislador político puede cercar los dominios del arte y de la ciencia reinar en ellos empero no puede Puede proscribir al amante de la verdad123 pero la verdad permanece puede humillar al artista pero no adulterar el arte Nada es más habitual por cierto que ver a ambos el arte y la ciencia reverenciar al espíritu de la época y que el gusto creador reciba del gusto crítico su ley Allí donde los caracteres se vuelven severos y duros se ve la ciencia vigilar con rigor sus fronteras y el arte someterse a las pesadas cadenas de sus reglas cuando el carácter se ablanda y se relaja entonces la ciencia busca agradar y el arte procurar placer Durante siglos enteros los filósofos y los artistas se han esforzado por hacer descender la verdad y la belleza hacia el abismo de la humanidad vulgar ellos se pierden en el empeño pero la verdad y la belleza abriéndose paso gracias a su vitalidad indestructible ascienden victoriosas 121 Por eso la Ética no en sí pero sí en el orden de lo inmediato o para nosotros como enseña Aristóteles precede a la Política 122 Tanto la Religión como el Derecho positivos son instituciones concretas determinadas de manera histórica por lo que su validez es sólo relativa y está condicionada por una serie de factores heterogéneos La Filosofía intenta oponer a esa relatividad una forma de la Religión del Derecho del Estado que por estar fundada sobre principios racionales puros sea válida en sí misma siempre y en todo lugar 123 Ie al filósofo 84 El artista es a buen seguro un hijo de su época124 pero desdichado de él si es al mismo tiempo su discípulo o peor aún su favorito Que una deidad bienhechora arrebate oportunamente al infante del pecho de su madre que lo nutra con la leche de una edad mejor y lo conduzca a la mayoría de edad bajo el lejano cielo de Grecia Cuando se haya hecho un hombre regrese entonces a su siglo como si fuese un extranjero125 pero no para alegrarlo con su aparición sino terrible como el hijo de Agamenón para purificarlo126 Del presente por cierto tomará la materia la forma en cambio de una edad más noble e incluso más allá de toda edad de la unidad absoluta e inmutable de su ser Aquí del puro éter de su naturaleza demoníaca mana la fuente de la belleza127 no mancillada por la corrupción de las razas y las edades que allá en lo hondo se agitan por debajo de ella en turbios remolinos Puede el capricho envilecer su materia así como ha sabido ennoblecerla pero lo casto de la forma permanece ajeno a sus mudanzas El romano del siglo primero había ya doblado la rodilla desde hacía largo tiempo ante su emperador cuando las estatuas permanecían todavía de pie los templos seguían siendo sagrados para los ojos cuando hacía ya largo tiempo que los dioses eran objeto de irrisión y las infamias de un Nerón y un Cómodo se hacían más abominables por el noble estilo del edificio que las encubría La humanidad ha perdido su dignidad que el arte empero ha salvado y conservado en piedras eminentes la verdad continúa viviendo en la ilusión128 y a partir de la copia será restaurada la imagen originaria Así como el arte noble sobrevivió a la noble naturaleza así también la precede en el entusiasmo que da forma y vivifica Ya antes de que la verdad proyecte hacia lo profundo del corazón su luz victoriosa la facultad poética intercepta sus rayos y las cimas de la humanidad comenzarán a brillar cuando la noche húmeda pese todavía en los valles129 124 En la imagen del artista tal como aquí se la dibuja confluye la convicción del propio Schiller y la comprensión que entretanto había hecho suya del mundo poético goetheano Véanse al respecto las cartas a Goethe del 23 de agosto y del 20 de octubre de 1794 y también la del 7 de enero de 1795 125 Idea que Nietzsche repitió en Enajenado al presente Humano demasiado humano 616 126 El hijo de Agamenón Orestes vengó a su padre y purificó la casa paterna manchada por el crimen y el adulterio al asesinar a su madre y al amante de ésta Si el poeta puede alegrar o deleitar mostrar la verdad y la necesidad de esta purificación es la tarea propia del sabio sophós 127 Así también Aristóteles vio en la forma inteligible de la poesía homérica en el màqoj la verdadera razón de ser de su grandeza 128 Täuschung la obra de arte una estatua un cuadro no ofrece la realidad sino la apariencia de la realidad en este sentido el arte descansa sobre la ilusión Tal apariencia es leal porque muy al contrario de querer suplantar la realidad evita de manera expresa toda confusión con ella Pero precisamente por esta razón puede volverse el medio que permite la aparición de lo verdadero y esencial suprarreal la libertad FrG 129 Tanto el pensamiento expresado en este pasaje como el ornato de sus imágenes se hallaba ya en una estrofa de Los artistas que Schiller cita en el final de la cuarta carta al príncipe de Augustenburg y 85 Cómo el artista se preserva empero contra las depravaciones de su tiempo que lo cercan por doquier Despreciando su juicio Mire hacia lo alto hacia su dignidad y hacia la ley130 no hacia abajo hacia la felicidad presente y las necesidades131 Libre por igual tanto de la vana solicitud que gustosa querría dejar su impronta en el momento fugitivo como de la exaltación impaciente que aplica al parto mezquino del tiempo el rasero de lo incondicionado abandone en manos del entendimiento que se encuentra en ella como en su hogar la esfera de lo real que él mismo empero aspire a engendrar el ideal a partir de la unión de lo posible con lo necesario132 Estampe el ideal en la ilusión y en la verdad estámpelo en los juegos de su fantasía y en la gravedad de sus actos imprímalo por fin en todas las formas sensibles y espirituales y proyéctelo en silencio hacia el tiempo infinito Pero no a todo aquel en cuya alma arde este ideal le fue otorgada la calma creadora y el espíritu de una larga paciencia necesarios para acuñarlo en la piedra muda o vertirlo en la palabra sobria y confiarlo a las manos fieles del tiempo Impetuoso en demasía para moverse en ese medio apacible el divino espíritu creador se lanza a menudo sin intermediario sobre el presente y sobre la vida activa y emprende la tarea de transformar la materia informe del mundo moral De manera apremiante la calamidad de su especie toca al hombre sensible y mucho más todavía su envilecimiento el entusiasmo se inflama y el anhelo ardiente en las almas vigorosas ansía con impaciencia la acción Pero preguntóse también si estos desórdenes que él advierte en el mundo moral ofenden su razón o es que ellos mortifican antes bien su amor propio Si no lo sabe aún lo reconocerá en el celo con que se empeña en obtener resultados precisos y rápidos El impulso moral puro apunta hacia lo absoluto para él no hay tiempo y el futuro se le vuelve presente133 desde el momento en que debe desplegarse necesariamente desde este último Para una razón que carece de límites que más tarde suprimió del poema Cómo las nubes de esplendor se visten y del monte iluminada por el sol la cumbre arde antes de que ella de los luminosos rayos soberana brillando al firmamento ascienda con ligero atavío la Hora de la belleza danza anticipándose al áureo día del conocimiento y la menor de entre el coro estelar el derrotero abre de la luz 130 El mandamiento incondicionado de la ley eterna y necesaria de la razón ley tanto de lo bueno como de lo verdadero 131 El artista ha de hacer suya pues la enseñanza de Kant según la cual el hombre ha de buscar no la felicidad sino sólo el ser digno de ella 132 Los límites de lo posible residen en lo condicionado de la naturaleza humana y de la materia terrena lo necesario es la exigencia de la perfección ideal Unirlos en la figura de la obra de arte con libertad es la tarea del artista 133 Gracias a su celo eficaz y laborioso 86 avanzar en una dirección determinada es alcanzar ya la plenitud del fin y el camino ha sido recorrido tan pronto como se ingresa en él Encamina pues le responderé al joven amigo de la verdad y de la belleza que quiera saber de mí cómo satisfacer el noble anhelo que alienta en su pecho a pesar de la resistencia de su siglo encamina el mundo donde actúas en dirección al bien que el silencioso ritmo del tiempo traerá el desenvolvimiento Lo habrás empujado en esa dirección cuando al enseñar eleves sus pensamientos hacia lo necesario y eterno cuando al obrar o al crear conviertas lo necesario y eterno en objeto de sus anhelos Caerá la fábrica del error y del capricho tiene que caer ha caído ya tan pronto como tienes la certeza de que se inclina pero ha de inclinarse en el hombre interior y no meramente en lo exterior En el silencio pudoroso de tu espíritu cría la verdad triunfante ponla fuera de ti en la belleza para que no sólo el pensamiento se le rinda sino que también los sentidos acojan amorosamente su manifestación Y para que no te suceda recibir de la realidad el modelo que tú debes proporcionarle no te arriesgues a frecuentar su dudosa compañía hasta no estar seguro de tener una escolta de figuras ideales en tu corazón Vive con tu siglo pero no seas su hechura ofrece a tus contemporáneos lo que precisan no lo que aplauden Sin haber tenido parte en sus culpas comparte con noble resignación sus castigos y doblégate libremente bajo el yugo que les es malo sufrir y del que no les es menos malo estar privados Por obra del ánimo inquebrantable con que desprecias su felicidad les probarás que no es por cobardía que te sometes a sus padecimientos Represéntatelos tales como debieran ser si has de obrar sobre ellos tales como son empero si estás tentado de actuar por ellos Busca su aprobación apelando a su dignidad pero mide la felicidad de que gozan por su insignificancia y así ora tu propia nobleza espabilará la de ellos ora su indignidad no aniquilará tu propósito La gravedad de tus principios los ahuyentará de ti pero en la forma del juego aún podrán soportarla su gusto es más casto que su corazón y es aquí donde has de atrapar al medroso fugitivo En vano derribarás sus máximas en vano condenarás sus actos pero bien puedes intentar poner en sus ocios tu mano creadora Echa fuera de sus diversiones el capricho la frivolidad la rudeza y así los desterrarás insensiblemente también de sus acciones y por último de sus sentimientos Donde quiera los encuentres rodéalos de formas nobles grandes colmadas de espíritu cércalos con los símbolos de lo eminente hasta que la apariencia triunfe sobre la realidad y el arte sobre la naturaleza 87 Carta décima Convenís pues conmigo y estáis persuadido de ello por el contenido de las cartas precedentes en que el hombre puede alejarse de su destinación por dos caminos contrarios en que nuestra época marcha extraviada realmente por ambos y se ha vuelto presa por un lado de la barbarie y por otro del enervamiento y la depravación De ese doble extravío debe regresarse por medio de la belleza Cómo puede la cultura estética empero remediar ambos defectos a un mismo tiempo siendo opuestos y reunir en sí dos propiedades contradictorias Puede aherrojar la naturaleza en el salvaje y en el bárbaro liberarla Puede atar y desatar a la vez Y si no logra en verdad ambas cosas cómo puede esperarse de ella razonablemente un efecto tan considerable como el del cultivo de la humanidad Hasta la saciedad por cierto hemos debido escuchar que el desarrollo del sentido de la belleza afina las costumbres por lo que parece innecesario ofrecer una nueva prueba al respecto Uno se apoya en la experiencia cotidiana que casi sin excepción muestra cómo un gusto cultivado se da la mano con un entendimiento claro un sentimiento vivo una actitud liberal y hasta un comportamiento digno mientras que por lo común el gusto inculto suele estar acompañado por los defectos contrarios Se suele invocar con no poca confianza el ejemplo de la más civilizada de todas las naciones de la Antigüedad donde el sentido de la belleza alcanzó de una vez su máximo desarrollo y el ejemplo contrario de aquellos pueblos ya salvajes ya bárbaros que pagaron su insensibilidad para lo bello con lo áspero o sombrío de su carácter Sin desmedro de lo cual ocurre a veces que algunos espíritus reflexivos o bien niegan el hecho o bien ponen en tela de juicio la legitimidad de las conclusiones que de allí se infieren No piensan que sea algo tan terrible aquella condición salvaje con que se suele afear a los pueblos incultos ni tan ventajoso este refinamiento que se alaba en los civilizados Ya en la Antigüedad hubo hombres que estuvieron lejos de considerar la cultura estética como un beneficio y que por tal razón estaban muy dispuestos a prohibir que entrasen en su república las artes de la imaginación134 No hablo aquí de aquellos que desdeñan a las Gracias simplemente por no haber obtenido nunca sus favores Ellos para quienes el único criterio del valor es la fatiga de 134 Uno de ellos fue Platón cf República sobre todo los libros III y X 88 la adquisición y el beneficio tangible cómo podrían ser capaces de apreciar la labor silenciosa que realiza el gusto en lo exterior y en lo interior del hombre y cómo no habrían de perder de vista al considerar los inconvenientes fortuitos de una cultura estética los beneficios esenciales que ella brinda El hombre ayuno de forma desprecia toda gracia de la palabra como una seducción corruptora rechaza toda distinción en las maneras como una simulación toda delicadeza y generosidad en la conducta como extravagancia y afectación Al favorito de las Gracias no puede perdonarle que si es un hombre de mundo sepa animar todas las tertulias si un hombre de negocios orientar todas las cabezas según sus propósitos si un escritor imprimir acaso en su siglo íntegro la huella de su genio mientras que él víctima de su diligencia no consigue con todo su saber atraer la atención de nadie ni mover de su sitio piedra alguna Puesto que nunca será capaz de aprender de aquél el secreto genial de ser agradable no le queda más remedio que plañir sobre la aberración de la naturaleza humana que rinde tributo más a la apariencia que a lo esencial Pero hay voces dignas de respeto que se declaran enemigas de los efectos de la belleza y que con argumentos temibles tomados de la experiencia están armadas contra ella135 No cabe negar dicen que los encantos de lo bello pueden servir en buenas manos a fines loables pero no repugna a su ser el producir precisamente lo contrario si caen en manos perversas ni el emplear toda su fuerza hechicera a favor del error y la injusticia Precisamente por ello porque el gusto atiende sólo a la forma y nunca al contenido acaba por inclinar peligrosamente el alma a descuidar la realidad en general y a sacrificar la verdad y la moral en aras de un atavío atractivo Se borra toda diferencia objetiva entre las cosas y sólo la apariencia determina su valor Cuántos hombres de talento prosiguen no han sido apartados de una actividad seria y sostenida por el poder seductor de lo bello o éste no los ha inducido cuando menos a tratarla de una manera superficial Cómo ha venido a esquinarse más de un espíritu endeble con el orden civil sólo porque la fantasía de los poetas gustaba de fingir un mundo en donde las cosas ocurren de un modo completamente diferente en donde ninguna regla de conveniencia sujeta las opiniones ni arte alguno constriñe la naturaleza Qué peligrosa dialéctica no han aprendido las pasiones desde que brillan con los colores más luminosos en los cuadros de los poetas y desde que resultan de ordinario vencedoras en el combate con las leyes y con los deberes Qué ha ganado pues la sociedad por el 135 Schiller piensa aquí seguramente en Rousseau y en particular en su Discurso sobre las ciencias y las artes 1752 89 hecho de que ahora la belleza dicte leyes al comercio humano regido hasta entonces por la verdad y de que la impresión exterior decida sobre el respeto que debería estar sujeto sólo al mérito Es cierto que uno ahora ve brillar todas las virtudes que se traducen exteriormente por efectos agradables y que otorgan un valor en la sociedad pero como contrapartida imperan también todos los excesos y están en boga todos los vicios que admiten un bello disfraz Ha de dar que pensar en efecto el hecho de que en casi en todas las épocas de la Historia donde florecen las artes y reina el buen gusto uno encuentre la humanidad postrada y de que tampoco pueda invocarse el ejemplo de un solo pueblo donde un grado elevado y una gran universalidad de la cultura estética se hubiese dado la mano con la libertad política y las virtudes civiles las maneras elegantes con las buenas costumbres la cortesía del trato con la verdad del mismo Mientras Atenas y Esparta se mantuvieron independientes y el respeto a las leyes fue la peana y el cimiento de su constitución el gusto era todavía inmaduro el arte hallábase en su infancia todavía y aún faltaba mucho para que la belleza se enseñoreara de los espíritus Cierto es que la poesía había alzado ya un vuelo sublime pero sólo con el aletear del genio que como sabemos raya con lo salvaje y es una luz que de buen grado brilla en las tinieblas y así más depone en contra que a favor del gusto general de su época Cuando bajo Pericles y Alejandro llegó la edad de oro de las artes y el imperio del buen gusto se difundió por doquier uno ya deja de hallar en Grecia vigor y libertad la elocuencia falsificaba la verdad provocaba escándalo la sabiduría en boca de un Sócrates y la virtud en la vida de un Foción136 Los romanos como sabemos hubieron de agotar primero su fuerza en las guerras civiles y afeminados por el lujo oriental doblegarse bajo el yugo de un dinasta afortunado antes de que se vea el arte griego triunfar sobre la rigidez de su carácter Y así también entre los árabes la aurora de la cultura no brilló para ellos antes de que su espíritu guerrero se hubiese enervado bajo el cetro de los abasíes137 En la moderna Italia las bellas artes no aparecieron sino una vez que quedó disuelta la poderosa Liga de los lombardos138 cuando Florencia se sometió a los Médicis y en todos aquellos Estados valerosos el espíritu de independencia cedió su puesto a una sumisión deshonrosa Resulta ocioso por poco recordar además el ejemplo de las naciones modernas cuyo refinamiento creció en la 136 Ilustre general y político ateniense 402318 aC cuya vida narra Plutarco en sus Vidas paralelas 137 Dinastía árabe fundada por un tío de Mahoma AbúlAbbás quien destronó al califa omeya de Damasco y estableció la corte en Bagdad donde los abasíes reinaron por espacio de más de cinco siglos 7501280 138 Entre los siglos XIV y XV 90 misma proporción en que desaparecía su independencia Sea cual fuere el escenario del mundo del pasado hacia donde dirijamos nuestra mirada hallaremos que el gusto artístico y la libertad se rehuyen y que la belleza sólo afianza su imperio sobre las ruinas de las virtudes heroicas Y sin embargo es precisamente esta energía del carácter al precio de la cual se compra por lo general la cultura estética el resorte más eficaz de cuanto de grande y excelente hay en el hombre energía cuya ausencia ningún otro mérito por considerable que sea logra sustituir De modo que si uno se atiene únicamente a cuanto las experiencias han venido enseñando hasta el presente sobre la influencia de la belleza no cabe que uno tenga mucho ánimo en efecto para fomentar sentimientos que son tan dañinos para la verdadera cultura humana y así uno preferirá a riesgo de caer en la grosería y en la rudeza privarse de la fuerza relajante del arte139 antes que verse entregado por grandes que sean las ventajas del refinamiento a sus efectos enervantes Pero acaso no sea la experiencia el tribunal ante el cual se decide una cuestión como ésta Y antes de que uno conceda peso a su testimonio tendría que haber quedado lejos toda duda acerca de si es una y la misma esta belleza de la que hablamos y ésa contra la que atestiguan aquellos ejemplos Pero esto parece presuponer un concepto de belleza cuya fuente fuese distinta de la experiencia porque él permitirá discernir si lo que se llama bello en la experiencia merece verdaderamente tal nombre Ese concepto racional de la belleza si es que fuese posible descubrirlo debería pues dado que no puede obtenerse de ningún hecho real porque es él por el contrario el que primero conduce y legitima nuestro juicio sobre cada hecho real ser buscado por el camino de la abstracción y poder ser inferido ya a partir de la posibilidad de la naturaleza racional y sensible con una palabra debería poder mostrarse que la belleza es una condición necesaria de la humanidad En este punto pues debemos elevarnos hasta el concepto puro de humanidad y dado que la experiencia sólo nos muestra estados particulares de hombres individuales pero nunca la humanidad debemos descubrir a partir de estos modos suyos de manifestación individuales y mudables lo absoluto y permanente y haciendo a un lado todo límite contingente procurar captar las condiciones necesarias de su existencia Bien es verdad que este camino trascendental nos alejará por algún tiempo del círculo familiar de los fenómenos y de la 139 Según la teoría schilleriana de la belleza ésta se manifiesta de dos modos fundamentales en cuya distinción se ocupan las cartas decimasexta y decimaséptima Aquí aparece mencionado por primera vez uno de ellos su capacidad para relajar aflojar o laxar las tensiones del espíritu 91 presencia viva de las cosas para demorarnos en el campo árido de los conceptos abstractos pero nos empeñamos en hallar una base firme del conocimiento que nada logrará conmover y quien no se atreva a dejar atrás la realidad ése nunca conquistará la verdad 92 Carta undécima140 Cuando la abstracción se remonta tan alto como puede alcanza dos conceptos últimos ante los cuales debe hacer alto y reconocer sus límites Ella distingue en el hombre algo que permanece y algo que se transforma sin cesar Llama a lo permanente su persona y a lo mudable su estado Persona y estado el yo mismo y sus determinaciones que en el ser necesario141 pensamos como uno y lo mismo son eternamente dos en el ser finito Pese a la persistencia de la persona muda el estado pese a la mudanza del estado persiste la persona Vamos del reposo a la actividad de la pasión a la indiferencia de la coincidencia a la contradicción pero somos siempre nosotros y lo que de manera inmediata se sigue de nosotros permanece Sólo en el sujeto absoluto se mantienen junto con la personalidad todas sus determinaciones también porque éstas nacen de aquélla Todo lo que la divinidad es lo es porque es ella es en consecuencia todo por toda la eternidad porque es eterna Puesto que en el hombre como ser finito persona y estado son diferentes ni el estado puede fundarse en la persona ni la persona en el estado Si ocurriese esto último 140 Desde esta carta undécima y hasta la décima sexta Schiller abandona el curso de ideas que ha mantenido desde el comienzo que ha sido en lo esencial el de las cartas al de Augustenburg en lo que sigue se propone alcanzar por la vía deductiva un concepto racional puro de la belleza como supuesto para su argumentación posterior mientras que antes en las cartas aquéllas había querido llegar al concepto desde la experiencia Este concepto racional puro sólo le parece afianzado cuando lo bello al volverse el fundamento que permite al hombre afrontar su tarea específica la unificación de su naturaleza sensible y racional representa por ello mismo una condición de su humanidad auténtica Precisamente esto es lo que Schiller intenta probar en las cartas que siguen El método crítico trascendental que se le ofrece para ello lo obliga a realizar una serie de consideraciones abstractas acerca de las cuales en unas líneas que escribe a Körner el 5 de enero de 1795 para acompañar el envío de las primeras dieciséis cartas observa A partir de lo que leerás ahora puedes abarcar con la mirada mi plan íntegro y juzgarlo No niego que estoy muy satisfecho pues nunca hasta ahora mi cabeza produjo una unidad semejante la que mantiene unido este sistema y debo confesar que tengo mis razones por invencibles A causa de lo abstracto de la exposición que tiene por cierto mucha carne y hueso todavía tratándose de un tema semejante tendrás que ser indulgente conmigo pues creo haberme mantenido en el límite y a buen seguro que no habría podido ceder ni siquiera un poco en el rigor del estilo sin debilitar lo concluyente de las pruebas Y un par de semanas más tarde el 19 de enero de 1795 vuelve a escribir a Körner en estos términos Cuánta claridad posee el tratado en su forma actual incluso para lectores no kantianos esto es algo acerca de lo cual hice ayer por la tarde una experiencia muy interesante Se lo leí a Goethe y a Meyer que están aquí desde hace ocho días y ambos quedaron arrebatados por él ya desde el comienzo y ello de un modo tal que apenas si podría lograrlo una pieza oratoria Tú conoces al frío Meyer que siempre parece estar muy metido sólo en lo suyo en este caso empero siguió el hilo de la especulación con una atención una constancia y un interés que me sorprendieron por entero FrG 141 Al hablar de ser necesario y también como lo hace más abajo de divinidad Schiller evita la palabra Dios y con ello toda asociación con el mensaje de la Revelación Neotestamentaria principio de una religión positiva en la que la razón a los ojos del propio Schiller ya no puede satisfacerse porque la razón misma según su determinación epocal sólo comprende lo que produce por sí misma según su propio plan Kant Crítica de la razón pura Pref a la 2ª edición 93 la persona tendría que mudar y variar si lo primero el estado tendría que permanecer y durar en todo caso pues o la personalidad o la finitud tendría que dejar de ser142 No por el hecho de pensar de querer de sentir somos143 no por el hecho de ser pensamos queremos sentimos Somos porque somos sentimos pensamos y queremos porque fuera de nosotros hay además algo diferente La persona ha de ser pues su propio fundamento pues lo permanente no puede proceder de la mudanza y así tendríamos en primer lugar la idea del ser absoluto fundado en sí mismo esto es la libertad El estado ha de tener un fundamento puesto que no es por la persona ni es por ende absoluto ha de suceder y así tendríamos en segundo lugar la condición de todo ser o devenir dependiente el tiempo El tiempo es la condición de todo devenir es esta una proposición idéntica pues no dice sino que la sucesión es la condición de que algo suceda La persona que se revela en el YO eternamente constante y sólo en él no puede devenir no puede comenzar en el tiempo porque es el tiempo por el contrario el que ha de comenzar en ella porque la mudanza ha de tener por fundamento algo constante Algo ha de mudarse si debe haber mudanza y ese algo no puede ser a su vez mudanza Cuando decimos que la flor florece y se marchita consideramos la flor como lo permanente en esa transformación y le asignamos en cierto modo una persona donde se manifiestan aquellos dos estados Que el hombre ha de comenzar por volverse tal no es objeción alguna pues el hombre no es meramente persona sin más sino persona que se halla en un estado determinado Pero todo estado toda existencia determinada surge en el tiempo y es así como el hombre en cuanto fenómeno ha de comenzar aun cuando la inteligencia pura en él sea eterna Sin el tiempo esto es sin llegar a ser jamás sería un ser determinado su personalidad existiría como disposición por cierto pero no en acto Sólo por la sucesión de sus representaciones el yo permanente se capta a sí mismo como fenómeno 142 Kant Crítica de la razón práctica I libro I Sección 3ª Personalidad esto es la libertad e independencia respecto del mecanismo de la naturaleza toda En relación con el concepto de persona cf Sobre la gracia y la dignidad El hombre es al mismo tiempo una persona esto es un ser que es él mismo causa causa última y absoluta de sus estados y que puede mudarse según razones que toma de sí mismo 143 Aquí como en el curso posterior de la exposición al de Goethe y de Kant se suma el influjo de Fichte que a la sazón enseñaba en Jena y había trabado amistad con Schiller Éste no dejó de leer las Lecciones sobre el destino del docto 1794 y los Fundamentos de la doctrina toda de la ciencia 1794 obra esta última donde se lee lo siguiente Yo soy absolutamente esto es soy absolutamente porque soy Todo predicado posible del Yo designa una limitación del mismo El sujeto Yo es lo activo o existente de manera absoluta Mediante el predicado por ejemplo yo represento yo pretendo etc esa actividad queda encerrada en una esfera limitada 94 La materia de la actividad pues o la realidad que la inteligencia suprema144 crea desde sí misma el hombre ha de comenzar por recibirla y la recibe en efecto por la vía de la percepción como algo situado fuera de él en el espacio y como algo que cambia dentro de él en el tiempo Esa materia mudable en él es acompañada por su yo siempre inalterable y el precepto que le ha sido dado por su naturaleza racional consiste en permanecer él mismo de manera constante en toda mudanza en transformar todas las percepciones en experiencia esto es en la unidad del conocimiento y en hacer de cada uno de los modos de su manifestación en el tiempo una ley para todos los tiempos Sólo en tanto se transforma el hombre existe sólo en tanto permanece inalterable es él quien existe Representado en su perfección el hombre sería según ello la unidad persistente que en el flujo de las mudanzas permanece eternamente idéntica a sí misma Si bien un ser infinito una divinidad no puede devenir se ha de llamar divina no obstante una tendencia cuya tarea infinita consiste en realizar el carácter más específico de la divinidad manifestación absoluta de lo virtual realidad de todo lo posible y unidad absoluta de la apariencia necesidad de todo lo real El hombre lleva consigo en su personalidad de manera incontestable el germen para la divinidad el camino hacia ella si es que puede llamarse camino lo que jamás lleva a la meta se le abre en los sentidos Su personalidad considerada en sí misma y con independencia de toda materia sensible es sólo la disposición para una exteriorización infinita posible y mientras no intuya ni sienta no pasa de ser más que forma y facultad vacía Su sensibilidad considerada en sí misma y separada de toda actividad espontánea del espíritu nada puede salvo hacer de él que sin ella es mera forma una materia pero en modo alguno puede unir la materia con él Mientras el hombre sólo sienta sólo desee y actúe movido por el mero apetito no es todavía más que mundo si por este nombre entendemos simplemente el contenido informe del tiempo Es sólo su sensibilidad a buen seguro la que hace de su facultad una fuerza activa pero es sólo su personalidad la que transforma su obrar en suyo Así pues para no ser meramente mundo ha de dar forma a la materia para no ser meramente forma tiene que otorgarle realidad a la disposición que lleva consigo Realiza la forma cuando crea el tiempo y opone a lo persistente la mudanza a la unidad eterna de su yo la diversidad del mundo informa la materia en cambio 144 Repárese una vez más en el carácter de la expresión deliberadamente abstracta para referirse a Dios 95 cuando cancela otra vez el tiempo cuando afirma la permanencia en el cambio y somete la diversidad del mundo a la unidad de su yo Pues bien de aquí se desprenden para el hombre dos exigencias opuestas las dos leyes fundamentales de la naturaleza racional y sensible La primera exige realidad absoluta el hombre debe transformar en mundo cuanto es mera forma y hacer que se manifiesten todas sus capacidades la segunda exige formalidad absoluta debe anular dentro de sí cuanto es mero mundo e introducir acuerdo en todas sus mudanzas con otras palabras debe exteriorizar todo lo interno y dar forma a todo lo externo Ambas tareas pensadas en su cumplimiento supremo llevan de vuelta al concepto de la divinidad el punto desde donde partí 96 Carta duodécima Para satisfacer este doble cometido el de volver real lo necesario en nosotros y el de someter lo real fuera de nosotros a la ley de la necesidad nos vemos compelidos por dos fuerzas opuestas que puesto que nos empujan a realizar su objeto pueden con toda propiedad llamarse impulsos145 El primero de estos impulsos al que quiero denominar sensible parte de la existencia física del hombre o de su naturaleza sensible y su cometido consiste en ponerlo dentro de los límites del tiempo y volverlo materia no en darle materia146 porque para ello hace falta ya una actividad libre de la persona que acoge la materia y la distingue respecto de sí esto es de lo permanente Pero materia no significa aquí más que mudanza o realidad que llena el tiempo el impulso sensible exige por ende que haya mudanza que el tiempo tenga un contenido Este estado del tiempo meramente lleno llámase sensación y es sólo a través de él que la existencia física se vuelve real Como todo lo que está en el tiempo es sucesivo ocurre que por el hecho de que algo es todo lo demás queda excluido Cuando uno hace resonar un tono en un instrumento sólo él entre todos los tonos que podría emitir es real cuando el hombre tiene la sensación de una realidad presente toda la infinita posibilidad de sus determinaciones se reduce a este único modo de existencia De suerte que donde este impulso actúa de manera excluyente ahí se presenta por fuerza la máxima limitación en este estado el hombre no es más que la unidad de una magnitud un momento 145 El texto publicado en Las Horas incluía aquí la siguiente nota eliminada luego en la segunda edición No tengo ningún reparo en emplear esta expresión impulso Trieb de manera común aplicándola por igual a quien tiende ora a seguir una ley ora a satisfacer una urgencia aun cuando por lo general se la suele restringir a este último caso Pues así como las ideas de la razón se vuelven imperativos o deberes no bien se las traslada dentro de los límites del tiempo así también de esos deberes resultan impulsos no bien se los remite a algo determinado y real La veracidad por ejemplo como algo absoluto y necesario que la razón prescribe a toda inteligencia es real en el ser supremo porque es posible pues esto se contiene en el concepto de un ser necesario Precisamente esa idea puesta dentro de los límites de la Humanidad continúa siendo siempre necesaria por cierto pero sólo en sentido moral y debe cobrar luego realidad porque en un ser contingente la sola posibilidad no implica la realidad Pues bien si la experiencia ofrece un caso con el que puede vincularse este imperativo de la veracidad entonces despierta un impulso esto es una tendencia a poner en práctica aquella ley y a volver real la concordancia consigo mismo prescripta por la razón Este impulso surge de manera necesaria y no carece de él ni siquiera quien lo contradice en su obrar Sin él no habría voluntad alguna ni moralmente mala ni en consecuencia moralmente buena 146 Volverlo materia esto es una parte constitutiva del mundo físico dominado sólo por leyes naturales darle materia para una elaboración libre y autónoma 97 temporal lleno o mejor dicho él no es pues su personalidad queda abolida mientras lo domina la sensación y el fluir del tiempo lo arrebata consigo147 El ámbito de este impulso se extiende tanto como la finitud del hombre y puesto que toda forma sólo aparece en una materia todo absoluto sólo por medio de barreras el impulso sensible es ciertamente aquél con el que se afianza en definitiva el fenómeno íntegro de la humanidad Pero aun cuando despierte y desenvuelva por sí solo las capacidades de la humanidad también es verdad que por sí solo vuelve imposible su perfección148 Con lazos indestructibles encadena el espíritu anhelante de altura al mundo sensible y llama a la abstracción para hacerlo retornar de su peregrinación libérrima por el infinito hacia los límites del presente Bien es verdad que al pensamiento se le permite huir de él por momentos y que una voluntad firme se opone de manera victoriosa a sus exigencias pero pronto la naturaleza oprimida recobra sus derechos para reclamar imperiosamente la realidad de la existencia un contenido para nuestros conocimientos y una meta para nuestro obrar El segundo de aquellos impulsos que puede recibir el nombre de formal parte de la existencia absoluta del hombre o de su naturaleza racional y aspira a ponerlo en libertad a introducir armonía en lo diverso de sus manifestaciones y a afirmar su persona por entre todas las mudanzas de su estado Puesto que esta última como unidad absoluta e indivisible nunca puede hallarse en contradicción consigo misma puesto que nosotros somos nosotros mismos por toda la eternidad entonces aquél impulso que reclama de manera imperiosa la afirmación de la personalidad jamás puede exigir algo diferente de lo que está obligado a exigir por toda la eternidad decide pues para siempre tal como decide ahora y ordena para el presente lo que ordena para siempre Abarca por tanto la sucesión íntegra del tiempo y esto es tanto como suspender el 147 El lenguaje tiene para este estado de enajenación bajo el imperio de la sensación una expresión muy certera estar fuera de sí esto es fuera del propio yo Por más que tal expresión sólo se emplee cuando la sensación se vuelve muy intensa y ese estado más perceptible por su mayor duración lo cierto es que cada cual en tanto que sólo siente está fuera de sí El retornar desde este estado hacia el equilibrio y la sensatez se denomina con no menor acierto volver en sí esto es retornar al propio yo reconstituir la persona De uno que yace desmayado no se dice que está fuera de sí sino que perdió el sentido o que está inconsciente esto es que está privado de su yo De modo que de quien se recupera tras un desmayo se dice que está otra vez consciente lo cual bien puede conciliarse con el hecho de estar fuera de sí 148 Vollendung Sin el impulso sensible sinnlicher Trieb no hay conocimiento sino sólo pensamiento Kant Pero quien sólo piensa y no alcanza el nivel del conocimiento no es un hombre íntegro todavía ganz Mensch porque carece de una parte constitutiva la sensibilidad 98 tiempo cancelar la mudanza quiere que lo real sea necesario y eterno y que lo eterno y necesario sea real reclama imperiosamente con otras palabras verdad y derecho149 Si el impulso sensible sólo produce casos el segundo proporciona leyes leyes para cada juicio cuando se trata de conocimientos leyes para cada voluntad cuando se trata de actos Ya sea que conozcamos un objeto que atribuyamos validez objetiva a un estado de nuestro sujeto o bien que obremos en virtud de conocimientos que convirtamos un principio objetivo en el principio determinante de nuestro estado en ambos casos arrebatamos ese estado a la jurisdicción del tiempo y le concedemos una realidad válida para todo hombre y para todo tiempo esto es universalidad y necesidad El sentimiento puede decir solamente esto es verdadero para este sujeto y en este momento y puede llegar otro momento otro sujeto que revoque la afirmación del sentimiento actual Pero una vez que el pensamiento dice esto es entonces decide por toda la eternidad y la validez de su sentencia está garantizada por la personalidad misma que hace frente a todo cambio La inclinación puede decir solamente esto es bueno para tu individuo y para tu necesidad actual pero la mudanza arrastrará consigo tu individuo y tu necesidad actual y llegará el día en que convierta lo que ahora deseas con ardor en objeto de tu repugnancia Pero cuando el sentimiento moral dice esto debe ser entonces decide por toda la eternidad cuando tu confiesas la verdad porque es la verdad y practicas la justicia porque es la justicia entonces has convertido un caso individual en ley para todos los casos has tratado un instante de tu vida como si fuera la eternidad Así pues allí donde rige el impulso formal y el objeto puro150 actúa en nosotros se da el máximo acrecentamiento del ser desaparecen todas las limitaciones y el hombre se eleva desde aquella unidad cuantitativa a que el sentido mezquino lo había limitado a una unidad ideal que abarca el reino entero de los fenómenos Al realizar esta operación ya no nos encontramos en el tiempo sino que el tiempo está en nosotros con su entera sucesión infinita No somos ya individuos sino especie el juicio de todos los espíritus ha sido expresado por el nuestro nuestro acto encarna la elección de todos los corazones 149 Esto es lo verdadero y lo bueno el impulso formal se refiere pues de igual modo tanto al pensar cuya norma es la verdad como al obrar que halla la suya en el bien 150 El objeto puro es la inteligencia pura reine Intelligenz que como exigencia incondicionada y suprema vive en nosotros y constituye nuestro ser demónico como se expresa Schiller en ocasiones y que como lo absolutamente objetivo de la idea se contrapone a todo lo condicionado relativo y contingente de la realidad empírica 99 Carta decimotercera A primera vista nada parece oponerse tanto entre sí como las tendencias de ambos impulsos puesto que uno exige mudanza y el otro inmutabilidad Y sin embargo en esos dos impulsos se cifra el concepto de la humanidad y un tercer impulso fundamental que pudiese mediar entre ambos es un concepto absolutamente impensable Cómo restableceremos pues la unidad de la naturaleza humana que parece completamente abolida por esta oposición originaria y radical Bien es verdad que sus tendencias se oponen pero repárese bien no en los mismos objetos y dos cosas que no se tocan mal pueden chocarse una contra otra El impulso sensible reclama mudanza por cierto pero no que ella se extienda sobre la persona y su ámbito ni que esa mudanza sea un cambio de principios El impulso formal reclama unidad y permanencia pero no pretende que con la persona quede fijo también el estado ni que en la sensación haya identidad No son pues contrarios por naturaleza y cuando ello no obstante así se muestran e que se han vuelto tales por haber transgredido libremente la naturaleza al no comprenderse a sí mismos y al confundir sus respectivas esferas151 Velar sobre ellas y asegurar sus límites a cada uno 151 Tan pronto como uno afirma un antagonismo originario y por ende necesario de ambos impulsos bien se comprende que no hay otro medio para mantener la unidad en el hombre que subordinar de manera incondicional el impulso sensible al racional De allí puede surgir empero una mera uniformidad pero no una armonía y el hombre permanece por siempre escindido Ha de haber desde luego una subordinación pero será recíproca pues aun cuando las limitaciones no pueden en ningún caso fundar lo absoluto ni la libertad depender del tiempo también es cierto que lo absoluto por sí mismo no puede en ningún caso fundar las limitaciones que el estado en el tiempo no puede depender de la libertad Ambos principios están pues mutuamente subordinados y coordinados a la vez es decir se hallan en relación de reciprocidad Wechselwirkung en la defensa de esta acción recíproca por la que el intelecto no sojuzga la sensibilidad en un racionalismo obtuso ni la sensibilidad al intelecto en un empirismo estrecho consiste la finalidad de la educación estética sin forma no hay materia sin materia no hay forma Este concepto de la acción recíproca y toda su importancia han sido dilucidados de un modo admirable por Fichte en su Fundamento de la doctrina toda de la ciencia Leipzig 1794 Qué ocurre con la persona en el reino de las ideas es algo que claro está no sabemos pero que no puede manifestarse en el reino del tiempo sin recibir materia lo sabemos de cierto en este reino pues la materia tendrá algo que subordinar no sólo bajo la forma sino también junto con la forma e independientemente de ella Así como es de necesario pues que en el ámbito de la razón el sentimiento no tome decisión alguna así también lo es que la razón no pretenda determinar nada en el ámbito del sentimiento Ya por el hecho de atribuir a estas dos facultades dominios distintos se excluye a cada uno de ellos del territorio asignado al otro y se le impone a cada cual un límite que no puede transgredirse sino para detrimento de ambos En una filosofía trascendental donde todo estriba en liberar la forma respecto del contenido y mantener la necesidad pura y libre de toda contingencia uno se acostumbra muy fácilmente a pensar lo material como un mero obstáculo y a representarse la sensibilidad puesto que entorpece precisamente aquella labor de purificación de la forma como en una contradicción necesaria con la razón Semejante manera de representarse las cosas aun cuando de ningún modo se halle en el espíritu del sistema kantiano bien podría hallarse en su letra 100 de estos dos impulsos es la tarea de la cultura que les debe a ambos la misma justicia y que no ha de limitarse a defender el impulso racional contra el sensible sino también éste contra aquél El negocio de la cultura es pues doble consiste primeramente en preservar la sensibilidad contra las intervenciones de la libertad en segundo lugar en asegurar la personalidad contra el poderío de las sensaciones Aquello se alcanza mediante la educación del sentimiento esto otro mediante la educación de la razón Puesto que el mundo es algo extenso en el tiempo y es también mudanza la perfección de aquella facultad que pone al hombre en relación con el mundo habrá de consistir en la máxima variabilidad y extensión posibles Puesto que la persona es lo permanente en la mudanza la perfección de aquella facultad que debe oponerse al cambio habrá de consistir en la máxima autonomía e intensidad posibles Cuanto más polifacética es la formación de la receptividad cuanto más movediza es ésta y cuantos más planos ofrece a los fenómenos tanto más abarca del mundo el hombre tanto mayor número de capacidades desarrolla en su seno cuanto más vigor y más hondura cobra la personalidad cuanto mayor libertad posee la razón tanto más comprende del mundo el hombre tanto más de forma crea fuera de sí mismo Su cultura consistirá pues en lo siguiente primero en brindarle a la facultad receptiva los contactos más variados con el mundo y en elevar al máximo la pasividad por el lado del sentimiento segundo en adquirir para la facultad determinante la máxima independencia frente a la receptiva y en elevar al máximo la actividad por el lado de la razón Dondequiera se reúnan ambas aptitudes allí el hombre asociará a la suprema plenitud de existencia la autonomía y la libertad supremas y en lugar de perderse en el mundo lo absorberá antes bien en sí mismo con toda la infinidad de sus fenómenos y lo subordinará a la unidad de su razón Lo cierto es que el hombre puede invertir esta relación y con ello malograr su destinación de dos maneras diferentes Puede aplicar a la fuerza pasiva aquella intensidad que requiere la activa anticiparse mediante el impulso material al formal y convertir así la facultad receptiva en determinante O bien puede atribuir a la facultad activa aquella capacidad de extensión que corresponde a la pasiva anticiparse mediante La doctrina de Schiller acerca de los dos impulsos fundamentales descansa sobre distinciones que halló en la filosofía de Fichte quien en su escrito titulado Sobre el espíritu y la letra en la Filosofía 1794 ofreció su propia comprensión del problema apartándose de Schiller y sin tomarlo en cuenta Éste fue el origen de una disputa sumamente fructífera que cuajó en la correspondencia mutua y en diversos escritos pulcramente traducidos y comentados en Fichte 1998 101 el impulso formal al material y sustituir la facultad receptiva por la determinante En el primer caso jamás será él mismo en el segundo jamás será algo diferente de tal modo que precisamente por ello no será en ambos casos ni lo uno ni lo otro y será en consecuencia nada152 152 La influencia nefasta que el predominio de la sensibilidad ejerce sobre nuestro pensamiento y nuestra acción resulta evidente para cualquiera no tan fácil de ver aun cuando se presenta con tanta frecuencia como aquélla y sea igualmente grave resulta la influencia perjudicial del predominio de la razón sobre nuestro conocimiento y nuestra conducta Permítaseme por ello de entre la muchedumbre de casos pertinentes en este contexto recordar sólo dos que pueden iluminar los daños provocados por una facultad intelectiva y volitiva que se anticipa a la intuición y a la sensación Una de las causas principales de la lentitud con que avanzan nuestras ciencias naturales es manifiestamente la inclinación general y casi invencible a servirse de juicios teleológicos en los cuales sucede que tan pronto como se emplean con valor constitutivo ie tan pronto como la suposición de una finalidad para el conocimiento natural se emplea no de manera regulativa como una mera hipótesis de trabajo nacida de un postulado de nuestra facultad de juzgar sino de manera constitutiva como un principio real y válido del conocimiento la facultad determinante substituye a la receptiva No importa cuán intensa cuán variadamente la naturaleza excita nuestros órganos toda su diversidad se nos pierde porque nada buscamos en ella sino lo que en ella hemos puesto porque no le permitimos moverse contra nosotros y hacia nuestro interior empeñándonos antes bien con impaciente premónita razón contra ella y hacia nuestro exterior adviértase en esto el influjo de Goethe a quien también se debe el hecho de que Schiller equipare ahora el peligro del predominio de la sensibilidad con el del de la racionalidad Si entonces al cabo de siglos llegase alguien que se acercara a la naturaleza con sentidos serenos castos y abiertos y que por ello mismo tropezara con una porción de fenómenos que nosotros por nuestra prevención habíamos desatendido nos admiraríamos sobremanera de que tantos ojos mirando a la clara luz del día no hubiesen notado antes nada Este precipitado anhelo de armonía anterior a la reunión de las voces que han de formarla esta usurpación violenta por parte de la facultad intelectiva en un ámbito donde no debe imperar de manera incondicionada es la razón de la esterilidad de muchos ingenios dados al cultivo de la ciencia y es difícil decir quién ha estorbado más la ampliación de nuestros conocimientos si la sensibilidad que no acepta una forma o la razón que no aguarda a recibir un contenido Igualmente difícil sería determinar si nuestra filantropía práctica se ve cohibida y enfriada más por la intensidad de nuestros apetitos o por la rigidez de nuestros principios más por el egoísmo de nuestros sentidos o por el de nuestra razón Para hacernos hombres compasivos altruistas diligentes sentimiento y carácter han de aunarse mutuamente del mismo modo que para adquirir experiencia los sentidos abiertos tienen que darse la mano con un entendimiento vigoroso Cómo podríamos ser equitativos bondadosos y humanos para con los otros por muy loables que fuesen nuestras máximas morales si nos falta la capacidad para acoger en nosotros con fidelidad y verdad la naturaleza ajena para compenetrarnos de situaciones extrañas y para hacer nuestros los sentimientos de los demás Pero esta facultad se ve sofocada tanto en la educación que recibimos como en la que nos proporcionamos a nosotros mismos en la misma medida en que se busca quebrantar el poder de los apetitos y afianzar el carácter mediante principios Como es penoso y difícil dada la gran vivacidad del sentimiento permanecer fiel a sus principios se apela al medio más cómodo de asegurar la firmeza del carácter embotando los sentimientos pues es infinitamente más fácil por cierto tener paz ante un adversario desarmado que dominar a un enemigo valiente y robusto En esta operación consiste también por lo general lo que se llama formar a un hombre y ello en el mejor sentido de la palabra el referido al cultivo del hombre interior y no meramente exterior Un hombre así formado estará asegurado como bien se comprende contra la lacra de ser una naturaleza basta y de mostrarse como tal pero al mismo tiempo los principios le habrán puesto una coraza contra todas las impresiones de la naturaleza y la humanidad exterior podrá aproximársele tan poco como la interior Se abusa de manera muy perniciosa del ideal de perfección cuando se lo toma en todo su rigor por fundamento de los juicios que uno hace sobre los otros hombres y en aquellos casos en que uno debe actuar por ellos Lo primero conduce al fanatismo lo segundo a la dureza y frialdad del corazón Ni que decir tiene que uno vuelve extraordinariamente fáciles sus deberes sociales cuando mediante el pensamiento substituye al hombre real que reclama nuestra ayuda por el hombre ideal que probablemente podría ayudarse a sí mismo En ser severo consigo mismo e indulgente con los demás estriba el carácter verdaderamente admirable según la conocida sentencia de Ausonio Ignoscas aliis multa tibi nihil Tr Pero por lo general quien es indulgente con los demás lo será también consigo y 102 Si el impulso sensible en efecto se torna determinante si el sentido hace las veces de legislador y el mundo sojuzga a la persona cesa el mundo de ser objeto en la misma proporción en que se vuelve fuerza Tan pronto como el hombre no es más que contenido del tiempo deja de ser él y tampoco tiene por consiguiente contenido alguno Junto con su personalidad también su estado queda abolido porque ambos conceptos están unidos por un lazo de reciprocidad porque la mudanza exige algo permanente y la realidad limitada una realidad infinita Si el impulso formal se torna receptivo esto es si el pensamiento se anticipa a la sensación y la persona se substituye al mundo cesa ella de ser una fuerza independiente y un sujeto en la misma proporción en que haya usurpado el puesto del objeto porque lo permanente exige mudanza y la realidad absoluta requiere barreras para manifestarse Tan pronto como el hombre es sólo forma ya no tiene forma alguna y por consiguiente junto con el estado también ha quedado anulada la persona En una palabra sólo en la medida en que el hombre es autónomo hay realidad fuera de él y es receptivo sólo en cuanto es receptivo hay realidad en él y es una fuerza pensante Ambos impulsos necesitan pues limitación y en la medida en que se los piensa como energías distensión el primero para no introducirse en la esfera de la legislación y el segundo en la de la sensación Pero aquella distensión del impulso sensible no debe ser en ningún caso el efecto de una incapacidad física y de un embotamiento de las sensaciones que donde quiera se manifieste sólo merece desprecio ha de ser por el contrario un acto de la libertad una actividad de la persona que por su concentración moral modera la de los sentidos y que al dominar las impresiones les quita profundidad para darles superficie El carácter ha de asignar sus límites al temperamento pues sólo en beneficio del espíritu puede la sensibilidad quedar restringida Tampoco la otra distensión la del impulso formal ha de ser efecto de una incapacidad espiritual y de un enervamiento de la potencia intelectiva o de la volitiva porque esto rebajaría la humanidad La fuente dignísima de esa distinción ha de ser una plenitud de sensaciones la sensibilidad misma ha de defender su campo con fuerza victoriosa y resistir la violencia que el espíritu de buen grado querría hacerle anticipándosele con su actividad En una palabra la personalidad debe mantener el impulso material dentro de los límites quien es severo consigo lo será con los demás el más despreciable entre todos es el carácter indulgente consigo y severo con los demás 103 debidos así como la receptividad o la naturaleza el impulso formal dentro de los suyos153 153 También Schiller al igual que los portavoces de la sophía de la Primera Época Homero Hesíodo Solón previene a los hombres contra el peligro aniquilador de la desmesura hýbris también su palabra resuena en defensa de la medida de la proporción de la armonía 104 Carta decimocuarta Henos aquí ahora llevados hasta el concepto de una tal acción recíproca entre ambos impulsos donde la eficiencia del uno fundamenta al par que limita la del otro y donde cada uno de ellos individualmente considerado alcanza su manifestación máxima precisamente por el hecho de que el otro está activo Esta acción recíproca de ambos impulsos es en rigor una mera tarea de la razón que el hombre está en condiciones de resolver cabalmente sólo en la plenitud de su existencia Ella es en el sentido más preciso de la palabra la idea de su humanidad algo infinito por ende a que puede acercarse siempre más en el transcurso del tiempo pero sin alcanzarlo jamás154 Él no debe aspirar a la forma a expensas de su realidad ni a la realidad a expensas de la forma debe por el contrario buscar el ser absoluto mediante un ser determinado y el ser determinado mediante uno infinito Debe poner un mundo frente a sí porque es persona y debe ser persona porque tiene un mundo frente a sí Debe sentir porque es consciente de sí y debe ser consciente de sí porque siente Ser realmente hombre según esta idea serlo en consecuencia en el sentido pleno de la palabra es algo de lo que jamás puede tener experiencia en tanto satisfaga de manera excluyente sólo uno de ambos impulsos o bien uno tras otro pues en tanto que sólo siente su persona o su existencia absoluta no deja serle un misterio y otro tanto ha de ocurrirle con su existencia en el tiempo o con su estado en tanto que sólo piensa Pero dado que hubiese casos en que el hombre hiciese a la vez esa doble experiencia en que él tuviese al mismo tiempo la conciencia de su libertad y el sentimiento de su existencia o donde al mismo tiempo se sintiese como materia y se conociese como espíritu entonces en tales casos sólo y únicamente en ellos tendría una intuición completa de su humanidad y el objeto que se la proporcionase sería para él un símbolo de su destinación cumplida155 y le serviría en consecuencia puesto que ella es alcanzable sólo en la totalidad del tiempo como una representación de lo infinito 154 En la idea de su humanidad concebida como tarea en ese ideal en sentido kantiano frente al cual sólo cabe una aproximación infinita se vuelve concreto de manera epocal el mandato sapiencial de la distinción del hombre respecto de sí mismo Fichte identifica ese ideal con la libertad El hombre debe aproximarse siempre más de manera infinita a la libertad de suyo inalcanzable Fundamento de la doctrina toda de la ciencia 179495 3 corol 7 155 Una destinación que en el sentido de las tres Épocas constitutivas de la historia de la filoSOFÍA se realiza de manera diferenciada en las figuras del héroe del santo y del ciudadano cf Boeder H 1980 105 Suponiendo que puedan presentarse en la experiencia casos de este género ellos despertarían en el hombre un nuevo impulso que precisamente porque los otros dos operan en él de manera conjunta se opondría a cada uno de ambos considerados aisladamente y valdría con justa razón como un impulso nuevo156 El impulso sensible pide mudanza un contenido para el tiempo el impulso formal pide la supresión del tiempo la abolición de toda mudanza Por consiguiente aquel impulso donde ambos actúan de consuno séame concedido hasta que justifique esta denominación llamarlo lúdico157 el impulso lúdico pues estaría orientado a anular el tiempo en el tiempo a conciliar el devenir con el ser absoluto la mudanza con la identidad El impulso sensible aspira a volverse determinado quiere acoger su objeto el impulso formal aspira a determinar por sí quiere producir su objeto el impulso lúdico procurará pues recibir tal como el impulso formal hubiese producido y producir tal como los sentidos tienden a recibir El impulso sensible excluye de su sujeto toda autonomía y libertad el impulso formal excluye del suyo toda dependencia toda pasividad La exclusión de la libertad empero es una necesidad física la de la pasividad una necesidad moral Ambos impulsos constriñen pues el espíritu aquél por leyes naturales éste por leyes de la razón Es así como el impulso lúdico donde ambos operan a la par constreñirá el espíritu de manera moral y física al mismo tiempo es así como al suprimir toda contingencia suprimirá también toda constricción y pondrá al hombre en libertad tanto física como moralmente Cuando abrazamos con pasión a quien es digno de nuestro desprecio sentimos dolorosamente la constricción de la naturaleza Cuando abrigamos un sentimiento hostil contra otro que exige nuestro respeto sentimos dolorosamente la constricción de la razón Pero en cuanto ese tercero atrae nuestra inclinación y obtiene al mismo tiempo nuestro respeto desaparece tanto la coacción del sentimiento como la de la razón y comenzamos a amarlo esto es a movernos con nuestra inclinación y con nuestro respeto a la vez 156 En el sentido no de un tercer impulso además del material y el formal como hizo Fichte que distinguió un impulso estético autónomo sino en el de una resultante donde la acción recíproca de dos fuerzas opuestas halla su equilibrio óptimo 157 Este concepto que al menos en cuanto a su contenido es propia y auténticamente schilleriano contiene in nuce el concepto de la libertad y de una libertad como se verá por lo que sigue en esta misma carta donde la forma la idea el sentido configura de tal modo la materia la sensibilidad la percepción sensible que ésta parece desplegar sólo la ley de su propia existencia y donde la materia de tal modo presta a la forma una apariencia y la vuelve luego perceptible que uno cree ver surgir allí la forma pura encarnando sólo su propio ser En el concepto del juego que anula toda coacción heterónoma se renueva pues la fórmula según la cual en el estado estético se realizan las dos esferas de la existencia en libertad recíproca y lo bello es concebido como libertad en el fenómeno FrG 106 Puesto que además el impulso sensible nos constriñe de manera física y el impulso formal de manera moral resulta que el primero abandona a la contingencia nuestra constitución formal y el segundo nuestra constitución material por donde es contingente que nuestra felicidad coincida con nuestra perfección o ésta con aquélla El impulso lúdico pues donde ambos actúan de consuno volverá contingentes a un mismo tiempo nuestra constitución formal y nuestra constitución material a un mismo tiempo nuestra perfección y nuestra felicidad pero él también anulará a su vez la contingencia de ambas precisamente por hacer que ambas sean contingentes es así dado que con la necesidad desparece también la contingencia como introducirá forma en la materia y realidad en la forma En la misma medida en que despoja a las sensaciones y afecciones de su influjo dinámico las pondrá en armonía con ideas de la razón y en la misma medida en que quite a las leyes de la razón su constricción moral las reconciliará con el interés de los sentidos 107 Carta decimoquinta Cada vez estoy más cerca de la meta a que por un sendero poco halagüeño quería conduciros Si consentís dar conmigo algunos pasos más todavía tanto más libre será el horizonte que descubriréis y una perspectiva llena de encantos acaso os recompense por la fatiga del camino El objeto del impulso sensible expresado en un concepto universal se llama vida en su sentido más lato un concepto que designa toda existencia material y toda presencia sensible inmediata El objeto del impulso formal expresado en un concepto universal se llama forma en su acepción tanto figurada como propia un concepto que abarca todas las características formales de las cosas y todas sus relaciones con las facultades pensantes El objeto del impulso lúdico representado según un esquema universal podrá pues llamarse forma viviente un concepto que sirve para designar todas las características estéticas de los fenómenos y en una palabra lo que en el sentido más lato se denomina belleza Según esta explicación suponiendo que lo fuese la belleza no se extiende al ámbito íntegro de lo viviente ni queda limitada simplemente a su dominio Un bloque de mármol no por ser algo inanimado como es deja de volverse una forma viviente en manos del arquitecto y escultor un hombre bien que viva y tenga una forma no es ya por ello ni mucho menos una forma viviente Para ello hace falta que su forma sea vida y su vida forma En tanto que nos limitamos a pensar acerca de su forma ésta carece de vida es una mera abstracción en tanto que nos limitamos a sentir su vida ésta es informe una mera impresión Sólo en cuanto su forma vive en nuestra sensibilidad y su vida cobra forma en nuestro entendimiento entonces él es una forma viviente y así lo será en todos los casos en que lo juzguemos como bello Pero por el hecho de saber indicar cuáles son las partes constitutivas de cuya reunión surge la belleza su génesis no se ha explicado todavía en modo alguno pues para ello haría falta comprender aquella unión misma que nos resulta tan insondable como en términos generales toda acción recíproca entre lo finito y lo infinito La razón en virtud de principios trascendentales plantea la exigencia siguiente debe haber una comunidad entre el impulso formal y el impulso material esto es debe haber un 108 impulso lúdico porque el concepto de humanidad158 sólo se perfecciona por la unidad de la realidad con la forma de la contingencia con la necesidad de la pasividad con la libertad Y la razón está obligada a plantearse tal exigencia precisamente por serlo porque ella en virtud de su propio ser reclama la perfección la abolición de todas las barreras159 mientras que la actividad excluyente de éste o del otro impulso deja la naturaleza humana imperfecta y le impone una barrera En consecuencia tan pronto como la razón proclama que debe existir una humanidad ya por ello mismo ha dictado la ley de que debe haber una belleza160 La experiencia puede respondernos la cuestión de si existe una belleza y nosotros sabremos tan pronto como nos lo haya enseñado si existe una humanidad Cómo puede haber una belleza empero y cómo es posible una humanidad esto ni la razón ni la experiencia pueden enseñárnoslo El hombre bien lo sabemos no es de manera excluyente ni materia ni espíritu La belleza como cima y corona de su humanidad no puede ser entonces ni exclusivamente vida según lo han afirmado sagaces observadores atentos con rigor excesivo a los testimonios de la experiencia a la que el gusto de la época querría de buen grado rebajar a ese oficio ni puede ser tampoco exclusivamente forma según el juicio tanto de filósofos especulativos que han ido demasiado lejos al apartarse de la experiencia como de artistas dados a filosofar que al explicar la belleza han sido demasiado dóciles a las necesidades del arte161 la belleza es el objeto común de ambos impulsos esto es del impulso lúdico El uso del idioma justifica plenamente estos nombres puesto que acostumbra a designar con la palabra juego todo aquello que no es ni subjetiva ni objetivamente contingente y sin embargo tampoco constriñe ni exterior ni interiormente Puesto que el ánimo al contemplar lo bello se halla en un feliz término medio entre la ley y la necesidad entonces precisamente por ello por encontrarse repartido entre ambas se substrae a la coacción tanto de una como de otra 158 I e el de la esencia del hombre 159 La razón es lo libre una facultad de los principios que sólo se satisface en lo incondicionado cf Kant Crítica del Juicio 76 160 Con las afirmaciones que preceden Schiller ha satisfecho su propósito de brindar una fundamentación trascendental crítica de la belleza en la medida en que ésta se desprende a priori del concepto de hombre en cuanto tal 161 Burke en sus Indagaciones filosóficas sobre el origen de nuestros conceptos de lo sublime y de lo bello reduce la belleza a simple vida Todo partidario del sistema dogmático que se haya declarado alguna vez sobre ese objeto la reduce por lo que conozco a simple forma tal ocurre entre los artistas con Rafael Mengs en sus Reflexiones sobre la belleza y el gusto en la pintura por no mencionar aquí a otros Como en todo también en esta cuestión la filosofía crítica abrió el camino para reducir el ámbito de la experiencia a principios y la especulación a la experiencia La obra de Edmund Burke 17291797 cuyas ideas estéticas lo vinculan con el empirismo y el sensualismo se publicó en 1756 Garve la tradujo al alemán de manera anónima en 1773 El tratado de Raffael Mengs 17281779 apareció por su parte en 1762 109 El impulso material y el impulso formal están seriamente comprometidos con sus exigencias porque en materia de conocimiento el primero considera la realidad de las cosas y el segundo su necesidad y en materia de acción el primero se ordena a la conservación de la vida y el segundo a la defensa de la dignidad de suerte que el norte de ambos es la verdad y la perfección Pero la vida se vuelve más indiferente cuando interviene la dignidad y el deber deja de obligar tan pronto como la inclinación atrae así también el ánimo capta de manera más libre y más serena la realidad de las cosas la verdad material en cuanto ésta concuerda con la verdad formal con la ley de la necesidad y deja de sentirse tenso por la abstracción en cuanto ésta puede ser acompañada por la intuición inmediata En una palabra no bien entra en comunión con las ideas toda cosa real pierde su gravedad porque se torna pequeña y en cuanto se junta con la sensación quien la pierde es lo necesario porque se torna ligero Pero entonces puesto que se lo reduce a un mero juego tal me figuro que ya desde hace largo rato estáis tentado de objetarme no queda lo bello rebajado y emparejado con los objetos baladíes que desde siempre ha sido designados con aquel nombre No contradice al concepto de la razón y a la dignidad de la belleza considerada por cierto como un instrumento de la cultura el reducirla a no ser más que un mero juego y no contradice el concepto empírico del juego compatible con la exclusión de todo buen gusto el reducirlo a la sola belleza Pero qué significa un mero juego cuando sabemos ya que de entre todos los estados de que el hombre es capaz precisamente el juego y sólo él lo vuelve completo y le hace desplegar a un mismo tiempo sus dos naturalezas Lo que vos según vuestra representación de las cosas llamáis limitación llámolo según la mía y la he justificado mediante pruebas extensión Yo diría antes bien precisamente lo contrario con lo ameno con lo bueno con lo perfecto el hombre se comporta sólo seriamente con la belleza en cambio juega Bien es verdad que aquí no debemos sacar a colación los juegos habituales en la vida real que se orientan por lo común hacia objetos muy materiales pero en la vida real también buscaríamos en vano la belleza de que aquí se trata La belleza existente en la realidad es digna del impulso lúdico existente en la realidad pero mediante el ideal de belleza que la razón erige se propone también un ideal del impulso lúdico que en todos sus juegos debería el hombre tener ante los ojos Uno jamás errará si busca el ideal que un hombre se forja de la belleza por el mismo camino por el que satisface su impulso lúdico Cuando las tribus griegas se deleitan en los certámenes olímpicos con las competencias incruentas del vigor de la 110 velocidad de la destreza así como en la contienda más noble de los talentos y cuando el pueblo romano se regocija con la lucha a muerte de un gladiador vencido o de su contrincante libio162 ya por este solo rasgo nos resultará comprensible por qué no hemos de buscar en Roma sino en Grecia las figuras ideales de una Venus de una Juno de un Apolo163 La razón declara empero lo bello no debe ser mera vida ni mera forma sino forma viviente es decir belleza dictando al hombre la doble ley de la formalidad absoluta y de la absoluta realidad Ella pronuncia también por tanto esta sentencia el hombre no debe sino jugar con la belleza y no debe jugar sino con ella Pues para decirlo de una vez por todas el hombre juega sólo cuando es hombre en la acepción cabal de la palabra y sólo cuando juega es plenamente hombre164 Esta proposición que en este punto puede parecer acaso una paradoja cobrará una significación considerable y profunda una vez que hayamos logrado aplicarla a dos cuestiones igualmente graves la del deber y la del destino sobre ella descansará os lo aseguro el edificio entero del arte estético y el del aún más difícil arte de vivir Se trata de una proposición por lo demás que sólo en el ámbito de la ciencia resulta inesperada ya durante largo tiempo estuvo viva y activa en el arte y en el sentimiento de los griegos de sus maestros más distinguidos sólo que ellos llevaron al Olimpo lo que debía realizarse en la tierra Guiados por la verdad de aquel aserto hicieron desaparecer de la frente de los dioses bienaventurados tanto la seriedad y el trabajo que surcan de arrugas las mejillas de los mortales como el placer baladí que alisa el rostro anodino libraron a los eternamente satisfechos del yugo que todo fin todo deber toda preocupación impone e hicieron del ocio y de la indiferencia la envidiable suerte de la condición divina165 un nombre simplemente más humano para el más libre y más sublime de los seres Tanto la coacción material de las leyes naturales como la espiritual de las leyes morales se desvanecieron en su concepto más elevado de necesidad que abrazaba ambos mundos a la par y sólo de la unidad de aquellas dos necesidades surgió para aquellos mismos artistas la verdadera libertad166 Animados por 162 El león 163 Si uno compara para atenernos al ámbito del mundo moderno las carreras hípicas en Londres las corridas de toros en Madrid los spectacles del París de otrora las regatas de góndolas en Venecia las riñas de perros con jabalíes en Viena y la alegre y animada vida del Corso en Roma no será difícil ponderar el gusto que corresponde a cada uno estos diferentes pueblos Con todo entre las diversiones populares de estos diversos países muéstrase mucha menos uniformidad que entre los juegos de la sociedad distinguida en ellos cosa que es fácil de explicar 164 Aparece aquí un modo de entender la realización y la plenitud del hombre que resulta completamente ajeno a las figuras sapienciales tanto de la Época Primera como de la Época Media 165 De allí el epíteto homérico los que viven la vida fácil Il VI 138 Od IV 805 etc 166 Véase en relación con lo sigue el poema El ideal y la vida 111 este espíritu borraron de los rasgos del rostro de su ideal la inclinación y también a un mismo tiempo todo rastro de voluntad o mejor dicho volviéronlas irreconocibles porque supieron enlazarlas en la unión más íntima No es gracia ni es tampoco dignidad lo que nos expresa el magnífico rostro de la Juno Ludovisi no es ninguna de ambas cosas porque es ambas a la vez Mientras que el dios femenino reclama nuestra veneración la mujer de porte divinal enciende nuestro amor pero mientras arrobados nos entregamos a su celestial encanto su celestial autosuficiencia nos espanta En sí misma reposa y mora la figura toda una creación completamente cerrada y como si estuviera allende el espacio ni se abandona ni opone resistencia allí no hay fuerza que luche contra otras ninguna brecha por donde pudiese penetrar lo temporal Conmovidos y atraídos irresistiblemente por lo uno mantenidos a distancia por lo otro nos hallamos a un mismo tiempo en el estado de la suprema calma y de la suprema agitación y surge así aquella emoción maravillosa para la que no tiene conceptos el entendimiento ni nombres el lenguaje 112 Carta decimosexta167 De la acción recíproca de dos impulsos contrarios y del enlace de dos principios contrarios hemos visto surgir lo bello cuyo supremo ideal habrá que buscar pues en la más perfecta alianza y equilibrio de la realidad y de la forma Pero este equilibrio no dejará de ser siempre sino una simple idea a la que la realidad jamás podrá adecuarse por completo En la realidad siempre un elemento prevalecerá sobre el otro y lo máximo que logre la experiencia será una oscilación entre ambos principios donde predomine ora la realidad ora la forma La belleza en la idea no puede ser pues sino eternamente indivisible y única porque no puede haber más que un solo equilibrio la belleza en la experiencia en cambio será eternamente doble porque en una oscilación el equilibrio puede perderse de dos modos conviene a saber por exceso o por defecto En una de las cartas precedentes he observado y también puede inferírselo con rigurosa necesidad a partir de lo expuesto hasta este punto que de lo bello deben esperarse a un mismo tiempo un efecto que distiende y otro que tensa el primero para mantener en sus límites tanto el impulso sensible como el formal el otro para conservar a ambos en su fuerza Pero estos dos efectos de la belleza deben reducirse según la idea a uno solo y único La belleza debe distender tensando ambas naturalezas del mismo modo y debe tensar distendiéndolas del mismo modo Esto se sigue ya del concepto de una acción recíproca en virtud del cual ambas partes al condicionarse una a la otra de manera necesaria y simultánea son a su vez condicionadas una por la otra siendo la belleza el producto más acendrado de una tal acción Pero la experiencia no nos ofrece ningún ejemplo de una acción recíproca tan perfecta por el contrario en todo tiempo dentro de su esfera la preponderancia provocará en mayor o menor grado una insuficiencia y la insuficiencia una preponderancia Así pues aquello que en la belleza ideal distinguimos sólo por la representación difiere efectivamente en la belleza que nos ofrece la experiencia por el hecho de existir La belleza ideal aunque simple e indivisible muestra en diferentes relaciones una propiedad relajante y enérgica a la vez168 en la experiencia en cambio hay una belleza relajante y otra enérgica Así es y 167 Con esta carta véase supra nota 96 concluye la sección destinada a lograr una deducción del concepto racional puro de belleza La necesidad de tal deducción se desprende de la comprensión de lo bello como fundamento que hace posible el cumplimiento de la tarea humana por antonomasia la unificación de su doble naturaleza sensible y racional Lo bello es por ende una condición de la verdadera humanidad del hombre 168 Relajante o laxante entendido este último término en su acepción etimológica El adjetivo enérgico energisch relativamente tardío en la lengua alemana aparece utilizado precisamente en la 113 así será en todos los casos donde lo absoluto esté inserto dentro de los límites del tiempo y donde las ideas de la razón deban ser realizadas en la humanidad Así el hombre reflexivo comprende la virtud la verdad la felicidad el hombre activo en cambio se limitará a ejercitar virtudes a captar verdades a disfrutar de días felices Referir éstos a aquéllos reemplazar los actos morales por la moralidad los conocimientos por el conocimiento los días felices por la felicidad es la misión de la educación física y moral hacer surgir de las bellezas la belleza es el cometido de la educación estética La belleza enérgica no puede preservar al hombre contra un cierto residuo de rudeza y rigidez del mismo que tampoco la belleza relajante podrá defenderlo contra un cierto grado de blandura y enervamiento Pues como el efecto de la primera consiste en tensar el ánimo tanto en sentido físico como moral y en aumentar su elasticidad ocurre muy fácilmente que la resistencia del temperamento y del carácter disminuye la receptividad para las impresiones que también la porción más delicada de nuestra humanidad experimenta una opresión que debiera alcanzar tan sólo a nuestra naturaleza inferior y basta y que ésta participa de un incremento de fuerza que debiera valer sólo para la persona libre de allí que en las épocas de vigor y abundancia uno encuentre la grandeza verdadera de las representaciones emparejada con lo descomunal y lo extravagante y la sublimidad del carácter con los más horrendos arrebatos de la pasión de allí también que en las épocas dominadas por la disciplina y la forma con la misma frecuencia encuentre uno la naturaleza tiranizada al par que dominada ultrajada al par que sobrepujada Y puesto que el efecto de la belleza relajante consiste en distender el ánimo tanto en sentido moral como físico así también sucede con igual facilidad que junto con la violencia de los deseos se sofoque también el brío de los sentimientos y que además el carácter sufra una pérdida de fuerza que sólo debería afectar a la pasión de allí que en las épocas que llamamos refinadas no sea raro ver cómo la delicadez degenera en afeminamiento la llaneza en trivialidad la corrección en vacuidad la liberalidad en capricho la ligereza en frivolidad la calma en apatía y se verá al cabo cómo la más despreciable caricatura linda con la más soberana humanidad Al hombre constreñido o por la materia o por las formas la belleza relajante le resulta entonces necesaria pues ha sido conmovido por la grandeza y la fuerza mucho antes de volverse época de Schiller hacia fines del siglo XVIII y comienzos del XIX con el significado de que irradia fuerza cf PaulBetz Deutsches Wörterbuch La traducción belleza enérgica es pues literal Por el sentido bien cabría decir belleza vigorizadora 114 sensible a la gracia y la armonía El hombre en cambio que vive en la molicie indulgente del gusto estético lo que necesita es la belleza enérgica pues en el estado de refinamiento pierde de manera culpable y con excesiva complacencia una fuerza que le viene de su estado de barbarie primitiva Y ahora creo se aclarará y refutará aquella contradicción169 que uno acostumbra encontrar tanto en los juicios de los hombres acerca de la influencia de lo bello como en su valoración de la cultura estética Queda aclarada tal contradicción en cuanto uno recuerda que en la experiencia hay dos especies de belleza y que ambas partes afirman acerca del género íntegro lo que cada una es capaz de probar sólo acerca de una de sus especies particulares Queda eliminada tal contradicción en cuanto uno distingue la doble necesidad de la humanidad con la que aquella doble belleza se corresponde Ambas partes tendrán verosímilmente razón tan pronto como se pongan de acuerdo sobre la especie de belleza y la forma de humanidad a que en cada caso se refieren Es por ello por lo que en la prosecución de mis indagaciones haré también mío el camino que en materia de estética la Naturaleza sigue con el hombre y me elevaré desde las especies de la belleza hacia su concepto genérico170 Examinaré los efectos de la belleza relajante sobre el hombre en tensión y los de la belleza enérgica sobre el hombre distendido para venir a cancelar la oposición de ambas especies de belleza en la unidad de la belleza ideal así como aquellas dos formas opuestas de humanidad también desaparecen en la unidad del hombre ideal 169 Desplegada en la carta décima 170 En verdad Schiller expuso en las Cartas sólo el efecto de la belleza relajante sobre el hombre tenso por el esfuerzo y no el efecto complementario de la belleza enérgica ni tampoco el surgir de ambas en la belleza ideal En tal sentido las Cartas sobre la educación estética no pasan de ser un fragmento que cuando se ha de comprender real e íntegramente la concepción fundamental de Schiller ética al par que estética precisa ser completado por los artículos mucho más breves en su desarrollo por cierto De lo sublime y en particular Sobre lo sublime Es por ello que las cartas siguientes de la 17ª a la 27ª tenían en la edición de Las Horas el siguiente título general La belleza relajante Continuación no Conclusión de las Cartas sobre la educación estética del hombre Sólo en la polaridad tensa de lo bello constantemente sostenida en la figura de la belleza relajante y de la enérgica de la libre armonía éticosensible del juego y de la victoria libre del espíritu sobre la naturaleza en lo trágico sublime puede preservarse con pureza dentro de la realidad terrenal y humana la suprema unidad de ambas la belleza ideal que quiere ser siempre alcanzada sin poder serlo nunca En la medida en que la interpretación al uso de la Estética schilleriana tomó las Cartas de manera aislada y las tuvo por el auténtico y completo credo estético del poeta Schiller se volvió el representante unilateral de aquel equilibrio entre lo moral y lo sensible lo armonioso y lo bello sostenido en términos semejantes por Shaftesbury y también por Wieland pero que no le hace justicia a la grandeza realmente tensa de su convicción determinada por lo incondicionado y absoluto Esa comprensión schilleriana del hombre estetizante y armonizante tuvo por consecuencia que en todos aquellos casos en que el propio Schiller limitó y anuló la armonía éticosensible y su reflejo en la belleza relajante mediante la oposición de la belleza enérgica de lo sublime y de lo trágico se le imputaran recaídas en un dualismo éticoreligioso que debía de atribuirse a representaciones cristianas no superadas del todo FrG 115 Carta decimoséptima Mientras que sólo se trataba de deducir la idea universal de la belleza a partir del concepto de la naturaleza humana en general no nos era lícito traer a colación ninguna limitación suya fuera de las que están fundadas de manera inmediata en su propia esencia y son inseparables del concepto de finitud Sin preocuparnos por las limitaciones contingentes que tal naturaleza pudiera padecer en su aparición real obtuvimos el concepto de la misma de manera inmediata a partir de la razón concebida como la fuente de toda necesidad y con el ideal de la humanidad quedó dado al mismo tiempo el ideal de la belleza Pero ahora descendemos desde la región de las ideas al escenario de la realidad para reencontrarnos con el hombre en un estado determinado y sometido por ende a limitaciones que no dimanan originariamente de su mero concepto sino de circunstancias exteriores y de un uso contingente de su libertad Sean cuales fueren los modos en que pueda estar limitada en él la idea de la humanidad ya el simple contenido de esa idea nos enseña que de ella sólo puede haber en suma dos desviaciones opuestas Si la perfección del hombre reside en el vigor armonioso de sus fuerzas sensibles y espirituales entonces él no podrá frustrar esa perfección más que por una mengua en la armonía o por una falta de vigor Así pues antes de haber escuchado los testimonios de la experiencia en esta materia estamos ya ciertos de antemano por la sola razón de que hallaremos al hombre real y por consiguiente limitado en un estado ya de tensión ya de distensión según y conforme o bien la actividad unilateral de sus potencias aisladas perturbe la armonía de su ser o bien la unidad de su naturaleza descanse sobre el relajamiento uniforme de sus potencias sensibles y espirituales Ambas limitaciones opuestas son salvadas como enseguida habrá que demostrarlo mediante la belleza que restablece en el hombre en tensión la armonía y en el distendido el vigor y de este modo según su propia naturaleza reduce el estado de limitación a uno de integridad incondicionada y hace del hombre una totalidad cuya perfección se funda en sí misma171 171 En Las Horas seguía tras este punto la nota siguiente El excelente autor del escrito Principios fundamentales de la Estética etc distingue en la belleza dos principios fundamentales gracia y fuerza y pone la belleza en la unión más perfecta de ambos lo cual coincide muy exactamente con la explicación dada aquí También en su definición se encuentra ya el fundamento de la distinción de la belleza en belleza relajante o dolce como traduce A Negri donde prevalece la gracia y belleza enérgica donde prevalece la fuerza Schiller se refiere al libro de su amigo y protector el barón de Dalberg Grundsätze der Aesthetik deren Anwendung und künftige Entwicklung Erfurt 1791 Belleza 116 La belleza pues no desmiente de ninguna manera en la realidad el concepto que de ella obtuvimos en la especulación172 sólo que aquí es incomparablemente menos libre que allá pues en la especulación nos fue lícito aplicarla al concepto puro de humanidad En el hombre tal y como lo presenta la experiencia la belleza encuentra una materia ya deteriorada y reacia que precisamente tanto le roba de su perfección ideal cuando de su propia condición individual la materia introduce en aquélla Es por ello que en la esfera de la realidad la belleza se mostrará por doquier sólo como una especie particular y limitada jamás como género puro en los ánimos tensos perderá algo de su libertad y variedad en los distendidos parte de su fuerza vivificante pero a nosotros que estamos ahora más familiarizados con su verdadero carácter esta apariencia contradictoria no habrá de engañarnos Lejos de determinar su concepto a partir de experiencias aisladas con el tropel de los críticos y de atribuirle los defectos que el hombre manifiesta bajo su influjo sabemos por el contrario que es el hombre quien le traslada las imperfecciones de su ser individual él quien por su limitación subjetiva estorba de continuo la perfección de la belleza y degrada el ideal absoluto de ésta a dos formas limitadas de la apariencia La belleza que suelta y afloja se dijo es para un ánimo tenso y para uno distendido la enérgica Pero tenso llamo yo al hombre cuando padece coacción por parte tanto de las sensaciones como de los conceptos Toda dominación exclusiva de uno de sus dos impulsos fundamentales es para él un estado de coacción y de violencia y la libertad reside sólo en la acción mancomunada de sus dos naturalezas El hombre dominado unilateralmente por los sentimientos o sometido a la tensión de lo sensible queda pues desatado y puesto en libertad por la forma el dominado unilateralmente por las leyes o sometido a la tensión de lo espiritual queda desatado y es puesto en libertad por la materia Para satisfacer esta doble tarea la belleza que suelta y afloja se mostrará pues en dos figuras distintas En primer lugar en tanto que forma apacible suavizará la vida ruda y franqueará el paso que conduce de las sensaciones a los pensamientos en segundo lugar en tanto que imagen viviente dotará la forma abstracta de fuerza sensible reducirá el concepto a la intuición y la ley al sentimiento El primero de estos servicios favorece al hombre de la naturaleza el segundo al hombre del relajante propia de la mujer y belleza enérgica propia del hombre son variantes de gracia y dignidad conceptos tratados en el ensayo de 1793 172 Esto es en el trabajo ya realizado para alcanzar de manera deductiva y por ende especulativa el concepto de belleza a partir del concepto racional y puro del hombre 117 artificio173 Pero como la belleza no impera libremente sobre su materia en ninguno de los dos casos porque depende de la que le ofrece ya la naturaleza informe ya el artificio antinatural conservará en ambos casos la impronta de su origen y en el primero se extraviará por la mayor parte en la vida material en el segundo en cambio en la forma simplemente abstracta A fin de poder forjarnos una idea de cómo la belleza puede volverse un medio para hacer cesar aquella doble tensión debemos intentar indagar su origen en el espíritu humano Disponeos por lo tanto a permanecer todavía un breve tiempo más en el ámbito de la especulación para abandonarlo luego definitivamente y avanzar con un paso tanto más firme y seguro por el campo de la experiencia 173 El hombre de la educación y la cultura formado no por la Naturaleza sino por el arte 118 Carta decimaoctava174 Por la belleza175 el hombre confinado en los sentidos es guiado hacia la forma y hacia el pensamiento por la belleza el hombre confinado en el espíritu recupera la materia y es devuelto al mundo sensible De esto parece desprenderse que entre la materia y la forma entre la pasión y la acción tiene que haber un estado intermedio y que la belleza nos coloca en él Tal es de hecho el concepto que también los hombres por su mayor parte se forjan de la belleza en cuanto comienzan a reflexionar sobre sus efectos y hacia esta dirección se orientan todas las experiencias Por otra parte empero nada es tan disparatado y contradictorio como tal concepto pues la distancia que separa la materia de la forma la pasión de la acción el sentir del pensar es infinita y nada en absoluto puede salvarla Cómo vencemos entonces esta contradicción La belleza enlaza los dos estados opuestos el de la sensibilidad y el del pensamiento y sin embargo no hay en absoluto término medio alguno entre ambos Lo primero es cierto por la experiencia lo segundo de manera inmediata por la razón Éste es el punto propiamente dicho a que viene a parar la cuestión íntegra acerca de la belleza y si logramos resolver este problema de manera satisfactoria entonces habremos hallado al mismo tiempo el hilo que ha de guiarnos a través del laberinto todo de la estética Pero todo depende aquí de dos operaciones diferentes en grado sumo que han de apoyarse mutua y necesariamente en esta indagación La belleza se dice enlaza uno con otro dos estados que son opuestos entre sí y que jamás pueden llegar a ser uno solo 174 Aquí comienza un grupo de cartas de la 18ª a la 22ª23ª que Schiller véase la suya a Körner del 2191795 distingue como singularmente importante y como aquél que contiene su verdadero sistema de lo bello Significativo para esta sección de las Cartas es también el siguiente pasaje que figura en el primer borrador de una a Fichte del 381795 donde Schiller responde a una objeción que le había formulado el filósofo acerca de lo inaceptable del uso de imágenes y metáforas poéticas Muéstreme Vd en todos mis escritos filosóficos un solo caso donde realice la investigación propiamente dicha no sus meras aplicaciones valiéndome de imágenes Ello no será ni podrá ser nunca mi caso pues llego a ser escrupuloso en el cuidado por aclarar mis representaciones Pero una vez que he desarrollado la investigación con precisión y rigor lógico me agrada y lo hago al mismo tiempo por propia decisión desplegar precisamente aquello que acabo de presentar al entendimiento también ante la fantasía bien que en la más estrecha relación con aquél Si Vd quisiese verificar esta observación lo remito al número sexto de Las Horas porque precisamente ahí es más cómodo hacerlo Si en ese número en las cartas 19ª 20ª 21ª 22ª y 23ª donde en sentido propio aparece lo medular de todo el asunto halla Vd un lenguaje inapropiado entonces ya no veo en efecto punto alguno en que nuestros juicios puedan coincidir La carta 18ª contiene una superación fundamental de toda la estética contemporánea en sus dos corrientes principales la sensualista y la racionalista FrG 175 La belleza relajante de la que se hablará de ahora en más 119 De esta oposición tenemos que partir debemos captarla y reconocerla en toda su pureza y en todo su rigor para que ambos estados se separen del modo más preciso de lo contrario mezclaremos pero no unificaremos En segundo lugar se dice que la belleza vincula esos dos estados opuestos y cancela por tanto la oposición Pero puesto que ambos estados jamás dejan de estar mutuamente enfrentados no es posible vincularlos de otro modo más que anulándolos Nuestro segundo cometido consiste pues en volver perfecto ese vínculo en estrecharlo tan pura y completamente que ambos estados desaparezcan por entero en un tercero sin que en el todo quede rastro alguno de la separación de ambos de lo contrario aislaremos pero no unificaremos Todas las controversias sobre el concepto de belleza que han prevalecido desde siempre en el mundo filosófico y que todavía hoy en parte prevalecen no tienen ningún otro origen fuera de que la investigación o bien no fue emprendida a partir de una separación debidamente rigurosa o bien no se la condujo hasta una unificación cabal y pura Aquellos de entre los filósofos que al reflexionar sobre este objeto se dejan guiar ciegamente por su sentimiento no pueden alcanzar de la belleza concepto alguno porque en la totalidad de la impresión sensible no distinguen ningún elemento aislado Los otros que toman exclusivamente el entendimiento por su guía jamás pueden alcanzar un concepto de la belleza porque en el todo que ella constituye jamás ven algo más que las partes y el espíritu y la materia incluso en la unidad perfectísima de ambos permanecen eternamente separados para ellos Los primeros temen invalidar la belleza dinámicamente esto es como fuerza eficiente si es que deben separar lo que en el sentimiento está por cierto unido lo otros temen invalidar la belleza lógicamente esto como concepto si es que deben reunir lo que en el entendimiento está por cierto separado Aquéllos quieren pensar la belleza tal como ella actúa éstos quieren hacer que actúe tal como es pensada Bien se ve que por fuerza ni unos ni otros acertarán con la verdad aquéllos porque quieren remedar con su limitada facultad de pensar la naturaleza infinita éstos porque pretenden limitar la naturaleza infinita según las leyes de su pensamiento Los primeros temen mediante una división excesivamente rigurosa privar a la belleza de su libertad los otros temen mediante una unificación excesivamente audaz destruir la precisión de su concepto Aquéllos empero no se hacen cargo de que la libertad en la que muy justamente ponen la esencia de la belleza no es anarquía sino armonía de leyes no es capricho sino máxima necesidad interior éstos otros no se hacen cargo de que la precisión que con igual justicia reclaman de la belleza consiste no en la exclusión de ciertas realidades sino en la inclusión absoluta 120 de todas y de que la belleza no es por tanto limitación sino infinitud Evitaremos los escollos en que ambos partidos se han estrellado si comenzamos por los dos elementos que el entendimiento discierne en la belleza pero si también nos elevamos luego hacia la unidad estética pura mediante la cual ella actúa sobre la sensibilidad y donde aquellos dos estados desaparecen por entero176 176 Un lector atento no dejará de observar a propósito de la comparación aquí ofrecida que los estéticos sensualistas los que hacen valer el testimonio de la sensibilidad más que el razonamiento se alejan de la verdad mucho menos de hecho que sus adversarios aun cuando en cuanto a la comprensión no puedan rivalizar con ellos y uno encuentra por doquier esta relación entre la naturaleza y la ciencia La naturaleza los sentidos unifica por doquier el entendimiento separa por doquier pero la razón vuelve a unificar es por ello por lo que el hombre que no ha comenzado todavía a filosofar está más cerca de la verdad que el filósofo que no ha acabado aún su investigación Por ello sin recurrir a ninguna prueba ulterior uno puede declarar errado todo filosofema cuyo resultado tenga en su contra la sensibilidad común pero con idéntico derecho puede considerárselo sospechoso si en su forma y su método tiene a la sensibilidad común de su lado Con esto último puede consolarse todo escritor que no pueda exponer una deducción filosófica contra lo que más de un lector parece esperar como una conversación junto al fuego de la chimenea Con lo primero en cambio podrá uno reducir a silencio a quien quiera fundar sistemas nuevos a expensas del sentido común 121 Carta decimonovena En el hombre en general pueden distinguirse dos disposiciones diferentes pasiva y activa para ser determinado y asimismo otros dos estados pasivo y activo de determinación177 La explicación de este aserto nos conducirá del modo más breve hasta la meta El estado del espíritu humano antes de recibir determinación alguna mediante las impresiones de los sentidos es el de una disposición sin límites para la determinación Lo ilimitado del espacio y del tiempo ha sido entregado a su imaginación para que libremente lo use y como según la premisa de donde se parte nada ha sido puesto en este vasto reino de lo posible por donde nada hay todavía que haya sido excluido uno bien puede designar este estado de indeterminación como una infinitud vacía que en ningún caso se ha de confundir con un vacío infinito Ahora los sentidos del hombre deben ser afectados y de entre la muchedumbre infinita de determinaciones posibles una sola debe volverse real Una representación ha de surgir en él Lo que en el estado precedente de posibilidad de determinación no era más que una facultad vacía se vuelve ahora una fuerza activa y recibe un contenido pero al mismo tiempo recibe como tal fuerza un límite mientras que en cuanto mera facultad era ilimitada Ya existe pues la realidad pero la infinitud se ha perdido Para describir una figura en el espacio debemos limitar el espacio infinito para representarnos una modificación en el tiempo debemos dividir la totalidad del tiempo Así pues a la realidad llegamos sólo mediante límites a la posición o afirmación real sólo por la negación o exclusión a la determinación sólo por la supresión de nuestra libre disposición para la determinación Pero una mera exclusión jamás podría engendrar una realidad ni una mera impresión sensible jamás una representación si no existiese ya algo respecto de lo cual se hiciese la exclusión si la negación no se vinculase mediante una acción absoluta del espíritu con algo positivo y si la ausencia de posición no se volviese una oposición esta acción del espíritu se denomina juzgar o pensar y su resultado es el pensamiento Antes de que determinemos un lugar en el espacio no hay en rigor espacio alguno para nosotros pero sin el espacio absoluto jamás podríamos determinar un lugar 177 Esta sentencia halla su debida justificación y desarrollo al comienzo de la carta 21ª 122 Otro tanto ocurre con el tiempo Antes de que tengamos el instante no hay en rigor tiempo alguno para nosotros pero sin el tiempo eterno jamás podríamos tener una representación del instante Así pues llegamos al todo sólo por medio de la parte a lo ilimitado sólo por medio del límite pero también sólo por medio del todo llegamos a la parte sólo por medio de lo ilimitado al límite Si de lo bello se afirma pues que tiende un puente por donde el hombre va del sentir al pensar178 esto de ningún modo ha de entenderse como si lo bello pudiese llenar el abismo que separa la sensibilidad respecto del pensamiento la pasividad respecto de la actividad ese abismo es infinito y sin la intervención de una facultad nueva y autónoma jamás nada singular podría volverse universal ni nada contingente volverse necesario El pensamiento es la acción inmediata de esta facultad absoluta que si bien ha de ser ocasionada por los sentidos para manifestarse depende tan poco de la sensibilidad en esa misma manifestación que sólo oponiéndosele es como se da antes bien a conocer La autonomía con que obra excluye toda intervención ajena y no porque la belleza preste auxilio al pensar cosa que encierra una contradicción patente179 sino porque da libertad a las potencias intelectuales para que se manifiesten según sus propias leyes puede volverse un medio para que el hombre pase de la materia a la forma de las sensaciones a las leyes de una existencia limitada a una existencia absoluta Esto presupone empero que la libertad de las potencias intelectuales puede ser estorbada lo cual parece reñir con el concepto de una facultad autónoma Una facultad en efecto que no recibe de fuera más que la materia de su operación sólo puede ser impedida en su obrar de manera negativa esto es sólo mediante la sustracción de la materia y significa desconocer la naturaleza del espíritu el atribuir a las pasiones sensibles un poder capaz de oprimir de manera positiva la libertad del ánimo Bien es verdad que la experiencia ofrece incontables ejemplos donde las potencias intelectuales aparecen oprimidas en la misma medida en que las sensibles operan con duplicado ardor pero en lugar de atribuir aquella debilidad espiritual al vigor de la pasión habría que explicar antes bien este mismo vigor preponderante de la pasión por medio de aquella debilidad del espíritu porque los sentidos no pueden representar un poder contra el hombre sino en la medida en que el espíritu por una libre omisión haya renunciado a dar pruebas de su propio poder 178 Y viceversa véase el comienzo de la carta 18ª 179 Pensar es en rigor actividad autónoma pura 123 Pero esto que acabo de explicar para tratar de evitar un reparo me ha enredado según parece en otra dificultad y si he salvado la autonomía del ánimo lo he hecho sólo a expensas de su unidad Pues cómo puede el ánimo obtener de sí mismo razones para la inactividad y la actividad si no está dividido si no está contrapuesto a sí mismo Aquí debemos recordar que nuestro sujeto es el espíritu finito no el infinito El espíritu finito es el que no se vuelve activo sino por la pasividad180 que no alcanza lo absoluto sino mediante límites que no actúa ni da forma sino en la medida en que recibe una materia Un espíritu semejante asociará pues con el impulso hacia la forma o hacia lo absoluto un impulso hacia la materia o hacia los límites que son las condiciones sin las cuales no podría tener ni satisfacer el primer impulso181 En qué medida pueden coexistir en un mismo ser dos tendencias tan opuestas esto es un problema que puede causar perplejidad al metafísico182 pero no al filósofo trascendental Éste no se precia en modo alguno de explicar la posibilidad de las cosas porque se contenta con establecer los conocimientos por los cuales se comprende la posibilidad de la experiencia Y como la experiencia sería no menos imposible sin aquella oposición en el ánimo que sin su unidad absoluta entonces establece ambos conceptos con perfecto derecho como condiciones igualmente necesarias de la experiencia sin preocuparse más allá de ello por su compatibilidad183 Por lo demás esta inhabitación de dos impulsos fundamentales no milita en modo alguno contra la unidad absoluta del espíritu con tal que uno distinga respecto de ambos al espíritu mismo Bien es verdad que estos dos impulsos existen y actúan en él pero él mismo no es ni materia ni forma ni sensibilidad ni razón hecho en el que no parecen haber reparado siempre aquéllos para los cuales el espíritu humano obra por sí mismo sólo cuando su proceder coincide con la razón y que tan pronto como la contradice lo declaran por meramente pasivo Tan pronto como ha logrado desarrollarse cada uno de estos dos impulsos fundamentales aspira por su propia naturaleza y de manera necesaria a su satisfacción 180 Sin la recepción paciente de las impresiones sensoriales no puede el hombre según la doctrina kantiana llevar a cabo la operación de pensar 181 Véase al respecto la carta 12ª 182 Schiller emplea este término en sentido escolar como sinónimo de filósofo dogmático título que por aquel entonces se aplicaba a los autores anteriores a la revolución copernicana de Kant o bien a aquellos que se negaban a aceptarla 183 Estos pasajes tanto lo que precede de este párrafo como el anterior se hallan en el Opus postumum de Kant AkadAusg vol XXI pág 76 quien al recibir la obra se dirigió a Schiller el 30 de marzo de 1795 en estos términos Las Cartas sobre la educación estética del hombre me parecen excelentes y las estudiaré para poder comunicar a Vd a su debido tiempo mis pensamientos al respecto AkadAusg vol XII pág 11 124 pero precisamente por ello por ser ambos necesarios y por tender ambos hacia objetos opuestos estas dos necesidades encontradas se anulan mutuamente y la voluntad mantiene una completa libertad entre ambas La voluntad por ende es la que se comporta frente a los dos impulsos como un poder como fundamento de la realidad184 sin que ninguno de ambos pueda hacer otro tanto por sí mismo frente al otro El más auténtico deseo de justicia del que en modo alguno carece no aparta al déspota de la injusticia ni tampoco la más viva tentación de goce hace que quiebre sus principios el hombre de ánimo esforzado No hay en el hombre más poder que su voluntad y sólo aquello que anula al hombre la muerte la pérdida de la conciencia puede anular la libertad interior Una necesidad fuera de nosotros determina nuestro estado nuestra existencia en el tiempo por medio de la sensación Ésta es completamente involuntaria y tal como las cosas operen sobre nosotros tenemos que sufrirlas De igual manera una necesidad en nosotros hace surgir nuestra personalidad con ocasión de aquella impresión de los sentidos y por oposición a ella pues la conciencia de sí no puede depender de la voluntad ya que ésta por el contrario presupone aquélla Tal manifestación originaria de la personalidad no es nuestro mérito ni es nuestro demérito su ausencia Sólo de quien tiene conciencia de sí cabe exigir razón esto es la consecuencia y la universalidad absolutas de la conciencia antes de ello el hombre no es todavía tal ni puede esperarse de él acto alguno propiamente humano Así como no logra el metafísico explicarse las limitaciones que el espíritu libre e independiente padece mediante la sensación así tampoco el físico comprende la infinitud que con ocasión de esas limitaciones se revela en la personalidad Ni la abstracción ni la experiencia nos permiten remontar hasta la fuente de donde dimanan nuestros conceptos de universalidad y necesidad su manifestación temprana en el tiempo escapa al observador y su origen suprasensible al investigador metafísico Pero basta que la conciencia de sí existe y entonces junto con su unidad inmutable queda instaurada la ley de la unidad en todo cuanto es para el hombre y en todo cuanto por el hombre debe ser la ley en suma para su conocer y para su obrar De manera ineludible incontrastable inconcebible los conceptos de verdad y de derecho preséntanse ya en la edad del predominio de los sentidos185 y sin que supiese decir de dónde ni cómo surgió percibe uno lo eterno en el tiempo y lo necesario en el curso de lo contingente De este 184 El poder que provoca la realización de la decisión adoptada 185 La época de la naturaleza y de la infancia de la Humanidad 125 modo surgen sin la menor intervención del sujeto la sensación y la conciencia de sí y el origen de ambas está allende nuestra voluntad y en igual medida allende la esfera de nuestro conocimiento Pero tan pronto como la sensación y la conciencia de sí son reales y tan pronto como el hombre ha experimentado por medio de la sensación una existencia determinada y por medio de la conciencia de sí su existencia absoluta también sus dos impulsos fundamentales se encienden entonces en él junto con sus objetos El impulso sensible despierta con la experiencia de la vida con el comienzo del individuo el racional con la experiencia de la ley con el comienzo de la personalidad y sólo entonces una vez que ambos han llegado a la existencia está edificada su humanidad Hasta que esto ocurre todo sucede en el hombre según la ley de la necesidad pero en este punto la mano de la Naturaleza lo abandona y es incumbencia suya sustentar esa humanidad que aquélla dispuso e inauguró en él Porque no bien los dos impulsos fundamentales opuestos se vuelven activos en él pierden ambos su carácter constrictivo y la oposición de dos necesidades hace surgir la libertad186 186 Para evitar toda interpretación errónea me permito observar que siempre que aquí se habla de libertad este término no designa aquélla que de manera necesaria le corresponde al hombre considerado como inteligencia y que ni puede serle dada ni arrebatada sino aquella otra libertad que se funda en la naturaleza humana en cuanto mixta El hombre acredita poseer una libertad de la primera especie por el hecho de obrar en términos generales sólo de manera racional y una libertad de la segunda especie por el hecho de obrar racionalmente dentro de los límites de la materia y materialmente según las leyes de la razón La segunda de estas libertades podría explicarse directamente como una posibilidad natural de la primera 126 Carta vigésima Que no es posible ejercer acción alguna sobre la libertad esto se desprende ya de su mero concepto pero también se desprende necesariamente de lo que precede que la libertad misma es un efecto de la Naturaleza187 tomada esta palabra en su acepción más amplia y no una obra del hombre que puede en consecuencia ser promovida y limitada por medios naturales Ella principia sólo cuando el hombre está completo y cuando sus dos impulsos fundamentales se han desarrollado tiene pues que faltar mientras el hombre esté aún incompleto y uno de los dos impulsos permanezca relegado y tiene que poder ser restablecida por todo lo que devuelve al hombre la integridad de que carece Ello es que tanto en la especie entera como en el hombre individual puede señalarse en efecto un momento en que el hombre no está todavía completo y sólo uno de sus dos impulsos está activo en él Sabemos que comienza por la vida sin más para acabar en la forma que es individuo antes de ser persona que parte de las limitaciones para marchar hacia lo infinito El impulso sensible comienza a operar pues antes que el racional porque la sensación precede a la conciencia y en esta prioridad del impulso sensible hallamos la explicación de la historia íntegra de la libertad humana Pues hay un momento en que el impulso vital puesto que el formal no milita todavía contra él obra como naturaleza y como necesidad en que la sensibilidad es un poder porque el hombre no ha comenzado todavía a ser él mismo pues ningún otro poder cabe en el hombre mismo fuera de la voluntad Pero en el estado del pensamiento al que el hombre debe ahora convertirse es la razón por el contrario la que debe ser un poder y en lugar de la necesidad física debe presentarse ahora una necesidad lógica o moral Aquel poder de la sensación ha de ser pues aniquilado188 antes de que la ley pueda ser entronizada en su lugar No basta pues con que algo que no existía todavía comience a existir primero tiene que dejar de existir algo que ya existía El hombre no puede pasar de manera inmediata de la sensación al pensamiento tiene que dar un paso atrás porque sólo en tanto se anula una determinación puede hacerse presente la 187 Estas palabras de Schiller tornan manifiesta una vez más la necesidad de reconocer las diferencias epocales en nuestra tradición filosófica Porque resulta de todo punto imposible conciliar la comprensión de la libertad como un efecto de la Naturaleza con la libertad que conoce la Época Media la que sólo procede del Espíritu de Dios cf II Cor 3 18 la que se determina del modo más preciso en el sentido de la Revelación Cristiana como libertad respecto del pecado de la ley y de la muerte 188 Fichte 1966 pág 35 lección III 108 hablará unos años más tarde del viejo demonio de la empiria que debe ser combatido hasta poder matarlo del todo 127 determinación contraria De suerte que para trocar la pasividad en actividad autónoma una determinación pasiva en una activa el hombre precisa estar momentáneamente libre de toda determinación y atravesar por un estado de mera disposición para ser determinado Tiene que retornar por consiguiente en cierto sentido a aquel estado negativo de simple indeterminación en el que se hallaba antes de que una cosa cualquiera hubiese impresionado sus sentidos Aquel estado empero se hallaba completamente vacío de todo contenido mientras que ahora se trata de enlazar una ausencia de determinación semejante y una semejante capacidad ilimitada de determinación con el contenido mayor posible porque de este estado ha de resultar de manera inmediata algo positivo Hay que mantener pues la determinación que el hombre recibió por la sensación porque no le es lícito perder la realidad pero ha de ser anulada al mismo tiempo en cuanto es limitación porque ha de substituirla un estado de disposición ilimitada para ser determinado El problema consiste pues en aniquilar y en conservar al mismo tiempo la determinación del estado lo que sólo es posible de un único modo conviene a saber oponiéndole otra determinación Los platillos de una balanza se equilibran cuando están vacíos pero también cuando sostienen pesos iguales El ánimo pasa pues de la sensación al pensamiento a través de un temple intermedio donde la sensibilidad y la razón están activas al mismo tiempo pero donde precisamente por ello anulan de manera recíproca su poder determinante y de una oposición hacen surgir una negación Este temple intermedio donde el ánimo sin estar constreñido ni física ni moralmente se encuentra sin embargo activo de ambos modos merece particularmente ser llamado libre y si el estado de la determinación sensible recibe el nombre de físico y el de la determinación racional el de lógico y moral entonces este otro estado el de la disposición real y activa para ser determinado ha de llamarse estético189 189 Para aquellos lectores que no estén del todo familiarizados con la acepción pura de este término del que por ignorancia tanto se abusa sirva de explicación lo que sigue Todas las cosas cualesquiera sean que pueden existir para los sentidos cabe pensarlas según cuatro relaciones diferentes Una cosa puede relacionarse de manera inmediata con nuestro estado sensible nuestra existencia y bienestar ésta es su condición física O puede vincularse con el entendimiento y proporcionarnos un conocimiento ésta es su condición lógica O puede relacionarse con nuestra voluntad y ser considerada como un objeto de elección para un ser racional ésta es su condición moral O puede vincularse finalmente con el conjunto todo de nuestras diferentes facultades sin ser un objeto determinado para una de ellas en particular ésta es su condición estética Un hombre puede resultarnos simpático por su oficiosidad puede darnos que pensar por su conversación puede inspirarnos respeto por su carácter pero además puede finalmente con independencia de todo ello y sin que al enjuiciarlo tomemos en cuenta ley o fin algunos causarnos agrado en la mera contemplación y por su simple modo de ser Según esta última cualidad juzgamos estéticamente Así hay pues una educación para la salud una educación para el conocimiento una educación para la moralidad una educación para el gusto y la belleza Esta última se propone conformar 128 Carta vigesimoprimera Tal como lo señalé al comienzo de la carta anterior190 hay un doble estado de la capacidad para ser determinado y un doble estado de determinación Ahora puedo aclarar este aserto El ánimo es determinable al no estar determinado en absoluto pero también lo es al no estar determinado de manera excluyente vale decir al no hallarse limitado en su determinación Aquello es mera indeterminación carece de límites porque carece de realidad esto otro es disposición para la determinación estética no tiene límites porque reúne toda realidad El ánimo está determinado en la medida en que sufre simplemente una limitación pero también está determinado en la medida en que se limita a sí mismo por una propia facultad absoluta En el primer caso se encuentra cuando siente en el segundo cuando piensa El pensamiento es pues en lo que concierne a la determinación lo que la constitución estética en lo que concierne a la disposición para ser determinado aquél es una limitación que procede de una fuerza interior infinita ésta es una negación que procede de una plenitud interior infinita Así como la sensibilidad y el pensamiento se tocan en un solo punto que en ambos estados el ánimo está determinado que el hombre es de manera excluyente o individuo o persona mientras que por lo demás difieren entre sí de manera infinita precisamente así la disposición estética para ser determinado se encuentra con la mera indeterminación en un punto solo el de que ambas excluyen todo ser determinado en tanto que fuera de ello son tan diferentes como la nada y el todo es decir infinitamente Si la última pues la indeterminación por defecto191 quedó representada como una infinitud vacía entonces habrá que considerar la indeterminación estética que es la contraposición real de la otra con la mayor armonía posible el conjunto íntegro de nuestras facultades sensibles y espirituales Puesto que ello no obstante seducido por un gusto falso y afianzado aún más en ese error por un razonamiento falso uno asocia de buen grado el concepto de lo arbitrario con el concepto de lo estético me permito señalar aquí de manera un tanto redundante aun cuando estas cartas sobre educación estética apenas si se proponen otra cosa más que refutar este error que el ánimo en el estado estético actúa de manera libre por cierto y en un grado de suprema libertad frente a toda coacción pero de ningún modo libre de toda ley y que esta libertad estética se distingue de la necesidad lógica en el pensar y de la necesidad moral en el querer sólo por el hecho de que las leyes según las cuales en tal caso el ánimo procede no son representadas ie no cobran la forma de una representación y puesto que no encuentran resistencia alguna no aparecen como una constricción 190 En rigor se trata del comienzo de la carta 19ª 191 Ie por falta de determinación 129 como una infinitud plena representación que viene a coincidir del modo más preciso con lo que enseñan las investigaciones precedentes192 En el estado estético por ende el hombre es cero si uno atiende a un resultado aislado no a la facultad íntegra y considera en él la falta de toda determinación particular De allí que uno deba asentir sin retaceos a quienes declaran que lo bello y el temple en que lo bello pone a nuestro ánimo son completamente indiferentes e inútiles con respecto al conocimiento y al carácter Tienen sobrada razón pues la belleza no alumbra en verdad resultado alguno ni para el entendimiento ni para la voluntad no realiza ningún fin particular ni intelectual ni moral no encuentra ni una sola verdad no nos ayuda a cumplir un solo deber y es para decirlo en pocas palabras igualmente incapaz de afianzar el carácter y de iluminar el intelecto Es así como mediante la cultura estética el valor personal de un hombre o su dignidad en cuanto que ésta sólo puede depender de él mismo permanece completamente indeterminado todavía y ninguna otra cosa se logra mediante ella fuera de que el hombre tenga ya por naturaleza la posibilidad de hacer de sí mismo lo que quiera fuera de habérsele devuelto plenamente la libertad de ser lo que deba ser Pero precisamente por ello se ha logrado algo infinito Pues no bien recordemos que precisamente esa libertad le fue arrebatada por la coacción unilateral de la naturaleza en la esfera de la sensación y por la legislación excluyente de la razón en la del pensamiento tendremos que considerar la facultad recuperada por el hombre en el temple estético como un supremo don entre los dones como el don de la humanidad Claro está que él posee esta humanidad como disposición antes de cada uno de los estados determinados que puede alcanzar pero la pierde de hecho con cada uno de los estados determinados que alcanza y si ha de poder pasar a otro estado contrario hay que devolvérsela de nuevo cada vez por medio de la vida estética193 192 En el texto de Las Horas Schiller menciona de manera expresa las cartas 14ª y 15ª 193 Bien es verdad que la presteza con que ciertos caracteres pasan de las sensaciones a los pensamientos y a las decisiones apenas o ni siquiera en absoluto permite percibir el temple estético por el que han de pasar necesariamente en ese breve lapso Tales espíritus no pueden tolerar que se extienda el estado de indeterminación y exigen con impaciencia un resultado que en el estado de ilimitación estética no hallan En otros espíritus que hallan su placer más en el sentimiento de la facultad íntegra que en el de un acto aislado de la misma el estado estético se extiende por el contrario en una superficie mucho más amplia Los primeros temen la vaciedad en la misma medida en que no toleran la limitación los últimos Apenas si necesito recordar que los primeros han nacido para el detalle y para ocupaciones subalternas los segundos supuesto que con esta facultad estética unan la realidad para servir a la totalidad y para desempeñar grandes papeles 130 De modo que no es algo sólo poéticamente lícito sino filosóficamente correcto llamar a la belleza nuestra segunda creadora194 Porque si bien es cierto que se limita a volvernos meramente posible la humanidad y si por lo demás deja librado a nuestra voluntad libre en qué medida queremos volverla real es esto ciertamente lo que tiene en común con nuestra creadora originaria la Naturaleza195 que tampoco nos dio para llegar a ser hombres más que la facultad abandonando a la determinación de nuestra propia voluntad el uso que hagamos de ella 194 También la Época Media conoce una segunda creadora que no es la belleza por cierto sino la gracia La literatura al respecto es abundantísima pero puede bastar a título de orientación el admirable estudio de M J Scheeben Natur und Gnade Naturaleza y Gracia Friburgo 31941 en particular cap III 1 La gracia en efecto opera un portento mayor infinitamente mayor que todas las curaciones maravillosas de las enfermedades corporales mayor incluso que la resurrección de un muerto cf Tomás de Aquino S Theol I 2 qu3 a 5 y algunos teólogos no sin razón agregan mayor en cierto sentido que la Creación misma pág 61 195 Creadora originaria cuya condición divina ya había sido celebrada dentro del contexto epocal correspondiente por Shaftesbury en una invocación conmovedora Wise Substitute of Providence Impowerd Creatress Or Thou impowering DEITY Supreme Creator Thee I invoke and Thee alone adore I sing of Natures Order in created Beings and celebrate the Beauty which resolve in Thee the Source and Principle of all Beauty and Perfection The Moralists en Sämtliche Werke ed W Benda et al Stuttgart 1987 vol II 1 pág 246 131 Carta vigesimosegunda Si pues el temple estético del ánimo ha de ser considerado en un sentido como cero conviene a saber cuando uno dirige su atención hacia efectos particulares y determinados también es cierto que en otro sentido ha de ser considerado a su vez como un estado de suprema realidad en cuanto uno advierte la ausencia de toda limitación y la suma de las fuerzas que cooperan de manera activa en él Por donde tampoco se puede tener por errados a quienes explican el estado estético como el más provechoso en orden al conocimiento y la moralidad Tienen sobrada razón pues una disposición del ánimo que comprende en sí el conjunto de lo humano necesariamente ha de contener también en potencia cada una de sus manifestaciones particulares Precisamente por esto porque no defiende con parcialidad ninguna función humana en concreto el temple estético favorece a cada una de ellas sin distinción y sin dar ventajas ni preferencias a ninguna porque es el fundamento de la posibilidad de todas El ejercicio de las otras facultades procura al ánimo alguna destreza particular pero también le impone a cambio un límite particular sólo el uso de la facultad estética lleva hacia lo ilimitado Cualquier otro estado que podamos alcanzar nos remite a uno anterior y necesita resolverse en otro consiguiente sólo el estético constituye en sí mismo una totalidad puesto que reúne en sí todas las condiciones de su origen y de su permanencia Sólo aquí nos sentimos como arrancados del tiempo y nuestra humanidad se muestra con tanta pureza e integridad como si no hubiese experimentado aún menoscabo alguno por la intervención de fuerzas exteriores El objeto que halaga nuestros sentidos en la sensación inmediata abre nuestro espíritu blando e inquieto a cada impresión pero en igual proporción también nos vuelve menos aptos para el esfuerzo Lo que pone en tensión nuestras potencias intelectuales y las invita a operar con conceptos abstractos ello fortalece nuestro espíritu para toda especie de resistencia pero también lo endurece en la misma proporción y nos priva de sensibilidad tanto cuanto nos ayuda para alcanzar una mayor actividad autónoma Y si lo uno y lo otro acaban por llevar necesariamente al agotamiento es precisamente porque la materia no puede prescindir por mucho tiempo de la fuerza plasmadora ni ésta durante mucho tiempo de la materia dúctil Tan pronto como nos entregamos en cambio al goce de la belleza auténtica señoreamos de igual manera en ese preciso momento sobre nuestras potencias pasivas y activas y con 132 facilidad igual habremos de volvernos hacia lo serio y hacia lo lúdico hacia la quietud y hacia el movimiento hacia la blandura y hacia la resistencia hacia el pensamiento abstracto y hacia la intuición sensible Esta magna ecuanimidad y libertad del espíritu aunada con el vigor y la fuerza es el temple en que debe ponernos una auténtica obra de arte y no hay piedra de toque más segura que ésta para la verdadera calidad estética Si tras un goce de esta especie nos hallamos dispuestos de preferencia para un modo particular de sentir o de obrar fuere cual fuere y para otro en cambio torpes y desabridos tal es la prueba infalible de que no hemos experimentado un efecto estético puro sea que ello se deba al objeto o a nuestra sensibilidad o bien como casi siempre ocurre a ambas cosas a la vez Como en la realidad no es posible dar con ningún efecto estético puro pues el hombre jamás puede sustraerse a la dependencia de sus fuerzas el mérito superior de una obra de arte sólo puede consistir entonces en su mayor aproximación a aquel ideal de pureza estética y sin importar cuán grande sea la libertad a la que uno haya podido ascender siempre nos quedaremos con un temple de ánimo particular y orientados en una dirección determinada Cuanto más universal sea el temple y cuanto menos limitada la dirección que confiere a nuestro espíritu una cierta especie de arte o bien un producto determinado de ella tanto más noble es esa especie tanto más excelente un producto semejante Uno puede poner esto a prueba con obras de artes diferentes y también con obras diferentes de un mismo arte Abandonamos la audición de una música bella con la sensibilidad más viva la de una bella poesía con la imaginación más animada abandonamos la contemplación de una estatua o de un edificio bellos con la mente más despierta196 pero quien inmediatamente después de un elevado gozo musical quisiese invitarnos al pensamiento abstracto quien inmediatamente después de un elevado gozo poético quisiese emplearnos para un modesto menester de la vida ordinaria quien inmediatamente después de la contemplación de bellas pinturas y esculturas quisiese acalorar nuestra imaginación y sorprender nuestro sentimiento ese tal no habría escogido bien la ocasión La causa de ello reside en que hasta la música más elevada conserva siempre por su materia una afinidad con los sentidos mucho mayor que la tolerada por la verdadera libertad estética en que hasta el poema más felizmente logrado participa siempre como del medio que le es propio de los juegos caprichosos y 196 Porque al menos desde el Renacimiento como bien supo comprenderlo y exponerlo uno de sus genios mayores Leon Batista Alberti Della Pittura e della Statua la inteligibilidad propia de las obras arquitectónicas y escultóricas se funda en el saber de la ciencia correspondiente 133 contingentes de la imaginación mucho más que lo admitido por la necesidad interior de lo verdaderamente bello en que hasta la escultura más admirable y ésta acaso en el mayor grado linda por la precisión de su concepto con la ciencia rigurosa197 Ello no obstante estas afinidades particulares van perdiéndose cuanto más elevado es el peldaño alcanzado por una obra de uno de estos tres géneros y es una consecuencia necesaria y natural de su perfección el que las artes diferentes sin remover sus límites objetivos vayan asemejándose siempre más entre sí en su efecto sobre el espíritu La música al llegar a su máximo ennoblecimiento ha de volverse figura y actuar sobre nosotros con la fuerza reposada de la escultura antigua el arte plástica en el colmo de su perfección ha de volverse música y conmovernos por su inmediata presencia sensible la poesía en su desarrollo más perfecto ha de subyugarnos como el arte de los sonidos pero al mismo tiempo ha de envolvernos como el arte plástica en una serena claridad La perfección del estilo muéstrase en cada arte en que sabe apartar sus limitaciones específicas sin cancelar por ello sus perfecciones específicas y en que por un sabio empleo de lo característico de cada arte le imprime un carácter más universal Y no son sólo las limitaciones inseparables del género de arte que cultiva lo que el artista ha de vencer con su labor sino también las inherentes a la materia particular con que trabaja En una obra de arte verdaderamente bella todo debe hacerlo la forma y nada el contenido Pues sólo por la forma se actúa sobre el hombre íntegro por el contenido en cambio sólo sobre potencias particulares El contenido por muy sublime y amplio que sea opera sobre el espíritu siempre de manera restrictiva y sólo de la forma hay que esperar la verdadera libertad estética En esto consiste en consecuencia el verdadero secreto del maestro en un arte en que aniquila la materia por la forma y cuanto más soberbia más pasmosa más seductora sea la materia por sí misma cuanto más espontáneamente avance con su efecto o cuanto más inclinado esté el contemplador a comprometerse de manera inmediata con ella tanto más grande será el triunfo del arte capaz de contener a aquél y de afirmar su imperio sobre la materia El ánimo del espectador y del oyente ha de permanecer completamente libre e intacto tiene que salir del círculo mágico forjado por el artista tan puro y perfecto como lo hiciera de las manos del Creador El objeto más trivial debe ser tratado de tal modo que quedemos dispuestos para trocarlo de manera inmediata por el asunto más serio La materia más grave debe ser tratada de tal modo que conservemos la capacidad para 197 La valoración de la ejemplaridad artística de la escultura remite por cierto a Winckelmann y al ideario estético del neoclasicismo alemán 134 trocarla de manera inmediata por el juego más ligero Las artes de la pasión198 la tragedia por caso no constituyen objeción alguna pues en primer lugar no son artes absolutamente libres puesto que se hallan al servicio de un fin particular lo patético y luego ningún verdadero conocedor del arte habrá de negar por cierto que las obras también las de esta misma categoría tanto más perfectas son cuanto más saben preservar incluso en el vórtice de la pasión la libertad del espíritu Hay un arte bello de la pasión pero un arte bello apasionado es una contradicción pues el efecto constante de lo bello consiste en librarnos de las pasiones199 No menos contradictorio es el concepto de un arte bello doctrinal didáctico o de un arte bello edificante moral pues nada milita más contra el concepto de la belleza que el afán de imprimir al ánimo una tendencia determinada Ello no obstante el hecho de que produzca efecto sólo por su contenido no siempre prueba que la obra carezca de forma esto también puede ser indicio de una falta de forma en quien la juzga Si éste se halla en una tensión excesiva o bien en una apatía extrema si está habituado a realizar su captación artística sólo con el entendimiento o por el contrario sólo con los sentidos entonces aun cuando se trate del todo más felizmente logrado sólo se atendrá a las partes y en presencia de la forma más bella sólo a la materia Receptivo sólo para el elemento basto primero habrá de destruir la organización estética200 de una obra antes de hallar algún placer en ella y hurgará cuidadosamente los elementos aislados que el maestro con arte infinito hizo desaparecer en la armonía del todo Su interés por la obra es exclusivamente moral o material en lugar de aquello que precisamente debiera ser interés estético Tales lectores disfrutan de una poesía severa y patética como si fuera un sermón y de una ingenua o festiva como de una bebida alcohólica y si su mal gusto fuese tan lejos como para pedir que una tragedia o una epopeya aun cuando ésta fuese una Mesíada les sirva de edificación entonces se escandalizarán a buen seguro de una canción compuesta a la manera de Anacreonte201 o de Cátulo202 198 Véase también a propósito de esta distinción entre artes bellas en sentido estricto y artes de la pasión la carta de Schiller a Körner del 321794 199 Este juicio será completamente ignorado a partir de la segunda mitad del siglo XIX cuando el fervor romántico ya exacerbado identifique el fin del arte no con lo bello sino con el culto de la pasión misma 200 Entonces de la obra de arte debe decirse lo ya dicho acerca del Estado como organización y del estado a su vez lo que aquí se dice acerca de la obra de arte A Negri 201 Lírico griego s VI aC cantor de los aspectos gratos y placenteros de la vida compuso canciones delicadas sobre el amor y el vino Tuvo imitadores en el siglo XVIII llamados anacreónticos 202 Gayo Valerio Cátulo s I aC poeta lírico romano autor de célebres poemas eróticos Posiblemente se trate de una referencia a las Elegías Romanas de Goethe publicadas en el sexto número de Las Horas 1795 135 Carta vigesimotercera Vuelvo a tomar el hilo de mi indagación que sólo había soltado para aplicar las proposiciones antes enunciadas al ejercicio del arte y al enjuiciamiento de sus obras El tránsito pues del estado pasivo de la sensación al activo del pensamiento y de la voluntad no se verifica sino pasando por otro intermedio de libertad estética y aun cuando tal estado nada decida por sí mismo acerca de nuestras ideas ni de nuestras disposiciones morales por lo que nuestro valor intelectual y moral se mantiene enteramente problemático ese estado es con todo la condición necesaria y única por la que podemos alcanzar una verdad o una disposición moral En una palabra para hacer del hombre sensible un hombre racional no hay otro camino fuera de volverlo primero un hombre estético Pero esta mediación me objetaréis ha de ser enteramente indispensable No podrían la verdad y el deber ya en cuanto tales y por sí mismos hacerse presentes en el hombre de la vida sensible A ello he de responder como sigue no sólo pueden sino que en absoluto únicamente a sí mismos deben su fuerza determinante y que nada sería tan contrario a los asertos que llevo formulados hasta aquí como esto de que aparentasen defender la opinión contraria Ha sido demostrado expresamente que la belleza no ofrece resultado alguno ni al entendimiento ni a la voluntad que no interviene en actividad alguna ni del pensamiento ni de la decisión voluntaria que se limita a conferir la facultad de ambos pero que nada determina en absoluto en cuanto al uso real de la misma En este punto cesa toda ayuda foránea y así la forma lógica pura el concepto ha de hablar de manera inmediata al entendimiento la forma moral pura la ley de manera inmediata a la voluntad Pero el hecho de que pueda hacerlo sin más de que en general haya sólo una forma pura para el hombre de los sentidos esto primero ha de volverse posible según sostengo mediante el temple estético del ánimo No es la verdad como la realidad o la existencia sensible de las cosas algo que pueda recibirse de fuera es algo que el vigor del pensamiento produce de manera espontánea en su libertad y es precisamente esta espontaneidad esta libertad lo que echamos de menos en el hombre de la vida sensible Éste está ya físicamente determinado y carece en consecuencia de la posibilidad de seguir determinándose libremente esta disposición perdida para ser determinado es algo que por fuerza ha de recobrar antes de poder trocar la determinación pasiva por otra 136 activa Pero no puede recobrarla sino de dos modos o bien perdiendo la determinación pasiva que tenía o bien teniendo ya en sí mismo la determinación activa a la que ha de pasar Si simplemente perdiese aquella primera entonces también perdería con ella al mismo tiempo la posibilidad de esta otra porque el pensamiento necesita de un cuerpo y sólo en una materia puede la forma realizarse De suerte que ha de tener ya en sí la determinación activa estará determinado pues a un mismo tiempo de manera pasiva y activa esto es tendrá que volverse estético Mediante el temple estético del ánimo se inicia pues la actividad espontánea de la razón ya en el campo de la sensibilidad el poder de lo sensible queda quebrantado ya dentro de sus propios límites y el hombre físico se ve ennoblecido de tal modo que el espiritual entonces ya sólo necesita desenvolverse a partir de él según las leyes de la libertad El paso del estado estético al lógico y al moral de la belleza a la verdad y al deber es por ende infinitamente más fácil que lo fuera el del estado físico al estético de la mera vida ciega a la forma El hombre puede dar aquel paso por su simple libertad puesto que necesita tan sólo recogerse y no darse tan sólo particularizar su naturaleza en lugar de ampliarla el hombre de tesitura estética juzgará tan pronto lo desee con juicios de validez universal y realizará acciones universalmente válidas La naturaleza ha de facilitarle el paso de la materia bruta a la belleza donde una actividad novísima ha de abrírsele y su voluntad nada puede disponer con respecto a un temple de ánimo al que la voluntad misma le debe por cierto la existencia Para llevar el hombre estético a la comprensión intelectual y a la grandeza de la vida moral basta con ofrecerle ocasiones singulares para obtener el mismo resultado del hombre sensible hay que mudar primero su naturaleza Tratándose del primero no se requiere por lo general sino el acicate de una situación sublime que es la que opera sobre la voluntad del modo más inmediato para hacer de él un héroe o un sabio tratándose del segundo hay que situarlo primero bajo otra constelación203 Una de las incumbencias más señaladas de la cultura consiste pues en hacer que el hombre ya en su vida meramente física se someta a la forma y volverlo estético tanto cuanto sepa extenderse el imperio de la belleza porque sólo a partir del estado estético y no del físico puede desarrollarse el estado moral Si el hombre ha de poseer en cada caso particular la facultad de hacer que su juicio y su voluntad sean un juicio propio de la especie si ha de poder hallar el modo de pasar de toda existencia limitada a 203 Bajo las condiciones transformadas de la existencia espiritual propias del estado estético que surge por obra de lo bello 137 una infinita si ha de poder emprender el vuelo desde todo estado de dependencia hacia la autonomía y la libertad entonces se ha de procurar que en ningún momento sea mero individuo204 y sirva sólo a la ley natural Si ha de ser capaz y ha de estar pronto para ascender desde el estrecho círculo de los fines naturales al de los racionales entonces tiene que haberse ejercitado para éstos ya dentro de los primeros y haber realizado ya su destinación física con una cierta libertad espiritual esto es según leyes propias de la belleza Y puede hacerlo por cierto sin contradecir de ninguna manera su fin físico Las exigencias de la Naturaleza sólo atañen a lo que el hombre realiza al contenido de su obrar mientras que acerca del modo cómo lo hace de la forma los fines naturales nada prescriben Las exigencias de la razón por el contrario apuntan de manera rigurosa a la forma de la actividad De suerte que así como es de todo punto necesario para su destinación moral que el hombre sea puramente moral que acredite una espontaneidad absoluta así de indiferente es también para su destinación física si él es puramente físico si se comporta con pasividad absoluta Tratándose pues de esta destinación depende enteramente de su albedrío el que quiera cumplirla simplemente como un ser sensible y como una fuerza natural conviene a saber como aquélla que sólo opera en tanto padece o bien al mismo tiempo como una fuerza absoluta como un ser racional y sería ocioso por cierto preguntarse cuál de ambos modos corresponde mejor a su dignidad Más aún cuanto lo rebaja y deshonra el hacer por un impulso sensible aquello a lo que habría debido resolverse por motivos puros del deber tanto lo honra y ennoblece el aspirar también a la legalidad a la armonía a la infinitud en los casos en que el hombre vulgar se contenta con satisfacer un deseo lícito205 En una palabra en el 204 Mero individuo lo individual tanto aquí como en los demás escritos de Schiller es el resultado de la limitación accidental física natural del hombre a lo individual se opone en el hombre su disposición racional ideal para volverse persona que se realiza en la conciencia y en la captación libre autónoma de lo verdadero y lo bueno en cuanto eterno y necesario FrG 205 Esta manera llena de espíritu y estéticamente libre de tratar la realidad vulgar es donde quiera que se la encuentre el signo distintivo de un alma noble Se ha de llamar noble en general al espíritu que posee el don de volver infinito por el modo de tratarlo hasta el menester más mezquino y el objeto más ínfimo Noble es toda forma que imprime a lo que por su naturaleza no hace más que servir a un fin a lo que es un simple medio el sello de la autonomía Un espíritu noble no se contenta con ser libre ha de poner en libertad cuanto lo rodea incluso lo inanimado La belleza empero es la única expresión posible de la libertad en el reino de los fenómenos Es por ello por lo que cuando es preponderante la expresión de la inteligencia en un rostro en una obra de arte o en cosas análogas jamás podrá parecer noble así como tampoco podría ser jamás bella porque subraya la dependencia que resulta inseparable de la finalidad en lugar de ocultarla Es cierto que el filósofo moralista Kant nos enseña que uno jamás podría hacer más que su deber y le asiste toda la razón si tan sólo se refiere a la relación que guardan las acciones con la ley moral Pero tratándose de acciones que se relacionan tan sólo con un fin el ir más allá de este fin hacia lo suprasensible que aquí no puede significar otra cosa más que realizar lo físico de manera estética 138 terreno de la verdad y la moralidad nada hay que la sensación deba determinar pero en el ámbito de la felicidad es justo que haya forma y es justo que impere el impulso lúdico206 Ya aquí pues en el campo indiferente de la vida física ha de comenzar el hombre su vida moral es entonces cuando estando todavía en un estado de pasividad ha de comenzar su actividad autónoma y cuando estando todavía cercado por sus barreras sensibles ha de comenzar a mostrar la libertad de su razón Ya sus inclinaciones deben someterse a la ley de su voluntad ha de hacer la guerra contra la materia si queréis permitirme la expresión dentro de sus mismos confines para verse dispensado de combatir contra ese terrible enemigo sobre el sagrado suelo de la libertad ha de aprender a desear de modo más noble para no verse precisado a querer de manera sublime207 Esto se logra mediante la cultura estética que somete a las leyes de la belleza todo aquello donde no hay leyes naturales ni racionales que obliguen al humano albedrío esa misma cultura que ya mediante la forma que confiere a la vida externa abre a la interior su cauce significa ir al mismo tiempo más allá del deber en tanto éste sólo puede prescribir que la voluntad sea santa pero no ya que también la naturaleza se santifique De modo que no hay una superación moral del deber pero sí una estética y una conducta de esta índole recibe el nombre de noble Pero precisamente por ello porque ante lo noble siempre se percibe una sobreabundancia en la medida en que aquello que sólo necesitaba tener un valor material posee también uno formal y libre o también en la medida en que añade al valor interno que ese acto debe poseer un valor exterior que podría faltarle muchos han confundido la sobreabundancia estética con la sobreabundancia moral y seducidos por la manifestación del acto noble han introducido en la moralidad misma un elemento accidental y contingente por el que quedaría enteramente aniquilada Hay que distinguir entre la conducta noble y la sublime La primera va más allá de la obligación moral pero no así la segunda aun cuando la reputamos incomparablemente más elevada que aquélla Lo hacemos empero porque supera no el concepto racional de su objeto la ley moral sino el concepto empírico de su sujeto nuestros conocimientos acerca de la bondad de la voluntad humana y de su fortaleza y es así como por el contrario apreciamos una conducta noble no porque vaya más allá de la naturaleza del sujeto de donde por el contrario debe fluir sin violencia alguna sino porque sobrepuja la naturaleza de su objeto el fin físico y penetra en el reino de los espíritus Así podría uno decir que si en la conducta sublime nos asombra la victoria que el objeto logra sobre el hombre en la noble nos admira la elevación que el hombre infunde en el objeto 206 Las oraciones precedentes vuelven a combatir una confusión ligada con frecuencia al concepto schilleriano de lo moralmente bello de la gracia y del alma bella según la cual ya la sola armonía de naturaleza y espíritu de impulso sensible e impulso moral sería en cuanto tal digna de mérito Esto supondría una estetización de lo ético e invalidaría la exigencia única e incondicionada de la ley moral tal estetización en cuanto coincidencia armónica y total de la naturaleza sensible y la espiritual del hombre fue defendida por Shaftesbury y también por Wieland pero no por Schiller FrG 207 El querer de manera sublime es en efecto la única triaca efectiva contra un sentimiento que si carece de nobleza tampoco puede ser bello Schiller forja con este pensamiento anticipado ya por Rousseau Si lon nest pas maitre de ses sentiments au moins on lest de sa conduite La nouvelle Héloïse VI una Tabula votiva titulada La fuerza moral Si de un modo bello no sientes te queda el querer con cordura y como espíritu hacer lo que tú como hombre no puedes 139 Carta vigesimocuarta Cabe distinguir por tanto tres momentos o grados diferentes del desarrollo que tanto el hombre singular como la especie íntegra deben recorrer necesariamente y en un orden determinado si han de colmar el entero círculo de su destinación Cierto es que esos períodos considerados de manera aislada pueden ya alargarse ya acortarse por causas contingentes debidas o bien a la influencia de las cosas exteriores o bien al libre albedrío humano pero no es posible omitir ninguno de ellos ni tampoco sea mediante la Naturaleza o mediante la voluntad alterar el orden con que se suceden En su estado físico el hombre padece simplemente el poder de la Naturaleza quítaselo de encima en el estado estético y llega a señorear sobre él en el estado moral Qué es el hombre antes de que la belleza haga surgir en él el deleite libre208 y la forma apacible suavice la vida indómita209 Siempre uniforme en sus fines siempre cambiante en sus juicios egoísta sin ser él mismo desatado sin ser libre esclavo sin servir a una regla En esta época de su desarrollo el mundo es para él mero destino y no todavía objeto todas las cosas sólo existen para él en la medida en que le aseguran su propia existencia aquello que nada le da ni le quita le resulta completamente nulo Sólo y desprendido del resto tal como él se halla a sí mismo al considerarse dentro de la serie de los seres se le presenta cada fenómeno Todo cuanto es lo es para él por el conjuro del instante cada cambio o alteración le resulta una creación enteramente nueva porque carece al par que de lo necesario en él de la necesidad fuera de él la que reúne en un universo las figuras cambiantes y la que mantiene mientras los individuos pasan la ley sobre el escenario En vano la Naturaleza hace desfilar ante sus sentidos la muchedumbre variopinta de sus cosas él no ve en su magnífica abundancia más que el propio botín en su fuerza y vastedad más que a su propio enemigo O bien se precipita sobre los objetos y quiere apropiárselos con avidez o bien los objetos lo asaltan de manera destructora y los rechaza con aborrecimiento En ambos casos su relación con el mundo sensible es la del contacto inmediato y siempre temeroso ante su acometida atormentado sin descanso por la necesidad imperiosa en ninguna parte halla sosiego salvo en el agotamiento y en ninguna parte límites salvo en el deseo exhausto 208 El placer desinteresado Kant de la contemplación estética de lo bello 209 Cf Los artistas v 103 ss 140 Cierto que el pecho poderoso y de los Titanes la vigorosa médula es su porción fija de la herencia pero labró el dios sobre su frente un férreo lazo consejo moderación sabiduría y paciencia escondióle a su mirada huraña y sombría Tórnasele furor cada deseo y sin término ni tasa su furor aprieta por doquier Goethe Ifigenia en Táuride I 3 vv 328335 Puesto que ignora su propia dignidad humana está muy lejos de respetarla en los demás y conciente de su avidez salvaje la teme en cuanta criatura se le parece Jamás ve a los otros dentro de sí mismo sólo a sí mismo viéndose en los otros y la sociedad en lugar de dilatarlo en el sentido de la especie no hace sino encerrarlo cada vez más en su individualidad En medio de esta estrechez opresiva yerra por la vida oscura como la noche hasta el momento que una naturaleza favorable aparta de sus sentidos entenebrecidos el peso de la materia en que su reflexión lo aparta a él mismo de las cosas y en que los objetos se le muestran por fin en el reflejo de la conciencia Este estado de naturaleza inculta tal como aquí se lo describe no se encuentra por cierto en ningún pueblo ni en ninguna época determinados es una mera idea pero una idea con la cual la experiencia hasta en algunos rasgos particulares coincide exactísimamente Bien podría uno decir que el hombre jamás estuvo inmerso por entero en ese estado bestial pero que jamás ha salido por entero de él Hasta en los sujetos más groseros uno encuentra rastros innegables de la libertad de la razón así como en los más cultos tampoco están ausentes los momentos que recuerdan aquél sombrío estado natural Es más propio del hombre juntar en su naturaleza lo más alto y lo más bajo y si su dignidad descansa en saber separar de manera rigurosa lo uno de lo otro así también en el saber cancelar como es debido esa diferencia descansa su felicidad La cultura que debe poner su dignidad en armonía con su felicidad habrá pues de procurar que ambos principios en su mezcla más íntima y profunda se conserven sin embargo en la mayor pureza La primera manifestación de la razón en el hombre no es por ende todavía el comienzo de su humanidad Ésta surge en él sólo por su libertad y la razón comienza inicialmente volviendo ilimitada la dependencia del hombre respecto de los sentidos un 141 fenómeno éste que me parece no haber sido todavía expuesto como merece en razón de su importancia y de su universalidad La razón como sabemos se da a conocer en el hombre mediante la exigencia de lo absoluto es decir de lo que es necesario y está fundado en sí mismo la cual puesto que ningún estado de su vida física puede satisfacerlo lo urge a que abandone sin reservas el mundo físico y a que sobrepase una realidad estrecha remontándose hacia las ideas210 Pero aunque el verdadero sentido de aquella exigencia consiste en arrebatarlo de las barreras del tiempo y en elevarlo por encima del mundo sensible hacia uno ideal bien puede ocurrir que ella en virtud de una confusión poco menos que inevitable en esta época de la sensibilidad imperante se oriente hacia la vida física y que en lugar de volver al hombre independiente lo precipite en la más terrible servidumbre Y así ocurre también en efecto Sobre las alas de la imaginación abandona el hombre los estrechos límites del presente donde la mera animalidad permanece confinada para tender hacia delante en dirección a un porvenir ilimitado pero mientras que ante su imaginación desbordante se alza lo infinito su corazón no ha cesado de vivir en lo particular ni de servir al instante En medio de su animalidad lo sorprende el impulso hacia lo absoluto y puesto que en ese estado de apatía todas sus aspiraciones apuntan simplemente a lo material y temporal y simplemente se limitan a su individuo esa exigencia de absoluto en lugar de hacerlo abstraer del individuo sólo lo mueve a dilatarlo de manera ilimitada y a perseguir en lugar de una forma una materia inagotable en lugar de lo inmutable una mutación que jamás tenga fin y una afirmación absoluta de su existencia temporal Este mismo impulso que aplicado a su pensamiento y a su acción debería conducirlo hacia la verdad y la moralidad produce ahora referido a su condición pasiva y sensible tan sólo un anhelo ilimitado una penuria absoluta Los primeros frutos que cosecha en el reino de los espíritus son en consecuencia el cuidado y el temor se trata de dos efectos producidos por la razón no por la sensibilidad pero por una razón que marra en su objeto y que aplica de manera inmediata su imperativo211 a la materia Los frutos de este árbol son todos los sistemas incondicionados de la felicidad sea que tengan por objeto el día presente o bien la vida íntegra o bien sin que esto los vuelva en nada más respetables la eternidad Una duración sin límites de la existencia y el bienestar sólo por mor de la existencia y el bienestar es un mero ideal 210 Ideas de la razón que siendo incondicionadas necesarias y válidas en sí mismas sobrepasan el carácter limitado tanto de la experiencia como del mero entendimiento 211 El mandamiento que le es propio el de querer lo incondicionado e infinito 142 de la concupiscencia y una aspiración por ende que sólo puede ser abrigada por una animalidad que busca afianzarse de manera absoluta Sin que una manifestación racional de este género procure ganancia alguna a su humanidad el hombre pierde por ella la feliz limitación del animal al que aventaja ahora tan sólo por la facultad nada envidiable de perder la posesión del presente en aras de un anhelo de lejanía sin buscar jamás empero en aquella lejanía de todo punto inmarcesible otra cosa que el presente Pero aun cuando la razón no marre en su objeto ni yerre en la pregunta la sensibilidad con todo por largo tiempo falseará la respuesta En cuanto el hombre comienza a utilizar su entendimiento y a enlazar los fenómenos que lo rodean según causas y fines la razón reclama según su propio concepto un enlace absoluto y un fundamento incondicionado Para poder plantear siquiera una exigencia semejante el hombre ha de haber dejado ya la sensibilidad a sus espaldas pero ésta se sirve precisamente de la exigencia mentada para hacer volver al fugitivo El hombre podría haber llegado a un punto en efecto que lo obligase a abandonar por completo el mundo sensible y a elevarse al reino puro de las ideas pues el entendimiento permanece eternamente dentro del ámbito de lo condicionado y no cesa de preguntar sin dar jamás con algo último Pero como el hombre del que aquí se habla no es capaz todavía de una abstracción semejante aquello que no encuentra en el ámbito de su conocimiento sensible ni busca todavía por encima de él en el reino de la razón lo buscará por debajo en el ámbito de su sentimiento y al menos en apariencia lo hallará La sensibilidad nada le muestra por cierto que sea su propio fundamento212 y se de a sí mismo la ley pero le descubre algo en cambio que ignora todo fundamento y que no respeta ley alguna En consecuencia como el hombre no logra sosegar el entendimiento que interroga con un fundamento último e interior consigue al menos reducirlo a silencio invocando el concepto de lo infundado y permanece así encerrado en la necesidad ciega de la materia al no poder comprender todavía la sublime necesidad de la razón Puesto que la sensibilidad no conoce fin alguno fuera de su provecho ni se siente impulsada por ninguna otra causa más que por el ciego azar hace de aquél el norte de sus actos y de éste el amo y señor del universo Incluso lo más sagrado que hay en el hombre la ley moral es incapaz de evitar este falseamiento al presentarse por primera vez ante la sensibilidad Como habla de manera simplemente prohibitiva y contra el interés del egoísmo sensible que alienta en 212 Lo que exige y merece ser realizado por sí mismo cuyo derecho y valor descansa por ende en sí mismo 143 el hombre éste por fuerza ha de tenerla por algo ajeno y exterior al menos mientras no llegue a comprender aquel egoísmo como lo ajeno y exterior y comprenda en cambio la voz de la razón como su verdadero e íntimo yo El hombre siente pues sólo las cadenas que la última le impone no la liberación infinita que le procura Sin lograr barruntar en su seno la dignidad del legislador siente tan sólo la coacción y la repugnancia imbele del súbdito Como en su experiencia el impulso sensible precede al impulso moral entonces atribuye a la ley de la necesidad un comienzo en el tiempo un origen positivo213 y mediante el más deplorable de todos los errores hace de lo que en él es inmutable y eterno un accidente de lo efímero Se persuade a ver los conceptos de lo justo y lo injusto como estatutos214 dictados por una voluntad y no como válidos por sí mismos por toda la eternidad Así como en la explicación de los fenómenos naturales aislados va más allá de la Naturaleza y fuera de ella busca lo que sólo puede ser hallado en su legalidad interior así también en la explicación de lo moral va más allá de la razón y se burla de su propia humanidad al buscar por ese camino una divinidad Cómo admirarse de que una religión comprada al precio del menosprecio de la humanidad del hombre se muestre digna de semejante procedencia cómo admirarse de que el hombre ante leyes que no han obligado desde toda la eternidad se niegue a considerarlas como incondicionadas y válidas por toda la eternidad Él tiene que habérselas no con un ser sagrado sino con uno simplemente poderoso El espíritu que lo mueve a adorar a Dios es pues el temor que lo envilece no la veneración que lo enaltece en su propia estima Aunque estas múltiples desviaciones del hombre respecto del ideal de su destinación no pueden verificarse todas en la misma época puesto que debe pasar por varios peldaños desde la ausencia de pensamiento hasta el error y desde la ausencia de voluntad hasta la perversión de la misma es claro que todas son consecuencias del estado físico porque en todas ellas el impulso vital señorea sobre el impulso formal Sea que la razón no haya elevado su voz en el hombre todavía y lo físico lo domine aún con necesidad ciega sea que su razón no se haya purificado todavía en la medida suficiente del comercio con los sentidos y lo moral continúe aún al servicio de lo físico lo cierto es que en ambos casos el único principio imperante en el hombre es un principio material y que el hombre mismo es al menos según su tendencia última un ser 213 Véase la nota acerca de este término al comienzo de la Carta novena Este momento de la reflexión schilleriana se hace presente de manera inmediata en el pensamiento de Hegel y fructifica en La positividad del Cristianismo Die Positivität des Christentums 17951796 214 Determinaciones heterónomas esto es decretadas por un legislador humano o divino que procede según su arbitrio 144 sensible con la única salvedad de que en el primer caso es un animal desprovisto de razón y un animal racional en el segundo No debe ser empero ni lo uno ni lo otro debe ser hombre la Naturaleza no debe dominarlo de manera exclusiva ni la razón gobernarlo de manera condicionada Ambas legislaciones deben coexistir con perfecta independencia mutua y sin dejar de estar por ello perfectamente acordes 145 Carta vigesimoquinta Mientras el hombre en el primero de sus estados el físico acoge en sí el mundo sensible de un modo meramente pasivo y se limita a sentir todavía está unido de todo en todo con él y precisamente porque el hombre no es sino mundo no existe todavía un mundo para él Sólo cuando en su estado estético hace del mundo algo exterior o lo contempla su personalidad se separa de éste y se le muestra así un mundo porque ha cesado ya de ser uno con él215 La reflexión es la primera relación liberal del hombre frente al universo que lo rodea216 Cuando el apetito se apodera de manera inmediata de su objeto entonces la reflexión aleja de sí el suyo y precisamente por mantenerlo a salvo de la pasión lo vuelve verdadera e inamisible posesión suya La necesidad natural que en el estado de la mera sensación dominaba al hombre con poderío indiviso en la reflexión lo abandona una paz momentánea gana los sentidos el tiempo mismo lo eternamente mudable se detiene a la vez que los haces dispersos de la conciencia se concentran y un fiel trasunto de lo infinito la forma se refleja sobre el fondo efímero de las cosas No bien se hace la luz en el hombre tampoco hay ya noche alguna fuera de él no bien reina en él la quietud también en el universo se aplaca la tormenta y las fuerzas hostiles de la Naturaleza hallan reposo dentro de límites estadizos Por donde no ha de causar asombro que las más antiguas creaciones poéticas217 hablen de este gran suceso en el interior del hombre como de una revolución en el mundo exterior y que simbolicen la victoria del pensamiento sobre las leyes del tiempo mediante la imagen de Zeus que pone término al reinado de Saturno218 De un esclavo de la Naturaleza mientras se limita a sentirla vuélvese el hombre su legislador tan pronto como la piensa La que antes lo dominaba sólo como un poder se halla ahora ante su mirada de juez como un objeto Pero lo que para él es un objeto 215 Una vez más hago recordar que si bien es verdad que en la Idea estos dos períodos han de separarse necesariamente uno del otro en la experiencia se confunden poco más o poco menos Tampoco ha de pensarse que hubo un tiempo en que el hombre se halló sólo en esta situación física y uno en que se hubiese librado por completo de ella Tan pronto como el hombre ve un objeto ya deja de estar en un estado meramente físico y en la medida en que no cese de verlo tampoco logrará evadirse de aquella situación física porque sólo puede ver en tanto que siente Aquellos tres momentos que mencioné expresamente al comienzo de la carta vigésima cuarta son pues en su totalidad preciso es reconocerlo tres épocas diferentes en el desarrollo de la humanidad toda y en el desarrollo todo de un hombre singular pero bien pueden también diferenciarse en cada percepción individual de un objeto y son en una palabra las condiciones necesarias de cuantos conocimientos alcanzamos por medio de los sentidos 216 Cf Los artistas vv 174178 217 Como en la Teogonía de Hesíodo v 617ss 218 Crono en la mitología griega 146 no le hace ya violencia pues el objeto para serlo ha de experimentar antes la del propio sujeto En la medida en que éste confiere forma a la materia y mientras lo hace es invulnerable a sus efectos pues nada puede herir a un espíritu salvo lo que le roba la libertad y él acredita por cierto la suya confiriendo forma a lo que carece de ella Sólo allí donde domina una masa pesada e informe y donde vacilan entre límites inciertos los contornos borrosos sólo allí hay lugar para el miedo el hombre prevalece sobre cuanto terror le causa la Naturaleza tan pronto como sabe darle una forma y convertirlo en su objeto Del mismo modo en que comienza a afirmar su autonomía frente a aquélla en cuanto fenómeno así también afirma su propia dignidad frente a la Naturaleza en cuanto poder y con noble libertad se yergue ante sus dioses Éstos deponen las máscaras fantasmales con que atemorizaron su niñez y lo sorprenden con su propia imagen al volvérsele una representación suya El dios monstruoso de los orientales que rige el mundo con la fuerza ciega del animal feroz se reduce en la fantasía griega a la silueta amable de lo humano el reino de los titanes se desmorona y la fuerza infinita es domeñada por la forma infinita Pero mientras yo buscaba sólo una salida del mundo material y un paso hacia el mundo de los espíritus he aquí que el libre curso de mi imaginación me ha introducido ya en el corazón de este último La belleza que buscamos ha quedado ya a nuestras espaldas hemos saltado por encima de ella al pasar sin mediación alguna desde la vida sin más hacia la forma pura y el objeto puro Un salto semejante no es propio de la naturaleza humana y para andar a compás con ésta tendremos que retornar hacia el mundo de los sentidos La belleza es por cierto la obra de la contemplación libre y con ella ingresamos en el mundo de las ideas pero sin abandonar por ello adviértaselo bien el mundo sensible cosa que sí ocurre cuando se trata del conocimiento de la verdad Ésta es el producto puro de la abstracción de todo cuanto es material y contingente un objeto puro donde no cabe que subsista límite alguno propio del sujeto pura actividad espontánea sin mezcla de pasividad Bien es verdad que también desde la máxima abstracción hay un camino de regreso hacia la sensibilidad pues el pensamiento roza el sentimiento interno y la representación de la unidad lógica y moral se resuelve en un sentimiento de armonía sensible Pero no por deleitarnos con los conocimientos dejamos de distinguir muy cuidadosamente entre nuestra representación y nuestro sentimiento y consideramos este último como algo contingente que bien podría estar ausente sin que por ello el conocimiento cesase y la verdad dejase de serlo Pero sería una empresa 147 completamente vana el querer separar de la representación de la belleza esta relación con la sensibilidad y por ello nada se logra al pensar una como efecto de la otra ambas por el contrario deben ser consideradas a la par y de manera recíproca como efecto y como causa En el placer que nos brindan los conocimientos distinguimos sin esfuerzo el tránsito de la actividad a la pasividad y advertimos claramente que cuando comienza esta última ya la primera cesó En la satisfacción en cambio que nos proporciona la belleza no cabe distinguir una sucesión semejante entre la actividad y la pasividad y la reflexión se funde aquí tan cabalmente con el sentimiento que creemos sentir la forma de manera inmediata Así pues si es cierto que la belleza es para nosotros un objeto por ser la reflexión la condición que nos permite percibirla de manera sensible no por ello deja de ser al mismo tiempo un estado de nuestro sujeto por ser el sentimiento la condición que nos permite tener de ella una representación Es pues forma porque la contemplamos pero al mismo tiempo es vida porque la sentimos En una palabra es estado nuestro y acto nuestro a la vez Y precisamente por ser ambas cosas al mismo tiempo nos sirve para probar de manera irrefutable que en modo alguno la pasividad excluye la actividad la materia la forma la limitación la infinitud que por ende el necesario vasallaje físico del hombre de ningún modo anula su libertad moral Ella la belleza nos lo prueba y debo añadir que sólo ella puede probárnoslo Pues teniendo en cuenta a propósito del placer que nace de la verdad o de la unidad lógica que esa sensación no es necesariamente una con el pensamiento sino que lo sigue de manera contingente esa misma sensación sólo puede probarnos que una actividad de la naturaleza racional puede ser seguida por una de la naturaleza sensible y viceversa no que ambas son inseparables no que operan una sobre la otra de manera recíproca no que deben unirse por modo absoluto y necesario Por el contrario de esa exclusión del sentimiento mientras pensamos y del pensamiento mientras sentimos cabría inferir antes bien una incompatibilidad de ambas naturalezas y es así como en rigor los analistas219 no saben aducir mejor prueba en favor de la posibilidad de realizar la razón pura en la humanidad que el considerarla como un mandato Pero puesto que en el placer que brinda la belleza o la unidad 219 Los representantes de la filosofía y Kant en particular Mientras que éstos a partir del carácter incondicionado del postulado de la razón infieren la capacidad del hombre para realizarlo la investigación de Schiller ha mostrado que el hombre está esencialmente dispuesto y destinado a transformar en sí mismo el deber en sentido verbal en ser a que la libertad se convierta en su naturaleza En el fenómeno de lo bello el de la apariencia leal se refleja esta suprema destinación del hombre la de volver todo debe en ser y en el estado estético el hombre cobra conciencia de que en la totalidad de su ser espiritual y sensible está dispuesto y destinado para la realización sustantiva de la realidad FrG 148 estética se produce una unificación instantánea220 y un cambio de la materia con la forma y de la pasividad con la actividad así precisamente por ello queda probada la compatibilidad de ambas naturalezas la posibilidad de realizar lo infinito en la finitud y la posibilidad por ende de la humanidad más sublime Es así como ya no debemos vernos en aprietos para hallar un paso que nos lleve del vasallaje de los sentidos a la libertad moral habiéndonos servido la belleza de ejemplo de que la última puede coexistir perfectamente con la primera y de que el hombre para mostrarse como espíritu no necesita huir de la materia Pero si el hombre es libre ya en comunión con la sensibilidad tal como lo enseña el factum de la belleza y si la libertad es algo absoluto y suprasensible tal como se desprende necesariamente de su concepto entonces ya no puede haber motivo alguno para preguntar cómo es que el hombre logra elevarse desde sus limitaciones hacia lo absoluto y oponerse a la sensibilidad en su pensamiento y su voluntad puesto que todo esto se ha realizado ya en la belleza Ya no cabe preguntar en una palabra cómo pasa el hombre de la belleza a la verdad ésta está contenida en potencia ya en aquélla sino cómo se abre él camino desde una realidad vulgar hacia una realidad estética desde unos sentimientos meramente vitales hacia los de belleza 220 Wirklich según el uso dialectal suabo de esta palabra FrG 149 Carta vigesimosexta Puesto que sólo por obra del temple estético del ánimo como lo llevo expuesto en las cartas precedentes principia la libertad es fácil comprender que aquél no podría nacer de ésta y que tampoco podría tener en consecuencia un origen moral Ha de ser un regalo de la Naturaleza tan sólo el favor de la fortuna puede soltar las cadenas del estado físico y conducir al salvaje hacia la belleza El germen de esta última se desarrollará con pareja insuficiencia allí donde la Naturaleza siendo avara priva al hombre de todo refrigerio y donde siendo pródiga lo exime de todo esfuerzo personal allí donde una sensibilidad roma no siente ninguna urgencia y donde la violencia de los apetitos no logra saciarse nunca No prosperará allí donde el hombre a la manera del troglodita se esconde en una caverna y está siempre aislado sin hallar jamás a la humanidad fuera de sí mismo ni tampoco allí donde a la manera del nómada marcha en grandes hordas siendo por siempre sólo un número sin hallar jamás a la humanidad en sí mismo el tierno capullo de la belleza se abrirá sólo allí donde el hombre hable consigo mismo en el silencio de su propio albergue y con la especie toda al trasponer su umbral Allí donde un aura ligera abra los sentidos al más leve contacto y un calor vigoroso anime la materia exuberante donde el reino de las masas ciegas haya sido abatido ya en la creación inanimada y donde la forma victoriosa ennoblezca hasta las más ínfimas criaturas allí en la dichosa situación y en la zona privilegiada donde sólo la actividad lleve al placer y sólo el placer a la actividad donde el orden sagrado surja de la vida misma y donde por la ley del orden sólo la vida se desarrolle allí donde la imaginación huya eternamente de la realidad sin por ello apartarse jamás de la sencillez de la Naturaleza sólo aquí se desarrollarán los sentidos y el espíritu la capacidad receptiva y la creadora en ese dichoso equilibrio que es el alma de la belleza y la condición de la humanidad221 Y cuál es aquel fenómeno que anuncia en el salvaje su ingreso en la humanidad Es uno y el mismo por mucho que interrogamos a la Historia en todas las tribus que han logrado salir de la esclavitud del estado animal el goce en la apariencia la inclinación al adorno y al juego 221 Este tránsito de lo que es aún imperfecto por hallarse sensiblemente condicionado todavía hacia lo perfecto es una exigencia unánime de toda filosofía idealista desde la posición del mismo Wolff hasta la de Hegel En este lugar del texto la edición de Las Horas añadía la siguiente nota Léase a propósito de esta materia lo dicho por Herder en el libro décimo tercero de las Ideas para una filosofía de la historia de la Humanidad acerca de las causas promotoras de la cultura intelectual entre los griegos 150 La necedad suma y el sumo entendimiento poseen una cierta afinidad entre sí por el hecho de que ambos buscan sólo lo real y son completamente insensibles para la mera apariencia Sólo el presente inmediato de un objeto ante los sentidos arrebata a la primera de su quietud y el otro sólo la alcanza en cuanto puede reducir sus conceptos a hechos de la experiencia en una palabra la necedad no puede elevarse por sobre la realidad y el entendimiento no puede permanecer por debajo de la verdad Así pues en la medida en que la necesidad de realidad y la supeditación a lo real son meras consecuencias de una insuficiencia la indiferencia ante la realidad y el interés por la apariencia son una verdadera amplificación de lo humano y un paso decidido hacia la cultura Ellos atestiguan en primer término una libertad exterior pues mientras impera la penuria y la necesidad apremia la imaginación permanece atada a lo real con cadenas rigurosas ella sólo despliega sin trabas su facultad cuando la necesidad ha sido acallada Pero también atestiguan una libertad interior porque nos hacen ver una fuerza que con independencia de todo objeto exterior se pone en movimiento por sí misma y posee energía suficiente como para mantener lejos de sí la materia apremiante La realidad de las cosas es obra de ellas mismas la apariencia de las cosas en cambio es obra del hombre y un ánimo que se apacienta en la apariencia halla deleite no ya en lo que recibe sino en lo que él mismo hace Bien se comprende como cosa obvia que aquí sólo se habla de la apariencia estética en cuanto distinta de la realidad y de la verdad y no de la apariencia lógica que uno confunde con ellas a aquélla primera se la ama pues por ser apariencia y no porque uno le atribuya una cualidad superior Sólo ella es juego porque la otra es mero engaño Hacer pasar la apariencia estética por una realidad es algo que jamás puede menoscabar la verdad porque nunca se corre el peligro de que se la tome por ésta único modo por lo demás de poder dañarla despreciar la apariencia estética significa despreciar todo arte bello en general del que ella es la esencia Sin desmedro de lo cual al entendimiento le ocurre en ocasiones llevar su celo por la realidad hasta un grado de intolerancia de esa índole y lanzar un juicio desdeñoso sobre el arte íntegro de la apariencia bella precisamente por ser mera apariencia pero al entendimiento sólo razona de este modo cuando recuerda la afinidad arriba mencionada Ya hallaré otra ocasión para discurrir de manera puntual sobre los límites necesarios de la apariencia bella222 222 Esa ocasión la encuentra Schiller en su ensayo Sobre los límites necesarios en el uso de las formas bellas publicado en dos partes en 1795 en los fascículos 9 y 11 de Las Horas 151 La Naturaleza misma es quien eleva al hombre desde la realidad a la apariencia habiéndolo dotado con dos sentidos que sólo mediante la apariencia lo conducen hacia el conocimiento de lo real En la vista y el oído ya queda apartada de los sentidos la materia que los acomete y se aleja de nosotros el objeto con el que los sentidos animales tienen un contacto inmediato Lo que con los ojos vemos es diferente de lo que percibimos mediante los sentidos pues el entendimiento salta por encima de la luz hasta los objetos El objeto del tacto es una violencia que padecemos el de la vista y el del oído una forma engendrada por nosotros mismos Mientras el hombre es todavía un salvaje disfruta sólo con los sentidos del contacto inmediato de los que los sentidos de la apariencia sólo son siervos durante ese período O bien no se eleva en modo alguno hasta la visión o bien no se satisface con ella Tan pronto como el hombre comienza a gozar con los ojos y para él el ver cobra un valor autónomo ya entonces es también estéticamente libre y ya su impulso lúdico se ha desarrollado No bien este impulso que halla en la apariencia su contento se despierta lo seguirá también el impulso formador mimético que trata la apariencia como algo autónomo Luego que el hombre ha llegado tan lejos como para distinguir entre la apariencia y la realidad entre la forma y el cuerpo está también en condiciones de separarlas respecto de él mismo pues ya lo ha hecho desde el momento en que las distingue La facultad de imitación artística está dada pues con la de conferir forma en general el ansia de tal imitación descansa en una disposición diferente de la que no preciso tratar aquí Cuán pronto o cuán tarde se desarrolle el impulso artístico esto sólo dependerá del grado de amor con que el hombre sea capaz de detenerse en la mera apariencia Puesto que toda existencia real tiene su origen en la Naturaleza como en una potencia extraña y toda apariencia en cambio procede originariamente del hombre en cuanto sujeto capaz de representaciones entonces éste se limita a ejercer su derecho absoluto de propiedad cuando dejando de lado el ser recupera la apariencia y dispone de ella según su arbitrio Lo que la Naturaleza separó puede anudarlo con una libertad irrestricta tan pronto como logra pensarlo reunido del modo que fuere y así también puede separar lo que ella vinculó tan pronto como logra escindirlo en su entendimiento Aquí nada puede ser sagrado para él fuera de su propia ley tan pronto como repara en 152 los límites que mediante entre su ámbito223 y aquél donde las cosas existen esto es el de la Naturaleza Este humano derecho de soberanía lo ejerce en el arte de la apariencia y cuanto más rigurosamente distinga aquí lo mío de lo tuyo cuanto más cuidadosamente aparte del ser la forma y cuanto más autonomía sepa conferirle a ésta tanto más habrá no sólo de ampliar el reino de la belleza sino de preservar incluso las fronteras de la verdad pues no puede hacer que la apariencia quede pura de toda realidad sin que ésta quede libre al mismo tiempo de toda apariencia Pero el hombre posee en verdad este derecho soberano únicamente en el mundo de la apariencia en el reino ilusorio de la imaginación y lo posee sólo en la medida en que en el plano teórico se abstiene escrupulosamente de afirmar su existencia y en el plano práctico renuncia a servirse de él para conferirle existencia Veis pues según lo expuesto que el poeta rebasa por igual sus límites tanto cuando atribuye existencia a su ideal como cuando apelando a éste se propone realizar una existencia determinada224 Pues no puede realizar ni lo uno ni lo otro sino al precio o bien de transgredir su derecho de poeta al poner pie por medio del ideal en los dominios de la experiencia y pretender determinar por la mera posibilidad una existencia real o bien de renunciar a su derecho de poeta al dejar que la experiencia ponga pie en los dominios de lo ideal y limite la posibilidad a las condiciones de la realidad Sólo en la medida en que es leal si renuncia expresamente a toda pretensión de realidad225 y sólo en la medida en que es autónoma si prescinde de todo apoyo de la realidad la apariencia es estética Tan pronto como es falsa y finge realidad y tan pronto como es impura y necesita de la realidad para surtir su efecto no es más que un vil instrumento al servicio de fines materiales y nada puede demostrar en pro de la libertad del espíritu No es necesario en modo alguno por lo demás que el objeto donde hallamos la apariencia bella carezca de realidad con tal de que nuestro juicio sobre aquélla prescinda por completo de esta otra pues en la medida en que no lo haga no será ése un juicio estético Bien es verdad que una belleza femenina palpitante de vida nos agradará tanto y algo más incluso como una mujer igualmente bella que vemos sólo en una pintura pero en cuanto nos agrada más que esta última ello no se debe a su 223 El de la apariencia bella creado por el hombre que opera con las formas ámbito que debe mantener su carácter meramente apariencial sin pretender sustituir jamás a lo real 224 Cuando el artista pretende que su obra se corresponde con la realidad o cuando intenta obrar sobre la realidad con su creación artística y según propósitos determinados morales políticos etc Véase al respecto el tratado mencionado en la penúltima nota 225 Cf el poema A Goethe cuando puso en escena el Mahomet de Voltaire 153 condición de apariencia autónoma el mayor agrado no lo experimenta el sentimiento estético puro al que le es lícito deleitarse incluso con lo viviente sólo como fenómeno incluso con lo real sólo como idea pero es cierto que para sentir en lo viviente mismo sólo la apariencia pura se requiere un grado de cultura estética infinitamente más elevado que para deplorar la ausencia de vida en la apariencia Sea cual fuere el individuo o el pueblo todo donde uno encuentra la apariencia leal y autónoma allí puede uno inferir que hay espíritu y buen gusto y cuanta excelencia está emparentada con ellos allí se verá el ideal empuñar las riendas de la vida real el triunfo del honor sobre el afán de posesión el del pensamiento sobre el placer el del sueño de inmortalidad sobre el apego a la existencia allí la voz pública será lo único temible y una corona de olivo procurará más honra que un vestido de púrpura Sólo la impotencia y la aberración buscan asilo en la apariencia falsa y menesterosa y tanto hombres aislados como pueblos enteros que o bien apuntalan la realidad con la apariencia o bien la apariencia estética con la realidad ambas cosas suelen ir unidas demuestran a un tiempo su falta de valor moral y su incapacidad estética De modo que la respuesta tan breve como concisa a la pregunta hasta dónde es lícito que haya apariencia en el mundo moral reza como sigue hasta donde haya apariencia estética esto es apariencia que ni quiere representar la realidad ni necesita tampoco ser representada por ésta La apariencia estética jamás puede resultar peligrosa para la verdad de las costumbres y donde se encuentre cosa distinta ahí se podrá mostrar sin dificultad que la apariencia no era estética Sólo un completo ignorante de las buenas maneras valga el ejemplo considerará las protestas de la cortesía que son una fórmula general como signos de una adhesión personal y se quejará de falsedad al verse desengañado Pero así también sólo un hombre basto en materia de urbanidad apelará a la falsedad para ser cortés y adulará para agradar Al primero le falta todavía el sentido de la apariencia autónoma a la que por ello mismo sólo puede atribuirle importancia por su contenido de verdad al segundo le falta realidad226 y querría suplirla con la apariencia Nada resulta tan habitual como oír de ciertos críticos triviales de nuestro tiempo la queja de que ha desparecido del mundo toda solidez moral y de que se descuida la sustancia en beneficio de la apariencia Aun cuando de ningún modo me siento llamado a justificar nuestra época frente a tal reproche ya la amplitud de las quejas formuladas 226 Carece de la debida cortesía FrG 154 por estos graves censores atestigua con holgura que fustigan nuestro tiempo no sólo por la apariencia falsa sino también por la leal e incluso las excepciones que toleran a favor de la belleza por ejemplo atañen más a la apariencia menesterosa227 que a la autónoma No atacan sólo el afeite engañoso el que oculta la verdad el que pretende representar la realidad también se apasionan contra la apariencia bienhechora que llena el vacío y cubre la miseria y también contra la ideal que ennoblece una realidad vulgar y fea La falsedad de las costumbres ofende con razón su severo sentimiento de la verdad pero es lástima que también incluyan en esa falsedad la cortesía Les disgusta que un exterior de oropel eclipse tan a menudo el mérito verdadero pero no los enfada menos que también del mérito se exija cierta apariencia y que a la riqueza interior no se la dispense de una forma agradable Echan de menos aquello que de cordial de sustancial e íntegro tenían las épocas pasadas pero también querrían que vuelvan a imponerse la ruda torpeza de las costumbres primeras el embarazo de las viejas formas y el exceso gótico228 de antaño Mediante juicios de este tenor tributan a la materia en sí misma considerada un respeto indigno de la humanidad pues ésta por el contrario no debería valorar la materia sino en cuanto es capaz de recibir una forma y de extender el reino de las ideas El gusto del siglo no precisa por consiguiente prestar mucho oído a las voces de tales censores si por lo demás puede justificarse ante una jurisdicción mejor No el que valoremos la apariencia estética no lo hacemos ni con mucho en la medida suficiente sino el que no hayamos alcanzado todavía la apariencia pura el que no hayamos separado aún como es debido la existencia y el aspecto exterior ni asegurado de ese modo para siempre las fronteras de ambos es lo que puede reprobarnos un juez rigorista en materia de belleza Y mereceremos esa reprobación mientras seamos incapaces de disfrutar de lo bello de la naturaleza viviente sin desearlo y de admirar lo bello del arte imitativa sin preguntarnos por el fin al que sirven229 mientras no concedamos a la imaginación el derecho a una legislación absoluta ni la repongamos en su dignidad por la estima que tributemos a sus obras 227 La que se apoya en la realidad ie la que se sirve de ella para lograr su efecto tal como ocurre por ejemplo en todo arte naturalista FrG 228 La palabra gótico significa aquí como es habitual en el siglo XVIII recargado o adornado con exceso 229 En una de las Xenias titulada Significado Schiller devela la razón de ser de tal pregunta Qué significa tu obra decís a quien forja lo bello Visteis la sierva jamás la diosa si así preguntáis 155 Carta vigesimoséptima Nada debéis temer por la realidad y la verdad si el elevado concepto de la apariencia estética por mí asentado en la carta anterior debiera volverse universal No se volverá tal mientras el hombre sea todavía lo bastante inculto como para poder abusar de él y si se volviese universal ello sólo podría lograrse mediante una cultura que hiciese imposible al mismo tiempo todo abuso Aspirar a la apariencia autónoma requiere más capacidad de abstracción más libertad del corazón y más una energía de la voluntad que las que el hombre precisa para circunscribirse a la realidad y ya tiene que haber dejado ésta a sus espaldas si quiere elevarse hasta aquélla Qué mal habría de aconsejarse pues si quisiese emprender el camino hacia el ideal para ahorrarse el camino hacia la realidad230 A causa de la apariencia tal como se la toma aquí no debiéramos tener mucho de qué preocuparnos con respecto a la realidad mucho más habría que temer por la apariencia a causa de esta última Atado a lo material durante largo tiempo el hombre hace que la apariencia sirva simplemente a sus fines particulares antes de concederle una personalidad propia en el arte del ideal Para esto último hace falta una revolución general en su modo íntegro de sentir sin la cual ni siquiera en camino se hallaría hacia el ideal Dondequiera pues que descubramos indicios de una valoración libre y desinteresada de la apariencia pura podremos inferir una revolución semejante de su naturaleza y el auténtico comienzo de la humanidad en él Indicios de esa especie empero ya se encuentran en efecto en los primeros intentos rudimentarios que consagra a embellecer su existencia aun a riesgo de deteriorarla en su contenido sensible Basta con que comience a preferir la figura a la materia y a arriesgar la realidad por la apariencia que deberá haber reconocido como tal para que en el círculo de su vida animal se haya abierto una brecha y el hombre se encuentre ya sobre una vía que no termina más Sin estar satisfecho con lo que basta a la Naturaleza y con lo que exige la penuria reclama sobreabundancia bien es verdad que al comienzo sólo una sobreabundancia de materia para ocultar al deseo sus propios límites y asegurar la persistencia del goce más allá de las necesidades presentes pero luego una sobreabundancia en la materia231 un aditamento estético para satisfacer también el 230 Reproche que una posteridad ignorante de la verdadera grandeza de Schiller y de su mérito auténtico ha elevado una y otra vez contra él FrG 231 Esto es una sobreabundancia como atributo de la materia 156 impulso formal para ampliar el goce más allá de toda penuria En cuanto se limita a reunir provisiones para un uso futuro y disfruta de ellas por anticipado en la imaginación traspasa por cierto el momento presente sin salir por ello de los límites del tiempo en general goza más sin gozar por ello de otro modo Pero al punto que logra incorporar la figura a su goce y no bien repara en las formas de los objetos que satisfacen sus deseos no sólo ha incrementado la extensión y el grado de su gozo sino que lo ha ennoblecido en cuanto a su especie Bien es verdad que también a la criatura irracional la Naturaleza le ha dado más de lo que precisa para vivir y que también en las tinieblas de la vida animal ha extendido un resplandor de libertad Cuando el hambre no incita al león ni un animal feroz lo provoca a la lucha su mismo vigor ocioso se crea un objeto con un rugido impetuoso hace resonar el desierto y en esa pompa inútil se goza la fuerza exuberante Vivaz y alegre vuela el insecto zumbando en el haz de sol y no es por cierto un grito de deseo lo que oímos en el melodioso piar de los pájaros No cabe negar que en tales movimientos hay libertad una libertad sin embargo no de la necesidad en general sino únicamente de una necesidad determinada externa El animal trabaja cuando una privación es el resorte de su actividad y juega cuando ese resorte es la fuerza pletórica cuando una sobreabundancia de vida es el estímulo de su propia actividad Incluso en la naturaleza inanimada se manifiesta semejante derroche de fuerzas y una laxitud en punto a destinación y fines que bien podría llamarse juego en aquel sentido material El árbol produce incontables simientes que se pierden sin llegar a germinar y para nutrirse echa mucho más raíces ramas y hojas que las empleadas para conservarse como individuo y como especie Cuanto de su pródiga abundancia devuelve al reino elemental sin haberlo usado ni gustado todos los seres vivos pueden aprovecharlo con alegre trajín Así la Naturaleza ya en su reino material nos ofrece un preludio de lo ilimitado y ya aquí rompe en parte las cadenas de que se deshace por completo en el reino de las formas Partiendo de la coacción de la penuria o de la seriedad física la Naturaleza realiza mediante la coacción de la sobreabundancia o del juego físico el tránsito hacia el juego estético y antes de que en la libertad superior de lo bello se eleve por sobre las cadenas de toda finalidad se aproxima a esta independencia al menos desde lejos en el movimiento libre que halla en sí mismo su medio y su fin Del mismo modo que los órganos y miembros corporales también la imaginación tiene en el hombre su movimiento libre y su juego material donde fuera de toda relación con la figura se goza en su fuerza autónoma y en la ausencia de trabas 157 En tanto que la forma no interviene todavía por nada en tales juegos de la fantasía juegos cuyo único atractivo consiste en una sucesión caprichosa de imágenes éstos aun siendo propios únicamente del hombre pertenecen sólo a su vida animal y atestiguan sólo su liberación de toda coacción exterior y sensible sin que ello permita inferir la existencia en él de una fuerza creadora autónoma232 Desde este juego de la libre sucesión de ideas de una especie completamente material todavía y que se explica por meras leyes naturales la imaginación al hacer el ensayo de una forma libre acaba por dar el salto hacia el juego estético Salto hay que llamarlo porque aquí entra en acción una fuerza completamente nueva el espíritu legislador en efecto interviene aquí por primera vez en las acciones de un instinto ciego somete el proceder arbitrario de la imaginación a su unidad inmutable y eterna introduce su autonomía en lo caedizo y su infinitud en lo sensible Pero mientras la Naturaleza bruta que no conoce más ley que la de precipitarse de manera incesante de un cambio en otro sea demasiado poderosa todavía opondrá resistencia con su capricho inconstante a aquella necesidad con su inquietud a aquella uniformidad con su indigencia a aquella autonomía con su descontento a aquella sublime sencillez El impulso estético del juego pues apenas si podrá ser reconocido en sus primeros intentos porque el impulso sensible se entromete de continuo con su humor caprichoso y su apetito desordenado Es así como vemos que el gusto basto y grosero echa mano primero de lo nuevo y sorprendente de lo variopinto extravagante y bizarro de lo violento y desenfrenado y que de nada huye tanto como de la sencillez y de la calma Forja figuras grotescas adora los tránsitos repentinos las formas exuberantes los contrastes violentos las luces chillonas el canto patético Bello es para él en esta fase simplemente cuanto lo excita cuanto le ofrece una materia pero lo bello excita en orden a una resistencia activa y propia y la materia que brinda es para un crear posible pues de lo contrario ni siquiera para él sería bello En la forma de sus juicios se ha operado pues una transformación notable busca esos 232 La mayor parte de los juegos corrientes en la vida ordinaria el autor se refiere a los juegos de la imaginación o bien descansan por entero sobre este sentimiento de la libre sucesión de ideas o al menos obtienen de él su mayor atractivo Pero aun cuando tal sentimiento sea tan poco para acreditar por sí mismo una naturaleza superior y aun cuando sean precisamente las almas más perezosas las que acostumbran entregarse a este libre torrente de las imágenes cierto es que esta misma independencia de la fantasía frente a las impresiones exteriores constituye al menos la condición negativa de su facultad creadora Sólo en cuanto logra arrancarse de la realidad la fuerza creadora se eleva hacia el ideal y antes de que la imaginación en su calidad productiva pueda obrar según leyes propias es necesario que en su actividad reproductiva se haya liberado ya de la sujeción a las leyes ajenas Ni que decir tiene que hay un largo paso que dar todavía desde la mera ausencia de leyes hasta una legislación interior autónoma y que es necesario que una fuerza completamente nueva la facultad de las ideas intervenga aquí en el juego pero esta fuerza también puede desenvolverse ahora con mayor facilidad pues los sentidos no le son hostiles y lo indeterminado al menos de manera negativa linda con lo infinito 158 objetos no para recibirlos pasivamente sino porque lo mueven a obrar le agradan no porque satisfagan una necesidad sino porque dan cumplimiento a una ley que aunque quedo todavía se hace oír en su pecho Pronto el hombre ya no se contenta con que las cosas le agraden él mismo quiere agradar al principio sólo con lo que es suyo y por fin con lo que él es Lo que posee lo que produce no debe ya limitarse a ostentar las trazas de su utilidad la forma medrosa de su finalidad además del servicio para el que fue hecho ha de reflejar al mismo tiempo el entendimiento ingenioso que lo pensó la mano amorosa que lo labró el espíritu alegre y libre que lo eligió y dispuso El antiguo germano comienza a escoger entonces pieles más lustrosas cornamentas más magníficas cuernas más elegantes y el caledonio elige las conchas más bonitas para sus fiestas Incluso las armas no han de ser ya meros objetos de terror sino de agrado también y el artístico tahalí no quiere ser menos apreciado que el filo mortal de la espada No contento con introducir una belleza superflua en los objetos necesarios el impulso lúdico más libre acaba por soltarse completamente de las cadenas de la indigencia y lo bello se vuelve por sí mismo el objeto de su afán El hombre se adorna El placer libre pasa a ser contado en el número de sus necesidades y pronto lo innecesario es la parte mejor de sus alegrías Así como paso a paso la forma se le aproxima desde afuera en su vivienda en su ajuar en su indumentaria así también comienza a tomar por fin posesión de sí mismo y a transformar primero sólo el exterior del hombre y por último también su interior El brinco de alegría ajeno a toda ley se vuelve danza la mueca ruda un grácil y armonioso lenguaje de ademanes las voces confusas del sentimiento se despliegan comienzan a obedecer al compás y a curvarse en un canto Si el ejército troyano se lanza al campo de batalla con una estridente gritería semejante a una bandada de grullas el griego se le acerca en silencio y a paso firme233 Allá vemos tan sólo la insolencia de las fuerzas ciegas acá la victoria de la forma y la majestad sencilla de la ley Una necesidad más bella encadena ahora los sexos234 y la participación de los corazones ayuda a preservar el lazo que el deseo ata de manera sólo caprichosa y mudable Sueltos ya de sus sombrías cadenas los ojos más serenos abarcan la figura un alma en la otra se contempla y nace así en lugar de un trueque egoísta del placer un cambio magnánimo del afecto El deseo se amplifica y se eleva hasta volverse amor a medida que ve despuntar la humanidad en su objeto y se desprecia el bajo provecho 233 Cf Ilíada III 2ss IV 427ss Lessing Laoconte cap 1 234 Schiller trata esta materia en una de sus Elegías Los sexos Die Geschlechter 159 obtenido a expensas de los sentidos para alcanzar sobre la voluntad una victoria más noble La necesidad de agradar doblega al poderoso ante el delicado tribunal del gusto el placer puede robarlo pero el amor ha de ser un don Para conquistar este premio superior puede luchar sirviéndose sólo de la forma no de la materia Debe dejar de obrar como una fuerza sobre el sentimiento y exponerse por su apariencia exterior al juicio de la inteligencia debe dar libertad puesto que quiere agradar a la libertad Así como la belleza resuelve la contienda de las naturalezas en su ejemplo más simple y más puro el de la oposición eterna de los sexos así también la resuelve o tiende al menos a ello en el seno complejo del organismo social y así también aspira según el modelo del pacto libre que ella anuda entre la fuerza viril y la dulzura femenina a reconciliar en el mundo moral lo apacible y lo violento Ahora la debilidad se vuelve sagrada y el vigor no domeñado resulta deshonroso lo errado de la naturaleza es enderezado por la magnanimidad de las costumbres caballerescas Aquél a quien ninguna violencia es capaz de amedrentar queda desarmado por la encantadora púrpura del pudor y las lágrimas apagan una venganza que ninguna sangre podía satisfacer El odio mismo repara en la voz tierna del honor la espada del vencedor perdona al enemigo inerme y el fuego de un hogar hospitalario arde para el extranjero en la temida costa donde otrora sólo la muerte lo habría recibido235 En medio del temible reino de las fuerzas naturales y en medio también del sagrado reino de las leyes el impulso de la creación estética edifica sin que se lo advierta un tercer y gozoso reino el del juego y la apariencia donde despoja al hombre de las cadenas de toda circunstancia y lo libera tanto en lo físico como en lo moral de cuanto se llama coacción Si en el Estado dinámico de los derechos es en cuanto fuerza que el hombre se enfrenta con el hombre y limita su acción si en el Estado ético de los deberes se le opone con la majestad de la ley y encadena su voluntad entonces en la esfera del trato bello en el Estado estético le está permitido aparecérsele sólo como forma oponérsele sólo como objeto del juego libre Dar libertad por medio de la libertad es la ley fundamental de este reino El Estado dinámico sólo puede hacer posible la sociedad en cuanto refrena la naturaleza mediante fuerzas naturales el Estado ético sólo puede hacerla moralmente 235 Posible alusión a la Táurica región del Quersoneso habitada por descendientes de los escitas temibles por su ferocidad y aborrecidos entre los antiguos por sus costumbres salvajes cf el poema La fiesta eleusina v 15s 160 necesaria en cuanto somete la voluntad particular a la general sólo el Estado estético puede hacerla real porque cumple la voluntad de todos mediante la naturaleza de los individuos236 Si es verdad que la necesidad natural fuerza al hombre a entrar en sociedad y si la razón por su parte le inculca principios de sociabilidad sólo la belleza puede comunicarle un carácter sociable Tan sólo el gusto introduce armonía en la sociedad porque la infunde antes en el individuo Todas las otras formas de representación cualesquiera sean fragmentan al hombre porque se fundan exclusivamente o bien en la parte sensible de su ser o bien en la espiritual sólo la representación bella hace de él una totalidad porque para ello deben concordar sus dos naturalezas Todas las otras formas de comunicación cualesquiera sean fragmentan la sociedad porque se refieren exclusivamente a lo específico o bien de la receptividad o bien de la actividad de sus diferentes miembros esto es a lo que diferencia y distingue a los hombres entre sí sólo la comunicación bella unifica la sociedad porque se refiere a lo que es común a todos De los placeres de los sentidos gozamos sólo en cuanto individuos sin que la especie que nos habita tome parte en ellos no podemos pues universalizar nuestros placeres sensibles porque no podemos hacer que nuestro individuo se vuelva universal De los placeres del conocimiento gozamos sólo como especie en cuanto apartamos cuidadosamente de nuestro juicio toda traza de particularidad individual no podemos pues universalizar nuestros placeres racionales porque no podemos apartar del juicio ajeno como hacemos con el nuestro aquellas trazas de lo individual Sólo de lo bello gozamos como individuos y como especie a la vez esto es como representantes de la especie El bien sensible puede hacer dichoso sólo a uno puesto que se funda sobre una apropiación que comporta siempre una exclusión y a éste uno puede hacerlo dichoso sólo parcialmente porque su personalidad no toma parte en ello El bien absoluto puede hacer dichoso sólo bajo condiciones cuya existencia no es posible suponer en todos los hombres pues la verdad no es sino el premio de la abnegación y sólo un corazón puro cree en la voluntad pura La belleza sola hace feliz a todos los hombres y cada ser olvida sus limitaciones mientras experimenta su mágico efecto Ningún privilegio ningún despotismo se tolera en la medida en que gobierna el gusto y el reino de la apariencia bella extiende sus dominios Este reino se dilata por lo alto hasta donde la razón impera con necesidad incondicionada y toda materia 236 Adviértase cómo la relación de cada uno los tres Estados con la sociedad es pensada aquí por Schiller a la luz de las categorías kantianas de la modalidad posibilidad realidad y necesidad 161 desaparece también se dilata por lo bajo hasta donde el impulso natural rige con violencia ciega y donde la forma no surge todavía pero incluso en estos últimos confines donde el gusto se ve despojado del poder legislativo no se deja arrebatar por cierto el ejecutivo El deseo insociable está forzado a renunciar a su egoísmo y lo agradable que de otro modo no seduce más que a los sentidos ha de arrojar la red de la gracia también sobre los espíritus La voz severa de la necesidad el deber ha de modificar su fórmula recriminatoria justificada sólo por la resistencia y honrar la naturaleza dócil con una confianza más noble El gusto conduce el conocimiento desde los arcanos de la ciencia hasta el campo a cielo abierto del sentido común y transforma lo que era propiedad de las escuelas en un bien común de la sociedad humana en su conjunto En los dominios del gusto incluso el más poderoso genio ha de renunciar a su majestad soberana y descender familiarmente hasta el entendimiento de los niños La fuerza ha de dejarse atar por las Gracias y el león altivo aceptar que del ronzal lo lleve el dios Amor Para ello el gusto extiende sobre la necesidad física cuya desnudez ofende la dignidad de los espíritus libres su velo humanante y nos oculta el parentesco deshonroso con la materia mediante una encantadora ilusión de libertad También presta alas al arte servil y mercenario que batiéndolas abandona el polvo y lo mismo de las cosas inanimadas que de los seres vivos las cadenas de la servidumbre se desprenden al solo contacto de su cetro En el Estado estético todo el mundo hasta el menestral que sirve de instrumento es un ciudadano libre cuyos derechos son iguales a los del más noble y el entendimiento que doblega brutalmente bajo sus designios a la masa resignada tiene aquí la obligación de preguntarle por su aquiescencia Aquí pues en el reino de la apariencia estética queda satisfecho el ideal de la igualdad que los iluminados237 tanto querrían ver realizado también en el plano real y si es cierto que las buenas maneras maduran más pronto y del modo más perfecto en la vecindad de los tronos entonces habría que reconocer también en ello la intervención de un hado bondadoso que a menudo parece constreñir al hombre en la realidad sólo para impulsarlo hacia un mundo ideal Existe empero tal Estado de la apariencia bella Dónde se lo encuentra A título de necesidad existe en toda alma delicada a título de realidad sólo cabría encontrarlo como la iglesia pura y la república pura en algunos pocos círculos escogidos donde no la imitación obtusa de costumbres extranjeras sino la propia 237 O exaltados Schwärmer figuras o caracteres típicos de la literatura de la época cegados por el afán de realizar a cualquier precio sus ideales sociales políticos y religiosos 162 naturaleza bella dirige la conducta donde el hombre avanza por entre las situaciones más complejas con audaz sencillez y tranquila inocencia sin verse precisado a menoscabar la libertad ajena para afirmar la propia ni a renegar de su dignidad para manifestar la gracia 163 DE LO SUBLIME238 Contribución a un desarrollo más amplio de algunas ideas kantianas239 238 Como resultado de las lecciones estéticas dictadas durante el semestre de invierno de 179293 las últimas que habría de dictar Schiller en su cátedra de la Universidad de Jena surge este escrito redactado durante la primavera y el verano siguientes El 27 de mayo de 1793 escribe Schiller a Körner La Talía no debe paralizarse y el apoyo que recibo de mis colaboradores es harto escaso Por ello estoy atareado en estos días con dos artículos Uno trata de la gracia y la dignidad el otro versa sobre la exposición patética Este último tratado apareció en la Nueva Talía en los números 3 y 4 de 1793 Al reeditarlo en el volumen de sus Escritos menores en prosa 3ª parte 1801 Schiller suprimió toda la primera parte el texto cuya traducción aquí ofrecemos cuyo título originario rezaba De lo sublime seguramente porque impresionaba muy fuertemente como un desarrollo de algunas ideas kantianas Cf supra nota 125 239 El subtítulo remite a la Crítica del juicio y en particular a la Analítica de lo sublime 164 Denominamos sublime un objeto ante cuya representación nuestra naturaleza sensible siente sus límites nuestra naturaleza racional empero su superioridad su ausencia de cadenas un objeto pues frente al cual físicamente salimos perdedores pero sobre el cual nos elevamos moralmente esto es por medio de ideas Sólo como seres sensibles somos dependientes como seres racionales somos libres El objeto sublime nos hace sentir primeramente nuestra dependencia como seres naturales al par que nos hace conocer en segundo lugar la independencia que como seres racionales sustentamos ante a la Naturaleza tanto dentro como fuera de nosotros Somos dependientes en cuanto algo fuera de nosotros contiene la causa por la que algo llega a ser posible en nosotros Mientras la naturaleza exterior guarda conformidad con las condiciones bajo las cuales algo llega a ser posible en nosotros no podemos sentir nuestra dependencia Si queremos llegar a tener conciencia de ésta debe uno representarse la naturaleza en pugna con aquello que siendo para nosotros necesario sólo es posible sin embargo gracias a su intervención o lo que es lo mismo debe hallarse en una relación antagónica frente a nuestros impulsos Lo cierto es que todos estos lo que actúan en nosotros como seres sensibles pueden reducirse a dos fundamentales Primeramente alienta en nosotros el impulso de mudar nuestro estado de exteriorizar nuestra existencia de ser activos todo lo cual lleva a procurarnos representaciones por lo que puede denominárselo impulso de representación o impulso de conocimiento En segundo lugar poseemos el de conservar nuestro estado el de prolongar nuestra existencia el llamado instinto de conservación El impulso de representación atañe al conocimiento el de conservación a los sentimientos y por lo tanto a las percepciones internas de la existencia Por obra de estos dos impulsos nos encontramos pues en una doble dependencia respecto de la Naturaleza La primera se nos vuelve perceptible cuando la Naturaleza nos priva de las condiciones bajo las cuales llegamos a los conocimientos la segunda cuando contradice las condiciones bajo las cuales nos es posible prolongar nuestra existencia Así también afirmamos por nuestra razón una doble independencia respecto de la Naturaleza primero en tanto que en lo teórico ascendemos por sobre las condiciones que nos impone la Naturaleza y podemos pensar más que lo que 165 conocemos segundo en tanto que en lo práctico pasamos por alto esas condiciones y podemos mediante nuestra voluntad contrariar nuestra concupiscencia Un objeto en cuya percepción experimentamos lo primero es grande en sentido teórico sublime en relación con el conocimiento Un objeto que nos hace sentir la independencia de nuestra voluntad es grande en sentido práctico sublime en relación con el carácter En lo sublime teórico la Naturaleza como objeto del conocimiento contradice el impulso de representación En lo sublime práctico contradice como objeto de la sensibilidad el impulso de conservación En el primer caso se la considera sólo como un objeto que debe ampliar nuestro conocimiento en el segundo se la representa como un poder que puede determinar nuestro propio estado Por eso Kant denomina lo sublime en sentido práctico sublime en orden al poder o sublime dinámico en oposición a lo sublime matemático Pero puesto que los conceptos de dinámico y matemático no permiten inferir en modo alguno si con tal división se agota o no la esfera de lo sublime he preferido la de sublime teórico y sublime práctico240 De qué manera al conocer dependemos de las condiciones de la Naturaleza y somos conscientes de esa dependencia será suficientemente expuesto al desarrollar lo sublime teórico Que nuestra existencia como seres sensibles depende de condiciones naturales exteriores a nosotros esto es algo que apenas necesitará de una prueba propia Tan pronto como la Naturaleza exterior nos modifica la relación determinada sobre la que descansa nuestro bienestar físico al punto nuestra existencia en el mundo sensible sujeta a ese bienestar se ve atacada y en peligro La Naturaleza tiene pues en sus manos las condiciones bajo las cuales existimos y a fin de que no descuidemos esta relación con ella tan indispensable para nuestra existencia a nuestra vida física se le ha dado un guardián alerta el impulso de autoconservación y a este impulso un monitor el dolor De allí que tan pronto como nuestro estado físico experimenta una mudanza que amenace convertirlo en su contrario el dolor avisa del peligro y el impulso de autoconservación se ve solicitado por él a oponer resistencia Si el peligro de tal suerte que nuestra resistencia sería vana entonces ha de surgir el temor Un objeto pues cuya existencia milita contra las condiciones de la 240 La división schilleriana de las dos especies de lo sublime se corresponde en efecto con la de Kant quien distingue lo sublime matemático que supera nuestra capacidad de conocimiento por la magnitud o el número de lo sublime dinámico que amenaza anular nuestra existencia física Véase el pasaje correspondiente en el 24 de la Crítica del Juicio 166 nuestra es cuando sentimos que no podemos compararnos con él en poder un objeto de temor o temible241 Pero sólo es temible para nosotros como seres sensibles pues sólo en cuanto tales dependemos de la Naturaleza Aquello que en nosotros no está sometido a la Naturaleza a sus leyes nada tiene que temer de la Naturaleza exterior a nosotros considerada como poder La Naturaleza considerada como un poder que aun cuando puede determinar nuestro estado físico no tiene imperio alguno sobre nuestra voluntad es sublime en sentido dinámico o práctico Lo sublime en sentido práctico se distingue pues de lo sublime en sentido teórico porque milita contra las condiciones de nuestra existencia este otro en cambio sólo contra las condiciones de nuestro conocimiento Un objeto es sublime en sentido teórico en cuanto conlleva la idea de una infinitud que la imaginación no se siente capaz de representar Y es sublime en sentido práctico en cuanto conlleva la idea de un peligro que nuestra fuerza física no se siente capaz de vencer Fracasamos en el intento de hacernos una representación del primero Fracasamos en el intento de resistir al poder del segundo Un ejemplo del primero es el océano en calma y el océano agitado por la tempestad un ejemplo del segundo Una torre inmensamente alta o una montaña puede ofrecerse como algo sublime para el conocimiento Al inclinarse hacia nosotros se trocará en algo sublime para el carácter Pero ambos tienen a su vez esto en común que precisamente al oponerse a las condiciones de nuestra existencia y de nuestro obrar descubren en nosotros aquella fuerza que no se siente atada a ninguna de esas condiciones una fuerza pues que por un lado puede pensar más que lo que captan los sentidos y por otro que nada teme por su independencia ni sufre violencia alguna en sus manifestaciones aun cuando su compañero sensible hubiere de sucumbir bajo el poder temible de la Naturaleza Pero si bien ambas especies de lo sublime guardan una misma relación con nuestra facultad racional se hallan en una relación completamente diferente en lo que toca a nuestra sensibilidad lo cual establece una diferencia importante entre ellas tanto de intensidad como de interés Lo sublime teórico contradice el impulso de representación lo sublime práctico el impulso de conservación En el primer caso se impugna sólo una manifestación 241 Cf Kant Crítica del Juicio 28 De la naturaleza como una fuerza 167 aislada de nuestra facultad de representación sensible en el segundo el fundamento último de todas sus manifestaciones posibles conviene a saber la existencia Por mucho que todo afán de conocimiento provoque descontento si fracasa porque de ese modo se rebate un impulso activo lo cierto es que tal descontento jamás podría llegar a convertirse en dolor en tanto sepamos que nuestra existencia es independiente del éxito o del fracaso de ese conocimiento y nuestra propia dignidad por su parte no sufra con ello menoscabo Pero un objeto que se opone a las condiciones de nuestra existencia y cuya sensación inmediata provocaría dolor suscita en la representación espanto pues para conservar la fuerza misma la Naturaleza tendría que tomar disposiciones muy diferentes de las que halló necesarias para conservar la actividad Nuestra sensibilidad se interesa pues por el objeto temible de un modo muy diferente del que lo hace por el objeto infinito pues el impulso de autoconservación hace oír una voz mucho más alta que el impulso de representación Es algo completamente diferente el que debamos temer por la posesión de una representación aislada o bien por el fundamento de toda representación posible esto es por nuestra existencia en el mundo sensible dicho de manera más breve el que debamos temer por la existencia en cuanto tal o bien por una sola de sus manifestaciones Pero precisamente por ello porque el objeto temible ataca nuestra naturaleza sensible con más violencia que el objeto infinito es por lo que también se siente tanto más vivamente la distancia que media entre la facultad sensible y la suprasensible y por lo que tanto más patente se hace la supremacía de la razón y la libertad interior del ánimo Ahora bien puesto que el ser mismo de lo sublime descansa sobre la conciencia de esa nuestra libertad racional y puesto que todo placer nacido de lo sublime se funda precisamente sólo en esa conciencia de ello se desprende como también lo enseña la experiencia que lo temible ha de conmover en la representación estética de manera más viva y agradable que lo infinito y que por consiguiente lo sublime práctico en lo que toca a la intensidad del sentimiento se anticipe con gran ventaja a lo sublime teórico Lo grande en sentido teórico amplía en rigor sólo nuestra esfera lo grande en sentido práctico lo sublime dinámico nuestra fuerza En rigor sólo por lo segundo advertimos nuestra independencia verdadera y acabada respecto de la Naturaleza pues es algo completamente diferente el sentirse independiente de las condiciones naturales en la mera acción de representar y en el ámbito íntegro de la existencia interior y el 168 sentirse desprendido del destino de todo azar de la necesidad natural en cualquiera de sus formas y elevado al mismo tiempo por sobre ellos Nada toca al hombre de manera más inmediata que la preocupación por su existencia y ninguna dependencia es para él más agobiante que ésta de considerar la Naturaleza como aquel poder que ha de ser dueño de su existencia Y de esta dependencia se siente libre por la contemplación de lo sublime práctico El poder invencible de la Naturaleza dice Kant nos hace conocer por cierto nuestra impotencia considerados como seres sensibles pero al mismo tiempo descubre en nosotros una facultad por la que nos estimamos independientes de aquel poder y una superioridad frente a aquélla sobre la que se funda una conservación de sí mismo de una especie muy diferente de la que puede ser atacada y amenazada por la Naturaleza exterior a nosotros de tal suerte que la humanidad en nuestra persona no queda humillada aun si el hombre hubiere de sucumbir a ese poder Siendo ello así prosigue juzgamos estéticamente como sublime el poderío temible de la Naturaleza porque despierta en nosotros nuestra fuerza que no es Naturaleza para reputar pequeño todo aquello por lo que nos afanamos en cuanto seres sensibles los bienes la salud y la vida y a causa de ello también para considerar aquel poder de la Naturaleza al que tratándose de tales bienes estamos ciertamente sometidos en relación con nosotros y con nuestra personalidad no como un poder despótico sin embargo bajo el que debiésemos doblegarnos cuando estuviesen en juego nuestros principios más elevados sea para sustentarlos o para renunciar a ellos Así pues concluye la Naturaleza es calificada aquí de sublime erhaben porque eleva erhebt la imaginación hacia la representación de aquellos casos donde el ánimo puede volver perceptible para sí mismo de manera sensible la sublimidad Erhabenheit propia de su destinación Esta sublimidad de nuestra destinación racional esta independencia práctica respecto de la Naturaleza debe ser cuidadosamente diferenciada de aquella otra superioridad que nosotros valiéndonos ya de nuestras fuerzas corporales ya de nuestro entendimiento sabemos hacer valer sobre ella sobre su poder en los casos particulares superioridad que también posee algo de grande desde luego pero nada en modo alguno de sublime Un hombre por ejemplo que lucha con una fiera y se impone a ella por el vigor de sus brazos o incluso por su astucia una corriente caudalosa como el Nilo cuya fuerza es domeñada por medio de diques y que el entendimiento humano transforma de un objeto dañoso en uno útil al encauzar mediante canales su abundancia para regar así los eriales un barco en alta mar que por el artificio de sus aparejos está en condiciones 169 de resistir la furia de los elementos desencadenados en suma todos aquellos casos en que el hombre por obra de la inventiva de su genio ha sometido a la Naturaleza incluso allí donde lo supera en poder y está armada para destruirlo para que le obedezca y se pliegue a sus fines todos esos casos decía no provocan sentimiento alguno de lo sublime aun cuando guarden alguna analogía con él y agraden también por ello al juzgárselos estéticamente Pero por qué no son sublimes cuando es claro que hacen visible la superioridad del hombre sobre la Naturaleza En este punto debemos volver al concepto de lo sublime donde será fácil poder descubrir la razón Según este concepto sólo es sublime aquel objeto ante al cual sucumbimos en cuanto seres de la Naturaleza pero respecto del cual nos sentimos absolutamente independientes en cuanto seres que siendo racionales no pertenecen a la Naturaleza Todos los medios naturales pues que el hombre emplea para oponer resistencia al poder de la Naturaleza quedan excluidos por este concepto de lo sublime pues él exige a rajatabla que seamos incapaces de medirnos con el objeto en cuanto ser natural pero que por lo que en nosotros no es Naturaleza y esto no es sino la razón pura nos sintamos independientes de él Pero he aquí que todos aquellos medios antes mencionados por los que el hombre se impone a la Naturaleza destreza astucia y fuerza física de ésta proceden y así él los tiene por propios en cuanto ser natural no opone pues resistencia a esos objetos en cuanto inteligencia sino en cuanto ser sensible no moralmente por su libertad interior sino físicamente por el empleo de fuerzas naturales Y es por ello que tampoco sucumbe a esos objetos siendo superior a ellos ya en cuanto ser sensible Pero allí donde él se basta con sus fuerzas físicas nada hay que pudiese apremiarlo a recurrir a su yo inteligente a la autonomía interior de su capacidad racional Para que haya pues un sentimiento de lo sublime se exige de manera incondicionada que nos veamos completamente privados de todo medio físico para oponer resistencia y que busquemos ayuda por el contrario en aquel yo nuestro que no es el físico Un objeto semejante ha de ser pues temible para nuestra sensibilidad y deja de serlo no bien sentimos que podemos hacerle frente con por nuestras fuerzas físicas Esto se ve confirmado también por la experiencia La fuerza natural más poderosa es menos sublime en aquel preciso grado en que aparece domeñada por el hombre y sólo con que burle la destreza humana vuelve al punto a ser sublime Un caballo que libre e indómito todavía corre suelto por el bosque nos resulta temible por 170 ser una fuerza natural superior a nosotros y puede servir de objeto para una pintura sublime Ese mismo caballo ya amansado atado al yugo o enganchado delante de un carro pierde su carácter temible y también junto con ello cuanto tiene de sublime Pero si este caballo domado se arranca de pronto sus riendas se encabrita furioso bajo su jinete y recupera con fiereza su libertad reaparece entonces su condición temible y resulta otra vez sublime La superioridad física del hombre sobre las fuerzas naturales pesa pues tan poco como razón de ser de lo sublime que casi por doquier allí donde uno la encuentra menoscaba la sublimidad del objeto o la anula incluso por entero Bien es verdad que podemos demorarnos con notable deleite en la contemplación de la destreza humana que ha sabido subyugar las fuerzas naturales más indómitas pero la fuente de tal deleite es lógica y no estética es un efecto del discurso mental sin ser infundido por la representación inmediata En ningún caso pues la Naturaleza es sublime en sentido práctico salvo allí donde es temible Pero entonces se impone la pregunta de si también ocurre lo mismo en el caso inverso la de si ella donde quiera que sea temible es también sublime en sentido práctico Aquí debemos volver una vez más al concepto de lo sublime Éste así como tiene por requisito esencial que en cuanto seres sensibles nos sintamos dependientes del objeto así tiene también por otro lado el de que en cuanto seres racionales nos sintamos independientes de él Donde no existe lo primero donde el objeto no posee en modo alguno nada de temible para nuestra sensibilidad allí no es posible que se dé lo sublime Y tampoco es posible donde falta lo segundo donde el objeto es sólo temible donde no nos sentimos superiores a él en cuanto seres racionales La libertad interior es imprescindible para hallar sublime lo temible y complacerse en ello pues sólo puede ser sublime por hacernos sentir nuestra independencia nuestra libertad de espíritu Libertad empero que el temor real y serio anula de plano El objeto sublime por consiguiente si bien debe ser temible no debe provocar un temor real El temor es un estado signado por el padecer y la violencia lo sublime sólo puede agradar en la contemplación libre y por la sensación de una actividad interior De tal modo que o bien el objeto temible no debe orientar en absoluto su poder contra nosotros o bien en caso de que ello ocurra nuestro espíritu debe permanecer libre mientras que nuestra sensibilidad es avasallada Este último caso es sumamente 171 infrecuente por cierto y exige una elevación de la naturaleza humana que apenas si puede pensársela como posible en un sujeto Pues allí donde nos encontramos realmente en peligro donde nosotros mismos somos objeto de un poder natural hostil el juicio estético desaparece Cuanto más tiene de sublime una tempestad en el mar contemplada desde la orilla tanto menos dispuestos a formular semejante juicio estético han de hallarse los pasajeros del barco que aquélla destroza Tenemos que habérnoslas pues sólo con el primer caso donde el objeto temible si bien nos hace ver su poder no lo vuelve contra nosotros y donde nos sabemos seguros ante él Entonces por obra de la sola imaginación nos figuramos en el caso en que ese poder podría echársenos encima y toda resistencia sería vana Lo espantable se halla pues sólo en la representación pero ya la mera representación del peligro cuando es lo suficientemente vivaz agita el instinto de conservación y síguese de ello algo análogo a lo producido por la sensación real Un escalofrío nos invade despunta un sentimiento de zozobra nuestra sensibilidad se rebela Sin este principio del padecer real sin esta grave acometida contra nuestra existencia sólo jugaríamos con el objeto y la cosa ha de ser grave al menos en la sensación si la razón debe recurrir a la idea de su libertad Además la conciencia de nuestra libertad interior sólo puede valer algo y gozar de crédito en la medida en que el asunto sea serio pero no puede serlo si la representación del peligro se reduce para nosotros a un motivo de juego He dicho que debemos estar en salvo para que lo temible nos agrade Pero lo cierto es que hay infortunios y peligros ante los cuales el hombre jamás puede saberse seguro y que bien pueden ser sublimes en la representación puesto que también lo son de hecho El concepto de la seguridad no puede restringirse pues al hecho de saberse liberado físicamente del peligro como cuando uno mira hacia lo profundo de un abismo desde una baranda alta y bien firme por ejemplo o desde una cierta altura el mar embravecido En tales casos la ausencia de temor obedece desde luego a la convicción de que es imposible sufrir daño alguno Pero dónde habría uno de fundar su seguridad ante el destino ante el poder omnipresente de lo divino ante enfermedades dolorosas ante pérdidas sensibles ante la muerte Aquí no hay ninguna razón de orden físico que autorice la tranquilidad y cuando consideramos el destino en lo que tiene de temible entonces hemos de decirnos al mismo tiempo que de nada estamos menos libres que de aquellas amenazas La seguridad obedece pues a dos razones de distinto orden Ante aquellas calamidades de las que uno puede huir por contar con el poder físico para ello podemos 172 tener una seguridad física exterior pero ante aquellas otras en cambio a las que no podemos oponer resistencia por medios naturales ni somos tampoco capaces de evitar sólo podemos tener una seguridad interior o moral Esta diferencia es particularmente importante en relación con lo sublime La seguridad física es una causa inmediata de tranquilidad para nuestra sensibilidad y lo es sin relación alguna con nuestro estado interior o moral Es también por ello que nada se requiere para considerar sin temor un objeto ante el cual uno goza de aquella seguridad De allí que haya entre los hombres una concordancia considerablemente mayor cuando se trata de juicios sobre lo sublime de tales objetos cuyo aspecto está vinculado con la mentada seguridad física que cuando se trata de objetos ante los que sólo se tiene una seguridad moral La causa es evidente la seguridad física beneficia a todo hombre por igual la moral por el contrario supone un estado de ánimo que no se encuentra en todos los individuos Pero puesto que esta seguridad física vale sólo para la sensibilidad nada tiene por sí misma que pudiese agradar a la razón y su influjo es meramente negativo en cuanto sólo impide que se sobresalte el instinto de conservación y que la libertad de espíritu quede abolida El caso es completamente diferente cuando se trata de la seguridad interior o moral También ésta es por cierto una causa de tranquilidad para la sensibilidad de lo contrario ella misma sería sublime pero lo es sólo de un modo mediato gracias a las ideas de la razón Vemos lo temible sin temor porque nos sentimos inmunes a su poder sobre nosotros como seres naturales bien por la conciencia de nuestra inocencia bien por la idea de la condición indestructible de nuestro ser Esta seguridad moral postula por tanto según vemos ideas religiosas pues no la moral sino sólo la religión ofrece razones para tranquilizar nuestra sensibilidad242 La moral se atiene a los preceptos de la razón de manera inexorable y sin la menor consideración por el interés de nuestra sensibilidad la religión empero es la que busca establecer una conciliación un acuerdo entre las exigencias de la razón y los deseos de la sensibilidad Para la seguridad moral no basta pues en modo alguno con que poseamos un carácter moral porque para alcanzarla se exige además que pensemos la Naturaleza en armonía con la ley moral o lo que es lo mismo sometida a los designios de un ser racional puro La muerte por ejemplo es un objeto de esa índole ante el cual estamos seguros sólo moralmente La 242 La comprensión aquí subyacente tanto de la religión como de su relación con la moral se corresponde con la presentada por la filosofía kantiana y en particular por la Crítica de la razón práctica Véanse también las Cartas sobre la filosofía kantiana de Reinhold publicadas pocos meses antes de que Schiller comenzase a redactar este escrito 173 representación vívida de todos los terrores de la muerte unida a la certeza de no poder escapar de ella volvería francamente imposible para la mayor parte de los hombres puesto que la mayor parte de ellos son seres que tienen mucho más de sensibles que de racionales vincular con esa representación toda la tranquilidad que se precisa para un juicio estético imposible si la fe de la razón en una inmortalidad inmortalidad incluso para la misma naturaleza sensible no contase con una respuesta aceptable Pero no se ha de entender esto como si la representación de la muerte debiese a la idea de la inmortalidad el estar vinculada con lo sublime Nada más lejos de ello La idea de la inmortalidad tal como la admito en este punto es causa de tranquilidad para nuestro impulso de pervivencia esto es para nuestra sensibilidad y debo advertir de una vez para siempre que en todo cuanto haya de producir una impresión sublime la sensibilidad con sus exigencias debe haber sido rechazada sin salvedades y toda causa de tranquilidad ha de buscarse sólo en la razón Aquella idea de la inmortalidad por ende tal como ocurre en todas las religiones positivas donde de algún modo se tiene en cuenta la sensibilidad no puede contribuir en nada a hacer de la representación de la muerte un objeto sublime Esa idea debe antes bien quedar relegada a un segundo plano por así decir para acudir en ayuda de la sensibilidad sólo cuando ésta se sienta expuesta inerme y desconsolada ante todos los terrores de la aniquilación y amenace con sucumbir ante la violencia de semejante ataque Pero tan pronto como esta idea de la inmortalidad prevalece en el espíritu la muerte pierde su condición de temible y lo sublime desaparece La divinidad representada con una omnisciencia que ilumina hasta lo más recóndito del corazón humano con una santidad que no tolera ningún movimiento impuro y con un poder que somete a su jurisdicción nuestro destino físico es una representación temible y puede por ello volverse sublime Ante los efectos de este poder no podemos tener ninguna seguridad física porque nos resulta igualmente imposible tanto sustraernos a él como ofrecerle resistencia De modo que sólo nos queda la seguridad moral que fundamos en la justicia de ese ser y en nuestra inocencia Contemplamos sin espanto los fenómenos terroríficos con que manifiesta su poder porque la conciencia de nuestra inocencia nos pone a salvo de ellos Esta seguridad moral permite que al representarnos ese poder ilimitado invencible y omnipresente no perdamos del todo nuestra libertad de espíritu pues allí donde ésta ha dejado de existir el espíritu ya no se siente inclinado a enjuiciar nada en sentido estético Pero la seguridad moral no puede ser la causa de lo sublime porque el sentimiento de la misma 174 aun cuando descanse sobre razones morales sólo llega a ofrecer un motivo de tranquilidad para la sensibilidad y a satisfacer el instinto de conservación lo sublime empero jamás estriba en la satisfacción de nuestros impulsos Si la representación de la divinidad ha de ser sublime en sentido práctico dinámico entonces debemos remitir el sentimiento de nuestra seguridad no a nuestra existencia sino a nuestros principios Tiene que sernos indiferente cómo nos vaya en tal caso en cuanto seres naturales si sólo como inteligencias nos sentimos independientes de los efectos de su poder En cuanto seres racionales llegamos a sentirnos independientes incluso de la misma omnipotencia en la medida en que esta misma no puede cancelar nuestra autonomía ni determinar nuestra voluntad en contra de nuestros principios Así pues sólo en la medida en que neguemos a la divinidad toda influencia natural sobre nuestras determinaciones voluntarias la representación de su poder es sublime en sentido dinámico Pero el que uno en sus determinaciones voluntarias se sienta independiente de la divinidad no significa sino ser consciente de que la divinidad jamás podría operar como un poder sobre nuestra voluntad Y como por otra parte la voluntad pura ha de coincidir siempre y en todos los casos con la voluntad de la divinidad jamás podría darse el caso de que nos determinásemos por la razón pura en contra de esta voluntad Así pues sólo le negamos el influjo sobre la nuestra en la medida en que somos conscientes de que por ningún otro medio más que por su armonía con la ley pura de la razón en nosotros esto es ni por autoridad ni por premios o castigos ni por consideración a su poder puede influir en nuestras determinaciones voluntarias Nuestra razón nada venera en la divinidad fuera de su santidad ni nada teme de ella fuera de su reprobación y ello por lo demás sólo en cuanto reconoce en la ley divina sus propias leyes Pero no compete al arbitrio divino reprobar o aprobar nuestro modo de pensar sino que esto se determina por nuestro comportamiento En el único caso pues en que la divinidad podría resultarnos temible esto es en el de su reprobación no dependemos de ella La divinidad por tanto representada como un poder que puede anular por cierto nuestra existencia pero que mientras conservemos todavía esta existencia no puede ejercer influjo alguno sobre las operaciones de nuestra razón es sublime en sentido dinámico y sólo aquella religión que nos ofrece esta representación de la divinidad lleva también en sí la impronta de lo sublime243 243 Contra este análisis del concepto de lo sublime en sentido dinámico dice Kant parece alzarse el hecho de que solemos representarnos a Dios en la tempestad en los terremotos etc como un poder 175 El objeto de lo sublime en sentido práctico ha de ser temible para la sensibilidad nuestro estado físico ha de sentirse amenazado por una calamidad y la representación del peligro ha de poner en movimiento el impulso de conservación Ante la afección de este impulso nuestro yo inteligible intelligibles Selbst aquello en nosotros que no es naturaleza tiene que diferenciarse de la parte sensible de nuestro ser y volverse consciente de su autonomía de su independencia respecto de todo cuanto puede amenazar la naturaleza física y en suma de su libertad Esta libertad empero no es física sino pura y exclusivamente moral No es por nuestras fuerzas naturales ni por nuestro entendimiento no es en cuanto seres sensibles que debemos sentirnos superiores al objeto temible pues si así fuese nuestra seguridad estaría siempre condicionada sólo por causas físicas esto es de modo empírico en cuyo caso siempre subsistiría una dependencia respecto de la Naturaleza Pero no siendo ello así ha de sernos completamente indiferente cuál sea nuestra suerte en cuanto seres sensibles y nuestra libertad ha de consistir solamente en el hecho de no atribuir a nuestro yo en ningún caso nuestro estado físico que puede ser determinado por la naturaleza y en considerarlo como algo exterior y extraño sin ascendiente alguno sobre nuestra persona moral Grande es quien supera lo temible sublime quien aunque sucumba no le teme Aníbal fue grande en sentido teórico cuando se abrió camino hacia Italia por sobre los Alpes infranqueables grande en sentido práctico o sublime lo fue sólo en la desgracia Grande fue Hércules puesto que emprendió y acabó sus doce trabajos Sublime fue Prometeo puesto que encadenado en el Cáucaso no se arrepintió de su hazaña ni reconoció su culpa colérico y ello no obstante como sublime por lo cual pues el imaginar una superioridad de nuestro espíritu sobre los efectos de un poder semejante sería locura y también sacrilegio No el sentimiento de la sublimidad de nuestra naturaleza propia sino antes bien la sumisión y el abatimiento parecen ser aquí la disposición del espíritu que cuadra con la manifestación de semejante objeto En la religión sobre todo el prosternarse y el rezar con gestos contrición y de temor parece ser el único comportamiento conveniente en presencia de la divinidad y la mayor parte de los pueblos lo ha admitido por eso y lo observa aún Pero prosigue esa disposición de espíritu no está unida ni con mucho tan necesariamente con la idea de la sublimidad de una religión El hombre que es consciente de su culpa y que tiene pues motivos para temer de ningún modo se halla en el estado de ánimo debido para admirar la majestad divina sólo entonces cuando su conciencia moral está ya limpia aquellos efectos del poder divino sirven para despertar en él una idea sublime de la divinidad en la medida en que él mismo por el sentimiento de su propio modo sublime de pensar se ve elevado por sobre el temor ante los efectos de aquel poder Siente así veneración Ehrfurcht no temor Furcht ante la divinidad mientras que por el contrario la superstición siente ante la divinidad sólo temor y miedo sin guardarle el debido respeto de lo cual por cierto jamás puede surgir una religión del buen comportamiento moral sino mera solicitación del favor y adulación Kant Crítica del juicio Crítica del juicio estético Analítica de lo sublime 28 176 Grande puede mostrarse uno en la dicha sublime sólo en la desdicha Sublime pues en sentido práctico es cualquier objeto que si bien nos hace advertir nuestra impotencia como seres de la naturaleza descubre en nosotros al mismo tiempo una facultad de resistencia de una especie completamente diferente que sin alejar el peligro por cierto de nuestra existencia física hace algo infinitamente más importante aparta esta última separándola de nuestra personalidad No es pues una seguridad material y referida sólo a un caso particular sino una ideal que se extiende a todos los casos posibles ésa de la que nos volvemos conscientes por la representación de lo sublime Es así como esto último lo sublime no estriba de ningún modo en la superación o el vencimiento de un peligro que nos amenaza sino en quitar de en medio la condición última bajo la cual únicamente puede existir un peligro para nosotros en tanto nos enseña a considerar la parte sensible de nuestro ser la única sujeta al peligro como una cosa natural exterior que no atañe en absoluto a nuestra verdadera persona a nuestro yo moral Después de haber establecido el concepto de lo sublime en sentido práctico estamos en condiciones de clasificarlo según la diversidad de los objetos que lo provocan y la de las situaciones en que nos encontramos ante ellos En la representación de lo sublime diferenciamos tres cosas primero un objeto de la naturaleza en cuanto poder segundo una relación de ese poder con nuestra facultad de resistencia física tercero una relación del mismo con nuestra persona moral Lo sublime pues es el efecto de tres representaciones consecutivas 1 la de un poder físico objetivo 2 la de nuestra impotencia física subjetiva 3 la de nuestra superioridad moral subjetiva Pero aun cuando en cada representación de lo sublime estos tres elementos constitutivos han de unirse de manera esencial y necesaria no por ello deja de ser contingente el modo en que llegamos a representárnoslos y sobre esto descansa una doble diferencia fundamental que atañe a lo sublime del poder 1 Una de dos o bien se ofrece a la intuición sólo un objeto como poder la causa objetiva del padecer pero no el padecer mismo y es el sujeto que juzga quien forja en sí mismo la representación del padecer y transforma el objeto dado al relacionarlo con el impulso de conservación en algo temible y al relacionarlo con su persona moral en algo sublime 177 2 o bien además del objeto como poder lo representado de manera objetiva es su condición de temible para el hombre el padecer mismo sin que al sujeto que enjuicia le quede otra cosa más que aplicarlo a su estado moral y engendrar lo sublime a partir de lo temible Un objeto de la primera clase es sublime en sentido contemplativo un objeto de la segunda sublime en sentido patético I Lo sublime del poder en sentido contemplativo Objetos que no nos muestran más que un poder de la Naturaleza muy superior al nuestro pero que por lo demás dejan librado a nuestro criterio si queremos aplicarlo a nuestro estado físico o a nuestra persona moral son sublimes sólo en sentido contemplativo Los denomino así porque no conmueven el espíritu de un modo tan violento que le impidiese permanecer en un estado de serena contemplación En el caso de lo sublime en sentido contemplativo lo principal es la actividad autónoma del espíritu porque exteriormente se da sólo una condición mientras que las otras dos deben ser satisfechas por el sujeto mismo Por esta razón lo sublime contemplativo no posee un efecto tan vigoroso en cuanto a la intensidad ni tan dilatado como lo sublime patético no tan dilatado porque no todos los hombres poseen imaginación suficiente como para hacer surgir en sí mismos una representación vívida del peligro ni tampoco poseen todos suficiente fuerza moral autónoma como para no preferir evitar una representación de tal índole ni tan vigoroso porque en este caso la representación del peligro aunque provocada con la mayor vivacidad es siempre voluntaria y el espíritu señorea más fácilmente sobre una representación que forjó de manera espontánea Lo sublime contemplativo procura pues un goce menor pero también menos mixto Cuando se trata de lo sublime en sentido contemplativo la Naturaleza no brinda más que un objeto en cuanto poder de tal suerte que queda librado a la imaginación el hacer de él algo temible para el ser de los hombres Según sea mayor o menor la parte con que interviene la fantasía en la producción de eso temible y según sea el modo en 178 que desempeñe su tarea más franco o más encubierto así de diferente ha de resultar también lo sublime Un abismo que se abre ante nuestros pies una tempestad un volcán en erupción la masa de un peñón que pende sobre nosotros como si quisiera desplomarse al punto una tormenta en alta mar un invierno riguroso en tierras polares un verano en la zona tórrida animales feroces o venenosos una inundación y cuantas cosas haya de este mismo tenor son esos poderes naturales contra los cuales nuestra capacidad de resistencia ha de ser tenida por nula siendo así que guardan una relación antagónica con nuestra existencia física Incluso ciertos objetos ideales como el tiempo por ejemplo considerado como un poder que actúa de manera silenciosa pero inexorable la necesidad a cuya ley severa ningún ser natural puede sustraerse incluso la idea moral del deber que no pocas veces se comporta como un poder hostil frente a nuestra existencia física son objetos temibles tan pronto como la imaginación los refiere al impulso de conservación y se vuelven sublimes en cuanto la razón los aplica a sus leyes supremas Pero como en todos estos casos es la fantasía quien primero añade lo temible y como depende enteramente de nosotros el sofocar una idea que es nuestra propia obra estos objetos pertenecen a la clase de lo sublime en sentido contemplativo Bien es verdad que la representación del peligro tiene aquí un motivo real y sólo hace falta una operación sencilla vincular la existencia de tales cosas con la nuestra física en una representación para que ya lo temible esté presente La fantasía no precisa agregar nada de sus propios recursos porque se atiene tan sólo a lo que se le ha dado Pero más de una vez objetos de la Naturaleza indiferentes en cuanto tales se ven transformados de manera subjetiva por intervención de la fantasía en poderes temibles y es la fantasía misma quien no sólo descubre lo temible mediante alguna comparación sino quien lo crea arbitrariamente sin poseer una razón objetiva suficiente para ello Tal es el caso cuando se trata de lo extraordinario y de lo indeterminado Para el hombre en estado infantil cuando la imaginación obra todavía sin respetar ningún freno es espantoso todo lo que resulta insólito En cada fenómeno natural inesperado cree ver un enemigo en armas contra su existencia y para prevenir el ataque se moviliza de inmediato el impulso de conservación que es en este período su soberano omnímodo Y como se trata de un impulso temeroso y cobarde su imperio es un reino de espanto y temor La superstición que cobra forma en esta época es por 179 consiguiente sombría y pavorosa y también las costumbres comportan ese carácter hostil y tenebroso El hombre se halla antes armado que vestido y su primer ademán al encontrarse con un forastero es echar mano a la espada La costumbre de los antiguos Tauros de sacrificar en honor de Diana a todo forastero que la desdicha hubiese conducido hasta sus costas difícilmente podría haber tenido otro origen fuera del temor pues sólo el hombre avieso no el inculto es tan salvaje como para desencadenar su ira contra aquello que no puede dañarlo Bien es verdad que este temor ante cuanto parece inusitado desaparece en el estado de la cultura pero no hasta el punto de que no subsista algún rastro de él en la contemplación estética de la Naturaleza donde el hombre se entrega espontáneamente al juego de la fantasía Muy bien saben esto los poetas y es por ello que no dejan de emplear lo extraordinario al menos como un ingrediente de lo temible Un profundo silencio un gran vacío una iluminación súbita de la oscuridad son por sí mismos cosas de muy poca monta irrelevantes salvo por lo que tienen de extraordinario e infrecuente Ello no obstante provocan un sentimiento de espanto o acentúan cuando menos la impresión del mismo y son por ende aptas para lo sublime Cuando Virgilio quiere llenarnos de pavor en relación con el Averno244 llama nuestra atención principalmente sobre su vacío y su silencio Lo llama loca nocte late tacentia vastos campos silenciosos de la noche y domos vacuas Ditis et inania regna desiertas moradas y reino de las sombras de Plutón Llegado el momento de la iniciación en los misterios de los antiguos se ponía particular atención en una impresión temible y solemne y para ello se recurría mayormente también al silencio Un profundo silencio deja a la fantasía el campo libre y pone la expectativa en tensión ante algo temible que ha de sobrevenir En los ejercicios de la devoción el silencio de toda una comunidad de fieles reunida es un medio muy eficaz para impulsar la fantasía y disponer el espíritu para lo grave y lo digno Incluso la superstición popular se sirve de ello en sus ficciones pues hay que guardar un profundo silencio como bien se sabe cuando se está por desenterrar un tesoro En los palacios encantados que aparecen en los cuentos de hadas reina un silencio mortal que causa pavor y es propio de la historia natural de los bosques encantados el que ningún ser viviente aliente en ellos También la soledad es algo temible siendo prolongada y forzosa como ocurre por ejemplo con el destierro en una 244 Cf Eneida VI vv 265 y 269 180 isla deshabitada Un desierto vasto y dilatado un bosque solitario de muchas millas de extensión el navegar a la deriva en un mar sin límites no son sino representaciones que provocan espanto y que en la poesía han de emplearse al servicio de lo sublime Pero aquí en el caso de la soledad hay ya un motivo objetivo del temor porque la idea de una gran soledad trae consigo también la idea del desamparo La fantasía da muestras de ser mucho más activa todavía al forjar a partir de lo secreto indeterminado e impenetrable un objeto de espanto Aquí se encuentra propiamente en su elemento pues como la realidad no le pone límites y sus operaciones no se ven restringidas a un caso particular el vasto reino de las posibilidades está abierto ante ella Pero el que se incline precisamente hacia lo espantable y que lo desconocido le haga antes temer que esperar esto es algo que reside en la índole del impulso de conservación que la dirige El aborrecimiento opera de un modo incomparablemente más rápido y poderoso que el deseo y a ello se debe que lo que permanece oculto detrás de lo desconocido no haga antes presumir algo malo que esperar algo bueno Las tinieblas son pavorosas y precisamente por ello aptas para lo sublime Pero no lo son en sí mismas sino porque nos ocultan los objetos y nos entregan de ese modo al poder sin mengua de la imaginación Tan pronto como el peligro se vuelve claro y definido desaparece una gran parte del temor El sentido de la vista el primer guardián de nuestra existencia en la oscuridad nos rehúsa sus servicios y nos sentimos expuestos inermes ante el peligro oculto Por eso la medianoche es para la superstición la hora de los fantasmas y por eso el reino de la muerte suele ser representado como el de la noche eterna En los poemas de Homero donde la Humanidad habla todavía su lenguaje más natural la oscuridad se presenta como una de las mayores calamidades Allí está la ciudad y el país de los hombres cimerios siempre envueltos en nubes y en bruma que el sol fulgurante desde arriba jamás con sus rayos los mira una noche inmortal sobre aquellos cuitados se cierne Odisea canto XI 1416 19245 245 Trad José Manuel Pabón 181 Padre Zeus exclama el valeroso Áyax en la oscuridad de la batalla libera pese a todo de la bruma a los hijos de los aqueos y haz sereno el cielo y concédenos ver con nuestros ojos y en la luz llega incluso a destruirnos puesto que de este modo a ti te plugo Ilíada canto XVII 645647246 También lo indeterminado es un ingrediente de lo terrible y ello por ninguna otra razón fuera de porque da rienda suelta a la imaginación para que ésta se forje un cuadro a su sabor Lo determinado en cambio conduce a un conocimiento claro y al someter el objeto al entendimiento lo sustrae al juego caprichoso de la fantasía La pintura homérica del mundo subterráneo resulta tanto más temible precisamente por el hecho de que parece nadar en una niebla y las figuras fantasmales de Ossián247 no son más que leves imágenes nebulosas delineadas por la fantasía según su capricho Todo lo que está velado todo lo misterioso contribuye a lo terrible y es por consiguiente capaz de volverse sublime De esta especie es la inscripción que se leía en Sais Egipto sobre el templo de Isis Yo soy todo lo que es lo que ha sido y lo que será Ningún hombre mortal ha levantado mi velo Precisamente esta incertidumbre y este misterio hace de las representaciones de los hombres acerca de las postrimerías algo pavoroso sentimientos que han sido expresados con rara fortuna en el conocido monólogo de Hamlet248 La descripción que nos hace Tácito de la solemne procesión de la diosa Herta249 se vuelve sublime de un modo terrible por la oscuridad en que la envuelve El carro de la diosa desaparece en lo más profundo del bosque y ninguno de cuantos se emplean en ese misterioso oficio retorna con vida Estremecido se pregunta uno qué ha de ser aquello que cuesta la vida a quien lo ve quod tantum morituri vident Todas las religiones tienen sus misterios que mantienen vivo un pavor sagrado y así como la majestad de lo divino habita detrás del velo en el sanctasanctórum así también la majestad de los reyes acostumbra a rodearse de misterio para mantener la 246 Trad Antonio López Eire 247 Legendario poeta gaélico supuesto autor de poemas y relatos sobre las proezas de su padre Finn Mac Cumhail héroe del siglo III James Macpherson poeta escocés del siglo XVIII quien se encargó de dar nueva vida a la leyenda al presentar sus poesías como traducciones de las apócrifas de Ossián 248 Cf Shakespeare Hamlet III 1 249 Cf Germania cap 11 La cita latina del final del párrafo dice que sólo quienes van a morir lo ven 182 veneración de sus súbditos en una tensión perpetua por medio de esa invisibilidad facticia Éstas son las subespecies más sobresalientes de lo sublime del poder en sentido contemplativo y como descansan en el destino moral del hombre del que participan todos los hombres por igual tenemos el derecho de presuponer una receptividad para ello en todos los sujetos humanos sin que su ausencia pueda disculparse por un juego de la Naturaleza como ocurre con las emociones puramente sensibles sino que es lícito imputársela al sujeto como una imperfección En ocasiones lo sublime del conocimiento se encuentra ligado con lo sublime del poder y el efecto es tanto más grande cuando no es simplemente la facultad de resistencia física la que tropieza con sus límites ante un objeto sino también la misma facultad de representación y así se ve rechazada la sensibilidad con su doble exigencia II Lo sublime en sentido patético Cuando un objeto nos es dado de manera objetiva no simplemente como poder sin más sino al mismo tiempo como un poder pernicioso para el hombre cuando ese objeto no se limita pues a mostrar su poderío sino que lo exterioriza realmente de manera hostil entonces la imaginación en lugar de ser libre para referirlo al impulso de conservación debe hacerlo en efecto se ve obligada objetivamente a ello Pero el padecer real anula la libertad del espíritu y no permite así ningún juicio estético Por consiguiente no ha de ser en el sujeto que juzga donde el objeto temible acredite su poder destructor esto es no cabe que al sufrir lo hagamos por nosotros mismos sino sólo simpáticamente Pero hasta el padecer simpático es ya demasiado agresivo para la sensibilidad cuando el sufrimiento existe fuera de nosotros El dolor compasivo prevalece sobre todo placer estético Sólo entonces conviene a saber cuando es mera ilusión y ficción o bien en caso de que hubiese existido realmente cuando se lo presenta no a los sentidos de manera inmediata sino a la imaginación el padecer puede volverse estético y provocar el sentimiento de lo sublime La representación de un padecer ajeno acompañada por el afecto y la conciencia de nuestra libertad moral interior es sublime en sentido patético 183 La simpatía o el afecto participado comunicado no es una exteriorización libre de nuestro espíritu que debiésemos producir en nosotros por nuestra propia actividad sino una afección involuntaria de la facultad sensitiva determinada por la ley natural No depende en ningún caso de nuestra voluntad el hecho de experimentar compasión ante el sufrimiento de un ser vivo Tan pronto como nos lo representemos debemos hacerlo Actúa la Naturaleza no nuestra libertad y la moción interior se anticipa a la decisión Es así como de manera ineludible ha de surgir en nosotros mismos por obra de la ley natural inmutable de la simpatía en cuanto obtenemos objetivamente la representación de un padecer un eco sensible de este último Con ello lo hacemos nuestro en cierto modo Nos compadecemos No sólo la aflicción partícipe el conmoverse por la desdicha ajena se llama compasión sino toda emoción aflictiva sin distinción alguna provocada por la experiencia de un tercero por donde hay tantas especies de compasión como diferentes son las especies originarias del padecer temor y espanto compasivos zozobra indignación y desesperación compasivas Pero si lo conmovedor o patético ha de contarse como una causa de lo sublime entonces no puede ser llevado hasta el punto de volverse realmente un padecer propio Incluso en medio de la emoción más violenta tenemos que diferenciarnos del sujeto que padece en cuanto tal pues la libertad del espíritu está perdida tan pronto como la ilusión se trueca en verdad cabal Si la compasión acrecienta de tal modo su intensidad que nos confundimos formalmente con el que sufre entonces dejamos de dominar la emoción y pasa a ser ella la que nos domina Si la simpatía permanece en cambio dentro de sus límites estéticos entonces reúne dos condiciones principales de lo sublime una representación viva y sensible del padecer vinculada con el sentimiento de la propia seguridad Pero este sentimiento de la seguridad ante la representación de un padecer ajeno no es en ningún caso la razón de ser de lo sublime ni en modo alguno la fuente del placer que obtenemos de tal representación Lo patético se vuelve sublime tan sólo por la conciencia de nuestra libertad moral no por la de nuestra libertad física No por vernos exentos de ese padecer a causa de nuestra buena suerte pues en tal caso seguiríamos teniendo siempre un pésimo garante de nuestra seguridad sino por sentir que nuestro yo moral permanece ajeno a la causalidad del mismo esto es a su influjo sobre la determinación de nuestra voluntad el padecer simpático eleva nuestro espíritu y se vuelve sublime en sentido patético 184 No es indefectiblemente necesario que uno para hacer valer su libertad moral deba hacer gala de fortaleza de ánimo ante la gravedad de un peligro No se habla aquí de lo que ocurre sino de lo que debe y puede ocurrir de nuestra destinación no de nuestro obrar real de la fuerza no de su aplicación Al ver hundirse en medio de la tempestad un buque mercante muy cargado bien podemos experimentar una gran desdicha al ponernos en el lugar del comerciante cuya riqueza íntegra es devorada al punto por las aguas Pero a la vez también sentimos por cierto que esa pérdida sólo afecta a cosas contingentes y que es un deber elevarse por sobre ella Ahora bien nada imposible de cumplir puede ser un deber y lo que debe suceder necesariamente ha de poder suceder Pero el poder sobreponernos a una pérdida que con razón tanto nos afecta en cuanto seres sensibles comprueba que hay en nosotros una facultad ajena a la sensible que obra según leyes completamente diferentes de las de ésta y que nada tiene en común con el impulso natural Sublime empero es todo aquello de lo que cobramos conciencia gracias a esa facultad Uno bien puede decirse entonces que de ninguna manera permanecerá impasible ante la pérdida de aquellos bienes ello no impedirá en modo alguno el sentimiento de lo sublime sólo con que se sienta que uno debería sobreponerse a ello y que es un deber no concederles influencia alguna sobre la autodeterminación de la razón Como bien se comprende en aquel individuo cuyo sentido no alcanza ni siquiera para esto toda la fuerza estética de lo grande y lo sublime debe darse por perdida Lo sublime patético exige pues cuando menos una capacidad del espíritu para cobrar conciencia de la propia destinación racional y una receptividad para la idea del deber aun cuando uno también reconozca desde luego los límites que la debilidad humana opondrá a su ejercicio El sentimiento de agrado tanto ante lo bueno como ante lo sublime habría de hallarse en suma en una situación crítica si uno sólo pudiese captar lo que uno mismo ha logrado o cree poder lograr Pero un rasgo digno de estima propio de la humanidad del hombre consiste en que ella al menos en los juicios estéticos se declara partidaria de la buena causa aun cuando debiese declarar en contra de sí misma y en que al menos en la sensibilidad acata las ideas puras de la razón aun cuando no siempre tenga pronto el vigor suficiente para obrar realmente en consonancia con ellas Para lo sublime patético se exigen pues dos condiciones principales primero una representación vívida del padecer para provocar con la debida intensidad el sentimiento compasivo segundo una representación de la resistencia ante el padecer 185 para volver consciente la libertad interior del espíritu Sólo por lo primero el objeto se vuelve patético sólo por lo segundo lo patético se vuelve a la vez sublime De este principio dimanan las dos leyes fundamentales de todo arte trágico Ellas son primero la representación de la naturaleza padeciente segundo la representación de la autonomía moral en el padecer 186 SOBRE LO SUBLIME 187 No es posible determinar con seguridad cuándo fue compuesto este escrito tan breve como enjundioso publicado por primera vez en el tercer volumen de los Escritos menores en prosa Leipzig 1801 sin que nunca antes se lo hubiese mencionado de manera explícita La mayor parte de los estudiosos se inclinan por la primera mitad de los años noventa algunos por un tiempo anterior y otros por uno mucho más tardío En favor de esta última posibilidad habla primero el hecho de que el artículo no fue publicado ni en la Nueva Talía ni en las Horas aun cuando ambas revistas necesitaban con urgencia contribuciones de este tenor luego el empleo de algunos conceptos que resultan ajenos a los escritos teóricos anteriores y por último sobre todo en la segunda mitad del escrito la singular belleza de un estilo muy maduro y de una gravedad elevada inequívocamente personal y profundamente comprometida Una mirada atenta descubre en esa segunda mitad un cambio tan palmario del estilo al par que de la intención y del énfasis añádase a ello la impresión ostensible de que al menos esa sección da por sentado el retorno de Schiller a su verdadera vocación como poeta trágico y de que argumenta a partir de la idea y del mérito artístico de la tragedia que quizá lo más razonable sea suponer que Schiller no mucho antes de la fecha de publicación del volumen donde apareció este escrito revisó profundamente y reelaboró o bien completó algunas notas fragmentarias que conservaba en forma de borrador vinculadas por su materia con dos artículos anteriores Sobre lo patético y De lo sublime El problema de la datación posee en este caso mayor monta que la de una simple incumbencia filológica porque está estrechamente vinculado con la comprensión de la actitud espiritual de Schiller en general y con el modo en que el propio poeta entendía la libertad y la relación de lo bello con lo sublime y la de ambos con el ideal La tendencia imperante durante largo tiempo a ver el propósito y el mérito propios de este escrito en la proclamación de una humanidad estética afianzada sobre la armonía moral puede haber contribuido a que se lo considerase como una suerte de recaída en el dualismo moralizante de cuño kantiano ya superado en lo fundamental y a que precisamente en relación con la posterior y verdadera finalidad de Schiller tal como ella se manifiesta sobre todo en las cartas Sobre la educación estética quisiese atribuírselo a una fase anterior y menos ponderada de su pensamiento Bien es verdad que para Schiller la armonía perfecta y libre de la 188 naturaleza y del espíritu en el hombre la consumación bella y lúdica de su humanidad plena fue y siguió siendo siempre la meta suprema Pero ese tránsito real del hombre hacia el dios que en vano se propusiera presentar poéticamente en la forma purísima del idilio en las bodas de Hércules y Hebe en una prosecución del poema El ideal y la vida no dejó de ser nunca una idea a causa de lo absoluto e inviolable de la libertad tanto moral como física no dejó de ser dentro de la realidad terrenal del hombre condicionada y limitada el ideal propuesto sí pero inalcanzable que la figura viviente de la obra de arte bella refleja de manera vivificante y promisoria como apariencia verdadera Sujeto empero a sus condiciones terrenales el hombre jamás puede ni debe resolver la doble y dramática destinación que se le impone a partir de ese ideal eterno por un lado educado por la imagen ajena a la realidad que la belleza erige ante sus ojos como símbolo de su destinación más elevada debe aspirar a la unificación libre y lúdica de su ser espiritual y su ser natural una unificación que transforme toda obligación moral en la plenitud de una realización éticosensible pero sin olvidar nunca al mismo tiempo que jamás podrá librarse del combate eterno ni de la seriedad siempre fatal de la existencia terrena Y aquí el carácter absoluto de la ley moral y la libertad demónica del espíritu exigen de manera siempre renovada hasta en el momento mismo de la muerte que la humanidad bella el acorde armónico del deber y la inclinación el juego libre de todas las disposiciones y fuerzas se sacrifiquen precisamente por lo incondicionado de la ley ética y de la libertad del espíritu en una decisión dolorosa contra la naturaleza renitente o bien para decirlo en pocas palabras que el alma bella se vuelva sublime pero también exigen por otro lado que al hacerlo la humanidad sea consciente de que también en cuanto bella es libre esto es de que está determinada por la ley del espíritu y no por la de la naturaleza En tales momentos siempre recurrentes de la lucha de la decisión del sacrificio la violencia apremiante de lo finito desgarra toda armonía postiza lo sublime se presenta en lugar de lo bello la belleza enérgica suplanta a la atemperante y el hombre se ve llamado a preservar contra la contradicción de su yo natural la libertad de su yo eterno No se debe pues a una inseguridad e inconsecuencia sino al carácter absoluto del ideal preservado en toda su pureza el que Schiller haya mantenido sin disolverla jamás la doble y dramática vocación del hombre por la armonía total de lo bello y por la seriedad ineluctable y abnegada de lo sublime Las Cartas sobre la educación estética no dejaron de ser un torso El artículo Sobre lo sublime puede hacer las 189 veces en cierto grado de la segunda mitad no escrita de las Cartas la que debía presentar la belleza enérgica y contraponerla a la atemperante Esa belleza enérgica empero que se despliega del modo más puro en la poesía trágica era la adecuada por su efecto para lograr que la voluntad en la lucha forzosa y siempre renovada contra la naturaleza renitente y la realidad siga su destinación incondicionada y en caso necesario preserve mediante el sacrificio de su existencia física e individual su libertad demónicacf supra nota 125 Carta decimasexta Si en vista de la admirable coherencia reinante acerca de este punto en la obra íntegra de Schiller tanto poética como teórica hiciese falta todavía un testimonio expreso en favor de la interpretación de nuestro escrito que acabamos de esbozar podrá hallárselo en el adjunto que acompaña a una de las cartas al príncipe de Augustenburg fechada el 11 de noviembre de 1793 del que reproducimos los pasajes más importantes en relación con nuestro contexto De modo que si la formación estética se enfrenta con esta doble necesidad si ella desarma por un lado la violencia salvaje de la naturaleza y apacigua la bestialidad y si por otro despierta el vigor espontáneo de la razón y vuelve al espíritu capaz de defenderse entonces y sólo entonces es apta para proporcionar un instrumento al servicio de la formación moral Es ese doble efecto el que yo exijo sin desmayo de la cultura bella y aquél para el que ella encuentra también en lo bello y en lo sublime los instrumentos necesarios Por medio de lo bello trabaja ella contra el embrutecimiento por medio de lo sublime contra la enervación y sólo el más justo equilibrio entre ambos modos de la sensibilidad perfecciona el gusto El hombre que sale de las manos de la Naturaleza no tiene pues tanta necesidad de lo sublime como de lo bello pues el tamaño y la fuerza lo tocan mucho antes de que comience a volverse sensible para los atractivos de la belleza El hombre salido de las manos del arte esto es de la civilización y la cultura necesita por el contrario de lo sublime pues está excesivamente pronto a malbaratar en su estado de refinamiento una fuerza que había traído consigo del estado salvaje Tengo que justificar pues la doble aserción en primer término que lo bello es lo que pule al hijo basto de la Naturaleza y lo que ayuda a educar al hombre haciendo que el meramente sensitivo se vuelva racional y en segundo lugar que lo sublime es a su vez lo que corrige los defectos de la educación bella lo que confiere elasticidad al hombre afectado y artificial y lo que conjuga con los beneficios del pulimento las virtudes del estado natural Véase al respecto el final de nuestro tratado y así 190 resultará evidente junto con la similitud en el curso de las ideas que la formulación de Sobre lo sublime es incomparablemente más honda y más madura lo cual aboga por su parte en favor de un lapso considerable entre la redacción de ambos escritos 191 Ningún hombre ha de estar obligado a estar obligado dice el hebreo Natán al derviche250 y esta sentencia es verdadera en un sentido más amplio que el que uno estaría dispuesto acaso a concederle La voluntad es el signo distintivo del género humano y la razón y sólo ella es su regla eterna De manera racional procede la Naturaleza en su conjunto la única prerrogativa del hombre consiste en que al obrar racionalmente lo haga con conciencia y voluntad Todas las otras cosas tienen que el hombre es un ser volitivo Precisamente por ello nada menoscaba tanto su dignidad como sufrir violencia pues la violencia lo anula Quien nos la hace nos impugna nada menos que la humanidad quien la sufre cobardemente reniega de su humanidad Pero esta exigencia de una liberación absoluta de toda violencia parece presuponer un ser dotado de poder bastante como para repeler de sí todo otro poder Si tal exigencia se halla en un ser que dentro del reino de las fuerzas no mantiene la posición suprema nace allí un conflicto desventurado entre el impulso y la capacidad En tal situación se halla el hombre Cercado por fuerzas incontables todas superiores a él y que pretenden dominarlo a su antojo exige por su naturaleza no sufrir violencia por parte de ninguna de ellas Cierto es que merced a su entendimiento acrecienta de manera artificiosa sus fuerzas naturales y que hasta un cierto punto logra señorear realmente de manera material sobre cuanto es material Para todo hay remedio dice el refrán menos para la muerte Pero esta única excepción si es que en rigor lo fuese realmente invalidaría por completo el concepto de hombre Bastaría con que hubiese un único caso en que se viera obligado de manera indefectible a lo que no quiere para que jamás pudiese ser el ser que quiere251 Este caso único y terrible el de sólo tener que y no querer lo acompañará como un fantasma y lo hará presa de los terrores ciegos que provoca la fantasía tal como ocurre en efecto en la mayor parte de los hombres su encomiada libertad es absolutamente nula con que haya un solo punto siquiera por donde esté atado La cultura debe poner al hombre en libertad y ayudarle a realizar cabalmente su concepto Debe hacerlo capaz por tanto de sustentar su voluntad pues el hombre es el ser que quiere 250 Lessing Natán el sabio I 3 251 ie el ser cuyo ser consiste en querer 192 Esto es posible de dos modos O bien de manera real cuando el hombre opone violencia a la violencia cuando domina como naturaleza a la Naturaleza o bien de manera ideal cuando se aparta de la Naturaleza y aniquila de ese modo en lo que a él respecta el concepto de violencia Lo que lo ayuda a lograr lo primero es la cultura material El hombre desarrolla su entendimiento y sus fuerzas sensibles para que las fuerzas de la Naturaleza según las leyes que le son propias se conviertan en instrumento de su voluntad o bien para protegerse contra los efectos de aquéllas que él no puede gobernar Pero las fuerzas naturales sólo pueden ser dominadas o rechazadas hasta un cierto punto más allá del cual se sustraen al poder humano y lo someten al suyo Entonces la libertad del hombre estaría perdida si él no fuese capaz de otra cultura además de la material El hombre empero debe serlo sin excepción y es por ello por lo que en ningún caso debe sufrir algo contra su voluntad Si ya no puede oponer a las fuerzas materiales una fuerza material proporcionada no le queda más remedio para no sufrir violencia que abolir por completo una relación que le es tan perjudicial y aniquilar según el concepto una violencia que se ve obligado a sufrir en la realidad de los hechos Aniquilar una violencia empero según el concepto no significa sino sometérsele de manera voluntaria La cultura que vuelve al hombre hábil para ello es la cultura denominada moral El hombre formado moralmente y sólo él es enteramente libre O bien es superior a la Naturaleza considerada como un poder o bien concuerda con ella Nada de cuanto ella ejerce en él es violencia pues antes de que eso llegue hasta él se ha vuelto ya una acción propia del hombre mismo y la naturaleza dinámica nunca lo alcanza en cuanto tal porque él se separa libremente activo de cuanto ella puede alcanzar Pero este modo de pensar que la Moral enseña bajo el concepto de la resignación ante la necesidad y la Religión bajo el del sometimiento a la voluntad divina exige si ha de ser una obra libre por elección y reflexión una claridad de pensamiento mayor que la que suele tener el hombre en su obrar cotidiano y una energía de la voluntad más elevada Pero afortunadamente existe no sólo en su naturaleza intelectual una disposición moral que puede ser desarrollada por el entendimiento sino incluso en su naturaleza racional y sensible esto es en la propiamente humana una tendencia estética para ello que ciertos objetos sensibles pueden despertar y que puede ser cultivada mediante una purificación de los sentimientos humanos en favor de esa elevación idealista del espíritu Acerca de esta 193 disposición idealista por cierto tanto por su concepto como por su naturaleza pero que hasta el mismo realista pone de manifiesto en su vida con harta claridad aun cuando no la admita en su sistema252 habré de discurrir en la presente ocasión Ni qué decir tiene que ya los sentimientos de la belleza desarrollados en nosotros bastan hasta un cierto grado para volvernos independientes de la Naturaleza en cuanto poder Un espíritu que tanto se ha ennoblecido como para conmoverse más por las formas que por la materia de las cosas y que sin mirar en nada por la posesión es capaz de obtener una complacencia libre253 por la simple reflexión acerca del modo en que se presentan un espíritu semejante digo lleva consigo una abundancia íntima e inamisible de vida y puesto que no necesita apropiarse de aquellos objetos entre los que vive tampoco está expuesto al peligro de verse privado de ellos Pero al cabo incluso la apariencia quiere tener un cuerpo donde mostrarse y así mientras subsista la necesidad de una apariencia bella cuando menos persistirá la de la existencia de objetos y en consecuencia nuestra satisfacción todavía habrá de depender de la Naturaleza que reina sobre todo ser determinado Porque es algo completamente diferente sentir un deseo de objetos bellos y buenos o simplemente desear que sean bellos y buenos los objetos existentes254 Lo último puede darse junto la máxima libertad del espíritu no así lo primero que lo existente sea bello y bueno podemos exigirlo que lo bello y bueno exista simplemente desearlo Aquella disposición del espíritu que mira con indiferencia si lo bello y bueno y perfecto existe pero que exige con rigor severo que lo existente sea bueno y bello y perfecto se denomina de preferencia grande y sublime porque contiene todas las realidades del carácter bello sin participar de sus limitaciones Es un signo distintivo de las almas buenas y bellas pero al mismo tiempo débiles reclamar siempre de manera apremiante la existencia de sus ideales morales y sentirse aflictivamente conmovidas por los obstáculos con que ellos tropiezan Tales hombres se ponen en una situación de triste dependencia respecto de lo fortuito y siempre puede asegurarse de antemano que conceden demasiado a la materia tratándose de cosas morales y estéticas y que no saldrán airosos de la prueba suprema del carácter y del gusto Lo moralmente defectuoso no debe infundirnos pena y dolor que son 252 Así como nada en términos generales puede llamarse con verdad idealista fuera de lo que el realista hecho y derecho practica de manera realmente inconsciente y sólo niega en virtud de una inconsecuencia 253 O desinteresada Kant puesto que ajena a todo fin a todo cálculo a todo apetito sensible 254 Así lo expresó Schiller en el siguiente epigrama que también permite fechar este escrito hacia 17951796 Doctrina política Puede ser justo cuanto haces confórmate empero con eso amigo y abstente por cierto de hacer todo aquello que es justo Basta al afán verdadero anhelar que las cosas sean perfectas el falso siempre querrá que perfectas sean 194 siempre signos más una necesidad insatisfecha que de una exigencia incumplida Ésta debe tener por compañero un sentimiento más enérgico y robustecer el espíritu afianzándolo en su brío antes que volverlo pusilánime y desdichado Dos son los genios255 que la Naturaleza nos dio por compañeros a lo largo de la vida El uno sociable y benévolo nos acorta con su juego ameno el viaje fatigoso nos hace livianos los grillos de la necesidad y nos conduce entre alegrías y gracias hasta aquellos parajes peligrosos donde debemos obrar como espíritus puros y deponer todo lo corpóreo los del conocimiento de la verdad y los del ejercicio del deber En ese punto nos abandona pues sólo el mundo sensible es su ámbito más allá del cual sus alas terrenas no pueden llevarlo Pero entonces se aproxima el otro grave y silencioso y con brazo firme nos ayuda a salvar el abismo insondable En el primero de estos genios se reconoce el sentimiento de lo bello en el segundo el de lo sublime Ya lo bello es por cierto una expresión de la libertad no de aquélla empero que nos eleva por sobre el poder de la Naturaleza y nos desliga de toda influencia corpórea sino de esta otra de la que gozamos dentro de la Naturaleza en cuanto seres humanos Nos sentimos libres en la belleza porque entonces los impulsos sensibles armonizan con la ley de la razón nos sentimos libres en lo sublime porque los impulsos sensibles no ejercen predominio alguno sobre la legislación de la razón porque aquí el espíritu obra como si no obedeciese más leyes que las suyas propias El sentimiento de lo sublime es un sentimiento mixto256 Es la composición de un estado aflictivo que en su grado máximo se manifiesta como un estremecimiento y de un estado dichoso que puede acrecentarse hasta el arrobo y que aun cuando no sea en rigor un placer las almas delicadas prefieren sobremodo a todo placer Este vínculo de dos sensaciones contradictorias en un sentimiento único acredita de manera irrefutable nuestra autonomía moral Pues como es de todo punto imposible que un 255 Las coincidencias casi literales con el epigrama Los mentores de la vida enviado al editor Cotta el 16 de octubre de 1795 vuelve verosímil la idea de que al menos esta parte del texto fue redactada por la misma época FrG El epigrama traducido por nosotros dice así Dos son los genios que tienes por guías durante la vida qué bueno por ti si a la par ambos te saben guardar Uno con dulce recreo el camino más corto te vuelve apoyado en su brazo serán blandos destino y deber Entre coloquios y chanzas con él llegarás al abismo donde espantado ante el mar de lo eterno se para el mortal Resuelto y severo y callado recíbete entonces el otro en su brazo de cíclope ya la hondura te hace cruzar Nunca te entregues a uno tan sólo Al primero confiarle no quieras tu dignidad ni al otro tu dicha jamás 256 Véase el comienzo de De lo sublime 195 mismo objeto se halle en dos relaciones opuestas con respecto a nosotros de ello se desprende que nosotros mismos nos hallamos en dos relaciones diferentes frente al objeto y que en consecuencia dos naturalezas opuestas han de hallarse unidas en nosotros interesadas ante la representación de aquél de dos maneras diametralmente opuestas Logramos saber pues mediante el sentimiento de lo sublime que el estado de nuestro espíritu no se rige necesariamente por el de los sentidos que las leyes de la Naturaleza no son necesariamente también las nuestras y que poseemos con nosotros un principio autónomo independiente de toda afección sensible El objeto sublime presenta un doble aspecto O bien lo referimos a nuestra capacidad de comprensión y fracasamos en el intento de forjarnos una imagen o un concepto de él o bien lo referimos a nuestra capacidad vital y lo consideramos como un poder frente al cual el nuestro se disipa por completo257 Pero aun cuando por su causa experimentamos tanto en un caso como en el otro el sentimiento penoso de nuestros límites no rehuimos sin embargo aquel objeto sino que por el contrario nos vemos atraídos por él con fuerza irresistible Sería posible tal cosa acaso si los límites de nuestra fantasía fuesen al mismo tiempo los de nuestra capacidad de comprensión Cómo podríamos querer complacidos que se nos recuerde la omnipotencia de las fuerzas naturales si no contásemos más que con aquello que puede ser su presa Nos deleita lo infinito sensible porque gracias a ello podemos pensar lo que los sentidos ya no alcanzan y el entendimiento ya no concibe Nos entusiasma lo temible porque nos permite querer lo que los instintos aborrecen y rechazar lo que apetecen Con gusto dejamos que la imaginación halle a quien la supere en el reino de los fenómenos porque al fin y al cabo se trata sólo de una capacidad sensible que triunfa sobre otra de su misma especie pero hasta lo absolutamente grande en nosotros mismos no puede la Naturaleza elevarse por muy colosal que sea Con gusto sometemos nuestro bienestar y nuestra existencia a la necesidad física pues precisamente esto nos recuerda que ella carece de toda autoridad sobre nuestros principios El hombre está en sus manos pero él tiene en las suyas propias la voluntad Y así incluso la Naturaleza se ha servido de un medio sensible para enseñarnos que somos algo más que seres meramente sensibles ella misma en efecto supo valerse de sentimientos para ponernos sobre la pista del hallazgo de que en modo alguno estamos sometidos servilmente al poder de los tales Y éste es un efecto completamente 257 Capacidad de comprensión y capacidad vital se corresponden con los conceptos de lo sublime teórico y lo sublime práctico en De lo sublime 196 diferente del que puede procurar lo bello es decir lo bello de la realidad pues en lo bello ideal258 también ha de perderse lo sublime En lo bello concuerdan la razón y la sensibilidad y sólo por esa concordancia nos atrae y seduce De modo que por la sola belleza jamás llegaríamos a saber que estamos destinados a acreditarnos como inteligencias puras y que somos capaces de ello En lo sublime por el contrario la razón y la sensibilidad no concuerdan y precisamente en esa contradicción entre ambos reside el atractivo con que ello se apodera de nuestro espíritu En este punto el hombre físico y el moral se separan del modo más neto uno respecto del otro pues tratándose justamente de aquellos objetos ante los cuales el primero siente sólo sus límites logra el otro conocer su fuerza y lo mismo que sirve para enaltecer a éste de manera infinita tira por tierra al primero Un hombre quiero suponer debe poseer todas aquellas virtudes cuya reunión constituye el carácter bello Debe hallar su deleite en el ejercicio de la justicia de la beneficencia de la moderación de la perseverancia y de la fidelidad todos los deberes cuyo cumplimiento le sea impuesto por las circunstancias han de resultarle simples como un juego y la suerte no debe estorbarle ninguna acción a que lo impulse donde y cuando quiera que fuere el altruismo de su corazón A quién no ha de resultarle maravillosa esta bella armonía de los impulsos naturales con los preceptos de la razón y quién podría abstenerse de amar a un hombre semejante Podemos estar seguros empero por muy viva que sea nuestra inclinación por él de que es realmente virtuoso y de que en suma existe la virtud Pues de no haber tenido más designio que el de procurarse sentimientos agradables este hombre no podría haber obrado en absoluto de otro modo so pena de ser un necio y tendría que aborrecer su propio beneficio si quisiera ser un inmoral y un corrompido La fuente de donde manan sus acciones bien puede ser límpida pero esto es algo que deberá aclarar con su propio corazón nosotros nada vemos de ello Lo que le vemos hacer sí no va más allá de lo que también debería hacer el hombre simplemente listo para quien el placer es su dios El mundo sensible pues explica por entero el fenómeno de su virtud y para dar con la razón de ser de este último no precisamos en ningún caso ir más allá de los límites de aquél Pero que este mismo hombre caiga de súbito en una gran desdicha Que le roben sus bienes que arruinen su buen nombre Que las enfermedades lo postren en un lecho 258 Lo bello ideal das Idealschöne es una síntesis de lo bello y lo sublime Véase el final de la carta decimasexta de Sobre la educación estética y en la introducción a esta obra la cita de la carta al príncipe de Augustenburg del 11 de noviembre de 1793 197 doloroso que la muerte le arrebate los seres todos que ama que todos aquellos en quienes confía lo abandonen en su desgracia Hallándose en tal estado búsqueselo de nuevo y exíjase al desdichado que practique aquellas mismas virtudes para las que tan dispuesto se mostró otrora el dichoso Si se halla que en esta nueva situación sigue siendo enteramente el mismo si no han menoscabado ni la pobreza su caridad ni la ingratitud su obsequiosidad ni el dolor su entereza ni la propia desdicha su interés por la dicha ajena si la mudanza de su situación se advierte en su aspecto pero no en su conducta en la materia pero no en la forma de su obrar259 entonces como bien se comprende ya no basta explicación alguna de ello derivada del concepto de Naturaleza según el cual es de todo punto necesario que lo presente siendo un efecto estribe en algo pasado como en su causa pues nada puede haber tan absurdo como el hecho de que el efecto siga siendo el mismo cuando la causa se ha cambiado en su contraria Se ha de renunciar pues a toda explicación natural hay que desistir por completo de querer dar cuenta de la conducta a partir de las circunstancias y poner el fundamento de aquélla en un orden del mundo enteramente diferente del natural o físico hacia el cual bien puede remontarse la razón con sus ideas pero que el entendimiento con sus conceptos es incapaz de captar Este descubrimiento de la facultad moral absoluta que no está ligada a condición natural alguna confiere al sentimiento pesaroso que nos invade ante la vista de un hombre semejante ese atractivo singularísimo e inefable que ningún placer sensible por refinado que fuere puede disputar a lo sublime Lo sublime nos procura pues una salida del mundo sensible donde lo bello se holgaría de tenernos siempre prisioneros No poco a poco pues no hay transición gradual alguna de la dependencia a la libertad sino de repente y mediante un sacudión lo sublime arranca al espíritu independiente de la red con que la sensibilidad sutil lo ciñera y que tanto más firmemente lo ata y lo traba cuanto más transparentes son los hilos con que ha sido tejida Aun cuando sea mucho lo que esa sensibilidad por la influencia imperceptible de un gusto muelle y delicado haya ganado sobre el hombre aun cuando ataviada con el velo seductor de la belleza espiritual haya logrado abrirse paso arteramente hacia el sitial más recóndito de la legislación moral y envenenar allí en su misma fuente la santidad de las máximas también es verdad que a menudo una sola emoción sublime basta para desgarrar ese tejido del embuste para devolver de golpe toda su elasticidad al espíritu encadenado para brindarle una revelación acerca de 259 La materia y la forma del obrar se corresponden con el qué o lo concreto de la acción misma y el cómo de su finalidad y su sentido 198 su verdadero destino e imponerle siquiera por un momento el sentimiento de su dignidad La belleza en la figura de la diosa Calipso hechizó al valiente hijo de Odiseo260 y por largo tiempo lo retiene prisionero en su isla gracias al poder de sus encantos Él cree cortejar durante todo ese lapso a una divinidad inmortal siendo así que sólo se halla entre los brazos de la voluptuosidad pero una impresión sublime lo domina de pronto en la figura de Méntor recuerda entonces que un destino mejor es el suyo se arroja a las olas y queda libre Lo sublime como lo bello se encuentra derramado pródigamente por doquier en la Naturaleza íntegra y todos los hombres cuentan con la capacidad para sentir lo uno y lo otro pero el germen correspondiente se desarrolla de manera desigual y es mediante el arte como ha de estimulárselo Ya el fin propio de la Naturaleza comienza por hacernos correr hacia el encuentro con la belleza cuando todavía rehuimos lo sublime pues en la infancia es la belleza nuestra guardiana y quien debe conducirnos para mudar en pulimento interior lo basto del estado natural Pero aun cuando ella sea desde luego nuestro primer amor y aun cuando lo primero que se desarrolle en nosotros sea nuestra capacidad para apreciarla lo cierto es que la Naturaleza ha tomado sus recaudos para que tal capacidad madure lentamente y para que primero aguarde a fin de lograr su desarrollo pleno el perfeccionamiento del entendimiento y del corazón Si el gusto alcanzara su madurez completa antes de que la verdad y la eticidad Sittlichkeit hubiesen arraigado en nuestro corazón por una vía mejor que la del gusto mismo entonces el mundo sensible sería eternamente el límite de nuestras aspiraciones No iríamos más allá de él ni en nuestros conceptos ni en nuestras maneras de pensar y de sentir y lo que la imaginación no pudiese representar tampoco tendría realidad alguna para nosotros Pero afortunadamente ya está instituido en el orden de la Naturaleza que el gusto anticipándose a todas en florecer sea de las capacidades del espíritu humano la última en madurar El tiempo intermedio ofrece un lapso suficiente para henchir el entendimiento con un buen bagaje de conceptos y con un tesoro de máximas el pecho y sobre todo para desarrollar luego desde la razón la capacidad para percibir lo grande y lo sublime Mientras el hombre era el mero esclavo de la estrechez material sin haber hallado aún salida alguna del estrecho círculo de las necesidades elementales ni haber barruntado todavía la elevada libertad demónica que albergaba su pecho entonces la 260 Así lo narra Fénelon 16511715 en el libro VII de Las aventuras de Telémaco hijo de Ulises 1699 199 Naturaleza inconcebible sólo podía recordarle las limitaciones de su imaginación y la Naturaleza destructora sólo su impotencia física Tenía pues que pasar por alto apocado la primera y apartarse con espanto de la otra Pero apenas la contemplación libre le crea un ámbito contra el embate ciego de las fuerzas naturales y apenas descubre en ese raudal de fenómenos algo permanente en su propio ser entonces las masas salvajes de la Naturaleza que lo circunda comienzan a hablar a su corazón con un lenguaje completamente diferente y lo grande relativo que se halla fuera de él es el espejo donde ve lo grande absoluto que abriga dentro de sí mismo Intrépido y con fiero placer se allega entonces a esas imágenes tremendas de su fantasía y emplea deliberadamente la fuerza íntegra de esa facultad para representar lo infinitosensible para sentir tanto más vivamente la superioridad de sus ideas sobre lo máximo que la sensibilidad puede lograr aun cuando llegase a fracasar en tal intento El espectáculo de lejanías ilimitadas y de alturas colosales el vasto océano a sus pies y el océano todavía mayor que se cierne sobre él arrebatan su espíritu apartándolo de la esfera estrecha de lo real y del cautiverio agobiante de la vida material La majestad elemental de la Naturaleza pone ante sus ojos una norma de valoración más amplia y circundado por sus grandes formas ya no tolera lo pequeño en su modo de pensar Quién sabe cuántos pensamientos luminosos o cuántas resoluciones heroicas que ninguna celda de estudio ni ningún salón de sociedad hubiesen dado a luz no nacieron ya de esa animada contienda del ánimo con el espíritu grande de la Naturaleza durante el curso de un paseo quién sabe si no hay que atribuir en parte al comercio infrecuente con ese gran genio el hecho de que el carácter de los habitantes de las ciudades raquítico y marchito se vuelva de tan buen grado hacia lo pequeño mientras que el sentido del nómada permanece abierto y libre como el firmamento bajo el cual acampa Pero no simplemente lo que la imaginación no alcanza lo sublime de la cantidad sino también lo que el entendimiento no comprende la confusión puede servir tan pronto como cobre la debida magnitud y se anuncie como una obra de la Naturaleza pues de lo contrario es digno de desprecio puede servir para representar lo suprasensible e impulsar el ánimo Quién no se demora con mayor gusto ante el desorden gracioso de un paisaje natural que ante la regularidad insípida de un jardín francés261 Quién no prefiere ver con asombro la prodigiosa lucha entre la fertilidad y la destrucción en las campiñas de Sicilia o deleitar su vista en Escocia con las cascadas 261 Véase cómo Rousseau en una página que se volvió célebre encomia el jardín à langlaise La nueva Heloísa IV 11 200 turbulentas y las montañas envueltas en la bruma con la grande Naturaleza de Osián antes que admirar en la escrupulosa Holanda la fatigosa victoria de la paciencia sobre el más obstinado de los elementos Nadie negará que en las praderas de Batavia hay un cuidado por el hombre de carne y hueso mayor que a los pies del cráter traidor del Vesubio y que ante un huerto trazado a regla el entendimiento dado a comprender y a ordenar se ve más holgadamente satisfecho que ante un paisaje natural inculto y agreste Pero el hombre tiene otra necesidad además de la de vivir y regocijarse y otro destino también fuera del de comprender los fenómenos que lo rodean Lo que vuelve tan atractivo el capricho fantástico de la creación visible para el viajero sensitivo eso mismo descubre ante un espíritu capaz de entusiasmo hasta en la más dificultosa anarquía del mundo moral la fuente de un placer enteramente propio Bien es verdad que quien alumbra con la pálida antorcha del entendimiento el gran palacio de la Naturaleza siempre movido por el solo propósito de resolver en armonía su audaz desorden no puede hallarse a gusto en un mundo donde más parece reinar un loco azar que un plan sabio y donde ni que decir tiene que en la mayor parte de los casos el mérito y la dicha se contradicen mutuamente Ese mismo individuo quiere que en el gran curso del mundo todo esté regulado como en una buena empresa y si echa de menos como no podría ser de otro modo esa regularidad entonces no le queda más remedio que aguardar de una existencia venidera y de una Naturaleza diferente la satisfacción que le debe la presente y la pasada Si por el contrario renuncia de buen grado a querer subordinar este caos sin ley de los fenómenos a una unidad del conocimiento entonces gana a manos llenas por otro lado lo que da por perdido en éste Precisamente esta completa ausencia de un vínculo teleológico entre esta multitud acuciante de los fenómenos en razón de lo cual sobrepasan al entendimiento que debe atenerse a una unión de esa índole y le resultan así inútiles hace de ellos una imagen sensible tanto más acertada para la razón pura que en ese mismo desenfreno fantástico de la Naturaleza ve representada su propia independencia respecto de las condiciones naturales Pues cuando dentro de una serie las cosas se ven privadas de toda relación entre sí uno obtiene entonces el concepto de independencia que coincide de un modo sorprendente con el concepto racional puro de la libertad Bajo esta idea de la libertad que ella obtiene a partir de sus propios recursos la razón compendia pues en una unidad del pensamiento lo que el entendimiento no puede vincular en unidad alguna del conocimiento prevalece sobre el juego infinito de los fenómenos y así a un mismo tiempo sustenta su poder sobre el entendimiento en cuanto facultad supeditada a los 201 sentidos Si uno repara entonces en el valor que ha de tener para un ser racional el cobrar conciencia de su independencia frente a las leyes naturales comprenderá cómo es posible que por esta idea de libertad que se les ofrece ciertos hombres de un temple de ánimo sublime puedan tenerse por recompensados de todo fracaso en materia de conocimiento La libertad en medio de todas sus contradicciones morales y de sus trastornos materiales es para los espíritus nobles un espectáculo infinitamente más interesante que el de un bienestar y un orden privados de libertad donde las ovejas marchan pacientemente en pos del pastor y la voluntad soberana se rebaja a la condición de pieza útil de un mecanismo de relojería En virtud de esto último el hombre se limita a ser un producto ingenioso y un más feliz ciudadano de la Naturaleza por la libertad en cambio se vuelve ciudadano y corregente de un sistema superior donde ocupar el último de los lugares es infinitamente más honroso que marchar a la cabeza dentro del orden natural o físico Considerada desde este punto de vista y sólo desde él la historia universal es para mí un objeto sublime El mundo en cuanto objeto histórico se reduce en el fondo al conflicto que las fuerzas naturales libran entre sí mismas y con la libertad del hombre y del resultado de esta lucha nos informa la historia Ésta en lo que lleva andado hasta ahora tiene que narrar tratándose de la Naturaleza dentro de la cual deben contarse todas las pasiones humanas proezas mucho mayores que en el caso de la razón autónoma que sólo en contadas excepciones un Catón un Arístides un Foción262 y hombres parecidos ha logrado sustentar su poder frente a la legislación natural Si al acudir a la historia uno abriga grandes esperanzas de hallar allí luz y conocimiento la decepción que sufre no podría ser mayor Todas las tentativas bien intencionadas por parte de la filosofía para conciliar lo que el mundo moral exige con lo que el mundo real cumple quedan desvirtuadas por el testimonio de la experiencia y así como en su reino orgánico la Naturaleza se rige o parece regirse dócilmente según los principios reguladores263 del juicio así también suele ella en el reino de la libertad arrancarse indómita las riendas con que el espíritu de la especulación se ufanaría de poder conducirla sujeta 262 Marco Porcio Catón 9546 representante característico del rigorismo romano de vieja cepa Arístides 535467 político y militar ateniense apodado el justo uno de los héroes de la batalla de Platea que soportó con magnanimidad un destierro inmerecido Foción capitán ateniense célebre por su probidad condenado a muerte en el año 318 Plutarco ha dedicado en sus Vidas paralelas sendos libros a la historia de cada uno de estos tres hombres 263 regulative Grundsätze principios provisorios e hipotéticos empleados en primer lugar como un procedimiento operativo de ellos forma parte la explicación teleológica de los objetos naturales según el principio de una finalidad superior FrG 202 Qué diferentes resultan las cosas cuando se renuncia a explicarla y se hace de ésta su propia incomprensibilidad un criterio para enjuiciarla Precisamente esta misma circunstancia el hecho de que la Naturaleza considerada en su soberana grandeza se burle de todas las reglas que nuestro entendimiento le prescribe de que en su curso autónomo y obstinado desprecie con indiferencia igual las obras de la sabiduría y las del acaso de que arrastre consigo en una misma caída así lo valioso como lo fútil lo precioso como lo vulgar de que por un lado conserve un hormiguero y por otro ciña con sus brazos de gigante la más espléndida de sus criaturas el hombre y la aniquile de que a menudo dilapide en una hora frívola sus logros obtenidos del modo más fatigoso y se empeñe durante siglos en labrar una obra que es mero desatino en una palabra esta insumisión de la Naturaleza en su conjunto ante las reglas del conocimiento las mismas a las que ella se sujeta en sus manifestaciones individuales vuelve manifiesta la imposibilidad absoluta de explicar la Naturaleza misma por leyes naturales y de hacer valer como algo propio de su reino lo que sólo vale en su reino y así el espíritu se ve impulsado de manera irresistible a dejar el mundo de los fenómenos por el de las ideas lo condicionado por lo incondicionado Mucho más lejos aún que la infinita en sentido sensible nos lleva la Naturaleza terrible y destructora al menos mientras nos mantenemos ante ella como meros espectadores libres Bien es verdad que el hombre sensible y la sensibilidad en el hombre racional nada temen tanto como enemistarse con ese poder que ha de mandar sobre el bienestar y la existencia Ese supremo ideal al que consagramos nuestros afanes ha de permanecer en buenos acuerdos con el mundo físico en cuanto conservador de nuestra felicidad sin verse obligado por ello a romper con el mundo moral que determina nuestra dignidad Pero bien se saber que no siempre es posible servir a dos señores aun cuando caso pocos menos que inconcebible el deber jamás se viese enfrentado con las necesidades pues es claro que la necesidad natural no cierra trato alguno con el hombre y que a éste no le valen ni su fuerza ni su destreza para resguardarlo contra las asechanzas de la fatalidad Dichoso de él entonces si aprendió a soportar lo que no puede cambiar y a renunciar con dignidad a lo que no puede salvar Pueden presentarse casos en que el destino trepe todas las defensas exteriores sobre las que el hombre fundó su seguridad y que su sola alternativa consista en refugiarse en la sagrada libertad de los espíritus allí donde para sosegar el impulso vital no hay más remedio que la voluntad sin tener otro medio para resistir el poder de la Naturaleza fuera del tomarle la delantera y de 203 darse uno mismo la muerte en sentido moral264 al anular libremente todo interés antes de que lo haga un poder físico Emociones sublimes robustecen al hombre para ello y un trato frecuente con la Naturaleza destructora tanto cuando le muestra su poder devastador sólo desde lejos como cuando lo exterioriza realmente contra sus semejantes Lo patético es una desgracia ficticia y lo mismo que la verdadera nos abre al comercio inmediato con la ley de los espíritus reinante en nuestro pecho Pero la desgracia verdadera no siempre escoge bien su víctima ni la ocasión a menudo nos sorprende indefensos y lo que es peor todavía a menudo nos vuelve indefensos La desgracia ficticia de lo patético por el contrario nos encuentra completamente armados y puesto que se trata de una desgracia sólo imaginada el principio autónomo gana espacio en nuestro espíritu para afirmar su independencia absoluta Y así cuanto con mayor frecuencia renueve el espíritu este acto de actividad autónoma tanto más habrá de volvérsele una destreza y tanto mayor será la ventaja que gane frente al impulso sensible de tal suerte que al cabo también cuando en lugar de la desgracia imaginada y ficticia se vea ante algo grave se hallará en condiciones de tratarla como ficticia y elevación suprema de la naturaleza humana de disolver el padecer real en una emoción sublime Lo patético cabe decir entonces es una inoculación de destino inevitable por la que se lo priva de su malignidad y se logra que su ataque apunte hacia el lado fuerte del hombre Fuera pues con la indulgencia mal entendida y con el gusto muelle y afeminado que tiende un velo sobre el rostro grave de la necesidad y que para ganarse el favor de los sentidos miente entre el bienestar y la buena conducta una armonía de la que en el mundo real no se advierte el menor rastro Muéstresenos la fatalidad a cara descubierta Pues no en la ignorancia de los peligros circundantes ignorancia que ha de cesar alguna vez sino en el conocimiento de ellos es donde se halla nuestra salvación Tal conocimiento nos lo procura el espectáculo terrible y magnífico de la mudanza que todo lo destruye recrea y vuelve a destruir de la ruina que tan pronto socava lentamente como asalta de súbito nos lo procuran los cuadros patéticos de la humanidad en lucha contra el destino de la huida irremediable de la felicidad de la seguridad burlada de la injusticia triunfante y de la inocencia derrotada que la Historia ofrece con abundancia y el arte trágico pone ante nuestros ojos por medio de la 264 sich moralisch entleiben vale decir aceptar mediante una decisión moral libre cualquier mal o menoscabo provocado por la naturaleza o el destino y de ese modo privarlo de su poder interior sobre nosotros FrG 204 imitación Pues quién será aquél que sin poseer una disposición moral completamente corrompida pueda leer acerca de la lucha no por porfiada menos inútil de un Mitrídates265 o acerca de la ruina de ciudades como Siracusa y Cartago y detenerse ante esas escenas sin acatar con escalofrío la ley severa de la necesidad sin sofrenar al punto sus deseos y sin aferrarse en lo más hondo de su pecho conmovido por esta infidelidad eterna de todo lo sensible a lo que permanece y dura266 La capacidad para sentir lo sublime es pues una de las disposiciones más grandiosas de la naturaleza humana que así merece nuestro respeto por ser su origen la facultad autónoma del pensamiento y de la voluntad como el más perfecto desarrollo por su influencia sobre el hombre moral Lo bello sólo resulta meritorio por el hombre lo sublime por el demonio puro que hay en él y como estamos destinados incluso a pesar de las barreras de lo sensible a regirnos por el código de los espíritus puros he aquí que lo sublime debe casarse con lo bello para que la educación estética resulte un todo íntegro y la sensibilidad del corazón humano por su parte se extienda según todo el alcance de nuestra destinación y por consiguiente más allá del mundo sensorial Sin lo bello habría una perpetua contienda entre nuestra destinación natural y nuestra destinación racional Por el afán de cumplir con nuestra vocación de espíritus descuidaríamos nuestra humanidad y estando prontos en todo momento para marcharnos del mundo sensible no dejaríamos de ser siempre extranjeros en esta esfera del obrar que definitivamente nos ha sido asignada Sin lo sublime la belleza nos haría olvidar de nuestra dignidad En la enervación de un placer ininterrumpido quebrantaríamos la robustez del carácter y aferrados indisolublemente a esa forma contingente de la existencia perderíamos de vista nuestra destinación indeleble y nuestra verdadera patria Sólo cuando lo sublime se aúna con lo bello y cuando nuestra receptividad para ambos se ha desarrollado en igual medida somos ciudadanos perfectos de la Naturaleza sin ser por ello sus esclavos ni perder nuestro derecho de ciudadanía en el mundo inteligible Bien es verdad que ya por sí sola la Naturaleza ofrece copiosamente objetos en los que podría ejercitarse la capacidad de sentir lo bello y lo sublime pero el hombre como en otros casos también en éste se halla mejor servido por la segunda mano que por la primera y prefiere recibir una materia ya preparada y escogida por el arte antes 265 Mitrídates II rey del Ponto conquistó y perdió vastos reinos y puso fin a su vida mediante el suicidio en el año 63 aC 266 Tema de uno de los Sonetos a Sofía de Leopoldo Marechal VII De la inmutable primavera 205 que obtenerla exigua y con fatiga de la fuente turbia de la Naturaleza267 El impulso mimético de la formación que no puede recibir impresión alguna sin aspirar luego a una expresión viviente de la misma y que en cada forma bella o grande de la Naturaleza ve un desafío para medirse con ella le lleva la gran ventaja de poder tratar como fin principal y como una totalidad por sí lo que la Naturaleza cuando no da al traste con ello sin la menor intención lleva consigo sólo de paso al perseguir una meta más inmediata Si la Naturaleza en sus bellas formaciones orgánicas bien por la singularidad deficiente de la materia bien por la intervención de fuerzas heterogéneas padece violencia o si por el contrario la ejerce en sus escenas grandes y patéticas y actúa como un poder sobre el hombre puesto que tan sólo como objeto de una consideración libre puede volverse estética su imitadora el arte que forma o educa268 es completamente libre porque aparta de su objeto todas las limitaciones contingentes y también deja en libertad al espíritu del contemplador porque imita sólo la apariencia y no la realidad Pero como todo el encanto de lo sublime y de lo bello reside sólo en la apariencia y no en el contenido he aquí que el Arte posee todas las ventajas de la Naturaleza sin compartir con ella sus cadenas 267 Afirmación de una gravedad extraordinaria y en que la convendría meditar a la luz de la doctrina de Rousseau para comprender cómo Schiller está muy lejos de limitarse a repetirla a pesar de reconocer la verdad esencial de la misma 268 die bildende Kunst aun cuando esta expresión significa por lo general el arte plástico no tendría sentido restringir aquí el alcance del discurso a una especie particular de arte el contexto muestra a las claras por el contrario que el autor piensa en el significado general de bilden formar educar cf Bildung formación cultura 206 CRONOLOGÍA 1759 10 de noviembre Juan Cristóbal Federico Schiller nace en Marbach del Neckar 17641766 La familia Schiller vive en Lorch El párroco Moser imparte al hijo las primeras letras 1767 Schiller ingresa a la escuela de Latín de la ciudad 1772 Confirmación Hace sus primeros ensayos dramáticos Los cristianos y Absalón de los que nada se conserva 17731780 Schiller alumno de la Academia Militar de Stuttgart creada por el duque Carlos Eugenio de Würtemberg 1775 Comienza a estudiar Medicina 1776 Estimulado por su maestro Abel se entrega Schiller a la lectura de Shakespeare 1777 Nacen las primeras escenas de Los bandidos 1779 Su tesis doctoral Filosofía de la Fisiología en latín no puede editarse Schiller se ve obligado a escribir una segunda tesis 14 de diciembre Carlos Augusto de SajoniaWeimar y Goethe participan de las celebraciones conmemorativas del día de la creación de la Academia Militar de Stuttgart 1780 Redacción de Los bandidos Noviembre Impresión de la segunda tesis 14 de diciembre entrega de premios y despedida de la Academia Schiller es nombrado médico militar en el regimiento de granaderos Augé en Stuttgart 17811782 Schiller vive en Stuttgart como médico militar y como poeta 1781 Nacen las odas a Laura Aparecen Los bandidos en una edición privada 207 Refundición de Los bandidos para el escenario 1782 13 de enero representación de Los bandidos en Mannheim con gran éxito Schiller asiste de incógnito al estreno sin permiso del duque Primavera Se publica una colección de poemas de Schiller Antología para el año de 1782 Trabaja en Fiesco Colabora en la edición del Repertorio Literario de Würtemberg Julio Catorce días de arresto por un nuevo viaje a Mannheim sin permiso Agosto El duque ordena a Schiller que ponga fin a eso de escribir comedias 22 de setiembre Schiller huye acompañado por su amigo Andrés Streicher Entre octubre y comienzos de diciembre después de breves estadías en Mannheim y en Francfort los dos fugitivos se alojan de incógnito en una pensión en Oggersheim 17821783 Entre el 7 de diciembre y el 24 de julio Schiller vive en Bauerbach Turingia por invitación de su protectora Henriette de Wolzogen Relación con W F H Reinwald bibliotecario de Meiningen 1783 Acaba Amor y cábala Luisa Millerin Comienza a trabajar en Don Carlos Desdichada pasión por Carlota de Wolzogen hija de la casa donde vive 24 de julio partida inesperada hacia Mannheim 17831784 Desde el 1º de setiembre y hasta el 31 de agosto contrato con Dalberg por el que se compromete a trabajar como autor teatral La enfermedad lo acosa de manera grave 1784 Se representan Fiesco y Amor y cábala ésta última con un éxito muy grande Preparativos para la Talía Renana Conoce a Charlotte von Kalb y esto le provoca nuevas opresiones espirituales 27 de setiembre Carlos Augusto concede a Schiller el título de Consejero 208 17851787 Entre abril de 1785 y julio de 1787 Schiller vive como huésped de Cristian Gottfried Körner en Leipzig y en Dresden Amistad con los amigos de Körner Ludwig Ferdinand Huber Dora y Minna Stock 1785 Setiembre Schiller ocupa la casa Weinberg de su amigo Körner cerca de Loschwitz junto al Elba Prosigue la edición de la Talía Nace el himno A la alegría Trabajo en el Don Carlos y en algunas narraciones en prosa 1787 Pasión por Enriqueta von Arnim Aparece el Don Carlos en la editorial Göschen de Leipzig 1787 1788 Entre el mes de julio y el de mayo del año siguiente Schiller vive en Weimar Alterna con Carlota von Kalb Wieland Herder Knebel Corona Schröter En agosto breve estadía en Jena En diciembre visitas en Meiningen a Enriqueta von Wolzogen y a su hermana Cristobalda casada con Reinwald En Rudolstadt es presentado a la familia von Lengefeld traba un primer conocimiento con las hijas Carolina y Carlota 1788 Prosigue su trabajo con la Historia de la rebelión de los Países Bajos respecto del gobierno de España que aparece en otoño Su poema Los dioses de Grecia aparece en el Mercurio Alemán el diario literario editado por Wieland Entre mayo y agosto Schiller vive en Volkstädt cerca de Rudolstadt Visitas diarias a la familia von Lengefeld Entre agosto y noviembre se hospeda en la misma Rudolstadt Prosigue con sus estudios históricos Concluye la Historia de la rebelión de los Países Bajos 7 de setiembre primer encuentro con Goethe 15 de diciembre es designado como Profesor supernumerario de Historia en Jena 1789 En el mes de mayo Schiller se muda a Jena 26 de mayo pronuncia su primera lección que se volvió luego famosa Qué significa y con qué propósito se estudia la Historia Universal 209 Agosto estadía en Leipzig Compromiso con Carlota von Lengefeld Entre setiembre y octubre estadía fugaz en Rudolstadt y en Volkstädt En diciembre traba amistad con Guillermo de Humboldt 1790 En enero recibe Schiller el título de Consejero áulico 22 de febrero casamiento en la iglesia parroquial de Wenigenjena En setiembre comienza la publicación de la Historia de la guerra de los Treinta Años 1791 Schiller padece un severo ataque de su enfermedad del que ya no habrá de recuperarse nunca Comienza a estudiar la obra de Kant Julio viaje a los baños termales de Karlsbad Diciembre Federico Cristian de Augustenburg y el conde Ernesto de Schimmelmann ofrecen al poeta una pensión por tres años por iniciativa del poeta Jens Baggesen 1792 Prosigue el estudio de Kant Su salud es delicada Octubre La Asamblea Nacional francesa otorga a Schiller el derecho de ciudadanía 1793 Frutos de los estudios estéticos La dignidad y la gracia Sobre lo sublime Cartas de agradecimiento al duque Federico Cristian Sobre la educación estética del hombre 1793 1794 Entre el mes de agosto y el de mayo del año siguiente Schiller reside en su tierra natal en Suabia 8 de setiembre llegada del matrimonio Schiller a Ludwigsburg 14 de setiembre nace Carlos el primer hijo de Schiller 1794 Alterna con sus padres hermanos amigos y maestros Estadías en Stuttgart y en Tubinga Traba relaciones editoriales con Cotta 15 de mayo Schiller arriba a Jena En el verano un diálogo con Goethe sobre la planta originaria marca el comienzo de la amistad entre ambos poetas Setiembre Schiller se hospeda en Weimar en la casa de Goethe 210 1794 Aparece el primer número de las Horas contiene la primera entrega de las Cartas sobre la educación estética del hombre Para los números siguientes Schiller escribe El sitio de Amberes y Sobre poesía ingenua y sentimental Rechaza un llamado para un cargo de Profesor que le hacen desde Tubinga 1796 Edita el Almanaque de las Musas que aparecerá hasta 1800 Schiller y Goethe componen las Xenias que se publican en el Almanaque de las Musas de 1797 7 de setiembre muere el padre de Schiller Nace el Wallenstein 1797 El año de las baladas En competencia con Goethe escribe Schiller sus baladas El buzo El guante Las grullas de Íbico etc que aparecen en el Almanaque de las Musas de 1798 Forja una versión rítmica en yambos del Wallenstein 1798 Surgen nuevas baladas Prosigue su labor con el Wallenstein 1799 Concluye el Wallenstein Comienza a trabajar en María Estuardo 1799 1805 La familia Schiller se muda a Weimar 1800 Refundición para la escena del Macbeth de Shakespeare Junio concluye María Estuardo Comienza los trabajos para La doncella de Orleans 1801 Concluye La doncella de Orleans Refundición del Turandot de Gozzi 1802 Prepara el plan para Guillermo Tell Trabaja en La novia de Mesina 29 de abril muere su madre 16 de noviembre Schiller es elevado a la nobleza hereditaria 1803 Concluye La novia de Mesina Trabaja con el mayor ahínco en el Tell 1804 A comienzos de año concluye el Tell Schiller se decide a trabajar sobre la figura histórica de Demetrio Entre abril y mayo viaje de Schiller a Berlín 211 Noviembre escribe la Reverencia de las artes para la entrada en Weimar de la nueva soberana Maria Pawlowna princesa heredera de Rusia 1805 Refundición para la escena de la Fedra de Racine Prosigue su trabajo en el Demetrio 29 de abril va al teatro por última vez Ataque de fiebre 9 de mayo Schiller muere 212 ALGUNOS JUICIOS NOTABLES SOBRE SU PERSONALIDAD Y SU OBRA Su ritmo es fluyente arrebatador impetuoso su plan osado y grande como su ritmo y la construcción armoniosa según el plan como una casa según su planta Lanza sus pensamientos hacia una meta su reflexión hacia algo extremo supremo sus figuras hacia una gran decisión una gran aventura o una gran catástrofe Su vida y su muerte parece la del portador de la antorcha que consumido por dentro llegó a su meta con la luz ardiendo que muriendo se precipita sobre ella precipitándose de tal modo muriendo de tal modo que se volvió un símbolo eterno Hugo von Hofmannsthal Schiller 1905 El mundo es pesado Él nos ha enseñado como dominar su pesadez La forma en la que lo ha enseñado puede estar sometida a fluctuaciones del juicio pero habrá de sobrevivir hasta que esa fluctuación desaparezca Su obra la obra del héroe y del santo no es ciertamente una figura sino una vida vivida por anticipado De la capacidad de la medida en que una vida vivida por anticipado puede ser imitada de esa su condición de poder ser imitado en el más alto sentido de la palabra depende la duración del mundo y la inmortalidad de todo lo grande también de lo poético A Schiller no es posible verlo con la vista tendida al frente sino hacia lo alto y quien aparta de él sus ojos mira por debajo de sí Cada generación ha experimentado esto y ha aprendido luego a levantar la mirada y cuando la levanta hacia los astros inmortales habrá de hallar siempre entre ellos a aquél que entre nosotros miró hacia lo alto desapareciendo como un cometa uniendo con su luz una luz inmortal Rudolf Borchardt Discurso en homenaje a Schiller 1920 No querríamos por cierto privar a la juventud del entusiasmo que es capaz de hallar en la elocuencia schilleriana Pero quién que se aproximase seriamente a su obra podría ignorar que hasta las creaciones más aladas de su fantasía son el fruto de una lucha viril fruto que va madurando por entre victorias y derrotas hacia una perfección más alta y más pura cada vez Cuanto de imperecedero tiene esta poesía es la cosecha de aquellos años en que el hombre vive entregado a la batalla el premio penosamente alcanzado de un herculeus labor que sólo han de valorar en su 213 significado pleno quienes han pasado por una prueba semejante Casi pareciera que el destino preparase al genio una satisfacción postrera cuando de entre nosotros precisamente a aquellos que vieron irrumpir la guerra en la mitad de su vida les manda retornar a él como si de los desechos con que un tiempo bárbaro y pagano engordó a sus cerdos y condenó al hambre a sus hombres regresasen a la casa paterna de la Poesía Del epílogo a un volumen de poemas de Schiller escrito en 1926 por Rudolf Alexander Schröder cuando aún sangraban las heridas abiertas por la Primera Guerra Mundial En conjunto podemos calificarle de feliz Sus días transcurrieron en la contemplación de grandezas ideales vivió entre las solemnidades y esplendores de la naturaleza universal sus pensamientos versaron sobre héroes y sabios y sobre escenas de belleza paradisíaca Es cierto que no tuvo descanso ni paz pero disfrutó de la intensa conciencia de su propia actividad que los reemplaza en hombres como él Es verdad que estuvo mucho tiempo enfermo pero no concibió incluso entonces y dio cuerpo a Max Piccolomini a Tecla a la Doncella de Orleans y las escenas de Guillermo Tell Es cierto que murió pronto pero quien lo estudie clamará con Carlos XII en un caso distinto No había vivido bastante cuando había conquistado reinos Estos reinos que conquistó Schiller no fueron para una nación a costa del sufrimiento de otra no estaban mancillados por la sangre de ningún patriota ni por las lágrimas de ninguna viuda de ningún huérfano son reinos conquistados a los estériles dominios de la Oscuridad para aumentar la felicidad la dignidad y la virtud de todos los hombres nuevas formas de Verdad nuevas máximas de Sabiduría nuevas imágenes y escenas de Belleza ganadas al Infinito vacío e informe una posesión para siempre para todas las generaciones de la Tierra Tomás Carlyle 1952 Lo que distingue de preferencia sus obras dramáticas postreras es en primer término el afán más cuidadosa y acertadamente entendido por hacer de la forma artística un todo luego una elaboración más profunda de los asuntos merced a lo cual ingresan en un ámbito universal más vasto y más rico y se vinculan con ideas superiores y por último una exclusión más decidida de todo lo prosaico por una mayor 214 pureza del impulso poético en materia de exposición de pensamientos y de expresión Le fue arrebatado al mundo en la más perfecta madurez de su vigor espiritual y es infinito lo que podría haber realizado todavía Su meta había sido fijada de tal modo que jamás podía alcanzar un punto final y la actividad de su espíritu progresando como lo hacía sin cesar no se habría procurado reposo alguno durante largo tiempo todavía habría podido disfrutar de la alegría del gozo o incluso de la bienaventuranza de la creación poética Su vida se apagó antes del término acostumbrado pero mientras duró él se mantuvo ocupado de manera exclusiva y constante en el ámbito de las ideas y de la fantasía acaso de nadie pueda decirse con tanta verdad que habiendo arrojado de sí el temor de lo terrenal había huido de la vida estrecha y sorda hacia el reino del ideal vivió rodeado sólo por las ideas más elevadas y las imágenes más espléndidas que el hombre es capaz de acoger en su seno y de hacer surgir de sí Quien de tal suerte abandona la tierra no puede ser sino alabado con el nombre de dichoso Guillermo de Humboldt Sobre Schiller y el curso de su desarrollo espiritual en Goethe Humboldt Burckhardt 2003
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Friedrich Schiller Cartas sobre la educación estética del hombre Traducción introducción y notas Martín Zubiria Universidad Nacional de Cuyo Facultad de Filosofía y Letras SCHILLER SOBRE LA EDUCACIÓN ESTÉTICA DEL HOMBRE EN UNA SERIE DE CARTAS DE LO SUBLIME SOBRE LO SUBLIME Traducción del alemán introducción y notas por Martín Zubiria Profesor Titular de las Cátedras de Historia de la Filosofía Antigua y de Metafísica Director del Centro de Filosofía Clásica Alemana ISBN 9789875751392 3 ÍNDICE Introducción del traductor Bibliografía Nota preliminar a las Cartas Estéticas Cartas Estéticas Primera parte Cartas 1 a 9 Segunda parte Cartas 10 a 16 Tercera parte Cartas 17 a 27 Sobre lo sublime De lo sublime Cronología Algunos juicios notables sobre la personalidad y la obra de Schiller 4 INTRODUCCIÓN LA VIDA En español existen cuando menos dos biografías de Schiller escritas ambas no sólo con una genuina devoción por la figura del poeta sino además con una pluma tan autorizada como abundante la otrora muy conocida de Tomás Carlyle1 siempre fresca y digna de lectura sin que le hagan mella los dos siglos o poco menos que lleva sobre sus espaldas y la más reciente y más ambiciosa también de Rüdiger Safranski2 quien lejos de ceñirse a los hechos de la vida del poeta para trazar a partir de ellos una semblanza espiritual como hace Carlyle se detiene también en la consideración puntual de los personajes de la época de sus obras ideas e influencias y en el análisis del contenido de cada una de las creaciones mayores de Schiller En lo que sigue nos limitaremos a consignar los hitos más notables de la vida del poeta en la media en que permitan comprender mejor su fisonomía espiritual I Infancia y juventud 17591781 También Schiller podría haber dicho con el autor del Hiperión aquello de Oh dichosa Suabia madre mía porque Suabia fue su patria como lo fue también una década más tarde la de otro poeta Hölderlin y la de un filósofo Hegel Lo mismo que Hölderlin Despertó entre tus valles a la vida mi corazón tus ondas jugando me envolvían también Schiller nació a orillas del Neckar aquel caudaloso río cuyas aguas atraviesan por entre bosques colinas umbrosas frutales y viñedos esa idílica y vasta región del sudoeste alemán para venir a engrosar las del Rin En Marbach del Neckar un pequeño pueblo situado desde muy antiguo en los dominios del ducado de Württenberg Juan Cristóbal Federico Schiller vio la luz el 10 de noviembre de 1759 Toda su vida puesto que jamás pisó tierra extranjera transcurrió bajo el cielo alemán y fue relativamente breve murió a los 45 años en Weimar el 9 de mayo de 1805 Las últimas palabras que pronunció con el cuerpo enteramente minado por la enfermedad y 1 1952 Carlyle se ha ocupado de Schiller y lo ha juzgado con una exactitud como no le sería fácil hacerlo a un alemán Goethe en Eckermann Conversaciones con Goethe 15 de julio de 1827 Es verdaderamente admirable cómo Carlyle al juzgar a nuestros escritores alemanes no pierde nunca de vista el núcleo espiritual y moral considerándolo el elemento verdaderamente eficiente Carlyle es una fuerza moral de gran envergadura op cit IIIª parte 15 de julio de 1827 2 2006 5 ya hundida la conciencia fueron en latín Si las honras póstumas que la nación entera tributó al genio a partir de aquella hora tuvieron el carácter de una apoteosis lo cierto es que ya en vida se alegró de ver su frente coronada para valernos una vez más de la vieja imagen con los laureles de la fama Schiller tuvo la dicha de nacer en un hogar de padres bien avenidos sensibles e inteligentes donde reinaban aquellas virtudes sencillas modestia benevolencia integridad que además de fortalecer la vida hogareña suelen siempre embellecer el carácter de los hijos El niño comienza pronto a los seis años a recorrer el camino de las letras y lo hace del mejor modo aplicándose al aprendizaje de las reinas de las lenguas Cervantes primero el latín y luego el griego Su primer maestro fue un párroco de pueblo el pastor Moser cuya personalidad ejemplar y vigorosa dejó huellas indelebles en el futuro poeta Así lo atestigua la figura del párroco que aparece en el último acto de Los bandidos y que no por azar lleva el nombre de Moser A los ocho años Schiller ingresa a la Escuela de latín Lateinschule la destinada a la educación elemental de los más aptos y donde como su mismo nombre lo declara la mayor parte del tiempo se consagraba al aprendizaje de la lengua del Lacio a la lectura y al comentario en sus fuentes de las obras de los grandes poetas historiadores y oradores clásicos Schiller llegó a poseer una gran seguridad en el conocimiento del latín que en aquel entonces seguía siendo la lingua franca del saber y de la cultura era capaz tal como lo hizo alguna vez ante su mujer de ir trasladando en voz alta al alemán una comedia de Terencio por ejemplo a medida que leía los versos latinos del texto original Al salir de la Escuela de latín con sus trece años cumplidos Schiller está en condiciones de decidir cuál será su carrera universitaria3 quiere ser teólogo pero se ve obligado a renunciar a la carrera eclesiástica por él anhelada porque le ofrecía la posibilidad de poder predicar Por orden expresa del duque de Württenberg su talentoso súbdito miembro de una familia que gozaba del favor paternal de aquél ha de ingresar velis nolis en la Academia Militar fundada recientemente por el propio 3 La suya era la situación normal de los jóvenes de su edad después de siete años de escolaridad al cabo de los cuales el niño aprendió sí aprendió de verdad a emplear con corrección su lengua materna a hablar y escribir con propiedad sin faltas ortográficas ni sintácticas y aprendió además una lengua como el latín con lo que eso significa para el desarrollo de la capacidad de reflexión y logró poseer nociones sólidas de cálculo de historia de geografía ya se podía pensar en un estudio superior Qué escuela secundaria ni qué niño muerto Pero ello era posible porque los jóvenes a diferencia de lo que ocurre en nuestra edad de hierro en que llegan no ya a la escuela secundaria sino a la misma universidad como analfabetos no eran estafados por la escuela ni por esa temible y necia pedagogía que se apoderó de ella para volverla inservible 6 duque Schiller no debía oponerse a esa decisión y la aceptó con ejemplar entereza Hubo de permanecer así por espacio de siete años esto es durante ese lapso crucial en la vida humana tanto más en la de un genio llamado adolescencia internado entre los muros de aquel instituto donde los pupilos llevaban una vida de cuartel sometida a una disciplina férrea y a una vigilancia rigurosa A partir de 1776 Schiller emprende dentro de la misma Academia el estudio de la medicina Por fortuna para él los futuros médicos debían estudiar también filosofía y en el profesor que les tocó en suerte el maestro Abel halló un estímulo poderoso para su desarrollo intelectual como futuro poeta y filósofo Aquellos años fueron también los del primer encuentro con Shakespeare objeto de lecturas y relecturas apasionadas En diciembre de 1780 habiendo cumplido los veintiún años y con el título de médico militar Schiller abandona por fin la vida del internado en la Academia esa plantación de esclavos como la llamó uno de sus compañeros donde con voluntad heroica aprendió a ejercitarse una y otra vez en el dominio de sí mismo Durante el último período vivido en ese instituto concibe y escribe Los bandidos Acerca de las circunstancias en que concibió este drama se expresó algunos años después al anunciar la aparición de su revista Talía renana y lo hizo de este modo Durante ocho años luchó mi entusiasmo con el reglamento militar pero la pasión por el arte poético es ígnea y fuerte como el primer amor Comunicaba su fuego a lo que debía apagarla Para huir de situaciones que eran para mí una tortura mi corazón divagaba en un mundo ideal pero ignorado por el real del que me separaban barrotes de hierro4 La existencia severa y solitaria detrás de esos barrotes fortaleció o produjo en él en un hombre que sentía de manera fuerte y profunda y a la par con la mayor finura y delicadeza un hábito de contención y reserva que quedó adherido para siempre a su carácter Carlyle II Años de peregrinaje desde la huida de Württemberg hasta el establecimiento en Jena 17821789 Por espacio de un lustro entre 1782 año que fue no sólo el del estreno clamoroso de Los bandidos sino también el de la huida del ducado de Württemberg y del príncipe absolutista que le prohibía dedicarse a la poesía y 1787 el poeta al comienzo de incognito por temor al duque vive sin domicilio fijo en distintas ciudades 4 SW V pág 855 7 de Alemania Mannheim Francfort Bauerbach Leipzig Dresden Weimar Jena Rudolstadt intentando abrirse paso en la vida haciendo nuevas amistades una de ellas singularmente honda y vitalicia con Cristian Körner y entregado con ardor a diversos planes literarios y a la creación dramática En este lapso relativamente breve aparecen Cábala y amor Luisa Millerin Fiesco y por último su Don Carlos obra con la que concluye la tetralogía en que se cifra la primera etapa de su producción dramática En enero de 1784 es nombrado miembro de la Sociedad Electoral Alemana de Mannheim y en junio de ese año pronuncia en su seno una conferencia cuyo texto más tarde revisado se titula El teatro considerado como institución moral5 En 1785 inicia Schiller su labor como publicista al editar una revista teatral la Talía Renana cuyo primer número dedicado al duque de Weimar aparece a mediados de marzo En el anuncio redactado a fines del año anterior para invitar al público a suscribirse Schiller condensa en estos términos cuál será el contenido de la futura publicación bimestral Todo pues cuanto es capaz de afinar el sentido moral repárese en el hecho de que precisamente este aspecto sea mencionado en primer lugar todo cuanto pertenece al ámbito de lo bello todo cuanto ennoblece el corazón y el gusto purifica las pasiones y contribuye a la formación general del pueblo tiene cabida en su plan6 Lamentablemente el interés del público resultó ser tan pobre que el proyecto quedó cancelado tras la aparición del primer número7 Como expresión del sentimiento de felicidad que experimenta por la amistad y hospitalidad que le brindan sus amigos Körner quien acababa de contraer matrimonio y Huber tanto en Dresde como en sus alrededores nace la Oda a la alegría que Beethoven en 1818 habría de incluir en su Novena Sinfonía para abrirle de manera definitiva las puertas de la fama El 10 de febrero de 1785 poco antes de viajar desde Mannheim a Leipzig el pequeño París como se la llamaba entonces para encontrarse por primera vez con Körner Schiller le escribe Fama admiración y todo el cortejo restante de los escritores no igualan por un instante en el plato de la balanza el peso de la amistad y del amor sin estos dos el corazón es un indigente Y luego de producido el encuentro y de haber quedado sellada la amistad el 3 de julio del mismo año vuelve a 5 Cf Raposo Fernández Berta 1998 6 SW V pág 857 7 A partir de 1786 el editor Göschen de Leipzig se hizo cargo de la revista que apareció entonces con el simple nombre de Talía y siguió publicándose hasta 1791 pero las contribuciones de Schiller en esos números se redujeron a algunos textos breves y algunos poemas 8 escribirle en estos términos Oh amigo mío Sólo a nuestro encadenamiento íntimo así tengo que expresarme otra vez sólo a nuestra amistad sagrada le ha sido reservada el hacernos grandes buenos y felices La perfección que logremos en el futuro no puede descansar sobre ninguna otra columna más que sobre nuestra amistad El año siguiente el de 1786 lo dedica sobre todo a la composición del Don Carlos y a sus estudios históricos Y en el verano de 1787 año en que aparece la segunda edición de la Crítica de la razón pura Schiller se instala en Weimar por espacio de casi un año y alterna allí con los espíritus más selectos de aquella ciudad con Wieland8 y Herder en particular las primeras partes de cuyas Ideas para la filosofía de la historia de la humanidad que inauguraron la filosofía alemana de la historia y causaron de inmediato una gran admiración ya habían salido a la luz Usted conoce a los hombres de que se enorgullece Alemania escribe por aquel entonces en una de sus cartas un Herder un Wieland con sus afines pues una misma muralla nos circunda a ellos y a mí Cuántas excelencias hay en Weimar En esta ciudad por lo menos en este territorio pienso establecerme y tener por último una patria Pensamiento que no habría de cumplírsele sino más de una década más tarde Después de una visita a Jena en cuya Universidad Reinhold el yerno de Wieland dictaba lecciones de filosofía kantiana Schiller tras haber alternado con aquél toma la decisión de estudiar la obra del filósofo de Königsberg Pero de momento no abandona sus trabajos históricos y en 1788 concluye La historia de la independencia de los países bajos un acontecimiento extraordinario de la gran prosa en lengua alemana Safranksi Sin falsa modestia el propio Schiller enumera a su amigo Huber en una carta del 26 de octubre los que tiene por méritos de su texto el estilo de la narración bello y noble la paciencia de asno en la prospección de las fuentes la claridad en la confrontación de las fuerzas históricas comprometidas en la acción y el sentido filosófico de la exposición En ese mismo año escribe para el Mercurio Alemán el diario literario dirigido por Wieland las Cartas sobre Don Carlos y se entrega con ahínco al estudio de la poesía antigua sobre todo la de los trágicos griegos También publica en el poderoso 8 poeta editor de revistas periodista traductor panfletista y educador de príncipes había traído amplitud de mundo a la literatura alemana había aprendido la elegancia y el espíritu según el modo francés y gozaba de buena formación en las ciencias de la Antigüedad Sus celebérrimas traducciones habían hecho que Shakespeare fuera conocido por primera vez a fondo en Alemania fue el auténtico fundador del Weimar clásico Safranski 2006 pág 261 En Weimar vive también el escritor e hispanista Federico Justino Bertuch 17471822 editor de la Revista de literatura española y portuguesa autor de una versión adaptación alemana del Don Quijote publicada entre 1775 y 1777 que Schiller había leído cuando era alumno de la Academia militar 9 Periódico general literario Allgemeine LiteraturZeitung una reseña del Egmont de Goethe quien después de leerla lamenta el poco interés de Schiller por el aspecto poético de la pieza aun cuando reconoce la clarividencia con que ha sabido analizar la parte moral de la acción Unos meses antes a finales de 1787 Schiller había conocido a la familia de Lengefeld con una de cuyas hijas Carlota mujer de singular belleza y de extraordinarias prendas espirituales se casará dos años más tarde Precisamente en casa de los de Lengefeld se encuentra por primera vez con Goethe gracias a cuyos buenos oficios aunque habrían de pasar todavía algunos años para que naciera la célebre amistad entre ambos Schiller obtiene una Cátedra de Historia en la Universidad de Jena distinción ante todo honorífica porque se trata de un puesto de profesor sin sueldo sic Prosigue entonces con renovado brío sus estudios históricos pero ahora su interés se concentra en la guerra de los Treinta Años aquella feroz e interminable contienda que mantuvo a protestantes y católicos enzarzados durante la primera mitad del siglo XVII III La década en Jena 17891799 En la primavera de 1789 el año de la toma de la Bastilla el mismo en que nace Byron y en que Mozart compone su Don Giovanni Schiller se instala por fin en Jena Y ante un anfiteatro desbordado por los estudiantes que se agolpan también en la calle junto a las ventanas abiertas de aquella cálida tarde de un 26 de mayo para no perderse palabra da comienzo a su tarea como profesor y lo hace con una lección que se volvió famosa Qué significa y con qué fin se estudia Historia Universal Cuando Fichte en 1794 y Schelling en 1799 pronuncien sus lecciones inaugurales en Jena ambos se apoyarán en el discurso de Schiller y como él también ellos defenderán frente a las almas mercenarias y los ganapanes el espíritu de investigación y el amor a la verdad A finales de este mismo año Schiller traba amistad con Guillermo de Humboldt quien había decidido establecerse en Jena con el solo propósito de poder alternar personalmente con el poeta9 En enero de 1790 el duque de Weimar Carlos Augusto le concede el título de Consejero áulico y al mes siguiente Schiller se casa con Carlota de Lengefeld y 9 Cf W v Humboldt Sobre Schiller y el curso de su desarrollo intelectual en Goethe Humboldt Burckhardt 2003 págs 2579 10 conoce por fin la anhelada dicha de la felicidad doméstica Bien que ésta se viese pronto ensombrecida por el quebrantamiento súbito de su salud Precisamente a comienzos de 1791 el 3 de enero para ser más exactos padeció un ataque agudo de esa enfermedad que entonces se llamada neumonía crupal acompañada de pleuresía seca de la que ya nunca habría de restablecerse por completo y a causa de la cual moriría catorce años más tarde después de largos sufrimientos La vida intelectual del poeta durante esta década se presenta dividida en dos períodos de pareja extensión Durante el primero que se extiende hasta 1795 Schiller comienza a publicar la Historia de la guerra de los Treinta Años obra por la que un historiador de fama en aquel entonces Juan Müller llegó a compararlo con Tucídides Y añadía en la reseña que le dedicó que el estilo era admirable y que tardaría en nacer otro historiador que se le igualase en rango literario Müller tenía razón Por lo que se refiere al brillo de la exposición Schiller continúa sin ser igualado Safranski En esos primeros años de la década del noventa en 1792 la Asamblea Nacional de Francia otorga a Schiller el derecho de ciudadanía francesa nuestro poeta se entrega al estudio de la filosofía de Kant cuyo pensamiento había provocado una verdadera conmoción en la vida académica alemana Reinhold yerno de Wieland y a la sazón profesor de filosofía en Jena atrajo la atención de Schiller sobre la obra del filósofo en primer lugar por razones obvias se interesó por los escritos kantianos referidos a la filosofía de la historia pero luego avanza sin demora hacia la última de las obras críticas de Kant la Crítica del Juicio que había aparecido en 1790 y hubo de ser reeditada en 1793 Precisamente a comienzos de este último año el 18 de febrero de 1793 Schiller comunica a su amigo Körner en términos generales lo más importante del fruto de aquellas lecturas Es indudable que ningún mortal ha expresado todavía una palabra mayor que el principio kantiano que es a la vez el contenido de su filosofía entera determínate desde ti mismo y en la filosofía teórica ese principio asume esta forma la naturaleza está bajo las leyes del entendimiento Las investigaciones de Kant acerca del arte y de lo bello expuestas en la Crítica del Juicio operan sobre el genio de Schiller como un muelle que pone en movimiento de manera sistemática sus propias reflexiones en materia estética no menos sólidas que originales Así lo atestigua la serie sorprendente de sus tratados teóricos que se inicia con Sobre la gracia y la dignidad De lo sublime Sobre lo patético escritos en la primavera y el verano de 1793 11 En agosto de 1793 Schiller emprende con su mujer un largo viaje a su país natal Suabia donde habrá de permanecer por espacio de diez meses hasta la primavera del año siguiente Allí en Ludwigsburg en la casa familiar experimenta la dicha del reencuentro con sus padres con hermanos amigos y maestros allí a los pocos días de haber llegado nace Carlos su hijo mayor Pero el solaz de los afectos compartidos en el seno del hogar paterno no interrumpe la vida de sus pensamientos Se sabe que cuando menos siete cartas sobre asuntos estéticos escribió Schiller en Ludwigsburg para su protector el duque Federico Cristian de Augustenburg quien sabedor de la estrechez económica padecida por el poeta a causa de su larga enfermedad le había concedido una pensión por tres años En una primera carta escrita el 9 de febrero de 1793 para agradecer ese gesto de generosidad y remitida desde Jena antes del viaje a Suabia Schiller manifestaba su deseo de ver el arte elevado al rango de una ciencia filosófica También la belleza según mi parecer ha de descansar como la verdad y el derecho sobre fundamentos eternos y las leyes originarias de la razón han de ser también las leyes del gusto De esta relación epistolar con el duque de Augustenburg donde se reflejaban las meditaciones que acerca del arte y la belleza Schiller había expuesto ya a su amigo Körner en una serie de cartas cartas que debían llevar el título común de Calias y que la enfermedad obligó a interrumpir nacerán luego las llamadas Cartas estéticas Sobre la educación estética del hombre en una serie de cartas una obra con la que la época clásica llega a su auténtica conciencia de sí misma Safranski y de la que Goethe dirá que nunca ha encontrado expuesto en ningún lugar lo que en parte vivo y en parte quiero vivir de una forma tan coherente y refinada 26 de octubre de 1794 Schiller aprovecha su estadía en Suabia para visitar Stuttgart y también Tubinga donde visita a su antiguo maestro Abel e inicia relaciones editoriales con Juan Federico Cotta uno de los libreros más importantes de aquella época Desde mediados de mayo de 1794 se encuentra otra vez en Jena ha conocido ya a Fichte a quien juzga después de Kant la mayor cabeza especulativa de este siglo a Hoven 21 de noviembre de 1794 y en el verano de aquel año se produce un nuevo y decisivo encuentro con Goethe quien consagró unas preciosas páginas autobiográficas al recuerdo de aquel suceso10 y al modo en que comenzó una amistad que tuvo para ambos consecuencias incalculables Hacia fines de aquel año Hölderlin está en Jena y 10 Cf Cómo comenzó mi relación con Schiller en Goethe Humboldt Burckhardt 2003 págs 1724 12 visita a menudo a su admiradísimo Schiller quien abriga un sincero interés por el Hiperión Algunos meses más tarde Hölderlin abandona Jena sin que se sepa claramente el motivo y regresa a Suabia desde donde escribe a Schiller palabras de este tenor Lo único que desearía es ir a verle cada mes y así enriquecerme por años Por cierto que intento ahorrar y acrecentar tan bien como puedo lo que recibí de Vd Vivo muy solitario y creo que es bueno para mí11 O bien Muchas veces me siento como un desterrado cuando recuerdo aquellos instantes en que Vd me abría su corazón sin enojarse al contemplar el espejo empañado o tosco donde a menudo Vd no podía reconocer ya la imagen de su propia aserción12 Y también esto otro Mientras estaba ante Vd el corazón se me encogía demasiado y cuando me iba se me ensanchaba hasta no poder contenerlo Ante Vd soy como una planta que acaban de poner en tierra hay que taparla cuando llega el mediodía Se reirá de mí pero digo la verdad13 En 1795 aparecen las Cartas estéticas y el tratado titulado Sobre poesía ingenua y sentimental en la revista Las Horas que Schiller acababa de fundar y que a pesar de su vida relativamente efímera 17951797 ejerció una influencia extraordinaria en la vida intelectual de aquellos años por la personalidad descollante de sus colaboradores comenzando por el propio Goethe además de Fichte Jacobi los hermanos von Humboldt Herder los hermanos Schlegel He aquí el comienzo del anuncio redactado en diciembre de 1794 con que Schiller la dio a conocer En una época en que el rumor cercano de la guerra provoca temores en la patria en que la lucha de las opiniones políticas y de los intereses renueva esta guerra prácticamente en cada círculo del que con excesiva frecuencia las Musas y las Gracias se ven espantadas en que ni en los diálogos ni en los escritos del día hay salvación alguna ante este demonio de la crítica al Estado que nada deja en pie podría resultar no menos osado que meritorio invitar al lector inmerso en tales asuntos a participar de un género de recreo completamente diverso Las circunstancias históricas parecen en efecto poco propicias para una revista que se impondrá el más estricto silencio acerca de lo que en el día se considera el tema favorito y que procurará hacerse famosa por agradar mediante algo diferente de aquello mediante lo cual hoy todo agrada Pero cuanto más tensa los espíritus el interés acotado por el presente cuanto más los estrecha y esclaviza tanto más urgente se torna la necesidad así de devolverles la 11 Hölderlin Fr 1990 pág 257 A Schiller 2371795 12 Op cit pág 264 A Schiller 491795 13 Op cit pág 344 A Schiller 15 y 2081797 13 libertad mediante un interés general y superior por lo que es puramente humano y sublime a todo influjo de los tiempos como de reunificar el mundo políticamente dividido bajo la bandera de la verdad y la belleza En la medida en que ningún fin más noble se vea menoscabado por ello nos pondremos por meta la diversidad y la novedad pero no cederemos al gusto frívolo que busca lo nuevo sólo por la mera novedad Por lo demás se permitirá todo género de libertad que condiga con normas de conducta buenas y bellas Decencia y orden justicia y paz serán pues el espíritu y la regla de esta revista 14 A partir de 1796 comienza el segundo período de la década de Schiller en Jena y en términos generales el de su retorno a la creación poética después de los años consagrados a la reflexión filosófica Durante aquel año Schiller y Goethe escriben al alimón por centenares sus celebradas y temidas Xenias15 dísticos o epigramas al modo de los antiguos griegos y romanos se sirven de ellos para decir qué los admira qué los divierte qué los enoja o indigna incluso al pasear la mirada por el vasto horizonte de su tiempo y por el mundo de la cultura y de los intereses del espíritu En aquel mismo año de 1796 habían pasado ya dos lustros desde el Don Carlos comienza a trabajar por fin en un nuevo drama Se trata en rigor de una trilogía dramática con la que afianzará su fama como un Shakespeare alemán Wallenstein La obra nace tras largos estudios previos y una ponderación muy cuidadosa de la estructura y el plan general al que debía subordinarse una materia histórica de vastas proporciones Y cuando llega el momento del estreno primero en Weimar y luego en Berlín el éxito es arrollador Wallenstein es lo mismo para el público que para la crítica de manera unánime el acontecimiento teatral más grande de Alemania Publicada a fines del siglo XVIII puede considerarse sin duda como la obra dramática más grande de que puede enorgullecerse ese siglo Carlyle El año de 1797 es llamado el año de las baladas porque Schiller compone entonces tratando de emular a Goethe las más hermosas y célebres de la literatura alemana las que más tarde figurarán en todos los libros escolares y que tanto jóvenes como viejos sabrán luego de memoria El buzo El guante Las grullas de Íbico El anillo de Polícrates La fianza Todo el año siguiente se ve reclamado en lo sustancial por el trabajo en el Wallenstein que sólo habrá de concluir en la primavera del 99 Y de inmediato 14 SW V pág 870 15 Palabra transliterada del griego que significa obsequio de hospitalidad 14 comienza Schiller a trabajar en un nuevo drama María Estuardo Pero ese mismo año tras el nacimiento de su hija Carolina Enriqueta Luisa y después de muchos días de angustia a causa de una rara enfermedad nerviosa que padece su mujer Schiller comprende la necesidad de poner fin a una etapa de su vida Hay que mudarse a la cercana Weimar El 3 de diciembre parte hacia allá con su hijo mayor y dispone lo necesario para la llegada del resto de la familia Al día siguiente escribe a su mujer desde Weimar la ciudad donde él mismo habría de morir al cabo de cuatro años Que se queden en el valle de Jena todos los recuerdos de las ocho últimas semanas queremos iniciar aquí una vida nueva y feliz IV Los años finales en Weimar 17991805 Instalado ya en la ciudad de Goethe y nimbado por el halo de admiración y de la fama Schiller de manera febril y como si presintiera que su cuerpo enfermo no podría secundar el vigor de su espíritu por mucho tiempo más consagra sus últimos años a la creación de una serie tan espléndida como vertiginosa de obras dramáticas imperecederas María Estuardo 1800 La doncella de Orleans 1801 La novia de Mesina 1803 Guillermo Tell 1804 Además de su labor creadora el contacto diario con Goethe ahora no sólo su amigo sino su vecino inmediato y el trabajo que ambos realizaban en común para el teatro de Weimar pruebas de lectura y discusiones con los actores supervisión de las puestas en escena adaptación de obras de otros autores enriqueció del modo más hermoso los años postreros del poeta En 1802 por mediación del duque de Weimar el emperador Francisco eleva a Schiller al rango de noble del imperio con carácter hereditario Cuando el rey de Suecia Gustavo IV visita la corte de Weimar en 1803 se hace presentar al poeta durante una fiesta le tributa su reconocimiento y aplauso por la Historia de la guerra de los Treinta Años y confirma la verdad de sus palabras afables obsequiándole un anillo de brillantes Schiller refiere el hecho a su cuñado diplomático a la sazón en San Petersburgo con los siguientes términos Pocas veces los poetas tenemos la gran dicha de que los reyes nos lean y más raro es que sus diamantes vengan a extraviarse en nuestras manos Vosotros hombres de Estado y de negocios tenéis gran afinidad con estas suntuosidades nuestro reino en cambio no es de este mundo 4 9 1803 15 Se acerca el invierno y con él primero la visita a Weimar de Madame de Staël que acaparó la atención de la ciudad por varias semanas también la de Schiller que lamentó verse distraído así de su trabajo en el Tell Y luego a mediados de diciembre muere Herder A comienzos de enero Körner recibe una carta de Schiller donde éste le dice En este lapso han muerto Herder y diversos conocidos y amigos de tal modo que nos sentimos embargados por pensamientos muy tristes y apenas si podemos sustraernos a la idea de la muerte De todos modos el invierno es un huésped muy sombrío y le encoge a uno el corazón En ese mismo invierno el 18 de febrero Schiller concluye la composición de su Guillermo Tell que se estrena en Weimar con un éxito sin igual un mes más tarde Pero entonces con la llegada de la primavera en abril de 1804 Schiller en virtud de una resolución súbita decide realizar un antiguo propósito y emprende con su mujer y sus hijos el siempre postergado viaje a Berlín ciudad donde permanece por espacio de un mes Sentía la necesidad de moverme en una gran ciudad extraña le escribe a su cuñado a la vuelta del viaje ante todo estoy destinado a escribir para un mundo amplio para un mundo donde han de repercutir mis trabajos dramáticos y aquí me veo en unos círculos tan pequeños que es un milagro cómo puedo llevar a cabo algo válido para un mundo mayor 16 6 1804 En Berlín las recepciones los homenajes y agasajos en su honor en un diario se lo llama el poeta de Alemania el psicólogo de Alemania el trágico de Alemania el historiador de Alemania se multiplican sin cesar y sin cesar se suceden en el teatro las representaciones de sus dramas Los bandidos La novia de Mesina La doncella de Orleans La muerte de Wallenstein seguidas de grandes ovaciones En Berlín visita a Fichte instalado en esa ciudad desde que abandonara Jena por la acusación de ateísmo y apaciguó de ese modo la antigua desavenencia que los había mantenido separados por algún tiempo16 Tan grande era el prestigio intelectual y moral del poeta que el gabinete civil de Prusia llegó a ofrecerle 3000 táleros de retribución anual en lugar de los 400 que recibía en Weimar si Schiller aceptaba trasladarse a Berlín y fijar su residencia en esa ciudad La oferta era tentadora pero algunas vacilaciones por parte de Schiller hicieron que el proyecto acabara por fracasar Ya de regreso en Weimar y después de considerar diferentes planes para una nueva obra la figura del falso zar Demetrio absorbe por entero su interés y comienza a 16 Cf infra nota 151 in fine 16 trabajar de nuevo sin respiro El 24 de julio sufre un nuevo y grave ataque de su enfermedad del que se recupera sólo muy lentamente y al día siguiente nace su hija menor Emilia Enriqueta Luisa En noviembre compone en pocos días su última obra completa una pieza poética de circunstancia El homenaje de las artes para la recepción del príncipe heredero de Weimar y de su mujer con la que acababa de desposarse Maria Paulowna princesa heredera de Rusia Schiller supo servirse del asunto particular el encomio principesco para celebrar una vez más las artes y encarecer la libertad que procuran al alma Por eso le hace decir a la Poesía aquellas palabras que más tarde la propia Maria Paulowna hizo colocar en grandes letras doradas en una de las salas del palacio de Weimar el salón de los poetas debajo del busto de mármol con la efigie de Schiller No me ata lazo ni barrera alguna libre atravieso todos los espacios Mi vasto reino es el pensamiento y mi alado instrumento la palabra Una vez que el homenaje tributado el 12 de noviembre quedó atrás Schiller traduce y adapta para la escena la Fedra de Racine que se estrena en el teatro de la corte de Weimar el 30 de enero de 1805 y retoma su trabajo en el Demetrio El invierno de 18041805 fue singularmente crudo A comienzos de febrero vuelve a tener accesos de fiebre con desmayos que el poeta procura ocultar a su mujer Sus padecimientos se ven agravados por el estado de salud de Goethe quien se hallaba postrado en la cama con algunos síntomas alarmantes Hacia finales de febrero cuando Goethe estaba ya fuera de peligro Schiller si bien parecía a reanimarse por momentos se sentía sin embargo quebrantado hasta los tuétanos Por aquellos días posa ante el pintor Johann Friedrich Tischbein para un retrato que no llegará a ver terminado El primero de mayo Goethe ve a su amigo por última vez Había ido a visitar a Schiller para enterarse de su salud y de la marcha de sus trabajos Schiller estaba por partir en ese momento hacia el teatro con su cuñada Carolina pero Goethe no se sentía de humor para acompañarlos y ambos amigos se separaron delante de la puerta de la casa de Schiller sin sospechar que ya no habrían de verse más La propia Carolina cuenta que hasta el 6 de mayo la cabeza del poeta estuvo completamente lúcida al atardecer de aquel día comenzó a hablar con dificultad pero sin perder el conocimiento Miraba el presente con claridad Todo lo extraño debía ser apartado de su vista Por azar había llegado hasta su habitación una hoja de El cantaclaro el diario de Kotzebue Llevaos eso inmediatamente de aquí dijo para 17 que pueda decir con verdad que jamás lo he visto Dadme leyendas e historias de caballeros andantes allí está la materia para todo lo bello y grande En la tarde del 9 de mayo aquella alma de fuego que fue Schiller así lo había llamado uno de los camaradas de su juventud se desprendió del cuerpo en que vivía Dos días más tarde el poeta fue sepultado de manera provisoria en el antiguo cementerio de la iglesia de Santiago Goethe no asistió al sepelio pues se hallaba nuevamente enfermo y se decidió ocultarle por algunos días la terrible noticia para no agravar su mal Desde 1827 los restos del poeta descansan en el cementerio histórico de la ciudad en la cripta de los príncipes de Weimar LA OBRA Schiller tiene dieciséis años cuando por primera vez uno de sus poemas El atardecer aparece en letras de molde Baltasar Haug uno de sus maestros en la Academia Militar dice de este joven autor que con el tiempo su boca hará resonar cosas de mucha monta os magna sonaturum A partir de aquel entonces durante las tres décadas que median entre la aparición de El atardecer y la muerte del poeta sus escritos habrán de sucederse unos a otros de manera ininterrumpida Schiller fue durante toda su vida un trabajador tenaz e infatigable y abarcarán miles de páginas Considerada a la luz de la división tradicional por géneros literarios la obra de que se trata es la de un polígrafo en el sentido cabal del término y la experiencia del lector al acercarse a ella bien podría compararse con la de quien contempla las distintas facetas de un diamante tallado por la mano de un gran orfebre Porque Schiller descolló por igual como poeta y como prosista en los más diversos ámbitos de la palabra Su labor en efecto suele ser agrupada bajo los rótulos siguientes a Poesía lírica A este género pertenecen algunas de las composiciones más famosas de toda la poesía alemana tales como La canción de la campana o la Oda a la alegría Además de canciones de parábolas y enigmas de aquellos romances y baladas que tanto favor hallaron en el público de su tiempo y de las generaciones venideras figuran aquí las elegías tan graves y sentenciosas como bellas entre las que figura la que más tarde habría de inspirar a Brahms su honda y conmovedora Nenia op 82 y además de una rica serie de composiciones epigramáticas que revelan por igual junto con la altura y la nobleza de sus miras el ingenio y la chispa del poeta la singular poesía filosófica de Schiller o la lírica de pensamiento Gedankenlyrik 18 como él quiso llamarla dentro de la cual su poema Los artistas representa con su casi medio millar de versos tanto por su forma como por su contenido una cumbre lírica sin parangón alguno en otras literaturas b Poesía dramática Además de varios fragmentos de obras que quedaron inconclusas entre ellas Demetrio Warbeck Los Malteses y de algunas traducciones y adaptaciones para la escena17 fragmentos traducciones y adaptaciones que llenan un volumen de más de 900 páginas en 8vo bajo este título de poesía dramática se halla el conjunto de los nueve grandes dramas sobre los que descansa la gloria de Schiller como uno de los mayores dramaturgos de la poesía universal y como el primero de su época Y ello a causa del acierto soberano de su dicción poética de su destreza consumada para concebir los conflictos escénicos y desarrollarlos con una fuerza trágica sostenida hasta resolverlos en un desenlace que admira por su verdad y consecuencia Se los suele distribuir en dos grupos los de la juventud anteriores al período de sus estudios y tratados filosóficos dramas escritos como había hecho Lessing de manera moderna o en prosa Los bandidos La conjuración de Fiesco Cábala y amor y Don Carlos y los de la madurez Wallenstein María Estuardo La doncella de Orleans la Novia de Mesina y Guillermo Tell en los que Schiller emplea con una maestría que jamás ha dejado de asombrar a oyentes y lectores el llamado verso yámbico dúctil y flexible gracias al cual el drama se enriquece desde el punto de vista formal con la seducción arrobadora del ritmo A lo largo de todas estas grandes obras es posible advertir en cuanto al contenido un asunto invariable y constante conviene a saber la relación de la persona con el poder del Estado o con la autoridad política relación que pone siempre en tela de juicio de manera expresa es la realización de la libertad En un sentido más general también cabría ver en la humanidad del hombre el objeto propiamente dicho de esta poesía Así lo dice el prólogo al Wallenstein Pues sólo un magno objeto puede conmover el fondo más profundo de lo humano en un círculo estrecho se apocan los sentidos y el hombre crece con sus vastos designios Y ahora en el grave final de nuestro siglo donde la misma realidad se torna poesía donde vemos luchar ante nosotros naturalezas poderosas por un propósito elevado y donde se combate por los magnos asuntos de la humanidad por el 17 Fuera de algunos pasajes de la Eneida de Virgilio la labor de Schiller como traductor se centró en la poesía dramática en 1788 tradujo la Ifigenia en Áulide y algunas escenas de Las fenicias de Eurípides en versos yámbicos a partir de la versión literal latina de Josua Barnes y ya en los últimos meses de su vida la Fedra de Racine Schiller adaptó además tres obras para la escena Egmont de Goethe Macbeth de Shakespeare y Turandot de Gozzi 19 poder y por la libertad ahora es cuando puede intentar el arte en su escenario de ilusión el vuelo más excelso En cuanto a los méritos del teatro de Schiller la posteridad ha sido unánime a la hora de juzgar sus elementos constitutivos ellos son en cada caso α las condiciones históricas de nuestra existencia β el peso y el alcance de las decisiones personales su necesidad y valor suprahistórico γ la libertad como algo siempre realizable al menos en los momentos decisivos a pesar de las trabas impuestas por las circunstancias y δ la manifestación de la ley moral ley no siempre reductible a reglas concretas como sentido último de la acción dramática c Escritos históricos En lo fundamental los trabajos de Schiller en el campo de la Historia surgen durante un lapso relativamente breve de su vida el comprendido entre 1786 y 1792 Schiller no cultiva esta disciplina en el sentido objetivo y pragmático que la caracterizará a lo largo del siglo XIX sino para decirlo con la expresión de que se sirve él mismo en el prefacio a su drama inacabado Los Malteses como un filósofo de la Humanidad Su mérito en materia histórica reside sobre todo en una formidable capacidad inusitada hasta entonces en la historiografía alemana para plasmar en la exposición lo mismo la figura de personalidades complejas que grandes movimientos de grupos humanos y para hacerlo además con un dominio soberano del lenguaje de sus posibilidades expresivas lo que le ganó muy pronto la admiración de todos sus lectores Es en los escritos históricos sobre todo en la Historia de la independencia de los Países Bajos y en la Historia de la guerra de los Treinta Años donde Schiller se encuentra consigo mismo como poeta épico así lo muestran los grandes cuadros de la conquista de Magdeburgo de la muerte de Gustavo Adolfo o del sitio de Amberes El propio Schiller lo sabía al punto de llegar a decir que con sólo proponérselo podría llegar a ser el historiador más grande de Alemania a Körner 26111790 Si es verdad que sus trabajos históricos tras haber sido aplaudidos con tanto entusiasmo por sus contemporáneos fueron duramente criticados por la historiografía del siglo XIX también lo es que investigadores posteriores supieron revalorarlos objetivamente sobre todo a partir de la comparación con el estado de las investigaciones históricas de su tiempo Richard Fester entre ellos18 ha mostrado cómo Schiller examinó escrupulosamente las fuentes de que disponía con la ecuanimidad y la comprensión propias de un verdadero historiador y cómo frente al material histórico su juicio hace 18 Cf SäkulärAusgabe vols 1315 20 gala de un rigor y de una independencia mayores por lejos de lo que generalmente se suponía Todo lo cual en efecto ha sido posteriormente confirmado19 d Escritos filosóficos Rpresentan los frutos de un lustro que se inicia en febrero de 1791 con el estudio de la Crítica del juicio de Kant y que concluye con la aparición de las Cartas estéticas en 1795 Los escritos filosóficos no son muy extensos salvo estas últimas y están destinados a dilucidar la naturaleza de lo bello de sus aspectos fundamentales y de su relación con el arte con el arte poético en particular y del modo en que opera sobre el alma Sobre el fundamento del placer en los objetos trágicos Sobre la dignidad y la gracia un tratado que impresionó al mismísimo Kant como escrito con mano maestra De lo sublime Sobre lo patético Sobre los límites necesarios en el uso de las formas bellas Sobre la poesía ingenua y la sentimental Estos escritos representan en un doble sentido espiritual y literario un modelo no alcanzado hasta el presente porque en ellos no se revisten de manera puramente exterior ciertos pensamientos abstractos con una forma artística sino que ellos mismos ya desde un comienzo y según su concepción inicial son una forma nueva y autónoma20 En todos estos tratados alienta la misma imagen ideal de lo humano donde sus dos naturalezas la razón y la sensibilidad el espíritu y la materia se reconcilian entre sí de manera armoniosa sin que ninguna prevalezca sobre la otra Quien los lea con atención escribe Carlyle21 se dará cuenta de que se basan en principios de un tipo infinitamente más elevado y complejo que nuestros Ensayos sobre el gusto y nuestras Indagaciones sobre el libre albedrío Las leyes críticas que se proponen establecer derivan de la naturaleza más íntima del hombre el sistema moral que inculcan se remonta a una región más luminosa muy alejada del alcance de nuestras utilidades y sentidos reflejos No nos enseñan a juzgar de la poesía y del arte como lo hacemos acerca de la comida limitándonos a observar las impresiones que ésta nos produce y deducen los deberes y el fin primordial del hombre de unas razones que no son las de la ganancia y de la pérdida El hombre que se vuelve libre y armónico en cuanto es capaz de determinarse por sí mismo ya no puede sentir el mandamiento de la eticidad como una ley que se le impone de manera rigurosa e inexorable porque ella se le ha vuelto naturaleza y porque no hay flaco alguno capaz de estorbar su cumplimiento Este era el punto donde Schiller advirtió la necesidad de apartarse de Kant Contra el rigorismo 19 Cf G Mann en Jahrbuch d Dt SchillerGesellsch 4 1960 Th Schieder Schiller als Historiker en K F Born ed Historische Forschungen und Probleme 1961 20 Cassirer 2001 9 pág 317 21 1952 pág 110 21 kantiano del imperativo categórico según el cual la ley moral sublime a toda inclinación humana vale de manera incondicionada Schiller presenta a un hombre cuya virtud se expresa no sólo en la dignidad sino también en el encanto o en la gracia en la inclinación al deber signo y sello de la humanidad perfecta e Escritos de teoría y crítica literaria Estrechamente vinculados con los filosóficos a causa de su riqueza conceptual se halla la serie de estos escritos entre los que sobresalen a pesar de lo modesto en apariencia de su carácter la reseña de los poemas de Bürger Se la leía en todos los círculos escribe Schiller a Körner el 3 de marzo de 1791 y se consideraba de buen tono hallarla excelente después de la declaración pública de Goethe de que le hubiese gustado ser el autor de la misma y la de los de Matthison 1794 f Narraciones en prosa Aunque se sitúan cronológicamente en la primera fase de su producción literaria entre 1782 y 1789 es decir antes de la instalación del poeta en Jena los relatos schillerianos destinados a indagar la estructura inmutable del alma humana y las condiciones mudables que la determinan desde fuera constituyen dentro del conjunto de la literatura narrativa de su tiempo una verdadera cima del género22 g Correspondencia Como bien se sabe la correspondencia espistolar cobra en el siglo XVIII el significado de un arte autónomo y se la cultiva por doquier con el mayor cuidado como una obra hija que ha de ser hija de la inteligencia antes que del impulso y la pasión De allí que lo dicho en una carta incluso en las de carácter familiar sea por lo general algo cuidadosamente formulado donde la reflexión procura mantener siempre las riendas con firmeza Se prefiere un tono en cierto sentido impersonal y la anulación desvergonzada de la distancia en nombre de una mayor intimidad el abandonarse sin parar en barras al lenguaje del sentimiento es algo que la discreción y el buen tono aconseja evitar Precisamente por ello las cartas eran consideradas con la mayor seriedad como un testimonio que por estar escrito era más valioso que la palabra fugaz y volátil dicha acaso sin pensar Por lo que toca al epistolario schilleriano él atestigua ante todo el empeño del poeta en favor de la claridad de las ideas y de los conceptos Si de entre sus cartas son muy raras aquellas en que hallamos una confesión casi todas ellas están al servicio de la dilucidación de algún problema no resuelto Lo privado le interesaba siempre de manera marginal y 22 Existe una edición recomendable de todos estos textos Schiller Friedrich Narraciones completas Traducción y notas Isabel Hernández Alba Editorial Barcelona 2005 303 págs 22 cuando se trataba de algo muy personal ello quedaba siempre fuera del interés de Schiller Las aflicciones preocupaciones y anhelos de sus semejantes jamás lo atrajeron demasiado y esto viene a subrayar el carácter en el fondo monológico de muchas de sus cartas Pero por otra parte Schiller salvo un par de excepciones apenas si se ha expresado alguna vez acerca de sí mismo apenas si ha comunicado algo acerca de sus estados de ánimo a sus aflicciones interiores las pasa siempre por alto Y hay también otra cosa que cuando aparece lo hace sólo al margen lo cotidiano23 Schiller discute en su epistolario todos los grandes asuntos que agitaron su mente y su imaginación desde la concepción de sus propias obras pasando por la teoría del arte y la filosofía hasta el modo de juzgar la historia de la Antigüedad Sobre todo aquellas cartas en que dialogó con sus corresponsales más distinguidos Goethe Guillermo de Humboldt su amigo Körner las hermanas Lengefeld que después fueron su esposa y su cuñada atestiguan además de qué modo asombroso a lo largo de muchos años fue abriéndose paso el deseo schilleriano de enaltecimiento de perfeccionamiento de aquello que la época llamó también idealización cómo esa voluntad le permitió liberarse de la mezquindad de la mediocridad de la opresión por parte de las circunstancias cómo en ellas se espeja el proceso de ennoblecimiento de una individualidad que jamás se dio por satisfecha con lo ya alcanzado24 EL ROMANTICISMO Y LA REVOLUCIÓN EL CLASICISMO Con frecuencia se ha visto en las creaciones juveniles de Schiller una declaración de guerra sin cuartel contra el ancien régime un modo de liberarse a sí mismo gracias al sortilegio de la palabra poética de una vida opresiva tiesa y dominada por unos usos que el buen sentido tenía por absurdos cuando no por indignos Pero si uno quiere ver en esas creaciones nacidas entre 1782 y 1787 una suerte de preludio a la Revolución francesa no podrá por menos de asombrarse ante la reticencia con que Schiller observa los sucesos extranjeros a partir de 1789 25 No hay 23 Koopmann H 2000 pág 6 24 Op cit pág 12 25 Schiller era republicano tal como lo demuestra el espíritu de sus dramas Pero era republicano en el sentido de Montesquieu lo cual significa dominio de las leyes fundadas en los derechos del hombre en lugar de la arbitrariedad personal Este dominio de las leyes era posible también en una monarquía constitucional sin duda habría tomado partido a favor de ésta en contra de la arbitrariedad del poder de la plebe so capa de democracia La actuación de la Convención Nacional contra el rey que por lo demás no 23 ningún testimonio en efecto que abone una supuesta adhesión incondicional a la causa revolucionaria por parte de Schiller un hombre que el 24 de julio de aquel mismo año le decía en una carta a quien sería su esposa Soy un hombre que ha sido arrojado a una costa extraña y no entiende la lengua del país Y cuando todas las conciencias de la época se alborotan por la cuestión entonces candente la del sistema político lo que más profundamente atrae el interés de Schiller es siempre el comportamiento humano el modo en que los hombres determinan su libertad mediante el obrar concreto Por eso pocos días después de la decapitación de Luis XVI el 21 de enero de 1793 escribe Desde hace 14 días me resulta ya imposible leer cualquier diario francés tanto me repugnan estos miserables sayones Palabras que no son por cierto las de un idealista decepcionado ni las de un intelectual que vive recluido en su torre de marfil sino las de un poeta cuya lucidez no le permitía dorar la infamia y la miseria del obrar real con la pretendida verdad ideal de una doctrina Ya en las Cartas sobre Don Carlos de 1788 había reparado en el peligro de que el hombre se viese conducido en su obrar moral por partos artificiosos de la razón teórica o de que lo determinase el propósito de alcanzar a cualquier precio una cierta una perfección ideal porque en cada una de esas construcciones quiméricas interviene siempre lo parcial de una perspectiva la del individuo que la forja lo cual echa por tierra la pretendida validez universal de aquéllas De allí la necesidad oír la voz de la experiencia según la cual el hombre procede de un modo mucho más seguro confiándose a los dictados de su corazón o a su sentimiento individual de lo justo y de lo injusto antes que a la peligrosa guía de unas ideas universales que se ha forjado por sí mismo de manera artificial De allí lo razonable de la duda a la hora de decidir si ya en los dramas juveniles hay un determinado contenido político porque bien podría ser que su empaque revolucionario sólo responda a la actitud del rebelde frente a las formas simplemente caducas y anquilosadas del orden establecido En nombre de la idea de la justicia del amor de la libertad el hijo se rebela contra el padre el noble contra su posición social el ciudadano contra el príncipe Y en cada caso la oposición concluye con la catástrofe del rebelde quien no simplemente sucumbe ante la resistencia del entorno atacado por él sino que también experimenta en sí mismo de manera característica la ironía trágica despertaba particular simpatía en Schiller era a su juicio un mal ejemplo de tiranía de la mayoría Safranski op cit pág 356 24 del obrar y la imposibilidad de sustraerse al conflicto del ser y el parecer El rebelde se ve doblegado por un destino que no es político sino humano y manifiesta de ese modo lo dudoso de un obrar orientado hacia un ideal absoluto para reconocer al mismo tiempo la propia responsabilidad26 Si la relación de la poesía con la política se vuelve fructífera en Schiller ello sólo ocurre de manera indirecta en la medida en que la poesía antes que comunicar tales o cuales resultados concretos busca por un lado poner en movimiento la espontaneidad humana y por otro desplegar ante la mirada del espectador el juego de fuerzas propio de la vida política en virtud del cual las decisiones y resultados del obrar humano cobran relevancia histórica Precisamente por ello en las creaciones poéticas del segundo período en los llamados dramas clásicos el núcleo no se cifra ya en el rebelde ni tampoco en una víctima de la razón de estado sino en la acción ejemplar de una personalidad histórica descollante Schiller contempló siempre su propia época con una mirada extraordinariamente lúcida y pocos de sus contemporáneos acompañaron de un modo más vivo que él la marcha de los acontecimientos políticos Así lo abona sobre todo el siguiente párrafo de la segunda de sus Cartas estéticas Llenas de expectación las miradas del filósofo y las del hombre de mundo permanecen fijas sobre el escenario político donde ahora según se cree se discute el magno destino de la humanidad No denota una reprobable indiferencia frente al bien de la sociedad no intervenir en este diálogo general Así como este gran litigio por su enjundia y sus consecuencias afecta de manera tan inmediata a quien se llame hombre con no menos viveza ha de interesar en particular a causa del modo en que se lo negocia a quien piense por sí mismo Una cuestión respondida de ordinario sólo por el derecho ciego del más fuerte ha sido ahora llevada según parece ante el tribunal de la razón pura y aquel que sea capaz de instalarse en el centro del todo y hacer que su individuo se eleve a la condición del género está facultado para considerarse como un miembro de aquel tribunal de la razón del mismo modo en que como hombre y como ciudadano del mundo a la vez es una parte interesada y se ve implicado en el éxito de manera más próxima o más lejana Ello no obstante por las mismas fechas en que así se expresaba en sus Cartas estéticas y sin que esto suponga ninguna contradicción porque es sólo un indicio de las enormes tensiones a que se vio sometido en todo cuanto vivió padeció y pensó 26 Paul Böckmann Politik und Dichtung im Werk Friedrich Schillers en Zeller Bernhard ed 1955 pág 200 25 Schiller se dirige a Jacobi en los siguientes términos Queremos por lo que atañe al cuerpo ser ciudadanos de nuestro tiempo y seguir siéndolo porque no cabe que las cosas sean de otro modo pero por lo demás y en cuanto al espíritu es el privilegio y el deber del filósofo no menos que del poeta no pertenecer a ningún pueblo ni a ningún tiempo sino en el sentido cabal de la palabra ser el contemporáneo de todos los tiempos 2511795 No es posible ser más conciso ni más claro para rechazar el permanecer adherido unilateralmente al momento histórico determinado sólo por él sin poder elevar la mirada por sobre la estrechez del propio horizonte en lugar de buscar la norma del obrar dentro de un contexto político e histórico de alcance universal para llegar a ser lo que reclamaba el marqués de Posa un ciudadano de aquellos que vendrán27 No renunciar a la idea pero tampoco a lo real no traicionar la libertad del hombre pero tampoco ignorar de manera utópica sus condiciones y límites naturales tal es la posición fundamental que Schiller el poeta y el pensador adopta y mantiene a lo largo de toda su obra y la que le ha valido su lugar de honor entre los clásicos Su ponderado clasicismo lo clásicamente ejemplar en él consiste en efecto en la sabiduría con que sostiene las tensiones trágicas el eterno antagonismo entre el hombre y la sociedad haciendo valer en cada caso su protesta insobornable contra toda posición que por fija e irreductible pudiese amenazar o anular incluso la totalidad del hombre esto es su humanidad28 LA RELACIÓN CON LA ANTIGÜEDAD CLÁSICA Es verdad que la renovación del interés por la Antigüedad Clásica en Alemania a partir de la segunda mitad del siglo XVIII recibe un impulso formidable con las magníficas traducciones homéricas de Johann Heinrich Voss pero no fueron menos importantes los trabajos de Lessing de Winckelmann de Guillermo de Humboldt y en particular aquella comprensión de la Antigüedad que destacaba en ella la unidad fundamental del arte y de la cultura El mismo Goethe comparte este punto de vista y su entusiasmo por el mundo griego por la renovación del paradigma de la unidad espiritual 27 Cf Joachim Müller Bürgerfreiheit Nationalbewusstsein Menschenwürde en Zeller Bernhard ed opcit págs 214236 28 Cf Emrich Wilhelm Schiller und die Antinomien der menschlichen Gesellschaft en Zeller Bernhard ed 1955 pág 237ss 26 del mundo clásico responde menos a la lectura sostenida de los escritores antiguos que a la contemplación de los testimonios artísticos y a las experiencias vividas en Italia En el caso de Schiller también se advierte algo análogo En efecto la admiración por los modelos de la Antigüedad Clásica que había comenzado a encenderse en él ante los textos de Plutarco y de Virgilio se ve confirmada en él muy tempranamente ante los vaciados en yeso de las esculturas más famosas de la Antigüedad tal como puede contemplarlos en Mannheim en aquella admirable Sala de Antigüedades del palacio un sitio que ejerció un influjo inmenso en la renovación del entusiasmo por el mundo antiguo a finales del siglo XVIII y al que los espíritus más selectos de la época venían en peregrinación Goethe Lessing Heinse los Schlegel Winckelmann Klopstock También Schiller visita aquella Sala y al hacerlo no logra salir de su asombro El presente día ha sido el más dichoso de mi vida Mi corazón entero rebosa de ello Me siento más noble y mejor Con una capacidad no ya de observación sino de meditación ante la plástica antigua que recuerda por momentos la del propio Winckelmann ese amor de Schiller por el genio del mundo griego que más tarde habría de cuajar en su famoso y polémico poema de Los dioses de Grecia se expresa como ensayo estético en su Carta de un viajero danés 1783 carta cuyo final en cierto modo inesperado muestra de manera inequívoca cómo la consecuencia última que obtiene Schiller de la contemplación de cada una de las estatuas se subordina a un modo de comprender el mundo que no es simplemente estético como el de Heinse en su resonante Ardinghello porque se vincula esencialmente con la esfera moral Haber creado algo que no perece que perdura aun cuando todo se gaste a su alrededor oh amigo no puedo llamar la atención de la posteridad con ningún obelisco con la conquista de algún país o el descubrimiento de un mundo no puedo esperar que se me tome en cuenta por alguna obra maestra no puedo crear cabeza alguna digna de este Torso29 pero sí realizar tal vez y sin testigos una bella acción30 El ideal de la noble sencillez y serena grandeza convertido por Winckelmann en clave de bóveda para comprender la totalidad del arte antiguo anima de principio a cabo este escrito de Schiller y lo sitúa ya en la cercanía de Goethe Pero mientras que éste ve en el mundo griego imágenes originarias o prototípicas de la belleza en cuanto 29 El llamado Torso de Hércules conocido también como Torso de Belvedere o Torso de Michelangelo al que Winckelmann consagró una descripción que más tarde se volvió célebre 30 SW V pág 884 27 principio metafísico y como expresión de la perfección y la armonía Schiller descubre en la Antigüedad ante todo modelos dignos de ser seguidos con los que vincula de manera inmediata el doble deber de la imitación estética y de la educación moral31 Los antiguos escribe Schiller a Körner el 20 de agosto de 1788 me brindan ahora verdadero placer Al mismo tiempo me hacen falta en grado sumo para purificar mi propio gusto que por obra de la sutileza del artificio y los alardes de ingenio comenzó a apartarse demasiado de la verdadera sencillez Ya verás que una familiaridad estrecha con los antiguos me será harto beneficiosa que me permitirá alcanzar acaso cierto clasicismo Como no podía ser de otro modo el primero de entre los antiguos es para Schiller Homero Dos años pensaba dedicar sobre todo al estudio de la Ilíada y de la Odisea y luego al de los poetas trágicos La traducción homérica de Voss despertaba en todos los oídos la más viva impresión de una reproducción perfecta del original Y lo que Schiller admiraba en Homero no era por cierto como el joven Goethe la expresión originaria del espíritu de un pueblo no depravado todavía ni el peldaño primero y natural de la verdadera poesía sino la unidad simple del gozo ingenuo por la narración del contenido ético y de la expresión artística La vivencia de un suceso bello por su verdad intrínseca y de una forma libre de toda afectación causó en Schiller un efecto purificador y esclarecedor Todo aquel exceso propio del genio que prevalecía todavía en los Dioses de Grecia desapareció bajo el influjo de Homero El fruto de esta época los sentimientos bellos y dulcísimos el sobreponerse a las pasiones mezquinas la concentración serena en una meta elevada sin dejar de ser por ello asequible remiten a la rara conjunción del mundo homérico nuevamente descubierto con el círculo sereno y equilibrado en que Schiller actuaba por aquel entonces El encuentro con la poesía de Homero condujo así hacia el vínculo reconocido en su necesidad que religa el ideal y la vida32 De entre los trágicos griegos fue Eurípides el más trágico de los poetas según el juicio de Aristóteles De arte poetica 1453 a 30 quien más poderosamente atrajo el interés de Schiller Fue así como éste estimulado por la celebrada Ifigenia de Goethe se entregó con ardor a la traducción de la obra homónima de Eurípides y aun cuando lo hizo a partir de versiones latinas y francesas su trabajo atestigua de manera inequívoca la lucidez con que comprendía lo grandioso de la tragedia griega No había terminado su 31 Cf WentzlaffEggbert FriedrichWilhelm Schiller und die Antike en Zeller Bernhard ed 1955 pág 317ss 32 Ibídem 28 tarea cuando ya había traducido dos actos de las Fenicias y anunciaba su próxima meta el Agamenón de Esquilo una de las piezas más hermosas que han surgido jamás de la cabeza de un poeta como escribe en una de sus cartas a Charlotte von Lengefeld Si las investigaciones históricas y el estudio de la filosofía kantiana no le permitieron llevar a cabo este plan y si hubo que esperar a la época en que concibe La novia de Mesina para que los estudios de la poesía griega revelaran todo su alcance también es verdad que ellos ocuparon un lugar decisivo dentro del denominado intervalo poético de Schiller quien nunca dejó de señalar de manera expresa el efecto purificador que los modelos antiguos ejercieron sobre las creaciones dramáticas de su madurez LA AMISTAD CON GOETHE La amistad entre Goethe y Schiller un suceso casi mítico del espíritu alemán Safranski comenzó dos meses después del retorno de Schiller de Suabia en julio de 1794 El propio Goethe consagró unas páginas preciosas al recuerdo de las circunstancias en que ello se produjo33 Un mes más tarde Goethe celebra su cumpleaños y Schiller le envía una extensa carta donde esboza un retrato intelectual de su nuevo amigo y marca a la vez las diferencias entre ambos Goethe sigue el camino de lo particular a lo universal mientras que Schiller a la inversa intenta captar lo universal de manera especulativa para encontrarlo realizado luego en la intuición En este camino puede suceder que el pensamiento no se ajuste a la experiencia pero también puede ocurrir que quien parte de la intuición y la observación no alcance la necesaria claridad intelectual Si esas diferentes modalidades del espíritu se escuchan recíprocamente pueden conocer instantes dichosos de compenetración mutua Si el primero busca de manera leal y honesta la experiencia y el segundo la ley con una fuerza de pensamiento libre y espontánea será imposible que ambos dejen de encontrarse a mitad de camino El punto de unión es un lugar intermedio pero habrá que buscarlo en la cúspide y para encaminarse recíprocamente hacia ella Schiller ayudará a Goethe a rectificar los sentimientos mediante leyes y Goethe preservará a Schiller de los peligros de la abstracción y aguzará su sentido de lo concreto 33 Cómo comenzó mi relación con Schiller cf supra nota 9 29 Goethe respondió a la carta de Schiller pocos días más tarde el 28 de agosto en estos términos Jamás se me ha hecho mejor aguinaldo de cumpleaños Comienza una nueva época de mi vida Compartiré con usted cuanto hay en mí Pues mientras más me convenzo de que mis ambiciones superan las fuerzas de un hombre y la duración normal de una vida más anhelo depositar en usted mil proyectos no sólo para darles segura guarda sino para que usted les comunique nueva vida y nuevo vigor La corte acababa de trasladarse a Eisenach y como Goethe contaba con unos días de asueto en Weimar convida a Schiller a su casa Así comenzó una de las alianzas más hermosas en la historia del pensamiento humano Esa amistad de los dos genios se prolongó por espacio de una década y sólo llegó a su fin con la muerte de Schiller Veinte años más tarde recordando a ese amigo incomparable Goethe dirá conmovido Schiller era un hombre prodigiosamente grande Cada ocho días le encontraba convertido en un hombre distinto más acabado más perfecto y siempre que volvía a verlo me parecía haber ganado en erudición en lectura y en buen juicio Sus cartas constituyen el más bello recuerdo que de él conservo y pueden figurar entre las más admirables que nunca escribiera La última la conservo entre mis tesoros más preciados como una cosa sagrada34 Precisamente entre los innumerables testimonios de lo que esa amistad significó para ambos figura el epistolario que legaron a la posteridad una colección de más de un millar de cartas y billetes que se enviaron durante aquella década muchos de ellos escritos con un intervalo no ya de pocos días sino de pocas horas35 Hay que pensar lo que esto significa lo que revela acerca de la intensidad de aquel diálogo ininterrumpido y dichosamente fructífero que cultivaron tan celosamente más aún cuando se tiene en cuenta que la casa de Schiller cuando él vivía ya de asiento en Weimar apenas si distaba cinco minutos a pie de la de Goethe Los amigos podían pues visitarse diariamente y se veían además con frecuencia en el teatro no sólo para asistir a las representaciones sino para supervisar el trabajo de los actores y discutir con ellos acerca de las obras y de las puestas en escena se encontraban en las reuniones que 34 El testimonio nos lo ha conservado Eckermann 1956 18 de enero de 1825 in fine en ese precioso libro suyo que todo un Nietzsche tenía por la mejor obra en prosa de nuestra literatura aquélla donde ha sido alcanzado el punto supremo de la humanidad alemana KStA vol 8 pág 603 35 Cf Goethe y Schiller 1946 El 18 de octubre de 1829 sintiendo Goethe que se avecinaba la hora de su muerte legó al rey Luis I de Baviera mediante una página conmovedora las cartas que había conservado como reliquias de una amistad providencial Ellas muestran de la manera más fiel y directa escribe Goethe al rey en rasgos suavemente conmovedores cómo no dejó nunca de esforzarse y de obrar y cómo a despecho de sus sufrimientos corporales permaneció por el corazón y el pensamiento siempre idéntico a sí mismo constantemente extraño y superior a cuanto es vulgar y mediocre 30 organizaban los amigos comunes o en las veladas que se ofrecían en el palacio Y cuando cada uno estaba en su hogar entregado a sus propias tareas entonces iban y veían los criados de una casa a la otra con cartas y mensajes referidos a los asuntos más diversos y con frecuencia acompañados por libros que se prestaban o devolvían No faltan críticos de aquellos que como el zorzal de la Fábula de Rubén Darío cuando ven pavos reales sólo le miran las patas y que han creído descubrir cómo esas cartas esconden tras las formas pulidas del trato cortés una tensión insuperable una antipatía profunda que no es posible ignorar y que se fue incrementando con los años Sea de ello lo que fuere lo cierto es que Schiller cuando se le presentó una oportunidad brillante para mudarse a Berlín y abandonar Weimar no lo hizo y que Goethe a pesar de todas las insinuaciones malignas de los hermanos Schlegel jamás vaciló en la firmeza de su amistad Pues lo que a ambos los unía fue un sentimiento tan profundo tan inconmovible tan afirmado en una libertad completa y en una claridad de espíritu tan soberana que incluso al nombre de amor tendríamos que darle un sentido superior y casi inefable para poder hacerle la debida justicia Reconocer y honrar esto nos resulta difícil a nosotros hombres inclinados a la sospecha y al escepticismo Pero precisamente éste es el sentido de la historia poner ante nuestros ojos posibilidades de la existencia que hemos dejado escapar y edificarnos con el pasado y pensar otra vez como es debido allí donde el presente nos abandona de manera ignominiosa Quien así se expresa arrojando una luz más clara y reposada sobre estas cosas en la Introducción a su edición de La correspondencia entre Schiller y Goethe36 es una autoridad tan competente como la de aquel eminente crítico literario que fue Emil Staiger Y no es sino él mismo quien con una buena dosis de sentido común aconseja a los que encuentran algo apagado el lenguaje habitual entre Goethe y Schiller a los que no comprenden su mutua reserva y ese modo que tuvieron de preservar la delicadeza de los sentimientos que considere por un momento cómo ambos se expresaban uno acerca del otro ante terceras personas He aquí como Schiller por ejemplo responde a la condesa Schimmelmann en relación con ciertas dudas que ella le manifestara acerca del carácter de Goethe Después de apreciar del modo más bello los méritos de Goethe en los campos de la poesía y de la ciencia Schiller añade Pero no son estos elevados méritos de su espíritu 36 Staiger E ed 1966 pág 18 31 los que me unen a él Si él no tuviese para mí en cuanto hombre el máximo valor de entre cuantos he conocido jamás personalmente me habría contentado con admirar su genio desde lejos Bien puedo decir que durante los seis años que he vivido con él en la más estrecha familiaridad ni por un solo instante he podido advertir que me haya equivocado en cuanto a su carácter Su naturaleza posee un sentido muy elevado de la verdad y la lealtad y un celo supremo en lo que toca al bien y la justicia por eso los murmuradores los hipócritas y los sofistas se han sentido siempre a disgusto en su cercanía Lo aborrecen porque le temen y porque él desprecia cordialmente lo falso y lo superficial en la vida y en la ciencia y abomina de la apariencia hueca y así ha de malquistarse necesariamente con muchos en el actual mundo social y literario Sería de desear que yo también pudiese justificar a Goethe en lo que toca a su situación doméstica del mismo modo en que puedo hacerlo con la mayor seguridad en el aspecto social y literario Pero lamentablemente por algunos conceptos falsos acerca de la felicidad hogareña y por un desdichado temor al matrimonio ha caído en una relación que incluso en su propio círculo doméstico lo agobia y lo hace desdichado y de la que no puede deshacerse por ser demasiado débil y poseer un corazón demasiado blando Esto que a nadie ofende sino a él mismo es su único flaco y aun él se halla ligado con una parte muy noble de su carácter Le ruego sepa disculparme mi benigna condesa por este largo discurso atañe a un apreciado amigo a quien quiero entrañablemente y por el que siento la más alta estima y al que no sin pena veo que Vd y su esposo no aprecian en lo justo Si Uds lo conociesen tal como yo he tenido ocasión para conocerlo y examinarlo de cerca hallarían pocos hombres más dignos que él de respeto y de amor 23 de noviembre de 1800 Por lo que se refiere a Goethe hablan en su favor primero el lamento fúnebre de mayor riqueza humana y el más conmovedor que haya sido dedicado jamás a un poeta por otro poeta contemporáneo su Epílogo a la campana de Schiller una de cuyas estrofas reza como sigue Entonces encendía sus mejillas la llama de aquella juventud que jamás nos abandona de aquella valentía que antes o después del mundo obtuso vence la torpe resistencia de aquella fe que siempre más pura y más sublime ora irrumpe resuelta ora paciente aguarda a fin de que lo bueno actúe medre prospere a fin de que su día al hombre noble llegue Y después algunas de las palabras que nos ha conservado Eckermann 32 Por ejemplo acerca de aquellos diálogos que Christiane de Wurmb mantuvo con Schiller en el año 1801 junto a una mesa de té y de los que aquélla dejó unas Memorias Schiller se nos presenta en ellas dice Goethe en pleno dominio de su elevado y noble carácter y muestra ante una mesita de té tanta grandeza como en un Consejo de Estado Nada le limita nada le oprime nada consigue acortar el vuelo de sus pensamientos cuanto hay en él se nutre de ideas grandiosas y surge libremente sin miramientos ni vacilaciones He aquí un hombre de verdad tal como deberíamos ser todos Pero los demás somos por lo general limitados menguados Las personas y los objetos que nos rodean ejercen su influjo sobre nosotros Una cucharita de té por ejemplo nos contraría si es de oro porque debería ser de plata y de esta suerte paralizados por mil diversas consideraciones no alcanzamos a liberar lo que puede haber de grande en nuestra naturaleza Somos en realidad esclavos de los objetos y así aparecemos importantes o pequeños según estos nos arrastren consigo o nos dejen espacio libre donde desenvolvernos 11 de setiembre de 1828 in fine Tres veces resuena aquí la palabra que siempre se impone cuando se trata de Schiller grande Palabra que tampoco está ausente a la hora de comparar las obras del augusto poeta con los nuevos trágicos Eckermann afirma que en Schiller se expresa siempre un espíritu y un carácter grandiosos A lo que Goethe replica Precisamente eso era lo que yo pensaba Schiller podía presentarse como quisiera no podía hacer absolutamente nada que no resultase siempre por lejos más grande que lo mejor de los autores del día hasta cuando Schiller se cortaba las uñas resultaba más grande que todos estos señores 17 de enero de 1827 También ante Sulpicio Boisserée el erudito y coleccionista de obras arte con quien lo unió una hermosa amistad hasta el fin de sus días Goethe encarece al amigo difunto al compararlo con los Schlegel y Tiecks y lo hace en estos términos Schiller era completamente diferente uno estaría tentado de decir que fue el último caballero de entre los escritores alemanes sans tache et sans reproche O bien cuando en cierta ocasión Otilia su nuera comentó que a menudo Schiller la aburría como poeta la respuesta de Goethe tan breve como elocuente fue vosotros sois demasiado fútiles y terrenales para él37 Y por fin para no abundar en más testimonios tenemos aquella página conmovedora con la que Goethe sintiendo que se avecinaba la hora de su muerte legó su epistolario con Schiller todas aquellas cartas que había conservado por casi un cuarto 37 Op cit pág 21 33 de siglo como reliquias de una amistad providencial al rey Luis I de Baviera En la página de marras fechada en Weimar el 18 de octubre de 1829 Goethe encarece porque contienen una porción importante de una vida extraordinariamente intensa Ella muestran de la manera más fiel y directa añade en rasgos suavemente conmovedores cómo no dejó nunca de esforzarse ni de obrar y cómo a despecho de sus sufrimientos corporales permaneció por el corazón y el pensamiento siempre idéntico a sí mismo constantemente extraño y superior a cuanto es vulgar y mediocre LAS IDEAS LIBERTAD Y NATURALEZA POESÍA Y FILOSOFÍA En sus Lecciones de Estética Hegel al discurrir filosóficamente sobre la poesía la llamó nada menos que maestra del género humano Por poco que se piense lo que significa esta expresión se comprenderá que ella resultaría inconcebible si la poesía fuese según la representación vulgar tan difundida un simple parto de los sentimientos y de las emociones del alma Para que la excelsa función de aquel magisterio sea siquiera pensable la poesía ha de ser en medio de su música y de la belleza de sus imágenes portadora de pensamientos de ideas de verdades Es precisamente la naturaleza lógica y sustancial de su contenido lo que permite concebirla junto con las otras formas del arte formas que sin excepción permanecen subordinadas a ella según el concepto como una manifestación del espíritu absoluto del modo en que lo presenta el propio Hegel en el final de su Enciclopedia de las Ciencias Filosóficas Difícilmente podrá encontrarse al menos dentro del horizonte de la Época Moderna un poeta cuya obra sea tan rica en pensamientos como la de este poeta filósofo que fue Schiller Ya Guillermo de Humboldt lo vio en su hora y supo expresarlo con acierto todos sus productos poéticos de Vd escribe al mismo Schiller el 16 de octubre 1795 muestran una participación de la facultad racional mucho más vigorosa que la que uno advierte en cualquier otro poeta y que la que uno podría considerar sin experiencia como compatible con la poesía Pero no me refiero aquí en modo alguno a aquello por lo que su poesía de Vd se vuelve propiamente filosófica sino que también advierto este rasgo característico en el modo peculiar con que Vd trata lo puramente poético vale decir lo propio de la invención del artista Para nombrarlo pues del modo más general tendría que designarlo como una 34 suerte de exceso de actividad autónoma una actividad tal que crea hasta la materia misma que debería limitarse a recibir pero que se vincula luego con ella como con algo simplemente dado Esto le confiere a cuanto de Vd procede una impronta inconfundible de majestad de dignidad y de libertad conduce en rigor hacia un ámbito supraterreno y erige el género supremo de lo sublime que opera por medio de la idea Así lo muestra por de pronto la comparación de su obra con la de Goethe Si en la poesía y principalmente en la poesía lírica de este último es posible descubrir una ley que permite comprender la totalidad de sus trabajos una suerte de bajo continuo que en medio de la diversidad de sus escritos resuena por doquier y pone de manifiesto la unidad fundamental de su propio ser algo análogo ocurre con la obra de Schiller donde una única experiencia fundamental tanto teórica como práctica y un mismo y único postulado también él teórico y práctico a la vez se halla en el principio y en el final de la misma siendo por así decir su alfa y omega Y también esa experiencia se perfila con una luz más clara al contrastarla con el caso de Goethe pues mientras que éste destaca al contemplar la naturaleza sobre todo el momento de su consistencia y el de la firmeza de su articulación mientras que en la realidad del mundo exterior comprende y reconoce la legalidad y la necesidad que la gobierna Schiller se sitúa en un punto de partida completamente contrario pues para él la naturaleza es lo que contraría y se opone al pensamiento de la libertad Y si el mundo exterior es para Goethe lo que completa y confirma el mundo interior a Schiller se le presenta ante todo bajo la forma de la coacción de la violencia Resistir esa violencia y sostenerse ante ella en la pureza de la personalidad moral habrá de ser hasta el final la tarea de su vida A partir de esa experiencia surgieron los dramas de su juventud El epígrafe de Los bandidos aquel In tyrannos que una mano anónima introdujo en la portada de la segunda edición de la obra puede valer con tal de que no se lo reduzca a una dimensión meramente política como un sello que caracteriza de manera general toda aquella poesía juvenil Por doquier resuenan exclamaciones contra la ley Gesetz en lo que ella tiene de arbitrario de meramente puesto gesetzt y contra toda imposición que estreche y coarte de manera exterior la voluntad del individuo que menoscabe o anule la realización de la libertad como autodeterminación Es así como en Schiller reina por doquiera una indignación apasionada frente a todo lo meramente dado y establecido desde afuera Se trata siempre de una misma 35 lucha interior que se expresa en las formas más diversas 38 En rigor el motivo poético particular se halla en todos los casos al servicio de esa lucha que bien puede ser comprendida como un proceso general de liberación espiritual el de la justificación moral e intelectual del propio Schiller ante sí mismo No es posible pues encontrar en sus creaciones poéticas una suerte de reflejo fiel de la existencia objetiva y de la vida humana ya el propio Goethe advertía que lo esencial de ellas por el contrario se orienta hacia lo ideal y de un modo tan extraordinario que en tal sentido según él mismo decía no existe quien pueda comparársele ni en la literatura alemana ni en la de cualquier otro país39 Eckermann por su parte la finura de cuyo discernimiento difícilmente podría ser puesta en duda veía que Schiller movido por sus ideas filosóficas ha pretendido situar la idea por encima de toda naturaleza o mejor dicho ha llegado a destruir la naturaleza porque según él lo que puede pensarse debe suceder tanto si está de acuerdo con la naturaleza como si le es contrario40 Es por la misma orientación ideal de su espíritu que en el plano moral Schiller marcha en pos de Kant al reconocer con él la necesidad de sustituir el principio de la felicidad eudaimonismo por el de la perfección porque la felicidad obliga a tener en cuenta las necesidades de la naturaleza e implica una forma de heteronomía mientras que sólo la idea de perfección moral es compatible con la realización cabal de la libertad como autodeterminación La idea de la libertad circula por todas las obras de Schiller pero ésta fue cambiando a medida que él avanzaba en su cultura es decir a medida que se iba convirtiendo en otro En su juventud fue la idea de la libertad física un sentimiento fundamental de orden subjetivo la que lo movía a escribir y la que se reflejaba en sus obras y en sus últimos tiempos la de la libertad ideal como principio del ser y del conocimiento41 Pero el hombre siendo un ser sensible e inteligible a la vez que no es ni pura receptividad naturaleza ni pura autonomía libertad puede y debe apelar a la belleza su segunda Creadora para que en aquel temple de ánimo que Schiller llama estético la ley moral que en cuanto a su contenido vale de manera inmutable y sin concesiones se le vuelva algo querido por él mismo como la expresión y el fruto más granado de su personalidad Por obra de lo bello en esta sentencia se encierra uno de 38 Cassirer 2001 vol 7 pág 286 39 Eckermann 1956 18 de enero de 1827 40 Op cit 14 de noviembre de 1823 41 Op cit 18 de enero de 1827 36 los pensamientos capitales de Schiller el hombre adquiere el vigor necesario para elevarse por sobre la finitud de los estímulos y de los fines materiales hacia el punto de mira de lo incondicionado el de la autoconciencia pura Por ello y así lo señala Cassirer con su probada autoridad aun cuando se acostumbre a repetir que Schiller suavizó en términos estéticos lo severo de la ética kantiana en rigor ocurre según su naturaleza y su tendencia espiritual fundamental precisamente lo contrario Él no ha vuelto a introducir en la fundamentación de la ética en oposición a Kant un momento de la mera receptividad sino que ha concebido lo bello mismo como un imperativo y por ende como una expresión de la espontaneidad pura del espíritu Y así como en ningún caso la doctrina de la educación estética del género humano pretende hacer del arte un simple medio del progreso social y político así tampoco apunta por otra parte a negar o debilitar el contenido característico de lo ético en cuanto tal42 La relación entre el sujeto y el mundo exterior la vida de la conciencia determinada por la oposición entre el sujeto y el objeto o bien para decirlo en los términos de Fichte como la oposición entre el yo y el noyo es irreductible en la esfera del obrar porque la voluntad racional sólo puede realizarse en lo dado en lo inmediato en lo sensible en la medida en que se le presenta como un límite que debe superar y dejar atrás La obra de arte perfecta ofrece en cambio un término medio donde la contemplación la visión estética puede permanecer en lo dado como en una unidad pura donde aquellos opuestos quedan asumidos porque lo singular se vuelve un todo y lo sensible un símbolo al ser configurado según la ley de la creación artística No bien la intuición procura aferrarse a lo finito en desmedro de las exigencias de la razón como quería hacerlo aquel estrafalario Nicolai sobre el que Goethe y Schiller dispararon más de una flecha envenenada o apunta unilateralmente hacia lo infinito como querían los románticos la belleza en cuanto figura viviente se desvanece porque en un caso se niega el momento de la vida y en el otro el de la forma El arte verdadero escribe Schiller en el prefacio a La novia de Mesina no apunta a un juego pasajero toma en serio el hecho de no limitarse a situar al hombre dentro de un sueño efímero de libertad sino de volverlo real y efectivamente libre Y precisamente por ello porque el arte verdadero quiere algo real y objetivo no puede contentarse con la apariencia de la verdad sobre la verdad misma sobre el fundamento firme y hondo de la naturaleza 42 Cassirer 2001 7 pág 303s 37 levanta su edificio ideal El arte es por ende enteramente ideal y no por ello deja de ser al mismo tiempo real en el sentido más profundo Desde el punto de vista de la historia de la filosofía la posición de Schiller representa el punto de inflexión donde el método trascendental kantiano comienza a transformarse en aquél que sus sucesores reconocerán como dialéctico Cuánto han significado los escritos de Schiller en relación con esa transformación y qué decisivos han sido ellos para la formación íntegra de los sistemas poskantianos y su desarrollo esto es algo que la historia de la filosofía no ha sabido considerar hasta el presente en su justos términos43 Tal es también el juicio de uno de los mejores conocedores de la historia del idealismo poskantiano para quien la importancia de la posición de Schiller dentro de la misma nunca podría ser ponderada con exceso44 SCHILLER PORTAVOZ DE UN SABER ACERCA DEL DESTINO DEL HOMBRE Como bien se sabe no sólo los críticos literarios abren juicio sobre los poetas y sobre su obra También lo hacen también lo han hecho aquellos hombres que la tradición conoce como filósofos y que la Modernidad en sentido singular prefiere llamar pensadores Acerca de la índole del juicio filosófico ante la poesía y acerca también de la necesidad de diferenciarlo en sentido sistemático y no simplemente histórico nos hemos atrevido ya a emborronar algunas páginas que el lector curioso podrá encontrar en otro lugar45 Pero lo que en ellas exponíamos de manera general bien podemos referirlo ahora al caso particular de Schiller un autor a quien el título mondo y lirondo de poeta le hace justicia sólo a medias Y no se piense por esto que ante el tenor los textos reunidos en el presente volumen vamos a hacerle el flaco favor de pretender presentarlo también como un filósofo Es verdad que sus Cartas estéticas que sus tratados acerca de lo sublime que su escrito titulado De la gracia y la dignidad poseen cualidades sobresalientes como para admirar en Schiller su capacidad de abstracción y su talento para la reflexión filosófica Pero en los tiempos que corren estamos en condiciones de apelar a otro modo tan novedoso como ponderado de considerar estas cosas un modo de apreciar y valorar la obra íntegra de 43 Cassirer op cit pág 331 44 Georg Lasson en el Prefacio a su edición de la Fenomenología del Espíritu de Hegel Jubiläumsausgabe Leipzig 1907 45 Zubiria M 2007 38 Schiller sin necesidad de hacer de él aquello que nunca pretendió ser ni un poeta filosófico ni menos aún un filósofo poético Los estudios que desde hace ya tres décadas viene publicando Heriberto Boeder Adenau Alemania 192846 nos permiten comprender una verdad de aquellas que aun cuando nos empeñásemos en adelgazarla y menguarla tanto como fuese posible aún así seguiría imponiéndosenos como algo colosal Nos referimos al hecho de haber podido reconocer en Rousseau en Schiller y en Hölderlin los tres portavoces de un saber primordial acerca del destino del hombre una sabiduría SOFÍA en orden a la cual se determina la filoSOFÍA en sentido estricto de la Época Moderna esa obra diferenciada y unitaria a la vez que Kant Fichte y Hegel y sólo ellos fundan despliegan y consuman de manera progresiva y mancomunada47 En cuanto portavoz de una sabiduría que ilumina la esencia de lo humano la humanidad del hombre y que ha de ser oída por todos los hombres no sólo por los filósofos Schiller posee dentro de la esfera de la Época Moderna una dignidad comparable con la que tuvo Hesíodo en el mundo griego Y es esta la razón por la que afirmamos que Schiller no es comprendido en los términos debidos cuando se hace de él sólo un poeta Ya los mismos griegos no se limitaban a venerar a Homero a Hesíodo a Solón como poetas porque los consideraban ante todo sabios sophoí no podían dejar de advertir en efecto que en sus poemas alentaba algo más que la belleza de unos ritmos de una imágenes de unas palabras armoniosamente entrelazadas Ese algo más era un saber acerca del destino del hombre un saber de origen divino que procedía de las Musas según el cual el hombre sólo es tal en el sentido de toda sabiduría cuando logra diferenciarse respecto de sí mismo cuando supera su determinación simplemente dada o natural cuando depone la hybris o la desmesura y volviéndose dócil al mandato de Dike llega a comprender cuánto más vale la mitad que el todo Los trabajos y los días v 40 Algo análogo hallamos mutatis mutandis en la palabra de Schiller tanto si adopta la forma musical de la poesía sea en sus dramas sea en sus composiciones líricas como la forma sobria del discurso en prosa También la de Schiller hermanada en esto con la de Rousseau y la de Hölderlin es una palabra sapiencial que comunica a los hombres el secreto a voces de la realización de su propia humanidad No es este el lugar para repetir lo que acerca de esto mismo hemos expuesto ya en otro 46 1980 1997 2003 2004 Zubiria M 2006 3 47 Cf Boeder H 1990 1992 39 lugar48 Pero tal vez esta brevísima indicación sirva para prevenir al lector ingenuo que acaso pretende acercarse a las páginas que siguen animado por una curiosidad de orden simplemente estético acerca del peso de la obra que tiene entre sus manos Porque por lo demás la Estética no es entendida por Schiller como una disciplina filosófica autónoma que pueda ser cultivada por sí misma del modo en que lo hace el especialista Él piensa lo bello a partir de los términos en que lo hizo Kant en su Crítica del Juicio 1790 y con sus mismas categorías animado por el propósito de ampliar de enmendar de completar la doctrina pero reconociendo absolutamente la validez del sistema kantiano articulado en los tres momentos fundamentales del saber teoría verum praxis bonum poiesis pulchrum La Época de Kant y de Schiller supo del entendimiento puro de la razón pura del concepto puro Hubo que esperar a nuestro tiempo si entendemos por tal el que se nos abre más acá de la Posmodernidad para que el pensamiento llamado logotectónico49 nos mostrase en qué consiste la memoria pura la de la distinción entre sofía y filosofía aquella memoria cuya pureza consiste en saber contenerse epoché ante lo que ha sido pensado de manera decisiva50 Frente a ello la memoria pura nada reclama para sí porque su presente es el de aquella tranquilidad Gelassenheit que la Modernidad buscaba en vano y que la Posmodernidad fiel a su propia destinación debió ignorar SOBRE LA PRESENTE TRADUCCIÓN La traducción que aquí ofrecemos ha sido realizada a partir del texto de las Obras Completas de Schiller Sämtliche Werke en lo sucesivo SW en la edición en cinco volúmenes de Gerhard Fricke y Herbert G Göpfert publicada en 1959 por la editorial Carl Hanser de Munich y reimpresa luego muchas veces Las Cartas sobre la educación estética del hombre figuran en el volumen V Escritos teóricos págs 570 669 La edición de Fricke y Göpfert descansa sobre la realizada por el propio Schiller en 1801 Escritos menores en prosa y respeta con algunas salvedades las enmiendas propuestas por la Nationalausgabe vol 21 Por la precisión y sobriedad de la información que ofrecen ambos editores hemos traducido también sus Introducciones a cada uno de los escritos que reúne el presente volumen 48 Zubiria M 2006 1 49 Cf Boeder H 1998 50 Cf La memoria de la Sofía en Boeder H 2004 págs 107126 40 De las versiones españolas de las Cartas estéticas como también se las llama hemos tenido a la vista la de Manuel García Morente México EspasaCalpe 31952 acerca de la cual no podemos dejar de formular con la brevedad del caso un par de observaciones Dejemos de lado las erratas incontables de esta edición que desfiguran el texto de un modo escandaloso contrición por constricción templo por temple variedad por vaciedad proporciones por proposiciones et sic cum taedio ad infinitum Dejemos de lado algunos descuidos bastante comunes tales como el uso de la preposición a delante del complemento directo de cosa mantener en sus límites tanto al impulso sensible como al formal carta 16 comienzo e incluso algunos errores sobre los que bien podemos pasar en silencio quandoque bonus dormitat Homerus La virtud principal de la traducción de García Morente consiste en el uso de un lenguaje propio rico y flexible cuyos giros y locuciones castizas hacen que el lector tenga la impresión de hallarse ante un texto que hubiese sido escrito originalmente en español Antes que atenerse con fidelidad rigurosa a la letra del original y a sus figuras sintácticas García Morente capta los pensamientos y el sentido y los traslada no sólo con brío y desenvoltura sino también por lo general con innegable acierto Pero también es verdad que por el afán de dar con una dicción blanda y libre de ripios su texto suele perder la precisión que posee el original Por lo demás hay un aspecto particular en la labor de García Morente que no podemos aprobar su actitud ante las oraciones complejas de empaque ciceroniano muy frecuentes en la prosa de Schiller y en la de su tiempo con muchos elementos subordinados como García Morente prefiere la sencillez del estilo paratáctico tan admirado en su tiempo a la luz de la prosa de Azorín desarma el período y lo vierte en la forma de dos o tres oraciones independientes Pero la consecuencia de ello es que si el estilo es el hombre como decía Buffon el de las cartas vertidas por García Morente no es Schiller Es verdad que la marcha pausada de la prosa que avanza a grandes pasos obligándonos a hacer un alto después de cada punto fatiga pronto al lector impaciente y sólo satisface a un espíritu más reflexivo pero no por ello el autor ha de sentirse autorizado para modificar a su sabor la impronta discursiva del texto original no al menos en unos tiempos como éstos en los que nos ha tocado vivir donde ya hay por doquier abogados dispuestos a defender el llamado derecho de las minorías dentro de las cuales también hay que contar a los hombres capaces de seguir un argumento que descanse sobre más de un silogismo Es por eso que también en el caso de la prosa de Schiller alabada por su claridad y su elegancia como un dechado de la Literatura 41 Alemana nos hemos atenido al principio que hicimos valer en relación con sus versos51 aquello de que a la hora de traducirla preferimos conservar con la mayor fidelidad posible las peculiaridades no sólo de su tono noble grande elevado sino de su estilo que así como responde al espíritu prócer del poeta así también es hijo de una época en que los doctos solían castigar la pluma con un rigor digno de imitación Fuera de la de García Morente contamos en español con una excelente versión mucho más reciente Fr Sch Kallias Cartas sobre la educación estética del hombre ed bilingüe estudio introductorio de Jaime Feijóo trad y notas de Jaime Feijóo y Jorge Seca Barcelona Anthropos reimpr 2005 1ra ed 1990 Además del sustancioso estudio introductorio que supera el centenar de páginas esta edición ofrece una muy valiosa información bibliográfica comentada punto de partida indispensable para quien quiera adentrarse desde estas latitudes en algunos de los muchos asuntos que el texto de Schiller ofrece como materia de investigación Si nos ha sido muy útil consultar la encomiable versión francesa de Robert Leroux Lettres sur léducation esthétique de lhomme Paris Aubier 1943 que ofrece un ajustado sumario analítico de cada carta y la italiana no menos meritoria y profusamente anotada además de Antimo Negri Lettere sulleducazione estetica delluomo Roma Armando Armando 1971 lamentamos no haber podido servirnos de la que pasa por ser la mejor traducción inglesa y desde el punto de vista filológico la más exhaustiva existente hasta la fecha la de E M Wilkinson y L A Willoughby Friedrich Schiller On the Aesthetic Education of Man in a Series of Letters Oxford 1967 Las notas que acompañan nuestra traducción escritas siempre en cursivas para distinguirlas de las redactadas por el propio Schiller son deudoras en su mayor parte de la mentada edición de FrickeGöpfert en lo sucesivo FrG y también de la de Antimo Negri No pocas proceden de una serie de apuntes redactados por nosotros mismos con ocasión de un seminario que sobre las Cartas Estéticas dictamos durante el año académico de 2002 en nuestra Cátedra de Metafísica de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo Me complace por último poder dedicar los largos desvelos que supone la tarea de traducir y anotar los textos de Schiller a la cara memoria de dos profesores de la Facultad de Filosofía y Letras de mi alma mater la Universidad Nacional de Cuyo 51 Zubiria M 2006 2 42 ALFREDO DORNHEIM Hamburgo Altona 1908 Mendoza 1969 Director Fundador del Instituto de Estudios Germánicos y Profesor de Literatura Alemana y su hijo NICOLÁS JORGE DORNHEIM Buenos Aires 1938 Mendoza 2004 Director Fundador del Centro de Literatura Comparada y Profesor de Literatura Alemana y Austríaca Mendoza El Challao 20 de junio de 2016 Este trabajo fue concluido en lo sustancial a comienzos del invierno de 2008 Razones completamente ajenas a mi voluntad han sido la causa de que sólo ahora ocho años más tarde venga a salir a la luz 43 BIBLIOGRAFÍA La información bibliográfica que aquí ofrecemos se reduce a unos pocos títulos indispensables Y ello por dos razones la primera por el hecho de que como es comprensible la gran mayoría de los estudios existentes sobre Schiller sobre su ideario estético sobre su época están escritos en alemán y poco o nada le dirán a quien no conozca esta lengua y la segunda porque el lector que desee conocer un poco más de cerca la selva selvaggia de la bibliografía schilleriana puede servirse con provecho de dos obras publicadas entretanto en español y consignadas más abajo la traducción de las Cartas Estéticas por Jaime Feijóo y Jorge Seca y el Schiller de Rüdiger Safranski A Fuentes Schiller Friedrich 1959 Sämtliche Werke Auf Grund der Originaldrucke Ed de Gerhard Fricke y Herbert G Göpfert Munich Hanser Se trata de una edición manual muy apreciada por su rigor filológico que descansa sobre la base del trabajo de las ediciones anteriores incluida la Nationalausgabe Koopmann H ed 2000 Schillers Leben in Briefen Weimar Staiger E ed 1966 Der Briefwechsel zwischen Schiller und Goethe Francfort del Meno B Otras fuentes citadas Fichte J G 1966 Wissenschaftslehre 1804 Wahrheits und Vernunftlehre IXV Vortrag Einl und Kommentar von W Janke Francfort del Meno 2002 Algunas lecciones sobre el destino del sabio intr trad y notas de Faustino Oncina Coves y Manuel Ramos Valera Madrid Istmo 1998 Filosofía y Estética La polémica con Schiller Introd trad y notas de Manuel Ramos y Faustino Oncina Universidad de Valencia collecció estètica crítica Hölderlin Friedrich 1990 Correspondencia completa introd y trad de Helena Cortés Gabaudan y Arturo Leyte Coello Madrid Hiperión Kant 19221923 Werke ed E Cassirer vols 111 Berlin 2007 Crítica del Juicio ed de Juan José García Norro y Rogelio Rovira trad de Manuel García Morente Madrid Tecnos Rousseau JeanJacques 1959ss Œuvres complètes éd publiée sous la direction de Bernard Gagnebin et Marcel Raymon Paris Gallimard Bibliothèque de la Pléiade Shaftesbury 1987 The Moralists en Sämtliche Werke ed W Benda et al Stuttgart C Traducciones F Schiller 1943 1 Lettres sur léducation esthétique de lhomme ed bilingüe por Robert Leroux Paris 1943 2 Sobre lo sublime trad de Alfredo Dornheim y Juan C Silva Universidad Nacional de Cuyo Instituto de Estudios Germánicos Buenos Aires 44 1947 De lo sublime Sobre lo patético trad de Alfredo Dornheim Universidad Nacional de Cuyo Fac de Filosofía y Letras Instituto de Estudios Germánicos Mendoza 31952 La educación estética del hombre trad de Manuel García Morente México EspasaCalpe 1962 De la gracia y la dignidad Buenos Aires Nova El volumen incluye varios escritos estéticos de Schiller De la gracia y la dignidad trad de J Probst y R Lida De lo sublime Sobre lo patético Ideas acerca de la aplicación de lo vulgar y de lo bajo en el arte trad de A Dornheim Sobre lo sublime trad de A Dornheim y J C Silva 1971 Lettere sulleducazione estetica delluomo Introduzione e note di Antimo Negri Roma Armando Armando 2005 Kallias Cartas sobre la educación estética del hombre ed bilingüe estudio introductorio de Jaime Feijóo trad y notas de Jaime Feijóo y Jorge Seca Barcelona Anthropos reimpr 2005 1ra ed 1990 2009 Lírica de pensamiento Gedankenlyrik Una antología Introd trad y notas de M Zubiria ed bilingüe Madrid Hiperión 2015 Lírica de pensamiento Introd trad y notas de M Zubiria Córdoba Argentina Alción Esta edición argentina difiere de la española en el cuerpo de notas en este caso considerablemente reducido pero ofrece una versión revisada de todos los poemas mejorada en muchos puntos Goethe y Schiller 1946 La amistad entre dos genios Su correspondencia Trad de Fanny Palcos prólogo de Rafael Alberto Arrieta Buenos Aires D Bibliografía secundaria Boeder H 1980 Topologie der Metaphysik FriburgoMunich 1990 Rousseau oder der Aufbruch des Selbstbewußtseins Rousseau o la irrupción de la autoconciencia En H Busche G Heffernan und D Lohmar eds Bewußtsein und Zeitlichkeit Ein Problemschnitt durch die Philosophie der Neuzeit Wurzburgo 121 1992 Die conceptuale Vernunft in der Letzten Epoche der Metaphysik La razón concipiente en la Última Época de la Metafísica Abhandlungen der Braunschweigischen Wissenschaftlichen Gesellschaft 43 345360 1997 Seditions Heidegger and the Limit of Modernity Translated edited and with an introduction by Marcus Brainard New York 1998 Logotektonisch Denken Pensar logotectónicamente en Sapientia Buenos Aires 1524 2003 El límite de la modernidad y el legado de Heidegger Trad y notas de M Z Buenos Aires Quadrata 2004 La memoria de la Sofía en El final de juego de Jacques Derrida Trad y notas de M Z Buenos Aires Quadrata 2da ed 2006 Bolten J ed 1984 Schillers Briefe über die ästhetische Erziehung Francfort Bräutigam B 1987 Rousseaus Kritik ästhetischer Versöhnung Eine Problemvorgabe der Bildungsästhetik Schillers en Jahrbuch der Deutschen SchillerGesellschaft 31 137155 Carlyle T 1952 Vida de Schiller trad A Dorta Buenos Aires col Austral nº 1079 45 Cassirer E 2001 Gesammelte Werke Hamburger Ausgabe ed Birgit Recki Hamburg vol 7 Freiheit und Form Studien zur Deutschen Geistesgeschichte cap 5 Schiller Freiheitsproblem und Formproblem in der klassischen Ästhetik págs 285318 2001 Gesammelte Werke ed cit vol 9 Aufsätze und kleine Schriften 1902 1921 Die Methodik des Idealismus in Schillers philosophischen Schriften págs 316345 Eckermann Johann Peter 1948 Gespräche mit Goethe in den letzten Jahren seines Lebens Einführung und Textüberwachung von Ernst Beutler Zürich 31976 1956 Conversaciones con Goethe trad Jaime Bofill y Ferro Barcelona Iberia vols I y II 1956 Floß V 1989 Kunst und Mensch in den ästhetischen Schriften Friedrich Schillers Colonia Goethe Humboldt Burckhardt 2003 Escritos sobre Schiller seguidos de una Breve Antología Lírica Selección introducción traducción y notas M Zubiria Madrid Hiperión Heidegger M 2005 Übungen für Anfänger Schillers Briefe über die ästhetische Erziehung des Menschen WS 193637 Ed Ulrich von Bülow Deutsche Schillergesellschaft Marbach Hinderer W 1998 Von der Idee des Menschen Über Friedrich Schiller Wurzburgo Koopmann H ed 1998 SchillerHandbuch Stuttgart Liepe W 1963 Beiträge zur Literatur und Geistesgeschichte Neumünster v en particular Kulturpoblem und Totalitätsideal Zur Entwicklung der Problemstellung von Rousseau zu Schiller pp 6578 y RousseauKantSchiller pp 106119 Petersen J 1908 Schillers Persönlichkeit Weimar Pott HG 1980 Die schöne Freiheit Eine Interpretation zu Schillers Schrift Über die ästhetische Erziehung des Menschen in einer Reihe von Briefen Munich Raposo Fernández Berta 1998 Schiller en Mannheim y el teatro como institución moral en Andressen K Bañuls V De Martino F eds El teatre eina política le Rane Collana di Studi e Testi a cura di Francesco De Martino vol 25 Bari pp 277285 Szondi P 1974 Poetik und Geschichtsphilosophie I Francfort del Meno Safranski R 2006 Schiller o la invención del idealismo alemán Trad R Gabás Barcelona Tusquets Reseña Zubiria M en Revista de Filología Alemana vol 15 2007 234237 Wiese B von 1959 Friedrich Schiller Stuttgart Wilkinson EM 1959 Zur Sprache und Struktur der ästhetischen Briefe Betrachtungen beim Abschluss einer mühevoll angefertigten Übersetzung ins Englische en Akzente 6 389418 Wikinson EM y Willoughby LA 1977 Schillers Ästhetische Erziehung des Menschen Eine Einführung Munich 1967 Nachlese zu Schillers Ästhetik en Jahrbuch der Deutschen Schiller Gesellschaft 11 374403 Wittkowski W ed 1982 F Schiller Kunst Humanität und Politik in der späten Aufklärung Ein Symposium Tubinga Zeller Bernhard ed 1955 Deutsche Schillergesellschaft Schiller Reden im Gedenkjahr 1955 Veröffentlichungen der Deutschen Schillergesellschaft Bd 21 Zubiria M 2006 1 Sofía y FiloSofía en la poesía de Schiller en Faustino Oncina Manuel Ramos eds Ilustración y modernidad en Friedrich Schiller en el bicentenario de su muerte PUV Valencia 1934 46 2006 2 El verso en Schiller en Faustino Oncina Manuel Ramos eds Ilustración y modernidad en Friedrich Schiller en el bicentenario de su muerte PUV Valencia 2006 págs 233241 2006 3 Lecciones sobre La distinción de la razón Buenos Aires Quadrata 2007 Poesía y Filosofía 2º ed corregida en Hablar de poesía nº 17 año IX págs 101122 47 Nota preliminar a las Cartas Estéticas En diciembre de 1971 una pensión trianual que Schiller gracias a los buenos oficios del escritor danés Jens Baggesen obtuvo del príncipe heredero de Dinamarca Federico Cristian duque de SchleswigHolsteinAugustenburg y del conde Ernesto Enrique Schimmelmann mitigó las penurias provocadas por una larga enfermedad El 9 de febrero de 1793 es decir al comienzo de un año consagrado principalmente al estudio de problemas estéticos y en una época en la que ya había comenzado a redactar para Körner las cartas tituladas Calias o Sobre la belleza Schiller se ofreció a testimoniar su gratitud al soberano benefactor danés mediante una serie de cartas donde se proponía explicar la naturaleza del arte y de lo bello Los pasajes más importantes de esa primera carta introductoria rezan como sigue La revolución experimentada en el mundo filosófico ha estremecido los cimientos sobre los que se levantaba la Estética y ha derribado el sistema que tuvo hasta el presente si es que quiere dársele ese nombre Kant ha comenzado ya en su crítica del juicio estético a emplear los principios de la filosofía crítica también en el campo del gusto y si no ha proporcionado los fundamentos de una nueva teoría del arte al menos lo ha preparado Pero tal como se ven ahora las cosas en el mundo filosófico parece haber sonado finalmente la hora en que la Estética experimentará una regeneración Creo que merece un mejor destino y he forjado el pensamiento audaz de volverme su caballero Y con Vos mi veneradísimo Príncipe no necesitaré de ninguna apología para justificar mi deseo de elevar el más activo de todos los muelles del espíritu humano el arte educador del alma al rango de una ciencia filosófica Cuando me paro a meditar sobre el vínculo que religa el sentimiento de lo bello y de lo grande con la parte más noble de nuestro ser me resulta imposible tenerlo por un mero juego subjetivo de la sensibilidad que no es capaz de otras reglas fuera de las empíricas También la belleza se me ocurre ha de descansar como la verdad y el derecho sobre fundamentos eternos y las leyes originarias de la razón han de ser también las leyes del gusto La circunstancia se comprende de que percibamos de manera sensible la belleza en lugar de conocer parece derribar toda esperanza de 48 poder hallar una proposición universalmente válida para ella porque todo juicio procedente de esa fuente es un simple juicio de experiencia De ordinario una explicación de la belleza se tiene por fundada sólo porque concuerda con el dictamen del sentimiento en los casos particulares siendo así que si hubiese realmente un conocimiento de lo bello a partir de principios uno debería confiar en el dictamen del sentimiento sólo porque concuerda con la explicación de lo bello En lugar de examinar y legitimar sus sentimientos según principios uno examina los principios estéticos según sus sentimientos Esta es la dificultad que el mismo Kant mal que nos pese tuvo por imposible resolver Primero la enfermedad que lo obligó a interrumpir el Calias y luego los artículos estéticos requeridos por la Nueva Talía Sobre la gracia y la dignidad De lo sublime que vinieron a interponerse y donde al mismo tiempo se advierten trabajos preparatorios para la tarea principal que Schiller tenía por delante retrasaron la prosecución y el comienzo positivo propiamente dicho de las cartas al duque de Augustenburg tras aquélla primera que le enviara el 13 de julio de 1793 Sólo cuando se encontró en su patria suaba donde pasó el otoño de aquel mismo año y el invierno subsiguiente Schiller retomó el trabajo de las cartas trabajo que en cuanto al contenido pronto se apartó del propósito originario de una analítica y una determinación crítica de la esencia de lo bello todavía en la carta a Körner del 20 de junio de 1793 habla Schiller de su disección de lo bello para volverse hacia las cuestiones relativas al efecto de lo bello y del arte y a su mérito como promotor de verdadera humanidad Desde Ludwigsburg solamente Schiller envió al duque siete cartas v la carta del 10 de junio de 1794 Pero entonces un incendio desatado durante el mes de febrero en el palacio real de Copenhague del que fue pasto casi la totalidad de esta obra epistolar truncó repentinamente la empresa Sólo se salvó el contenido de siete cartas por copias que habían sido hechas en Dinamarca Una carta a Körner la del 10 de diciembre de 1793 muestra que Schiller ya antes de la destrucción de las enviadas al de Augustenburg proyectaba por momentos publicar de manera independiente el primer volumen de esa correspondencia Schiller rogaba a Körner que le enviase el original o la copia de las Calias que junto con el poema Los artistas son un antecedente capital de las Cartas sobre la educación estética del hombre El ensayo titulado Sobre la gracia y la dignidad ya había sido 49 designado por Schiller en su carta a Körner del 20 de junio de 1793 como una especie de precursor de la teoría de lo bello El 3 de febrero de 1794 esto es después de la redacción de la última carta Schiller en una extensa misiva a Körner da cuenta de lo realizado hasta ese momento y sobre todo de sus planes para la continuación En vista del bulto de estas declaraciones para comprender la primera etapa de sus trabajos estéticos no menos que para clarificar la mudanza de su interés y de su modo de plantear el problema debido a la influencia de Fichte de Humboldt y sobre todo a partir del vínculo con Goethe tal como esa mudanza se manifiesta en las Cartas sobre la educación estética resulta oportuno reproducir aquí los párrafos principales de aquella carta a Körner En el concepto de belleza no me he detenido todavía en modo alguno e incluso al presente sigo sin haber llegado tan lejos porque primero anticipé una consideración general acerca de la conexión entre los sentimientos bellos y la cultura toda y en suma sobre la educación estética del hombre Para decirlo en pocas palabras en los diez primeros pliegos de mis cartas está desplegada filosóficamente la materia de mis Artistas Me importaba rectificar allí los conceptos vacilantes sobre lo bello de la forma y los límites de su empleo en el pensar y el obrar e indagar y remover a su vez la causa de antiguos prejuicios Pienso haber alcanzado ese propósito y teniendo en cuenta el rigor con que he procedido creo haber afianzado por completo la esfera propia de lo bello contra toda demanda que pudiera hacérsele en lo venidero De la influencia de lo bello sobre el hombre paso a la influencia de la teoría sobre el enjuiciamiento y la producción de lo bello y sólo entonces indago lo que uno debe esperar de una teoría de lo bello y lo que ha de prometerse de ella sobre todo al volver la mirada hacia el arte productivo Esto me lleva como es natural hacia la creación independiente de toda teoría de lo bello en sentido original por parte del genio En este punto me encuentro precisamente ahora y me resulta harto difícil llegar a concordar conmigo mismo acerca del concepto del genio Si el genio establece la regla con sus obras bien puede entonces la ciencia reunir esas reglas compararlas e intentar subordinarlas a una más universal todavía y finalmente a un principio único Pero puesto que parte de la experiencia sólo tiene por ello mismo la autoridad restringida de las ciencias empíricas Puede conducir todo lo más a una imitación razonable de casos dados pero jamás a una ampliación positiva En el arte toda ampliación ha de proceder del genio la crítica se limita a eliminar defectos Aquí hago mía la ocasión para deducir a partir de principios lo que se ha de 50 esperar de las ciencias empíricas y para exponer a partir del modo en que surge la ciencia de lo bello lo que ella es capaz de hacer Así pues determino primero el método según el cual ha de ser instituida y muestro luego su ámbito y sus límites Tras estos preliminares acometo entonces la cosa misma y para ello comienzo por analizar el concepto de lo bello primero en sus dos elementos constitutivos cuya mezcla ha provocado ya tanta confusión a la crítica Esos dos elementos constitutivos son primero el arte y luego el arte bello En cuanto arte el arte bello está sujeto a reglas técnicas que no es lícito confundir con las estéticas Cada producto de las artes bellas en efecto es siempre al mismo tiempo la realización de un fin objetivo y la belleza en aquél es tan sólo una propiedad de esta realización El fin objetivo lo somete a reglas precisas que pueden determinarse tan fácilmente como las de las artes mecánicas La observación de tales reglas empero puede proporcionar a una obra del arte bello sólo el mérito de la verdad si ha de ser una imitación de la Naturaleza o bien si ha de plegarse sólo a una idea y no a un producto natural como ocurre por ejemplo con las obras arquitectónicas el mérito de la conveniencia objetiva de la utilidad Pero ocurre muy a menudo que uno cree formular un juicio de gusto cuando en rigor juzga sólo sobre esa perfección técnica y a ello se debe el haber admitido propiedades en el concepto de belleza que valen simplemente para la verdad y la utilidad Pero si uno separa entonces lo técnico de lo estético y del concepto de la especie la del arte bello lo que atañe sólo al género el arte sin más entonces y sólo entonces se está en el buen camino para descubrir las reglas de la belleza Si por ese camino he descubierto el concepto puro de la belleza que sólo tiene por cierto una autoridad empírica también con él está dado el principio primero de todas las artes bellas en cuanto artes bellas Lo reduzco pues otra vez a la experiencia y lo mantengo frente a los géneros diferentes de toda representación posible de donde surgirán luego los principios particulares de cada una de las artes bellas A las artes mismas las divido generaliter según su fin porque éste determina las reglas generales pero las especifico luego según su materia y su forma porque de allí surgen las reglas particulares La división principal reza pues como sigue artes de 51 la estrechez52 y artes de la libertad Llamo artes de la estrechez a todas aquellas que elaboran objetos para un uso físico y donde ese uso determina la forma del objeto Pero toda forma admite alguna belleza pues ninguna puede estar determinada por su fin de un modo tan riguroso que no pudiese quedar algo además librado a la imaginación Ninguna artesanía queda exceptuada de esto En la medida en que en las artes todas de la estrechez hay algo al menos que queda librado al gusto merecen ser mencionadas en una sinopsis del ámbito íntegro de las artes libres Llamo artes de la libertad a aquéllas que tienen por fin propio y específico deleitar en la contemplación libre artes bellas en sentido amplio Cuando el 10 de junio de 1794 Schiller prometió al duque de Augustenburg rehacer lo perdido a partir de sus borradores aún tenía la vista puesta por cierto en el propósito desplegado epistolarmente a Körner de alcanzar por un camino empírico inductivo una determinación conceptual y sistemática de las artes en relación con la cual la parte de las cartas al duque que nos ha sido conservada parece ser sólo la introducción Pero cuando Schiller comenzó con el trabajo en el otoño de aquel mismo año surgió en verdad una obra nueva pues ya en la primera sección de esta otra redacción Schiller se muestra decidido a marchar por el camino deductivo como el único capaz de alcanzar la meta de un vínculo satisfactorio entre los dos momentos de lo bello el de la validez objetiva y el del sentimiento subjetivo Las cartas al duque de Augustenburg se transforman en las Cartas sobre la educación estética la contribución más significativa de Schiller para la revista Las Horas que acababa de volver a fundar Las interrupciones que retrasaron una y otra vez el trabajo se debieron a que Schiller tenía entre manos el plan para el Wallenstein la correspondencia con Goethe que se refería en su mayor parte a objetos estéticos véase al respecto el escrito de Goethe descubierto por Günther Schulz en 1953 titulado En qué medida la idea de que la belleza es perfección con libertad puede emplearse en relación con seres orgánicos y la composición de una monografía histórica El sitio de Amberes A finales de diciembre el trabajo había avanzado hasta la carta decimasexta en enero hasta la decimanovena y por fin el 8 de junio Schiller remitió al editor Cotta la última parte de su tratado Durante la fase final de su trabajo escribió a Goethe Con cada paso que avanzo descubro qué firme y seguro es el fundamento sobre el que 52 Bedürfnis esta palabra significa necesidad pero no en cuanto fatalidad ni en cuanto necesidad lógica sino en el sentido preciso de urgencia estrechez penuria la traduzco siempre por uno de estos términos para evitar equívocos 52 edifico De ahora en más no he de temer objeción alguna que pudiese derribar el todo 16y contra errores aislados en la aplicación de mis principios me defenderá la trabazón rigurosa del todo mismo 272179553 Schiller supo reconocer que la esencia de lo bello no puede obtenerse a partir de la experiencia que ella misma es una idea un imperativo incondicionado cuya realización por siempre sólo aproximada es la tarea eterna del arte Véase lo que escribe a Körner el 25 de octubre de 1794 Mis resultados sobre la belleza alcanzarán pronto un buen acuerdo Estoy finalmente persuadido de que todas las discrepancias que surgen al respecto entre nosotros y nuestros semejantes siendo así que fuera de ello coincidimos tanto en sentimientos y principios se deben simplemente a que ponemos por fundamento un concepto empírico de belleza que en rigor no existe Era forzoso que en lo que a eso atañe hallásemos cada una de nuestras representaciones en conflicto con la experiencia porque ésta jamás puede ofrecer en verdad la idea de lo bello o antes bien porque lo que uno siente de ordinario como bello no es en modo alguno lo bello mismo Lo bello no es un concepto empírico sino antes bien un imperativo Es objetivo por cierto pero se trata simplemente de una tarea necesaria para la naturaleza racional y sensible tarea que en la experiencia real no suele ser satisfecha y por bello que sea un objeto se anticipa o bien el entendimiento para volverlo perfecto por momentos o bien los sentidos para hacer de él algo meramente agradable Es una cosa completamente subjetiva si percibimos sensiblemente lo bello como bello pero objetivamente tendría que ser así División temática del conjunto de las cartas Una división posible y orientadora es la que muestra el todo articulado en tres partes En la primera cartas 1a a 9a Schiller hace ver que el problema político no puede ser resuelto sino por el estético el Estado proyectado por la razón sólo será posible cuando los caracteres de los hombres hayan sido transformados por la belleza En la segunda cartas 10a a 16a Schiller deduce el concepto de belleza a partir de la doble naturaleza sensible e inteligible del hombre 53 Las Cartas contienen un gran instrumental pensado con copiosa riqueza teórica hasta tal punto que muchos contemporáneos las consideraban abrumadoras El autor de la reseña en el Periódico de Literatura General critica sus atornilladuras Herder las aborrece como pecados kantianos y Madame de Staël encuentra en ellas demasiada metafísica Pero no pasará mucho tiempo hasta que se vea en dichas Cartas un documento fundacional de la teoría de la modernidad Ya Hölderlin Hegel y Schelling las entendieron así y Goethe le dice a Humboldt acerca de Schiller Me temo que le opondrán una viva contradicción y dentro de algunos años copiarán de él sin citarlo 3 de diciembre de 1795 La obra como teoría de la modernidad es a la vez una ontología fundamental de lo estético en el sentido más amplio de la palabra Safranski op cit pág 401s 53 En la tercera cartas 17a a 27a Schiller que en un principio había intitulado esta tercera parte De la belleza relajante se propone carta 17a estudiar sus efectos Pero luego retoma la consideración de la belleza en general se pregunta cómo puede situar al hombre en un estado intermedio entre la sensibilidad y la espiritualidad pareciendo infinita la distancia que separa a ambas Resuelve el problema describiendo la génesis del espíritu humano y mostrando cómo bajo la influencia de la belleza el hombre pasa de su estado de indeterminación primitiva a un estado de indeterminación que surge porque sus dos impulsos libertad de concebir la verdad o de hacer el bien son simultáneamente activos cartas 18a a 21a Tras una digresión sobre las artes en cuanto diferentes carta 22a el autor define ese estado de libertad por relación con el estado físico y el moral carta 23a Por último cartas 24a a 27a muestra cómo en el orden de la civilización la especie humana durante el curso de su evolución y por obra del influjo de la belleza ha pasado sin que pueda precisarse si Schiller habla de la belleza en general o de la belleza relajante del estado físico al estético que prepara a su vez el tránsito al estado moral 54 Carta primera54 Vos queréis concederme pues que os exponga los resultados de mis indagaciones sobre lo bello y el arte en una serie de cartas Del modo más vivo siento la gravedad pero también la seducción y la dignidad de esta empresa Hablaré acerca de un objeto vinculado de manera inmediata con la parte mejor de nuestra felicidad y no muy alejado de la nobleza moral de la naturaleza humana Sostendré la causa de la belleza ante un corazón que siente toda su fuerza y sabe satisfacerla y que en una indagación donde uno se ve obligado a apelar con pareja frecuencia tanto a sentimientos como a principios se hará cargo de la porción más ardua de mi cometido Lo que yo pretendía solicitaros como una merced generosamente me lo imponéis como un deber y cobra la apariencia de un mérito mío lo que no es más que ceder a mi inclinación La libertad del camino que me prescribís no es para mí una imposición sino por el contrario una necesidad Poco ejercitado en el uso de formas escolares no me veré en el peligro de pecar contra el buen gusto por atropellarlas Mis ideas nacidas más del comercio uniforme conmigo mismo que de una rica experiencia del mundo o adquiridas mediante la lectura no desmentirán su origen se harán culpables de cualquier otro error antes que de sectarismo y caerán por su propia debilidad antes que intentar sostenerse por la autoridad y por un vigor ajeno55 54 En la primera edición debajo del título de la portada figuraba como epígrafe la siguiente cita de la novela de Rousseau Julie ou la Nouvelle Héloïse III 7 Si cest la raison qui fait lhomme cest le sentiment qui le conduit Y a continuación seguía esta observación Estas cartas han sido escritas realmente A quién no es algo que promueva aquí al asunto y de ello quizás reciba noticia el lector a su debido tiempo Puesto que se tuvo por necesario hacer a un lado cuanto tenía una relación local y no se quiso substituirlo por otra cosa estas cartas no conservan casi nada de un forma epistolar fuera de la división exterior una torpeza que habría sido fácil de evitar si uno hubiese querido proceder de manera menos rigurosa con su autenticidad Con respecto a las nueve primeras cartas cf la de Schiller a Goethe del 20101794 Hasta el presente jamás tomé mi pluma en relación con la miseria política y lo que dije al respecto en estas cartas fue sólo para no volver a hablar más de ello en todos los días de mi vida creo sin embargo que lo allí expuesto no es del todo superfluo 55 El autor no oculta la conciencia de su originalidad hablará por sí mismo y el hacerlo le permitirá pasar por alto una larga lista de autores y de obras acerca de lo bello y del arte que lo precedieron en su propio tiempo tanto en Inglaterra Hutcheson Burke Shaftesbury como en la misma Alemania Baumgarten Meyer Winckelmann Lessing Schiller no intervendrá pues en la discusión estética deja de lado la presentación del status quaestionis requerida por las investigaciones históricas y comienza por una consideración autónoma de validez universal Aquí se advierte de manera inequívoca el legítimo orgullo de quien sabe que la dignidad del hombre reside en la libertad de su conciencia la que Lutero defendió ante la dieta de Worms sin arredrarse ante la autoridad de la Iglesia y del Imperio y la que más tarde hizo valer el propio Schiller en sus dramas contra la autoridad despótica de un Estado y de una nobleza moralmente corrompidos 55 No quiero encubriros por cierto que son por la mayor parte principios kantianos aquellos sobre los cuales descansarán las afirmaciones que siguen56 pero si en el curso de estas indagaciones hubiese de recordaros alguna escuela filosófica particular atribuidlo a mi incapacidad no a aquellos principios No la libertad de vuestro espíritu ha de ser inviolable para mí Es vuestro propio sentimiento quien me proporcionará los hechos sobre los que edificaré es el libre vigor de vuestro propio pensamiento quien me dictará las leyes según las cuales habré de proceder Acerca de aquellas ideas que prevalecen en la parte práctica del sistema kantiano sólo los filósofos están desavenidos pero los hombres como confío poder demostrarlo han concordado desde siempre Despójeselas de su forma técnica y aparecerán como exigencias válidas desde muy antiguo del sentido común y como hechos del instinto moral que la sabia Naturaleza asigna al hombre como un tutor hasta que la claridad de la inteligencia lo vuelva mayor de edad Pero precisamente esa forma técnica que torna la verdad visible para el entendimiento la sustrae a su vez al sentimiento porque por desdicha el entendimiento comienza por destruir el objeto del sentido interno cuando quiere apropiárselo57 Del mismo modo que el químico también el filósofo halla la síntesis sólo mediante el análisis y es sólo sometiéndola al tormento de la técnica como llega a dar con la Naturaleza libre58 Para atrapar la apariencia fugaz debe atarla a los grillos de la regla dilacerar en conceptos su bello cuerpo y conservar en un mezquino esqueleto verbal su espíritu viviente Puede asombrar que el 56 En las cartas al de Augustenburg este pasaje esencial para comprender el pensamiento de Schiller rezaba como sigue Confieso luego por de pronto que en el asunto principal de la doctrina moral pienso de manera completamente kantiana Creo por cierto y estoy persuadido de ello que sólo se llaman morales aquellas acciones nuestras nacidas sólo del respeto por la ley de la razón y no de estímulos sensibles por muy sutiles que estos puedan ser y altisonantes los nombres que puedan llevar Acepto con los más rígidos moralistas que la virtud debe reposar absolutamente sobre sí misma fuera de toda relación con fin alguno diferente de ella Bueno es según los principios kantianos que en este caso suscribo sin el menor retaceo bueno es lo que ocurre sólo porque es bueno Ni que decir tiene que si Schiller suscribe los principios kantianos no es por ser kantianos sino porque se le imponen sin disputa como verdaderos Al igual que Fichte que Hegel que Hölderlin también él se reconoce obligado por la fuerza vinculante de la posición kantiana ante la que Schelling por su parte adopta una actitud algo ambigua 57 La inmediatez del sentimiento en este caso del sentimiento moral ha de quedar cancelada cuando el pensar distanciador y reflexivo convierte el sentimiento mismo en objeto de la conciencia y en concepto En efecto pensar es de manera esencial la negación de algo dado en la inmediatez Hegel Enciclopedia 1830 12 58 La verdad debe manifestarse al intelecto y al sentimiento a la vez tal es la meta que se propone Schiller También él como el químico perfecto del que hablará más tarde Goethe en sus Afinidades electivas 1809 I cap 4 quiere ser un artista de la unión 56 sentimiento natural no se reconozca en semejante imagen y que en el informe del pensador analítico la verdad parezca una paradoja59 Tened pues a bien concederme alguna indulgencia si las indagaciones que siguen en tanto buscan acercar su objeto al entendimiento llegasen a esconderlo a los sentidos Lo que vale aquí con respecto a las experiencias morales ha de valer en un grado todavía mayor con respecto al fenómeno de la belleza La magia íntegra de la misma descansa en su secreto y una vez anulado el vínculo necesario de sus elementos queda anulado también su ser 59 La carta concluye con una advertencia de carácter metódico a pesar de que la reflexión disecciona e inmoviliza sus objetos privándolos de vida esto es de la inmediatez que les es propia sólo así es los puede convertir en conceptos y volverlos inteligibles Hay que estar dispuesto a renunciar al efecto inmediato y seductor de la belleza si lo que se pretende es conocerla Y no es sino esto lo que intentan realizar las cartas siguientes que la belleza se aparte de los sentidos para dejarse iluminar por la inteligencia que divide analiza y descompone No es un placer estético no en primer lugar al menos el que prometen estas cartas bien que escritas con un lenguaje armonioso y elegante sino una cierta doctrina acerca de la belleza y del modo de juzgarla Precisamente porque comunican una doctrina una enseñanza les dio Schiller el título que poseen 57 Carta segunda Pero no podría yo acaso usar la libertad que me concedéis de mejor modo que distrayendo vuestra atención sobre el escenario de las bellas artes No resulta extemporáneo cuando menos tratar de hallar un código para el mundo estético cuando los asuntos del mundo moral ofrecen un interés harto más inmediato y cuando el espíritu inquisitivo de la Filosofía se ve reclamado de manera tan perentoria por las circunstancias actuales para emplearse en la más perfecta de todas las obras de arte en la fundación de una verdadera libertad política60 No me agradaría vivir en otro siglo61 ni haber trabajado para otro Uno es ciudadano de una época así como lo es de un Estado y si se tiene por algo impropio indebido incluso el apartarse de las normas y costumbres del círculo donde uno vive por qué cuando uno se dispone a elegir su propia actividad debería ser menor el deber de prestar oído a las necesidades y al gusto del siglo62 Su voz sin embargo no parece ser favorable en modo alguno para el arte no para aquél al menos al que habrán de orientarse sin excepción mis indagaciones El curso de los acontecimientos ha conferido al espíritu de la época una dirección que amenaza con separarlo cada vez más del arte del ideal Este arte tiene que abandonar la realidad concreta y alzarse con razonable osadía sobre lo apremiante pues el arte es una hija de la libertad y quiere que su reglamento proceda de la necesidad de los espíritus no de la penuria de la materia Pero ahora impera lo apremiante y doblega bajo su tiránico yugo a la humanidad caída Lo útil es el gran ídolo de la época al que deben someterse todas las fuerzas y tributar homenaje todos los talentos63 Sobre esta balanza tosca el mérito espiritual del arte no tiene peso alguno y privado de todo aliento desaparece del ruidoso mercado de la época Hasta el mismo espíritu inquisitivo de la 60 La libertad política es verdadera sólo en un Estado integrado por ciudadanos libres y no por estamentos fijos e inamovibles 61 Schiller no reniega de su tiempo se sabe por el contrario solidario con él con una época cuyo principio ha sido el llamado rousseauniano a la libertad y la alabanza rousseauniana del poder divino de la Naturaleza 62 La necesidad y el gusto del siglo provocan el problema y Schiller posee una conciencia cabal de los supuestos históricos de donde parte su reflexión No sale fuera de Rodas donde debe saltar A Negri 63 La verdad de este juicio será confirmada más tarde por Hegel para quien la utilidad es la norma suprema que preside el despliegue de la Ilustración cf Fenomenología del Espíritu VI El espíritu B II La Ilustración 58 filosofía arrebata a la imaginación una provincia tras otra y se estrechan los límites del arte cuanto más extiende la ciencia sus barreras Llenas de expectación las miradas del filósofo y las del hombre de mundo permanecen fijas sobre el escenario político donde ahora según se cree se discute el magno destino de la humanidad No denota una reprobable indiferencia frente al bien de la sociedad no intervenir en este diálogo general Así como este gran litigio por su enjundia y sus consecuencias afecta de manera tan inmediata a quien se llame hombre con no menos viveza ha de interesar en particular a causa del modo en que se lo negocia a quien piense por sí mismo Una cuestión64 respondida de ordinario sólo por el derecho ciego del más fuerte ha sido ahora llevada según parece ante el tribunal de la razón pura65 y aquel que sea capaz de instalarse en el centro del todo y hacer que su individuo se eleve a la condición del género está facultado para considerarse como un miembro de aquel tribunal de la razón del mismo modo en que como hombre y como ciudadano del mundo a la vez es una parte interesada y se ve implicado en el éxito de manera más próxima o más lejana No es meramente su propia causa pues la que se decide en este gran litigio porque también debe zanjárselo según leyes que él como espíritu racional es capaz de dictar por sí mismo estando además facultado para ello Qué atractivo tendría que ser para mí someter a indagación un objeto semejante junto con quien fuese tanto un pensador sutil como un cosmopolita liberal y dejar la decisión del caso librada a un corazón que con bello entusiasmo se consagre al bien de la humanidad Qué sorprendentemente grato siendo tan considerable la diferencia de las posiciones y tan amplia la distancia exigida por las relaciones en el mundo real venir a coincidir en el mismo resultado con vuestro espíritu imparcial dentro el campo de las ideas El que yo resista a esta seductora tentación y anteponga la belleza a la libertad66 creo poder no meramente disculparlo con mi inclinación sino justificarlo mediante principios Espero persuadiros de que esta materia es mucho menos ajena a la penuria que al gusto de la época más aún de que para resolver aquel problema político en el campo de la experiencia hay que tomar el camino que pasa por lo estético porque 64 La planteada por la Revolución Francesa acerca de la forma recta del Estado y del orden social 65 Se trata también de la razón pura de Kant cuya filosofía pasa por ser significativamente la transcripción en términos especulativos de la Revolución Francesa Los empeños filosóficos y políticos son contemporáneos 66 El espíritu revolucionario de la Ilustración no ha advertido que el problema político está subordinado al estético porque hay un problema crucial que debe ser planteado antes que el del ciudadano conviene a saber el del hombre 59 es por la belleza por donde uno va hacia la libertad67 Pero esto no puede demostrarse sin traeros antes a la memoria los principios por los que se conduce la razón en general cuando se trata de una legislación política68 67 He aquí enunciada con concisión y claridad sin par la idea fundamental de estas cartas La de la Revolución Francesa no es una libertad auténtica porque es sólo política sin haber llegado a ser todavía una libertad estética 68 Las dos primeras cartas hacen las veces de un proemio En ellas el autor a declara el tema en términos generales b justifica su pretensión de decir algo al respecto c reconoce la importancia de la posición kantiana d justifica el tema y al hacerlo pone el arte en relación con lo absoluto al llamarla hija de la libertad por último e formula dos observaciones que sirven para prevenir al lector 1 las cartas no serán una colección azarosa de ocurrencias personales acerca del tema propuesto son por el contrario el fruto de una reflexión sostenida y unitaria que no puede ser expuesta sin apelar al lenguaje del pensamiento analítico no para competir con la filosofía sino para emular su rigor Aunque se presentan como cartas no son un pasatiempo sino el resultado de una consideración metódica cuyo único juez válido sólo puede ser el entendimiento 2 al ocuparse del arte y de la belleza las cartas no desdeñan la cuestión crucial de la época la del mejor Estado posible a ella se subordinan por el contrario como a su verdadero fin Estas cartas sobre la educación estética del hombre han de versar sobre lo bello y el arte sí pero con el lenguaje y el método de la filosofía y animadas por un interés propiamente político Hay con todo un punto que estas dos cartas prologales pasan por alto el plan general de la exposición el orden de los temas o cuestiones que habrán de tratarse 60 Carta tercera69 La Naturaleza no comienza con el hombre mejor que con sus demás obras70 opera por él allí donde él mismo no puede operar todavía como inteligencia libre Pero precisamente esto hace de él un hombre el hecho de no detenerse en lo que la sola Naturaleza hizo de él porque posee la capacidad para desandar mediante la razón los pasos que aquélla anticipó con él para transformar la obra de lo apremiante en una de su libre elección y para elevar la necesidad física a la condición de necesidad moral71 Vuelve sobre sí de su adormecimiento sensible se reconoce como hombre mira en torno a sí y se encuentra en el Estado El apremio de las necesidades lo arrojó allá adentro antes de que hubiese podido escoger libremente esa situación la indigencia organizó ese Estado según leyes meramente naturales antes de que él pudiese hacerlo según las de la razón Pero con este Estado de la necesidad surgido sólo de su destinación natural y orientado sólo hacia ella no podía ni puede estar satisfecho como persona moral y harto malo para él si pudiese Abandona pues con el mismo derecho con que es hombre el dominio de una necesidad ciega así como en tantos otros aspectos se aparta de ella mediante su libertad así como por dar sólo un ejemplo anula mediante la decencia el carácter vulgar impuesto por la necesidad del amor sexual y lo ennoblece mediante la belleza Así de un modo artístico72 recupera en su edad adulta su niñez forma para sí idealmente un estado de naturaleza73 que si no le es dado por experiencia alguna le ha sido impuesto necesariamente por su destinación racional se atribuye en esta situación ideal una finalidad que en su posición natural real ignoraba y una facultad de elección de la que antes no era capaz y procede así no de otro modo que como si comenzase desde el principio y substituyese por obra de la claridad de la 69 Las cartas tercera y cuarta contienen cursos de ideas nuevos no desarrollados en las cartas destinadas originariamente al de Augustenburg 70 La carta comienza por una breve observación acerca de la Naturaleza en su relación con el hombre No se trata de la Naturaleza pensada por Descartes ni por los representantes de la Ilustración esta Naturaleza es un sujeto viviente un yo que puede ser invocado del modo en que lo hace Schiller en su elegía El paseo por ejemplo Es verdad que estoy solo En tus brazos de nuevo en tu corazón ay Natura De tu purísimo altar yo más pura mi vida recibo Siempre la misma preservas en tus manos fieles al hombre No hay poema antiguo ni medieval alguno ni griego ni latino que cante a la Naturaleza en estos términos 71 Lo que hace que el hombre sea tal no es su vida inmediata o natural sino el poder apartarse de ésta el poder diferenciarse respecto de sí mismo el poder servirse de la razón para habitar libremente en un mundo donde en lugar de la ley o de la necesidad física impera la necesidad moral 72 Esto es de manera conciente y a partir de una deliberación racional no por mero instinto natural 73 El estado de naturaleza Naturstand aunque jamás haya existido tal como lo piensa Rousseau en el Prefacio al Discurso sobre la desigualdad 61 inteligencia y de la decisión libre la situación de los pactos por la de la independencia Al margen del modo artificioso al par que firme con que el capricho ciego pudo haber fundado su obra al margen de la manera presuntuosa con que también pretende sustentarla y de la apariencia de dignidad con que puede envolverla el hombre está autorizado en la operación que ha de llevar a cabo a considerar esa obra como no realizada en absoluto pues lo operado por fuerzas ciegas no posee autoridad alguna ante la que debiese doblegarse la libertad y todas las cosas tienen que someterse al fin supremo estatuido por la razón en la personalidad moral del hombre Así nace y se justifica el intento realizado por un pueblo que alcanzó la mayoría de edad de transformar su estado natural en un estado moral74 Este estado natural tal como puede denominarse todo cuerpo político que deduce su organización originariamente de fuerzas no de leyes75 contradice por cierto al hombre moral para quien la mera legalidad debe servir como ley pero resulta suficiente precisamente para el hombre físico que se da leyes sólo para entendérselas con las fuerzas Pero he aquí que el hombre físico es real y el moral sólo problemático76 Si la razón cancela pues el estado natural como es forzoso que lo haga si quiere instaurar el suyo en lugar de aquél entonces arriesga al hombre físico y real por el moral problemático arriesga la existencia de la sociedad por un ideal de sociedad meramente posible aun cuando necesario moralmente Priva al hombre de algo que él posee realmente y sin lo cual nada posee señalándole a cambio de ello un bien que podría y debería poseer y si la razón hubiese confiado en él más de lo debido le habría arrebatado por una humanidad de la que aún carece y de la que también sin comprometer su existencia puede carecer hasta los medios de su vida animal que es después de todo la condición de su humanidad Antes de que hubiese tenido tiempo para aferrarse a la ley con su voluntad la razón le habría retirado la escalera de debajo de los pies La gran dificultad estriba pues en que la sociedad física en el tiempo no puede cesar en ningún momento mientras que la sociedad moral va formándose en la idea consiste en que a causa de su dignidad la existencia del hombre no debe verse amenazada Si el artífice ha de reparar un reloj detiene los volantes pero el reloj 74 El estado moral es el de las fuerzas constrictivas de la razón Kant y la Revolución Francesa continúan obrando juntos en la conciencia de Schiller sólo que aquí cuenta ante todo el autor de la Crítica de la razón pura 75 Éstas son racionales las fuerzas en cambio naturales 76 En el sentido en que este término es usado por la lógica kantiana para la que significa referido a la modalidad de los juicios contingente o posible 62 viviente del Estado tiene que ser reparado durante la marcha y de lo que aquí se trata es de cambiar la rueda que gira mientras está en movimiento Hay que buscar pues para que la sociedad subsista un apoyo que la vuelva independiente del estado natural que se quiere abolir77 Ese apoyo no se encuentra en el carácter natural del hombre que egoísta y violento apunta más a la destrucción que a la conservación de la sociedad tampoco se encuentra en su carácter moral que en consonancia con nuestras premisas hay que formar primero y sobre el cual por ser libre y porque nunca aparece78 el legislador nunca podría actuar así como tampoco podría contar nunca con él de manera segura La dificultad consistiría pues en separar del carácter físico la arbitrariedad y del moral la libertad en hacer que el primero concordase con leyes y que el segundo dependiese de impresiones en que aquél se aleje algo más de la materia y éste se le aproxime algo más para engendrar un tercer carácter que emparentado con aquellos dos abra un paso desde el imperio de las meras fuerzas hacia el de las leyes y que sin impedir el desarrollo del carácter moral sirva por el contrario como prenda sensible de la moralidad invisible 79 77 La animalidad Tierheit es ella misma sensibilidad Sinnlichkeit Si se la conserva resolviendo sólo el problema moral la sociedad seguirá siendo una sociedad física sin llegar a ser el reino kantiano de los espíritus morales 78 Jamás se vuelve algo que puedan percibir los sentidos o que pueda asirse como un objeto 79 Ese tercer carácter es el estético que ha de ejercer así una función de mediación análoga a la asignada por Kant a la facultad de juzgar Urteilskraft entre el ámbito real de la necesidad la naturaleza y el ámbito ideal de la libertad la moral 63 Carta cuarta Esto cuando menos es cierto sólo la preponderancia de semejante carácter en un pueblo puede volver inofensiva una transformación del Estado según principios morales y sólo un carácter semejante puede garantizar la permanencia de la misma Cuando se construye un Estado moral se cuenta con la ley moral como con una fuerza activa y la voluntad libre queda integrada en el orden de la causalidad donde todas las cosas dependen unas de otras con una necesidad y una constancia rigurosas Pero sabemos que las determinaciones de la voluntad humana siguen siendo siempre contingentes y que sólo en el ser absoluto la necesidad física coincide con la moral De modo que si se ha de contar con el comportamiento moral del hombre como con una consecuencia natural entonces ese comportamiento tiene que haberse vuelto naturaleza de modo que el hombre sea conducido por sus propios impulsos hacia un proceder semejante que sólo un carácter moral puede tener siempre por consecuencia Pero la voluntad del hombre se halla plenamente libre entre el deber y la inclinación y en este derecho soberano de su persona no puede ni debe inmiscuirse ningún constreñimiento físico Si ha de conservar pues esta facultad de elección sin dejar de ser por ello un eslabón firme dentro de la cadena causal de las fuerzas esto sólo puede lograrse si en el mundo de las apariencias los efectos de aquellos dos resortes la inclinación y el deber resultan completamente iguales y la materia de su voluntad sea cual fuere su forma se mantiene igual y si sus impulsos concuerdan tanto con su razón como para servir a una legislación universal Bien puede decirse que todo individuo lleva consigo por su disposición y destino un hombre puro e ideal y que llegar a coincidir a través de todas sus mudanzas con la unidad inmutable de este último constituye la empresa mayor de su existencia80 Este hombre puro81 que con mayor o menor claridad se da a conocer en 80 Me refiero aquí a un escrito aparecido recientemente JenaLeipzig 1794 Lecciones sobre el destino del docto de mi amigo Fichte donde se encuentra una deducción muy esclarecedora de esta proposición y nunca intentada todavía por este camino Hay trad española JG Fichte 2002 En la primera de las lecciones Sobre la destinación del hombre en sí se aboca Fichte a la cuestión primordial de toda indagación filosófica la del destino del hombre concebido como la unidad absoluta la constante identidad la plena concordancia consigo mismo pág 47 81 Rousseau lo llama conciencia en el sentido preciso de la conciencia moral en alemán Gewissen identificada un instinto divino principio innato de justicia y de virtud Emilio IV ed La Pléiade pág 598 Y Kant por su parte se refiere a él como al hombre divino en nosotros Crítica de la razón pura B 597 64 todo individuo está representado por el Estado la forma objetiva y canónica por así decir en que aspira a reunirse la multiplicidad de los sujetos Ello es que cabe pensar dos modos diferentes para que el hombre en el tiempo82 pueda coincidir con el hombre ideal y otros tantos por ende para que el Estado pueda afirmarse en los individuos o bien el hombre puro somete al empírico el Estado anula a los individuos o bien el individuo se vuelve Estado el hombre en el tiempo se ennoblece asimilándose al hombre ideal Cierto es que dentro de una valoración moral estrecha esta distinción está fuera de lugar pues para que la razón quede satisfecha basta con que su ley sea observada de manera irrestricta pero tanto más se la ha de tener en cuenta en una valoración antropológica integral donde junto con la forma vale también el contenido y donde la sensibilidad viva también tiene algo que decir Porque si la Razón exige unidad la Naturaleza por su parte reclama variedad y el hombre se ve solicitado por ambas legislaciones La ley de la primera le ha sido inculcada por una conciencia insobornable la de la segunda por un sentimiento imperecedero83 Por eso será siempre signo de una educación todavía deficiente el hecho de que el carácter moral pueda sustentarse sólo al precio del sacrificio del carácter natural y una constitución será muy imperfecta todavía si es capaz de alcanzar la unidad al solo precio de eliminar la diversidad84 El Estado debe respetar en los individuos no simplemente el carácter objetivo y genérico sino también el subjetivo y específico y al par que extiende el reino invisible de las normas morales no ha de despoblar el reino de la apariencia Cuando el artesano aplica su mano a la masa amorfa para darle la forma que convenga a sus fines no tiene reparos en hacerle violencia pues la naturaleza con que opera no merece por sí misma respeto alguno y no es el todo a causa de las partes lo que le importa sino las partes a causa del todo Cuando es el artista en cambio quien aplica su mano a la misma masa tampoco tiene reparo alguno en hacerle violencia sólo que evita mostrarla Ni en lo más mínimo respeta más que el artesano la materia con que trabaja pero procurará engañar los ojos que amparan la libertad de esa materia haciéndole una concesión La situación cambia por completo con ese otro artista el político y el pedagogo que hace del hombre su material y su tarea a la vez Aquí el fin 82 Cf Acosta E Schiller versus Fichte Fichte Studien Supplementa 27 Rodopi Amsterdam New York 2011 83 Sobre esta verdad descansa la Tabula votiva de Goethe y de Schiller titulada Los educadores SW I 310 Die Erzieher Educáis ciudadanos del mundo moral alabaros querríamos siempre que a un tiempo del mundo sensible no los borréis 84 Véase la Tabula votiva titulada La diversidad SW I 310 Die Mannigfaltigkeit 65 reaparece en la materia y sólo porque el todo sirve a las partes pueden éstas someterse al todo Con un respeto por entero diferente de aquel con que el artista pretende tratar su materia debe el político aproximarse a la suya y proteger su peculiaridad y personalidad de un modo no meramente subjetivo y para un efecto engañoso en los sentidos sino objetivo y en pro de su ser interior Pero precisamente por esto porque el Estado debe ser una organización que se forma por sí misma y para sí misma sólo puede volverse real en la medida en que las partes hayan entrado en consonancia con la idea del todo Puesto que el Estado representa la humanidad pura y objetiva en el pecho de sus ciudadanos tendrá que observar para con éstos la misma relación que ellos guardan consigo mismos y además sólo podrá respetarles su humanidad subjetiva en aquel mismo grado en que ella se hubiese ennoblecido volviéndose objetiva Si el hombre interior está en armonía consigo mismo entonces salvará también su peculiaridad al extremar la universalización de su comportamiento y el Estado será simplemente el intérprete de su instinto bello la fórmula más clara de su legislación interior Si en el carácter de un pueblo subsiste por el contrario entre el hombre subjetivo y el objetivo una oposición y una contradicción tales que sólo sojuzgando al primero puede triunfar el último entonces también el Estado adoptará ante los ciudadanos el rigor severo de la ley y hollará sin consideración una individualidad tan hostil para no ser su víctima Pero el hombre puede hallarse en oposición consigo mismo de dos maneras o bien como salvaje cuando sus sentimientos se imponen a sus principios o bien como bárbaro cuando sus principios destruyen sus sentimientos El salvaje desprecia el arte y reconoce a la Naturaleza como su soberano absoluto el bárbaro se burla de la Naturaleza y la deshonra pero más despreciable que el salvaje va tan lejos que con frecuencia llega a ser el esclavo de su esclavo El hombre cultivado hace de la Naturaleza su amigo y le respeta la libertad contentándose con sujetarle sólo su capricho Si la razón introduce pues su unidad moral en la sociedad física no por ello tiene el derecho de menoscabar la diversidad de la Naturaleza Y si ésta aspira a sustentar su diversidad en el edificio moral de la sociedad no cabe que por ello la unidad moral sufra detrimento alguno apartada por igual de la uniformidad y del desorden reposa la 66 forma triunfante Totalidad tendrá que haber pues en el carácter de aquel pueblo que sea capaz y digno de cambiar el Estado de las necesidades por el Estado de la libertad85 85 Libertad bien entendido en el único sentido que este término posee para la autoconciencia moral el de la libre sujeción a la ley moral 67 Carta quinta Es este el carácter que la época actual que los presentes acontecimientos nos muestran Dirijo de inmediato mi atención hacia el objeto más relevante en este vasto cuadro Es verdad el prestigio de la opinión86 se ha desmoronado la arbitrariedad ha sido desenmascarada y aunque armada todavía con poder ya no se granjea dignidad alguna el hombre ha despertado de su largo estado de indolencia y de engaño y con una abrumadora mayoría de votos exige la restitución de sus derechos inalienables Pero no se limita a exigirlo allende y aquende las fronteras se levanta para apropiarse por la fuerza de aquello que según su parecer le rehúsan con injusticia87 El edificio del Estado natural tambalea sus blandos fundamentos ceden y parece dada una posibilidad física de subir la ley al trono88 de honrar por fin al hombre como un fin en sí89 y de hacer de la verdadera libertad el fundamento del vínculo político Vanas esperanzas90 Falta la posibilidad moral y el momento propicio encuentra una generación apática91 En sus hechos se pinta el hombre y qué figura se ve representada en el escenario de nuestro tiempo Embrutecimiento por acá relajación por allá los dos extremos de la decadencia humana y ambos reunidos en un mismo espacio de tiempo En las clases más bajas y numerosas uno ve manifestarse impulsos bastos y anárquicos que se desatan al deshacerse el lazo del orden civil y con furia ingobernable se apresuran hacia su satisfacción bestial En tales condiciones bien puede ser que hubiese tenido motivos para quejarse del Estado la humanidad objetiva la subjetiva empero ha de honrar sus instituciones Debe censurárselo por no haber reparado en la dignidad de la naturaleza humana mientras se trataba todavía de defenderle la existencia por haber corrido a dividir mediante la fuerza de gravitación y a unir mediante la de cohesión cuando no cabía pensar todavía en la fuerza formativa La 86 Meinung el parecer arbitrario o aceptado de manera irreflexiva en oposición al conocimiento racional concluyente y fundado en sí mismo 87 Como lo muestran las revoluciones en Norteamérica y en Francia 88 En lugar del monarca por derecho hereditario 89 En consonancia con la doctrina kantiana asentada en la Fundamentación para la Metafísica de las costumbres 1785 90 Ya en la época de la redacción de las cartas al de Augustenburg Schiller había dejado de esperar de la Revolución Francesa una promoción efectiva de la Humanidad y del progreso social 91 Así lo dice el epigrama El momento SW I 260 Der Zeitpunkt El siglo dio a luz una época grande el magno momento halla empero una estirpe pequeña 68 disolución del Estado contiene su justificación Una vez desatada la sociedad en lugar de elevarse sin demora hacia la vida orgánica recae en el reino de las fuerzas elementales Por otra parte las clases civilizadas nos ofrecen el aspecto más repugnante aún de la indolencia y de una depravación del carácter que indigna tanto más cuanto que su fuente es la cultura misma92 Ya no recuerdo cuál filósofo antiguo o moderno hizo la observación de que lo más noble al corromperse es lo más abominable93 pero se la encontrará verdadera también en la esfera de la moral El hijo de la Naturaleza cuando se entrega al vicio se vuelve un trastornado el pupilo del arte un ser abyecto La ilustración del entendimiento94 de la que se ufanan no sin algo de razón las clases más cultivadas muestra en términos generales un influjo ennoblecedor tan escaso sobre las mentalidades que afianza por el contrario la corrupción por medio de máximas Renegamos de la Naturaleza en sus legítimos dominios para sufrir su tiranía en el orden moral y así como resistimos sus impresiones aceptamos de ella nuestros principios La decencia afectada de nuestras costumbres niega a la Naturaleza la primera palabra excusable y todo como es para concederle en nuestra moral materialista la última y decisiva En el seno mismo de la vida social más refinada el egoísmo ha fundado su sistema y sin engendrar en nosotros un corazón sociable padecemos todos los morbos de la sociedad y todas sus calamidades95 A su opinión despótica sometemos nuestro juicio libre nuestro sentimiento a sus usos extravagantes nuestra voluntad a sus seducciones y en contra de sus sagrados derechos afirmamos nuestro capricho Un engreimiento arrogante encoge en el hombre de mundo el corazón que todavía a menudo palpita en el hombre natural y basto al conjuro de la simpatía y como en una ciudad en llamas cada cual busca salvar de la devastación sólo sus míseras pertenencias No es sino abjurando por entero de la sensibilidad que se cree hallar un amparo contra sus extravíos y la burla que suele refrenar saludablemente al exaltado 92 Es significativa la notable transformación que desde Los artistas se ha operado en el juicio de Schiller acerca del mundo ilustrado y civilizado Uno difícilmente podría ver en ello un retorno hacia temples de ánimo rousseaunianos pero sí gracias a un renovado afianzamiento interior en la filosofía crítica de Kant y en la filosofía idealista de Fichte la posibilidad de superar el optimismo ilustrado por la cultura y el presente en aras de una libertad que sabe ponderar tratándose también de la propia época las ventajas y desventajas del progreso de la cultura con la imparcialidad crítica de la idea de la Humanidad FrG 93 Platón República VI 491 d de este pasaje nace probablemente la sentencia latina corruptio optimi pessima 94 Esa cuyos errores y extravíos se burla Molière en sus comedias 95 La misma moral materialista que Schiller combate justifica el egoísmo Sabido es que tanto Helvétius como dHolbach hacen del interés el móvil de todas las acciones humanas 69 con su misma falta de miramiento ultraja el sentimiento más noble Bien lejos de ponernos en libertad la cultura con cada fuerza que despliega en nosotros sólo engendra una necesidad nueva los lazos de la vida física oprimen de manera cada vez más alarmante tanto que el temor de perder agosta hasta el ardoroso impulso de perfeccionamiento y la máxima de la obediencia pasiva pasa por ser la suprema sabiduría de la vida Así es como se ve vacilar el espíritu de la época entre la perversión y la barbarie entre lo antinatural y la mera naturaleza entre la superstición y el escepticismo moral y sólo el equilibrio de lo malo le pone a veces límites todavía 70 Carta sexta96 He pecado por exceso contra la época con esta descripción No espero tal reproche pero sí este otro que con ella he probado más de lo necesario Esta pintura me diréis es por cierto un calco de la humanidad presente pero lo es de todos los pueblos en general cuando se hallan entregados al proceso de la cultura porque todos sin distinción tienen que apartarse de la Naturaleza por el abuso del entendimiento antes de poder retornar a ella por la razón Pero por poco que reparemos en el carácter de la época ha de asombrarnos el contraste imperante entre la forma actual de la humanidad y la forma de la de otrora en particular la de la griega97 La fama de la cultura y el refinamiento que con justicia hacemos valer frente a toda naturaleza que sea meramente tal no puede beneficiarnos frente a la griega98 que se desposó con todos los atractivos del arte y con toda la dignidad de la sabiduría sin ser por ello como la nuestra su víctima Los griegos nos avergüenzan no simplemente por una sencillez que es ajena a nuestra época ellos son al mismo tiempo nuestros rivales incluso con frecuencia nuestros modelos cuando se trata de aquellas mismas ventajas con que acostumbramos consolarnos de lo antinatural de nuestras costumbres Rebosando de forma y a la par de contenido cultivando la filosofía y a la par la creación con delicadeza y a la par con energía los vemos aunar la juventud de la fantasía con la virilidad de la razón en una humanidad magnífica Otrora con ocasión de aquel bello despertar de las facultades del alma los sentidos y el espíritu no poseían todavía dominios rigurosamente divididos pues ninguna discrepancia los había incitado aún a distanciarse hostilmente uno del otro y a delimitar sus fronteras La poesía no había rivalizado todavía con el ingenio ni la especulación se había deshonrado todavía con la sofistería Ambas podían llegado el caso trocar sus funciones pues cada cual bien que a su propio modo honraba la verdad Por muy alto que ascendiese la razón siempre atraía amorosamente la materia 96 Con la carta sexta comienza frente a la correspondencia con el de Augustenburg un nuevo curso de ideas Véase las cartas de Schiller a Goethe del 20101794 y a Jacobi del 2511795 97 Henos aquí ante una verdadera querelle des anciens et des modernes conducida en favor de la superioridad de los primeros porque poseyeron una simplicidad que los modernos ignoran Donde la simplicidad está ausente reina o la pura naturaleza o la antinaturaleza esto es el materialismo puro o el puro racionalismo la sensibilidad y la razón permanecen desvinculados y nace entonces el problema de la legislación política francesa por un lado y el del pensamiento filosófico kantiano por otro 98 No es posible ignorar la influencia de Goethe en la interpretación del mundo griego que aquí se ofrece Véase al respecto el artículo de Humboldt Sobre el estudio de la Antigüedad y de la Antigüedad griega en particular así como el poema de Schiller Los dioses de Grecia y más abajo la carta décima quinta 71 en pos de sí y por muy sutil y agudamente que la separase jamás por ello la mutilaba Es verdad que disgregaba la naturaleza humana y la arrojaba dispersa y engrandecida en su soberbio círculo de dioses pero por haberla no desmembrado sino mezclado de modos diferentes pues en ningún dios individual estaba ausente la humanidad íntegra Qué diferente entre nosotros los modernos También entre nosotros la imagen del género ha sido dispersada en los individuos de manera acrecentada pero en fragmentos no en mezclas diferentes de suerte que se ha de ir preguntando de un individuo a otro para recomponer la totalidad de la especie Uno casi estaría tentado de afirmar que entre nosotros las facultades del alma se manifiestan en la experiencia tan divididas como lo están en la representación del psicólogo y vemos no simplemente individuos sino clases íntegras de hombres desplegar tan sólo una parte de sus disposiciones mientras que de las restantes como en las plantas raquíticas apenas si se muestra un pálido rastro No ignoro las ventajas que la presente generación considerada como una unidad y sopesada en la balanza del entendimiento puede sustentar ante lo mejor habido en el mundo del pasado pero a filas cerradas debe iniciarse el certamen y un todo medirse con el otro Cuál de los modernos se adelanta solo hombre contra hombre para disputar a un ateniense solo la palma de la humanidad A qué se debe esta relación desventajosa de los individuos no obstante la magna ventaja de la especie Por qué el griego se califica en cuanto individuo como representante de su tiempo y por qué el moderno también en cuanto tal no puede atreverse a ello Porque el primero recibió su forma de la Naturaleza que todo lo reúne y el segundo la suya del Entendimiento que todo lo separa La cultura misma fue quien provocó esta herida a la humanidad moderna Tan pronto como por un lado la experiencia acrecentada y el pensar más preciso hizo necesaria una separación más neta de las ciencias y por otro el mecanismo cada vez más complejo de los Estados obligó a una separación más rigurosa de los estamentos y de las ocupaciones también el vínculo interior de la naturaleza humana se desgarró y una funesta lucha enemistó sus fuerzas armónicas El entendimiento intuitivo y el especulativo99 se retiraron ya con ánimo hostil hacia sus campos respectivos cuyas fronteras comenzaron ahora a vigilar con desconfianza y con celos y junto con la esfera 99 La fantasía y el pensamiento abstracto o lógico La división entre filosofía y poesía entre intelecto y sensibilidad determina la pérdida en el hombre del intelecto intuitivo der intuitive Verstand en consonancia con la doctrina kantiana cf Crítica del Juicio 77 72 a la que uno restringe su actividad uno también se ha dado a sí mismo dentro de sí un amo que no raras veces suele acabar sofocando las demás disposiciones Mientras que por una parte la imaginación exuberante arrasa los trabajosos plantíos del entendimiento el espíritu de abstracción consume por otra el fuego con que debería haberse caldeado el corazón y encendido la fantasía Este estado de perturbación que el arte y la erudición comenzaron a producir en el interior del hombre se tornó por obra del nuevo espíritu del gobierno perfecto y universal No podía esperarse por cierto que la organización sencilla de las primeras repúblicas sobreviviese a la simplicidad de las costumbres y relaciones sociales primigenias pero en lugar de elevarse hacia una vida orgánica superior descendió a una mecánica vulgar y grosera Aquella naturaleza de pólipo100 de los Estados griegos donde cada individuo disfrutaba de una vida independiente y era capaz si el caso apremiaba de identificarse con el todo cedió ahora su lugar a un artificioso aparato de relojería donde por obra del acoplamiento de piezas incontables pero inertes se engendra en el conjunto una vida mecánica Entre el Estado y la Iglesia las leyes y las normas morales se produjo ahora una ruptura el placer ha quedado apartado del trabajo el medio del fin el esfuerzo de la recompensa Atado eternamente sólo a un único y mezquino fragmento del todo el hombre mismo no se forma más que como un fragmento teniendo eternamente en sus oídos sólo el monótono murmullo de la rueda que hace girar no desenvuelve jamás la armonía de su ser y en lugar de imprimir la marca de la humanidad en su naturaleza se vuelve un mero calco de su profesión de su ciencia Pero incluso la exigua participación fragmentaria por la que los miembros aislados del Estado se vinculan en el todo no depende de formas que ellos se confieran a sí mismos de manera espontánea pues cómo podría uno confiar a su libertad un mecanismo tan artificioso y sensible ella les es prescrita con rigor escrupuloso mediante un reglamento en virtud del cual su inteligencia libre queda paralizada La letra muerta hace las veces del entendimiento vivo y una memoria ejercitada guía con mayor seguridad que el genio y el sentimiento Cuando la cosa pública hace del servicio la medida del hombre cuando en uno de sus ciudadanos honra sólo la memoria en otro el entendimiento tabulador en un tercero sólo la habilidad mecánica si por acá indiferente ante el carácter sólo insiste en los conocimientos y por acullá en cambio perdona a un espíritu del orden y a una 100 Especie de celentéreo cuyas partes tienen la capacidad una vez separadas de regenerarse para volver a formar un todo 73 conducta obediente a la ley el mayor oscurecimiento de la mente si al mismo tiempo quiere que estas capacidades individuales se cultiven ganando en intensidad cuanto permite al sujeto perder en extensión cómo habría de admirarnos que uno desatienda las demás disposiciones del ánimo para consagrar todo su cuidado a la única que procura honra y recompensa Bien sabemos que el genio vigoroso no identifica los límites de su oficio con los de su actividad pero el talento mediocre consume en la ocupación que le tocó en suerte todo el escaso caudal de su vigor y tendría que ser un espíritu ya nada vulgar para destinar sin menoscabo de su profesión una porción de aquél a sus aficiones Y como si ello fuese poco es raro que sea una buena recomendación ante el Estado el que los talentos superen las obligaciones del empleo o el que la necesidad espiritual superior de un hombre de genio rivalice con su cargo Tan celoso es el Estado tratándose de la posesión irrestricta de sus servidores que más fácilmente se avendría y quién podría decirle que se equivoca a compartir su hombre con una Venus Citerea antes que con una Venus Urania101 Y es así como la vida individual concreta se agosta paulatinamente para que el todo abstracto persevere en su vida mezquina y el Estado nunca deja de ser ajeno a los ciudadanos que lo integran porque el sentimiento no logra dar con él en ninguna parte Obligada a simplificar la multiplicidad de sus ciudadanos mediante la clasificación y a no dejar jamás que la humanidad se le acerque sino por representantes de segunda mano la parte gobernante acaba por perderla completamente de vista al mezclar la humanidad con una mera chapuza del entendimiento y la parte gobernada no puede menos que recibir con frialdad indiferente unas leyes que tan poca relación guardan con ella Hastiada por fin de mantener un vínculo que el Estado no ayuda en modo alguno a sustentar la sociedad positiva tal es el destino desde hace ya largo tiempo de la mayor parte de los Estados europeos se disuelve en un estado moral natural donde el poder público es sólo un partido más aborrecido y burlado por quien lo hace necesario y respetado sólo por quien puede prescindir de él Podía la humanidad ante esta doble violencia que la apuraba por dentro y por fuera haber tomado una dirección diferente de la que en efecto tomó En tanto que en el reino de las ideas el espíritu especulativo se afanaba por conquistar posesiones inamisibles en el mundo de los sentidos debía volverse un extraño y sacrificar la 101 Schiller recuerda la distinción del Banquete platónico 180 D entre Afrodita Pandemo Venus Citerea o Venus Meretrix hija de Zeus y Dione la diosa del amor sensual o terreno y Afrodita Urania Venus Urania mayor que aquélla e hija sólo de Urano el Cielo diosa del amor puro y espiritual 74 materia por la forma El espíritu práctico confinado en un círculo uniforme de objetos y más estrechado todavía en él por ciertas fórmulas no podía sino perder de vista la totalidad libre de lo real y empobrecerse junto con su esfera Así como el primero está tentado de modelar lo real según lo pensable y de elevar las condiciones subjetivas de su facultad de representación para volverlas leyes constitutivas de la existencia de las cosas así el segundo se precipitó hacia el extremo opuesto el de valorar toda la experiencia en general según una porción particular de ella y el de querer adecuar las reglas de su función propia a toda función de manera indiscriminada El primero no podía sino ser presa de una sutileza huera el otro de una estrechez pedante porque aquél estaba situado demasiado alto para percibir lo singular y éste demasiado bajo para ver la totalidad Pero lo perjudicial de esta orientación del espíritu no se limitó tan sólo al saber y al producir se extendió no en menor medida al sentir y al obrar Sabemos que la sensibilidad del ánimo depende en cuanto al grado de la vivacidad de la imaginación y en cuanto a su extensión de la riqueza de esta última Pero entonces es de todo punto necesario que la preponderancia de la facultad discursiva prive a la fantasía de su vigor y de su fuego y que una esfera muy reducida de objetos mengüe su riqueza Es por ello por lo que el pensador abstracto tiene demasiado a menudo un corazón frío porque descompone las impresiones que sólo como un todo conmueven el alma el hombre de negocios tiene demasiado a menudo un corazón estrecho porque su imaginación encerrada en el círculo uniforme de su profesión no puede dilatarse para comprender concepciones que le sean ajenas Mi cometido consistía en alumbrar la orientación perjudicial del carácter de la época y las causas que lo explican no en mostrar por medio de qué ventajas la Naturaleza compensa esta deficiencia De buen grado quiero concederos que a pesar de cuán poco pueda beneficiar a los individuos esta parcelación de su ser la especie no podría haber progresado de ningún otro modo La aparición de la humanidad griega fue sin disputa un maximum que ni podía permanecer en ese peldaño ni tampoco ascender No podía permanecer allí porque el entendimiento a causa de la provisión de conocimientos que ya tenía debía verse inevitablemente urgido a separarse de la sensación y de la intuición y a perseguir la precisión del conocimiento ni podía tampoco ascender porque un determinado grado de claridad sólo rima con una cierta abundancia y un cierto calor Los griegos habían alcanzado este grado y cuando 75 quisieron elevarse hacia una cultura superior tuvieron que renunciar como nosotros a la totalidad de su ser102 y perseguir la verdad por vías separadas No había otro medio para desarrollar las diversas disposiciones del hombre que oponerlas unas a otras Este antagonismo de las fuerzas103 es el gran instrumento de la cultura pero no es más que eso su instrumento pues mientras perdure el antagonismo se está tan sólo en camino hacia ella Basta el mero hecho de que en el hombre ciertas fuerzas singulares se aíslen y pretendan ejercer una legislación excluyente para que entren en conflicto con la verdad de las cosas y apremien al sentido común104 que con una indolente satisfacción de sí mismo descansa por lo demás sobre el fenómeno exterior a penetrar en las profundidades del objeto En tanto que el entendimiento puro usurpa una autoridad en el mundo sensible y el empírico se afana en someterlo a las condiciones de la experiencia ambas disposiciones logran alcanzar la mayor madurez posible y agotan la extensión íntegra de su respectiva esfera Si la imaginación por un lado osa disociar por su capricho el orden del mundo por otro apremia a la razón a trepar hasta las fuentes supremas del conocimiento y a invocar la ley de la necesidad como ayuda contra ella Bien es verdad que el ejercicio unilateral de las fuerzas conduce al individuo de manera inevitable hacia el error pero a la especie en cambio la lleva hacia la verdad Por el solo hecho de reunir la energía íntegra de nuestro espíritu en un foco y de concentrar todo nuestro ser en una fuerza única le damos alas por así decir a esa fuerza aislada y la llevamos artificialmente mucho más allá de los límites que la Naturaleza parece haberle impuesto Así como es de cierto el hecho de que todos los 102 Totalität ihres Wesens es el rasgo distintivo de los hombres griegos mientras que el de los hombres modernos consiste en la fragmentación de su ser 103 Aun cuando la concepción filosófica de la Historia desplegada en esta carta remite al tratado kantiano titulado Idea para una historia universal en sentido cosmopolita 1784 lo cierto es que para Kant el curso de la Historia obedece al principio de la teleología natural mientras que Schiller lo piensa como un proceso dialéctico cuya meta consiste en recuperar de manera consciente el principio armónico en un plano superior Y de este modo la escisión del hombre provocada por la cultura conduce a una nueva totalidad 104 El contenido de este concepto se ilumina a partir del siguiente pasaje de las cartas al príncipe de Augustenburg 21111793 En muy contadas ocasiones el entendimiento opera de manera lógica esto es con una conciencia clara de las reglas y principios que lo guían ni que decir tiene que en la inmensa mayoría de los casos opera de manera estética y como una especie de tacto tal como Vuestra Alteza lo advierte ya por el uso del lenguaje que en todos los idiomas introduce para este género de entendimiento la expresión de sentido común Gemeinsinn No como si el sentido pudiese pensar alguna vez en este caso el entendimiento opera con no menos eficacia que en el del pensador metódico sólo que las reglas según las cuales procede no se mantienen en la conciencia además de que en un caso semejante no tenemos la experiencia de la operación del entendimiento sino tan sólo la de su efecto sobre nuestro estado mediante un sentimiento de agrado o de desagrado Cf también Kant Crítica del Juicio 21 Si se puede suponer con fundamento un sentido común y además los 20 22 40 76 individuos humanos tomados en conjunto con la vista que la Naturaleza les concedió jamás llegarían al punto de divisar un satélite de Júpiter que sólo el telescopio descubre para el astrónomo así también está fuera de discusión que el pensamiento humano jamás habría planteado un análisis de lo infinito o una crítica de la razón pura si en individuos con vocación para ello la razón no se hubiese aislado si no se hubiese vuelto de algún modo independiente de toda materia ni hubiese armado su mirada mediante la abstracción más fatigosa de la fuerza necesaria para escudriñar lo incondicionado Pero semejante espíritu reducido por así decir a entendimiento puro e intuición pura será capaz de cambiar las cadenas rigurosas de la Lógica por el curso libre de la Poesía y de captar con un sentido fiel y casto el carácter individual de las cosas También al genio universal la Naturaleza impone aquí una barrera que él no puede traspasar y la verdad continuará haciendo surgir mártires mientras la Filosofía se imponga como tarea esencial la de precaverse contra el error105 Sin importar pues cuánto pueda ganarse para el mundo en su totalidad mediante esta formación por separado de las capacidades humanas no es posible negar que los individuos sometidos a ella padezcan la maldición de esa finalidad universal Los cuerpos atléticos se forman por cierto mediante ejercicios gimnásticos pero la belleza sólo mediante el juego libre y regular de los miembros De igual modo la tensión de fuerzas espirituales aisladas puede engendrar desde luego hombres extraordinarios pero sólo la proporción equilibrada de aquellas puede hacerlos dichosos y perfectos Y en qué relación nos hallaríamos con respecto a las edades pasadas y venideras si la formación de la naturaleza humana exigiese una víctima semejante Habríamos sido los siervos de la humanidad habríamos realizado para ella durante algunos milenios el trabajo de los esclavos y en nuestra naturaleza mutilada habríamos dejado impresas las huellas bochornosas de esa servidumbre para que las generaciones posteriores en una dichosa holganza pudiesen aguardar su salud moral y desarrollar el libre crecimiento de su humanidad Pero es que el hombre puede estar destinado a descuidarse a sí mismo por consideración a un fin cualquiera Podría la Naturaleza para alcanzar sus fines robarnos una perfección que la razón nos prescribe en nombre de los suyos Ha de ser falso pues que la formación de tales o cuales fuerzas exija el sacrificio de la totalidad 105 Es obedeciendo precisamente al propósito de precaverse contra el error o de tomar las disposiciones necesarias contra él Anstalten gegen den Irrtum treffen como se presenta en su tiempo la obra crítica kantiana considerada en su conjunto 77 de las mismas o bien en caso de que la ley de la Naturaleza apriete con insistencia en esa dirección ha de estar en nuestras manos el restaurar en nuestra naturaleza por obra de un arte superior esa totalidad que el arte106 ha destruido 106 La palabra arte designa aquí en oposición a la naturaleza de los griegos la cultura consciente del entendimiento que orientada hacia una especialización unilateral reclama ser superada por el arte superior de la educación estética 78 Carta séptima Acaso habría que esperar del Estado ese efecto Ello no es posible porque el Estado tal como se halla actualmente organizado ha provocado el mal y en cuanto al Estado tal como lo concibe idealmente la razón en lugar de poder fundar esa humanidad mejor él mismo tendría que ser primero fundado sobre ella Es así como el curso de mi indagación me habría traído otra vez al punto del que me apartó durante un tiempo La edad presente lejos de manifestarnos aquella forma de humanidad que ha sido reconocida como condición necesaria de un mejoramiento moral del Estado nos muestra antes bien precisamente lo contrario Si los principios por mí asentados son pues rectos y si la experiencia confirma mi pintura del presente entonces todo intento de una transformación semejante del Estado107 se ha de tener por intempestivo y toda esperanza fundada sobre él se ha de considerar quimérica en tanto no quede superada la división en el interior del hombre y su naturaleza esté lo suficientemente desarrollada para ser ella la artista y garantizar su realidad a la creación política concebida por la razón La Naturaleza nos traza en su creación física la ruta que ha de seguirse en el mundo moral No antes de haber apaciguado la lucha de las fuerzas elementales en las organizaciones inferiores se eleva hacia la noble conformación del hombre físico Así también debe sosegarse primero la contienda de los elementos en el hombre ético el conflicto de los impulsos ciegos y las oposiciones rudas tiene que haber cesado en él antes de que le sea permitido atreverse a favorecer la diversidad Por otro lado la autonomía de su carácter tiene que estar asegurada y la sujeción a formas despóticas y ajenas debe haber hecho lugar a una libertad conveniente antes de que sea lícito someter en él la diversidad a la unidad del ideal Allí donde el hombre natural abusa todavía de su arbitrio de manera anárquica apenas si cabe mostrarle su libertad donde el hombre del artificio usa tan poco todavía de su libertad no cabe quitarle su arbitrio El obsequio de principios liberales se vuelve traición al todo cuando se une a una fuerza todavía efervescente y añade vigor a una naturaleza poderosa ya en demasía la ley de la unanimidad tórnase tiranía para con el individuo si se vincula con una debilidad y una 107 También por ende el intento de la Revolución Francesa 79 limitación física ya generalizada y apaga de ese modo el último destello mortecino de espontaneidad y de individualidad Así pues el carácter de la época ha de comenzar por levantarse desde su profunda degradación substrayéndose por un lado al poder ciego de la Naturaleza y recobrando por otro su sencillez verdad y plenitud he aquí una tarea para más de un siglo Concedo de buen grado que entretanto algunos ensayos puedan tener éxito en lo particular pero ninguna mejoría se logrará con ello en el todo y la contradicción de la conducta será siempre un argumento contra la unidad de las máximas108 En otras partes del mundo se honrará a la humanidad en la persona de un negro y en Europa se la mancillará en la de un pensador Los antiguos principios subsistirán pero llevarán los vestidos del siglo y la filosofía prestará su nombre para una opresión autorizada antaño por la Iglesia Aterrado por la libertad que en sus primeros ensayos se manifiesta siempre como enemiga uno se entregará en los brazos de una cómoda servidumbre mientras que otro llevado a la desesperación por una tutela pedante109 se precipitará en la licencia desenfrenada del estado natural La usurpación apelará a la debilidad de la naturaleza humana la insurrección a su dignidad hasta que por fin se entrometa la gran leona de todas las cosas humanas la fuerza ciega y zanje el pretendido conflicto de los principios como un vulgar pugilato110 108 La contradicción de la conducta el comportamiento práctico estará en contradicción con las máximas unitarias del obrar humano y refutará con ello su reconocimiento y validez universal 109 Tutela pedante una regulación legalista y prolija de la conducta que desciende hasta lo más nimio 110 En las ediciones de Petsch y Witkowski se remite a una noticia de F v Hoven según la cual Schiller durante su estadía en Suabia en 1793 habría dicho que estaba convencido de que la Revolución Francesa cesaría tan rápidamente como se encendió que la constitución republicana llevaría más temprano o más tarde a la anarquía y que la única salvación de la nación sería que apareciese un hombre fuerte viniera de donde viniese que conjurara la tormenta implantase otra vez el orden y sujetase en sus manos con firmeza las riendas del gobierno Cf J Petersen 1908 vol II pág 284 80 Carta octava111 Ha de retirarse pues la Filosofía acobardada y sin esperanza de este territorio Mientras que el imperio de las formas112 se extiende hacia todas las otras direcciones éste el más importante de todos los bienes113 ha de ser abandonado a la ventura amorfa Ha de durar eternamente el conflicto de las fuerzas ciegas en el mundo político y nunca ha de triunfar la ley social sobre el egoísmo hostil Ni por asomo Es cierto que la razón misma no tentará la lucha de manera inmediata contra esa fuerza cerril que resiste a sus armas ni tampoco como el hijo de Saturno en la Ilíada114 descenderá a la arena sombría para batirse en persona Pero de entre medio de los combatientes escogerá para sí al más digno lo investirá como Zeus a su vástago115 con armas divinas y con su fuerza victoriosa provocará la magna victoria La razón ha hecho lo que puede hacer cuando descubre y proclama la ley quien debe cumplirla es la voluntad denodada y el sentimiento vivo116 Si en su pugna con las fuerzas naturales la verdad ha de obtener el triunfo entonces debe comenzar por volverse ella misma una fuerza y crear un impulso que la represente en el reino de los fenómenos117 pues los impulsos son las únicas fuerzas motrices en el mundo sensible Si hasta el presente la razón ha dado tan contadas muestras de su fuerza victoriosa no es porque el entendimiento no haya sabido descorrer su velo sino porque el corazón la desoyó y el impulso no obró en favor de ella De dónde procede pues este predominio tan universal de los prejuicios y este oscurecimiento de las mentes no obstante todas las luces encendidas por la filosofía y la experiencia La época está esclarecida esto es han sido hallados y ofrecidos públicamente los conocimientos suficientes para rectificar cuando menos nuestros principios prácticos El espíritu de la investigación libre ha aventado los conceptos 111 El tema de la carta octava ya aparece tratado en la enviada al de Augustenburg el 1111 1795 112 La configuración de la realidad según leyes racionales estéticas éticas sociales válidas por sí mismas 113 Un elogio de la filosofía sólo comparable con el que le tributa Platón en el Timeo 47 B 114 Zeus hijo de Crono de Saturno según los romanos contempla desde el monte Ida la guerra de griegos y troyanos sin intervenir en ella cf Ilíada VIII 41ss 115 Aquiles 116 Esta idea y lo que sigue de la carta representa un punto de partida crucial para comprender la tarea propia y específica del arte en sentido humano 117 El reino propio de la ley no es el de los fenómenos sino el de las ideas Pero ambos reinos no pueden guardar entre sí una relación de indiferencia Si para Platón la idea es la causa ation que explica la presencia de los entes visibles para Schiller ella es la ley nÒmoj que hace otro tanto con la realidad de las acciones propiamente humanas 81 absurdos que durante largo tiempo impidieron el acceso a la verdad y ha socavado el terreno sobre el cual erigieron su trono el fanatismo y la impostura La razón se ha purificado de los engaños de los sentidos y de una sofística embustera y la filosofía misma que primero nos había hecho apostatar de la Naturaleza nos llama ahora con voces apremiantes para que regresemos a su seno A qué se debe que sigamos siendo siempre bárbaros Ha de haber algo pues ya que no en las cosas en los espíritus de los hombres que les impide acoger la verdad por muy claramente que brille y adoptarla por muy vivamente que persuada Un antiguo sabio lo supo y se está oculto en esta expresión suya henchida de sentido sapere aude118 Ten la osadía de ser sabio Es menester vigor de ánimo para combatir los obstáculos que a la instrucción oponen tanto la indolencia de la naturaleza como la cobardía del corazón119 No carece de importancia el que el antiguo mito haga surgir la diosa de la sabiduría completamente armada de la cabeza de Júpiter pues ya su primera empresa es guerrera Desde el nacimiento ha de sostener una ardua lucha contra los sentidos que no quieren verse arrancados de su blando sosiego La porción más numerosa de los hombres queda demasiado extenuada y rendida por su lucha contra las privaciones como para tener que afrontar otra nueva y más dura contra el error Satisfechos cuando se libran del penoso trabajo de pensar de buen grado abandonan en manos de otros la tutela de sus conceptos y dado que se despierten en ellos necesidades más elevadas adoptan con ávida fe las fórmulas que el Estado y el clero tienen prontas para tales casos Si estos hombres desdichados merecen nuestra compasión nuestro justo desprecio cae sobre aquellos otros a quienes un mejor destino libera del yugo de las miserias pero que se doblegan bajo ellas por propia elección Éstos prefieren la penumbra de conceptos nebulosos donde el sentimiento es más vivo y la fantasía forja a su sabor figuras agradables en lugar de los rayos de la verdad que ahuyentan el placentero embeleco de sus sueños Sobre estos mismos engaños que la luz hostil del conocimiento debe disipar han levantado el edificio íntegro de su felicidad y habrían de comprar tan caro una verdad que comienza por arrebatarles cuanto tienen por 118 Horacio Epístolas I 2 40 Ya en 1784 al explicar Qué es la Ilustración Kant hizo del Sapere aude horaciano el lema de la misma 119 Cf Fichte Ética 1798 16 82 valioso Tendrían que ser ya sabios para amar la sabiduría verdad ésta tocada ya por aquél que dio su nombre a la filosofía120 No basta pues con que las luces todas del entendimiento sean dignas de respeto sólo en la medida en que refluyan sobre el carácter ellas parten también en cierto modo del carácter porque es el corazón quien debe abrir el camino que lleva al intelecto La educación del sentimiento es pues la necesidad más apremiante de nuestro tiempo no sólo porque se vuelve un medio para que sea efectiva en la vida una comprensión mejor de la verdad sino también porque promueve el mejoramiento de la inteligencia misma 120 Pitágoras cf Cicerón Disputas Tusculanas V 3 Sobre la paradoja de que para amar la sabiduría ya antes hay que ser sabio véase el dictum de Jenófanes en Diógenes Laercio Vidas y opiniones de los filósofos ilustres IX 2 20 83 Carta novena No habrá aquí empero un círculo vicioso Debe la cultura teórica hacer surgir la práctica y debe ser ésta a su vez la condición de aquélla Toda mejora en la esfera de lo político debe partir del ennoblecimiento del carácter121 pero cómo puede éste ennoblecerse bajo los influjos de una constitución política bárbara Habría que buscar pues para tal fin un instrumento que el Estado no proporciona y alumbrar para ello manantiales que se conserven límpidos y puros por grande que fuere la corrupción política Heme ahora llegado al punto hacia donde tendían todas mis consideraciones anteriores Aquel instrumento es el arte bello y estos manantiales brotan en sus modelos inmortales El arte como la ciencia está libre de todo lo que es positivo122 de cuantas convenciones introdujeron los hombres y ambos gozan de una inmunidad absoluta ante la arbitrariedad humana El legislador político puede cercar los dominios del arte y de la ciencia reinar en ellos empero no puede Puede proscribir al amante de la verdad123 pero la verdad permanece puede humillar al artista pero no adulterar el arte Nada es más habitual por cierto que ver a ambos el arte y la ciencia reverenciar al espíritu de la época y que el gusto creador reciba del gusto crítico su ley Allí donde los caracteres se vuelven severos y duros se ve la ciencia vigilar con rigor sus fronteras y el arte someterse a las pesadas cadenas de sus reglas cuando el carácter se ablanda y se relaja entonces la ciencia busca agradar y el arte procurar placer Durante siglos enteros los filósofos y los artistas se han esforzado por hacer descender la verdad y la belleza hacia el abismo de la humanidad vulgar ellos se pierden en el empeño pero la verdad y la belleza abriéndose paso gracias a su vitalidad indestructible ascienden victoriosas 121 Por eso la Ética no en sí pero sí en el orden de lo inmediato o para nosotros como enseña Aristóteles precede a la Política 122 Tanto la Religión como el Derecho positivos son instituciones concretas determinadas de manera histórica por lo que su validez es sólo relativa y está condicionada por una serie de factores heterogéneos La Filosofía intenta oponer a esa relatividad una forma de la Religión del Derecho del Estado que por estar fundada sobre principios racionales puros sea válida en sí misma siempre y en todo lugar 123 Ie al filósofo 84 El artista es a buen seguro un hijo de su época124 pero desdichado de él si es al mismo tiempo su discípulo o peor aún su favorito Que una deidad bienhechora arrebate oportunamente al infante del pecho de su madre que lo nutra con la leche de una edad mejor y lo conduzca a la mayoría de edad bajo el lejano cielo de Grecia Cuando se haya hecho un hombre regrese entonces a su siglo como si fuese un extranjero125 pero no para alegrarlo con su aparición sino terrible como el hijo de Agamenón para purificarlo126 Del presente por cierto tomará la materia la forma en cambio de una edad más noble e incluso más allá de toda edad de la unidad absoluta e inmutable de su ser Aquí del puro éter de su naturaleza demoníaca mana la fuente de la belleza127 no mancillada por la corrupción de las razas y las edades que allá en lo hondo se agitan por debajo de ella en turbios remolinos Puede el capricho envilecer su materia así como ha sabido ennoblecerla pero lo casto de la forma permanece ajeno a sus mudanzas El romano del siglo primero había ya doblado la rodilla desde hacía largo tiempo ante su emperador cuando las estatuas permanecían todavía de pie los templos seguían siendo sagrados para los ojos cuando hacía ya largo tiempo que los dioses eran objeto de irrisión y las infamias de un Nerón y un Cómodo se hacían más abominables por el noble estilo del edificio que las encubría La humanidad ha perdido su dignidad que el arte empero ha salvado y conservado en piedras eminentes la verdad continúa viviendo en la ilusión128 y a partir de la copia será restaurada la imagen originaria Así como el arte noble sobrevivió a la noble naturaleza así también la precede en el entusiasmo que da forma y vivifica Ya antes de que la verdad proyecte hacia lo profundo del corazón su luz victoriosa la facultad poética intercepta sus rayos y las cimas de la humanidad comenzarán a brillar cuando la noche húmeda pese todavía en los valles129 124 En la imagen del artista tal como aquí se la dibuja confluye la convicción del propio Schiller y la comprensión que entretanto había hecho suya del mundo poético goetheano Véanse al respecto las cartas a Goethe del 23 de agosto y del 20 de octubre de 1794 y también la del 7 de enero de 1795 125 Idea que Nietzsche repitió en Enajenado al presente Humano demasiado humano 616 126 El hijo de Agamenón Orestes vengó a su padre y purificó la casa paterna manchada por el crimen y el adulterio al asesinar a su madre y al amante de ésta Si el poeta puede alegrar o deleitar mostrar la verdad y la necesidad de esta purificación es la tarea propia del sabio sophós 127 Así también Aristóteles vio en la forma inteligible de la poesía homérica en el màqoj la verdadera razón de ser de su grandeza 128 Täuschung la obra de arte una estatua un cuadro no ofrece la realidad sino la apariencia de la realidad en este sentido el arte descansa sobre la ilusión Tal apariencia es leal porque muy al contrario de querer suplantar la realidad evita de manera expresa toda confusión con ella Pero precisamente por esta razón puede volverse el medio que permite la aparición de lo verdadero y esencial suprarreal la libertad FrG 129 Tanto el pensamiento expresado en este pasaje como el ornato de sus imágenes se hallaba ya en una estrofa de Los artistas que Schiller cita en el final de la cuarta carta al príncipe de Augustenburg y 85 Cómo el artista se preserva empero contra las depravaciones de su tiempo que lo cercan por doquier Despreciando su juicio Mire hacia lo alto hacia su dignidad y hacia la ley130 no hacia abajo hacia la felicidad presente y las necesidades131 Libre por igual tanto de la vana solicitud que gustosa querría dejar su impronta en el momento fugitivo como de la exaltación impaciente que aplica al parto mezquino del tiempo el rasero de lo incondicionado abandone en manos del entendimiento que se encuentra en ella como en su hogar la esfera de lo real que él mismo empero aspire a engendrar el ideal a partir de la unión de lo posible con lo necesario132 Estampe el ideal en la ilusión y en la verdad estámpelo en los juegos de su fantasía y en la gravedad de sus actos imprímalo por fin en todas las formas sensibles y espirituales y proyéctelo en silencio hacia el tiempo infinito Pero no a todo aquel en cuya alma arde este ideal le fue otorgada la calma creadora y el espíritu de una larga paciencia necesarios para acuñarlo en la piedra muda o vertirlo en la palabra sobria y confiarlo a las manos fieles del tiempo Impetuoso en demasía para moverse en ese medio apacible el divino espíritu creador se lanza a menudo sin intermediario sobre el presente y sobre la vida activa y emprende la tarea de transformar la materia informe del mundo moral De manera apremiante la calamidad de su especie toca al hombre sensible y mucho más todavía su envilecimiento el entusiasmo se inflama y el anhelo ardiente en las almas vigorosas ansía con impaciencia la acción Pero preguntóse también si estos desórdenes que él advierte en el mundo moral ofenden su razón o es que ellos mortifican antes bien su amor propio Si no lo sabe aún lo reconocerá en el celo con que se empeña en obtener resultados precisos y rápidos El impulso moral puro apunta hacia lo absoluto para él no hay tiempo y el futuro se le vuelve presente133 desde el momento en que debe desplegarse necesariamente desde este último Para una razón que carece de límites que más tarde suprimió del poema Cómo las nubes de esplendor se visten y del monte iluminada por el sol la cumbre arde antes de que ella de los luminosos rayos soberana brillando al firmamento ascienda con ligero atavío la Hora de la belleza danza anticipándose al áureo día del conocimiento y la menor de entre el coro estelar el derrotero abre de la luz 130 El mandamiento incondicionado de la ley eterna y necesaria de la razón ley tanto de lo bueno como de lo verdadero 131 El artista ha de hacer suya pues la enseñanza de Kant según la cual el hombre ha de buscar no la felicidad sino sólo el ser digno de ella 132 Los límites de lo posible residen en lo condicionado de la naturaleza humana y de la materia terrena lo necesario es la exigencia de la perfección ideal Unirlos en la figura de la obra de arte con libertad es la tarea del artista 133 Gracias a su celo eficaz y laborioso 86 avanzar en una dirección determinada es alcanzar ya la plenitud del fin y el camino ha sido recorrido tan pronto como se ingresa en él Encamina pues le responderé al joven amigo de la verdad y de la belleza que quiera saber de mí cómo satisfacer el noble anhelo que alienta en su pecho a pesar de la resistencia de su siglo encamina el mundo donde actúas en dirección al bien que el silencioso ritmo del tiempo traerá el desenvolvimiento Lo habrás empujado en esa dirección cuando al enseñar eleves sus pensamientos hacia lo necesario y eterno cuando al obrar o al crear conviertas lo necesario y eterno en objeto de sus anhelos Caerá la fábrica del error y del capricho tiene que caer ha caído ya tan pronto como tienes la certeza de que se inclina pero ha de inclinarse en el hombre interior y no meramente en lo exterior En el silencio pudoroso de tu espíritu cría la verdad triunfante ponla fuera de ti en la belleza para que no sólo el pensamiento se le rinda sino que también los sentidos acojan amorosamente su manifestación Y para que no te suceda recibir de la realidad el modelo que tú debes proporcionarle no te arriesgues a frecuentar su dudosa compañía hasta no estar seguro de tener una escolta de figuras ideales en tu corazón Vive con tu siglo pero no seas su hechura ofrece a tus contemporáneos lo que precisan no lo que aplauden Sin haber tenido parte en sus culpas comparte con noble resignación sus castigos y doblégate libremente bajo el yugo que les es malo sufrir y del que no les es menos malo estar privados Por obra del ánimo inquebrantable con que desprecias su felicidad les probarás que no es por cobardía que te sometes a sus padecimientos Represéntatelos tales como debieran ser si has de obrar sobre ellos tales como son empero si estás tentado de actuar por ellos Busca su aprobación apelando a su dignidad pero mide la felicidad de que gozan por su insignificancia y así ora tu propia nobleza espabilará la de ellos ora su indignidad no aniquilará tu propósito La gravedad de tus principios los ahuyentará de ti pero en la forma del juego aún podrán soportarla su gusto es más casto que su corazón y es aquí donde has de atrapar al medroso fugitivo En vano derribarás sus máximas en vano condenarás sus actos pero bien puedes intentar poner en sus ocios tu mano creadora Echa fuera de sus diversiones el capricho la frivolidad la rudeza y así los desterrarás insensiblemente también de sus acciones y por último de sus sentimientos Donde quiera los encuentres rodéalos de formas nobles grandes colmadas de espíritu cércalos con los símbolos de lo eminente hasta que la apariencia triunfe sobre la realidad y el arte sobre la naturaleza 87 Carta décima Convenís pues conmigo y estáis persuadido de ello por el contenido de las cartas precedentes en que el hombre puede alejarse de su destinación por dos caminos contrarios en que nuestra época marcha extraviada realmente por ambos y se ha vuelto presa por un lado de la barbarie y por otro del enervamiento y la depravación De ese doble extravío debe regresarse por medio de la belleza Cómo puede la cultura estética empero remediar ambos defectos a un mismo tiempo siendo opuestos y reunir en sí dos propiedades contradictorias Puede aherrojar la naturaleza en el salvaje y en el bárbaro liberarla Puede atar y desatar a la vez Y si no logra en verdad ambas cosas cómo puede esperarse de ella razonablemente un efecto tan considerable como el del cultivo de la humanidad Hasta la saciedad por cierto hemos debido escuchar que el desarrollo del sentido de la belleza afina las costumbres por lo que parece innecesario ofrecer una nueva prueba al respecto Uno se apoya en la experiencia cotidiana que casi sin excepción muestra cómo un gusto cultivado se da la mano con un entendimiento claro un sentimiento vivo una actitud liberal y hasta un comportamiento digno mientras que por lo común el gusto inculto suele estar acompañado por los defectos contrarios Se suele invocar con no poca confianza el ejemplo de la más civilizada de todas las naciones de la Antigüedad donde el sentido de la belleza alcanzó de una vez su máximo desarrollo y el ejemplo contrario de aquellos pueblos ya salvajes ya bárbaros que pagaron su insensibilidad para lo bello con lo áspero o sombrío de su carácter Sin desmedro de lo cual ocurre a veces que algunos espíritus reflexivos o bien niegan el hecho o bien ponen en tela de juicio la legitimidad de las conclusiones que de allí se infieren No piensan que sea algo tan terrible aquella condición salvaje con que se suele afear a los pueblos incultos ni tan ventajoso este refinamiento que se alaba en los civilizados Ya en la Antigüedad hubo hombres que estuvieron lejos de considerar la cultura estética como un beneficio y que por tal razón estaban muy dispuestos a prohibir que entrasen en su república las artes de la imaginación134 No hablo aquí de aquellos que desdeñan a las Gracias simplemente por no haber obtenido nunca sus favores Ellos para quienes el único criterio del valor es la fatiga de 134 Uno de ellos fue Platón cf República sobre todo los libros III y X 88 la adquisición y el beneficio tangible cómo podrían ser capaces de apreciar la labor silenciosa que realiza el gusto en lo exterior y en lo interior del hombre y cómo no habrían de perder de vista al considerar los inconvenientes fortuitos de una cultura estética los beneficios esenciales que ella brinda El hombre ayuno de forma desprecia toda gracia de la palabra como una seducción corruptora rechaza toda distinción en las maneras como una simulación toda delicadeza y generosidad en la conducta como extravagancia y afectación Al favorito de las Gracias no puede perdonarle que si es un hombre de mundo sepa animar todas las tertulias si un hombre de negocios orientar todas las cabezas según sus propósitos si un escritor imprimir acaso en su siglo íntegro la huella de su genio mientras que él víctima de su diligencia no consigue con todo su saber atraer la atención de nadie ni mover de su sitio piedra alguna Puesto que nunca será capaz de aprender de aquél el secreto genial de ser agradable no le queda más remedio que plañir sobre la aberración de la naturaleza humana que rinde tributo más a la apariencia que a lo esencial Pero hay voces dignas de respeto que se declaran enemigas de los efectos de la belleza y que con argumentos temibles tomados de la experiencia están armadas contra ella135 No cabe negar dicen que los encantos de lo bello pueden servir en buenas manos a fines loables pero no repugna a su ser el producir precisamente lo contrario si caen en manos perversas ni el emplear toda su fuerza hechicera a favor del error y la injusticia Precisamente por ello porque el gusto atiende sólo a la forma y nunca al contenido acaba por inclinar peligrosamente el alma a descuidar la realidad en general y a sacrificar la verdad y la moral en aras de un atavío atractivo Se borra toda diferencia objetiva entre las cosas y sólo la apariencia determina su valor Cuántos hombres de talento prosiguen no han sido apartados de una actividad seria y sostenida por el poder seductor de lo bello o éste no los ha inducido cuando menos a tratarla de una manera superficial Cómo ha venido a esquinarse más de un espíritu endeble con el orden civil sólo porque la fantasía de los poetas gustaba de fingir un mundo en donde las cosas ocurren de un modo completamente diferente en donde ninguna regla de conveniencia sujeta las opiniones ni arte alguno constriñe la naturaleza Qué peligrosa dialéctica no han aprendido las pasiones desde que brillan con los colores más luminosos en los cuadros de los poetas y desde que resultan de ordinario vencedoras en el combate con las leyes y con los deberes Qué ha ganado pues la sociedad por el 135 Schiller piensa aquí seguramente en Rousseau y en particular en su Discurso sobre las ciencias y las artes 1752 89 hecho de que ahora la belleza dicte leyes al comercio humano regido hasta entonces por la verdad y de que la impresión exterior decida sobre el respeto que debería estar sujeto sólo al mérito Es cierto que uno ahora ve brillar todas las virtudes que se traducen exteriormente por efectos agradables y que otorgan un valor en la sociedad pero como contrapartida imperan también todos los excesos y están en boga todos los vicios que admiten un bello disfraz Ha de dar que pensar en efecto el hecho de que en casi en todas las épocas de la Historia donde florecen las artes y reina el buen gusto uno encuentre la humanidad postrada y de que tampoco pueda invocarse el ejemplo de un solo pueblo donde un grado elevado y una gran universalidad de la cultura estética se hubiese dado la mano con la libertad política y las virtudes civiles las maneras elegantes con las buenas costumbres la cortesía del trato con la verdad del mismo Mientras Atenas y Esparta se mantuvieron independientes y el respeto a las leyes fue la peana y el cimiento de su constitución el gusto era todavía inmaduro el arte hallábase en su infancia todavía y aún faltaba mucho para que la belleza se enseñoreara de los espíritus Cierto es que la poesía había alzado ya un vuelo sublime pero sólo con el aletear del genio que como sabemos raya con lo salvaje y es una luz que de buen grado brilla en las tinieblas y así más depone en contra que a favor del gusto general de su época Cuando bajo Pericles y Alejandro llegó la edad de oro de las artes y el imperio del buen gusto se difundió por doquier uno ya deja de hallar en Grecia vigor y libertad la elocuencia falsificaba la verdad provocaba escándalo la sabiduría en boca de un Sócrates y la virtud en la vida de un Foción136 Los romanos como sabemos hubieron de agotar primero su fuerza en las guerras civiles y afeminados por el lujo oriental doblegarse bajo el yugo de un dinasta afortunado antes de que se vea el arte griego triunfar sobre la rigidez de su carácter Y así también entre los árabes la aurora de la cultura no brilló para ellos antes de que su espíritu guerrero se hubiese enervado bajo el cetro de los abasíes137 En la moderna Italia las bellas artes no aparecieron sino una vez que quedó disuelta la poderosa Liga de los lombardos138 cuando Florencia se sometió a los Médicis y en todos aquellos Estados valerosos el espíritu de independencia cedió su puesto a una sumisión deshonrosa Resulta ocioso por poco recordar además el ejemplo de las naciones modernas cuyo refinamiento creció en la 136 Ilustre general y político ateniense 402318 aC cuya vida narra Plutarco en sus Vidas paralelas 137 Dinastía árabe fundada por un tío de Mahoma AbúlAbbás quien destronó al califa omeya de Damasco y estableció la corte en Bagdad donde los abasíes reinaron por espacio de más de cinco siglos 7501280 138 Entre los siglos XIV y XV 90 misma proporción en que desaparecía su independencia Sea cual fuere el escenario del mundo del pasado hacia donde dirijamos nuestra mirada hallaremos que el gusto artístico y la libertad se rehuyen y que la belleza sólo afianza su imperio sobre las ruinas de las virtudes heroicas Y sin embargo es precisamente esta energía del carácter al precio de la cual se compra por lo general la cultura estética el resorte más eficaz de cuanto de grande y excelente hay en el hombre energía cuya ausencia ningún otro mérito por considerable que sea logra sustituir De modo que si uno se atiene únicamente a cuanto las experiencias han venido enseñando hasta el presente sobre la influencia de la belleza no cabe que uno tenga mucho ánimo en efecto para fomentar sentimientos que son tan dañinos para la verdadera cultura humana y así uno preferirá a riesgo de caer en la grosería y en la rudeza privarse de la fuerza relajante del arte139 antes que verse entregado por grandes que sean las ventajas del refinamiento a sus efectos enervantes Pero acaso no sea la experiencia el tribunal ante el cual se decide una cuestión como ésta Y antes de que uno conceda peso a su testimonio tendría que haber quedado lejos toda duda acerca de si es una y la misma esta belleza de la que hablamos y ésa contra la que atestiguan aquellos ejemplos Pero esto parece presuponer un concepto de belleza cuya fuente fuese distinta de la experiencia porque él permitirá discernir si lo que se llama bello en la experiencia merece verdaderamente tal nombre Ese concepto racional de la belleza si es que fuese posible descubrirlo debería pues dado que no puede obtenerse de ningún hecho real porque es él por el contrario el que primero conduce y legitima nuestro juicio sobre cada hecho real ser buscado por el camino de la abstracción y poder ser inferido ya a partir de la posibilidad de la naturaleza racional y sensible con una palabra debería poder mostrarse que la belleza es una condición necesaria de la humanidad En este punto pues debemos elevarnos hasta el concepto puro de humanidad y dado que la experiencia sólo nos muestra estados particulares de hombres individuales pero nunca la humanidad debemos descubrir a partir de estos modos suyos de manifestación individuales y mudables lo absoluto y permanente y haciendo a un lado todo límite contingente procurar captar las condiciones necesarias de su existencia Bien es verdad que este camino trascendental nos alejará por algún tiempo del círculo familiar de los fenómenos y de la 139 Según la teoría schilleriana de la belleza ésta se manifiesta de dos modos fundamentales en cuya distinción se ocupan las cartas decimasexta y decimaséptima Aquí aparece mencionado por primera vez uno de ellos su capacidad para relajar aflojar o laxar las tensiones del espíritu 91 presencia viva de las cosas para demorarnos en el campo árido de los conceptos abstractos pero nos empeñamos en hallar una base firme del conocimiento que nada logrará conmover y quien no se atreva a dejar atrás la realidad ése nunca conquistará la verdad 92 Carta undécima140 Cuando la abstracción se remonta tan alto como puede alcanza dos conceptos últimos ante los cuales debe hacer alto y reconocer sus límites Ella distingue en el hombre algo que permanece y algo que se transforma sin cesar Llama a lo permanente su persona y a lo mudable su estado Persona y estado el yo mismo y sus determinaciones que en el ser necesario141 pensamos como uno y lo mismo son eternamente dos en el ser finito Pese a la persistencia de la persona muda el estado pese a la mudanza del estado persiste la persona Vamos del reposo a la actividad de la pasión a la indiferencia de la coincidencia a la contradicción pero somos siempre nosotros y lo que de manera inmediata se sigue de nosotros permanece Sólo en el sujeto absoluto se mantienen junto con la personalidad todas sus determinaciones también porque éstas nacen de aquélla Todo lo que la divinidad es lo es porque es ella es en consecuencia todo por toda la eternidad porque es eterna Puesto que en el hombre como ser finito persona y estado son diferentes ni el estado puede fundarse en la persona ni la persona en el estado Si ocurriese esto último 140 Desde esta carta undécima y hasta la décima sexta Schiller abandona el curso de ideas que ha mantenido desde el comienzo que ha sido en lo esencial el de las cartas al de Augustenburg en lo que sigue se propone alcanzar por la vía deductiva un concepto racional puro de la belleza como supuesto para su argumentación posterior mientras que antes en las cartas aquéllas había querido llegar al concepto desde la experiencia Este concepto racional puro sólo le parece afianzado cuando lo bello al volverse el fundamento que permite al hombre afrontar su tarea específica la unificación de su naturaleza sensible y racional representa por ello mismo una condición de su humanidad auténtica Precisamente esto es lo que Schiller intenta probar en las cartas que siguen El método crítico trascendental que se le ofrece para ello lo obliga a realizar una serie de consideraciones abstractas acerca de las cuales en unas líneas que escribe a Körner el 5 de enero de 1795 para acompañar el envío de las primeras dieciséis cartas observa A partir de lo que leerás ahora puedes abarcar con la mirada mi plan íntegro y juzgarlo No niego que estoy muy satisfecho pues nunca hasta ahora mi cabeza produjo una unidad semejante la que mantiene unido este sistema y debo confesar que tengo mis razones por invencibles A causa de lo abstracto de la exposición que tiene por cierto mucha carne y hueso todavía tratándose de un tema semejante tendrás que ser indulgente conmigo pues creo haberme mantenido en el límite y a buen seguro que no habría podido ceder ni siquiera un poco en el rigor del estilo sin debilitar lo concluyente de las pruebas Y un par de semanas más tarde el 19 de enero de 1795 vuelve a escribir a Körner en estos términos Cuánta claridad posee el tratado en su forma actual incluso para lectores no kantianos esto es algo acerca de lo cual hice ayer por la tarde una experiencia muy interesante Se lo leí a Goethe y a Meyer que están aquí desde hace ocho días y ambos quedaron arrebatados por él ya desde el comienzo y ello de un modo tal que apenas si podría lograrlo una pieza oratoria Tú conoces al frío Meyer que siempre parece estar muy metido sólo en lo suyo en este caso empero siguió el hilo de la especulación con una atención una constancia y un interés que me sorprendieron por entero FrG 141 Al hablar de ser necesario y también como lo hace más abajo de divinidad Schiller evita la palabra Dios y con ello toda asociación con el mensaje de la Revelación Neotestamentaria principio de una religión positiva en la que la razón a los ojos del propio Schiller ya no puede satisfacerse porque la razón misma según su determinación epocal sólo comprende lo que produce por sí misma según su propio plan Kant Crítica de la razón pura Pref a la 2ª edición 93 la persona tendría que mudar y variar si lo primero el estado tendría que permanecer y durar en todo caso pues o la personalidad o la finitud tendría que dejar de ser142 No por el hecho de pensar de querer de sentir somos143 no por el hecho de ser pensamos queremos sentimos Somos porque somos sentimos pensamos y queremos porque fuera de nosotros hay además algo diferente La persona ha de ser pues su propio fundamento pues lo permanente no puede proceder de la mudanza y así tendríamos en primer lugar la idea del ser absoluto fundado en sí mismo esto es la libertad El estado ha de tener un fundamento puesto que no es por la persona ni es por ende absoluto ha de suceder y así tendríamos en segundo lugar la condición de todo ser o devenir dependiente el tiempo El tiempo es la condición de todo devenir es esta una proposición idéntica pues no dice sino que la sucesión es la condición de que algo suceda La persona que se revela en el YO eternamente constante y sólo en él no puede devenir no puede comenzar en el tiempo porque es el tiempo por el contrario el que ha de comenzar en ella porque la mudanza ha de tener por fundamento algo constante Algo ha de mudarse si debe haber mudanza y ese algo no puede ser a su vez mudanza Cuando decimos que la flor florece y se marchita consideramos la flor como lo permanente en esa transformación y le asignamos en cierto modo una persona donde se manifiestan aquellos dos estados Que el hombre ha de comenzar por volverse tal no es objeción alguna pues el hombre no es meramente persona sin más sino persona que se halla en un estado determinado Pero todo estado toda existencia determinada surge en el tiempo y es así como el hombre en cuanto fenómeno ha de comenzar aun cuando la inteligencia pura en él sea eterna Sin el tiempo esto es sin llegar a ser jamás sería un ser determinado su personalidad existiría como disposición por cierto pero no en acto Sólo por la sucesión de sus representaciones el yo permanente se capta a sí mismo como fenómeno 142 Kant Crítica de la razón práctica I libro I Sección 3ª Personalidad esto es la libertad e independencia respecto del mecanismo de la naturaleza toda En relación con el concepto de persona cf Sobre la gracia y la dignidad El hombre es al mismo tiempo una persona esto es un ser que es él mismo causa causa última y absoluta de sus estados y que puede mudarse según razones que toma de sí mismo 143 Aquí como en el curso posterior de la exposición al de Goethe y de Kant se suma el influjo de Fichte que a la sazón enseñaba en Jena y había trabado amistad con Schiller Éste no dejó de leer las Lecciones sobre el destino del docto 1794 y los Fundamentos de la doctrina toda de la ciencia 1794 obra esta última donde se lee lo siguiente Yo soy absolutamente esto es soy absolutamente porque soy Todo predicado posible del Yo designa una limitación del mismo El sujeto Yo es lo activo o existente de manera absoluta Mediante el predicado por ejemplo yo represento yo pretendo etc esa actividad queda encerrada en una esfera limitada 94 La materia de la actividad pues o la realidad que la inteligencia suprema144 crea desde sí misma el hombre ha de comenzar por recibirla y la recibe en efecto por la vía de la percepción como algo situado fuera de él en el espacio y como algo que cambia dentro de él en el tiempo Esa materia mudable en él es acompañada por su yo siempre inalterable y el precepto que le ha sido dado por su naturaleza racional consiste en permanecer él mismo de manera constante en toda mudanza en transformar todas las percepciones en experiencia esto es en la unidad del conocimiento y en hacer de cada uno de los modos de su manifestación en el tiempo una ley para todos los tiempos Sólo en tanto se transforma el hombre existe sólo en tanto permanece inalterable es él quien existe Representado en su perfección el hombre sería según ello la unidad persistente que en el flujo de las mudanzas permanece eternamente idéntica a sí misma Si bien un ser infinito una divinidad no puede devenir se ha de llamar divina no obstante una tendencia cuya tarea infinita consiste en realizar el carácter más específico de la divinidad manifestación absoluta de lo virtual realidad de todo lo posible y unidad absoluta de la apariencia necesidad de todo lo real El hombre lleva consigo en su personalidad de manera incontestable el germen para la divinidad el camino hacia ella si es que puede llamarse camino lo que jamás lleva a la meta se le abre en los sentidos Su personalidad considerada en sí misma y con independencia de toda materia sensible es sólo la disposición para una exteriorización infinita posible y mientras no intuya ni sienta no pasa de ser más que forma y facultad vacía Su sensibilidad considerada en sí misma y separada de toda actividad espontánea del espíritu nada puede salvo hacer de él que sin ella es mera forma una materia pero en modo alguno puede unir la materia con él Mientras el hombre sólo sienta sólo desee y actúe movido por el mero apetito no es todavía más que mundo si por este nombre entendemos simplemente el contenido informe del tiempo Es sólo su sensibilidad a buen seguro la que hace de su facultad una fuerza activa pero es sólo su personalidad la que transforma su obrar en suyo Así pues para no ser meramente mundo ha de dar forma a la materia para no ser meramente forma tiene que otorgarle realidad a la disposición que lleva consigo Realiza la forma cuando crea el tiempo y opone a lo persistente la mudanza a la unidad eterna de su yo la diversidad del mundo informa la materia en cambio 144 Repárese una vez más en el carácter de la expresión deliberadamente abstracta para referirse a Dios 95 cuando cancela otra vez el tiempo cuando afirma la permanencia en el cambio y somete la diversidad del mundo a la unidad de su yo Pues bien de aquí se desprenden para el hombre dos exigencias opuestas las dos leyes fundamentales de la naturaleza racional y sensible La primera exige realidad absoluta el hombre debe transformar en mundo cuanto es mera forma y hacer que se manifiesten todas sus capacidades la segunda exige formalidad absoluta debe anular dentro de sí cuanto es mero mundo e introducir acuerdo en todas sus mudanzas con otras palabras debe exteriorizar todo lo interno y dar forma a todo lo externo Ambas tareas pensadas en su cumplimiento supremo llevan de vuelta al concepto de la divinidad el punto desde donde partí 96 Carta duodécima Para satisfacer este doble cometido el de volver real lo necesario en nosotros y el de someter lo real fuera de nosotros a la ley de la necesidad nos vemos compelidos por dos fuerzas opuestas que puesto que nos empujan a realizar su objeto pueden con toda propiedad llamarse impulsos145 El primero de estos impulsos al que quiero denominar sensible parte de la existencia física del hombre o de su naturaleza sensible y su cometido consiste en ponerlo dentro de los límites del tiempo y volverlo materia no en darle materia146 porque para ello hace falta ya una actividad libre de la persona que acoge la materia y la distingue respecto de sí esto es de lo permanente Pero materia no significa aquí más que mudanza o realidad que llena el tiempo el impulso sensible exige por ende que haya mudanza que el tiempo tenga un contenido Este estado del tiempo meramente lleno llámase sensación y es sólo a través de él que la existencia física se vuelve real Como todo lo que está en el tiempo es sucesivo ocurre que por el hecho de que algo es todo lo demás queda excluido Cuando uno hace resonar un tono en un instrumento sólo él entre todos los tonos que podría emitir es real cuando el hombre tiene la sensación de una realidad presente toda la infinita posibilidad de sus determinaciones se reduce a este único modo de existencia De suerte que donde este impulso actúa de manera excluyente ahí se presenta por fuerza la máxima limitación en este estado el hombre no es más que la unidad de una magnitud un momento 145 El texto publicado en Las Horas incluía aquí la siguiente nota eliminada luego en la segunda edición No tengo ningún reparo en emplear esta expresión impulso Trieb de manera común aplicándola por igual a quien tiende ora a seguir una ley ora a satisfacer una urgencia aun cuando por lo general se la suele restringir a este último caso Pues así como las ideas de la razón se vuelven imperativos o deberes no bien se las traslada dentro de los límites del tiempo así también de esos deberes resultan impulsos no bien se los remite a algo determinado y real La veracidad por ejemplo como algo absoluto y necesario que la razón prescribe a toda inteligencia es real en el ser supremo porque es posible pues esto se contiene en el concepto de un ser necesario Precisamente esa idea puesta dentro de los límites de la Humanidad continúa siendo siempre necesaria por cierto pero sólo en sentido moral y debe cobrar luego realidad porque en un ser contingente la sola posibilidad no implica la realidad Pues bien si la experiencia ofrece un caso con el que puede vincularse este imperativo de la veracidad entonces despierta un impulso esto es una tendencia a poner en práctica aquella ley y a volver real la concordancia consigo mismo prescripta por la razón Este impulso surge de manera necesaria y no carece de él ni siquiera quien lo contradice en su obrar Sin él no habría voluntad alguna ni moralmente mala ni en consecuencia moralmente buena 146 Volverlo materia esto es una parte constitutiva del mundo físico dominado sólo por leyes naturales darle materia para una elaboración libre y autónoma 97 temporal lleno o mejor dicho él no es pues su personalidad queda abolida mientras lo domina la sensación y el fluir del tiempo lo arrebata consigo147 El ámbito de este impulso se extiende tanto como la finitud del hombre y puesto que toda forma sólo aparece en una materia todo absoluto sólo por medio de barreras el impulso sensible es ciertamente aquél con el que se afianza en definitiva el fenómeno íntegro de la humanidad Pero aun cuando despierte y desenvuelva por sí solo las capacidades de la humanidad también es verdad que por sí solo vuelve imposible su perfección148 Con lazos indestructibles encadena el espíritu anhelante de altura al mundo sensible y llama a la abstracción para hacerlo retornar de su peregrinación libérrima por el infinito hacia los límites del presente Bien es verdad que al pensamiento se le permite huir de él por momentos y que una voluntad firme se opone de manera victoriosa a sus exigencias pero pronto la naturaleza oprimida recobra sus derechos para reclamar imperiosamente la realidad de la existencia un contenido para nuestros conocimientos y una meta para nuestro obrar El segundo de aquellos impulsos que puede recibir el nombre de formal parte de la existencia absoluta del hombre o de su naturaleza racional y aspira a ponerlo en libertad a introducir armonía en lo diverso de sus manifestaciones y a afirmar su persona por entre todas las mudanzas de su estado Puesto que esta última como unidad absoluta e indivisible nunca puede hallarse en contradicción consigo misma puesto que nosotros somos nosotros mismos por toda la eternidad entonces aquél impulso que reclama de manera imperiosa la afirmación de la personalidad jamás puede exigir algo diferente de lo que está obligado a exigir por toda la eternidad decide pues para siempre tal como decide ahora y ordena para el presente lo que ordena para siempre Abarca por tanto la sucesión íntegra del tiempo y esto es tanto como suspender el 147 El lenguaje tiene para este estado de enajenación bajo el imperio de la sensación una expresión muy certera estar fuera de sí esto es fuera del propio yo Por más que tal expresión sólo se emplee cuando la sensación se vuelve muy intensa y ese estado más perceptible por su mayor duración lo cierto es que cada cual en tanto que sólo siente está fuera de sí El retornar desde este estado hacia el equilibrio y la sensatez se denomina con no menor acierto volver en sí esto es retornar al propio yo reconstituir la persona De uno que yace desmayado no se dice que está fuera de sí sino que perdió el sentido o que está inconsciente esto es que está privado de su yo De modo que de quien se recupera tras un desmayo se dice que está otra vez consciente lo cual bien puede conciliarse con el hecho de estar fuera de sí 148 Vollendung Sin el impulso sensible sinnlicher Trieb no hay conocimiento sino sólo pensamiento Kant Pero quien sólo piensa y no alcanza el nivel del conocimiento no es un hombre íntegro todavía ganz Mensch porque carece de una parte constitutiva la sensibilidad 98 tiempo cancelar la mudanza quiere que lo real sea necesario y eterno y que lo eterno y necesario sea real reclama imperiosamente con otras palabras verdad y derecho149 Si el impulso sensible sólo produce casos el segundo proporciona leyes leyes para cada juicio cuando se trata de conocimientos leyes para cada voluntad cuando se trata de actos Ya sea que conozcamos un objeto que atribuyamos validez objetiva a un estado de nuestro sujeto o bien que obremos en virtud de conocimientos que convirtamos un principio objetivo en el principio determinante de nuestro estado en ambos casos arrebatamos ese estado a la jurisdicción del tiempo y le concedemos una realidad válida para todo hombre y para todo tiempo esto es universalidad y necesidad El sentimiento puede decir solamente esto es verdadero para este sujeto y en este momento y puede llegar otro momento otro sujeto que revoque la afirmación del sentimiento actual Pero una vez que el pensamiento dice esto es entonces decide por toda la eternidad y la validez de su sentencia está garantizada por la personalidad misma que hace frente a todo cambio La inclinación puede decir solamente esto es bueno para tu individuo y para tu necesidad actual pero la mudanza arrastrará consigo tu individuo y tu necesidad actual y llegará el día en que convierta lo que ahora deseas con ardor en objeto de tu repugnancia Pero cuando el sentimiento moral dice esto debe ser entonces decide por toda la eternidad cuando tu confiesas la verdad porque es la verdad y practicas la justicia porque es la justicia entonces has convertido un caso individual en ley para todos los casos has tratado un instante de tu vida como si fuera la eternidad Así pues allí donde rige el impulso formal y el objeto puro150 actúa en nosotros se da el máximo acrecentamiento del ser desaparecen todas las limitaciones y el hombre se eleva desde aquella unidad cuantitativa a que el sentido mezquino lo había limitado a una unidad ideal que abarca el reino entero de los fenómenos Al realizar esta operación ya no nos encontramos en el tiempo sino que el tiempo está en nosotros con su entera sucesión infinita No somos ya individuos sino especie el juicio de todos los espíritus ha sido expresado por el nuestro nuestro acto encarna la elección de todos los corazones 149 Esto es lo verdadero y lo bueno el impulso formal se refiere pues de igual modo tanto al pensar cuya norma es la verdad como al obrar que halla la suya en el bien 150 El objeto puro es la inteligencia pura reine Intelligenz que como exigencia incondicionada y suprema vive en nosotros y constituye nuestro ser demónico como se expresa Schiller en ocasiones y que como lo absolutamente objetivo de la idea se contrapone a todo lo condicionado relativo y contingente de la realidad empírica 99 Carta decimotercera A primera vista nada parece oponerse tanto entre sí como las tendencias de ambos impulsos puesto que uno exige mudanza y el otro inmutabilidad Y sin embargo en esos dos impulsos se cifra el concepto de la humanidad y un tercer impulso fundamental que pudiese mediar entre ambos es un concepto absolutamente impensable Cómo restableceremos pues la unidad de la naturaleza humana que parece completamente abolida por esta oposición originaria y radical Bien es verdad que sus tendencias se oponen pero repárese bien no en los mismos objetos y dos cosas que no se tocan mal pueden chocarse una contra otra El impulso sensible reclama mudanza por cierto pero no que ella se extienda sobre la persona y su ámbito ni que esa mudanza sea un cambio de principios El impulso formal reclama unidad y permanencia pero no pretende que con la persona quede fijo también el estado ni que en la sensación haya identidad No son pues contrarios por naturaleza y cuando ello no obstante así se muestran e que se han vuelto tales por haber transgredido libremente la naturaleza al no comprenderse a sí mismos y al confundir sus respectivas esferas151 Velar sobre ellas y asegurar sus límites a cada uno 151 Tan pronto como uno afirma un antagonismo originario y por ende necesario de ambos impulsos bien se comprende que no hay otro medio para mantener la unidad en el hombre que subordinar de manera incondicional el impulso sensible al racional De allí puede surgir empero una mera uniformidad pero no una armonía y el hombre permanece por siempre escindido Ha de haber desde luego una subordinación pero será recíproca pues aun cuando las limitaciones no pueden en ningún caso fundar lo absoluto ni la libertad depender del tiempo también es cierto que lo absoluto por sí mismo no puede en ningún caso fundar las limitaciones que el estado en el tiempo no puede depender de la libertad Ambos principios están pues mutuamente subordinados y coordinados a la vez es decir se hallan en relación de reciprocidad Wechselwirkung en la defensa de esta acción recíproca por la que el intelecto no sojuzga la sensibilidad en un racionalismo obtuso ni la sensibilidad al intelecto en un empirismo estrecho consiste la finalidad de la educación estética sin forma no hay materia sin materia no hay forma Este concepto de la acción recíproca y toda su importancia han sido dilucidados de un modo admirable por Fichte en su Fundamento de la doctrina toda de la ciencia Leipzig 1794 Qué ocurre con la persona en el reino de las ideas es algo que claro está no sabemos pero que no puede manifestarse en el reino del tiempo sin recibir materia lo sabemos de cierto en este reino pues la materia tendrá algo que subordinar no sólo bajo la forma sino también junto con la forma e independientemente de ella Así como es de necesario pues que en el ámbito de la razón el sentimiento no tome decisión alguna así también lo es que la razón no pretenda determinar nada en el ámbito del sentimiento Ya por el hecho de atribuir a estas dos facultades dominios distintos se excluye a cada uno de ellos del territorio asignado al otro y se le impone a cada cual un límite que no puede transgredirse sino para detrimento de ambos En una filosofía trascendental donde todo estriba en liberar la forma respecto del contenido y mantener la necesidad pura y libre de toda contingencia uno se acostumbra muy fácilmente a pensar lo material como un mero obstáculo y a representarse la sensibilidad puesto que entorpece precisamente aquella labor de purificación de la forma como en una contradicción necesaria con la razón Semejante manera de representarse las cosas aun cuando de ningún modo se halle en el espíritu del sistema kantiano bien podría hallarse en su letra 100 de estos dos impulsos es la tarea de la cultura que les debe a ambos la misma justicia y que no ha de limitarse a defender el impulso racional contra el sensible sino también éste contra aquél El negocio de la cultura es pues doble consiste primeramente en preservar la sensibilidad contra las intervenciones de la libertad en segundo lugar en asegurar la personalidad contra el poderío de las sensaciones Aquello se alcanza mediante la educación del sentimiento esto otro mediante la educación de la razón Puesto que el mundo es algo extenso en el tiempo y es también mudanza la perfección de aquella facultad que pone al hombre en relación con el mundo habrá de consistir en la máxima variabilidad y extensión posibles Puesto que la persona es lo permanente en la mudanza la perfección de aquella facultad que debe oponerse al cambio habrá de consistir en la máxima autonomía e intensidad posibles Cuanto más polifacética es la formación de la receptividad cuanto más movediza es ésta y cuantos más planos ofrece a los fenómenos tanto más abarca del mundo el hombre tanto mayor número de capacidades desarrolla en su seno cuanto más vigor y más hondura cobra la personalidad cuanto mayor libertad posee la razón tanto más comprende del mundo el hombre tanto más de forma crea fuera de sí mismo Su cultura consistirá pues en lo siguiente primero en brindarle a la facultad receptiva los contactos más variados con el mundo y en elevar al máximo la pasividad por el lado del sentimiento segundo en adquirir para la facultad determinante la máxima independencia frente a la receptiva y en elevar al máximo la actividad por el lado de la razón Dondequiera se reúnan ambas aptitudes allí el hombre asociará a la suprema plenitud de existencia la autonomía y la libertad supremas y en lugar de perderse en el mundo lo absorberá antes bien en sí mismo con toda la infinidad de sus fenómenos y lo subordinará a la unidad de su razón Lo cierto es que el hombre puede invertir esta relación y con ello malograr su destinación de dos maneras diferentes Puede aplicar a la fuerza pasiva aquella intensidad que requiere la activa anticiparse mediante el impulso material al formal y convertir así la facultad receptiva en determinante O bien puede atribuir a la facultad activa aquella capacidad de extensión que corresponde a la pasiva anticiparse mediante La doctrina de Schiller acerca de los dos impulsos fundamentales descansa sobre distinciones que halló en la filosofía de Fichte quien en su escrito titulado Sobre el espíritu y la letra en la Filosofía 1794 ofreció su propia comprensión del problema apartándose de Schiller y sin tomarlo en cuenta Éste fue el origen de una disputa sumamente fructífera que cuajó en la correspondencia mutua y en diversos escritos pulcramente traducidos y comentados en Fichte 1998 101 el impulso formal al material y sustituir la facultad receptiva por la determinante En el primer caso jamás será él mismo en el segundo jamás será algo diferente de tal modo que precisamente por ello no será en ambos casos ni lo uno ni lo otro y será en consecuencia nada152 152 La influencia nefasta que el predominio de la sensibilidad ejerce sobre nuestro pensamiento y nuestra acción resulta evidente para cualquiera no tan fácil de ver aun cuando se presenta con tanta frecuencia como aquélla y sea igualmente grave resulta la influencia perjudicial del predominio de la razón sobre nuestro conocimiento y nuestra conducta Permítaseme por ello de entre la muchedumbre de casos pertinentes en este contexto recordar sólo dos que pueden iluminar los daños provocados por una facultad intelectiva y volitiva que se anticipa a la intuición y a la sensación Una de las causas principales de la lentitud con que avanzan nuestras ciencias naturales es manifiestamente la inclinación general y casi invencible a servirse de juicios teleológicos en los cuales sucede que tan pronto como se emplean con valor constitutivo ie tan pronto como la suposición de una finalidad para el conocimiento natural se emplea no de manera regulativa como una mera hipótesis de trabajo nacida de un postulado de nuestra facultad de juzgar sino de manera constitutiva como un principio real y válido del conocimiento la facultad determinante substituye a la receptiva No importa cuán intensa cuán variadamente la naturaleza excita nuestros órganos toda su diversidad se nos pierde porque nada buscamos en ella sino lo que en ella hemos puesto porque no le permitimos moverse contra nosotros y hacia nuestro interior empeñándonos antes bien con impaciente premónita razón contra ella y hacia nuestro exterior adviértase en esto el influjo de Goethe a quien también se debe el hecho de que Schiller equipare ahora el peligro del predominio de la sensibilidad con el del de la racionalidad Si entonces al cabo de siglos llegase alguien que se acercara a la naturaleza con sentidos serenos castos y abiertos y que por ello mismo tropezara con una porción de fenómenos que nosotros por nuestra prevención habíamos desatendido nos admiraríamos sobremanera de que tantos ojos mirando a la clara luz del día no hubiesen notado antes nada Este precipitado anhelo de armonía anterior a la reunión de las voces que han de formarla esta usurpación violenta por parte de la facultad intelectiva en un ámbito donde no debe imperar de manera incondicionada es la razón de la esterilidad de muchos ingenios dados al cultivo de la ciencia y es difícil decir quién ha estorbado más la ampliación de nuestros conocimientos si la sensibilidad que no acepta una forma o la razón que no aguarda a recibir un contenido Igualmente difícil sería determinar si nuestra filantropía práctica se ve cohibida y enfriada más por la intensidad de nuestros apetitos o por la rigidez de nuestros principios más por el egoísmo de nuestros sentidos o por el de nuestra razón Para hacernos hombres compasivos altruistas diligentes sentimiento y carácter han de aunarse mutuamente del mismo modo que para adquirir experiencia los sentidos abiertos tienen que darse la mano con un entendimiento vigoroso Cómo podríamos ser equitativos bondadosos y humanos para con los otros por muy loables que fuesen nuestras máximas morales si nos falta la capacidad para acoger en nosotros con fidelidad y verdad la naturaleza ajena para compenetrarnos de situaciones extrañas y para hacer nuestros los sentimientos de los demás Pero esta facultad se ve sofocada tanto en la educación que recibimos como en la que nos proporcionamos a nosotros mismos en la misma medida en que se busca quebrantar el poder de los apetitos y afianzar el carácter mediante principios Como es penoso y difícil dada la gran vivacidad del sentimiento permanecer fiel a sus principios se apela al medio más cómodo de asegurar la firmeza del carácter embotando los sentimientos pues es infinitamente más fácil por cierto tener paz ante un adversario desarmado que dominar a un enemigo valiente y robusto En esta operación consiste también por lo general lo que se llama formar a un hombre y ello en el mejor sentido de la palabra el referido al cultivo del hombre interior y no meramente exterior Un hombre así formado estará asegurado como bien se comprende contra la lacra de ser una naturaleza basta y de mostrarse como tal pero al mismo tiempo los principios le habrán puesto una coraza contra todas las impresiones de la naturaleza y la humanidad exterior podrá aproximársele tan poco como la interior Se abusa de manera muy perniciosa del ideal de perfección cuando se lo toma en todo su rigor por fundamento de los juicios que uno hace sobre los otros hombres y en aquellos casos en que uno debe actuar por ellos Lo primero conduce al fanatismo lo segundo a la dureza y frialdad del corazón Ni que decir tiene que uno vuelve extraordinariamente fáciles sus deberes sociales cuando mediante el pensamiento substituye al hombre real que reclama nuestra ayuda por el hombre ideal que probablemente podría ayudarse a sí mismo En ser severo consigo mismo e indulgente con los demás estriba el carácter verdaderamente admirable según la conocida sentencia de Ausonio Ignoscas aliis multa tibi nihil Tr Pero por lo general quien es indulgente con los demás lo será también consigo y 102 Si el impulso sensible en efecto se torna determinante si el sentido hace las veces de legislador y el mundo sojuzga a la persona cesa el mundo de ser objeto en la misma proporción en que se vuelve fuerza Tan pronto como el hombre no es más que contenido del tiempo deja de ser él y tampoco tiene por consiguiente contenido alguno Junto con su personalidad también su estado queda abolido porque ambos conceptos están unidos por un lazo de reciprocidad porque la mudanza exige algo permanente y la realidad limitada una realidad infinita Si el impulso formal se torna receptivo esto es si el pensamiento se anticipa a la sensación y la persona se substituye al mundo cesa ella de ser una fuerza independiente y un sujeto en la misma proporción en que haya usurpado el puesto del objeto porque lo permanente exige mudanza y la realidad absoluta requiere barreras para manifestarse Tan pronto como el hombre es sólo forma ya no tiene forma alguna y por consiguiente junto con el estado también ha quedado anulada la persona En una palabra sólo en la medida en que el hombre es autónomo hay realidad fuera de él y es receptivo sólo en cuanto es receptivo hay realidad en él y es una fuerza pensante Ambos impulsos necesitan pues limitación y en la medida en que se los piensa como energías distensión el primero para no introducirse en la esfera de la legislación y el segundo en la de la sensación Pero aquella distensión del impulso sensible no debe ser en ningún caso el efecto de una incapacidad física y de un embotamiento de las sensaciones que donde quiera se manifieste sólo merece desprecio ha de ser por el contrario un acto de la libertad una actividad de la persona que por su concentración moral modera la de los sentidos y que al dominar las impresiones les quita profundidad para darles superficie El carácter ha de asignar sus límites al temperamento pues sólo en beneficio del espíritu puede la sensibilidad quedar restringida Tampoco la otra distensión la del impulso formal ha de ser efecto de una incapacidad espiritual y de un enervamiento de la potencia intelectiva o de la volitiva porque esto rebajaría la humanidad La fuente dignísima de esa distinción ha de ser una plenitud de sensaciones la sensibilidad misma ha de defender su campo con fuerza victoriosa y resistir la violencia que el espíritu de buen grado querría hacerle anticipándosele con su actividad En una palabra la personalidad debe mantener el impulso material dentro de los límites quien es severo consigo lo será con los demás el más despreciable entre todos es el carácter indulgente consigo y severo con los demás 103 debidos así como la receptividad o la naturaleza el impulso formal dentro de los suyos153 153 También Schiller al igual que los portavoces de la sophía de la Primera Época Homero Hesíodo Solón previene a los hombres contra el peligro aniquilador de la desmesura hýbris también su palabra resuena en defensa de la medida de la proporción de la armonía 104 Carta decimocuarta Henos aquí ahora llevados hasta el concepto de una tal acción recíproca entre ambos impulsos donde la eficiencia del uno fundamenta al par que limita la del otro y donde cada uno de ellos individualmente considerado alcanza su manifestación máxima precisamente por el hecho de que el otro está activo Esta acción recíproca de ambos impulsos es en rigor una mera tarea de la razón que el hombre está en condiciones de resolver cabalmente sólo en la plenitud de su existencia Ella es en el sentido más preciso de la palabra la idea de su humanidad algo infinito por ende a que puede acercarse siempre más en el transcurso del tiempo pero sin alcanzarlo jamás154 Él no debe aspirar a la forma a expensas de su realidad ni a la realidad a expensas de la forma debe por el contrario buscar el ser absoluto mediante un ser determinado y el ser determinado mediante uno infinito Debe poner un mundo frente a sí porque es persona y debe ser persona porque tiene un mundo frente a sí Debe sentir porque es consciente de sí y debe ser consciente de sí porque siente Ser realmente hombre según esta idea serlo en consecuencia en el sentido pleno de la palabra es algo de lo que jamás puede tener experiencia en tanto satisfaga de manera excluyente sólo uno de ambos impulsos o bien uno tras otro pues en tanto que sólo siente su persona o su existencia absoluta no deja serle un misterio y otro tanto ha de ocurrirle con su existencia en el tiempo o con su estado en tanto que sólo piensa Pero dado que hubiese casos en que el hombre hiciese a la vez esa doble experiencia en que él tuviese al mismo tiempo la conciencia de su libertad y el sentimiento de su existencia o donde al mismo tiempo se sintiese como materia y se conociese como espíritu entonces en tales casos sólo y únicamente en ellos tendría una intuición completa de su humanidad y el objeto que se la proporcionase sería para él un símbolo de su destinación cumplida155 y le serviría en consecuencia puesto que ella es alcanzable sólo en la totalidad del tiempo como una representación de lo infinito 154 En la idea de su humanidad concebida como tarea en ese ideal en sentido kantiano frente al cual sólo cabe una aproximación infinita se vuelve concreto de manera epocal el mandato sapiencial de la distinción del hombre respecto de sí mismo Fichte identifica ese ideal con la libertad El hombre debe aproximarse siempre más de manera infinita a la libertad de suyo inalcanzable Fundamento de la doctrina toda de la ciencia 179495 3 corol 7 155 Una destinación que en el sentido de las tres Épocas constitutivas de la historia de la filoSOFÍA se realiza de manera diferenciada en las figuras del héroe del santo y del ciudadano cf Boeder H 1980 105 Suponiendo que puedan presentarse en la experiencia casos de este género ellos despertarían en el hombre un nuevo impulso que precisamente porque los otros dos operan en él de manera conjunta se opondría a cada uno de ambos considerados aisladamente y valdría con justa razón como un impulso nuevo156 El impulso sensible pide mudanza un contenido para el tiempo el impulso formal pide la supresión del tiempo la abolición de toda mudanza Por consiguiente aquel impulso donde ambos actúan de consuno séame concedido hasta que justifique esta denominación llamarlo lúdico157 el impulso lúdico pues estaría orientado a anular el tiempo en el tiempo a conciliar el devenir con el ser absoluto la mudanza con la identidad El impulso sensible aspira a volverse determinado quiere acoger su objeto el impulso formal aspira a determinar por sí quiere producir su objeto el impulso lúdico procurará pues recibir tal como el impulso formal hubiese producido y producir tal como los sentidos tienden a recibir El impulso sensible excluye de su sujeto toda autonomía y libertad el impulso formal excluye del suyo toda dependencia toda pasividad La exclusión de la libertad empero es una necesidad física la de la pasividad una necesidad moral Ambos impulsos constriñen pues el espíritu aquél por leyes naturales éste por leyes de la razón Es así como el impulso lúdico donde ambos operan a la par constreñirá el espíritu de manera moral y física al mismo tiempo es así como al suprimir toda contingencia suprimirá también toda constricción y pondrá al hombre en libertad tanto física como moralmente Cuando abrazamos con pasión a quien es digno de nuestro desprecio sentimos dolorosamente la constricción de la naturaleza Cuando abrigamos un sentimiento hostil contra otro que exige nuestro respeto sentimos dolorosamente la constricción de la razón Pero en cuanto ese tercero atrae nuestra inclinación y obtiene al mismo tiempo nuestro respeto desaparece tanto la coacción del sentimiento como la de la razón y comenzamos a amarlo esto es a movernos con nuestra inclinación y con nuestro respeto a la vez 156 En el sentido no de un tercer impulso además del material y el formal como hizo Fichte que distinguió un impulso estético autónomo sino en el de una resultante donde la acción recíproca de dos fuerzas opuestas halla su equilibrio óptimo 157 Este concepto que al menos en cuanto a su contenido es propia y auténticamente schilleriano contiene in nuce el concepto de la libertad y de una libertad como se verá por lo que sigue en esta misma carta donde la forma la idea el sentido configura de tal modo la materia la sensibilidad la percepción sensible que ésta parece desplegar sólo la ley de su propia existencia y donde la materia de tal modo presta a la forma una apariencia y la vuelve luego perceptible que uno cree ver surgir allí la forma pura encarnando sólo su propio ser En el concepto del juego que anula toda coacción heterónoma se renueva pues la fórmula según la cual en el estado estético se realizan las dos esferas de la existencia en libertad recíproca y lo bello es concebido como libertad en el fenómeno FrG 106 Puesto que además el impulso sensible nos constriñe de manera física y el impulso formal de manera moral resulta que el primero abandona a la contingencia nuestra constitución formal y el segundo nuestra constitución material por donde es contingente que nuestra felicidad coincida con nuestra perfección o ésta con aquélla El impulso lúdico pues donde ambos actúan de consuno volverá contingentes a un mismo tiempo nuestra constitución formal y nuestra constitución material a un mismo tiempo nuestra perfección y nuestra felicidad pero él también anulará a su vez la contingencia de ambas precisamente por hacer que ambas sean contingentes es así dado que con la necesidad desparece también la contingencia como introducirá forma en la materia y realidad en la forma En la misma medida en que despoja a las sensaciones y afecciones de su influjo dinámico las pondrá en armonía con ideas de la razón y en la misma medida en que quite a las leyes de la razón su constricción moral las reconciliará con el interés de los sentidos 107 Carta decimoquinta Cada vez estoy más cerca de la meta a que por un sendero poco halagüeño quería conduciros Si consentís dar conmigo algunos pasos más todavía tanto más libre será el horizonte que descubriréis y una perspectiva llena de encantos acaso os recompense por la fatiga del camino El objeto del impulso sensible expresado en un concepto universal se llama vida en su sentido más lato un concepto que designa toda existencia material y toda presencia sensible inmediata El objeto del impulso formal expresado en un concepto universal se llama forma en su acepción tanto figurada como propia un concepto que abarca todas las características formales de las cosas y todas sus relaciones con las facultades pensantes El objeto del impulso lúdico representado según un esquema universal podrá pues llamarse forma viviente un concepto que sirve para designar todas las características estéticas de los fenómenos y en una palabra lo que en el sentido más lato se denomina belleza Según esta explicación suponiendo que lo fuese la belleza no se extiende al ámbito íntegro de lo viviente ni queda limitada simplemente a su dominio Un bloque de mármol no por ser algo inanimado como es deja de volverse una forma viviente en manos del arquitecto y escultor un hombre bien que viva y tenga una forma no es ya por ello ni mucho menos una forma viviente Para ello hace falta que su forma sea vida y su vida forma En tanto que nos limitamos a pensar acerca de su forma ésta carece de vida es una mera abstracción en tanto que nos limitamos a sentir su vida ésta es informe una mera impresión Sólo en cuanto su forma vive en nuestra sensibilidad y su vida cobra forma en nuestro entendimiento entonces él es una forma viviente y así lo será en todos los casos en que lo juzguemos como bello Pero por el hecho de saber indicar cuáles son las partes constitutivas de cuya reunión surge la belleza su génesis no se ha explicado todavía en modo alguno pues para ello haría falta comprender aquella unión misma que nos resulta tan insondable como en términos generales toda acción recíproca entre lo finito y lo infinito La razón en virtud de principios trascendentales plantea la exigencia siguiente debe haber una comunidad entre el impulso formal y el impulso material esto es debe haber un 108 impulso lúdico porque el concepto de humanidad158 sólo se perfecciona por la unidad de la realidad con la forma de la contingencia con la necesidad de la pasividad con la libertad Y la razón está obligada a plantearse tal exigencia precisamente por serlo porque ella en virtud de su propio ser reclama la perfección la abolición de todas las barreras159 mientras que la actividad excluyente de éste o del otro impulso deja la naturaleza humana imperfecta y le impone una barrera En consecuencia tan pronto como la razón proclama que debe existir una humanidad ya por ello mismo ha dictado la ley de que debe haber una belleza160 La experiencia puede respondernos la cuestión de si existe una belleza y nosotros sabremos tan pronto como nos lo haya enseñado si existe una humanidad Cómo puede haber una belleza empero y cómo es posible una humanidad esto ni la razón ni la experiencia pueden enseñárnoslo El hombre bien lo sabemos no es de manera excluyente ni materia ni espíritu La belleza como cima y corona de su humanidad no puede ser entonces ni exclusivamente vida según lo han afirmado sagaces observadores atentos con rigor excesivo a los testimonios de la experiencia a la que el gusto de la época querría de buen grado rebajar a ese oficio ni puede ser tampoco exclusivamente forma según el juicio tanto de filósofos especulativos que han ido demasiado lejos al apartarse de la experiencia como de artistas dados a filosofar que al explicar la belleza han sido demasiado dóciles a las necesidades del arte161 la belleza es el objeto común de ambos impulsos esto es del impulso lúdico El uso del idioma justifica plenamente estos nombres puesto que acostumbra a designar con la palabra juego todo aquello que no es ni subjetiva ni objetivamente contingente y sin embargo tampoco constriñe ni exterior ni interiormente Puesto que el ánimo al contemplar lo bello se halla en un feliz término medio entre la ley y la necesidad entonces precisamente por ello por encontrarse repartido entre ambas se substrae a la coacción tanto de una como de otra 158 I e el de la esencia del hombre 159 La razón es lo libre una facultad de los principios que sólo se satisface en lo incondicionado cf Kant Crítica del Juicio 76 160 Con las afirmaciones que preceden Schiller ha satisfecho su propósito de brindar una fundamentación trascendental crítica de la belleza en la medida en que ésta se desprende a priori del concepto de hombre en cuanto tal 161 Burke en sus Indagaciones filosóficas sobre el origen de nuestros conceptos de lo sublime y de lo bello reduce la belleza a simple vida Todo partidario del sistema dogmático que se haya declarado alguna vez sobre ese objeto la reduce por lo que conozco a simple forma tal ocurre entre los artistas con Rafael Mengs en sus Reflexiones sobre la belleza y el gusto en la pintura por no mencionar aquí a otros Como en todo también en esta cuestión la filosofía crítica abrió el camino para reducir el ámbito de la experiencia a principios y la especulación a la experiencia La obra de Edmund Burke 17291797 cuyas ideas estéticas lo vinculan con el empirismo y el sensualismo se publicó en 1756 Garve la tradujo al alemán de manera anónima en 1773 El tratado de Raffael Mengs 17281779 apareció por su parte en 1762 109 El impulso material y el impulso formal están seriamente comprometidos con sus exigencias porque en materia de conocimiento el primero considera la realidad de las cosas y el segundo su necesidad y en materia de acción el primero se ordena a la conservación de la vida y el segundo a la defensa de la dignidad de suerte que el norte de ambos es la verdad y la perfección Pero la vida se vuelve más indiferente cuando interviene la dignidad y el deber deja de obligar tan pronto como la inclinación atrae así también el ánimo capta de manera más libre y más serena la realidad de las cosas la verdad material en cuanto ésta concuerda con la verdad formal con la ley de la necesidad y deja de sentirse tenso por la abstracción en cuanto ésta puede ser acompañada por la intuición inmediata En una palabra no bien entra en comunión con las ideas toda cosa real pierde su gravedad porque se torna pequeña y en cuanto se junta con la sensación quien la pierde es lo necesario porque se torna ligero Pero entonces puesto que se lo reduce a un mero juego tal me figuro que ya desde hace largo rato estáis tentado de objetarme no queda lo bello rebajado y emparejado con los objetos baladíes que desde siempre ha sido designados con aquel nombre No contradice al concepto de la razón y a la dignidad de la belleza considerada por cierto como un instrumento de la cultura el reducirla a no ser más que un mero juego y no contradice el concepto empírico del juego compatible con la exclusión de todo buen gusto el reducirlo a la sola belleza Pero qué significa un mero juego cuando sabemos ya que de entre todos los estados de que el hombre es capaz precisamente el juego y sólo él lo vuelve completo y le hace desplegar a un mismo tiempo sus dos naturalezas Lo que vos según vuestra representación de las cosas llamáis limitación llámolo según la mía y la he justificado mediante pruebas extensión Yo diría antes bien precisamente lo contrario con lo ameno con lo bueno con lo perfecto el hombre se comporta sólo seriamente con la belleza en cambio juega Bien es verdad que aquí no debemos sacar a colación los juegos habituales en la vida real que se orientan por lo común hacia objetos muy materiales pero en la vida real también buscaríamos en vano la belleza de que aquí se trata La belleza existente en la realidad es digna del impulso lúdico existente en la realidad pero mediante el ideal de belleza que la razón erige se propone también un ideal del impulso lúdico que en todos sus juegos debería el hombre tener ante los ojos Uno jamás errará si busca el ideal que un hombre se forja de la belleza por el mismo camino por el que satisface su impulso lúdico Cuando las tribus griegas se deleitan en los certámenes olímpicos con las competencias incruentas del vigor de la 110 velocidad de la destreza así como en la contienda más noble de los talentos y cuando el pueblo romano se regocija con la lucha a muerte de un gladiador vencido o de su contrincante libio162 ya por este solo rasgo nos resultará comprensible por qué no hemos de buscar en Roma sino en Grecia las figuras ideales de una Venus de una Juno de un Apolo163 La razón declara empero lo bello no debe ser mera vida ni mera forma sino forma viviente es decir belleza dictando al hombre la doble ley de la formalidad absoluta y de la absoluta realidad Ella pronuncia también por tanto esta sentencia el hombre no debe sino jugar con la belleza y no debe jugar sino con ella Pues para decirlo de una vez por todas el hombre juega sólo cuando es hombre en la acepción cabal de la palabra y sólo cuando juega es plenamente hombre164 Esta proposición que en este punto puede parecer acaso una paradoja cobrará una significación considerable y profunda una vez que hayamos logrado aplicarla a dos cuestiones igualmente graves la del deber y la del destino sobre ella descansará os lo aseguro el edificio entero del arte estético y el del aún más difícil arte de vivir Se trata de una proposición por lo demás que sólo en el ámbito de la ciencia resulta inesperada ya durante largo tiempo estuvo viva y activa en el arte y en el sentimiento de los griegos de sus maestros más distinguidos sólo que ellos llevaron al Olimpo lo que debía realizarse en la tierra Guiados por la verdad de aquel aserto hicieron desaparecer de la frente de los dioses bienaventurados tanto la seriedad y el trabajo que surcan de arrugas las mejillas de los mortales como el placer baladí que alisa el rostro anodino libraron a los eternamente satisfechos del yugo que todo fin todo deber toda preocupación impone e hicieron del ocio y de la indiferencia la envidiable suerte de la condición divina165 un nombre simplemente más humano para el más libre y más sublime de los seres Tanto la coacción material de las leyes naturales como la espiritual de las leyes morales se desvanecieron en su concepto más elevado de necesidad que abrazaba ambos mundos a la par y sólo de la unidad de aquellas dos necesidades surgió para aquellos mismos artistas la verdadera libertad166 Animados por 162 El león 163 Si uno compara para atenernos al ámbito del mundo moderno las carreras hípicas en Londres las corridas de toros en Madrid los spectacles del París de otrora las regatas de góndolas en Venecia las riñas de perros con jabalíes en Viena y la alegre y animada vida del Corso en Roma no será difícil ponderar el gusto que corresponde a cada uno estos diferentes pueblos Con todo entre las diversiones populares de estos diversos países muéstrase mucha menos uniformidad que entre los juegos de la sociedad distinguida en ellos cosa que es fácil de explicar 164 Aparece aquí un modo de entender la realización y la plenitud del hombre que resulta completamente ajeno a las figuras sapienciales tanto de la Época Primera como de la Época Media 165 De allí el epíteto homérico los que viven la vida fácil Il VI 138 Od IV 805 etc 166 Véase en relación con lo sigue el poema El ideal y la vida 111 este espíritu borraron de los rasgos del rostro de su ideal la inclinación y también a un mismo tiempo todo rastro de voluntad o mejor dicho volviéronlas irreconocibles porque supieron enlazarlas en la unión más íntima No es gracia ni es tampoco dignidad lo que nos expresa el magnífico rostro de la Juno Ludovisi no es ninguna de ambas cosas porque es ambas a la vez Mientras que el dios femenino reclama nuestra veneración la mujer de porte divinal enciende nuestro amor pero mientras arrobados nos entregamos a su celestial encanto su celestial autosuficiencia nos espanta En sí misma reposa y mora la figura toda una creación completamente cerrada y como si estuviera allende el espacio ni se abandona ni opone resistencia allí no hay fuerza que luche contra otras ninguna brecha por donde pudiese penetrar lo temporal Conmovidos y atraídos irresistiblemente por lo uno mantenidos a distancia por lo otro nos hallamos a un mismo tiempo en el estado de la suprema calma y de la suprema agitación y surge así aquella emoción maravillosa para la que no tiene conceptos el entendimiento ni nombres el lenguaje 112 Carta decimosexta167 De la acción recíproca de dos impulsos contrarios y del enlace de dos principios contrarios hemos visto surgir lo bello cuyo supremo ideal habrá que buscar pues en la más perfecta alianza y equilibrio de la realidad y de la forma Pero este equilibrio no dejará de ser siempre sino una simple idea a la que la realidad jamás podrá adecuarse por completo En la realidad siempre un elemento prevalecerá sobre el otro y lo máximo que logre la experiencia será una oscilación entre ambos principios donde predomine ora la realidad ora la forma La belleza en la idea no puede ser pues sino eternamente indivisible y única porque no puede haber más que un solo equilibrio la belleza en la experiencia en cambio será eternamente doble porque en una oscilación el equilibrio puede perderse de dos modos conviene a saber por exceso o por defecto En una de las cartas precedentes he observado y también puede inferírselo con rigurosa necesidad a partir de lo expuesto hasta este punto que de lo bello deben esperarse a un mismo tiempo un efecto que distiende y otro que tensa el primero para mantener en sus límites tanto el impulso sensible como el formal el otro para conservar a ambos en su fuerza Pero estos dos efectos de la belleza deben reducirse según la idea a uno solo y único La belleza debe distender tensando ambas naturalezas del mismo modo y debe tensar distendiéndolas del mismo modo Esto se sigue ya del concepto de una acción recíproca en virtud del cual ambas partes al condicionarse una a la otra de manera necesaria y simultánea son a su vez condicionadas una por la otra siendo la belleza el producto más acendrado de una tal acción Pero la experiencia no nos ofrece ningún ejemplo de una acción recíproca tan perfecta por el contrario en todo tiempo dentro de su esfera la preponderancia provocará en mayor o menor grado una insuficiencia y la insuficiencia una preponderancia Así pues aquello que en la belleza ideal distinguimos sólo por la representación difiere efectivamente en la belleza que nos ofrece la experiencia por el hecho de existir La belleza ideal aunque simple e indivisible muestra en diferentes relaciones una propiedad relajante y enérgica a la vez168 en la experiencia en cambio hay una belleza relajante y otra enérgica Así es y 167 Con esta carta véase supra nota 96 concluye la sección destinada a lograr una deducción del concepto racional puro de belleza La necesidad de tal deducción se desprende de la comprensión de lo bello como fundamento que hace posible el cumplimiento de la tarea humana por antonomasia la unificación de su doble naturaleza sensible y racional Lo bello es por ende una condición de la verdadera humanidad del hombre 168 Relajante o laxante entendido este último término en su acepción etimológica El adjetivo enérgico energisch relativamente tardío en la lengua alemana aparece utilizado precisamente en la 113 así será en todos los casos donde lo absoluto esté inserto dentro de los límites del tiempo y donde las ideas de la razón deban ser realizadas en la humanidad Así el hombre reflexivo comprende la virtud la verdad la felicidad el hombre activo en cambio se limitará a ejercitar virtudes a captar verdades a disfrutar de días felices Referir éstos a aquéllos reemplazar los actos morales por la moralidad los conocimientos por el conocimiento los días felices por la felicidad es la misión de la educación física y moral hacer surgir de las bellezas la belleza es el cometido de la educación estética La belleza enérgica no puede preservar al hombre contra un cierto residuo de rudeza y rigidez del mismo que tampoco la belleza relajante podrá defenderlo contra un cierto grado de blandura y enervamiento Pues como el efecto de la primera consiste en tensar el ánimo tanto en sentido físico como moral y en aumentar su elasticidad ocurre muy fácilmente que la resistencia del temperamento y del carácter disminuye la receptividad para las impresiones que también la porción más delicada de nuestra humanidad experimenta una opresión que debiera alcanzar tan sólo a nuestra naturaleza inferior y basta y que ésta participa de un incremento de fuerza que debiera valer sólo para la persona libre de allí que en las épocas de vigor y abundancia uno encuentre la grandeza verdadera de las representaciones emparejada con lo descomunal y lo extravagante y la sublimidad del carácter con los más horrendos arrebatos de la pasión de allí también que en las épocas dominadas por la disciplina y la forma con la misma frecuencia encuentre uno la naturaleza tiranizada al par que dominada ultrajada al par que sobrepujada Y puesto que el efecto de la belleza relajante consiste en distender el ánimo tanto en sentido moral como físico así también sucede con igual facilidad que junto con la violencia de los deseos se sofoque también el brío de los sentimientos y que además el carácter sufra una pérdida de fuerza que sólo debería afectar a la pasión de allí que en las épocas que llamamos refinadas no sea raro ver cómo la delicadez degenera en afeminamiento la llaneza en trivialidad la corrección en vacuidad la liberalidad en capricho la ligereza en frivolidad la calma en apatía y se verá al cabo cómo la más despreciable caricatura linda con la más soberana humanidad Al hombre constreñido o por la materia o por las formas la belleza relajante le resulta entonces necesaria pues ha sido conmovido por la grandeza y la fuerza mucho antes de volverse época de Schiller hacia fines del siglo XVIII y comienzos del XIX con el significado de que irradia fuerza cf PaulBetz Deutsches Wörterbuch La traducción belleza enérgica es pues literal Por el sentido bien cabría decir belleza vigorizadora 114 sensible a la gracia y la armonía El hombre en cambio que vive en la molicie indulgente del gusto estético lo que necesita es la belleza enérgica pues en el estado de refinamiento pierde de manera culpable y con excesiva complacencia una fuerza que le viene de su estado de barbarie primitiva Y ahora creo se aclarará y refutará aquella contradicción169 que uno acostumbra encontrar tanto en los juicios de los hombres acerca de la influencia de lo bello como en su valoración de la cultura estética Queda aclarada tal contradicción en cuanto uno recuerda que en la experiencia hay dos especies de belleza y que ambas partes afirman acerca del género íntegro lo que cada una es capaz de probar sólo acerca de una de sus especies particulares Queda eliminada tal contradicción en cuanto uno distingue la doble necesidad de la humanidad con la que aquella doble belleza se corresponde Ambas partes tendrán verosímilmente razón tan pronto como se pongan de acuerdo sobre la especie de belleza y la forma de humanidad a que en cada caso se refieren Es por ello por lo que en la prosecución de mis indagaciones haré también mío el camino que en materia de estética la Naturaleza sigue con el hombre y me elevaré desde las especies de la belleza hacia su concepto genérico170 Examinaré los efectos de la belleza relajante sobre el hombre en tensión y los de la belleza enérgica sobre el hombre distendido para venir a cancelar la oposición de ambas especies de belleza en la unidad de la belleza ideal así como aquellas dos formas opuestas de humanidad también desaparecen en la unidad del hombre ideal 169 Desplegada en la carta décima 170 En verdad Schiller expuso en las Cartas sólo el efecto de la belleza relajante sobre el hombre tenso por el esfuerzo y no el efecto complementario de la belleza enérgica ni tampoco el surgir de ambas en la belleza ideal En tal sentido las Cartas sobre la educación estética no pasan de ser un fragmento que cuando se ha de comprender real e íntegramente la concepción fundamental de Schiller ética al par que estética precisa ser completado por los artículos mucho más breves en su desarrollo por cierto De lo sublime y en particular Sobre lo sublime Es por ello que las cartas siguientes de la 17ª a la 27ª tenían en la edición de Las Horas el siguiente título general La belleza relajante Continuación no Conclusión de las Cartas sobre la educación estética del hombre Sólo en la polaridad tensa de lo bello constantemente sostenida en la figura de la belleza relajante y de la enérgica de la libre armonía éticosensible del juego y de la victoria libre del espíritu sobre la naturaleza en lo trágico sublime puede preservarse con pureza dentro de la realidad terrenal y humana la suprema unidad de ambas la belleza ideal que quiere ser siempre alcanzada sin poder serlo nunca En la medida en que la interpretación al uso de la Estética schilleriana tomó las Cartas de manera aislada y las tuvo por el auténtico y completo credo estético del poeta Schiller se volvió el representante unilateral de aquel equilibrio entre lo moral y lo sensible lo armonioso y lo bello sostenido en términos semejantes por Shaftesbury y también por Wieland pero que no le hace justicia a la grandeza realmente tensa de su convicción determinada por lo incondicionado y absoluto Esa comprensión schilleriana del hombre estetizante y armonizante tuvo por consecuencia que en todos aquellos casos en que el propio Schiller limitó y anuló la armonía éticosensible y su reflejo en la belleza relajante mediante la oposición de la belleza enérgica de lo sublime y de lo trágico se le imputaran recaídas en un dualismo éticoreligioso que debía de atribuirse a representaciones cristianas no superadas del todo FrG 115 Carta decimoséptima Mientras que sólo se trataba de deducir la idea universal de la belleza a partir del concepto de la naturaleza humana en general no nos era lícito traer a colación ninguna limitación suya fuera de las que están fundadas de manera inmediata en su propia esencia y son inseparables del concepto de finitud Sin preocuparnos por las limitaciones contingentes que tal naturaleza pudiera padecer en su aparición real obtuvimos el concepto de la misma de manera inmediata a partir de la razón concebida como la fuente de toda necesidad y con el ideal de la humanidad quedó dado al mismo tiempo el ideal de la belleza Pero ahora descendemos desde la región de las ideas al escenario de la realidad para reencontrarnos con el hombre en un estado determinado y sometido por ende a limitaciones que no dimanan originariamente de su mero concepto sino de circunstancias exteriores y de un uso contingente de su libertad Sean cuales fueren los modos en que pueda estar limitada en él la idea de la humanidad ya el simple contenido de esa idea nos enseña que de ella sólo puede haber en suma dos desviaciones opuestas Si la perfección del hombre reside en el vigor armonioso de sus fuerzas sensibles y espirituales entonces él no podrá frustrar esa perfección más que por una mengua en la armonía o por una falta de vigor Así pues antes de haber escuchado los testimonios de la experiencia en esta materia estamos ya ciertos de antemano por la sola razón de que hallaremos al hombre real y por consiguiente limitado en un estado ya de tensión ya de distensión según y conforme o bien la actividad unilateral de sus potencias aisladas perturbe la armonía de su ser o bien la unidad de su naturaleza descanse sobre el relajamiento uniforme de sus potencias sensibles y espirituales Ambas limitaciones opuestas son salvadas como enseguida habrá que demostrarlo mediante la belleza que restablece en el hombre en tensión la armonía y en el distendido el vigor y de este modo según su propia naturaleza reduce el estado de limitación a uno de integridad incondicionada y hace del hombre una totalidad cuya perfección se funda en sí misma171 171 En Las Horas seguía tras este punto la nota siguiente El excelente autor del escrito Principios fundamentales de la Estética etc distingue en la belleza dos principios fundamentales gracia y fuerza y pone la belleza en la unión más perfecta de ambos lo cual coincide muy exactamente con la explicación dada aquí También en su definición se encuentra ya el fundamento de la distinción de la belleza en belleza relajante o dolce como traduce A Negri donde prevalece la gracia y belleza enérgica donde prevalece la fuerza Schiller se refiere al libro de su amigo y protector el barón de Dalberg Grundsätze der Aesthetik deren Anwendung und künftige Entwicklung Erfurt 1791 Belleza 116 La belleza pues no desmiente de ninguna manera en la realidad el concepto que de ella obtuvimos en la especulación172 sólo que aquí es incomparablemente menos libre que allá pues en la especulación nos fue lícito aplicarla al concepto puro de humanidad En el hombre tal y como lo presenta la experiencia la belleza encuentra una materia ya deteriorada y reacia que precisamente tanto le roba de su perfección ideal cuando de su propia condición individual la materia introduce en aquélla Es por ello que en la esfera de la realidad la belleza se mostrará por doquier sólo como una especie particular y limitada jamás como género puro en los ánimos tensos perderá algo de su libertad y variedad en los distendidos parte de su fuerza vivificante pero a nosotros que estamos ahora más familiarizados con su verdadero carácter esta apariencia contradictoria no habrá de engañarnos Lejos de determinar su concepto a partir de experiencias aisladas con el tropel de los críticos y de atribuirle los defectos que el hombre manifiesta bajo su influjo sabemos por el contrario que es el hombre quien le traslada las imperfecciones de su ser individual él quien por su limitación subjetiva estorba de continuo la perfección de la belleza y degrada el ideal absoluto de ésta a dos formas limitadas de la apariencia La belleza que suelta y afloja se dijo es para un ánimo tenso y para uno distendido la enérgica Pero tenso llamo yo al hombre cuando padece coacción por parte tanto de las sensaciones como de los conceptos Toda dominación exclusiva de uno de sus dos impulsos fundamentales es para él un estado de coacción y de violencia y la libertad reside sólo en la acción mancomunada de sus dos naturalezas El hombre dominado unilateralmente por los sentimientos o sometido a la tensión de lo sensible queda pues desatado y puesto en libertad por la forma el dominado unilateralmente por las leyes o sometido a la tensión de lo espiritual queda desatado y es puesto en libertad por la materia Para satisfacer esta doble tarea la belleza que suelta y afloja se mostrará pues en dos figuras distintas En primer lugar en tanto que forma apacible suavizará la vida ruda y franqueará el paso que conduce de las sensaciones a los pensamientos en segundo lugar en tanto que imagen viviente dotará la forma abstracta de fuerza sensible reducirá el concepto a la intuición y la ley al sentimiento El primero de estos servicios favorece al hombre de la naturaleza el segundo al hombre del relajante propia de la mujer y belleza enérgica propia del hombre son variantes de gracia y dignidad conceptos tratados en el ensayo de 1793 172 Esto es en el trabajo ya realizado para alcanzar de manera deductiva y por ende especulativa el concepto de belleza a partir del concepto racional y puro del hombre 117 artificio173 Pero como la belleza no impera libremente sobre su materia en ninguno de los dos casos porque depende de la que le ofrece ya la naturaleza informe ya el artificio antinatural conservará en ambos casos la impronta de su origen y en el primero se extraviará por la mayor parte en la vida material en el segundo en cambio en la forma simplemente abstracta A fin de poder forjarnos una idea de cómo la belleza puede volverse un medio para hacer cesar aquella doble tensión debemos intentar indagar su origen en el espíritu humano Disponeos por lo tanto a permanecer todavía un breve tiempo más en el ámbito de la especulación para abandonarlo luego definitivamente y avanzar con un paso tanto más firme y seguro por el campo de la experiencia 173 El hombre de la educación y la cultura formado no por la Naturaleza sino por el arte 118 Carta decimaoctava174 Por la belleza175 el hombre confinado en los sentidos es guiado hacia la forma y hacia el pensamiento por la belleza el hombre confinado en el espíritu recupera la materia y es devuelto al mundo sensible De esto parece desprenderse que entre la materia y la forma entre la pasión y la acción tiene que haber un estado intermedio y que la belleza nos coloca en él Tal es de hecho el concepto que también los hombres por su mayor parte se forjan de la belleza en cuanto comienzan a reflexionar sobre sus efectos y hacia esta dirección se orientan todas las experiencias Por otra parte empero nada es tan disparatado y contradictorio como tal concepto pues la distancia que separa la materia de la forma la pasión de la acción el sentir del pensar es infinita y nada en absoluto puede salvarla Cómo vencemos entonces esta contradicción La belleza enlaza los dos estados opuestos el de la sensibilidad y el del pensamiento y sin embargo no hay en absoluto término medio alguno entre ambos Lo primero es cierto por la experiencia lo segundo de manera inmediata por la razón Éste es el punto propiamente dicho a que viene a parar la cuestión íntegra acerca de la belleza y si logramos resolver este problema de manera satisfactoria entonces habremos hallado al mismo tiempo el hilo que ha de guiarnos a través del laberinto todo de la estética Pero todo depende aquí de dos operaciones diferentes en grado sumo que han de apoyarse mutua y necesariamente en esta indagación La belleza se dice enlaza uno con otro dos estados que son opuestos entre sí y que jamás pueden llegar a ser uno solo 174 Aquí comienza un grupo de cartas de la 18ª a la 22ª23ª que Schiller véase la suya a Körner del 2191795 distingue como singularmente importante y como aquél que contiene su verdadero sistema de lo bello Significativo para esta sección de las Cartas es también el siguiente pasaje que figura en el primer borrador de una a Fichte del 381795 donde Schiller responde a una objeción que le había formulado el filósofo acerca de lo inaceptable del uso de imágenes y metáforas poéticas Muéstreme Vd en todos mis escritos filosóficos un solo caso donde realice la investigación propiamente dicha no sus meras aplicaciones valiéndome de imágenes Ello no será ni podrá ser nunca mi caso pues llego a ser escrupuloso en el cuidado por aclarar mis representaciones Pero una vez que he desarrollado la investigación con precisión y rigor lógico me agrada y lo hago al mismo tiempo por propia decisión desplegar precisamente aquello que acabo de presentar al entendimiento también ante la fantasía bien que en la más estrecha relación con aquél Si Vd quisiese verificar esta observación lo remito al número sexto de Las Horas porque precisamente ahí es más cómodo hacerlo Si en ese número en las cartas 19ª 20ª 21ª 22ª y 23ª donde en sentido propio aparece lo medular de todo el asunto halla Vd un lenguaje inapropiado entonces ya no veo en efecto punto alguno en que nuestros juicios puedan coincidir La carta 18ª contiene una superación fundamental de toda la estética contemporánea en sus dos corrientes principales la sensualista y la racionalista FrG 175 La belleza relajante de la que se hablará de ahora en más 119 De esta oposición tenemos que partir debemos captarla y reconocerla en toda su pureza y en todo su rigor para que ambos estados se separen del modo más preciso de lo contrario mezclaremos pero no unificaremos En segundo lugar se dice que la belleza vincula esos dos estados opuestos y cancela por tanto la oposición Pero puesto que ambos estados jamás dejan de estar mutuamente enfrentados no es posible vincularlos de otro modo más que anulándolos Nuestro segundo cometido consiste pues en volver perfecto ese vínculo en estrecharlo tan pura y completamente que ambos estados desaparezcan por entero en un tercero sin que en el todo quede rastro alguno de la separación de ambos de lo contrario aislaremos pero no unificaremos Todas las controversias sobre el concepto de belleza que han prevalecido desde siempre en el mundo filosófico y que todavía hoy en parte prevalecen no tienen ningún otro origen fuera de que la investigación o bien no fue emprendida a partir de una separación debidamente rigurosa o bien no se la condujo hasta una unificación cabal y pura Aquellos de entre los filósofos que al reflexionar sobre este objeto se dejan guiar ciegamente por su sentimiento no pueden alcanzar de la belleza concepto alguno porque en la totalidad de la impresión sensible no distinguen ningún elemento aislado Los otros que toman exclusivamente el entendimiento por su guía jamás pueden alcanzar un concepto de la belleza porque en el todo que ella constituye jamás ven algo más que las partes y el espíritu y la materia incluso en la unidad perfectísima de ambos permanecen eternamente separados para ellos Los primeros temen invalidar la belleza dinámicamente esto es como fuerza eficiente si es que deben separar lo que en el sentimiento está por cierto unido lo otros temen invalidar la belleza lógicamente esto como concepto si es que deben reunir lo que en el entendimiento está por cierto separado Aquéllos quieren pensar la belleza tal como ella actúa éstos quieren hacer que actúe tal como es pensada Bien se ve que por fuerza ni unos ni otros acertarán con la verdad aquéllos porque quieren remedar con su limitada facultad de pensar la naturaleza infinita éstos porque pretenden limitar la naturaleza infinita según las leyes de su pensamiento Los primeros temen mediante una división excesivamente rigurosa privar a la belleza de su libertad los otros temen mediante una unificación excesivamente audaz destruir la precisión de su concepto Aquéllos empero no se hacen cargo de que la libertad en la que muy justamente ponen la esencia de la belleza no es anarquía sino armonía de leyes no es capricho sino máxima necesidad interior éstos otros no se hacen cargo de que la precisión que con igual justicia reclaman de la belleza consiste no en la exclusión de ciertas realidades sino en la inclusión absoluta 120 de todas y de que la belleza no es por tanto limitación sino infinitud Evitaremos los escollos en que ambos partidos se han estrellado si comenzamos por los dos elementos que el entendimiento discierne en la belleza pero si también nos elevamos luego hacia la unidad estética pura mediante la cual ella actúa sobre la sensibilidad y donde aquellos dos estados desaparecen por entero176 176 Un lector atento no dejará de observar a propósito de la comparación aquí ofrecida que los estéticos sensualistas los que hacen valer el testimonio de la sensibilidad más que el razonamiento se alejan de la verdad mucho menos de hecho que sus adversarios aun cuando en cuanto a la comprensión no puedan rivalizar con ellos y uno encuentra por doquier esta relación entre la naturaleza y la ciencia La naturaleza los sentidos unifica por doquier el entendimiento separa por doquier pero la razón vuelve a unificar es por ello por lo que el hombre que no ha comenzado todavía a filosofar está más cerca de la verdad que el filósofo que no ha acabado aún su investigación Por ello sin recurrir a ninguna prueba ulterior uno puede declarar errado todo filosofema cuyo resultado tenga en su contra la sensibilidad común pero con idéntico derecho puede considerárselo sospechoso si en su forma y su método tiene a la sensibilidad común de su lado Con esto último puede consolarse todo escritor que no pueda exponer una deducción filosófica contra lo que más de un lector parece esperar como una conversación junto al fuego de la chimenea Con lo primero en cambio podrá uno reducir a silencio a quien quiera fundar sistemas nuevos a expensas del sentido común 121 Carta decimonovena En el hombre en general pueden distinguirse dos disposiciones diferentes pasiva y activa para ser determinado y asimismo otros dos estados pasivo y activo de determinación177 La explicación de este aserto nos conducirá del modo más breve hasta la meta El estado del espíritu humano antes de recibir determinación alguna mediante las impresiones de los sentidos es el de una disposición sin límites para la determinación Lo ilimitado del espacio y del tiempo ha sido entregado a su imaginación para que libremente lo use y como según la premisa de donde se parte nada ha sido puesto en este vasto reino de lo posible por donde nada hay todavía que haya sido excluido uno bien puede designar este estado de indeterminación como una infinitud vacía que en ningún caso se ha de confundir con un vacío infinito Ahora los sentidos del hombre deben ser afectados y de entre la muchedumbre infinita de determinaciones posibles una sola debe volverse real Una representación ha de surgir en él Lo que en el estado precedente de posibilidad de determinación no era más que una facultad vacía se vuelve ahora una fuerza activa y recibe un contenido pero al mismo tiempo recibe como tal fuerza un límite mientras que en cuanto mera facultad era ilimitada Ya existe pues la realidad pero la infinitud se ha perdido Para describir una figura en el espacio debemos limitar el espacio infinito para representarnos una modificación en el tiempo debemos dividir la totalidad del tiempo Así pues a la realidad llegamos sólo mediante límites a la posición o afirmación real sólo por la negación o exclusión a la determinación sólo por la supresión de nuestra libre disposición para la determinación Pero una mera exclusión jamás podría engendrar una realidad ni una mera impresión sensible jamás una representación si no existiese ya algo respecto de lo cual se hiciese la exclusión si la negación no se vinculase mediante una acción absoluta del espíritu con algo positivo y si la ausencia de posición no se volviese una oposición esta acción del espíritu se denomina juzgar o pensar y su resultado es el pensamiento Antes de que determinemos un lugar en el espacio no hay en rigor espacio alguno para nosotros pero sin el espacio absoluto jamás podríamos determinar un lugar 177 Esta sentencia halla su debida justificación y desarrollo al comienzo de la carta 21ª 122 Otro tanto ocurre con el tiempo Antes de que tengamos el instante no hay en rigor tiempo alguno para nosotros pero sin el tiempo eterno jamás podríamos tener una representación del instante Así pues llegamos al todo sólo por medio de la parte a lo ilimitado sólo por medio del límite pero también sólo por medio del todo llegamos a la parte sólo por medio de lo ilimitado al límite Si de lo bello se afirma pues que tiende un puente por donde el hombre va del sentir al pensar178 esto de ningún modo ha de entenderse como si lo bello pudiese llenar el abismo que separa la sensibilidad respecto del pensamiento la pasividad respecto de la actividad ese abismo es infinito y sin la intervención de una facultad nueva y autónoma jamás nada singular podría volverse universal ni nada contingente volverse necesario El pensamiento es la acción inmediata de esta facultad absoluta que si bien ha de ser ocasionada por los sentidos para manifestarse depende tan poco de la sensibilidad en esa misma manifestación que sólo oponiéndosele es como se da antes bien a conocer La autonomía con que obra excluye toda intervención ajena y no porque la belleza preste auxilio al pensar cosa que encierra una contradicción patente179 sino porque da libertad a las potencias intelectuales para que se manifiesten según sus propias leyes puede volverse un medio para que el hombre pase de la materia a la forma de las sensaciones a las leyes de una existencia limitada a una existencia absoluta Esto presupone empero que la libertad de las potencias intelectuales puede ser estorbada lo cual parece reñir con el concepto de una facultad autónoma Una facultad en efecto que no recibe de fuera más que la materia de su operación sólo puede ser impedida en su obrar de manera negativa esto es sólo mediante la sustracción de la materia y significa desconocer la naturaleza del espíritu el atribuir a las pasiones sensibles un poder capaz de oprimir de manera positiva la libertad del ánimo Bien es verdad que la experiencia ofrece incontables ejemplos donde las potencias intelectuales aparecen oprimidas en la misma medida en que las sensibles operan con duplicado ardor pero en lugar de atribuir aquella debilidad espiritual al vigor de la pasión habría que explicar antes bien este mismo vigor preponderante de la pasión por medio de aquella debilidad del espíritu porque los sentidos no pueden representar un poder contra el hombre sino en la medida en que el espíritu por una libre omisión haya renunciado a dar pruebas de su propio poder 178 Y viceversa véase el comienzo de la carta 18ª 179 Pensar es en rigor actividad autónoma pura 123 Pero esto que acabo de explicar para tratar de evitar un reparo me ha enredado según parece en otra dificultad y si he salvado la autonomía del ánimo lo he hecho sólo a expensas de su unidad Pues cómo puede el ánimo obtener de sí mismo razones para la inactividad y la actividad si no está dividido si no está contrapuesto a sí mismo Aquí debemos recordar que nuestro sujeto es el espíritu finito no el infinito El espíritu finito es el que no se vuelve activo sino por la pasividad180 que no alcanza lo absoluto sino mediante límites que no actúa ni da forma sino en la medida en que recibe una materia Un espíritu semejante asociará pues con el impulso hacia la forma o hacia lo absoluto un impulso hacia la materia o hacia los límites que son las condiciones sin las cuales no podría tener ni satisfacer el primer impulso181 En qué medida pueden coexistir en un mismo ser dos tendencias tan opuestas esto es un problema que puede causar perplejidad al metafísico182 pero no al filósofo trascendental Éste no se precia en modo alguno de explicar la posibilidad de las cosas porque se contenta con establecer los conocimientos por los cuales se comprende la posibilidad de la experiencia Y como la experiencia sería no menos imposible sin aquella oposición en el ánimo que sin su unidad absoluta entonces establece ambos conceptos con perfecto derecho como condiciones igualmente necesarias de la experiencia sin preocuparse más allá de ello por su compatibilidad183 Por lo demás esta inhabitación de dos impulsos fundamentales no milita en modo alguno contra la unidad absoluta del espíritu con tal que uno distinga respecto de ambos al espíritu mismo Bien es verdad que estos dos impulsos existen y actúan en él pero él mismo no es ni materia ni forma ni sensibilidad ni razón hecho en el que no parecen haber reparado siempre aquéllos para los cuales el espíritu humano obra por sí mismo sólo cuando su proceder coincide con la razón y que tan pronto como la contradice lo declaran por meramente pasivo Tan pronto como ha logrado desarrollarse cada uno de estos dos impulsos fundamentales aspira por su propia naturaleza y de manera necesaria a su satisfacción 180 Sin la recepción paciente de las impresiones sensoriales no puede el hombre según la doctrina kantiana llevar a cabo la operación de pensar 181 Véase al respecto la carta 12ª 182 Schiller emplea este término en sentido escolar como sinónimo de filósofo dogmático título que por aquel entonces se aplicaba a los autores anteriores a la revolución copernicana de Kant o bien a aquellos que se negaban a aceptarla 183 Estos pasajes tanto lo que precede de este párrafo como el anterior se hallan en el Opus postumum de Kant AkadAusg vol XXI pág 76 quien al recibir la obra se dirigió a Schiller el 30 de marzo de 1795 en estos términos Las Cartas sobre la educación estética del hombre me parecen excelentes y las estudiaré para poder comunicar a Vd a su debido tiempo mis pensamientos al respecto AkadAusg vol XII pág 11 124 pero precisamente por ello por ser ambos necesarios y por tender ambos hacia objetos opuestos estas dos necesidades encontradas se anulan mutuamente y la voluntad mantiene una completa libertad entre ambas La voluntad por ende es la que se comporta frente a los dos impulsos como un poder como fundamento de la realidad184 sin que ninguno de ambos pueda hacer otro tanto por sí mismo frente al otro El más auténtico deseo de justicia del que en modo alguno carece no aparta al déspota de la injusticia ni tampoco la más viva tentación de goce hace que quiebre sus principios el hombre de ánimo esforzado No hay en el hombre más poder que su voluntad y sólo aquello que anula al hombre la muerte la pérdida de la conciencia puede anular la libertad interior Una necesidad fuera de nosotros determina nuestro estado nuestra existencia en el tiempo por medio de la sensación Ésta es completamente involuntaria y tal como las cosas operen sobre nosotros tenemos que sufrirlas De igual manera una necesidad en nosotros hace surgir nuestra personalidad con ocasión de aquella impresión de los sentidos y por oposición a ella pues la conciencia de sí no puede depender de la voluntad ya que ésta por el contrario presupone aquélla Tal manifestación originaria de la personalidad no es nuestro mérito ni es nuestro demérito su ausencia Sólo de quien tiene conciencia de sí cabe exigir razón esto es la consecuencia y la universalidad absolutas de la conciencia antes de ello el hombre no es todavía tal ni puede esperarse de él acto alguno propiamente humano Así como no logra el metafísico explicarse las limitaciones que el espíritu libre e independiente padece mediante la sensación así tampoco el físico comprende la infinitud que con ocasión de esas limitaciones se revela en la personalidad Ni la abstracción ni la experiencia nos permiten remontar hasta la fuente de donde dimanan nuestros conceptos de universalidad y necesidad su manifestación temprana en el tiempo escapa al observador y su origen suprasensible al investigador metafísico Pero basta que la conciencia de sí existe y entonces junto con su unidad inmutable queda instaurada la ley de la unidad en todo cuanto es para el hombre y en todo cuanto por el hombre debe ser la ley en suma para su conocer y para su obrar De manera ineludible incontrastable inconcebible los conceptos de verdad y de derecho preséntanse ya en la edad del predominio de los sentidos185 y sin que supiese decir de dónde ni cómo surgió percibe uno lo eterno en el tiempo y lo necesario en el curso de lo contingente De este 184 El poder que provoca la realización de la decisión adoptada 185 La época de la naturaleza y de la infancia de la Humanidad 125 modo surgen sin la menor intervención del sujeto la sensación y la conciencia de sí y el origen de ambas está allende nuestra voluntad y en igual medida allende la esfera de nuestro conocimiento Pero tan pronto como la sensación y la conciencia de sí son reales y tan pronto como el hombre ha experimentado por medio de la sensación una existencia determinada y por medio de la conciencia de sí su existencia absoluta también sus dos impulsos fundamentales se encienden entonces en él junto con sus objetos El impulso sensible despierta con la experiencia de la vida con el comienzo del individuo el racional con la experiencia de la ley con el comienzo de la personalidad y sólo entonces una vez que ambos han llegado a la existencia está edificada su humanidad Hasta que esto ocurre todo sucede en el hombre según la ley de la necesidad pero en este punto la mano de la Naturaleza lo abandona y es incumbencia suya sustentar esa humanidad que aquélla dispuso e inauguró en él Porque no bien los dos impulsos fundamentales opuestos se vuelven activos en él pierden ambos su carácter constrictivo y la oposición de dos necesidades hace surgir la libertad186 186 Para evitar toda interpretación errónea me permito observar que siempre que aquí se habla de libertad este término no designa aquélla que de manera necesaria le corresponde al hombre considerado como inteligencia y que ni puede serle dada ni arrebatada sino aquella otra libertad que se funda en la naturaleza humana en cuanto mixta El hombre acredita poseer una libertad de la primera especie por el hecho de obrar en términos generales sólo de manera racional y una libertad de la segunda especie por el hecho de obrar racionalmente dentro de los límites de la materia y materialmente según las leyes de la razón La segunda de estas libertades podría explicarse directamente como una posibilidad natural de la primera 126 Carta vigésima Que no es posible ejercer acción alguna sobre la libertad esto se desprende ya de su mero concepto pero también se desprende necesariamente de lo que precede que la libertad misma es un efecto de la Naturaleza187 tomada esta palabra en su acepción más amplia y no una obra del hombre que puede en consecuencia ser promovida y limitada por medios naturales Ella principia sólo cuando el hombre está completo y cuando sus dos impulsos fundamentales se han desarrollado tiene pues que faltar mientras el hombre esté aún incompleto y uno de los dos impulsos permanezca relegado y tiene que poder ser restablecida por todo lo que devuelve al hombre la integridad de que carece Ello es que tanto en la especie entera como en el hombre individual puede señalarse en efecto un momento en que el hombre no está todavía completo y sólo uno de sus dos impulsos está activo en él Sabemos que comienza por la vida sin más para acabar en la forma que es individuo antes de ser persona que parte de las limitaciones para marchar hacia lo infinito El impulso sensible comienza a operar pues antes que el racional porque la sensación precede a la conciencia y en esta prioridad del impulso sensible hallamos la explicación de la historia íntegra de la libertad humana Pues hay un momento en que el impulso vital puesto que el formal no milita todavía contra él obra como naturaleza y como necesidad en que la sensibilidad es un poder porque el hombre no ha comenzado todavía a ser él mismo pues ningún otro poder cabe en el hombre mismo fuera de la voluntad Pero en el estado del pensamiento al que el hombre debe ahora convertirse es la razón por el contrario la que debe ser un poder y en lugar de la necesidad física debe presentarse ahora una necesidad lógica o moral Aquel poder de la sensación ha de ser pues aniquilado188 antes de que la ley pueda ser entronizada en su lugar No basta pues con que algo que no existía todavía comience a existir primero tiene que dejar de existir algo que ya existía El hombre no puede pasar de manera inmediata de la sensación al pensamiento tiene que dar un paso atrás porque sólo en tanto se anula una determinación puede hacerse presente la 187 Estas palabras de Schiller tornan manifiesta una vez más la necesidad de reconocer las diferencias epocales en nuestra tradición filosófica Porque resulta de todo punto imposible conciliar la comprensión de la libertad como un efecto de la Naturaleza con la libertad que conoce la Época Media la que sólo procede del Espíritu de Dios cf II Cor 3 18 la que se determina del modo más preciso en el sentido de la Revelación Cristiana como libertad respecto del pecado de la ley y de la muerte 188 Fichte 1966 pág 35 lección III 108 hablará unos años más tarde del viejo demonio de la empiria que debe ser combatido hasta poder matarlo del todo 127 determinación contraria De suerte que para trocar la pasividad en actividad autónoma una determinación pasiva en una activa el hombre precisa estar momentáneamente libre de toda determinación y atravesar por un estado de mera disposición para ser determinado Tiene que retornar por consiguiente en cierto sentido a aquel estado negativo de simple indeterminación en el que se hallaba antes de que una cosa cualquiera hubiese impresionado sus sentidos Aquel estado empero se hallaba completamente vacío de todo contenido mientras que ahora se trata de enlazar una ausencia de determinación semejante y una semejante capacidad ilimitada de determinación con el contenido mayor posible porque de este estado ha de resultar de manera inmediata algo positivo Hay que mantener pues la determinación que el hombre recibió por la sensación porque no le es lícito perder la realidad pero ha de ser anulada al mismo tiempo en cuanto es limitación porque ha de substituirla un estado de disposición ilimitada para ser determinado El problema consiste pues en aniquilar y en conservar al mismo tiempo la determinación del estado lo que sólo es posible de un único modo conviene a saber oponiéndole otra determinación Los platillos de una balanza se equilibran cuando están vacíos pero también cuando sostienen pesos iguales El ánimo pasa pues de la sensación al pensamiento a través de un temple intermedio donde la sensibilidad y la razón están activas al mismo tiempo pero donde precisamente por ello anulan de manera recíproca su poder determinante y de una oposición hacen surgir una negación Este temple intermedio donde el ánimo sin estar constreñido ni física ni moralmente se encuentra sin embargo activo de ambos modos merece particularmente ser llamado libre y si el estado de la determinación sensible recibe el nombre de físico y el de la determinación racional el de lógico y moral entonces este otro estado el de la disposición real y activa para ser determinado ha de llamarse estético189 189 Para aquellos lectores que no estén del todo familiarizados con la acepción pura de este término del que por ignorancia tanto se abusa sirva de explicación lo que sigue Todas las cosas cualesquiera sean que pueden existir para los sentidos cabe pensarlas según cuatro relaciones diferentes Una cosa puede relacionarse de manera inmediata con nuestro estado sensible nuestra existencia y bienestar ésta es su condición física O puede vincularse con el entendimiento y proporcionarnos un conocimiento ésta es su condición lógica O puede relacionarse con nuestra voluntad y ser considerada como un objeto de elección para un ser racional ésta es su condición moral O puede vincularse finalmente con el conjunto todo de nuestras diferentes facultades sin ser un objeto determinado para una de ellas en particular ésta es su condición estética Un hombre puede resultarnos simpático por su oficiosidad puede darnos que pensar por su conversación puede inspirarnos respeto por su carácter pero además puede finalmente con independencia de todo ello y sin que al enjuiciarlo tomemos en cuenta ley o fin algunos causarnos agrado en la mera contemplación y por su simple modo de ser Según esta última cualidad juzgamos estéticamente Así hay pues una educación para la salud una educación para el conocimiento una educación para la moralidad una educación para el gusto y la belleza Esta última se propone conformar 128 Carta vigesimoprimera Tal como lo señalé al comienzo de la carta anterior190 hay un doble estado de la capacidad para ser determinado y un doble estado de determinación Ahora puedo aclarar este aserto El ánimo es determinable al no estar determinado en absoluto pero también lo es al no estar determinado de manera excluyente vale decir al no hallarse limitado en su determinación Aquello es mera indeterminación carece de límites porque carece de realidad esto otro es disposición para la determinación estética no tiene límites porque reúne toda realidad El ánimo está determinado en la medida en que sufre simplemente una limitación pero también está determinado en la medida en que se limita a sí mismo por una propia facultad absoluta En el primer caso se encuentra cuando siente en el segundo cuando piensa El pensamiento es pues en lo que concierne a la determinación lo que la constitución estética en lo que concierne a la disposición para ser determinado aquél es una limitación que procede de una fuerza interior infinita ésta es una negación que procede de una plenitud interior infinita Así como la sensibilidad y el pensamiento se tocan en un solo punto que en ambos estados el ánimo está determinado que el hombre es de manera excluyente o individuo o persona mientras que por lo demás difieren entre sí de manera infinita precisamente así la disposición estética para ser determinado se encuentra con la mera indeterminación en un punto solo el de que ambas excluyen todo ser determinado en tanto que fuera de ello son tan diferentes como la nada y el todo es decir infinitamente Si la última pues la indeterminación por defecto191 quedó representada como una infinitud vacía entonces habrá que considerar la indeterminación estética que es la contraposición real de la otra con la mayor armonía posible el conjunto íntegro de nuestras facultades sensibles y espirituales Puesto que ello no obstante seducido por un gusto falso y afianzado aún más en ese error por un razonamiento falso uno asocia de buen grado el concepto de lo arbitrario con el concepto de lo estético me permito señalar aquí de manera un tanto redundante aun cuando estas cartas sobre educación estética apenas si se proponen otra cosa más que refutar este error que el ánimo en el estado estético actúa de manera libre por cierto y en un grado de suprema libertad frente a toda coacción pero de ningún modo libre de toda ley y que esta libertad estética se distingue de la necesidad lógica en el pensar y de la necesidad moral en el querer sólo por el hecho de que las leyes según las cuales en tal caso el ánimo procede no son representadas ie no cobran la forma de una representación y puesto que no encuentran resistencia alguna no aparecen como una constricción 190 En rigor se trata del comienzo de la carta 19ª 191 Ie por falta de determinación 129 como una infinitud plena representación que viene a coincidir del modo más preciso con lo que enseñan las investigaciones precedentes192 En el estado estético por ende el hombre es cero si uno atiende a un resultado aislado no a la facultad íntegra y considera en él la falta de toda determinación particular De allí que uno deba asentir sin retaceos a quienes declaran que lo bello y el temple en que lo bello pone a nuestro ánimo son completamente indiferentes e inútiles con respecto al conocimiento y al carácter Tienen sobrada razón pues la belleza no alumbra en verdad resultado alguno ni para el entendimiento ni para la voluntad no realiza ningún fin particular ni intelectual ni moral no encuentra ni una sola verdad no nos ayuda a cumplir un solo deber y es para decirlo en pocas palabras igualmente incapaz de afianzar el carácter y de iluminar el intelecto Es así como mediante la cultura estética el valor personal de un hombre o su dignidad en cuanto que ésta sólo puede depender de él mismo permanece completamente indeterminado todavía y ninguna otra cosa se logra mediante ella fuera de que el hombre tenga ya por naturaleza la posibilidad de hacer de sí mismo lo que quiera fuera de habérsele devuelto plenamente la libertad de ser lo que deba ser Pero precisamente por ello se ha logrado algo infinito Pues no bien recordemos que precisamente esa libertad le fue arrebatada por la coacción unilateral de la naturaleza en la esfera de la sensación y por la legislación excluyente de la razón en la del pensamiento tendremos que considerar la facultad recuperada por el hombre en el temple estético como un supremo don entre los dones como el don de la humanidad Claro está que él posee esta humanidad como disposición antes de cada uno de los estados determinados que puede alcanzar pero la pierde de hecho con cada uno de los estados determinados que alcanza y si ha de poder pasar a otro estado contrario hay que devolvérsela de nuevo cada vez por medio de la vida estética193 192 En el texto de Las Horas Schiller menciona de manera expresa las cartas 14ª y 15ª 193 Bien es verdad que la presteza con que ciertos caracteres pasan de las sensaciones a los pensamientos y a las decisiones apenas o ni siquiera en absoluto permite percibir el temple estético por el que han de pasar necesariamente en ese breve lapso Tales espíritus no pueden tolerar que se extienda el estado de indeterminación y exigen con impaciencia un resultado que en el estado de ilimitación estética no hallan En otros espíritus que hallan su placer más en el sentimiento de la facultad íntegra que en el de un acto aislado de la misma el estado estético se extiende por el contrario en una superficie mucho más amplia Los primeros temen la vaciedad en la misma medida en que no toleran la limitación los últimos Apenas si necesito recordar que los primeros han nacido para el detalle y para ocupaciones subalternas los segundos supuesto que con esta facultad estética unan la realidad para servir a la totalidad y para desempeñar grandes papeles 130 De modo que no es algo sólo poéticamente lícito sino filosóficamente correcto llamar a la belleza nuestra segunda creadora194 Porque si bien es cierto que se limita a volvernos meramente posible la humanidad y si por lo demás deja librado a nuestra voluntad libre en qué medida queremos volverla real es esto ciertamente lo que tiene en común con nuestra creadora originaria la Naturaleza195 que tampoco nos dio para llegar a ser hombres más que la facultad abandonando a la determinación de nuestra propia voluntad el uso que hagamos de ella 194 También la Época Media conoce una segunda creadora que no es la belleza por cierto sino la gracia La literatura al respecto es abundantísima pero puede bastar a título de orientación el admirable estudio de M J Scheeben Natur und Gnade Naturaleza y Gracia Friburgo 31941 en particular cap III 1 La gracia en efecto opera un portento mayor infinitamente mayor que todas las curaciones maravillosas de las enfermedades corporales mayor incluso que la resurrección de un muerto cf Tomás de Aquino S Theol I 2 qu3 a 5 y algunos teólogos no sin razón agregan mayor en cierto sentido que la Creación misma pág 61 195 Creadora originaria cuya condición divina ya había sido celebrada dentro del contexto epocal correspondiente por Shaftesbury en una invocación conmovedora Wise Substitute of Providence Impowerd Creatress Or Thou impowering DEITY Supreme Creator Thee I invoke and Thee alone adore I sing of Natures Order in created Beings and celebrate the Beauty which resolve in Thee the Source and Principle of all Beauty and Perfection The Moralists en Sämtliche Werke ed W Benda et al Stuttgart 1987 vol II 1 pág 246 131 Carta vigesimosegunda Si pues el temple estético del ánimo ha de ser considerado en un sentido como cero conviene a saber cuando uno dirige su atención hacia efectos particulares y determinados también es cierto que en otro sentido ha de ser considerado a su vez como un estado de suprema realidad en cuanto uno advierte la ausencia de toda limitación y la suma de las fuerzas que cooperan de manera activa en él Por donde tampoco se puede tener por errados a quienes explican el estado estético como el más provechoso en orden al conocimiento y la moralidad Tienen sobrada razón pues una disposición del ánimo que comprende en sí el conjunto de lo humano necesariamente ha de contener también en potencia cada una de sus manifestaciones particulares Precisamente por esto porque no defiende con parcialidad ninguna función humana en concreto el temple estético favorece a cada una de ellas sin distinción y sin dar ventajas ni preferencias a ninguna porque es el fundamento de la posibilidad de todas El ejercicio de las otras facultades procura al ánimo alguna destreza particular pero también le impone a cambio un límite particular sólo el uso de la facultad estética lleva hacia lo ilimitado Cualquier otro estado que podamos alcanzar nos remite a uno anterior y necesita resolverse en otro consiguiente sólo el estético constituye en sí mismo una totalidad puesto que reúne en sí todas las condiciones de su origen y de su permanencia Sólo aquí nos sentimos como arrancados del tiempo y nuestra humanidad se muestra con tanta pureza e integridad como si no hubiese experimentado aún menoscabo alguno por la intervención de fuerzas exteriores El objeto que halaga nuestros sentidos en la sensación inmediata abre nuestro espíritu blando e inquieto a cada impresión pero en igual proporción también nos vuelve menos aptos para el esfuerzo Lo que pone en tensión nuestras potencias intelectuales y las invita a operar con conceptos abstractos ello fortalece nuestro espíritu para toda especie de resistencia pero también lo endurece en la misma proporción y nos priva de sensibilidad tanto cuanto nos ayuda para alcanzar una mayor actividad autónoma Y si lo uno y lo otro acaban por llevar necesariamente al agotamiento es precisamente porque la materia no puede prescindir por mucho tiempo de la fuerza plasmadora ni ésta durante mucho tiempo de la materia dúctil Tan pronto como nos entregamos en cambio al goce de la belleza auténtica señoreamos de igual manera en ese preciso momento sobre nuestras potencias pasivas y activas y con 132 facilidad igual habremos de volvernos hacia lo serio y hacia lo lúdico hacia la quietud y hacia el movimiento hacia la blandura y hacia la resistencia hacia el pensamiento abstracto y hacia la intuición sensible Esta magna ecuanimidad y libertad del espíritu aunada con el vigor y la fuerza es el temple en que debe ponernos una auténtica obra de arte y no hay piedra de toque más segura que ésta para la verdadera calidad estética Si tras un goce de esta especie nos hallamos dispuestos de preferencia para un modo particular de sentir o de obrar fuere cual fuere y para otro en cambio torpes y desabridos tal es la prueba infalible de que no hemos experimentado un efecto estético puro sea que ello se deba al objeto o a nuestra sensibilidad o bien como casi siempre ocurre a ambas cosas a la vez Como en la realidad no es posible dar con ningún efecto estético puro pues el hombre jamás puede sustraerse a la dependencia de sus fuerzas el mérito superior de una obra de arte sólo puede consistir entonces en su mayor aproximación a aquel ideal de pureza estética y sin importar cuán grande sea la libertad a la que uno haya podido ascender siempre nos quedaremos con un temple de ánimo particular y orientados en una dirección determinada Cuanto más universal sea el temple y cuanto menos limitada la dirección que confiere a nuestro espíritu una cierta especie de arte o bien un producto determinado de ella tanto más noble es esa especie tanto más excelente un producto semejante Uno puede poner esto a prueba con obras de artes diferentes y también con obras diferentes de un mismo arte Abandonamos la audición de una música bella con la sensibilidad más viva la de una bella poesía con la imaginación más animada abandonamos la contemplación de una estatua o de un edificio bellos con la mente más despierta196 pero quien inmediatamente después de un elevado gozo musical quisiese invitarnos al pensamiento abstracto quien inmediatamente después de un elevado gozo poético quisiese emplearnos para un modesto menester de la vida ordinaria quien inmediatamente después de la contemplación de bellas pinturas y esculturas quisiese acalorar nuestra imaginación y sorprender nuestro sentimiento ese tal no habría escogido bien la ocasión La causa de ello reside en que hasta la música más elevada conserva siempre por su materia una afinidad con los sentidos mucho mayor que la tolerada por la verdadera libertad estética en que hasta el poema más felizmente logrado participa siempre como del medio que le es propio de los juegos caprichosos y 196 Porque al menos desde el Renacimiento como bien supo comprenderlo y exponerlo uno de sus genios mayores Leon Batista Alberti Della Pittura e della Statua la inteligibilidad propia de las obras arquitectónicas y escultóricas se funda en el saber de la ciencia correspondiente 133 contingentes de la imaginación mucho más que lo admitido por la necesidad interior de lo verdaderamente bello en que hasta la escultura más admirable y ésta acaso en el mayor grado linda por la precisión de su concepto con la ciencia rigurosa197 Ello no obstante estas afinidades particulares van perdiéndose cuanto más elevado es el peldaño alcanzado por una obra de uno de estos tres géneros y es una consecuencia necesaria y natural de su perfección el que las artes diferentes sin remover sus límites objetivos vayan asemejándose siempre más entre sí en su efecto sobre el espíritu La música al llegar a su máximo ennoblecimiento ha de volverse figura y actuar sobre nosotros con la fuerza reposada de la escultura antigua el arte plástica en el colmo de su perfección ha de volverse música y conmovernos por su inmediata presencia sensible la poesía en su desarrollo más perfecto ha de subyugarnos como el arte de los sonidos pero al mismo tiempo ha de envolvernos como el arte plástica en una serena claridad La perfección del estilo muéstrase en cada arte en que sabe apartar sus limitaciones específicas sin cancelar por ello sus perfecciones específicas y en que por un sabio empleo de lo característico de cada arte le imprime un carácter más universal Y no son sólo las limitaciones inseparables del género de arte que cultiva lo que el artista ha de vencer con su labor sino también las inherentes a la materia particular con que trabaja En una obra de arte verdaderamente bella todo debe hacerlo la forma y nada el contenido Pues sólo por la forma se actúa sobre el hombre íntegro por el contenido en cambio sólo sobre potencias particulares El contenido por muy sublime y amplio que sea opera sobre el espíritu siempre de manera restrictiva y sólo de la forma hay que esperar la verdadera libertad estética En esto consiste en consecuencia el verdadero secreto del maestro en un arte en que aniquila la materia por la forma y cuanto más soberbia más pasmosa más seductora sea la materia por sí misma cuanto más espontáneamente avance con su efecto o cuanto más inclinado esté el contemplador a comprometerse de manera inmediata con ella tanto más grande será el triunfo del arte capaz de contener a aquél y de afirmar su imperio sobre la materia El ánimo del espectador y del oyente ha de permanecer completamente libre e intacto tiene que salir del círculo mágico forjado por el artista tan puro y perfecto como lo hiciera de las manos del Creador El objeto más trivial debe ser tratado de tal modo que quedemos dispuestos para trocarlo de manera inmediata por el asunto más serio La materia más grave debe ser tratada de tal modo que conservemos la capacidad para 197 La valoración de la ejemplaridad artística de la escultura remite por cierto a Winckelmann y al ideario estético del neoclasicismo alemán 134 trocarla de manera inmediata por el juego más ligero Las artes de la pasión198 la tragedia por caso no constituyen objeción alguna pues en primer lugar no son artes absolutamente libres puesto que se hallan al servicio de un fin particular lo patético y luego ningún verdadero conocedor del arte habrá de negar por cierto que las obras también las de esta misma categoría tanto más perfectas son cuanto más saben preservar incluso en el vórtice de la pasión la libertad del espíritu Hay un arte bello de la pasión pero un arte bello apasionado es una contradicción pues el efecto constante de lo bello consiste en librarnos de las pasiones199 No menos contradictorio es el concepto de un arte bello doctrinal didáctico o de un arte bello edificante moral pues nada milita más contra el concepto de la belleza que el afán de imprimir al ánimo una tendencia determinada Ello no obstante el hecho de que produzca efecto sólo por su contenido no siempre prueba que la obra carezca de forma esto también puede ser indicio de una falta de forma en quien la juzga Si éste se halla en una tensión excesiva o bien en una apatía extrema si está habituado a realizar su captación artística sólo con el entendimiento o por el contrario sólo con los sentidos entonces aun cuando se trate del todo más felizmente logrado sólo se atendrá a las partes y en presencia de la forma más bella sólo a la materia Receptivo sólo para el elemento basto primero habrá de destruir la organización estética200 de una obra antes de hallar algún placer en ella y hurgará cuidadosamente los elementos aislados que el maestro con arte infinito hizo desaparecer en la armonía del todo Su interés por la obra es exclusivamente moral o material en lugar de aquello que precisamente debiera ser interés estético Tales lectores disfrutan de una poesía severa y patética como si fuera un sermón y de una ingenua o festiva como de una bebida alcohólica y si su mal gusto fuese tan lejos como para pedir que una tragedia o una epopeya aun cuando ésta fuese una Mesíada les sirva de edificación entonces se escandalizarán a buen seguro de una canción compuesta a la manera de Anacreonte201 o de Cátulo202 198 Véase también a propósito de esta distinción entre artes bellas en sentido estricto y artes de la pasión la carta de Schiller a Körner del 321794 199 Este juicio será completamente ignorado a partir de la segunda mitad del siglo XIX cuando el fervor romántico ya exacerbado identifique el fin del arte no con lo bello sino con el culto de la pasión misma 200 Entonces de la obra de arte debe decirse lo ya dicho acerca del Estado como organización y del estado a su vez lo que aquí se dice acerca de la obra de arte A Negri 201 Lírico griego s VI aC cantor de los aspectos gratos y placenteros de la vida compuso canciones delicadas sobre el amor y el vino Tuvo imitadores en el siglo XVIII llamados anacreónticos 202 Gayo Valerio Cátulo s I aC poeta lírico romano autor de célebres poemas eróticos Posiblemente se trate de una referencia a las Elegías Romanas de Goethe publicadas en el sexto número de Las Horas 1795 135 Carta vigesimotercera Vuelvo a tomar el hilo de mi indagación que sólo había soltado para aplicar las proposiciones antes enunciadas al ejercicio del arte y al enjuiciamiento de sus obras El tránsito pues del estado pasivo de la sensación al activo del pensamiento y de la voluntad no se verifica sino pasando por otro intermedio de libertad estética y aun cuando tal estado nada decida por sí mismo acerca de nuestras ideas ni de nuestras disposiciones morales por lo que nuestro valor intelectual y moral se mantiene enteramente problemático ese estado es con todo la condición necesaria y única por la que podemos alcanzar una verdad o una disposición moral En una palabra para hacer del hombre sensible un hombre racional no hay otro camino fuera de volverlo primero un hombre estético Pero esta mediación me objetaréis ha de ser enteramente indispensable No podrían la verdad y el deber ya en cuanto tales y por sí mismos hacerse presentes en el hombre de la vida sensible A ello he de responder como sigue no sólo pueden sino que en absoluto únicamente a sí mismos deben su fuerza determinante y que nada sería tan contrario a los asertos que llevo formulados hasta aquí como esto de que aparentasen defender la opinión contraria Ha sido demostrado expresamente que la belleza no ofrece resultado alguno ni al entendimiento ni a la voluntad que no interviene en actividad alguna ni del pensamiento ni de la decisión voluntaria que se limita a conferir la facultad de ambos pero que nada determina en absoluto en cuanto al uso real de la misma En este punto cesa toda ayuda foránea y así la forma lógica pura el concepto ha de hablar de manera inmediata al entendimiento la forma moral pura la ley de manera inmediata a la voluntad Pero el hecho de que pueda hacerlo sin más de que en general haya sólo una forma pura para el hombre de los sentidos esto primero ha de volverse posible según sostengo mediante el temple estético del ánimo No es la verdad como la realidad o la existencia sensible de las cosas algo que pueda recibirse de fuera es algo que el vigor del pensamiento produce de manera espontánea en su libertad y es precisamente esta espontaneidad esta libertad lo que echamos de menos en el hombre de la vida sensible Éste está ya físicamente determinado y carece en consecuencia de la posibilidad de seguir determinándose libremente esta disposición perdida para ser determinado es algo que por fuerza ha de recobrar antes de poder trocar la determinación pasiva por otra 136 activa Pero no puede recobrarla sino de dos modos o bien perdiendo la determinación pasiva que tenía o bien teniendo ya en sí mismo la determinación activa a la que ha de pasar Si simplemente perdiese aquella primera entonces también perdería con ella al mismo tiempo la posibilidad de esta otra porque el pensamiento necesita de un cuerpo y sólo en una materia puede la forma realizarse De suerte que ha de tener ya en sí la determinación activa estará determinado pues a un mismo tiempo de manera pasiva y activa esto es tendrá que volverse estético Mediante el temple estético del ánimo se inicia pues la actividad espontánea de la razón ya en el campo de la sensibilidad el poder de lo sensible queda quebrantado ya dentro de sus propios límites y el hombre físico se ve ennoblecido de tal modo que el espiritual entonces ya sólo necesita desenvolverse a partir de él según las leyes de la libertad El paso del estado estético al lógico y al moral de la belleza a la verdad y al deber es por ende infinitamente más fácil que lo fuera el del estado físico al estético de la mera vida ciega a la forma El hombre puede dar aquel paso por su simple libertad puesto que necesita tan sólo recogerse y no darse tan sólo particularizar su naturaleza en lugar de ampliarla el hombre de tesitura estética juzgará tan pronto lo desee con juicios de validez universal y realizará acciones universalmente válidas La naturaleza ha de facilitarle el paso de la materia bruta a la belleza donde una actividad novísima ha de abrírsele y su voluntad nada puede disponer con respecto a un temple de ánimo al que la voluntad misma le debe por cierto la existencia Para llevar el hombre estético a la comprensión intelectual y a la grandeza de la vida moral basta con ofrecerle ocasiones singulares para obtener el mismo resultado del hombre sensible hay que mudar primero su naturaleza Tratándose del primero no se requiere por lo general sino el acicate de una situación sublime que es la que opera sobre la voluntad del modo más inmediato para hacer de él un héroe o un sabio tratándose del segundo hay que situarlo primero bajo otra constelación203 Una de las incumbencias más señaladas de la cultura consiste pues en hacer que el hombre ya en su vida meramente física se someta a la forma y volverlo estético tanto cuanto sepa extenderse el imperio de la belleza porque sólo a partir del estado estético y no del físico puede desarrollarse el estado moral Si el hombre ha de poseer en cada caso particular la facultad de hacer que su juicio y su voluntad sean un juicio propio de la especie si ha de poder hallar el modo de pasar de toda existencia limitada a 203 Bajo las condiciones transformadas de la existencia espiritual propias del estado estético que surge por obra de lo bello 137 una infinita si ha de poder emprender el vuelo desde todo estado de dependencia hacia la autonomía y la libertad entonces se ha de procurar que en ningún momento sea mero individuo204 y sirva sólo a la ley natural Si ha de ser capaz y ha de estar pronto para ascender desde el estrecho círculo de los fines naturales al de los racionales entonces tiene que haberse ejercitado para éstos ya dentro de los primeros y haber realizado ya su destinación física con una cierta libertad espiritual esto es según leyes propias de la belleza Y puede hacerlo por cierto sin contradecir de ninguna manera su fin físico Las exigencias de la Naturaleza sólo atañen a lo que el hombre realiza al contenido de su obrar mientras que acerca del modo cómo lo hace de la forma los fines naturales nada prescriben Las exigencias de la razón por el contrario apuntan de manera rigurosa a la forma de la actividad De suerte que así como es de todo punto necesario para su destinación moral que el hombre sea puramente moral que acredite una espontaneidad absoluta así de indiferente es también para su destinación física si él es puramente físico si se comporta con pasividad absoluta Tratándose pues de esta destinación depende enteramente de su albedrío el que quiera cumplirla simplemente como un ser sensible y como una fuerza natural conviene a saber como aquélla que sólo opera en tanto padece o bien al mismo tiempo como una fuerza absoluta como un ser racional y sería ocioso por cierto preguntarse cuál de ambos modos corresponde mejor a su dignidad Más aún cuanto lo rebaja y deshonra el hacer por un impulso sensible aquello a lo que habría debido resolverse por motivos puros del deber tanto lo honra y ennoblece el aspirar también a la legalidad a la armonía a la infinitud en los casos en que el hombre vulgar se contenta con satisfacer un deseo lícito205 En una palabra en el 204 Mero individuo lo individual tanto aquí como en los demás escritos de Schiller es el resultado de la limitación accidental física natural del hombre a lo individual se opone en el hombre su disposición racional ideal para volverse persona que se realiza en la conciencia y en la captación libre autónoma de lo verdadero y lo bueno en cuanto eterno y necesario FrG 205 Esta manera llena de espíritu y estéticamente libre de tratar la realidad vulgar es donde quiera que se la encuentre el signo distintivo de un alma noble Se ha de llamar noble en general al espíritu que posee el don de volver infinito por el modo de tratarlo hasta el menester más mezquino y el objeto más ínfimo Noble es toda forma que imprime a lo que por su naturaleza no hace más que servir a un fin a lo que es un simple medio el sello de la autonomía Un espíritu noble no se contenta con ser libre ha de poner en libertad cuanto lo rodea incluso lo inanimado La belleza empero es la única expresión posible de la libertad en el reino de los fenómenos Es por ello por lo que cuando es preponderante la expresión de la inteligencia en un rostro en una obra de arte o en cosas análogas jamás podrá parecer noble así como tampoco podría ser jamás bella porque subraya la dependencia que resulta inseparable de la finalidad en lugar de ocultarla Es cierto que el filósofo moralista Kant nos enseña que uno jamás podría hacer más que su deber y le asiste toda la razón si tan sólo se refiere a la relación que guardan las acciones con la ley moral Pero tratándose de acciones que se relacionan tan sólo con un fin el ir más allá de este fin hacia lo suprasensible que aquí no puede significar otra cosa más que realizar lo físico de manera estética 138 terreno de la verdad y la moralidad nada hay que la sensación deba determinar pero en el ámbito de la felicidad es justo que haya forma y es justo que impere el impulso lúdico206 Ya aquí pues en el campo indiferente de la vida física ha de comenzar el hombre su vida moral es entonces cuando estando todavía en un estado de pasividad ha de comenzar su actividad autónoma y cuando estando todavía cercado por sus barreras sensibles ha de comenzar a mostrar la libertad de su razón Ya sus inclinaciones deben someterse a la ley de su voluntad ha de hacer la guerra contra la materia si queréis permitirme la expresión dentro de sus mismos confines para verse dispensado de combatir contra ese terrible enemigo sobre el sagrado suelo de la libertad ha de aprender a desear de modo más noble para no verse precisado a querer de manera sublime207 Esto se logra mediante la cultura estética que somete a las leyes de la belleza todo aquello donde no hay leyes naturales ni racionales que obliguen al humano albedrío esa misma cultura que ya mediante la forma que confiere a la vida externa abre a la interior su cauce significa ir al mismo tiempo más allá del deber en tanto éste sólo puede prescribir que la voluntad sea santa pero no ya que también la naturaleza se santifique De modo que no hay una superación moral del deber pero sí una estética y una conducta de esta índole recibe el nombre de noble Pero precisamente por ello porque ante lo noble siempre se percibe una sobreabundancia en la medida en que aquello que sólo necesitaba tener un valor material posee también uno formal y libre o también en la medida en que añade al valor interno que ese acto debe poseer un valor exterior que podría faltarle muchos han confundido la sobreabundancia estética con la sobreabundancia moral y seducidos por la manifestación del acto noble han introducido en la moralidad misma un elemento accidental y contingente por el que quedaría enteramente aniquilada Hay que distinguir entre la conducta noble y la sublime La primera va más allá de la obligación moral pero no así la segunda aun cuando la reputamos incomparablemente más elevada que aquélla Lo hacemos empero porque supera no el concepto racional de su objeto la ley moral sino el concepto empírico de su sujeto nuestros conocimientos acerca de la bondad de la voluntad humana y de su fortaleza y es así como por el contrario apreciamos una conducta noble no porque vaya más allá de la naturaleza del sujeto de donde por el contrario debe fluir sin violencia alguna sino porque sobrepuja la naturaleza de su objeto el fin físico y penetra en el reino de los espíritus Así podría uno decir que si en la conducta sublime nos asombra la victoria que el objeto logra sobre el hombre en la noble nos admira la elevación que el hombre infunde en el objeto 206 Las oraciones precedentes vuelven a combatir una confusión ligada con frecuencia al concepto schilleriano de lo moralmente bello de la gracia y del alma bella según la cual ya la sola armonía de naturaleza y espíritu de impulso sensible e impulso moral sería en cuanto tal digna de mérito Esto supondría una estetización de lo ético e invalidaría la exigencia única e incondicionada de la ley moral tal estetización en cuanto coincidencia armónica y total de la naturaleza sensible y la espiritual del hombre fue defendida por Shaftesbury y también por Wieland pero no por Schiller FrG 207 El querer de manera sublime es en efecto la única triaca efectiva contra un sentimiento que si carece de nobleza tampoco puede ser bello Schiller forja con este pensamiento anticipado ya por Rousseau Si lon nest pas maitre de ses sentiments au moins on lest de sa conduite La nouvelle Héloïse VI una Tabula votiva titulada La fuerza moral Si de un modo bello no sientes te queda el querer con cordura y como espíritu hacer lo que tú como hombre no puedes 139 Carta vigesimocuarta Cabe distinguir por tanto tres momentos o grados diferentes del desarrollo que tanto el hombre singular como la especie íntegra deben recorrer necesariamente y en un orden determinado si han de colmar el entero círculo de su destinación Cierto es que esos períodos considerados de manera aislada pueden ya alargarse ya acortarse por causas contingentes debidas o bien a la influencia de las cosas exteriores o bien al libre albedrío humano pero no es posible omitir ninguno de ellos ni tampoco sea mediante la Naturaleza o mediante la voluntad alterar el orden con que se suceden En su estado físico el hombre padece simplemente el poder de la Naturaleza quítaselo de encima en el estado estético y llega a señorear sobre él en el estado moral Qué es el hombre antes de que la belleza haga surgir en él el deleite libre208 y la forma apacible suavice la vida indómita209 Siempre uniforme en sus fines siempre cambiante en sus juicios egoísta sin ser él mismo desatado sin ser libre esclavo sin servir a una regla En esta época de su desarrollo el mundo es para él mero destino y no todavía objeto todas las cosas sólo existen para él en la medida en que le aseguran su propia existencia aquello que nada le da ni le quita le resulta completamente nulo Sólo y desprendido del resto tal como él se halla a sí mismo al considerarse dentro de la serie de los seres se le presenta cada fenómeno Todo cuanto es lo es para él por el conjuro del instante cada cambio o alteración le resulta una creación enteramente nueva porque carece al par que de lo necesario en él de la necesidad fuera de él la que reúne en un universo las figuras cambiantes y la que mantiene mientras los individuos pasan la ley sobre el escenario En vano la Naturaleza hace desfilar ante sus sentidos la muchedumbre variopinta de sus cosas él no ve en su magnífica abundancia más que el propio botín en su fuerza y vastedad más que a su propio enemigo O bien se precipita sobre los objetos y quiere apropiárselos con avidez o bien los objetos lo asaltan de manera destructora y los rechaza con aborrecimiento En ambos casos su relación con el mundo sensible es la del contacto inmediato y siempre temeroso ante su acometida atormentado sin descanso por la necesidad imperiosa en ninguna parte halla sosiego salvo en el agotamiento y en ninguna parte límites salvo en el deseo exhausto 208 El placer desinteresado Kant de la contemplación estética de lo bello 209 Cf Los artistas v 103 ss 140 Cierto que el pecho poderoso y de los Titanes la vigorosa médula es su porción fija de la herencia pero labró el dios sobre su frente un férreo lazo consejo moderación sabiduría y paciencia escondióle a su mirada huraña y sombría Tórnasele furor cada deseo y sin término ni tasa su furor aprieta por doquier Goethe Ifigenia en Táuride I 3 vv 328335 Puesto que ignora su propia dignidad humana está muy lejos de respetarla en los demás y conciente de su avidez salvaje la teme en cuanta criatura se le parece Jamás ve a los otros dentro de sí mismo sólo a sí mismo viéndose en los otros y la sociedad en lugar de dilatarlo en el sentido de la especie no hace sino encerrarlo cada vez más en su individualidad En medio de esta estrechez opresiva yerra por la vida oscura como la noche hasta el momento que una naturaleza favorable aparta de sus sentidos entenebrecidos el peso de la materia en que su reflexión lo aparta a él mismo de las cosas y en que los objetos se le muestran por fin en el reflejo de la conciencia Este estado de naturaleza inculta tal como aquí se lo describe no se encuentra por cierto en ningún pueblo ni en ninguna época determinados es una mera idea pero una idea con la cual la experiencia hasta en algunos rasgos particulares coincide exactísimamente Bien podría uno decir que el hombre jamás estuvo inmerso por entero en ese estado bestial pero que jamás ha salido por entero de él Hasta en los sujetos más groseros uno encuentra rastros innegables de la libertad de la razón así como en los más cultos tampoco están ausentes los momentos que recuerdan aquél sombrío estado natural Es más propio del hombre juntar en su naturaleza lo más alto y lo más bajo y si su dignidad descansa en saber separar de manera rigurosa lo uno de lo otro así también en el saber cancelar como es debido esa diferencia descansa su felicidad La cultura que debe poner su dignidad en armonía con su felicidad habrá pues de procurar que ambos principios en su mezcla más íntima y profunda se conserven sin embargo en la mayor pureza La primera manifestación de la razón en el hombre no es por ende todavía el comienzo de su humanidad Ésta surge en él sólo por su libertad y la razón comienza inicialmente volviendo ilimitada la dependencia del hombre respecto de los sentidos un 141 fenómeno éste que me parece no haber sido todavía expuesto como merece en razón de su importancia y de su universalidad La razón como sabemos se da a conocer en el hombre mediante la exigencia de lo absoluto es decir de lo que es necesario y está fundado en sí mismo la cual puesto que ningún estado de su vida física puede satisfacerlo lo urge a que abandone sin reservas el mundo físico y a que sobrepase una realidad estrecha remontándose hacia las ideas210 Pero aunque el verdadero sentido de aquella exigencia consiste en arrebatarlo de las barreras del tiempo y en elevarlo por encima del mundo sensible hacia uno ideal bien puede ocurrir que ella en virtud de una confusión poco menos que inevitable en esta época de la sensibilidad imperante se oriente hacia la vida física y que en lugar de volver al hombre independiente lo precipite en la más terrible servidumbre Y así ocurre también en efecto Sobre las alas de la imaginación abandona el hombre los estrechos límites del presente donde la mera animalidad permanece confinada para tender hacia delante en dirección a un porvenir ilimitado pero mientras que ante su imaginación desbordante se alza lo infinito su corazón no ha cesado de vivir en lo particular ni de servir al instante En medio de su animalidad lo sorprende el impulso hacia lo absoluto y puesto que en ese estado de apatía todas sus aspiraciones apuntan simplemente a lo material y temporal y simplemente se limitan a su individuo esa exigencia de absoluto en lugar de hacerlo abstraer del individuo sólo lo mueve a dilatarlo de manera ilimitada y a perseguir en lugar de una forma una materia inagotable en lugar de lo inmutable una mutación que jamás tenga fin y una afirmación absoluta de su existencia temporal Este mismo impulso que aplicado a su pensamiento y a su acción debería conducirlo hacia la verdad y la moralidad produce ahora referido a su condición pasiva y sensible tan sólo un anhelo ilimitado una penuria absoluta Los primeros frutos que cosecha en el reino de los espíritus son en consecuencia el cuidado y el temor se trata de dos efectos producidos por la razón no por la sensibilidad pero por una razón que marra en su objeto y que aplica de manera inmediata su imperativo211 a la materia Los frutos de este árbol son todos los sistemas incondicionados de la felicidad sea que tengan por objeto el día presente o bien la vida íntegra o bien sin que esto los vuelva en nada más respetables la eternidad Una duración sin límites de la existencia y el bienestar sólo por mor de la existencia y el bienestar es un mero ideal 210 Ideas de la razón que siendo incondicionadas necesarias y válidas en sí mismas sobrepasan el carácter limitado tanto de la experiencia como del mero entendimiento 211 El mandamiento que le es propio el de querer lo incondicionado e infinito 142 de la concupiscencia y una aspiración por ende que sólo puede ser abrigada por una animalidad que busca afianzarse de manera absoluta Sin que una manifestación racional de este género procure ganancia alguna a su humanidad el hombre pierde por ella la feliz limitación del animal al que aventaja ahora tan sólo por la facultad nada envidiable de perder la posesión del presente en aras de un anhelo de lejanía sin buscar jamás empero en aquella lejanía de todo punto inmarcesible otra cosa que el presente Pero aun cuando la razón no marre en su objeto ni yerre en la pregunta la sensibilidad con todo por largo tiempo falseará la respuesta En cuanto el hombre comienza a utilizar su entendimiento y a enlazar los fenómenos que lo rodean según causas y fines la razón reclama según su propio concepto un enlace absoluto y un fundamento incondicionado Para poder plantear siquiera una exigencia semejante el hombre ha de haber dejado ya la sensibilidad a sus espaldas pero ésta se sirve precisamente de la exigencia mentada para hacer volver al fugitivo El hombre podría haber llegado a un punto en efecto que lo obligase a abandonar por completo el mundo sensible y a elevarse al reino puro de las ideas pues el entendimiento permanece eternamente dentro del ámbito de lo condicionado y no cesa de preguntar sin dar jamás con algo último Pero como el hombre del que aquí se habla no es capaz todavía de una abstracción semejante aquello que no encuentra en el ámbito de su conocimiento sensible ni busca todavía por encima de él en el reino de la razón lo buscará por debajo en el ámbito de su sentimiento y al menos en apariencia lo hallará La sensibilidad nada le muestra por cierto que sea su propio fundamento212 y se de a sí mismo la ley pero le descubre algo en cambio que ignora todo fundamento y que no respeta ley alguna En consecuencia como el hombre no logra sosegar el entendimiento que interroga con un fundamento último e interior consigue al menos reducirlo a silencio invocando el concepto de lo infundado y permanece así encerrado en la necesidad ciega de la materia al no poder comprender todavía la sublime necesidad de la razón Puesto que la sensibilidad no conoce fin alguno fuera de su provecho ni se siente impulsada por ninguna otra causa más que por el ciego azar hace de aquél el norte de sus actos y de éste el amo y señor del universo Incluso lo más sagrado que hay en el hombre la ley moral es incapaz de evitar este falseamiento al presentarse por primera vez ante la sensibilidad Como habla de manera simplemente prohibitiva y contra el interés del egoísmo sensible que alienta en 212 Lo que exige y merece ser realizado por sí mismo cuyo derecho y valor descansa por ende en sí mismo 143 el hombre éste por fuerza ha de tenerla por algo ajeno y exterior al menos mientras no llegue a comprender aquel egoísmo como lo ajeno y exterior y comprenda en cambio la voz de la razón como su verdadero e íntimo yo El hombre siente pues sólo las cadenas que la última le impone no la liberación infinita que le procura Sin lograr barruntar en su seno la dignidad del legislador siente tan sólo la coacción y la repugnancia imbele del súbdito Como en su experiencia el impulso sensible precede al impulso moral entonces atribuye a la ley de la necesidad un comienzo en el tiempo un origen positivo213 y mediante el más deplorable de todos los errores hace de lo que en él es inmutable y eterno un accidente de lo efímero Se persuade a ver los conceptos de lo justo y lo injusto como estatutos214 dictados por una voluntad y no como válidos por sí mismos por toda la eternidad Así como en la explicación de los fenómenos naturales aislados va más allá de la Naturaleza y fuera de ella busca lo que sólo puede ser hallado en su legalidad interior así también en la explicación de lo moral va más allá de la razón y se burla de su propia humanidad al buscar por ese camino una divinidad Cómo admirarse de que una religión comprada al precio del menosprecio de la humanidad del hombre se muestre digna de semejante procedencia cómo admirarse de que el hombre ante leyes que no han obligado desde toda la eternidad se niegue a considerarlas como incondicionadas y válidas por toda la eternidad Él tiene que habérselas no con un ser sagrado sino con uno simplemente poderoso El espíritu que lo mueve a adorar a Dios es pues el temor que lo envilece no la veneración que lo enaltece en su propia estima Aunque estas múltiples desviaciones del hombre respecto del ideal de su destinación no pueden verificarse todas en la misma época puesto que debe pasar por varios peldaños desde la ausencia de pensamiento hasta el error y desde la ausencia de voluntad hasta la perversión de la misma es claro que todas son consecuencias del estado físico porque en todas ellas el impulso vital señorea sobre el impulso formal Sea que la razón no haya elevado su voz en el hombre todavía y lo físico lo domine aún con necesidad ciega sea que su razón no se haya purificado todavía en la medida suficiente del comercio con los sentidos y lo moral continúe aún al servicio de lo físico lo cierto es que en ambos casos el único principio imperante en el hombre es un principio material y que el hombre mismo es al menos según su tendencia última un ser 213 Véase la nota acerca de este término al comienzo de la Carta novena Este momento de la reflexión schilleriana se hace presente de manera inmediata en el pensamiento de Hegel y fructifica en La positividad del Cristianismo Die Positivität des Christentums 17951796 214 Determinaciones heterónomas esto es decretadas por un legislador humano o divino que procede según su arbitrio 144 sensible con la única salvedad de que en el primer caso es un animal desprovisto de razón y un animal racional en el segundo No debe ser empero ni lo uno ni lo otro debe ser hombre la Naturaleza no debe dominarlo de manera exclusiva ni la razón gobernarlo de manera condicionada Ambas legislaciones deben coexistir con perfecta independencia mutua y sin dejar de estar por ello perfectamente acordes 145 Carta vigesimoquinta Mientras el hombre en el primero de sus estados el físico acoge en sí el mundo sensible de un modo meramente pasivo y se limita a sentir todavía está unido de todo en todo con él y precisamente porque el hombre no es sino mundo no existe todavía un mundo para él Sólo cuando en su estado estético hace del mundo algo exterior o lo contempla su personalidad se separa de éste y se le muestra así un mundo porque ha cesado ya de ser uno con él215 La reflexión es la primera relación liberal del hombre frente al universo que lo rodea216 Cuando el apetito se apodera de manera inmediata de su objeto entonces la reflexión aleja de sí el suyo y precisamente por mantenerlo a salvo de la pasión lo vuelve verdadera e inamisible posesión suya La necesidad natural que en el estado de la mera sensación dominaba al hombre con poderío indiviso en la reflexión lo abandona una paz momentánea gana los sentidos el tiempo mismo lo eternamente mudable se detiene a la vez que los haces dispersos de la conciencia se concentran y un fiel trasunto de lo infinito la forma se refleja sobre el fondo efímero de las cosas No bien se hace la luz en el hombre tampoco hay ya noche alguna fuera de él no bien reina en él la quietud también en el universo se aplaca la tormenta y las fuerzas hostiles de la Naturaleza hallan reposo dentro de límites estadizos Por donde no ha de causar asombro que las más antiguas creaciones poéticas217 hablen de este gran suceso en el interior del hombre como de una revolución en el mundo exterior y que simbolicen la victoria del pensamiento sobre las leyes del tiempo mediante la imagen de Zeus que pone término al reinado de Saturno218 De un esclavo de la Naturaleza mientras se limita a sentirla vuélvese el hombre su legislador tan pronto como la piensa La que antes lo dominaba sólo como un poder se halla ahora ante su mirada de juez como un objeto Pero lo que para él es un objeto 215 Una vez más hago recordar que si bien es verdad que en la Idea estos dos períodos han de separarse necesariamente uno del otro en la experiencia se confunden poco más o poco menos Tampoco ha de pensarse que hubo un tiempo en que el hombre se halló sólo en esta situación física y uno en que se hubiese librado por completo de ella Tan pronto como el hombre ve un objeto ya deja de estar en un estado meramente físico y en la medida en que no cese de verlo tampoco logrará evadirse de aquella situación física porque sólo puede ver en tanto que siente Aquellos tres momentos que mencioné expresamente al comienzo de la carta vigésima cuarta son pues en su totalidad preciso es reconocerlo tres épocas diferentes en el desarrollo de la humanidad toda y en el desarrollo todo de un hombre singular pero bien pueden también diferenciarse en cada percepción individual de un objeto y son en una palabra las condiciones necesarias de cuantos conocimientos alcanzamos por medio de los sentidos 216 Cf Los artistas vv 174178 217 Como en la Teogonía de Hesíodo v 617ss 218 Crono en la mitología griega 146 no le hace ya violencia pues el objeto para serlo ha de experimentar antes la del propio sujeto En la medida en que éste confiere forma a la materia y mientras lo hace es invulnerable a sus efectos pues nada puede herir a un espíritu salvo lo que le roba la libertad y él acredita por cierto la suya confiriendo forma a lo que carece de ella Sólo allí donde domina una masa pesada e informe y donde vacilan entre límites inciertos los contornos borrosos sólo allí hay lugar para el miedo el hombre prevalece sobre cuanto terror le causa la Naturaleza tan pronto como sabe darle una forma y convertirlo en su objeto Del mismo modo en que comienza a afirmar su autonomía frente a aquélla en cuanto fenómeno así también afirma su propia dignidad frente a la Naturaleza en cuanto poder y con noble libertad se yergue ante sus dioses Éstos deponen las máscaras fantasmales con que atemorizaron su niñez y lo sorprenden con su propia imagen al volvérsele una representación suya El dios monstruoso de los orientales que rige el mundo con la fuerza ciega del animal feroz se reduce en la fantasía griega a la silueta amable de lo humano el reino de los titanes se desmorona y la fuerza infinita es domeñada por la forma infinita Pero mientras yo buscaba sólo una salida del mundo material y un paso hacia el mundo de los espíritus he aquí que el libre curso de mi imaginación me ha introducido ya en el corazón de este último La belleza que buscamos ha quedado ya a nuestras espaldas hemos saltado por encima de ella al pasar sin mediación alguna desde la vida sin más hacia la forma pura y el objeto puro Un salto semejante no es propio de la naturaleza humana y para andar a compás con ésta tendremos que retornar hacia el mundo de los sentidos La belleza es por cierto la obra de la contemplación libre y con ella ingresamos en el mundo de las ideas pero sin abandonar por ello adviértaselo bien el mundo sensible cosa que sí ocurre cuando se trata del conocimiento de la verdad Ésta es el producto puro de la abstracción de todo cuanto es material y contingente un objeto puro donde no cabe que subsista límite alguno propio del sujeto pura actividad espontánea sin mezcla de pasividad Bien es verdad que también desde la máxima abstracción hay un camino de regreso hacia la sensibilidad pues el pensamiento roza el sentimiento interno y la representación de la unidad lógica y moral se resuelve en un sentimiento de armonía sensible Pero no por deleitarnos con los conocimientos dejamos de distinguir muy cuidadosamente entre nuestra representación y nuestro sentimiento y consideramos este último como algo contingente que bien podría estar ausente sin que por ello el conocimiento cesase y la verdad dejase de serlo Pero sería una empresa 147 completamente vana el querer separar de la representación de la belleza esta relación con la sensibilidad y por ello nada se logra al pensar una como efecto de la otra ambas por el contrario deben ser consideradas a la par y de manera recíproca como efecto y como causa En el placer que nos brindan los conocimientos distinguimos sin esfuerzo el tránsito de la actividad a la pasividad y advertimos claramente que cuando comienza esta última ya la primera cesó En la satisfacción en cambio que nos proporciona la belleza no cabe distinguir una sucesión semejante entre la actividad y la pasividad y la reflexión se funde aquí tan cabalmente con el sentimiento que creemos sentir la forma de manera inmediata Así pues si es cierto que la belleza es para nosotros un objeto por ser la reflexión la condición que nos permite percibirla de manera sensible no por ello deja de ser al mismo tiempo un estado de nuestro sujeto por ser el sentimiento la condición que nos permite tener de ella una representación Es pues forma porque la contemplamos pero al mismo tiempo es vida porque la sentimos En una palabra es estado nuestro y acto nuestro a la vez Y precisamente por ser ambas cosas al mismo tiempo nos sirve para probar de manera irrefutable que en modo alguno la pasividad excluye la actividad la materia la forma la limitación la infinitud que por ende el necesario vasallaje físico del hombre de ningún modo anula su libertad moral Ella la belleza nos lo prueba y debo añadir que sólo ella puede probárnoslo Pues teniendo en cuenta a propósito del placer que nace de la verdad o de la unidad lógica que esa sensación no es necesariamente una con el pensamiento sino que lo sigue de manera contingente esa misma sensación sólo puede probarnos que una actividad de la naturaleza racional puede ser seguida por una de la naturaleza sensible y viceversa no que ambas son inseparables no que operan una sobre la otra de manera recíproca no que deben unirse por modo absoluto y necesario Por el contrario de esa exclusión del sentimiento mientras pensamos y del pensamiento mientras sentimos cabría inferir antes bien una incompatibilidad de ambas naturalezas y es así como en rigor los analistas219 no saben aducir mejor prueba en favor de la posibilidad de realizar la razón pura en la humanidad que el considerarla como un mandato Pero puesto que en el placer que brinda la belleza o la unidad 219 Los representantes de la filosofía y Kant en particular Mientras que éstos a partir del carácter incondicionado del postulado de la razón infieren la capacidad del hombre para realizarlo la investigación de Schiller ha mostrado que el hombre está esencialmente dispuesto y destinado a transformar en sí mismo el deber en sentido verbal en ser a que la libertad se convierta en su naturaleza En el fenómeno de lo bello el de la apariencia leal se refleja esta suprema destinación del hombre la de volver todo debe en ser y en el estado estético el hombre cobra conciencia de que en la totalidad de su ser espiritual y sensible está dispuesto y destinado para la realización sustantiva de la realidad FrG 148 estética se produce una unificación instantánea220 y un cambio de la materia con la forma y de la pasividad con la actividad así precisamente por ello queda probada la compatibilidad de ambas naturalezas la posibilidad de realizar lo infinito en la finitud y la posibilidad por ende de la humanidad más sublime Es así como ya no debemos vernos en aprietos para hallar un paso que nos lleve del vasallaje de los sentidos a la libertad moral habiéndonos servido la belleza de ejemplo de que la última puede coexistir perfectamente con la primera y de que el hombre para mostrarse como espíritu no necesita huir de la materia Pero si el hombre es libre ya en comunión con la sensibilidad tal como lo enseña el factum de la belleza y si la libertad es algo absoluto y suprasensible tal como se desprende necesariamente de su concepto entonces ya no puede haber motivo alguno para preguntar cómo es que el hombre logra elevarse desde sus limitaciones hacia lo absoluto y oponerse a la sensibilidad en su pensamiento y su voluntad puesto que todo esto se ha realizado ya en la belleza Ya no cabe preguntar en una palabra cómo pasa el hombre de la belleza a la verdad ésta está contenida en potencia ya en aquélla sino cómo se abre él camino desde una realidad vulgar hacia una realidad estética desde unos sentimientos meramente vitales hacia los de belleza 220 Wirklich según el uso dialectal suabo de esta palabra FrG 149 Carta vigesimosexta Puesto que sólo por obra del temple estético del ánimo como lo llevo expuesto en las cartas precedentes principia la libertad es fácil comprender que aquél no podría nacer de ésta y que tampoco podría tener en consecuencia un origen moral Ha de ser un regalo de la Naturaleza tan sólo el favor de la fortuna puede soltar las cadenas del estado físico y conducir al salvaje hacia la belleza El germen de esta última se desarrollará con pareja insuficiencia allí donde la Naturaleza siendo avara priva al hombre de todo refrigerio y donde siendo pródiga lo exime de todo esfuerzo personal allí donde una sensibilidad roma no siente ninguna urgencia y donde la violencia de los apetitos no logra saciarse nunca No prosperará allí donde el hombre a la manera del troglodita se esconde en una caverna y está siempre aislado sin hallar jamás a la humanidad fuera de sí mismo ni tampoco allí donde a la manera del nómada marcha en grandes hordas siendo por siempre sólo un número sin hallar jamás a la humanidad en sí mismo el tierno capullo de la belleza se abrirá sólo allí donde el hombre hable consigo mismo en el silencio de su propio albergue y con la especie toda al trasponer su umbral Allí donde un aura ligera abra los sentidos al más leve contacto y un calor vigoroso anime la materia exuberante donde el reino de las masas ciegas haya sido abatido ya en la creación inanimada y donde la forma victoriosa ennoblezca hasta las más ínfimas criaturas allí en la dichosa situación y en la zona privilegiada donde sólo la actividad lleve al placer y sólo el placer a la actividad donde el orden sagrado surja de la vida misma y donde por la ley del orden sólo la vida se desarrolle allí donde la imaginación huya eternamente de la realidad sin por ello apartarse jamás de la sencillez de la Naturaleza sólo aquí se desarrollarán los sentidos y el espíritu la capacidad receptiva y la creadora en ese dichoso equilibrio que es el alma de la belleza y la condición de la humanidad221 Y cuál es aquel fenómeno que anuncia en el salvaje su ingreso en la humanidad Es uno y el mismo por mucho que interrogamos a la Historia en todas las tribus que han logrado salir de la esclavitud del estado animal el goce en la apariencia la inclinación al adorno y al juego 221 Este tránsito de lo que es aún imperfecto por hallarse sensiblemente condicionado todavía hacia lo perfecto es una exigencia unánime de toda filosofía idealista desde la posición del mismo Wolff hasta la de Hegel En este lugar del texto la edición de Las Horas añadía la siguiente nota Léase a propósito de esta materia lo dicho por Herder en el libro décimo tercero de las Ideas para una filosofía de la historia de la Humanidad acerca de las causas promotoras de la cultura intelectual entre los griegos 150 La necedad suma y el sumo entendimiento poseen una cierta afinidad entre sí por el hecho de que ambos buscan sólo lo real y son completamente insensibles para la mera apariencia Sólo el presente inmediato de un objeto ante los sentidos arrebata a la primera de su quietud y el otro sólo la alcanza en cuanto puede reducir sus conceptos a hechos de la experiencia en una palabra la necedad no puede elevarse por sobre la realidad y el entendimiento no puede permanecer por debajo de la verdad Así pues en la medida en que la necesidad de realidad y la supeditación a lo real son meras consecuencias de una insuficiencia la indiferencia ante la realidad y el interés por la apariencia son una verdadera amplificación de lo humano y un paso decidido hacia la cultura Ellos atestiguan en primer término una libertad exterior pues mientras impera la penuria y la necesidad apremia la imaginación permanece atada a lo real con cadenas rigurosas ella sólo despliega sin trabas su facultad cuando la necesidad ha sido acallada Pero también atestiguan una libertad interior porque nos hacen ver una fuerza que con independencia de todo objeto exterior se pone en movimiento por sí misma y posee energía suficiente como para mantener lejos de sí la materia apremiante La realidad de las cosas es obra de ellas mismas la apariencia de las cosas en cambio es obra del hombre y un ánimo que se apacienta en la apariencia halla deleite no ya en lo que recibe sino en lo que él mismo hace Bien se comprende como cosa obvia que aquí sólo se habla de la apariencia estética en cuanto distinta de la realidad y de la verdad y no de la apariencia lógica que uno confunde con ellas a aquélla primera se la ama pues por ser apariencia y no porque uno le atribuya una cualidad superior Sólo ella es juego porque la otra es mero engaño Hacer pasar la apariencia estética por una realidad es algo que jamás puede menoscabar la verdad porque nunca se corre el peligro de que se la tome por ésta único modo por lo demás de poder dañarla despreciar la apariencia estética significa despreciar todo arte bello en general del que ella es la esencia Sin desmedro de lo cual al entendimiento le ocurre en ocasiones llevar su celo por la realidad hasta un grado de intolerancia de esa índole y lanzar un juicio desdeñoso sobre el arte íntegro de la apariencia bella precisamente por ser mera apariencia pero al entendimiento sólo razona de este modo cuando recuerda la afinidad arriba mencionada Ya hallaré otra ocasión para discurrir de manera puntual sobre los límites necesarios de la apariencia bella222 222 Esa ocasión la encuentra Schiller en su ensayo Sobre los límites necesarios en el uso de las formas bellas publicado en dos partes en 1795 en los fascículos 9 y 11 de Las Horas 151 La Naturaleza misma es quien eleva al hombre desde la realidad a la apariencia habiéndolo dotado con dos sentidos que sólo mediante la apariencia lo conducen hacia el conocimiento de lo real En la vista y el oído ya queda apartada de los sentidos la materia que los acomete y se aleja de nosotros el objeto con el que los sentidos animales tienen un contacto inmediato Lo que con los ojos vemos es diferente de lo que percibimos mediante los sentidos pues el entendimiento salta por encima de la luz hasta los objetos El objeto del tacto es una violencia que padecemos el de la vista y el del oído una forma engendrada por nosotros mismos Mientras el hombre es todavía un salvaje disfruta sólo con los sentidos del contacto inmediato de los que los sentidos de la apariencia sólo son siervos durante ese período O bien no se eleva en modo alguno hasta la visión o bien no se satisface con ella Tan pronto como el hombre comienza a gozar con los ojos y para él el ver cobra un valor autónomo ya entonces es también estéticamente libre y ya su impulso lúdico se ha desarrollado No bien este impulso que halla en la apariencia su contento se despierta lo seguirá también el impulso formador mimético que trata la apariencia como algo autónomo Luego que el hombre ha llegado tan lejos como para distinguir entre la apariencia y la realidad entre la forma y el cuerpo está también en condiciones de separarlas respecto de él mismo pues ya lo ha hecho desde el momento en que las distingue La facultad de imitación artística está dada pues con la de conferir forma en general el ansia de tal imitación descansa en una disposición diferente de la que no preciso tratar aquí Cuán pronto o cuán tarde se desarrolle el impulso artístico esto sólo dependerá del grado de amor con que el hombre sea capaz de detenerse en la mera apariencia Puesto que toda existencia real tiene su origen en la Naturaleza como en una potencia extraña y toda apariencia en cambio procede originariamente del hombre en cuanto sujeto capaz de representaciones entonces éste se limita a ejercer su derecho absoluto de propiedad cuando dejando de lado el ser recupera la apariencia y dispone de ella según su arbitrio Lo que la Naturaleza separó puede anudarlo con una libertad irrestricta tan pronto como logra pensarlo reunido del modo que fuere y así también puede separar lo que ella vinculó tan pronto como logra escindirlo en su entendimiento Aquí nada puede ser sagrado para él fuera de su propia ley tan pronto como repara en 152 los límites que mediante entre su ámbito223 y aquél donde las cosas existen esto es el de la Naturaleza Este humano derecho de soberanía lo ejerce en el arte de la apariencia y cuanto más rigurosamente distinga aquí lo mío de lo tuyo cuanto más cuidadosamente aparte del ser la forma y cuanto más autonomía sepa conferirle a ésta tanto más habrá no sólo de ampliar el reino de la belleza sino de preservar incluso las fronteras de la verdad pues no puede hacer que la apariencia quede pura de toda realidad sin que ésta quede libre al mismo tiempo de toda apariencia Pero el hombre posee en verdad este derecho soberano únicamente en el mundo de la apariencia en el reino ilusorio de la imaginación y lo posee sólo en la medida en que en el plano teórico se abstiene escrupulosamente de afirmar su existencia y en el plano práctico renuncia a servirse de él para conferirle existencia Veis pues según lo expuesto que el poeta rebasa por igual sus límites tanto cuando atribuye existencia a su ideal como cuando apelando a éste se propone realizar una existencia determinada224 Pues no puede realizar ni lo uno ni lo otro sino al precio o bien de transgredir su derecho de poeta al poner pie por medio del ideal en los dominios de la experiencia y pretender determinar por la mera posibilidad una existencia real o bien de renunciar a su derecho de poeta al dejar que la experiencia ponga pie en los dominios de lo ideal y limite la posibilidad a las condiciones de la realidad Sólo en la medida en que es leal si renuncia expresamente a toda pretensión de realidad225 y sólo en la medida en que es autónoma si prescinde de todo apoyo de la realidad la apariencia es estética Tan pronto como es falsa y finge realidad y tan pronto como es impura y necesita de la realidad para surtir su efecto no es más que un vil instrumento al servicio de fines materiales y nada puede demostrar en pro de la libertad del espíritu No es necesario en modo alguno por lo demás que el objeto donde hallamos la apariencia bella carezca de realidad con tal de que nuestro juicio sobre aquélla prescinda por completo de esta otra pues en la medida en que no lo haga no será ése un juicio estético Bien es verdad que una belleza femenina palpitante de vida nos agradará tanto y algo más incluso como una mujer igualmente bella que vemos sólo en una pintura pero en cuanto nos agrada más que esta última ello no se debe a su 223 El de la apariencia bella creado por el hombre que opera con las formas ámbito que debe mantener su carácter meramente apariencial sin pretender sustituir jamás a lo real 224 Cuando el artista pretende que su obra se corresponde con la realidad o cuando intenta obrar sobre la realidad con su creación artística y según propósitos determinados morales políticos etc Véase al respecto el tratado mencionado en la penúltima nota 225 Cf el poema A Goethe cuando puso en escena el Mahomet de Voltaire 153 condición de apariencia autónoma el mayor agrado no lo experimenta el sentimiento estético puro al que le es lícito deleitarse incluso con lo viviente sólo como fenómeno incluso con lo real sólo como idea pero es cierto que para sentir en lo viviente mismo sólo la apariencia pura se requiere un grado de cultura estética infinitamente más elevado que para deplorar la ausencia de vida en la apariencia Sea cual fuere el individuo o el pueblo todo donde uno encuentra la apariencia leal y autónoma allí puede uno inferir que hay espíritu y buen gusto y cuanta excelencia está emparentada con ellos allí se verá el ideal empuñar las riendas de la vida real el triunfo del honor sobre el afán de posesión el del pensamiento sobre el placer el del sueño de inmortalidad sobre el apego a la existencia allí la voz pública será lo único temible y una corona de olivo procurará más honra que un vestido de púrpura Sólo la impotencia y la aberración buscan asilo en la apariencia falsa y menesterosa y tanto hombres aislados como pueblos enteros que o bien apuntalan la realidad con la apariencia o bien la apariencia estética con la realidad ambas cosas suelen ir unidas demuestran a un tiempo su falta de valor moral y su incapacidad estética De modo que la respuesta tan breve como concisa a la pregunta hasta dónde es lícito que haya apariencia en el mundo moral reza como sigue hasta donde haya apariencia estética esto es apariencia que ni quiere representar la realidad ni necesita tampoco ser representada por ésta La apariencia estética jamás puede resultar peligrosa para la verdad de las costumbres y donde se encuentre cosa distinta ahí se podrá mostrar sin dificultad que la apariencia no era estética Sólo un completo ignorante de las buenas maneras valga el ejemplo considerará las protestas de la cortesía que son una fórmula general como signos de una adhesión personal y se quejará de falsedad al verse desengañado Pero así también sólo un hombre basto en materia de urbanidad apelará a la falsedad para ser cortés y adulará para agradar Al primero le falta todavía el sentido de la apariencia autónoma a la que por ello mismo sólo puede atribuirle importancia por su contenido de verdad al segundo le falta realidad226 y querría suplirla con la apariencia Nada resulta tan habitual como oír de ciertos críticos triviales de nuestro tiempo la queja de que ha desparecido del mundo toda solidez moral y de que se descuida la sustancia en beneficio de la apariencia Aun cuando de ningún modo me siento llamado a justificar nuestra época frente a tal reproche ya la amplitud de las quejas formuladas 226 Carece de la debida cortesía FrG 154 por estos graves censores atestigua con holgura que fustigan nuestro tiempo no sólo por la apariencia falsa sino también por la leal e incluso las excepciones que toleran a favor de la belleza por ejemplo atañen más a la apariencia menesterosa227 que a la autónoma No atacan sólo el afeite engañoso el que oculta la verdad el que pretende representar la realidad también se apasionan contra la apariencia bienhechora que llena el vacío y cubre la miseria y también contra la ideal que ennoblece una realidad vulgar y fea La falsedad de las costumbres ofende con razón su severo sentimiento de la verdad pero es lástima que también incluyan en esa falsedad la cortesía Les disgusta que un exterior de oropel eclipse tan a menudo el mérito verdadero pero no los enfada menos que también del mérito se exija cierta apariencia y que a la riqueza interior no se la dispense de una forma agradable Echan de menos aquello que de cordial de sustancial e íntegro tenían las épocas pasadas pero también querrían que vuelvan a imponerse la ruda torpeza de las costumbres primeras el embarazo de las viejas formas y el exceso gótico228 de antaño Mediante juicios de este tenor tributan a la materia en sí misma considerada un respeto indigno de la humanidad pues ésta por el contrario no debería valorar la materia sino en cuanto es capaz de recibir una forma y de extender el reino de las ideas El gusto del siglo no precisa por consiguiente prestar mucho oído a las voces de tales censores si por lo demás puede justificarse ante una jurisdicción mejor No el que valoremos la apariencia estética no lo hacemos ni con mucho en la medida suficiente sino el que no hayamos alcanzado todavía la apariencia pura el que no hayamos separado aún como es debido la existencia y el aspecto exterior ni asegurado de ese modo para siempre las fronteras de ambos es lo que puede reprobarnos un juez rigorista en materia de belleza Y mereceremos esa reprobación mientras seamos incapaces de disfrutar de lo bello de la naturaleza viviente sin desearlo y de admirar lo bello del arte imitativa sin preguntarnos por el fin al que sirven229 mientras no concedamos a la imaginación el derecho a una legislación absoluta ni la repongamos en su dignidad por la estima que tributemos a sus obras 227 La que se apoya en la realidad ie la que se sirve de ella para lograr su efecto tal como ocurre por ejemplo en todo arte naturalista FrG 228 La palabra gótico significa aquí como es habitual en el siglo XVIII recargado o adornado con exceso 229 En una de las Xenias titulada Significado Schiller devela la razón de ser de tal pregunta Qué significa tu obra decís a quien forja lo bello Visteis la sierva jamás la diosa si así preguntáis 155 Carta vigesimoséptima Nada debéis temer por la realidad y la verdad si el elevado concepto de la apariencia estética por mí asentado en la carta anterior debiera volverse universal No se volverá tal mientras el hombre sea todavía lo bastante inculto como para poder abusar de él y si se volviese universal ello sólo podría lograrse mediante una cultura que hiciese imposible al mismo tiempo todo abuso Aspirar a la apariencia autónoma requiere más capacidad de abstracción más libertad del corazón y más una energía de la voluntad que las que el hombre precisa para circunscribirse a la realidad y ya tiene que haber dejado ésta a sus espaldas si quiere elevarse hasta aquélla Qué mal habría de aconsejarse pues si quisiese emprender el camino hacia el ideal para ahorrarse el camino hacia la realidad230 A causa de la apariencia tal como se la toma aquí no debiéramos tener mucho de qué preocuparnos con respecto a la realidad mucho más habría que temer por la apariencia a causa de esta última Atado a lo material durante largo tiempo el hombre hace que la apariencia sirva simplemente a sus fines particulares antes de concederle una personalidad propia en el arte del ideal Para esto último hace falta una revolución general en su modo íntegro de sentir sin la cual ni siquiera en camino se hallaría hacia el ideal Dondequiera pues que descubramos indicios de una valoración libre y desinteresada de la apariencia pura podremos inferir una revolución semejante de su naturaleza y el auténtico comienzo de la humanidad en él Indicios de esa especie empero ya se encuentran en efecto en los primeros intentos rudimentarios que consagra a embellecer su existencia aun a riesgo de deteriorarla en su contenido sensible Basta con que comience a preferir la figura a la materia y a arriesgar la realidad por la apariencia que deberá haber reconocido como tal para que en el círculo de su vida animal se haya abierto una brecha y el hombre se encuentre ya sobre una vía que no termina más Sin estar satisfecho con lo que basta a la Naturaleza y con lo que exige la penuria reclama sobreabundancia bien es verdad que al comienzo sólo una sobreabundancia de materia para ocultar al deseo sus propios límites y asegurar la persistencia del goce más allá de las necesidades presentes pero luego una sobreabundancia en la materia231 un aditamento estético para satisfacer también el 230 Reproche que una posteridad ignorante de la verdadera grandeza de Schiller y de su mérito auténtico ha elevado una y otra vez contra él FrG 231 Esto es una sobreabundancia como atributo de la materia 156 impulso formal para ampliar el goce más allá de toda penuria En cuanto se limita a reunir provisiones para un uso futuro y disfruta de ellas por anticipado en la imaginación traspasa por cierto el momento presente sin salir por ello de los límites del tiempo en general goza más sin gozar por ello de otro modo Pero al punto que logra incorporar la figura a su goce y no bien repara en las formas de los objetos que satisfacen sus deseos no sólo ha incrementado la extensión y el grado de su gozo sino que lo ha ennoblecido en cuanto a su especie Bien es verdad que también a la criatura irracional la Naturaleza le ha dado más de lo que precisa para vivir y que también en las tinieblas de la vida animal ha extendido un resplandor de libertad Cuando el hambre no incita al león ni un animal feroz lo provoca a la lucha su mismo vigor ocioso se crea un objeto con un rugido impetuoso hace resonar el desierto y en esa pompa inútil se goza la fuerza exuberante Vivaz y alegre vuela el insecto zumbando en el haz de sol y no es por cierto un grito de deseo lo que oímos en el melodioso piar de los pájaros No cabe negar que en tales movimientos hay libertad una libertad sin embargo no de la necesidad en general sino únicamente de una necesidad determinada externa El animal trabaja cuando una privación es el resorte de su actividad y juega cuando ese resorte es la fuerza pletórica cuando una sobreabundancia de vida es el estímulo de su propia actividad Incluso en la naturaleza inanimada se manifiesta semejante derroche de fuerzas y una laxitud en punto a destinación y fines que bien podría llamarse juego en aquel sentido material El árbol produce incontables simientes que se pierden sin llegar a germinar y para nutrirse echa mucho más raíces ramas y hojas que las empleadas para conservarse como individuo y como especie Cuanto de su pródiga abundancia devuelve al reino elemental sin haberlo usado ni gustado todos los seres vivos pueden aprovecharlo con alegre trajín Así la Naturaleza ya en su reino material nos ofrece un preludio de lo ilimitado y ya aquí rompe en parte las cadenas de que se deshace por completo en el reino de las formas Partiendo de la coacción de la penuria o de la seriedad física la Naturaleza realiza mediante la coacción de la sobreabundancia o del juego físico el tránsito hacia el juego estético y antes de que en la libertad superior de lo bello se eleve por sobre las cadenas de toda finalidad se aproxima a esta independencia al menos desde lejos en el movimiento libre que halla en sí mismo su medio y su fin Del mismo modo que los órganos y miembros corporales también la imaginación tiene en el hombre su movimiento libre y su juego material donde fuera de toda relación con la figura se goza en su fuerza autónoma y en la ausencia de trabas 157 En tanto que la forma no interviene todavía por nada en tales juegos de la fantasía juegos cuyo único atractivo consiste en una sucesión caprichosa de imágenes éstos aun siendo propios únicamente del hombre pertenecen sólo a su vida animal y atestiguan sólo su liberación de toda coacción exterior y sensible sin que ello permita inferir la existencia en él de una fuerza creadora autónoma232 Desde este juego de la libre sucesión de ideas de una especie completamente material todavía y que se explica por meras leyes naturales la imaginación al hacer el ensayo de una forma libre acaba por dar el salto hacia el juego estético Salto hay que llamarlo porque aquí entra en acción una fuerza completamente nueva el espíritu legislador en efecto interviene aquí por primera vez en las acciones de un instinto ciego somete el proceder arbitrario de la imaginación a su unidad inmutable y eterna introduce su autonomía en lo caedizo y su infinitud en lo sensible Pero mientras la Naturaleza bruta que no conoce más ley que la de precipitarse de manera incesante de un cambio en otro sea demasiado poderosa todavía opondrá resistencia con su capricho inconstante a aquella necesidad con su inquietud a aquella uniformidad con su indigencia a aquella autonomía con su descontento a aquella sublime sencillez El impulso estético del juego pues apenas si podrá ser reconocido en sus primeros intentos porque el impulso sensible se entromete de continuo con su humor caprichoso y su apetito desordenado Es así como vemos que el gusto basto y grosero echa mano primero de lo nuevo y sorprendente de lo variopinto extravagante y bizarro de lo violento y desenfrenado y que de nada huye tanto como de la sencillez y de la calma Forja figuras grotescas adora los tránsitos repentinos las formas exuberantes los contrastes violentos las luces chillonas el canto patético Bello es para él en esta fase simplemente cuanto lo excita cuanto le ofrece una materia pero lo bello excita en orden a una resistencia activa y propia y la materia que brinda es para un crear posible pues de lo contrario ni siquiera para él sería bello En la forma de sus juicios se ha operado pues una transformación notable busca esos 232 La mayor parte de los juegos corrientes en la vida ordinaria el autor se refiere a los juegos de la imaginación o bien descansan por entero sobre este sentimiento de la libre sucesión de ideas o al menos obtienen de él su mayor atractivo Pero aun cuando tal sentimiento sea tan poco para acreditar por sí mismo una naturaleza superior y aun cuando sean precisamente las almas más perezosas las que acostumbran entregarse a este libre torrente de las imágenes cierto es que esta misma independencia de la fantasía frente a las impresiones exteriores constituye al menos la condición negativa de su facultad creadora Sólo en cuanto logra arrancarse de la realidad la fuerza creadora se eleva hacia el ideal y antes de que la imaginación en su calidad productiva pueda obrar según leyes propias es necesario que en su actividad reproductiva se haya liberado ya de la sujeción a las leyes ajenas Ni que decir tiene que hay un largo paso que dar todavía desde la mera ausencia de leyes hasta una legislación interior autónoma y que es necesario que una fuerza completamente nueva la facultad de las ideas intervenga aquí en el juego pero esta fuerza también puede desenvolverse ahora con mayor facilidad pues los sentidos no le son hostiles y lo indeterminado al menos de manera negativa linda con lo infinito 158 objetos no para recibirlos pasivamente sino porque lo mueven a obrar le agradan no porque satisfagan una necesidad sino porque dan cumplimiento a una ley que aunque quedo todavía se hace oír en su pecho Pronto el hombre ya no se contenta con que las cosas le agraden él mismo quiere agradar al principio sólo con lo que es suyo y por fin con lo que él es Lo que posee lo que produce no debe ya limitarse a ostentar las trazas de su utilidad la forma medrosa de su finalidad además del servicio para el que fue hecho ha de reflejar al mismo tiempo el entendimiento ingenioso que lo pensó la mano amorosa que lo labró el espíritu alegre y libre que lo eligió y dispuso El antiguo germano comienza a escoger entonces pieles más lustrosas cornamentas más magníficas cuernas más elegantes y el caledonio elige las conchas más bonitas para sus fiestas Incluso las armas no han de ser ya meros objetos de terror sino de agrado también y el artístico tahalí no quiere ser menos apreciado que el filo mortal de la espada No contento con introducir una belleza superflua en los objetos necesarios el impulso lúdico más libre acaba por soltarse completamente de las cadenas de la indigencia y lo bello se vuelve por sí mismo el objeto de su afán El hombre se adorna El placer libre pasa a ser contado en el número de sus necesidades y pronto lo innecesario es la parte mejor de sus alegrías Así como paso a paso la forma se le aproxima desde afuera en su vivienda en su ajuar en su indumentaria así también comienza a tomar por fin posesión de sí mismo y a transformar primero sólo el exterior del hombre y por último también su interior El brinco de alegría ajeno a toda ley se vuelve danza la mueca ruda un grácil y armonioso lenguaje de ademanes las voces confusas del sentimiento se despliegan comienzan a obedecer al compás y a curvarse en un canto Si el ejército troyano se lanza al campo de batalla con una estridente gritería semejante a una bandada de grullas el griego se le acerca en silencio y a paso firme233 Allá vemos tan sólo la insolencia de las fuerzas ciegas acá la victoria de la forma y la majestad sencilla de la ley Una necesidad más bella encadena ahora los sexos234 y la participación de los corazones ayuda a preservar el lazo que el deseo ata de manera sólo caprichosa y mudable Sueltos ya de sus sombrías cadenas los ojos más serenos abarcan la figura un alma en la otra se contempla y nace así en lugar de un trueque egoísta del placer un cambio magnánimo del afecto El deseo se amplifica y se eleva hasta volverse amor a medida que ve despuntar la humanidad en su objeto y se desprecia el bajo provecho 233 Cf Ilíada III 2ss IV 427ss Lessing Laoconte cap 1 234 Schiller trata esta materia en una de sus Elegías Los sexos Die Geschlechter 159 obtenido a expensas de los sentidos para alcanzar sobre la voluntad una victoria más noble La necesidad de agradar doblega al poderoso ante el delicado tribunal del gusto el placer puede robarlo pero el amor ha de ser un don Para conquistar este premio superior puede luchar sirviéndose sólo de la forma no de la materia Debe dejar de obrar como una fuerza sobre el sentimiento y exponerse por su apariencia exterior al juicio de la inteligencia debe dar libertad puesto que quiere agradar a la libertad Así como la belleza resuelve la contienda de las naturalezas en su ejemplo más simple y más puro el de la oposición eterna de los sexos así también la resuelve o tiende al menos a ello en el seno complejo del organismo social y así también aspira según el modelo del pacto libre que ella anuda entre la fuerza viril y la dulzura femenina a reconciliar en el mundo moral lo apacible y lo violento Ahora la debilidad se vuelve sagrada y el vigor no domeñado resulta deshonroso lo errado de la naturaleza es enderezado por la magnanimidad de las costumbres caballerescas Aquél a quien ninguna violencia es capaz de amedrentar queda desarmado por la encantadora púrpura del pudor y las lágrimas apagan una venganza que ninguna sangre podía satisfacer El odio mismo repara en la voz tierna del honor la espada del vencedor perdona al enemigo inerme y el fuego de un hogar hospitalario arde para el extranjero en la temida costa donde otrora sólo la muerte lo habría recibido235 En medio del temible reino de las fuerzas naturales y en medio también del sagrado reino de las leyes el impulso de la creación estética edifica sin que se lo advierta un tercer y gozoso reino el del juego y la apariencia donde despoja al hombre de las cadenas de toda circunstancia y lo libera tanto en lo físico como en lo moral de cuanto se llama coacción Si en el Estado dinámico de los derechos es en cuanto fuerza que el hombre se enfrenta con el hombre y limita su acción si en el Estado ético de los deberes se le opone con la majestad de la ley y encadena su voluntad entonces en la esfera del trato bello en el Estado estético le está permitido aparecérsele sólo como forma oponérsele sólo como objeto del juego libre Dar libertad por medio de la libertad es la ley fundamental de este reino El Estado dinámico sólo puede hacer posible la sociedad en cuanto refrena la naturaleza mediante fuerzas naturales el Estado ético sólo puede hacerla moralmente 235 Posible alusión a la Táurica región del Quersoneso habitada por descendientes de los escitas temibles por su ferocidad y aborrecidos entre los antiguos por sus costumbres salvajes cf el poema La fiesta eleusina v 15s 160 necesaria en cuanto somete la voluntad particular a la general sólo el Estado estético puede hacerla real porque cumple la voluntad de todos mediante la naturaleza de los individuos236 Si es verdad que la necesidad natural fuerza al hombre a entrar en sociedad y si la razón por su parte le inculca principios de sociabilidad sólo la belleza puede comunicarle un carácter sociable Tan sólo el gusto introduce armonía en la sociedad porque la infunde antes en el individuo Todas las otras formas de representación cualesquiera sean fragmentan al hombre porque se fundan exclusivamente o bien en la parte sensible de su ser o bien en la espiritual sólo la representación bella hace de él una totalidad porque para ello deben concordar sus dos naturalezas Todas las otras formas de comunicación cualesquiera sean fragmentan la sociedad porque se refieren exclusivamente a lo específico o bien de la receptividad o bien de la actividad de sus diferentes miembros esto es a lo que diferencia y distingue a los hombres entre sí sólo la comunicación bella unifica la sociedad porque se refiere a lo que es común a todos De los placeres de los sentidos gozamos sólo en cuanto individuos sin que la especie que nos habita tome parte en ellos no podemos pues universalizar nuestros placeres sensibles porque no podemos hacer que nuestro individuo se vuelva universal De los placeres del conocimiento gozamos sólo como especie en cuanto apartamos cuidadosamente de nuestro juicio toda traza de particularidad individual no podemos pues universalizar nuestros placeres racionales porque no podemos apartar del juicio ajeno como hacemos con el nuestro aquellas trazas de lo individual Sólo de lo bello gozamos como individuos y como especie a la vez esto es como representantes de la especie El bien sensible puede hacer dichoso sólo a uno puesto que se funda sobre una apropiación que comporta siempre una exclusión y a éste uno puede hacerlo dichoso sólo parcialmente porque su personalidad no toma parte en ello El bien absoluto puede hacer dichoso sólo bajo condiciones cuya existencia no es posible suponer en todos los hombres pues la verdad no es sino el premio de la abnegación y sólo un corazón puro cree en la voluntad pura La belleza sola hace feliz a todos los hombres y cada ser olvida sus limitaciones mientras experimenta su mágico efecto Ningún privilegio ningún despotismo se tolera en la medida en que gobierna el gusto y el reino de la apariencia bella extiende sus dominios Este reino se dilata por lo alto hasta donde la razón impera con necesidad incondicionada y toda materia 236 Adviértase cómo la relación de cada uno los tres Estados con la sociedad es pensada aquí por Schiller a la luz de las categorías kantianas de la modalidad posibilidad realidad y necesidad 161 desaparece también se dilata por lo bajo hasta donde el impulso natural rige con violencia ciega y donde la forma no surge todavía pero incluso en estos últimos confines donde el gusto se ve despojado del poder legislativo no se deja arrebatar por cierto el ejecutivo El deseo insociable está forzado a renunciar a su egoísmo y lo agradable que de otro modo no seduce más que a los sentidos ha de arrojar la red de la gracia también sobre los espíritus La voz severa de la necesidad el deber ha de modificar su fórmula recriminatoria justificada sólo por la resistencia y honrar la naturaleza dócil con una confianza más noble El gusto conduce el conocimiento desde los arcanos de la ciencia hasta el campo a cielo abierto del sentido común y transforma lo que era propiedad de las escuelas en un bien común de la sociedad humana en su conjunto En los dominios del gusto incluso el más poderoso genio ha de renunciar a su majestad soberana y descender familiarmente hasta el entendimiento de los niños La fuerza ha de dejarse atar por las Gracias y el león altivo aceptar que del ronzal lo lleve el dios Amor Para ello el gusto extiende sobre la necesidad física cuya desnudez ofende la dignidad de los espíritus libres su velo humanante y nos oculta el parentesco deshonroso con la materia mediante una encantadora ilusión de libertad También presta alas al arte servil y mercenario que batiéndolas abandona el polvo y lo mismo de las cosas inanimadas que de los seres vivos las cadenas de la servidumbre se desprenden al solo contacto de su cetro En el Estado estético todo el mundo hasta el menestral que sirve de instrumento es un ciudadano libre cuyos derechos son iguales a los del más noble y el entendimiento que doblega brutalmente bajo sus designios a la masa resignada tiene aquí la obligación de preguntarle por su aquiescencia Aquí pues en el reino de la apariencia estética queda satisfecho el ideal de la igualdad que los iluminados237 tanto querrían ver realizado también en el plano real y si es cierto que las buenas maneras maduran más pronto y del modo más perfecto en la vecindad de los tronos entonces habría que reconocer también en ello la intervención de un hado bondadoso que a menudo parece constreñir al hombre en la realidad sólo para impulsarlo hacia un mundo ideal Existe empero tal Estado de la apariencia bella Dónde se lo encuentra A título de necesidad existe en toda alma delicada a título de realidad sólo cabría encontrarlo como la iglesia pura y la república pura en algunos pocos círculos escogidos donde no la imitación obtusa de costumbres extranjeras sino la propia 237 O exaltados Schwärmer figuras o caracteres típicos de la literatura de la época cegados por el afán de realizar a cualquier precio sus ideales sociales políticos y religiosos 162 naturaleza bella dirige la conducta donde el hombre avanza por entre las situaciones más complejas con audaz sencillez y tranquila inocencia sin verse precisado a menoscabar la libertad ajena para afirmar la propia ni a renegar de su dignidad para manifestar la gracia 163 DE LO SUBLIME238 Contribución a un desarrollo más amplio de algunas ideas kantianas239 238 Como resultado de las lecciones estéticas dictadas durante el semestre de invierno de 179293 las últimas que habría de dictar Schiller en su cátedra de la Universidad de Jena surge este escrito redactado durante la primavera y el verano siguientes El 27 de mayo de 1793 escribe Schiller a Körner La Talía no debe paralizarse y el apoyo que recibo de mis colaboradores es harto escaso Por ello estoy atareado en estos días con dos artículos Uno trata de la gracia y la dignidad el otro versa sobre la exposición patética Este último tratado apareció en la Nueva Talía en los números 3 y 4 de 1793 Al reeditarlo en el volumen de sus Escritos menores en prosa 3ª parte 1801 Schiller suprimió toda la primera parte el texto cuya traducción aquí ofrecemos cuyo título originario rezaba De lo sublime seguramente porque impresionaba muy fuertemente como un desarrollo de algunas ideas kantianas Cf supra nota 125 239 El subtítulo remite a la Crítica del juicio y en particular a la Analítica de lo sublime 164 Denominamos sublime un objeto ante cuya representación nuestra naturaleza sensible siente sus límites nuestra naturaleza racional empero su superioridad su ausencia de cadenas un objeto pues frente al cual físicamente salimos perdedores pero sobre el cual nos elevamos moralmente esto es por medio de ideas Sólo como seres sensibles somos dependientes como seres racionales somos libres El objeto sublime nos hace sentir primeramente nuestra dependencia como seres naturales al par que nos hace conocer en segundo lugar la independencia que como seres racionales sustentamos ante a la Naturaleza tanto dentro como fuera de nosotros Somos dependientes en cuanto algo fuera de nosotros contiene la causa por la que algo llega a ser posible en nosotros Mientras la naturaleza exterior guarda conformidad con las condiciones bajo las cuales algo llega a ser posible en nosotros no podemos sentir nuestra dependencia Si queremos llegar a tener conciencia de ésta debe uno representarse la naturaleza en pugna con aquello que siendo para nosotros necesario sólo es posible sin embargo gracias a su intervención o lo que es lo mismo debe hallarse en una relación antagónica frente a nuestros impulsos Lo cierto es que todos estos lo que actúan en nosotros como seres sensibles pueden reducirse a dos fundamentales Primeramente alienta en nosotros el impulso de mudar nuestro estado de exteriorizar nuestra existencia de ser activos todo lo cual lleva a procurarnos representaciones por lo que puede denominárselo impulso de representación o impulso de conocimiento En segundo lugar poseemos el de conservar nuestro estado el de prolongar nuestra existencia el llamado instinto de conservación El impulso de representación atañe al conocimiento el de conservación a los sentimientos y por lo tanto a las percepciones internas de la existencia Por obra de estos dos impulsos nos encontramos pues en una doble dependencia respecto de la Naturaleza La primera se nos vuelve perceptible cuando la Naturaleza nos priva de las condiciones bajo las cuales llegamos a los conocimientos la segunda cuando contradice las condiciones bajo las cuales nos es posible prolongar nuestra existencia Así también afirmamos por nuestra razón una doble independencia respecto de la Naturaleza primero en tanto que en lo teórico ascendemos por sobre las condiciones que nos impone la Naturaleza y podemos pensar más que lo que 165 conocemos segundo en tanto que en lo práctico pasamos por alto esas condiciones y podemos mediante nuestra voluntad contrariar nuestra concupiscencia Un objeto en cuya percepción experimentamos lo primero es grande en sentido teórico sublime en relación con el conocimiento Un objeto que nos hace sentir la independencia de nuestra voluntad es grande en sentido práctico sublime en relación con el carácter En lo sublime teórico la Naturaleza como objeto del conocimiento contradice el impulso de representación En lo sublime práctico contradice como objeto de la sensibilidad el impulso de conservación En el primer caso se la considera sólo como un objeto que debe ampliar nuestro conocimiento en el segundo se la representa como un poder que puede determinar nuestro propio estado Por eso Kant denomina lo sublime en sentido práctico sublime en orden al poder o sublime dinámico en oposición a lo sublime matemático Pero puesto que los conceptos de dinámico y matemático no permiten inferir en modo alguno si con tal división se agota o no la esfera de lo sublime he preferido la de sublime teórico y sublime práctico240 De qué manera al conocer dependemos de las condiciones de la Naturaleza y somos conscientes de esa dependencia será suficientemente expuesto al desarrollar lo sublime teórico Que nuestra existencia como seres sensibles depende de condiciones naturales exteriores a nosotros esto es algo que apenas necesitará de una prueba propia Tan pronto como la Naturaleza exterior nos modifica la relación determinada sobre la que descansa nuestro bienestar físico al punto nuestra existencia en el mundo sensible sujeta a ese bienestar se ve atacada y en peligro La Naturaleza tiene pues en sus manos las condiciones bajo las cuales existimos y a fin de que no descuidemos esta relación con ella tan indispensable para nuestra existencia a nuestra vida física se le ha dado un guardián alerta el impulso de autoconservación y a este impulso un monitor el dolor De allí que tan pronto como nuestro estado físico experimenta una mudanza que amenace convertirlo en su contrario el dolor avisa del peligro y el impulso de autoconservación se ve solicitado por él a oponer resistencia Si el peligro de tal suerte que nuestra resistencia sería vana entonces ha de surgir el temor Un objeto pues cuya existencia milita contra las condiciones de la 240 La división schilleriana de las dos especies de lo sublime se corresponde en efecto con la de Kant quien distingue lo sublime matemático que supera nuestra capacidad de conocimiento por la magnitud o el número de lo sublime dinámico que amenaza anular nuestra existencia física Véase el pasaje correspondiente en el 24 de la Crítica del Juicio 166 nuestra es cuando sentimos que no podemos compararnos con él en poder un objeto de temor o temible241 Pero sólo es temible para nosotros como seres sensibles pues sólo en cuanto tales dependemos de la Naturaleza Aquello que en nosotros no está sometido a la Naturaleza a sus leyes nada tiene que temer de la Naturaleza exterior a nosotros considerada como poder La Naturaleza considerada como un poder que aun cuando puede determinar nuestro estado físico no tiene imperio alguno sobre nuestra voluntad es sublime en sentido dinámico o práctico Lo sublime en sentido práctico se distingue pues de lo sublime en sentido teórico porque milita contra las condiciones de nuestra existencia este otro en cambio sólo contra las condiciones de nuestro conocimiento Un objeto es sublime en sentido teórico en cuanto conlleva la idea de una infinitud que la imaginación no se siente capaz de representar Y es sublime en sentido práctico en cuanto conlleva la idea de un peligro que nuestra fuerza física no se siente capaz de vencer Fracasamos en el intento de hacernos una representación del primero Fracasamos en el intento de resistir al poder del segundo Un ejemplo del primero es el océano en calma y el océano agitado por la tempestad un ejemplo del segundo Una torre inmensamente alta o una montaña puede ofrecerse como algo sublime para el conocimiento Al inclinarse hacia nosotros se trocará en algo sublime para el carácter Pero ambos tienen a su vez esto en común que precisamente al oponerse a las condiciones de nuestra existencia y de nuestro obrar descubren en nosotros aquella fuerza que no se siente atada a ninguna de esas condiciones una fuerza pues que por un lado puede pensar más que lo que captan los sentidos y por otro que nada teme por su independencia ni sufre violencia alguna en sus manifestaciones aun cuando su compañero sensible hubiere de sucumbir bajo el poder temible de la Naturaleza Pero si bien ambas especies de lo sublime guardan una misma relación con nuestra facultad racional se hallan en una relación completamente diferente en lo que toca a nuestra sensibilidad lo cual establece una diferencia importante entre ellas tanto de intensidad como de interés Lo sublime teórico contradice el impulso de representación lo sublime práctico el impulso de conservación En el primer caso se impugna sólo una manifestación 241 Cf Kant Crítica del Juicio 28 De la naturaleza como una fuerza 167 aislada de nuestra facultad de representación sensible en el segundo el fundamento último de todas sus manifestaciones posibles conviene a saber la existencia Por mucho que todo afán de conocimiento provoque descontento si fracasa porque de ese modo se rebate un impulso activo lo cierto es que tal descontento jamás podría llegar a convertirse en dolor en tanto sepamos que nuestra existencia es independiente del éxito o del fracaso de ese conocimiento y nuestra propia dignidad por su parte no sufra con ello menoscabo Pero un objeto que se opone a las condiciones de nuestra existencia y cuya sensación inmediata provocaría dolor suscita en la representación espanto pues para conservar la fuerza misma la Naturaleza tendría que tomar disposiciones muy diferentes de las que halló necesarias para conservar la actividad Nuestra sensibilidad se interesa pues por el objeto temible de un modo muy diferente del que lo hace por el objeto infinito pues el impulso de autoconservación hace oír una voz mucho más alta que el impulso de representación Es algo completamente diferente el que debamos temer por la posesión de una representación aislada o bien por el fundamento de toda representación posible esto es por nuestra existencia en el mundo sensible dicho de manera más breve el que debamos temer por la existencia en cuanto tal o bien por una sola de sus manifestaciones Pero precisamente por ello porque el objeto temible ataca nuestra naturaleza sensible con más violencia que el objeto infinito es por lo que también se siente tanto más vivamente la distancia que media entre la facultad sensible y la suprasensible y por lo que tanto más patente se hace la supremacía de la razón y la libertad interior del ánimo Ahora bien puesto que el ser mismo de lo sublime descansa sobre la conciencia de esa nuestra libertad racional y puesto que todo placer nacido de lo sublime se funda precisamente sólo en esa conciencia de ello se desprende como también lo enseña la experiencia que lo temible ha de conmover en la representación estética de manera más viva y agradable que lo infinito y que por consiguiente lo sublime práctico en lo que toca a la intensidad del sentimiento se anticipe con gran ventaja a lo sublime teórico Lo grande en sentido teórico amplía en rigor sólo nuestra esfera lo grande en sentido práctico lo sublime dinámico nuestra fuerza En rigor sólo por lo segundo advertimos nuestra independencia verdadera y acabada respecto de la Naturaleza pues es algo completamente diferente el sentirse independiente de las condiciones naturales en la mera acción de representar y en el ámbito íntegro de la existencia interior y el 168 sentirse desprendido del destino de todo azar de la necesidad natural en cualquiera de sus formas y elevado al mismo tiempo por sobre ellos Nada toca al hombre de manera más inmediata que la preocupación por su existencia y ninguna dependencia es para él más agobiante que ésta de considerar la Naturaleza como aquel poder que ha de ser dueño de su existencia Y de esta dependencia se siente libre por la contemplación de lo sublime práctico El poder invencible de la Naturaleza dice Kant nos hace conocer por cierto nuestra impotencia considerados como seres sensibles pero al mismo tiempo descubre en nosotros una facultad por la que nos estimamos independientes de aquel poder y una superioridad frente a aquélla sobre la que se funda una conservación de sí mismo de una especie muy diferente de la que puede ser atacada y amenazada por la Naturaleza exterior a nosotros de tal suerte que la humanidad en nuestra persona no queda humillada aun si el hombre hubiere de sucumbir a ese poder Siendo ello así prosigue juzgamos estéticamente como sublime el poderío temible de la Naturaleza porque despierta en nosotros nuestra fuerza que no es Naturaleza para reputar pequeño todo aquello por lo que nos afanamos en cuanto seres sensibles los bienes la salud y la vida y a causa de ello también para considerar aquel poder de la Naturaleza al que tratándose de tales bienes estamos ciertamente sometidos en relación con nosotros y con nuestra personalidad no como un poder despótico sin embargo bajo el que debiésemos doblegarnos cuando estuviesen en juego nuestros principios más elevados sea para sustentarlos o para renunciar a ellos Así pues concluye la Naturaleza es calificada aquí de sublime erhaben porque eleva erhebt la imaginación hacia la representación de aquellos casos donde el ánimo puede volver perceptible para sí mismo de manera sensible la sublimidad Erhabenheit propia de su destinación Esta sublimidad de nuestra destinación racional esta independencia práctica respecto de la Naturaleza debe ser cuidadosamente diferenciada de aquella otra superioridad que nosotros valiéndonos ya de nuestras fuerzas corporales ya de nuestro entendimiento sabemos hacer valer sobre ella sobre su poder en los casos particulares superioridad que también posee algo de grande desde luego pero nada en modo alguno de sublime Un hombre por ejemplo que lucha con una fiera y se impone a ella por el vigor de sus brazos o incluso por su astucia una corriente caudalosa como el Nilo cuya fuerza es domeñada por medio de diques y que el entendimiento humano transforma de un objeto dañoso en uno útil al encauzar mediante canales su abundancia para regar así los eriales un barco en alta mar que por el artificio de sus aparejos está en condiciones 169 de resistir la furia de los elementos desencadenados en suma todos aquellos casos en que el hombre por obra de la inventiva de su genio ha sometido a la Naturaleza incluso allí donde lo supera en poder y está armada para destruirlo para que le obedezca y se pliegue a sus fines todos esos casos decía no provocan sentimiento alguno de lo sublime aun cuando guarden alguna analogía con él y agraden también por ello al juzgárselos estéticamente Pero por qué no son sublimes cuando es claro que hacen visible la superioridad del hombre sobre la Naturaleza En este punto debemos volver al concepto de lo sublime donde será fácil poder descubrir la razón Según este concepto sólo es sublime aquel objeto ante al cual sucumbimos en cuanto seres de la Naturaleza pero respecto del cual nos sentimos absolutamente independientes en cuanto seres que siendo racionales no pertenecen a la Naturaleza Todos los medios naturales pues que el hombre emplea para oponer resistencia al poder de la Naturaleza quedan excluidos por este concepto de lo sublime pues él exige a rajatabla que seamos incapaces de medirnos con el objeto en cuanto ser natural pero que por lo que en nosotros no es Naturaleza y esto no es sino la razón pura nos sintamos independientes de él Pero he aquí que todos aquellos medios antes mencionados por los que el hombre se impone a la Naturaleza destreza astucia y fuerza física de ésta proceden y así él los tiene por propios en cuanto ser natural no opone pues resistencia a esos objetos en cuanto inteligencia sino en cuanto ser sensible no moralmente por su libertad interior sino físicamente por el empleo de fuerzas naturales Y es por ello que tampoco sucumbe a esos objetos siendo superior a ellos ya en cuanto ser sensible Pero allí donde él se basta con sus fuerzas físicas nada hay que pudiese apremiarlo a recurrir a su yo inteligente a la autonomía interior de su capacidad racional Para que haya pues un sentimiento de lo sublime se exige de manera incondicionada que nos veamos completamente privados de todo medio físico para oponer resistencia y que busquemos ayuda por el contrario en aquel yo nuestro que no es el físico Un objeto semejante ha de ser pues temible para nuestra sensibilidad y deja de serlo no bien sentimos que podemos hacerle frente con por nuestras fuerzas físicas Esto se ve confirmado también por la experiencia La fuerza natural más poderosa es menos sublime en aquel preciso grado en que aparece domeñada por el hombre y sólo con que burle la destreza humana vuelve al punto a ser sublime Un caballo que libre e indómito todavía corre suelto por el bosque nos resulta temible por 170 ser una fuerza natural superior a nosotros y puede servir de objeto para una pintura sublime Ese mismo caballo ya amansado atado al yugo o enganchado delante de un carro pierde su carácter temible y también junto con ello cuanto tiene de sublime Pero si este caballo domado se arranca de pronto sus riendas se encabrita furioso bajo su jinete y recupera con fiereza su libertad reaparece entonces su condición temible y resulta otra vez sublime La superioridad física del hombre sobre las fuerzas naturales pesa pues tan poco como razón de ser de lo sublime que casi por doquier allí donde uno la encuentra menoscaba la sublimidad del objeto o la anula incluso por entero Bien es verdad que podemos demorarnos con notable deleite en la contemplación de la destreza humana que ha sabido subyugar las fuerzas naturales más indómitas pero la fuente de tal deleite es lógica y no estética es un efecto del discurso mental sin ser infundido por la representación inmediata En ningún caso pues la Naturaleza es sublime en sentido práctico salvo allí donde es temible Pero entonces se impone la pregunta de si también ocurre lo mismo en el caso inverso la de si ella donde quiera que sea temible es también sublime en sentido práctico Aquí debemos volver una vez más al concepto de lo sublime Éste así como tiene por requisito esencial que en cuanto seres sensibles nos sintamos dependientes del objeto así tiene también por otro lado el de que en cuanto seres racionales nos sintamos independientes de él Donde no existe lo primero donde el objeto no posee en modo alguno nada de temible para nuestra sensibilidad allí no es posible que se dé lo sublime Y tampoco es posible donde falta lo segundo donde el objeto es sólo temible donde no nos sentimos superiores a él en cuanto seres racionales La libertad interior es imprescindible para hallar sublime lo temible y complacerse en ello pues sólo puede ser sublime por hacernos sentir nuestra independencia nuestra libertad de espíritu Libertad empero que el temor real y serio anula de plano El objeto sublime por consiguiente si bien debe ser temible no debe provocar un temor real El temor es un estado signado por el padecer y la violencia lo sublime sólo puede agradar en la contemplación libre y por la sensación de una actividad interior De tal modo que o bien el objeto temible no debe orientar en absoluto su poder contra nosotros o bien en caso de que ello ocurra nuestro espíritu debe permanecer libre mientras que nuestra sensibilidad es avasallada Este último caso es sumamente 171 infrecuente por cierto y exige una elevación de la naturaleza humana que apenas si puede pensársela como posible en un sujeto Pues allí donde nos encontramos realmente en peligro donde nosotros mismos somos objeto de un poder natural hostil el juicio estético desaparece Cuanto más tiene de sublime una tempestad en el mar contemplada desde la orilla tanto menos dispuestos a formular semejante juicio estético han de hallarse los pasajeros del barco que aquélla destroza Tenemos que habérnoslas pues sólo con el primer caso donde el objeto temible si bien nos hace ver su poder no lo vuelve contra nosotros y donde nos sabemos seguros ante él Entonces por obra de la sola imaginación nos figuramos en el caso en que ese poder podría echársenos encima y toda resistencia sería vana Lo espantable se halla pues sólo en la representación pero ya la mera representación del peligro cuando es lo suficientemente vivaz agita el instinto de conservación y síguese de ello algo análogo a lo producido por la sensación real Un escalofrío nos invade despunta un sentimiento de zozobra nuestra sensibilidad se rebela Sin este principio del padecer real sin esta grave acometida contra nuestra existencia sólo jugaríamos con el objeto y la cosa ha de ser grave al menos en la sensación si la razón debe recurrir a la idea de su libertad Además la conciencia de nuestra libertad interior sólo puede valer algo y gozar de crédito en la medida en que el asunto sea serio pero no puede serlo si la representación del peligro se reduce para nosotros a un motivo de juego He dicho que debemos estar en salvo para que lo temible nos agrade Pero lo cierto es que hay infortunios y peligros ante los cuales el hombre jamás puede saberse seguro y que bien pueden ser sublimes en la representación puesto que también lo son de hecho El concepto de la seguridad no puede restringirse pues al hecho de saberse liberado físicamente del peligro como cuando uno mira hacia lo profundo de un abismo desde una baranda alta y bien firme por ejemplo o desde una cierta altura el mar embravecido En tales casos la ausencia de temor obedece desde luego a la convicción de que es imposible sufrir daño alguno Pero dónde habría uno de fundar su seguridad ante el destino ante el poder omnipresente de lo divino ante enfermedades dolorosas ante pérdidas sensibles ante la muerte Aquí no hay ninguna razón de orden físico que autorice la tranquilidad y cuando consideramos el destino en lo que tiene de temible entonces hemos de decirnos al mismo tiempo que de nada estamos menos libres que de aquellas amenazas La seguridad obedece pues a dos razones de distinto orden Ante aquellas calamidades de las que uno puede huir por contar con el poder físico para ello podemos 172 tener una seguridad física exterior pero ante aquellas otras en cambio a las que no podemos oponer resistencia por medios naturales ni somos tampoco capaces de evitar sólo podemos tener una seguridad interior o moral Esta diferencia es particularmente importante en relación con lo sublime La seguridad física es una causa inmediata de tranquilidad para nuestra sensibilidad y lo es sin relación alguna con nuestro estado interior o moral Es también por ello que nada se requiere para considerar sin temor un objeto ante el cual uno goza de aquella seguridad De allí que haya entre los hombres una concordancia considerablemente mayor cuando se trata de juicios sobre lo sublime de tales objetos cuyo aspecto está vinculado con la mentada seguridad física que cuando se trata de objetos ante los que sólo se tiene una seguridad moral La causa es evidente la seguridad física beneficia a todo hombre por igual la moral por el contrario supone un estado de ánimo que no se encuentra en todos los individuos Pero puesto que esta seguridad física vale sólo para la sensibilidad nada tiene por sí misma que pudiese agradar a la razón y su influjo es meramente negativo en cuanto sólo impide que se sobresalte el instinto de conservación y que la libertad de espíritu quede abolida El caso es completamente diferente cuando se trata de la seguridad interior o moral También ésta es por cierto una causa de tranquilidad para la sensibilidad de lo contrario ella misma sería sublime pero lo es sólo de un modo mediato gracias a las ideas de la razón Vemos lo temible sin temor porque nos sentimos inmunes a su poder sobre nosotros como seres naturales bien por la conciencia de nuestra inocencia bien por la idea de la condición indestructible de nuestro ser Esta seguridad moral postula por tanto según vemos ideas religiosas pues no la moral sino sólo la religión ofrece razones para tranquilizar nuestra sensibilidad242 La moral se atiene a los preceptos de la razón de manera inexorable y sin la menor consideración por el interés de nuestra sensibilidad la religión empero es la que busca establecer una conciliación un acuerdo entre las exigencias de la razón y los deseos de la sensibilidad Para la seguridad moral no basta pues en modo alguno con que poseamos un carácter moral porque para alcanzarla se exige además que pensemos la Naturaleza en armonía con la ley moral o lo que es lo mismo sometida a los designios de un ser racional puro La muerte por ejemplo es un objeto de esa índole ante el cual estamos seguros sólo moralmente La 242 La comprensión aquí subyacente tanto de la religión como de su relación con la moral se corresponde con la presentada por la filosofía kantiana y en particular por la Crítica de la razón práctica Véanse también las Cartas sobre la filosofía kantiana de Reinhold publicadas pocos meses antes de que Schiller comenzase a redactar este escrito 173 representación vívida de todos los terrores de la muerte unida a la certeza de no poder escapar de ella volvería francamente imposible para la mayor parte de los hombres puesto que la mayor parte de ellos son seres que tienen mucho más de sensibles que de racionales vincular con esa representación toda la tranquilidad que se precisa para un juicio estético imposible si la fe de la razón en una inmortalidad inmortalidad incluso para la misma naturaleza sensible no contase con una respuesta aceptable Pero no se ha de entender esto como si la representación de la muerte debiese a la idea de la inmortalidad el estar vinculada con lo sublime Nada más lejos de ello La idea de la inmortalidad tal como la admito en este punto es causa de tranquilidad para nuestro impulso de pervivencia esto es para nuestra sensibilidad y debo advertir de una vez para siempre que en todo cuanto haya de producir una impresión sublime la sensibilidad con sus exigencias debe haber sido rechazada sin salvedades y toda causa de tranquilidad ha de buscarse sólo en la razón Aquella idea de la inmortalidad por ende tal como ocurre en todas las religiones positivas donde de algún modo se tiene en cuenta la sensibilidad no puede contribuir en nada a hacer de la representación de la muerte un objeto sublime Esa idea debe antes bien quedar relegada a un segundo plano por así decir para acudir en ayuda de la sensibilidad sólo cuando ésta se sienta expuesta inerme y desconsolada ante todos los terrores de la aniquilación y amenace con sucumbir ante la violencia de semejante ataque Pero tan pronto como esta idea de la inmortalidad prevalece en el espíritu la muerte pierde su condición de temible y lo sublime desaparece La divinidad representada con una omnisciencia que ilumina hasta lo más recóndito del corazón humano con una santidad que no tolera ningún movimiento impuro y con un poder que somete a su jurisdicción nuestro destino físico es una representación temible y puede por ello volverse sublime Ante los efectos de este poder no podemos tener ninguna seguridad física porque nos resulta igualmente imposible tanto sustraernos a él como ofrecerle resistencia De modo que sólo nos queda la seguridad moral que fundamos en la justicia de ese ser y en nuestra inocencia Contemplamos sin espanto los fenómenos terroríficos con que manifiesta su poder porque la conciencia de nuestra inocencia nos pone a salvo de ellos Esta seguridad moral permite que al representarnos ese poder ilimitado invencible y omnipresente no perdamos del todo nuestra libertad de espíritu pues allí donde ésta ha dejado de existir el espíritu ya no se siente inclinado a enjuiciar nada en sentido estético Pero la seguridad moral no puede ser la causa de lo sublime porque el sentimiento de la misma 174 aun cuando descanse sobre razones morales sólo llega a ofrecer un motivo de tranquilidad para la sensibilidad y a satisfacer el instinto de conservación lo sublime empero jamás estriba en la satisfacción de nuestros impulsos Si la representación de la divinidad ha de ser sublime en sentido práctico dinámico entonces debemos remitir el sentimiento de nuestra seguridad no a nuestra existencia sino a nuestros principios Tiene que sernos indiferente cómo nos vaya en tal caso en cuanto seres naturales si sólo como inteligencias nos sentimos independientes de los efectos de su poder En cuanto seres racionales llegamos a sentirnos independientes incluso de la misma omnipotencia en la medida en que esta misma no puede cancelar nuestra autonomía ni determinar nuestra voluntad en contra de nuestros principios Así pues sólo en la medida en que neguemos a la divinidad toda influencia natural sobre nuestras determinaciones voluntarias la representación de su poder es sublime en sentido dinámico Pero el que uno en sus determinaciones voluntarias se sienta independiente de la divinidad no significa sino ser consciente de que la divinidad jamás podría operar como un poder sobre nuestra voluntad Y como por otra parte la voluntad pura ha de coincidir siempre y en todos los casos con la voluntad de la divinidad jamás podría darse el caso de que nos determinásemos por la razón pura en contra de esta voluntad Así pues sólo le negamos el influjo sobre la nuestra en la medida en que somos conscientes de que por ningún otro medio más que por su armonía con la ley pura de la razón en nosotros esto es ni por autoridad ni por premios o castigos ni por consideración a su poder puede influir en nuestras determinaciones voluntarias Nuestra razón nada venera en la divinidad fuera de su santidad ni nada teme de ella fuera de su reprobación y ello por lo demás sólo en cuanto reconoce en la ley divina sus propias leyes Pero no compete al arbitrio divino reprobar o aprobar nuestro modo de pensar sino que esto se determina por nuestro comportamiento En el único caso pues en que la divinidad podría resultarnos temible esto es en el de su reprobación no dependemos de ella La divinidad por tanto representada como un poder que puede anular por cierto nuestra existencia pero que mientras conservemos todavía esta existencia no puede ejercer influjo alguno sobre las operaciones de nuestra razón es sublime en sentido dinámico y sólo aquella religión que nos ofrece esta representación de la divinidad lleva también en sí la impronta de lo sublime243 243 Contra este análisis del concepto de lo sublime en sentido dinámico dice Kant parece alzarse el hecho de que solemos representarnos a Dios en la tempestad en los terremotos etc como un poder 175 El objeto de lo sublime en sentido práctico ha de ser temible para la sensibilidad nuestro estado físico ha de sentirse amenazado por una calamidad y la representación del peligro ha de poner en movimiento el impulso de conservación Ante la afección de este impulso nuestro yo inteligible intelligibles Selbst aquello en nosotros que no es naturaleza tiene que diferenciarse de la parte sensible de nuestro ser y volverse consciente de su autonomía de su independencia respecto de todo cuanto puede amenazar la naturaleza física y en suma de su libertad Esta libertad empero no es física sino pura y exclusivamente moral No es por nuestras fuerzas naturales ni por nuestro entendimiento no es en cuanto seres sensibles que debemos sentirnos superiores al objeto temible pues si así fuese nuestra seguridad estaría siempre condicionada sólo por causas físicas esto es de modo empírico en cuyo caso siempre subsistiría una dependencia respecto de la Naturaleza Pero no siendo ello así ha de sernos completamente indiferente cuál sea nuestra suerte en cuanto seres sensibles y nuestra libertad ha de consistir solamente en el hecho de no atribuir a nuestro yo en ningún caso nuestro estado físico que puede ser determinado por la naturaleza y en considerarlo como algo exterior y extraño sin ascendiente alguno sobre nuestra persona moral Grande es quien supera lo temible sublime quien aunque sucumba no le teme Aníbal fue grande en sentido teórico cuando se abrió camino hacia Italia por sobre los Alpes infranqueables grande en sentido práctico o sublime lo fue sólo en la desgracia Grande fue Hércules puesto que emprendió y acabó sus doce trabajos Sublime fue Prometeo puesto que encadenado en el Cáucaso no se arrepintió de su hazaña ni reconoció su culpa colérico y ello no obstante como sublime por lo cual pues el imaginar una superioridad de nuestro espíritu sobre los efectos de un poder semejante sería locura y también sacrilegio No el sentimiento de la sublimidad de nuestra naturaleza propia sino antes bien la sumisión y el abatimiento parecen ser aquí la disposición del espíritu que cuadra con la manifestación de semejante objeto En la religión sobre todo el prosternarse y el rezar con gestos contrición y de temor parece ser el único comportamiento conveniente en presencia de la divinidad y la mayor parte de los pueblos lo ha admitido por eso y lo observa aún Pero prosigue esa disposición de espíritu no está unida ni con mucho tan necesariamente con la idea de la sublimidad de una religión El hombre que es consciente de su culpa y que tiene pues motivos para temer de ningún modo se halla en el estado de ánimo debido para admirar la majestad divina sólo entonces cuando su conciencia moral está ya limpia aquellos efectos del poder divino sirven para despertar en él una idea sublime de la divinidad en la medida en que él mismo por el sentimiento de su propio modo sublime de pensar se ve elevado por sobre el temor ante los efectos de aquel poder Siente así veneración Ehrfurcht no temor Furcht ante la divinidad mientras que por el contrario la superstición siente ante la divinidad sólo temor y miedo sin guardarle el debido respeto de lo cual por cierto jamás puede surgir una religión del buen comportamiento moral sino mera solicitación del favor y adulación Kant Crítica del juicio Crítica del juicio estético Analítica de lo sublime 28 176 Grande puede mostrarse uno en la dicha sublime sólo en la desdicha Sublime pues en sentido práctico es cualquier objeto que si bien nos hace advertir nuestra impotencia como seres de la naturaleza descubre en nosotros al mismo tiempo una facultad de resistencia de una especie completamente diferente que sin alejar el peligro por cierto de nuestra existencia física hace algo infinitamente más importante aparta esta última separándola de nuestra personalidad No es pues una seguridad material y referida sólo a un caso particular sino una ideal que se extiende a todos los casos posibles ésa de la que nos volvemos conscientes por la representación de lo sublime Es así como esto último lo sublime no estriba de ningún modo en la superación o el vencimiento de un peligro que nos amenaza sino en quitar de en medio la condición última bajo la cual únicamente puede existir un peligro para nosotros en tanto nos enseña a considerar la parte sensible de nuestro ser la única sujeta al peligro como una cosa natural exterior que no atañe en absoluto a nuestra verdadera persona a nuestro yo moral Después de haber establecido el concepto de lo sublime en sentido práctico estamos en condiciones de clasificarlo según la diversidad de los objetos que lo provocan y la de las situaciones en que nos encontramos ante ellos En la representación de lo sublime diferenciamos tres cosas primero un objeto de la naturaleza en cuanto poder segundo una relación de ese poder con nuestra facultad de resistencia física tercero una relación del mismo con nuestra persona moral Lo sublime pues es el efecto de tres representaciones consecutivas 1 la de un poder físico objetivo 2 la de nuestra impotencia física subjetiva 3 la de nuestra superioridad moral subjetiva Pero aun cuando en cada representación de lo sublime estos tres elementos constitutivos han de unirse de manera esencial y necesaria no por ello deja de ser contingente el modo en que llegamos a representárnoslos y sobre esto descansa una doble diferencia fundamental que atañe a lo sublime del poder 1 Una de dos o bien se ofrece a la intuición sólo un objeto como poder la causa objetiva del padecer pero no el padecer mismo y es el sujeto que juzga quien forja en sí mismo la representación del padecer y transforma el objeto dado al relacionarlo con el impulso de conservación en algo temible y al relacionarlo con su persona moral en algo sublime 177 2 o bien además del objeto como poder lo representado de manera objetiva es su condición de temible para el hombre el padecer mismo sin que al sujeto que enjuicia le quede otra cosa más que aplicarlo a su estado moral y engendrar lo sublime a partir de lo temible Un objeto de la primera clase es sublime en sentido contemplativo un objeto de la segunda sublime en sentido patético I Lo sublime del poder en sentido contemplativo Objetos que no nos muestran más que un poder de la Naturaleza muy superior al nuestro pero que por lo demás dejan librado a nuestro criterio si queremos aplicarlo a nuestro estado físico o a nuestra persona moral son sublimes sólo en sentido contemplativo Los denomino así porque no conmueven el espíritu de un modo tan violento que le impidiese permanecer en un estado de serena contemplación En el caso de lo sublime en sentido contemplativo lo principal es la actividad autónoma del espíritu porque exteriormente se da sólo una condición mientras que las otras dos deben ser satisfechas por el sujeto mismo Por esta razón lo sublime contemplativo no posee un efecto tan vigoroso en cuanto a la intensidad ni tan dilatado como lo sublime patético no tan dilatado porque no todos los hombres poseen imaginación suficiente como para hacer surgir en sí mismos una representación vívida del peligro ni tampoco poseen todos suficiente fuerza moral autónoma como para no preferir evitar una representación de tal índole ni tan vigoroso porque en este caso la representación del peligro aunque provocada con la mayor vivacidad es siempre voluntaria y el espíritu señorea más fácilmente sobre una representación que forjó de manera espontánea Lo sublime contemplativo procura pues un goce menor pero también menos mixto Cuando se trata de lo sublime en sentido contemplativo la Naturaleza no brinda más que un objeto en cuanto poder de tal suerte que queda librado a la imaginación el hacer de él algo temible para el ser de los hombres Según sea mayor o menor la parte con que interviene la fantasía en la producción de eso temible y según sea el modo en 178 que desempeñe su tarea más franco o más encubierto así de diferente ha de resultar también lo sublime Un abismo que se abre ante nuestros pies una tempestad un volcán en erupción la masa de un peñón que pende sobre nosotros como si quisiera desplomarse al punto una tormenta en alta mar un invierno riguroso en tierras polares un verano en la zona tórrida animales feroces o venenosos una inundación y cuantas cosas haya de este mismo tenor son esos poderes naturales contra los cuales nuestra capacidad de resistencia ha de ser tenida por nula siendo así que guardan una relación antagónica con nuestra existencia física Incluso ciertos objetos ideales como el tiempo por ejemplo considerado como un poder que actúa de manera silenciosa pero inexorable la necesidad a cuya ley severa ningún ser natural puede sustraerse incluso la idea moral del deber que no pocas veces se comporta como un poder hostil frente a nuestra existencia física son objetos temibles tan pronto como la imaginación los refiere al impulso de conservación y se vuelven sublimes en cuanto la razón los aplica a sus leyes supremas Pero como en todos estos casos es la fantasía quien primero añade lo temible y como depende enteramente de nosotros el sofocar una idea que es nuestra propia obra estos objetos pertenecen a la clase de lo sublime en sentido contemplativo Bien es verdad que la representación del peligro tiene aquí un motivo real y sólo hace falta una operación sencilla vincular la existencia de tales cosas con la nuestra física en una representación para que ya lo temible esté presente La fantasía no precisa agregar nada de sus propios recursos porque se atiene tan sólo a lo que se le ha dado Pero más de una vez objetos de la Naturaleza indiferentes en cuanto tales se ven transformados de manera subjetiva por intervención de la fantasía en poderes temibles y es la fantasía misma quien no sólo descubre lo temible mediante alguna comparación sino quien lo crea arbitrariamente sin poseer una razón objetiva suficiente para ello Tal es el caso cuando se trata de lo extraordinario y de lo indeterminado Para el hombre en estado infantil cuando la imaginación obra todavía sin respetar ningún freno es espantoso todo lo que resulta insólito En cada fenómeno natural inesperado cree ver un enemigo en armas contra su existencia y para prevenir el ataque se moviliza de inmediato el impulso de conservación que es en este período su soberano omnímodo Y como se trata de un impulso temeroso y cobarde su imperio es un reino de espanto y temor La superstición que cobra forma en esta época es por 179 consiguiente sombría y pavorosa y también las costumbres comportan ese carácter hostil y tenebroso El hombre se halla antes armado que vestido y su primer ademán al encontrarse con un forastero es echar mano a la espada La costumbre de los antiguos Tauros de sacrificar en honor de Diana a todo forastero que la desdicha hubiese conducido hasta sus costas difícilmente podría haber tenido otro origen fuera del temor pues sólo el hombre avieso no el inculto es tan salvaje como para desencadenar su ira contra aquello que no puede dañarlo Bien es verdad que este temor ante cuanto parece inusitado desaparece en el estado de la cultura pero no hasta el punto de que no subsista algún rastro de él en la contemplación estética de la Naturaleza donde el hombre se entrega espontáneamente al juego de la fantasía Muy bien saben esto los poetas y es por ello que no dejan de emplear lo extraordinario al menos como un ingrediente de lo temible Un profundo silencio un gran vacío una iluminación súbita de la oscuridad son por sí mismos cosas de muy poca monta irrelevantes salvo por lo que tienen de extraordinario e infrecuente Ello no obstante provocan un sentimiento de espanto o acentúan cuando menos la impresión del mismo y son por ende aptas para lo sublime Cuando Virgilio quiere llenarnos de pavor en relación con el Averno244 llama nuestra atención principalmente sobre su vacío y su silencio Lo llama loca nocte late tacentia vastos campos silenciosos de la noche y domos vacuas Ditis et inania regna desiertas moradas y reino de las sombras de Plutón Llegado el momento de la iniciación en los misterios de los antiguos se ponía particular atención en una impresión temible y solemne y para ello se recurría mayormente también al silencio Un profundo silencio deja a la fantasía el campo libre y pone la expectativa en tensión ante algo temible que ha de sobrevenir En los ejercicios de la devoción el silencio de toda una comunidad de fieles reunida es un medio muy eficaz para impulsar la fantasía y disponer el espíritu para lo grave y lo digno Incluso la superstición popular se sirve de ello en sus ficciones pues hay que guardar un profundo silencio como bien se sabe cuando se está por desenterrar un tesoro En los palacios encantados que aparecen en los cuentos de hadas reina un silencio mortal que causa pavor y es propio de la historia natural de los bosques encantados el que ningún ser viviente aliente en ellos También la soledad es algo temible siendo prolongada y forzosa como ocurre por ejemplo con el destierro en una 244 Cf Eneida VI vv 265 y 269 180 isla deshabitada Un desierto vasto y dilatado un bosque solitario de muchas millas de extensión el navegar a la deriva en un mar sin límites no son sino representaciones que provocan espanto y que en la poesía han de emplearse al servicio de lo sublime Pero aquí en el caso de la soledad hay ya un motivo objetivo del temor porque la idea de una gran soledad trae consigo también la idea del desamparo La fantasía da muestras de ser mucho más activa todavía al forjar a partir de lo secreto indeterminado e impenetrable un objeto de espanto Aquí se encuentra propiamente en su elemento pues como la realidad no le pone límites y sus operaciones no se ven restringidas a un caso particular el vasto reino de las posibilidades está abierto ante ella Pero el que se incline precisamente hacia lo espantable y que lo desconocido le haga antes temer que esperar esto es algo que reside en la índole del impulso de conservación que la dirige El aborrecimiento opera de un modo incomparablemente más rápido y poderoso que el deseo y a ello se debe que lo que permanece oculto detrás de lo desconocido no haga antes presumir algo malo que esperar algo bueno Las tinieblas son pavorosas y precisamente por ello aptas para lo sublime Pero no lo son en sí mismas sino porque nos ocultan los objetos y nos entregan de ese modo al poder sin mengua de la imaginación Tan pronto como el peligro se vuelve claro y definido desaparece una gran parte del temor El sentido de la vista el primer guardián de nuestra existencia en la oscuridad nos rehúsa sus servicios y nos sentimos expuestos inermes ante el peligro oculto Por eso la medianoche es para la superstición la hora de los fantasmas y por eso el reino de la muerte suele ser representado como el de la noche eterna En los poemas de Homero donde la Humanidad habla todavía su lenguaje más natural la oscuridad se presenta como una de las mayores calamidades Allí está la ciudad y el país de los hombres cimerios siempre envueltos en nubes y en bruma que el sol fulgurante desde arriba jamás con sus rayos los mira una noche inmortal sobre aquellos cuitados se cierne Odisea canto XI 1416 19245 245 Trad José Manuel Pabón 181 Padre Zeus exclama el valeroso Áyax en la oscuridad de la batalla libera pese a todo de la bruma a los hijos de los aqueos y haz sereno el cielo y concédenos ver con nuestros ojos y en la luz llega incluso a destruirnos puesto que de este modo a ti te plugo Ilíada canto XVII 645647246 También lo indeterminado es un ingrediente de lo terrible y ello por ninguna otra razón fuera de porque da rienda suelta a la imaginación para que ésta se forje un cuadro a su sabor Lo determinado en cambio conduce a un conocimiento claro y al someter el objeto al entendimiento lo sustrae al juego caprichoso de la fantasía La pintura homérica del mundo subterráneo resulta tanto más temible precisamente por el hecho de que parece nadar en una niebla y las figuras fantasmales de Ossián247 no son más que leves imágenes nebulosas delineadas por la fantasía según su capricho Todo lo que está velado todo lo misterioso contribuye a lo terrible y es por consiguiente capaz de volverse sublime De esta especie es la inscripción que se leía en Sais Egipto sobre el templo de Isis Yo soy todo lo que es lo que ha sido y lo que será Ningún hombre mortal ha levantado mi velo Precisamente esta incertidumbre y este misterio hace de las representaciones de los hombres acerca de las postrimerías algo pavoroso sentimientos que han sido expresados con rara fortuna en el conocido monólogo de Hamlet248 La descripción que nos hace Tácito de la solemne procesión de la diosa Herta249 se vuelve sublime de un modo terrible por la oscuridad en que la envuelve El carro de la diosa desaparece en lo más profundo del bosque y ninguno de cuantos se emplean en ese misterioso oficio retorna con vida Estremecido se pregunta uno qué ha de ser aquello que cuesta la vida a quien lo ve quod tantum morituri vident Todas las religiones tienen sus misterios que mantienen vivo un pavor sagrado y así como la majestad de lo divino habita detrás del velo en el sanctasanctórum así también la majestad de los reyes acostumbra a rodearse de misterio para mantener la 246 Trad Antonio López Eire 247 Legendario poeta gaélico supuesto autor de poemas y relatos sobre las proezas de su padre Finn Mac Cumhail héroe del siglo III James Macpherson poeta escocés del siglo XVIII quien se encargó de dar nueva vida a la leyenda al presentar sus poesías como traducciones de las apócrifas de Ossián 248 Cf Shakespeare Hamlet III 1 249 Cf Germania cap 11 La cita latina del final del párrafo dice que sólo quienes van a morir lo ven 182 veneración de sus súbditos en una tensión perpetua por medio de esa invisibilidad facticia Éstas son las subespecies más sobresalientes de lo sublime del poder en sentido contemplativo y como descansan en el destino moral del hombre del que participan todos los hombres por igual tenemos el derecho de presuponer una receptividad para ello en todos los sujetos humanos sin que su ausencia pueda disculparse por un juego de la Naturaleza como ocurre con las emociones puramente sensibles sino que es lícito imputársela al sujeto como una imperfección En ocasiones lo sublime del conocimiento se encuentra ligado con lo sublime del poder y el efecto es tanto más grande cuando no es simplemente la facultad de resistencia física la que tropieza con sus límites ante un objeto sino también la misma facultad de representación y así se ve rechazada la sensibilidad con su doble exigencia II Lo sublime en sentido patético Cuando un objeto nos es dado de manera objetiva no simplemente como poder sin más sino al mismo tiempo como un poder pernicioso para el hombre cuando ese objeto no se limita pues a mostrar su poderío sino que lo exterioriza realmente de manera hostil entonces la imaginación en lugar de ser libre para referirlo al impulso de conservación debe hacerlo en efecto se ve obligada objetivamente a ello Pero el padecer real anula la libertad del espíritu y no permite así ningún juicio estético Por consiguiente no ha de ser en el sujeto que juzga donde el objeto temible acredite su poder destructor esto es no cabe que al sufrir lo hagamos por nosotros mismos sino sólo simpáticamente Pero hasta el padecer simpático es ya demasiado agresivo para la sensibilidad cuando el sufrimiento existe fuera de nosotros El dolor compasivo prevalece sobre todo placer estético Sólo entonces conviene a saber cuando es mera ilusión y ficción o bien en caso de que hubiese existido realmente cuando se lo presenta no a los sentidos de manera inmediata sino a la imaginación el padecer puede volverse estético y provocar el sentimiento de lo sublime La representación de un padecer ajeno acompañada por el afecto y la conciencia de nuestra libertad moral interior es sublime en sentido patético 183 La simpatía o el afecto participado comunicado no es una exteriorización libre de nuestro espíritu que debiésemos producir en nosotros por nuestra propia actividad sino una afección involuntaria de la facultad sensitiva determinada por la ley natural No depende en ningún caso de nuestra voluntad el hecho de experimentar compasión ante el sufrimiento de un ser vivo Tan pronto como nos lo representemos debemos hacerlo Actúa la Naturaleza no nuestra libertad y la moción interior se anticipa a la decisión Es así como de manera ineludible ha de surgir en nosotros mismos por obra de la ley natural inmutable de la simpatía en cuanto obtenemos objetivamente la representación de un padecer un eco sensible de este último Con ello lo hacemos nuestro en cierto modo Nos compadecemos No sólo la aflicción partícipe el conmoverse por la desdicha ajena se llama compasión sino toda emoción aflictiva sin distinción alguna provocada por la experiencia de un tercero por donde hay tantas especies de compasión como diferentes son las especies originarias del padecer temor y espanto compasivos zozobra indignación y desesperación compasivas Pero si lo conmovedor o patético ha de contarse como una causa de lo sublime entonces no puede ser llevado hasta el punto de volverse realmente un padecer propio Incluso en medio de la emoción más violenta tenemos que diferenciarnos del sujeto que padece en cuanto tal pues la libertad del espíritu está perdida tan pronto como la ilusión se trueca en verdad cabal Si la compasión acrecienta de tal modo su intensidad que nos confundimos formalmente con el que sufre entonces dejamos de dominar la emoción y pasa a ser ella la que nos domina Si la simpatía permanece en cambio dentro de sus límites estéticos entonces reúne dos condiciones principales de lo sublime una representación viva y sensible del padecer vinculada con el sentimiento de la propia seguridad Pero este sentimiento de la seguridad ante la representación de un padecer ajeno no es en ningún caso la razón de ser de lo sublime ni en modo alguno la fuente del placer que obtenemos de tal representación Lo patético se vuelve sublime tan sólo por la conciencia de nuestra libertad moral no por la de nuestra libertad física No por vernos exentos de ese padecer a causa de nuestra buena suerte pues en tal caso seguiríamos teniendo siempre un pésimo garante de nuestra seguridad sino por sentir que nuestro yo moral permanece ajeno a la causalidad del mismo esto es a su influjo sobre la determinación de nuestra voluntad el padecer simpático eleva nuestro espíritu y se vuelve sublime en sentido patético 184 No es indefectiblemente necesario que uno para hacer valer su libertad moral deba hacer gala de fortaleza de ánimo ante la gravedad de un peligro No se habla aquí de lo que ocurre sino de lo que debe y puede ocurrir de nuestra destinación no de nuestro obrar real de la fuerza no de su aplicación Al ver hundirse en medio de la tempestad un buque mercante muy cargado bien podemos experimentar una gran desdicha al ponernos en el lugar del comerciante cuya riqueza íntegra es devorada al punto por las aguas Pero a la vez también sentimos por cierto que esa pérdida sólo afecta a cosas contingentes y que es un deber elevarse por sobre ella Ahora bien nada imposible de cumplir puede ser un deber y lo que debe suceder necesariamente ha de poder suceder Pero el poder sobreponernos a una pérdida que con razón tanto nos afecta en cuanto seres sensibles comprueba que hay en nosotros una facultad ajena a la sensible que obra según leyes completamente diferentes de las de ésta y que nada tiene en común con el impulso natural Sublime empero es todo aquello de lo que cobramos conciencia gracias a esa facultad Uno bien puede decirse entonces que de ninguna manera permanecerá impasible ante la pérdida de aquellos bienes ello no impedirá en modo alguno el sentimiento de lo sublime sólo con que se sienta que uno debería sobreponerse a ello y que es un deber no concederles influencia alguna sobre la autodeterminación de la razón Como bien se comprende en aquel individuo cuyo sentido no alcanza ni siquiera para esto toda la fuerza estética de lo grande y lo sublime debe darse por perdida Lo sublime patético exige pues cuando menos una capacidad del espíritu para cobrar conciencia de la propia destinación racional y una receptividad para la idea del deber aun cuando uno también reconozca desde luego los límites que la debilidad humana opondrá a su ejercicio El sentimiento de agrado tanto ante lo bueno como ante lo sublime habría de hallarse en suma en una situación crítica si uno sólo pudiese captar lo que uno mismo ha logrado o cree poder lograr Pero un rasgo digno de estima propio de la humanidad del hombre consiste en que ella al menos en los juicios estéticos se declara partidaria de la buena causa aun cuando debiese declarar en contra de sí misma y en que al menos en la sensibilidad acata las ideas puras de la razón aun cuando no siempre tenga pronto el vigor suficiente para obrar realmente en consonancia con ellas Para lo sublime patético se exigen pues dos condiciones principales primero una representación vívida del padecer para provocar con la debida intensidad el sentimiento compasivo segundo una representación de la resistencia ante el padecer 185 para volver consciente la libertad interior del espíritu Sólo por lo primero el objeto se vuelve patético sólo por lo segundo lo patético se vuelve a la vez sublime De este principio dimanan las dos leyes fundamentales de todo arte trágico Ellas son primero la representación de la naturaleza padeciente segundo la representación de la autonomía moral en el padecer 186 SOBRE LO SUBLIME 187 No es posible determinar con seguridad cuándo fue compuesto este escrito tan breve como enjundioso publicado por primera vez en el tercer volumen de los Escritos menores en prosa Leipzig 1801 sin que nunca antes se lo hubiese mencionado de manera explícita La mayor parte de los estudiosos se inclinan por la primera mitad de los años noventa algunos por un tiempo anterior y otros por uno mucho más tardío En favor de esta última posibilidad habla primero el hecho de que el artículo no fue publicado ni en la Nueva Talía ni en las Horas aun cuando ambas revistas necesitaban con urgencia contribuciones de este tenor luego el empleo de algunos conceptos que resultan ajenos a los escritos teóricos anteriores y por último sobre todo en la segunda mitad del escrito la singular belleza de un estilo muy maduro y de una gravedad elevada inequívocamente personal y profundamente comprometida Una mirada atenta descubre en esa segunda mitad un cambio tan palmario del estilo al par que de la intención y del énfasis añádase a ello la impresión ostensible de que al menos esa sección da por sentado el retorno de Schiller a su verdadera vocación como poeta trágico y de que argumenta a partir de la idea y del mérito artístico de la tragedia que quizá lo más razonable sea suponer que Schiller no mucho antes de la fecha de publicación del volumen donde apareció este escrito revisó profundamente y reelaboró o bien completó algunas notas fragmentarias que conservaba en forma de borrador vinculadas por su materia con dos artículos anteriores Sobre lo patético y De lo sublime El problema de la datación posee en este caso mayor monta que la de una simple incumbencia filológica porque está estrechamente vinculado con la comprensión de la actitud espiritual de Schiller en general y con el modo en que el propio poeta entendía la libertad y la relación de lo bello con lo sublime y la de ambos con el ideal La tendencia imperante durante largo tiempo a ver el propósito y el mérito propios de este escrito en la proclamación de una humanidad estética afianzada sobre la armonía moral puede haber contribuido a que se lo considerase como una suerte de recaída en el dualismo moralizante de cuño kantiano ya superado en lo fundamental y a que precisamente en relación con la posterior y verdadera finalidad de Schiller tal como ella se manifiesta sobre todo en las cartas Sobre la educación estética quisiese atribuírselo a una fase anterior y menos ponderada de su pensamiento Bien es verdad que para Schiller la armonía perfecta y libre de la 188 naturaleza y del espíritu en el hombre la consumación bella y lúdica de su humanidad plena fue y siguió siendo siempre la meta suprema Pero ese tránsito real del hombre hacia el dios que en vano se propusiera presentar poéticamente en la forma purísima del idilio en las bodas de Hércules y Hebe en una prosecución del poema El ideal y la vida no dejó de ser nunca una idea a causa de lo absoluto e inviolable de la libertad tanto moral como física no dejó de ser dentro de la realidad terrenal del hombre condicionada y limitada el ideal propuesto sí pero inalcanzable que la figura viviente de la obra de arte bella refleja de manera vivificante y promisoria como apariencia verdadera Sujeto empero a sus condiciones terrenales el hombre jamás puede ni debe resolver la doble y dramática destinación que se le impone a partir de ese ideal eterno por un lado educado por la imagen ajena a la realidad que la belleza erige ante sus ojos como símbolo de su destinación más elevada debe aspirar a la unificación libre y lúdica de su ser espiritual y su ser natural una unificación que transforme toda obligación moral en la plenitud de una realización éticosensible pero sin olvidar nunca al mismo tiempo que jamás podrá librarse del combate eterno ni de la seriedad siempre fatal de la existencia terrena Y aquí el carácter absoluto de la ley moral y la libertad demónica del espíritu exigen de manera siempre renovada hasta en el momento mismo de la muerte que la humanidad bella el acorde armónico del deber y la inclinación el juego libre de todas las disposiciones y fuerzas se sacrifiquen precisamente por lo incondicionado de la ley ética y de la libertad del espíritu en una decisión dolorosa contra la naturaleza renitente o bien para decirlo en pocas palabras que el alma bella se vuelva sublime pero también exigen por otro lado que al hacerlo la humanidad sea consciente de que también en cuanto bella es libre esto es de que está determinada por la ley del espíritu y no por la de la naturaleza En tales momentos siempre recurrentes de la lucha de la decisión del sacrificio la violencia apremiante de lo finito desgarra toda armonía postiza lo sublime se presenta en lugar de lo bello la belleza enérgica suplanta a la atemperante y el hombre se ve llamado a preservar contra la contradicción de su yo natural la libertad de su yo eterno No se debe pues a una inseguridad e inconsecuencia sino al carácter absoluto del ideal preservado en toda su pureza el que Schiller haya mantenido sin disolverla jamás la doble y dramática vocación del hombre por la armonía total de lo bello y por la seriedad ineluctable y abnegada de lo sublime Las Cartas sobre la educación estética no dejaron de ser un torso El artículo Sobre lo sublime puede hacer las 189 veces en cierto grado de la segunda mitad no escrita de las Cartas la que debía presentar la belleza enérgica y contraponerla a la atemperante Esa belleza enérgica empero que se despliega del modo más puro en la poesía trágica era la adecuada por su efecto para lograr que la voluntad en la lucha forzosa y siempre renovada contra la naturaleza renitente y la realidad siga su destinación incondicionada y en caso necesario preserve mediante el sacrificio de su existencia física e individual su libertad demónicacf supra nota 125 Carta decimasexta Si en vista de la admirable coherencia reinante acerca de este punto en la obra íntegra de Schiller tanto poética como teórica hiciese falta todavía un testimonio expreso en favor de la interpretación de nuestro escrito que acabamos de esbozar podrá hallárselo en el adjunto que acompaña a una de las cartas al príncipe de Augustenburg fechada el 11 de noviembre de 1793 del que reproducimos los pasajes más importantes en relación con nuestro contexto De modo que si la formación estética se enfrenta con esta doble necesidad si ella desarma por un lado la violencia salvaje de la naturaleza y apacigua la bestialidad y si por otro despierta el vigor espontáneo de la razón y vuelve al espíritu capaz de defenderse entonces y sólo entonces es apta para proporcionar un instrumento al servicio de la formación moral Es ese doble efecto el que yo exijo sin desmayo de la cultura bella y aquél para el que ella encuentra también en lo bello y en lo sublime los instrumentos necesarios Por medio de lo bello trabaja ella contra el embrutecimiento por medio de lo sublime contra la enervación y sólo el más justo equilibrio entre ambos modos de la sensibilidad perfecciona el gusto El hombre que sale de las manos de la Naturaleza no tiene pues tanta necesidad de lo sublime como de lo bello pues el tamaño y la fuerza lo tocan mucho antes de que comience a volverse sensible para los atractivos de la belleza El hombre salido de las manos del arte esto es de la civilización y la cultura necesita por el contrario de lo sublime pues está excesivamente pronto a malbaratar en su estado de refinamiento una fuerza que había traído consigo del estado salvaje Tengo que justificar pues la doble aserción en primer término que lo bello es lo que pule al hijo basto de la Naturaleza y lo que ayuda a educar al hombre haciendo que el meramente sensitivo se vuelva racional y en segundo lugar que lo sublime es a su vez lo que corrige los defectos de la educación bella lo que confiere elasticidad al hombre afectado y artificial y lo que conjuga con los beneficios del pulimento las virtudes del estado natural Véase al respecto el final de nuestro tratado y así 190 resultará evidente junto con la similitud en el curso de las ideas que la formulación de Sobre lo sublime es incomparablemente más honda y más madura lo cual aboga por su parte en favor de un lapso considerable entre la redacción de ambos escritos 191 Ningún hombre ha de estar obligado a estar obligado dice el hebreo Natán al derviche250 y esta sentencia es verdadera en un sentido más amplio que el que uno estaría dispuesto acaso a concederle La voluntad es el signo distintivo del género humano y la razón y sólo ella es su regla eterna De manera racional procede la Naturaleza en su conjunto la única prerrogativa del hombre consiste en que al obrar racionalmente lo haga con conciencia y voluntad Todas las otras cosas tienen que el hombre es un ser volitivo Precisamente por ello nada menoscaba tanto su dignidad como sufrir violencia pues la violencia lo anula Quien nos la hace nos impugna nada menos que la humanidad quien la sufre cobardemente reniega de su humanidad Pero esta exigencia de una liberación absoluta de toda violencia parece presuponer un ser dotado de poder bastante como para repeler de sí todo otro poder Si tal exigencia se halla en un ser que dentro del reino de las fuerzas no mantiene la posición suprema nace allí un conflicto desventurado entre el impulso y la capacidad En tal situación se halla el hombre Cercado por fuerzas incontables todas superiores a él y que pretenden dominarlo a su antojo exige por su naturaleza no sufrir violencia por parte de ninguna de ellas Cierto es que merced a su entendimiento acrecienta de manera artificiosa sus fuerzas naturales y que hasta un cierto punto logra señorear realmente de manera material sobre cuanto es material Para todo hay remedio dice el refrán menos para la muerte Pero esta única excepción si es que en rigor lo fuese realmente invalidaría por completo el concepto de hombre Bastaría con que hubiese un único caso en que se viera obligado de manera indefectible a lo que no quiere para que jamás pudiese ser el ser que quiere251 Este caso único y terrible el de sólo tener que y no querer lo acompañará como un fantasma y lo hará presa de los terrores ciegos que provoca la fantasía tal como ocurre en efecto en la mayor parte de los hombres su encomiada libertad es absolutamente nula con que haya un solo punto siquiera por donde esté atado La cultura debe poner al hombre en libertad y ayudarle a realizar cabalmente su concepto Debe hacerlo capaz por tanto de sustentar su voluntad pues el hombre es el ser que quiere 250 Lessing Natán el sabio I 3 251 ie el ser cuyo ser consiste en querer 192 Esto es posible de dos modos O bien de manera real cuando el hombre opone violencia a la violencia cuando domina como naturaleza a la Naturaleza o bien de manera ideal cuando se aparta de la Naturaleza y aniquila de ese modo en lo que a él respecta el concepto de violencia Lo que lo ayuda a lograr lo primero es la cultura material El hombre desarrolla su entendimiento y sus fuerzas sensibles para que las fuerzas de la Naturaleza según las leyes que le son propias se conviertan en instrumento de su voluntad o bien para protegerse contra los efectos de aquéllas que él no puede gobernar Pero las fuerzas naturales sólo pueden ser dominadas o rechazadas hasta un cierto punto más allá del cual se sustraen al poder humano y lo someten al suyo Entonces la libertad del hombre estaría perdida si él no fuese capaz de otra cultura además de la material El hombre empero debe serlo sin excepción y es por ello por lo que en ningún caso debe sufrir algo contra su voluntad Si ya no puede oponer a las fuerzas materiales una fuerza material proporcionada no le queda más remedio para no sufrir violencia que abolir por completo una relación que le es tan perjudicial y aniquilar según el concepto una violencia que se ve obligado a sufrir en la realidad de los hechos Aniquilar una violencia empero según el concepto no significa sino sometérsele de manera voluntaria La cultura que vuelve al hombre hábil para ello es la cultura denominada moral El hombre formado moralmente y sólo él es enteramente libre O bien es superior a la Naturaleza considerada como un poder o bien concuerda con ella Nada de cuanto ella ejerce en él es violencia pues antes de que eso llegue hasta él se ha vuelto ya una acción propia del hombre mismo y la naturaleza dinámica nunca lo alcanza en cuanto tal porque él se separa libremente activo de cuanto ella puede alcanzar Pero este modo de pensar que la Moral enseña bajo el concepto de la resignación ante la necesidad y la Religión bajo el del sometimiento a la voluntad divina exige si ha de ser una obra libre por elección y reflexión una claridad de pensamiento mayor que la que suele tener el hombre en su obrar cotidiano y una energía de la voluntad más elevada Pero afortunadamente existe no sólo en su naturaleza intelectual una disposición moral que puede ser desarrollada por el entendimiento sino incluso en su naturaleza racional y sensible esto es en la propiamente humana una tendencia estética para ello que ciertos objetos sensibles pueden despertar y que puede ser cultivada mediante una purificación de los sentimientos humanos en favor de esa elevación idealista del espíritu Acerca de esta 193 disposición idealista por cierto tanto por su concepto como por su naturaleza pero que hasta el mismo realista pone de manifiesto en su vida con harta claridad aun cuando no la admita en su sistema252 habré de discurrir en la presente ocasión Ni qué decir tiene que ya los sentimientos de la belleza desarrollados en nosotros bastan hasta un cierto grado para volvernos independientes de la Naturaleza en cuanto poder Un espíritu que tanto se ha ennoblecido como para conmoverse más por las formas que por la materia de las cosas y que sin mirar en nada por la posesión es capaz de obtener una complacencia libre253 por la simple reflexión acerca del modo en que se presentan un espíritu semejante digo lleva consigo una abundancia íntima e inamisible de vida y puesto que no necesita apropiarse de aquellos objetos entre los que vive tampoco está expuesto al peligro de verse privado de ellos Pero al cabo incluso la apariencia quiere tener un cuerpo donde mostrarse y así mientras subsista la necesidad de una apariencia bella cuando menos persistirá la de la existencia de objetos y en consecuencia nuestra satisfacción todavía habrá de depender de la Naturaleza que reina sobre todo ser determinado Porque es algo completamente diferente sentir un deseo de objetos bellos y buenos o simplemente desear que sean bellos y buenos los objetos existentes254 Lo último puede darse junto la máxima libertad del espíritu no así lo primero que lo existente sea bello y bueno podemos exigirlo que lo bello y bueno exista simplemente desearlo Aquella disposición del espíritu que mira con indiferencia si lo bello y bueno y perfecto existe pero que exige con rigor severo que lo existente sea bueno y bello y perfecto se denomina de preferencia grande y sublime porque contiene todas las realidades del carácter bello sin participar de sus limitaciones Es un signo distintivo de las almas buenas y bellas pero al mismo tiempo débiles reclamar siempre de manera apremiante la existencia de sus ideales morales y sentirse aflictivamente conmovidas por los obstáculos con que ellos tropiezan Tales hombres se ponen en una situación de triste dependencia respecto de lo fortuito y siempre puede asegurarse de antemano que conceden demasiado a la materia tratándose de cosas morales y estéticas y que no saldrán airosos de la prueba suprema del carácter y del gusto Lo moralmente defectuoso no debe infundirnos pena y dolor que son 252 Así como nada en términos generales puede llamarse con verdad idealista fuera de lo que el realista hecho y derecho practica de manera realmente inconsciente y sólo niega en virtud de una inconsecuencia 253 O desinteresada Kant puesto que ajena a todo fin a todo cálculo a todo apetito sensible 254 Así lo expresó Schiller en el siguiente epigrama que también permite fechar este escrito hacia 17951796 Doctrina política Puede ser justo cuanto haces confórmate empero con eso amigo y abstente por cierto de hacer todo aquello que es justo Basta al afán verdadero anhelar que las cosas sean perfectas el falso siempre querrá que perfectas sean 194 siempre signos más una necesidad insatisfecha que de una exigencia incumplida Ésta debe tener por compañero un sentimiento más enérgico y robustecer el espíritu afianzándolo en su brío antes que volverlo pusilánime y desdichado Dos son los genios255 que la Naturaleza nos dio por compañeros a lo largo de la vida El uno sociable y benévolo nos acorta con su juego ameno el viaje fatigoso nos hace livianos los grillos de la necesidad y nos conduce entre alegrías y gracias hasta aquellos parajes peligrosos donde debemos obrar como espíritus puros y deponer todo lo corpóreo los del conocimiento de la verdad y los del ejercicio del deber En ese punto nos abandona pues sólo el mundo sensible es su ámbito más allá del cual sus alas terrenas no pueden llevarlo Pero entonces se aproxima el otro grave y silencioso y con brazo firme nos ayuda a salvar el abismo insondable En el primero de estos genios se reconoce el sentimiento de lo bello en el segundo el de lo sublime Ya lo bello es por cierto una expresión de la libertad no de aquélla empero que nos eleva por sobre el poder de la Naturaleza y nos desliga de toda influencia corpórea sino de esta otra de la que gozamos dentro de la Naturaleza en cuanto seres humanos Nos sentimos libres en la belleza porque entonces los impulsos sensibles armonizan con la ley de la razón nos sentimos libres en lo sublime porque los impulsos sensibles no ejercen predominio alguno sobre la legislación de la razón porque aquí el espíritu obra como si no obedeciese más leyes que las suyas propias El sentimiento de lo sublime es un sentimiento mixto256 Es la composición de un estado aflictivo que en su grado máximo se manifiesta como un estremecimiento y de un estado dichoso que puede acrecentarse hasta el arrobo y que aun cuando no sea en rigor un placer las almas delicadas prefieren sobremodo a todo placer Este vínculo de dos sensaciones contradictorias en un sentimiento único acredita de manera irrefutable nuestra autonomía moral Pues como es de todo punto imposible que un 255 Las coincidencias casi literales con el epigrama Los mentores de la vida enviado al editor Cotta el 16 de octubre de 1795 vuelve verosímil la idea de que al menos esta parte del texto fue redactada por la misma época FrG El epigrama traducido por nosotros dice así Dos son los genios que tienes por guías durante la vida qué bueno por ti si a la par ambos te saben guardar Uno con dulce recreo el camino más corto te vuelve apoyado en su brazo serán blandos destino y deber Entre coloquios y chanzas con él llegarás al abismo donde espantado ante el mar de lo eterno se para el mortal Resuelto y severo y callado recíbete entonces el otro en su brazo de cíclope ya la hondura te hace cruzar Nunca te entregues a uno tan sólo Al primero confiarle no quieras tu dignidad ni al otro tu dicha jamás 256 Véase el comienzo de De lo sublime 195 mismo objeto se halle en dos relaciones opuestas con respecto a nosotros de ello se desprende que nosotros mismos nos hallamos en dos relaciones diferentes frente al objeto y que en consecuencia dos naturalezas opuestas han de hallarse unidas en nosotros interesadas ante la representación de aquél de dos maneras diametralmente opuestas Logramos saber pues mediante el sentimiento de lo sublime que el estado de nuestro espíritu no se rige necesariamente por el de los sentidos que las leyes de la Naturaleza no son necesariamente también las nuestras y que poseemos con nosotros un principio autónomo independiente de toda afección sensible El objeto sublime presenta un doble aspecto O bien lo referimos a nuestra capacidad de comprensión y fracasamos en el intento de forjarnos una imagen o un concepto de él o bien lo referimos a nuestra capacidad vital y lo consideramos como un poder frente al cual el nuestro se disipa por completo257 Pero aun cuando por su causa experimentamos tanto en un caso como en el otro el sentimiento penoso de nuestros límites no rehuimos sin embargo aquel objeto sino que por el contrario nos vemos atraídos por él con fuerza irresistible Sería posible tal cosa acaso si los límites de nuestra fantasía fuesen al mismo tiempo los de nuestra capacidad de comprensión Cómo podríamos querer complacidos que se nos recuerde la omnipotencia de las fuerzas naturales si no contásemos más que con aquello que puede ser su presa Nos deleita lo infinito sensible porque gracias a ello podemos pensar lo que los sentidos ya no alcanzan y el entendimiento ya no concibe Nos entusiasma lo temible porque nos permite querer lo que los instintos aborrecen y rechazar lo que apetecen Con gusto dejamos que la imaginación halle a quien la supere en el reino de los fenómenos porque al fin y al cabo se trata sólo de una capacidad sensible que triunfa sobre otra de su misma especie pero hasta lo absolutamente grande en nosotros mismos no puede la Naturaleza elevarse por muy colosal que sea Con gusto sometemos nuestro bienestar y nuestra existencia a la necesidad física pues precisamente esto nos recuerda que ella carece de toda autoridad sobre nuestros principios El hombre está en sus manos pero él tiene en las suyas propias la voluntad Y así incluso la Naturaleza se ha servido de un medio sensible para enseñarnos que somos algo más que seres meramente sensibles ella misma en efecto supo valerse de sentimientos para ponernos sobre la pista del hallazgo de que en modo alguno estamos sometidos servilmente al poder de los tales Y éste es un efecto completamente 257 Capacidad de comprensión y capacidad vital se corresponden con los conceptos de lo sublime teórico y lo sublime práctico en De lo sublime 196 diferente del que puede procurar lo bello es decir lo bello de la realidad pues en lo bello ideal258 también ha de perderse lo sublime En lo bello concuerdan la razón y la sensibilidad y sólo por esa concordancia nos atrae y seduce De modo que por la sola belleza jamás llegaríamos a saber que estamos destinados a acreditarnos como inteligencias puras y que somos capaces de ello En lo sublime por el contrario la razón y la sensibilidad no concuerdan y precisamente en esa contradicción entre ambos reside el atractivo con que ello se apodera de nuestro espíritu En este punto el hombre físico y el moral se separan del modo más neto uno respecto del otro pues tratándose justamente de aquellos objetos ante los cuales el primero siente sólo sus límites logra el otro conocer su fuerza y lo mismo que sirve para enaltecer a éste de manera infinita tira por tierra al primero Un hombre quiero suponer debe poseer todas aquellas virtudes cuya reunión constituye el carácter bello Debe hallar su deleite en el ejercicio de la justicia de la beneficencia de la moderación de la perseverancia y de la fidelidad todos los deberes cuyo cumplimiento le sea impuesto por las circunstancias han de resultarle simples como un juego y la suerte no debe estorbarle ninguna acción a que lo impulse donde y cuando quiera que fuere el altruismo de su corazón A quién no ha de resultarle maravillosa esta bella armonía de los impulsos naturales con los preceptos de la razón y quién podría abstenerse de amar a un hombre semejante Podemos estar seguros empero por muy viva que sea nuestra inclinación por él de que es realmente virtuoso y de que en suma existe la virtud Pues de no haber tenido más designio que el de procurarse sentimientos agradables este hombre no podría haber obrado en absoluto de otro modo so pena de ser un necio y tendría que aborrecer su propio beneficio si quisiera ser un inmoral y un corrompido La fuente de donde manan sus acciones bien puede ser límpida pero esto es algo que deberá aclarar con su propio corazón nosotros nada vemos de ello Lo que le vemos hacer sí no va más allá de lo que también debería hacer el hombre simplemente listo para quien el placer es su dios El mundo sensible pues explica por entero el fenómeno de su virtud y para dar con la razón de ser de este último no precisamos en ningún caso ir más allá de los límites de aquél Pero que este mismo hombre caiga de súbito en una gran desdicha Que le roben sus bienes que arruinen su buen nombre Que las enfermedades lo postren en un lecho 258 Lo bello ideal das Idealschöne es una síntesis de lo bello y lo sublime Véase el final de la carta decimasexta de Sobre la educación estética y en la introducción a esta obra la cita de la carta al príncipe de Augustenburg del 11 de noviembre de 1793 197 doloroso que la muerte le arrebate los seres todos que ama que todos aquellos en quienes confía lo abandonen en su desgracia Hallándose en tal estado búsqueselo de nuevo y exíjase al desdichado que practique aquellas mismas virtudes para las que tan dispuesto se mostró otrora el dichoso Si se halla que en esta nueva situación sigue siendo enteramente el mismo si no han menoscabado ni la pobreza su caridad ni la ingratitud su obsequiosidad ni el dolor su entereza ni la propia desdicha su interés por la dicha ajena si la mudanza de su situación se advierte en su aspecto pero no en su conducta en la materia pero no en la forma de su obrar259 entonces como bien se comprende ya no basta explicación alguna de ello derivada del concepto de Naturaleza según el cual es de todo punto necesario que lo presente siendo un efecto estribe en algo pasado como en su causa pues nada puede haber tan absurdo como el hecho de que el efecto siga siendo el mismo cuando la causa se ha cambiado en su contraria Se ha de renunciar pues a toda explicación natural hay que desistir por completo de querer dar cuenta de la conducta a partir de las circunstancias y poner el fundamento de aquélla en un orden del mundo enteramente diferente del natural o físico hacia el cual bien puede remontarse la razón con sus ideas pero que el entendimiento con sus conceptos es incapaz de captar Este descubrimiento de la facultad moral absoluta que no está ligada a condición natural alguna confiere al sentimiento pesaroso que nos invade ante la vista de un hombre semejante ese atractivo singularísimo e inefable que ningún placer sensible por refinado que fuere puede disputar a lo sublime Lo sublime nos procura pues una salida del mundo sensible donde lo bello se holgaría de tenernos siempre prisioneros No poco a poco pues no hay transición gradual alguna de la dependencia a la libertad sino de repente y mediante un sacudión lo sublime arranca al espíritu independiente de la red con que la sensibilidad sutil lo ciñera y que tanto más firmemente lo ata y lo traba cuanto más transparentes son los hilos con que ha sido tejida Aun cuando sea mucho lo que esa sensibilidad por la influencia imperceptible de un gusto muelle y delicado haya ganado sobre el hombre aun cuando ataviada con el velo seductor de la belleza espiritual haya logrado abrirse paso arteramente hacia el sitial más recóndito de la legislación moral y envenenar allí en su misma fuente la santidad de las máximas también es verdad que a menudo una sola emoción sublime basta para desgarrar ese tejido del embuste para devolver de golpe toda su elasticidad al espíritu encadenado para brindarle una revelación acerca de 259 La materia y la forma del obrar se corresponden con el qué o lo concreto de la acción misma y el cómo de su finalidad y su sentido 198 su verdadero destino e imponerle siquiera por un momento el sentimiento de su dignidad La belleza en la figura de la diosa Calipso hechizó al valiente hijo de Odiseo260 y por largo tiempo lo retiene prisionero en su isla gracias al poder de sus encantos Él cree cortejar durante todo ese lapso a una divinidad inmortal siendo así que sólo se halla entre los brazos de la voluptuosidad pero una impresión sublime lo domina de pronto en la figura de Méntor recuerda entonces que un destino mejor es el suyo se arroja a las olas y queda libre Lo sublime como lo bello se encuentra derramado pródigamente por doquier en la Naturaleza íntegra y todos los hombres cuentan con la capacidad para sentir lo uno y lo otro pero el germen correspondiente se desarrolla de manera desigual y es mediante el arte como ha de estimulárselo Ya el fin propio de la Naturaleza comienza por hacernos correr hacia el encuentro con la belleza cuando todavía rehuimos lo sublime pues en la infancia es la belleza nuestra guardiana y quien debe conducirnos para mudar en pulimento interior lo basto del estado natural Pero aun cuando ella sea desde luego nuestro primer amor y aun cuando lo primero que se desarrolle en nosotros sea nuestra capacidad para apreciarla lo cierto es que la Naturaleza ha tomado sus recaudos para que tal capacidad madure lentamente y para que primero aguarde a fin de lograr su desarrollo pleno el perfeccionamiento del entendimiento y del corazón Si el gusto alcanzara su madurez completa antes de que la verdad y la eticidad Sittlichkeit hubiesen arraigado en nuestro corazón por una vía mejor que la del gusto mismo entonces el mundo sensible sería eternamente el límite de nuestras aspiraciones No iríamos más allá de él ni en nuestros conceptos ni en nuestras maneras de pensar y de sentir y lo que la imaginación no pudiese representar tampoco tendría realidad alguna para nosotros Pero afortunadamente ya está instituido en el orden de la Naturaleza que el gusto anticipándose a todas en florecer sea de las capacidades del espíritu humano la última en madurar El tiempo intermedio ofrece un lapso suficiente para henchir el entendimiento con un buen bagaje de conceptos y con un tesoro de máximas el pecho y sobre todo para desarrollar luego desde la razón la capacidad para percibir lo grande y lo sublime Mientras el hombre era el mero esclavo de la estrechez material sin haber hallado aún salida alguna del estrecho círculo de las necesidades elementales ni haber barruntado todavía la elevada libertad demónica que albergaba su pecho entonces la 260 Así lo narra Fénelon 16511715 en el libro VII de Las aventuras de Telémaco hijo de Ulises 1699 199 Naturaleza inconcebible sólo podía recordarle las limitaciones de su imaginación y la Naturaleza destructora sólo su impotencia física Tenía pues que pasar por alto apocado la primera y apartarse con espanto de la otra Pero apenas la contemplación libre le crea un ámbito contra el embate ciego de las fuerzas naturales y apenas descubre en ese raudal de fenómenos algo permanente en su propio ser entonces las masas salvajes de la Naturaleza que lo circunda comienzan a hablar a su corazón con un lenguaje completamente diferente y lo grande relativo que se halla fuera de él es el espejo donde ve lo grande absoluto que abriga dentro de sí mismo Intrépido y con fiero placer se allega entonces a esas imágenes tremendas de su fantasía y emplea deliberadamente la fuerza íntegra de esa facultad para representar lo infinitosensible para sentir tanto más vivamente la superioridad de sus ideas sobre lo máximo que la sensibilidad puede lograr aun cuando llegase a fracasar en tal intento El espectáculo de lejanías ilimitadas y de alturas colosales el vasto océano a sus pies y el océano todavía mayor que se cierne sobre él arrebatan su espíritu apartándolo de la esfera estrecha de lo real y del cautiverio agobiante de la vida material La majestad elemental de la Naturaleza pone ante sus ojos una norma de valoración más amplia y circundado por sus grandes formas ya no tolera lo pequeño en su modo de pensar Quién sabe cuántos pensamientos luminosos o cuántas resoluciones heroicas que ninguna celda de estudio ni ningún salón de sociedad hubiesen dado a luz no nacieron ya de esa animada contienda del ánimo con el espíritu grande de la Naturaleza durante el curso de un paseo quién sabe si no hay que atribuir en parte al comercio infrecuente con ese gran genio el hecho de que el carácter de los habitantes de las ciudades raquítico y marchito se vuelva de tan buen grado hacia lo pequeño mientras que el sentido del nómada permanece abierto y libre como el firmamento bajo el cual acampa Pero no simplemente lo que la imaginación no alcanza lo sublime de la cantidad sino también lo que el entendimiento no comprende la confusión puede servir tan pronto como cobre la debida magnitud y se anuncie como una obra de la Naturaleza pues de lo contrario es digno de desprecio puede servir para representar lo suprasensible e impulsar el ánimo Quién no se demora con mayor gusto ante el desorden gracioso de un paisaje natural que ante la regularidad insípida de un jardín francés261 Quién no prefiere ver con asombro la prodigiosa lucha entre la fertilidad y la destrucción en las campiñas de Sicilia o deleitar su vista en Escocia con las cascadas 261 Véase cómo Rousseau en una página que se volvió célebre encomia el jardín à langlaise La nueva Heloísa IV 11 200 turbulentas y las montañas envueltas en la bruma con la grande Naturaleza de Osián antes que admirar en la escrupulosa Holanda la fatigosa victoria de la paciencia sobre el más obstinado de los elementos Nadie negará que en las praderas de Batavia hay un cuidado por el hombre de carne y hueso mayor que a los pies del cráter traidor del Vesubio y que ante un huerto trazado a regla el entendimiento dado a comprender y a ordenar se ve más holgadamente satisfecho que ante un paisaje natural inculto y agreste Pero el hombre tiene otra necesidad además de la de vivir y regocijarse y otro destino también fuera del de comprender los fenómenos que lo rodean Lo que vuelve tan atractivo el capricho fantástico de la creación visible para el viajero sensitivo eso mismo descubre ante un espíritu capaz de entusiasmo hasta en la más dificultosa anarquía del mundo moral la fuente de un placer enteramente propio Bien es verdad que quien alumbra con la pálida antorcha del entendimiento el gran palacio de la Naturaleza siempre movido por el solo propósito de resolver en armonía su audaz desorden no puede hallarse a gusto en un mundo donde más parece reinar un loco azar que un plan sabio y donde ni que decir tiene que en la mayor parte de los casos el mérito y la dicha se contradicen mutuamente Ese mismo individuo quiere que en el gran curso del mundo todo esté regulado como en una buena empresa y si echa de menos como no podría ser de otro modo esa regularidad entonces no le queda más remedio que aguardar de una existencia venidera y de una Naturaleza diferente la satisfacción que le debe la presente y la pasada Si por el contrario renuncia de buen grado a querer subordinar este caos sin ley de los fenómenos a una unidad del conocimiento entonces gana a manos llenas por otro lado lo que da por perdido en éste Precisamente esta completa ausencia de un vínculo teleológico entre esta multitud acuciante de los fenómenos en razón de lo cual sobrepasan al entendimiento que debe atenerse a una unión de esa índole y le resultan así inútiles hace de ellos una imagen sensible tanto más acertada para la razón pura que en ese mismo desenfreno fantástico de la Naturaleza ve representada su propia independencia respecto de las condiciones naturales Pues cuando dentro de una serie las cosas se ven privadas de toda relación entre sí uno obtiene entonces el concepto de independencia que coincide de un modo sorprendente con el concepto racional puro de la libertad Bajo esta idea de la libertad que ella obtiene a partir de sus propios recursos la razón compendia pues en una unidad del pensamiento lo que el entendimiento no puede vincular en unidad alguna del conocimiento prevalece sobre el juego infinito de los fenómenos y así a un mismo tiempo sustenta su poder sobre el entendimiento en cuanto facultad supeditada a los 201 sentidos Si uno repara entonces en el valor que ha de tener para un ser racional el cobrar conciencia de su independencia frente a las leyes naturales comprenderá cómo es posible que por esta idea de libertad que se les ofrece ciertos hombres de un temple de ánimo sublime puedan tenerse por recompensados de todo fracaso en materia de conocimiento La libertad en medio de todas sus contradicciones morales y de sus trastornos materiales es para los espíritus nobles un espectáculo infinitamente más interesante que el de un bienestar y un orden privados de libertad donde las ovejas marchan pacientemente en pos del pastor y la voluntad soberana se rebaja a la condición de pieza útil de un mecanismo de relojería En virtud de esto último el hombre se limita a ser un producto ingenioso y un más feliz ciudadano de la Naturaleza por la libertad en cambio se vuelve ciudadano y corregente de un sistema superior donde ocupar el último de los lugares es infinitamente más honroso que marchar a la cabeza dentro del orden natural o físico Considerada desde este punto de vista y sólo desde él la historia universal es para mí un objeto sublime El mundo en cuanto objeto histórico se reduce en el fondo al conflicto que las fuerzas naturales libran entre sí mismas y con la libertad del hombre y del resultado de esta lucha nos informa la historia Ésta en lo que lleva andado hasta ahora tiene que narrar tratándose de la Naturaleza dentro de la cual deben contarse todas las pasiones humanas proezas mucho mayores que en el caso de la razón autónoma que sólo en contadas excepciones un Catón un Arístides un Foción262 y hombres parecidos ha logrado sustentar su poder frente a la legislación natural Si al acudir a la historia uno abriga grandes esperanzas de hallar allí luz y conocimiento la decepción que sufre no podría ser mayor Todas las tentativas bien intencionadas por parte de la filosofía para conciliar lo que el mundo moral exige con lo que el mundo real cumple quedan desvirtuadas por el testimonio de la experiencia y así como en su reino orgánico la Naturaleza se rige o parece regirse dócilmente según los principios reguladores263 del juicio así también suele ella en el reino de la libertad arrancarse indómita las riendas con que el espíritu de la especulación se ufanaría de poder conducirla sujeta 262 Marco Porcio Catón 9546 representante característico del rigorismo romano de vieja cepa Arístides 535467 político y militar ateniense apodado el justo uno de los héroes de la batalla de Platea que soportó con magnanimidad un destierro inmerecido Foción capitán ateniense célebre por su probidad condenado a muerte en el año 318 Plutarco ha dedicado en sus Vidas paralelas sendos libros a la historia de cada uno de estos tres hombres 263 regulative Grundsätze principios provisorios e hipotéticos empleados en primer lugar como un procedimiento operativo de ellos forma parte la explicación teleológica de los objetos naturales según el principio de una finalidad superior FrG 202 Qué diferentes resultan las cosas cuando se renuncia a explicarla y se hace de ésta su propia incomprensibilidad un criterio para enjuiciarla Precisamente esta misma circunstancia el hecho de que la Naturaleza considerada en su soberana grandeza se burle de todas las reglas que nuestro entendimiento le prescribe de que en su curso autónomo y obstinado desprecie con indiferencia igual las obras de la sabiduría y las del acaso de que arrastre consigo en una misma caída así lo valioso como lo fútil lo precioso como lo vulgar de que por un lado conserve un hormiguero y por otro ciña con sus brazos de gigante la más espléndida de sus criaturas el hombre y la aniquile de que a menudo dilapide en una hora frívola sus logros obtenidos del modo más fatigoso y se empeñe durante siglos en labrar una obra que es mero desatino en una palabra esta insumisión de la Naturaleza en su conjunto ante las reglas del conocimiento las mismas a las que ella se sujeta en sus manifestaciones individuales vuelve manifiesta la imposibilidad absoluta de explicar la Naturaleza misma por leyes naturales y de hacer valer como algo propio de su reino lo que sólo vale en su reino y así el espíritu se ve impulsado de manera irresistible a dejar el mundo de los fenómenos por el de las ideas lo condicionado por lo incondicionado Mucho más lejos aún que la infinita en sentido sensible nos lleva la Naturaleza terrible y destructora al menos mientras nos mantenemos ante ella como meros espectadores libres Bien es verdad que el hombre sensible y la sensibilidad en el hombre racional nada temen tanto como enemistarse con ese poder que ha de mandar sobre el bienestar y la existencia Ese supremo ideal al que consagramos nuestros afanes ha de permanecer en buenos acuerdos con el mundo físico en cuanto conservador de nuestra felicidad sin verse obligado por ello a romper con el mundo moral que determina nuestra dignidad Pero bien se saber que no siempre es posible servir a dos señores aun cuando caso pocos menos que inconcebible el deber jamás se viese enfrentado con las necesidades pues es claro que la necesidad natural no cierra trato alguno con el hombre y que a éste no le valen ni su fuerza ni su destreza para resguardarlo contra las asechanzas de la fatalidad Dichoso de él entonces si aprendió a soportar lo que no puede cambiar y a renunciar con dignidad a lo que no puede salvar Pueden presentarse casos en que el destino trepe todas las defensas exteriores sobre las que el hombre fundó su seguridad y que su sola alternativa consista en refugiarse en la sagrada libertad de los espíritus allí donde para sosegar el impulso vital no hay más remedio que la voluntad sin tener otro medio para resistir el poder de la Naturaleza fuera del tomarle la delantera y de 203 darse uno mismo la muerte en sentido moral264 al anular libremente todo interés antes de que lo haga un poder físico Emociones sublimes robustecen al hombre para ello y un trato frecuente con la Naturaleza destructora tanto cuando le muestra su poder devastador sólo desde lejos como cuando lo exterioriza realmente contra sus semejantes Lo patético es una desgracia ficticia y lo mismo que la verdadera nos abre al comercio inmediato con la ley de los espíritus reinante en nuestro pecho Pero la desgracia verdadera no siempre escoge bien su víctima ni la ocasión a menudo nos sorprende indefensos y lo que es peor todavía a menudo nos vuelve indefensos La desgracia ficticia de lo patético por el contrario nos encuentra completamente armados y puesto que se trata de una desgracia sólo imaginada el principio autónomo gana espacio en nuestro espíritu para afirmar su independencia absoluta Y así cuanto con mayor frecuencia renueve el espíritu este acto de actividad autónoma tanto más habrá de volvérsele una destreza y tanto mayor será la ventaja que gane frente al impulso sensible de tal suerte que al cabo también cuando en lugar de la desgracia imaginada y ficticia se vea ante algo grave se hallará en condiciones de tratarla como ficticia y elevación suprema de la naturaleza humana de disolver el padecer real en una emoción sublime Lo patético cabe decir entonces es una inoculación de destino inevitable por la que se lo priva de su malignidad y se logra que su ataque apunte hacia el lado fuerte del hombre Fuera pues con la indulgencia mal entendida y con el gusto muelle y afeminado que tiende un velo sobre el rostro grave de la necesidad y que para ganarse el favor de los sentidos miente entre el bienestar y la buena conducta una armonía de la que en el mundo real no se advierte el menor rastro Muéstresenos la fatalidad a cara descubierta Pues no en la ignorancia de los peligros circundantes ignorancia que ha de cesar alguna vez sino en el conocimiento de ellos es donde se halla nuestra salvación Tal conocimiento nos lo procura el espectáculo terrible y magnífico de la mudanza que todo lo destruye recrea y vuelve a destruir de la ruina que tan pronto socava lentamente como asalta de súbito nos lo procuran los cuadros patéticos de la humanidad en lucha contra el destino de la huida irremediable de la felicidad de la seguridad burlada de la injusticia triunfante y de la inocencia derrotada que la Historia ofrece con abundancia y el arte trágico pone ante nuestros ojos por medio de la 264 sich moralisch entleiben vale decir aceptar mediante una decisión moral libre cualquier mal o menoscabo provocado por la naturaleza o el destino y de ese modo privarlo de su poder interior sobre nosotros FrG 204 imitación Pues quién será aquél que sin poseer una disposición moral completamente corrompida pueda leer acerca de la lucha no por porfiada menos inútil de un Mitrídates265 o acerca de la ruina de ciudades como Siracusa y Cartago y detenerse ante esas escenas sin acatar con escalofrío la ley severa de la necesidad sin sofrenar al punto sus deseos y sin aferrarse en lo más hondo de su pecho conmovido por esta infidelidad eterna de todo lo sensible a lo que permanece y dura266 La capacidad para sentir lo sublime es pues una de las disposiciones más grandiosas de la naturaleza humana que así merece nuestro respeto por ser su origen la facultad autónoma del pensamiento y de la voluntad como el más perfecto desarrollo por su influencia sobre el hombre moral Lo bello sólo resulta meritorio por el hombre lo sublime por el demonio puro que hay en él y como estamos destinados incluso a pesar de las barreras de lo sensible a regirnos por el código de los espíritus puros he aquí que lo sublime debe casarse con lo bello para que la educación estética resulte un todo íntegro y la sensibilidad del corazón humano por su parte se extienda según todo el alcance de nuestra destinación y por consiguiente más allá del mundo sensorial Sin lo bello habría una perpetua contienda entre nuestra destinación natural y nuestra destinación racional Por el afán de cumplir con nuestra vocación de espíritus descuidaríamos nuestra humanidad y estando prontos en todo momento para marcharnos del mundo sensible no dejaríamos de ser siempre extranjeros en esta esfera del obrar que definitivamente nos ha sido asignada Sin lo sublime la belleza nos haría olvidar de nuestra dignidad En la enervación de un placer ininterrumpido quebrantaríamos la robustez del carácter y aferrados indisolublemente a esa forma contingente de la existencia perderíamos de vista nuestra destinación indeleble y nuestra verdadera patria Sólo cuando lo sublime se aúna con lo bello y cuando nuestra receptividad para ambos se ha desarrollado en igual medida somos ciudadanos perfectos de la Naturaleza sin ser por ello sus esclavos ni perder nuestro derecho de ciudadanía en el mundo inteligible Bien es verdad que ya por sí sola la Naturaleza ofrece copiosamente objetos en los que podría ejercitarse la capacidad de sentir lo bello y lo sublime pero el hombre como en otros casos también en éste se halla mejor servido por la segunda mano que por la primera y prefiere recibir una materia ya preparada y escogida por el arte antes 265 Mitrídates II rey del Ponto conquistó y perdió vastos reinos y puso fin a su vida mediante el suicidio en el año 63 aC 266 Tema de uno de los Sonetos a Sofía de Leopoldo Marechal VII De la inmutable primavera 205 que obtenerla exigua y con fatiga de la fuente turbia de la Naturaleza267 El impulso mimético de la formación que no puede recibir impresión alguna sin aspirar luego a una expresión viviente de la misma y que en cada forma bella o grande de la Naturaleza ve un desafío para medirse con ella le lleva la gran ventaja de poder tratar como fin principal y como una totalidad por sí lo que la Naturaleza cuando no da al traste con ello sin la menor intención lleva consigo sólo de paso al perseguir una meta más inmediata Si la Naturaleza en sus bellas formaciones orgánicas bien por la singularidad deficiente de la materia bien por la intervención de fuerzas heterogéneas padece violencia o si por el contrario la ejerce en sus escenas grandes y patéticas y actúa como un poder sobre el hombre puesto que tan sólo como objeto de una consideración libre puede volverse estética su imitadora el arte que forma o educa268 es completamente libre porque aparta de su objeto todas las limitaciones contingentes y también deja en libertad al espíritu del contemplador porque imita sólo la apariencia y no la realidad Pero como todo el encanto de lo sublime y de lo bello reside sólo en la apariencia y no en el contenido he aquí que el Arte posee todas las ventajas de la Naturaleza sin compartir con ella sus cadenas 267 Afirmación de una gravedad extraordinaria y en que la convendría meditar a la luz de la doctrina de Rousseau para comprender cómo Schiller está muy lejos de limitarse a repetirla a pesar de reconocer la verdad esencial de la misma 268 die bildende Kunst aun cuando esta expresión significa por lo general el arte plástico no tendría sentido restringir aquí el alcance del discurso a una especie particular de arte el contexto muestra a las claras por el contrario que el autor piensa en el significado general de bilden formar educar cf Bildung formación cultura 206 CRONOLOGÍA 1759 10 de noviembre Juan Cristóbal Federico Schiller nace en Marbach del Neckar 17641766 La familia Schiller vive en Lorch El párroco Moser imparte al hijo las primeras letras 1767 Schiller ingresa a la escuela de Latín de la ciudad 1772 Confirmación Hace sus primeros ensayos dramáticos Los cristianos y Absalón de los que nada se conserva 17731780 Schiller alumno de la Academia Militar de Stuttgart creada por el duque Carlos Eugenio de Würtemberg 1775 Comienza a estudiar Medicina 1776 Estimulado por su maestro Abel se entrega Schiller a la lectura de Shakespeare 1777 Nacen las primeras escenas de Los bandidos 1779 Su tesis doctoral Filosofía de la Fisiología en latín no puede editarse Schiller se ve obligado a escribir una segunda tesis 14 de diciembre Carlos Augusto de SajoniaWeimar y Goethe participan de las celebraciones conmemorativas del día de la creación de la Academia Militar de Stuttgart 1780 Redacción de Los bandidos Noviembre Impresión de la segunda tesis 14 de diciembre entrega de premios y despedida de la Academia Schiller es nombrado médico militar en el regimiento de granaderos Augé en Stuttgart 17811782 Schiller vive en Stuttgart como médico militar y como poeta 1781 Nacen las odas a Laura Aparecen Los bandidos en una edición privada 207 Refundición de Los bandidos para el escenario 1782 13 de enero representación de Los bandidos en Mannheim con gran éxito Schiller asiste de incógnito al estreno sin permiso del duque Primavera Se publica una colección de poemas de Schiller Antología para el año de 1782 Trabaja en Fiesco Colabora en la edición del Repertorio Literario de Würtemberg Julio Catorce días de arresto por un nuevo viaje a Mannheim sin permiso Agosto El duque ordena a Schiller que ponga fin a eso de escribir comedias 22 de setiembre Schiller huye acompañado por su amigo Andrés Streicher Entre octubre y comienzos de diciembre después de breves estadías en Mannheim y en Francfort los dos fugitivos se alojan de incógnito en una pensión en Oggersheim 17821783 Entre el 7 de diciembre y el 24 de julio Schiller vive en Bauerbach Turingia por invitación de su protectora Henriette de Wolzogen Relación con W F H Reinwald bibliotecario de Meiningen 1783 Acaba Amor y cábala Luisa Millerin Comienza a trabajar en Don Carlos Desdichada pasión por Carlota de Wolzogen hija de la casa donde vive 24 de julio partida inesperada hacia Mannheim 17831784 Desde el 1º de setiembre y hasta el 31 de agosto contrato con Dalberg por el que se compromete a trabajar como autor teatral La enfermedad lo acosa de manera grave 1784 Se representan Fiesco y Amor y cábala ésta última con un éxito muy grande Preparativos para la Talía Renana Conoce a Charlotte von Kalb y esto le provoca nuevas opresiones espirituales 27 de setiembre Carlos Augusto concede a Schiller el título de Consejero 208 17851787 Entre abril de 1785 y julio de 1787 Schiller vive como huésped de Cristian Gottfried Körner en Leipzig y en Dresden Amistad con los amigos de Körner Ludwig Ferdinand Huber Dora y Minna Stock 1785 Setiembre Schiller ocupa la casa Weinberg de su amigo Körner cerca de Loschwitz junto al Elba Prosigue la edición de la Talía Nace el himno A la alegría Trabajo en el Don Carlos y en algunas narraciones en prosa 1787 Pasión por Enriqueta von Arnim Aparece el Don Carlos en la editorial Göschen de Leipzig 1787 1788 Entre el mes de julio y el de mayo del año siguiente Schiller vive en Weimar Alterna con Carlota von Kalb Wieland Herder Knebel Corona Schröter En agosto breve estadía en Jena En diciembre visitas en Meiningen a Enriqueta von Wolzogen y a su hermana Cristobalda casada con Reinwald En Rudolstadt es presentado a la familia von Lengefeld traba un primer conocimiento con las hijas Carolina y Carlota 1788 Prosigue su trabajo con la Historia de la rebelión de los Países Bajos respecto del gobierno de España que aparece en otoño Su poema Los dioses de Grecia aparece en el Mercurio Alemán el diario literario editado por Wieland Entre mayo y agosto Schiller vive en Volkstädt cerca de Rudolstadt Visitas diarias a la familia von Lengefeld Entre agosto y noviembre se hospeda en la misma Rudolstadt Prosigue con sus estudios históricos Concluye la Historia de la rebelión de los Países Bajos 7 de setiembre primer encuentro con Goethe 15 de diciembre es designado como Profesor supernumerario de Historia en Jena 1789 En el mes de mayo Schiller se muda a Jena 26 de mayo pronuncia su primera lección que se volvió luego famosa Qué significa y con qué propósito se estudia la Historia Universal 209 Agosto estadía en Leipzig Compromiso con Carlota von Lengefeld Entre setiembre y octubre estadía fugaz en Rudolstadt y en Volkstädt En diciembre traba amistad con Guillermo de Humboldt 1790 En enero recibe Schiller el título de Consejero áulico 22 de febrero casamiento en la iglesia parroquial de Wenigenjena En setiembre comienza la publicación de la Historia de la guerra de los Treinta Años 1791 Schiller padece un severo ataque de su enfermedad del que ya no habrá de recuperarse nunca Comienza a estudiar la obra de Kant Julio viaje a los baños termales de Karlsbad Diciembre Federico Cristian de Augustenburg y el conde Ernesto de Schimmelmann ofrecen al poeta una pensión por tres años por iniciativa del poeta Jens Baggesen 1792 Prosigue el estudio de Kant Su salud es delicada Octubre La Asamblea Nacional francesa otorga a Schiller el derecho de ciudadanía 1793 Frutos de los estudios estéticos La dignidad y la gracia Sobre lo sublime Cartas de agradecimiento al duque Federico Cristian Sobre la educación estética del hombre 1793 1794 Entre el mes de agosto y el de mayo del año siguiente Schiller reside en su tierra natal en Suabia 8 de setiembre llegada del matrimonio Schiller a Ludwigsburg 14 de setiembre nace Carlos el primer hijo de Schiller 1794 Alterna con sus padres hermanos amigos y maestros Estadías en Stuttgart y en Tubinga Traba relaciones editoriales con Cotta 15 de mayo Schiller arriba a Jena En el verano un diálogo con Goethe sobre la planta originaria marca el comienzo de la amistad entre ambos poetas Setiembre Schiller se hospeda en Weimar en la casa de Goethe 210 1794 Aparece el primer número de las Horas contiene la primera entrega de las Cartas sobre la educación estética del hombre Para los números siguientes Schiller escribe El sitio de Amberes y Sobre poesía ingenua y sentimental Rechaza un llamado para un cargo de Profesor que le hacen desde Tubinga 1796 Edita el Almanaque de las Musas que aparecerá hasta 1800 Schiller y Goethe componen las Xenias que se publican en el Almanaque de las Musas de 1797 7 de setiembre muere el padre de Schiller Nace el Wallenstein 1797 El año de las baladas En competencia con Goethe escribe Schiller sus baladas El buzo El guante Las grullas de Íbico etc que aparecen en el Almanaque de las Musas de 1798 Forja una versión rítmica en yambos del Wallenstein 1798 Surgen nuevas baladas Prosigue su labor con el Wallenstein 1799 Concluye el Wallenstein Comienza a trabajar en María Estuardo 1799 1805 La familia Schiller se muda a Weimar 1800 Refundición para la escena del Macbeth de Shakespeare Junio concluye María Estuardo Comienza los trabajos para La doncella de Orleans 1801 Concluye La doncella de Orleans Refundición del Turandot de Gozzi 1802 Prepara el plan para Guillermo Tell Trabaja en La novia de Mesina 29 de abril muere su madre 16 de noviembre Schiller es elevado a la nobleza hereditaria 1803 Concluye La novia de Mesina Trabaja con el mayor ahínco en el Tell 1804 A comienzos de año concluye el Tell Schiller se decide a trabajar sobre la figura histórica de Demetrio Entre abril y mayo viaje de Schiller a Berlín 211 Noviembre escribe la Reverencia de las artes para la entrada en Weimar de la nueva soberana Maria Pawlowna princesa heredera de Rusia 1805 Refundición para la escena de la Fedra de Racine Prosigue su trabajo en el Demetrio 29 de abril va al teatro por última vez Ataque de fiebre 9 de mayo Schiller muere 212 ALGUNOS JUICIOS NOTABLES SOBRE SU PERSONALIDAD Y SU OBRA Su ritmo es fluyente arrebatador impetuoso su plan osado y grande como su ritmo y la construcción armoniosa según el plan como una casa según su planta Lanza sus pensamientos hacia una meta su reflexión hacia algo extremo supremo sus figuras hacia una gran decisión una gran aventura o una gran catástrofe Su vida y su muerte parece la del portador de la antorcha que consumido por dentro llegó a su meta con la luz ardiendo que muriendo se precipita sobre ella precipitándose de tal modo muriendo de tal modo que se volvió un símbolo eterno Hugo von Hofmannsthal Schiller 1905 El mundo es pesado Él nos ha enseñado como dominar su pesadez La forma en la que lo ha enseñado puede estar sometida a fluctuaciones del juicio pero habrá de sobrevivir hasta que esa fluctuación desaparezca Su obra la obra del héroe y del santo no es ciertamente una figura sino una vida vivida por anticipado De la capacidad de la medida en que una vida vivida por anticipado puede ser imitada de esa su condición de poder ser imitado en el más alto sentido de la palabra depende la duración del mundo y la inmortalidad de todo lo grande también de lo poético A Schiller no es posible verlo con la vista tendida al frente sino hacia lo alto y quien aparta de él sus ojos mira por debajo de sí Cada generación ha experimentado esto y ha aprendido luego a levantar la mirada y cuando la levanta hacia los astros inmortales habrá de hallar siempre entre ellos a aquél que entre nosotros miró hacia lo alto desapareciendo como un cometa uniendo con su luz una luz inmortal Rudolf Borchardt Discurso en homenaje a Schiller 1920 No querríamos por cierto privar a la juventud del entusiasmo que es capaz de hallar en la elocuencia schilleriana Pero quién que se aproximase seriamente a su obra podría ignorar que hasta las creaciones más aladas de su fantasía son el fruto de una lucha viril fruto que va madurando por entre victorias y derrotas hacia una perfección más alta y más pura cada vez Cuanto de imperecedero tiene esta poesía es la cosecha de aquellos años en que el hombre vive entregado a la batalla el premio penosamente alcanzado de un herculeus labor que sólo han de valorar en su 213 significado pleno quienes han pasado por una prueba semejante Casi pareciera que el destino preparase al genio una satisfacción postrera cuando de entre nosotros precisamente a aquellos que vieron irrumpir la guerra en la mitad de su vida les manda retornar a él como si de los desechos con que un tiempo bárbaro y pagano engordó a sus cerdos y condenó al hambre a sus hombres regresasen a la casa paterna de la Poesía Del epílogo a un volumen de poemas de Schiller escrito en 1926 por Rudolf Alexander Schröder cuando aún sangraban las heridas abiertas por la Primera Guerra Mundial En conjunto podemos calificarle de feliz Sus días transcurrieron en la contemplación de grandezas ideales vivió entre las solemnidades y esplendores de la naturaleza universal sus pensamientos versaron sobre héroes y sabios y sobre escenas de belleza paradisíaca Es cierto que no tuvo descanso ni paz pero disfrutó de la intensa conciencia de su propia actividad que los reemplaza en hombres como él Es verdad que estuvo mucho tiempo enfermo pero no concibió incluso entonces y dio cuerpo a Max Piccolomini a Tecla a la Doncella de Orleans y las escenas de Guillermo Tell Es cierto que murió pronto pero quien lo estudie clamará con Carlos XII en un caso distinto No había vivido bastante cuando había conquistado reinos Estos reinos que conquistó Schiller no fueron para una nación a costa del sufrimiento de otra no estaban mancillados por la sangre de ningún patriota ni por las lágrimas de ninguna viuda de ningún huérfano son reinos conquistados a los estériles dominios de la Oscuridad para aumentar la felicidad la dignidad y la virtud de todos los hombres nuevas formas de Verdad nuevas máximas de Sabiduría nuevas imágenes y escenas de Belleza ganadas al Infinito vacío e informe una posesión para siempre para todas las generaciones de la Tierra Tomás Carlyle 1952 Lo que distingue de preferencia sus obras dramáticas postreras es en primer término el afán más cuidadosa y acertadamente entendido por hacer de la forma artística un todo luego una elaboración más profunda de los asuntos merced a lo cual ingresan en un ámbito universal más vasto y más rico y se vinculan con ideas superiores y por último una exclusión más decidida de todo lo prosaico por una mayor 214 pureza del impulso poético en materia de exposición de pensamientos y de expresión Le fue arrebatado al mundo en la más perfecta madurez de su vigor espiritual y es infinito lo que podría haber realizado todavía Su meta había sido fijada de tal modo que jamás podía alcanzar un punto final y la actividad de su espíritu progresando como lo hacía sin cesar no se habría procurado reposo alguno durante largo tiempo todavía habría podido disfrutar de la alegría del gozo o incluso de la bienaventuranza de la creación poética Su vida se apagó antes del término acostumbrado pero mientras duró él se mantuvo ocupado de manera exclusiva y constante en el ámbito de las ideas y de la fantasía acaso de nadie pueda decirse con tanta verdad que habiendo arrojado de sí el temor de lo terrenal había huido de la vida estrecha y sorda hacia el reino del ideal vivió rodeado sólo por las ideas más elevadas y las imágenes más espléndidas que el hombre es capaz de acoger en su seno y de hacer surgir de sí Quien de tal suerte abandona la tierra no puede ser sino alabado con el nombre de dichoso Guillermo de Humboldt Sobre Schiller y el curso de su desarrollo espiritual en Goethe Humboldt Burckhardt 2003